Solo Hay Que Esperar.
Autor:
K-tra
Parte 4
Esto es mejor que cualquiera de mis fantasías. El solo verlo (y aun esta vestido) me vuelve puro deseo. Mi cuerpo esta duro de cuanto lo necesito. Mi mente esta fijada en él. Mi deseo únicamente enfocado en probarlo. Pero voy a ir lentamente, no olvido que esta es la primera ves con mi querido Severus. Y ahí es cuando me doy cuenta. Él no sabe que es nuestra primera ves. No sabe que nunca antes nos hemos tocado, o besado, mucho menos tenido relaciones íntimas.
Severus sabe que no le he sacado los ojos de encima, "¿Vienes?" me pregunta.
¡Y que pregunta!, como si pudiera negarme.. Cuando entré al cuarto de baño, él ya estaba bajo la caliente lluvia.
Me quede viéndole por primera ves sin tantas telas cubriéndolo. Severus completamente desnudo. ¿Como hizo para sacarse todas aquellas ropas tan rápido?, no tengo idea.
"Tom" me susurra. Mi boca se hacia agua de simple verlo con su miembro duro frente a mi. Mis rodillas se doblaron y estaba a punto de probar esa suave piel cuando Severus me detiene.
"No" simplemente me dijo, indicando mi ropa con un gesto de su mano. Y rápidamente obedecí. Olvidando toda vergüenza de mi nuevo cuerpo no muy humano, y mi status de Lord.
Un segundo después ya estaba acompañándolo, teniéndolo aprisionado con mi cuerpo contra la pared de la ducha y besando sus suaves labios.
Me separé de él y comencé a cumplir otra de mis fantasías. Con ambas manos enjabonadas comencé a recorrer metódicamente su cuerpo, masajeando cada músculo, cada parte de mi Severus. Sin quitar mis ojos de su piel, comencé por sus hombros, luego sus brazos, luego su pecho, prestando atención a esos pequeños pezones que al contacto de mi dedos, se endurecieron. Nunca lo había visto tan bello, con su cabello mojado pegado a su rostro y cuello llegando a sus hombros. Sus labios húmedos, apenas separados, su respiración en aumento, sus ojos en mi. Solo en mi.
Mis manos siguieron bajando llegando a su abdomen, firme, húmedo, resbaloso por el jabón.
Las gotas de agua creaban caminos, pequeños ríos que recorrían su pálida piel, doblando en cada curva, marcando cada forma. Mis manos siguieron la delgada línea de bello que descendía desde su ombligo, pasando por oscuros rizos. Dejé una en cadera, acariciándolo, apretando. Subí mi vista hasta sus ojos y no pude dejar de verlos, como me hablaban, como se oscurecían aún mas. Deje que mis manos lo conocieran primero. Mi cara, a pocos centímetros de la de él.
Tiene su cabeza un poco inclinada hacia abajo, hacia mi, sus ojos
recorren mi cara y terminan en mi boca. Mi otra mano siguió
bajando hasta encontrar su erección y mis dedos la rodearon,
llenando mi mano con su carne. Sus ojos brillaron, Severus respiraba
por sus labios, un jadeo escapó de ellos, sus manos me tomaron
de mis brazos y me empujó hacia él, y su boca encontró
la mía. Lentamente comencé a masturbarlo, acariciando
su firme columna con mis dedos y con mi palma. Su respiración
se aceleraba pero no dejaba de besarme. Dejé que sus labios se
adueñaran de mi boca.
Severus comenzó a jadear y
gemir en intervalos, todo su húmedo cuerpo apretado contra el
mío, ondulándose. Sentía las gotas de agua
recorrer mi espalda hasta llegar a mis piernas. No esperaba que
Severus siguiera ese camino con sus manos, a la ves que su lengua
acariciaba la mía por primera vez bajo la ducha. Con ambas
manos sostuvo mis nalgas y me apretó hacia él haciendo
que mi miembro resbalara en su enjabonado cuerpo. Segundos después
descubrí a una de sus manos sosteniéndome de la
cintura, mientras la otra acariciaba mi costado para luego pasar a mi
abdomen, buscando y encontrando mi carne mas sensible, cerrando su
delgados dedos alrededor y comenzando un rítmico arriba y
abajo que me hizo aflojar mis piernas. Pero su brazo me rodeaba y
sostenía junto a él. Me sentí a su merced.
Severus me masturbaba mientras violaba mi boca con su lengua.
Me encontré gimiendo de placer y el húmedo calor que me rodeaba e invadía, iba en aumento, apreté mi puño alrededor de su miembro y comencé a mover mi mano con mas fuerza, mas rápido.
Él separó su boca de la mía y recostó su cabeza en mi hombro y su tibio jadeo golpeaba mi piel.
Mi boca acariciaba su cuello, mi brazo cruzaba su espalda y él me apretaba aún más. La tensión aumentaba en nuestros cuerpos a la ves que nos masturbábamos con mas dureza. Severus decía serenamente mi nombre en mi cuello, "Tom."
Lo aleje de mi un poco para poder ver en sus sedientos ojos como sin una palabra, todo lo que siempre quise estaba expresado en esa mirada.
Lentamente, salí de mi trance al sentir que el agua estaba tornándose fría.. "Mejor salimos" me susurró. Tardó unos momentos en que mi cerebro entendiera que me decía. Y otros momentos mas en aceptar la idea.
Al final simplemente asentí con mi cabeza y él cerró la llave del agua.
"Hay una amplia cama que deberíamos desarreglar."
Me dice.
Tuve que sonreír, no voy a negarme a tal idea.
"Tom" Severus respiró al detenerse frente a mi cama. Y dejé que sus besos volvieran a mí.
Esta vez el beso empezó simple y gentil, pero rápidamente se torno fuerte y apasionado. Y dejé que su lengua volviera a invadirme..
Sentí como Severus sonreía mientras me besaba.
"Te deseo tanto" Me susurró, y descubrí que su máscara diaria de insensibilidad había quedado perdida junto a sus memorias.
Nadie, nadie en mi vida me a mirado antes así. Con tanta
pasión. Aún me cuesta creer todo lo que esta
sucediendo.
"Bueno.." me dice seductivamente con esa
hermosa voz (que puedo llegar a envidiar) a la ves que presiona su
desnudo cuerpo al mío. "¿Que podríamos
hacer? "
Como si en este momento le llegara algo de sangre a mi cerebro
como para poder razonar algo. Pero mi sangre estaba muy ocupada en
otros lados. Así que dejé que Severus decidiera.
De
todas formas parecía que tenía ya una idea bastante
clara echa. Me dejó caer en mi cama, él sobre mi sin
soltarme un segundo. Necesitaba sentir cada centímetro de su
piel. Dejé que mis manos recorrieran su espalda y mas abajo
hasta sus nalgas. Severus gimió dentro de mis besos y empujó
sus caderas contra mi cuerpo, cuando sintió que mis manos lo
acariciaban y apretaban.
Había querido que esta primera vez durara, pero mi deseo era demasiado y supe que no sería así.
Me encanta su voz, me gusta que me mandonee. Ese descubrimiento me excita tanto. Mi querido, me quiere, me desea..., por el momento, y eso es sólo porque no recuerda que me odia. Rápidamente aíslo ese pensamiento de mi cabeza. No quiero pensar en nada mas, ni pasado ni futuro. Lo que él ha hecho o yo he hecho. Solo quiero enfocarme en el aquí y ahora.
Me pregunto si es igual con todos sus amantes? Esa idea me quema
la mente, dejándome un agudo dolor en alguna parte de mi
interior. El pensar en que ha sido tocado y controlado por otros.
¿Por Dumbledore talvez?, Por Potter?
¡¡Arghh!!
Con un fuerte gemido, Severus mueve su mano derecha entre sus piernas, rozando contra su dura carne.
"Estoy tan duro por ti, Tom. Tan duro."
Un sonido escapa mis labios. Su mano rodea mi miembro y comienza a masturbarme elevando mi placer. Tengo que obligarlo a que se detenga o no duraré mucho. Estoy en el borde de un orgasmo de solo verlo y besarlo y oír esa voz. Tengo que controlarme. Quiero terminar dentro de él. Vuelvo a gemir de solo pensar que Severus talvez sea virgen, debo pelear conmigo mismo por controlar mi deseo.
"Relájate, yo me encargo." Me dice y mi cuerpo obedece a esa voz.
Severus PDV (Punto de vista)
No dejo de asombrarme. ¡Tom me esta obedeciendo!
Deslizo mis manos por sus piernas sintiendo sus músculos y me detengo en sus caderas. Las sostengo contra la cama. Ohh, que vista, tiene su belleza aunque no todos concordarían conmigo, lo sé. Pero este cuerpo ante mi, es bello, pálido, delgado, ni un gramo de grasa extra y músculos firmes bien formados. Y su rostro, aunque es diferente es atractivo, peligroso, pero con un toque de inocencia en estos momentos que quisiera devorar. Y es todo mío.
Lentamente muevo mis manos por su nueva piel, lo oigo gemir. Su enrojecido miembro, completamente erecto apunta directo a mi boca. Lamo mis labios al solo pensar en su gusto, en su sabor. Mi boca se humedece de solo pensar en rodear esa deliciosa columna de carne con mis labios, sentir su peso en mi lengua. Me inclino y dejo que la punta de la cabeza toque mis labios. Suave y caliente.
Abro mi boca y atrapo la cabeza, dejándola en mi lengua. Siento su calor, húmedo de deseo. Perfecta. Me alejo un poco, y muy lenta y cuidadosamente empiezo a lamer y succionar.
"Ohh Sevl!" grita Tom. Temblando bajo mis manos.
Voldemort PDV
El bastardo ha vuelto a sentarse en la cama alejando esa traviesa boca de mi, menos mal porque no estaba seguro de poder o querer detenerlo. Y ahora sus manos se deslizan por mi pecho. Me siento...feliz. Es una extraña sensación. Algo que nunca, ni en mis fantasías, creí que llegaría a sentir. Me siento contento y tranquilo en su presencia. Aunque no olvido que nada de esto es verdadero y que él me odia al punto de traicionarme con mis enemigos, no importa, sigo sitiándome relajado con él.
En mis fantasías, siempre todo era sexo y dominación, poseerlo, nunca esta sensación de calma que siento al solo mirarlo y ver esa sonrisa. Parece tan sincera.
Severus PDV
Sus ojos fijos en mi erección, lo abrazo y vuelvo a besarlo.
Me detengo y lo veo, parece estar un poco nervioso. "tranquilo," le digo, "Voltéate y separa las piernas."
"¿Qué?" me pregunta. Admito, talvez fui un poco brusco. Lo intentaré de nuevo.
Le sonrío.
"Déjame amarte." Le susurro a la ves que me inclino sobre él y capturabo sus labios nuevamente. Mis manos rodearon su cintura y con el peso de mi cuerpo lo empujé dejando su espalda contra las sábanas. Mi lengua invade su boca, mientras mi mano volvía a bajar por su cuerpo hasta llegar a sus caderas. Rodee un muslo con mi mano, sostuve y separé una de sus piernas y dejé las mías caer entre las de él. Mi otra mano acariciaba su costado y su pecho, prestando atención cada tanto a un pezón, el que acariciaba, apretaba y torcía a mi antojo. Tom parecía perdido en las sensaciones que yo le daba y no creo que se diera cuenta que mi mano en su pierna ahora acariciaba su muslo y su entrepierna. Con rapidez giré, dejando a Tom sobre mi. Sin dejar de besarlo o separar mi mano izquierda de su pezón, separe mis rodillas para obligar sus piernas a abrirse mas para mí.
Sus manos me acariciaban el pelo y la otra paseaba por mi piel. Lentamente eleve mis rodillas, dejando mis pies apoyados en la cama, y deje que mi mano atrapara y apretara sus nalgas, para luego bajar lentamente entre ellas. Tom movía sus caderas contra mi cuerpo, estimulando su miembro, rozándolo contra mi abdomen. Jadeaba y gemía en mi boca, sin soltar sus manos de mi. Él no podría cerrar sus piernas aunque lo intentara, estaba a mi merced. Deje que uno de mis dedos circularan lentamente sobre su ano. Separe mi boca de la de él por unos segundos para pronunciar el conjuro que lubricaría mis dedos, y volví a besarlo antes que Tom se diera cuenta de mis intenciones y decidiera detenerme. Pero creo que no se había dado cuenta de hasta que uno de mis húmedos dedos entró en su cuerpo. Al mismo tiempo moví mis caderas, obligando mas presión de su cuerpo contra el mío lo que dio mas fricción a su miembro. Tom gimió dentro de mi boca ante la intrusión de mi dedo.
Era increíble lo apretado que sentía mi dedo, sus músculos me atraparon con fuerza y apenas podía mover mi mano. Tom dejo de besarme y creo que iba a protestar, pero no lo dejé. Acaricié los tensos músculos de su espalda mientras movía mi dedo dentro de estrecho canal. Y volví a besarlo, esta vez suave y lento. Besé su cuello, sus mejillas, sus prominentes y filosos pómulos para volver a su boca. Cuando sentí su músculo relajarse, agregue un segundo dedo al tiempo que mi lengua volvía a conquistar la suya. Agregué un tercer dedo y comencé a girarlos y acariciar las suaves paredes que pronto tendrían mi miembro atrapado. Lo preparé con extremo cuidado. Y Tom cerró sus ojos y se rindió a mí.
Sé que trataba de controlar su respiración, pero me aseguré que no le fuera fácil mantener el control en si mismo. Las sensaciones deben de ser completamente extrañas para él, pero igual de eróticas al mismo tiempo.
Voldemort PDV
"Por favor" rogué. No se porque, pero la palabra escapo de mi boca, lo único que sé es que necesito más, algo más.
"Estas listo " me dijo Severus. "Relájate." Y volvió a girarnos dejándome bajo él, entre mis piernas. "Sí, Por Merlín..."
Lentamente Severus se movía, empujaba su miembro, penetrándome y sentía como si la sensación me ahogara.
Sentí el dolor de ser expandido como nunca antes. Pero no me importaba. Nunca me sentí tan completo. Mi adorado, Severus, esta conmigo, en mi, completándome.
Abrí mis ojos una ves que Severus se detuvo, completamente dentro mío. No creo poder durar mucho, el deseo es demasiado. Severus me mira, no se mueve, solo me mira, creo que esta preocupado.., ¿por mi tal vez?.
"Tom" me susurra. Cuando veo su oscura mirada buscando la mía, me dice, "¿Estas bien?."
Tuve que sonreír, realmente es hermoso mi Severus. Lentamente retiró su miembro de mi, y volvió empujando con fuerza, volviendo a empalarme exquisitamente. Su cabello se movía en su rostro, su respiración era pesada. Su pecho casi tocaba el mío. Su boca tentadoramente cerca, pero no lo suficiente. Sostenido en sus antebrazos alrededor de mi, estiró su cuello y su cabeza hacia atrás, tentándome con tanta exquisita piel. Volvió a mirarme y me pregunta, "¿Qué?"
Un suspiro cruza mis labios al ver la belleza que es mi precioso
Severus, y siento que pierdo el control. "Bésame."
Le pido.
Severus bajó el ritmo de sus embestidas y acerca
su piel contra la mía, y comienza a besarme. De repente se
separa de mi y me sostiene, dándome vuelta, dejándome
de frente a mi almohada, pena porque yo quería seguir
viéndolo. Coloca un par de almohada bajo mis caderas, y vuelve
a penetrarme lentamente. Sus besos vuelven a mi cuello, siento sus
labios en mi mejilla, en mi nuca, su agitada respiración
contra mi. Severus comienza a moverse dentro mío, aumentando
su ritmo, siento como su carne me llena, y sus labios me dejan. Se
aleja un poco de mi espalda y sostiene mis caderas, cambiando de
ángulo sus embestidas. De repente, un grito escapa mi
garganta, no por dolor.
Severus sonríe. "Eso es" me susurra al oído, y en cada nueva embestida volví a sentir ganas de gritar.
"Eso es, Tom, ¿lo sientes?".
Severus golpeaba algo dentro de mi con cada embestida. "Severus." Gemí con una ronca voz, arqueando mi espalda al ser invadido una ves mas. Severus abrazó mi cintura y encerró una mano en mi húmedo miembro. Y comenzó a masturbarme al tiempo que me penetraba. El mismo ritmo, la misma fuerza. Sentí como mis músculos temblaban. Me descubrí de rodillas en mi cama, recibiendo y aceptando el duro placer de uno de mis sirvientes, y la imagen me hizo reír.
"Tom" Severus susurró. Abrí mis ojos y mire a mi captor. Con miedo de que mis ojos revelaran mi deseo, mi miedo, pero sobre todo mi amor.
Fin Cuarta parte
