Los personajes no me pertenecen son de Kishimoto, yo solo los tome prestado con el fin del entretenimiento.

Hola mis queridos lectores ¿Cómo están? Espero que se encuentren muy bien. Gracias a todos esos lectorcitos fantasmas que me acompañan desde las sombras con su fiel lectura y a la bella Kaoru-sakura por su comentario (fue una idea original ¿no crees? No me acuerdo exactamente como empezó esta rivalidad Hyuga-Uzumaki pero me divierte mucho escribirla y me pone muy feliz que tú también la disfrutes leyéndola).

Les cuento, como escritora no quería ser menos que mis personajes amados, así que yo también me impuse un reto.

Terminar esta historia en 3-4 días ¿lo lograre? No lo sé, pero me estoy esforzando de la misma manera que Kushina ¡Me niego a perder! XD

Así que no los entretengo más, disfruten de su lectura. Nos leemos abajo.

Summary: ¡Como abuela era su deber inculcarle toda su sabiduría a Boruto! Y eso incluía, algo más importante que la vida misma… Lograr jugarle una broma al Ogro de Konoha.


¡Haciendo frente a un verdadero reto dattebasa!

II

Finalmente después de mucha insistencia y lucha Hiashi libero a Boruto del posesivo abrazo.

–¡Oji-san! –se masajeo las mejillas, con las manos. –Tienes que dejar de hacer eso dattebasa.

Pero el hombre ignoro las protestas del gennin por estar concentrado en algo mucho más importante. –¿Tu hermana? –Hiashi se levantó con una rapidez nada propia de su edad y miro para ambos lados. – ¿Himawari? –lo miro con los ojos brillando de emoción. –¿Mi Himawari vino también?

Los nervios invadieron a Boruto, que solo logro tartamudear: –Hima está con oka-san está... En casa dattebasa, si eso. –sonrío. –Se quedó en casa Oji-san.

–Oh ya veo. –Por un segundo el líder del Souke dejo caer los hombros. –Bueno eso no importa ahora. –lo abrazo devuelta, uniendo su rostro al de él. –Tú estás aquí, mi nieto mayor.

–Abuelo, aire ¡aire dattebasa!

–Oh gomen Boruto. –lo soltó mas la sonrisa no le abandono el rostro.

El gennin suspiro aliviado, más la tranquilidad no le duro tanto porque:–Dime Boruto ¿Qué puedo hacer por ti?

–¿Qué?

Hiashi alzo una ceja: –¿No viniste por alguna razón?

–¡Ah sí! Yo yo...

"¡Piensa dattebasa ¡Piensa!" no podía retractarse ahora, no sabiendo que de hacerlo su abuela lo esperaría dispuesta a pegarle por su "cobardía". "Pero que le digo, no puedo…¡¿Pero qué demonios es eso dattebasa!?".

Se vio obligado a parpadear varias veces, para descartar que esa imagen no era producto de su desesperación, pero ahí seguía… "¡Kushina-obachan!"

A tan solo unos pocos metros de distancia, utilizando las vigas del techo como escondite, la matriarca del clan Uzumaki mantenía agarrada una soga.

Boruto siguió con los ojos desorbitados el recorrido y casi deja caer su mandíbula al piso cuando encuentra está atada a un balde de lata.

¡Balde que pendía sobre la cabeza de su abuelo!

–¿Boruto, sucede algo? –Hiashi se disponía a mirar hacia donde lo hacia su nieto, cuando de repente un cuerpo se pegó al suyo.

–¡No! –grito. –No es nada abuelo solo... ¡Solo que te extrañaba mucho dattebasa! –lo abrazo con fuerza y Hiashi paso del asombro a estar con lágrimas en los ojos.

– ¿Enserio Boruto?

– ¡Hai! Oji-san. –lo miro a los ojos. –Tu eres mi abuelo favorito de veras.

Kushina desde las alturas crujió los dientes.

–¿Enserio? –Hiashi se refregó las lágrimas. –Todo este tiempo te malinterprete tanto Boruto.

Una gota se asomaba en la sien del gennin.

–Creí que preferías a Kushina por sobre mi.

– ¿A Kushina-obachan?

–Hai. –se sonó la nariz y sonrío. –Pero ahora veo que mis suposiciones eran erróneas.

– ¡Por supuesto dattebasa!

–¡Boru-kun maldito traidor dattebane! Alagando al ogro, cuando esto termine te voy a agarrar…

–Pero eres un Hyuga, Boruto. –Hiashi miro seriamente a su nieto. –Por más que Kushina insista en arrebatármelos. Tú y tu hermana tienen sangre Hyuga corriendo por sus venas

–Por supuesto. –se rio nerviosamente. –Además ¿Porque preferiría a Kushina-obachan sobre ti dattebasa? ¡Eso sería muy tonto, de veras! –miro a su abuelo que asentía de acuerdo y hasta parecía orgulloso de sus palabras. –Es obvio que Hiashi-ojisan es mucho más inteligente y habilidoso.

–Veo que finalmente mi nieto reconoce lo importante que son nuestras habilidades.

–Por supuesto dattebasa además… ¡Además la abuela cocina muy feo dattebasa! Todo el mundo sabe que la comida de acá es mucho mejor y…

–¡Boruto Uzumaki! –Furiosa Kushina alzó el puño sin darse cuenta que era con ese el que sostenía la cuerda. –Ay no, no, no. –intento agarrarlo pero no llego. –¡No dattabane!

Su instinto protector la hizo reaccionar, bajo de un salto de las vigas y se disponía a cubrir a su nieto, cuando Hiashi se le adelanto y saco a Boruto de la zona de impacto.

Entonces: ¡No puede ser dattabane! No pudo moverse y menos respirar.

Hiashi soltó a su nieto y se dispuso a mirar a su alrededor: –¿Qué fue eso? –dijo.

Detrás de él Kushina miraba con ojos alarmado a su nieto completamente empapada, con la ropa adhería al cuerpo y el cabello rojo goteando sobre el rostro. Haciendo una mueca, desinflo las mejillas dejando salir el agua restante.

Hiashi amago a darse vuelta y Kushina desesperada intento volver a las alturas, pero estar mojada no la ayudaba, casi resbala y entonces, presencio la peor imagen posible.

Boruto volvía a abrazar a Hiashi.

– ¡Palomas abuelo!

El hombre se detuvo y lo miro extrañado.

– ¿Palomas?

– ¡Si dattebasa, yo las vi! –señalo el techo. –¡Es que como tú casa es tan antigua a los pájaros les gusta hacer nidos en vigas, de veras!

–Ya veo deberé pedir que realicen una limpieza. Pero bueno eso puede esperar. –la sonrisa retorno en él y tiro a su nieto consigo. –Vamos Boruto, tomaremos té y me cuentas cómo estás en tus misiones.

–Ogro ganaste la primera batalla ¡Pero esto… –empezó a chasquear con la lengua y entonces un largo cabello rojizo le salió de su boca. Los ojos se le abrieron casi el doble de su tamaño normal y entonces grito –¡Maldito ogro y la…!

Primer intento fallido.

Ogro 1 – Habanero Sangriento 0.

~•~•~•~•~

Hiashi Hyuga era un hombre estricto, eso siempre lo supo Boruto por boca de sus padres, más lo confirmo cuando este lo interrumpió por tercera vez para reprenderlo por su accionar como shinobi.

"Eso fue muy imprudente de tu parte Boruto".

"Debes mejorar tus reflejos a la hora de ejecutar el Taijutsu".

"Es importante que idees estrategias, no seas tan impulsivo como tu padre".

Por suerte todo ese discurso finalizo al acabar el té. Hiashi se levantó y dijo que iría el mismo a buscarlo alegando que últimamente las cocineras estaban raras.

Boruto lo vio salir murmurando algo parecido a "sal", pero no estaba seguro. Aun así no pudo evitar suspirar tranquilo al verse solo, más la paz no le duró mucho porque una mujer se inmiscuyo a la habitación.

–¡Kushina-obachan!

La mujer le devolvió la mirada con los ojos llameando.

–Así que... –hizo tronar sus manos. –¿Tú abuelo favorito dattebane? –dijo apretando los dientes.

–¡Estaba improvisando dattebasa! –se excusó pero la kunoichi retirada se negó a escucharlo.

–¡No voy a perder contra el ogro ¿Me oíste?! –agito los brazos haciendo un berrinche. –¡Me niego a perder contra él!

–Oba-chan por favor baja la voz. –trato de calmarla. –Te van a escuchar sino, además el abuelo no tarda en volver, de veras. –señalo el juego de té, sin la tetera. –Debes irte.

–Ya lo sé ¡Ya lo sé! –una sonrisa asomó entre sus labios. –Solo vine aquí a mostrarte algo dattabane. –abrio su mano dejando a la vista una pequeña perla negra.

–¿Qué es eso dattebasa?

–Esto es la antigua perla de pintura.

–¿Y con eso vas a jugarle una broma? –pregunto incrédulo y con una gota en la sien. –¡Eso ya ni se usa oba-chan!

–¡Cállate niño! Esta no es cualquier perla negra, no. –sus ojos brillaron de malicia. –Está alterada con una mezcla que yo misma prepare dattabane. –alzo el pecho orgullosa de sí misma. –Cuando explote esparcirá, tinta china, plumas de gallina y no solo eso sino que además deja un aroma de queso rancio a quien la reciba dattabane. –la abrazo y en los ojos se le formaron corazones. –Es mi pequeña letal –la acuno contra su pecho. –¡Y mi forma más rápida de ganarle al ogro! –soltó una risa malévola. –Ya veremos si después de esto sigue siendo tu abuelo favorito.

–Me hubiese quedado con el abuelo Minato dattebasa.

–¡No te quejes dattabane!

–Ya. –suspiro. Miro enfrente de él e hizo una mueca con la boca. –Pero ya estoy cansado abuela, además tome mucho té. –miro a la mujer. – ¡No entiendo dattebasa! –se quejó y dejo caer la cabeza sobre la mesa. –Hoy hace demasiado calor pero aun así el abuelo insiste en tomar té.

Kushina abrió la boca dispuesta a responder pero la puerta comenzó a deslizarse y entonces se vio obligada a salir por la ventana.

–Boru-kun tú entretenlo dattebane, yo te mostrare como se hace...

El rubio miro todo con una gota en la sien, mas no tuvo mucho tiempo de prestarle atención a ello porque cuando se dio vuelta, su abuelo ya había cerrado la puerta y se acercaba a él sosteniendo una bandeja y con la tetera ya cargada.

–Aquí tienes. –le cargo la taza y se la extendió.

Boruto suspiro ante el vaho caliente que largaba la bebida, más aun así la agarro.

–Arigato Oji-san.

–Hmmp.

– ¡Ay quema dattabane! –saco la lengua y lloriqueo. –Mi lengua ¡Mi lengua!

Hiashi bajo la mirada a su taza. –¿Está caliente?

–¡Claro que si dattebasa! ¿No lo notas Hiashi-ojisan?

–Hmmp, no. –tomo un sorbo. –Para mí está bien.

Boruto lo miro con una gota en la sien y dejo el té a medio tomar apoyado sobre la mesa.

Por varios minutos el silencio reino entre ambos. Hiashi al estar acostumbrado, no le sentó incómodo, más Boruto sabiendo quien estaba del otro lado de la ventana y lo que pasaría, sentía como la sangre abandonaba su cuerpo minuto a minuto.

Debía acabar con esto de una vez.

–Abuelo.

– ¿Si?

–Etto yo... – ¡¿Que inventaba? ¿Que se supone que debía decir? –Yo…

Hiashi alzo una ceja. – ¿Sí, Boruto?

–Yo tengo curiosidad sobre la historia del clan, dattebasa. –dijo lo primero que se le vino a la cabeza.

–Boruto.

–Si dattebasa, yo es que… –jugo con sus dedos evocando un gesto característico de su madre. –Todos mis compañeros hablan de lo antiguo y honorable y fuerte que con los Hyuga, pero yo no sé mucho y quería saber si tu podías ayudarme.

–Entiendo. –tomo un sorbo de su té. –Con gustó te contaré lo que desees.

"¡¿Honorable?! ¿Fuerte? Más bien espeluznante y aburrido dattebane! –se quejó la mujer pegada a la pared. "Nosotros los Uzumaki somos mucho mejor Boru-kun ¿Dónde has visto una técnica de sellado tan increíble cómo la nuestra?".

–Todo se remonta a los inicios de esta aldea. –comenzó Hiashi con voz parca y serena. –Los primeros Hyugas en habitarla venían de las fronteras con el país de la niebla…

"Aburrido" pensaron en simultáneo abuela y nieto.

El relato continuo, mas Kushina supo ver la oportunidad. Hiashi ahora estaba concentrado totalmente en Boruto por ello…

–Ahora es mi momento ogro. –se jacto sonriendo. Agarro una gomera que había preparado de ante mano y puso la pequeña perla negra en la punta elástica. Con la emoción ardiendo en la sangre, levanto la cabeza y miro por sobre el borde de la ventana.

–¡Increíble Hiashi-ojisan! ¿Realmente pueden hacer eso?

Hiashi levanto el mentón altivo, ante el asombro de su nieto y asintió con la cabeza. –Es una de las habilidades que nos provee el Byakugan, Boruto. –desactivo el doujutsu.

–¿Entonces Hima podrá hacer eso?

El líder sonrío ante la mención de su nieta menor. –Si entrena lo suficiente sí.

–¡Vaya dattebasa!

–También era común ver este tipo de posturas. –levanto su mano derecha y llevo uno de los pies atrás. –Tú lo utilizas para realizar Taijutsu, pero en esa época esta fue una de las primeras posturas de pelea. Se realizaban como reconocimiento entre clanes.

–¡Sugoi Hiashi-ojisan!

Era demasiado, tanta admiración y reconocimiento, prendieron los celos en la Habanero que actuó impulsivamente entonces con demasiado fuerza tiro la pequeña perla.

El proyectil salió volando justo hacia Hiashi y entonces…

–Casi lo olvido. –modifico la postura de lucha. –Bajábamos nuestra cabeza así.

Fue así que tanto Boruto y Kushina miraron con la boca abierta y los ojos desorbitados, cómo el antiguo líder esquivaba sin problema alguno la perla. Está por la fuerza, no solo no freno, sino que atravesó la puerta dejando un pequeño hueco en el papel.

A los segundos, se escucharon unos gritos.

– ¿Que fue eso?

Rápidamente nieto y abuelo salieron, solo para encontrar en la habitación de enfrente a tres Hyugas cubiertos completamente de una espesa tinta negra.

Enseguida Hiashi se cubrió la nariz con una de las mangas y Boruto hizo cara de asco.

– ¿Que fue eso?

–No sabemos Hiashi-sama. –hablo el hombre, uno de los tantos guardias del lugar. –Vino de la nada.

Las otras dos mujeres sirvientas asintieron con lágrimas en los ojos.

–Retírense y asegúrense que venga alguien a limpiar todo este desastre.

–Si Mi Lord. –dijeron al unísono y con aire deprimente salieron de la habitación.

Segundo intento fallido.

Ogro 2 – Habanero Sangriento 0.

Continuara


Y hasta aquí llegamos por ahora, uff me siento que estoy corriendo en una maratón, pero es lo emocionante de los retos ¿No creen?

¿Qué les pareció? ¿Les gusto? Yo me rei bastante, además nadie puede negar que Kushina es perseverante y algo celosa ¿Pero qué abuelo no lo es? Además Hiashi dejo en claro que tampoco le gusta la idea de compartir a sus nietos.

Esta rivalidad se torna más y mas complicada.

¿De qué equipo son ustedes? Habanero sangriento u Ogro, les digo que a mí me cuesta elegir, los amo a los dos.

En otra oportunidad había dicho de que estaba escribiendo un one-shot sobre la razón de porque Hiashi toma té (y lo hace seguido en todas mis historias) ¿Pensaron que sería aburrido? ¡Era este y como ven aburrido no es! Espero poder revelarles la razón muy pronto.

Asi que ahora solo me queda por decir ¡Nos leemos en el próximo capítulo! Y recuerden solo toma tres segundos hacer feliz a esta servidora dejando un comentario.

¡Nos vemos!