¡Feliz Viernes!
Bueno, pues la vida sigue, volví al trabajo y demoré bastante en actualizar. Mis respetos a los escritores y dibujantes de anime, la realidad es que es muy complejo describir las beybatallas, y el cansancio no ayuda pero el saber que este fic tiene muchas visitas, excelentes reviews y que cada capítulo nos aproxima más al final es motivo suficiente para continuarlo, así que gracias a todos por hacer esto posible, en verdad lo aprecio muchísimo.
Por otro lado, quisiera comentarles que mi amiga MaryMishe00 publicó otro fic con su OC y nuevamente como invitadas especiales Silke y Marie Angelique. El nombre del fic es: Recuerdos y Pijamadas léanlo para que sepan más sobre Lela y la beybatalla que tiene contra cierto personaje.
MaryMishe00
Agradezco mucho tu visita amiga! Tienes toda la razón, Gekiryu guarda demasiados secretos, pero a pesar de ello quiere mucho a Silke y ella siente el mismo cariño por él, así que son un equipo motivado por la amistad que comparten y puedo asegurar que están dispuestos a todo por alcanzar sus objetivos :)
Ya sé que los capítulos cada vez van siendo más largos . ya no sé que hacer respecto a ello. No es mi culpa en serio! Pero bueno, trataré de actualizar más pronto aunque no sean tan largos jeje, creo que de hecho este cap 19 es el más extenso de todos, pero creo que vale la pena por los detalles extra oficiales que agregué, jojo. El cap 20 ya viene en camino, se pondrá interesante, lo prometo jaja.
Creo que Silke tuvo que sacarle la lengua a Kai por que es lo más vulgar que puede hacer, a mi también me dio risa jaja.
Y claro amiga, yo seguiré promocionando tus fics, son muy chistosos, y me gusta como narras, espero que aunque sea difícil o incluso cansado te animes a iniciar tu fic largo, mira cuantos años me llevó a mi empezar a publicar el mío jeje, nunca es demasiado tarde.
Un abrazo Mishi!
ivipoe
Bueno amiga! Ya estamos en Italia! todo preparado para la tercera ronda! Agradezco tus comentarios. También me emociona saber lo de Beyblade Rising, aunque parece que el siguiente capítulo saldrá hasta noviembre, pero ni hablar, a esperar y con la esperanza de que se vuelva anime.
Saludos!
ShadowTamerBlack
Oh! Soy tan feliz de darte una buena lectura! No hay nada que sea más reconfortante para un escritor que saber que entretiene a otros con lo que se le ocurre, gracias Ira!
Es cierto, Silke se está esforzando demasiado, pero fue a una escuela muy difícil y la superó por lo que la perfección es algo que ella siempre pretende alcanzar, aunque carezca del entrenamiento de toda la vida que han llevado sus compañeros intentará alcanzarlos lo más que se pueda.
Al diseñar su régimen de entrenamiento si tuve que pensar muchas cosas y darle lógica al asunto. No creo que los chicos sean hacendosos, pero creo que son muy ordenados. Saben que cada quien haciendo su parte ayudará al equipo a avanzar más pronto en lo que sea necesario, y esto a Silke no le cuesta mucho trabajo, supongo que es un punto para ella, por el contrario su amiga la princesa supongo que pronto hubiera arrojado la toalla jeje.
Ya cada vez falta menos para saber que es Gekiryu, pronto muy pronto todo se sabrá, agradezco tu curiosidad juju.
Eres muy perspicaz amiga! Tienes razón, el ataque de Gekiryu se enfoca tanto en la bestia como en su blader, todo depende de que tanto use Silke, algo que obviamente también la desgasta a ella.
Nuestro Ian creo que podría ser incluso más astuto que el Jefe. No puedo ni imaginar que tantas coas guardadas tenía BioVolt, así que todo puede pasar supongo.
Ira, quería agradecerte por las porras y el apoyo que me diste el otro día que andaba carente de ideas, espero que se hayan logrdo plasmar en este capítulo.
Que lo disfrutes!
Y sin más preámbulos, el capítulo 19! Buena lectura =^w^=
Capítulo XIX
Silke entró a su habitación. Se quedó recargada contra la puerta con la vista fija en el suelo, estaba en extremo cansada pero había algo más que la inquietaba, tenía que determinar el momento ideal para usar el ataque Violet Mist, terminar la batalla lo antes posible y no arriesgarse a que los otros jugadores notaran su evidente debilidad. Miró el reloj de pie, apenas pasaban de las nueve de la mañana pero ya le era imposible continuar con el entrenamiento y al día siguiente volverían a hacer el largo viaje hacia el sur de Europa.
Avanzó hasta la mesita de noche a un lado de su cama y dejó la medicina que Kai le pasó con el nuevo blade azul. Sentía cada músculo inflamado, lo mejor que podía hacer era sumergirse en un baño de agua fría, ponerse el pijama, tomar un par de pastillas y dormir el resto del día. Aquello que sus compañeros le dijeron sobre el desgaste de energía era comprobable con solo ver a Gekiryu, quien lucía cada vez menos espléndido, esto no dejaba de hacerla sentirse culpable por dormir mientras todos entrenaban pero Kai tenía razón, no estaba acostumbrada a esforzarse de más físicamente, así que comenzó a desvestirse para hacer lo que se proponía.
Tras el helado baño el cual soportó sin queja alguna, su cuerpo se sentía un poco entumido pero con ayuda de ese tratamiento y la medicina debería estar mejor para la noche. Se dirigió a cerrar las cortinas y cuidadosamente abrió las cobijas para recostarse; antes de cerrar los ojos para descansar miró la pulsera dorada. Ya habían pasado casi dos semanas desde el incidente, y aún no había encontrado el momento oportuno para abrirla junto con Kai, era increíble tener parte de la evidencia en su muñeca y por una razón u otra dejarlo de lado. Sentía que actualmente tenía muchas cosas en la cabeza, empezando por Robert a quien conocía perfectamente en su faceta de hermano mayor, serio, responsable, trabajador y protector, sin embargo enfrentarlo como beyluchador era algo totalmente distinto y había cometido una terrible equivocación al haber dado por hecho que Gekiryu era mucho más fuerte que Griffolyon. Finalmente cayó presa del sueño.
Cuando volvió a despertar, fue a causa del frío llegado con la noche ya que no había prendido la chimenea antes de ir a dormir. Un poco más recuperada se talló los ojos, estiró sus brazos hacia arriba y comprobó cómo su cuerpo volvía a sentirse fuerte. Revisó la hora en el teléfono móvil en medio de la oscuridad. Habían pasado casi doce horas desde que terminó de entrenar, pero podía declarar que se sentía mejor. Aún quería seguir durmiendo pero recordó la discusión de la mañana respecto a las comidas, así que se puso de pie con cuidado, se calzó las pantuflas afelpadas y se dirigió a la cocina con Gekiryu en una mano y su teléfono en la otra.
Afuera en el pasillo todo se encontraba en completo silencio y había empezado a nevar nuevamente. Al pasar cerca de la puerta de la nave escuchó como aún se encontraban beybatallando a pesar de la hora, pero decidió no interrumpir a quien continuara con el arduo trabajo. Llegó a la cocina vacía, prendió la luz y dejo lo que llevaba en las manos sobre la mesa para servirse un bocadillo.
Restaban algunas salchichas estilo Frankfurt que había comprado en el aeropuerto de vuelta a la abadía y dos rebanadas de un pan de caja, por lo que se hizo un sándwich de carnes frías y se sirvió un poco de agua en un vaso de vidrio.
A penas dio la primera mordida y sus ojos se abrieron con asombro debido a lo delicioso que estaba. Dio un mordisco aún mayor disfrutando el sabor de aquel emparedado, extrañamente se sentía más hambrienta que de costumbre, así que al verificar que se encontraba completamente sola, pudo darse el lujo de hacer a un lado sus modales, terminando su cena en un santiamén, a continuación bebió toda el agua para refrescar, y luego de un suspiro de alivio dirigió su atención al teléfono. Se encontraba más tranquila con respecto a la actitud de Johnny por lo que decidió que ya era tiempo de revisar el mensaje recibido en la cafetería.
Desplegó lo enviado y un archivo de video comenzó reproducirse, su mirada fue atraída por el sonido de aplausos desde la diminuta pantalla donde había alguien conocido, prestó total atención al video.
Estaba completamente segura de que el muchacho de esa grabación era Kai, solo unos años más joven, pero lucía mucho más serio que de costumbre. Al ir avanzando el video, fue recordando que era algo ya visto alguna vez, pero le había restado importancia. Aquel era el primer campeonato de Beyblade, donde el equipo de su hermano había hecho una apuesta con los Bladebreakers para quitarles su lugar en la final, y dado que no lo habían conseguido, Silke y Marie-Angelique no habían visto el evento en vivo, solo las reseñas en las noticias.
Pero esta vez conocía al beyluchador en cuestión, por lo que esperó a ver lo que acontecía y grande fue su sorpresa al ver que estaba a punto de enfrentarse con los PPB All Stars, los cuatro jugadores al mismo tiempo. Curiosa en lo que haría Kai a continuación, observó como uno a uno los fue derrotando con tremenda facilidad gracias a una bestia bit que lucía igual a Dranzer pero en tono negro, y lo más impresionante fue que después de haber concluido la batalla les quitó sus bestias bit a los bladers americanos mientras se burlaba de ellos de forma cruel.
El video se terminó y Silke se estiró contra el respaldo de la silla reflexionando lo que había visto dejando el teléfono a un lado. Sólo su mirada ámbar se posó sobre Gekiryu. Se levantó para servirse un poco más de agua, pero se sobresaltó soltando el vaso a causa del silencioso Kai que estaba justo detrás de ella, teniendo que hacer algunos malabares para que el frágil contenedor no se le cayera de las manos.
-¿Se puede saber qué haces? – Indagó acusador el bicolor ante lo evidente.
-Estoy cenando. – Dijo ella con total naturalidad pasando a un costado suyo yendo hacia uno de los garrafones de agua con el vaso intacto.
-Creí que no tenías señal. – Dijo tomando el teléfono admirando el video pausado. – Vaya, lo mandó tu querido Johnny. – Observó con una sonrisa satisfactoria al haberla pescado con las manos en la masa.
-Me lo envió cuando estábamos en Escocia y Johnny no es "mi querido". – Le dijo antes de tomar un poco más de agua.
-Entonces, ¿por qué te envía esto? – Le preguntó sin rodeos con el celular aún en la mano.
Silke se recargó contra la barra de trabajo en el perímetro de la cocina, con el vaso vacío hasta la mitad.
-Él espera que me asuste, es muy infantil de su parte. – Respondió con una sonrisa compasiva.
Kai soltó una risita sarcástica. – ¿Entonces no lo estás? –
-¿Debería? – Preguntó pasiva y algo sorprendida como si no comprendiera el peligro.
-Sí que eres ingenua, por ahora puedes estar tranquila pero después del torneo acabaré contigo. – Declaró divertido dejando el teléfono sobre la mesa.
-Lo siento pero sigo pensando que no eres tan malo como quieres parecer. – Dijo tomando otro sorbo.
-¿Y por qué piensas eso? – Le cuestionó restándole atención.
–De ser así no hubieras fallado al tirarme desde el techo de la iglesia. – Consideró con seguridad.
- No tientes a tu suerte, no me conoces y si me provocas no lo contarás – Amenazó antes de retirarse.
Silke permaneció de pie con media sonrisa en los labios, no importaba lo rudo que él se comportara, era una persona digna de admirar por su perseverancia y disciplina, lo que había visto en el video no reflejaba más que una pequeña parte de su verdadera personalidad.
La castaña se quedó unos minutos más en la cocina, lavó sus platos, los secó y guardó dejando el espacio nuevamente impecable. Tomó su blade y el teléfono para dirigirse a su habitación y descansar el resto de la noche preparándose para el viaje del día siguiente.
A la hora de salida, los seis integrantes del equipo ya se encontraban en el helicóptero, aunque por esta vez Ian llevaba su equipo de reparación de beyblade y Kai un pequeño equipaje con la laptop dentro. Ya era necesario hacer la inspección a la USB de Silke, por lo que lo harían en Roma de una buena vez. El rutinario viaje al aeropuerto de Moscú, la compra de boletos y el abordaje comenzaban a volverse aburridos, pero no podían arriesgarse a permanecer en lugares visibles hasta conocer al verdadero enemigo que los acechaba desde las sombras.
La tarde del viernes llegaron al Aeropuerto Internacional Leonardo Da Vinci, aunque extrañamente al salir a los pasillos principales del edificio no vieron fanáticos, cámaras, reporteros y ciertamente tampoco había un chofer de la BBA aguardando por ellos. Todos caminaban detrás de Tala, hasta que Kai llamó la atención del equipo al alejarse del grupo. El bicolor se aproximó hasta un muro de anuncios donde había una pancarta del Torneo Europeo de Beyblade pero tenía una etiqueta puesta sobre el itinerario de las rondas.
La primera vuelta se había llevado a cabo en Montecarlo, la segunda en Edimburgo, la cuarta en París y la quinta en Berlín, pero se suponía que la tercera sería en Roma, sin embargo había una etiqueta pegada sobre el nombre de la capital italiana.
-¿Nápoles? – Preguntó molesto Bryan.
Tala suspiró. –Seguramente notificaron a los equipos en la semana, y como nos encontramos alejados de todo nunca pudimos enterarnos. –
-¡Y ahora habrá que ir por nuestra cuenta hasta Nápoles! – Se quejó Bryan insistente.
-Estaremos bien, Nápoles está a un par de horas de aquí, tomaremos un autobús y llegaremos antes del anochecer. – Propuso Silke, aunque Bryan siguió molesto por la mala organización de la BBA.
-Pero no entiendo por qué cambiar en pocos días el torneo de lugar. – Inquirió Ian.
-¿Silke, alguna idea? – Preguntó Spencer mientras se dirigían a un extremo del aeropuerto donde se encontraban los autobuses de distintas compañías.
-Incluso a mí me parece extraño, Enrique es excéntrico y le gusta llamar la atención pero no comprendo porque modificar el programa. – Respondió sin pista alguna.
El Hiwatari nuevamente pagó los pasajes de todos, y abordaron de inmediato un autobús típico de la región que se dirigía a la bella ciudad de Nápoles. Los chicos se distribuyeron en parejas para ocupar tres filas de asientos, colocando el diminuto equipaje en los compartimientos sobre sus cabezas. Silke y Bryan se sentaron primero seguidos de Ian y Spencer, Kai y Tala iban en la última fila, y así pasaron las dos horas en compañía de una dramática película italiana de la que Bryan no dejaba de mofarse mencionándole a Silke una y otra vez lo falsas que eran las lágrimas de la actriz, a lo que la alemana solo correspondía riendo con simpatía, pues creía que el ruso tenía razón, aunque Spencer se veía un poco ofendido dado que a él le parecía una verdadera obra de arte.
El sol ya se veía en el horizonte cuando llegaron a la terminal de Nápoles, una ciudad que en fin de semana luce muy animada por donde se le mire. Las luces artificiales ya iluminaban tenuemente la provincial metrópoli y los grupos de amigos que salen a divertirse el viernes por la noche se hacían notar con facilidad. Pero el grupo ruso de beyblade sólo tenía una cosa en mente, arribar a un hotel lejos de todo aquel tumulto.
Para su sorpresa una chica de uniforme gris con el logo de la BBA sobre su pecho se encontraba detrás de un mostrador junto al único acceso de la terminal y comenzó a hacerles señas a penas los divisó para que se aproximaran.
-Buenas noches y bienvenidos a Nápoles, los estábamos esperando ya que no pudimos localizarlos en toda la semana nos alegra que hayan llegado sin problemas. –
-Señorita se que no es su responsabilidad pero es una falta de respeto a los beyluchadores cambiar el sitio del encuentro sin previo aviso. – Se quejó Tala.
-Lo lamento en verdad pero la política de la BBA dice que por causas de fuerza mayor ese tipo de cambios pueden permitirse. En fin, aquí está la dirección del hotel reservado para ustedes y un aviso de último minuto. – Tras concluir la chica entregó una carta cerrada con el logo oficial del deporte.
Tala recibió el sobre junto con una tarjeta del hotel correspondiente.
-¿Les puedo ayudar en algo más? – Preguntó servicial.
-No, eso sería todo. – Dijo el pelirrojo antes de retomar el camino hasta la salida seguido por su grupo.
Afuera esperaron por un taxi lo suficientemente grande para llevarlos a todos juntos y en pocos minutos estuvieron en una colina con un hotel pintoresco al cual ingresaron y solicitaron los cuartos reservados, así que el empleado dio dos llaves y tuvieron que separarse en un par de grupos, sin embargo antes de ingresar a sus habitaciones el capitán los hizo esperar hasta abrir el aviso que les habían mandado.
-"Estimados beyluchadores, con motivo de la inauguración del nuevo Beyestadio Neptunus se les solicita presentarse con ropa adecuada para la ocasión, no se permitirá la entrada a aquellos equipos que no usen traje de baño."- La voz de Tala sonaba inconforme con lo que leía, al igual que los rostros del equipo ruso.
-¿Qué tenemos que usar qué? - Preguntó Bryan fastidiado por la idea.
-¿Podrías permitirme el documento? – Solicitó Silke al capitán quien se lo pasó de inmediato.
La alemana leyó y releyó el papel membretado y tras algunos minutos suspiró aliviada.
-No hay ninguna cláusula que estipule que nos puedan eliminar de la ronda por no cumplir este "requisito". – Dijo restándole importancia al papel.
-¿Entonces por qué lo escribirían? – Preguntó Ian algo preocupado.
-Reconozco este tipo de redacción, fue Enrique quien decretó esta tontería. – Respondió Silke con certeza, estaba de acuerdo con su equipo, por nada del mundo usaría un bañador frente a un gran público.
-El italiano es un pervertido ¿no? – Sonrió Kai hacia la chica con respecto a su amigo.
-¿Te diste cuenta? – Respondió Silke a Kai con sarcasmo dedicándole una divertida sonrisa.
Era la primera vez que ambos tenían un punto en común.
-Bueno, ya que haremos caso omiso a esto, nos vemos en la mañana para dirigirnos al beyestadio. – Dijo Tala pasando cerca de un botecito de basura que se encontraba en una esquina del pasillo, deshaciéndose del documento para abrir el cuarto de la izquierda.
Ian, Bryan y Spencer se miraron entre ellos y el más alto abrió la puerta de la derecha siendo seguido por los dueños de Falborg y Wyborg. Entre tanto, Kai y Silke entraron detrás de Tala.
La habitación era sencilla con tres camas individuales, un pequeño escritorio, un clóset, un mini bar y la puerta del baño con un balconcito entre las camas. Silke se sentía muy acalorada con toda la ropa invernal que llevaba pero aguantaba sin quejarse respecto a ello siguiendo el ejemplo de su equipo, así que se limitó a acercarse al frigobar, tras abrirlo tomó un agua mineralizada y se dirigió hasta el balcón, aunque la actividad de Kai la detuvo.
-¿Necesitas ayuda? – Preguntó al notar como el ruso colocaba la laptop sobre el escritorio.
-Estoy cansado, lo haremos mañana. – Determinó y se fue a recostar a una cama en el extremo del cuarto.
Tala se encontraba sentado en la cama de en medio, ajustando unas piezas de su lanzador, así que Silke salió al balcón para degustar su bebida. Afuera había una sola silla de madera estilo retro, así que la chica tomó asiento y disfrutó la burbujeante y refrescante sensación de la botellita de vidrio que tenía entre las manos. Sólo dejó que su mirada se perdiera entre las luces de la costa, donde a lo lejos podía distinguirse una estructura iluminada mar adentro. El Estadio Neptunus era un proyecto conocido para Silke, pero no sabía que ya se hubiera concluido, seguro Enrique había aumentado el número de trabajadores para que lo terminasen y poder estrenar un nuevo recinto para ese campeonato.
El pensar en el día siguiente la emocionaba, había progresado tanto con Gekiryu que estaba segura de poder vencer a Robert si le tocaba en la próxima ronda, aunque por otro lado de no ser así también sería una prueba para mejorar su rendimiento y tratar de finalizar la batalla con mayor rapidez.
Las luces de su cuarto se apagaron a sus espaldas, aunque ella decidió permanecer unos minutos más dejando que el viento salado jugara con su cabello. Nuevamente sentía todo ese poder y confianza en sí misma.
o*o*o*
Cerca de la bahía de Nápoles con el Monte Vesubio de fondo, había un gran escándalo entre cientos de aficionados que se apretujaban para ver pasar sobre una alfombra dorada a los equipos de beyluchadores desfilar conforme iban llegando. Aquello era muy similar a la entrega de premios cinematográficos pero era mejor aún ya que los beyluchadores podían acercarse a sus fanáticos, tomarse fotografías con ellos, firmar posters, playeras, lanzadores, beyblades y en lugar de usar vestuarios de gala, se encontraban mostrando sus encantos con bañadores de todos tamaños y colores, representando un poco la cultura de sus países.
Era imposible no ver que algo muy grande sucedía, ya que las calles aledañas se encontraban cerradas, había patrullas protegiendo el perímetro y cinco helicópteros filmando desde las alturas. Algunos reporteros de grandes cadenas deportivas habían tenido la suerte de poder entrevistar a los equipos desde la alfombra dorada y realizar close-ups con la cámara para la televisión internacional.
Definitivamente el mayor atractivo del día eran las chicas de los equipos con sensuales trajes de baño que resaltaban sus atributos femeninos. Las australianas obtenían la mayor atención de las cámaras debido a que Tami era una famosa surfista ganadora de varios concursos internacionales de dicho deporte, y los noticiarios se peleaban por entrevistarla llevando un traje de baño deportivo de dos piezas en color azul marino, mostrando un abdomen firme y atlético, al igual que Kirrily quien usaba un traje de una sola pieza con mangas largas para no quemarse los brazos con el sol. Ambas chicas vestían el escudo de su equipo sobre el pecho del lado izquierdo y los varones usaban pantalones cortos hasta las rodillas con diseños y colores deportivos.
En una zona central de la alfombra, White Tiger X y PPB All Starz se habían encontrado, por lo que las cámaras no desaprovecharon el momento de tomarles fotografías desde todos los ángulos juntos, en especial a Emily y Mariah. La americana vestía un bikini con rayas rojas y blancas en la prenda inferior y la mitad de la superior, y sobre el lado derecho de su busto la prenda iba estampada con estrellas blancas sobre un fondo azul. Mariah por su parte, usaba un traje de dos piezas pero con detalles de flores de loto y muchos listones que caían por su espalda. Los chicos del equipo americano llevaban distintos diseños cortos y largos en sus prendas de vestir, pero la bandera americana siempre aparecía de forma sutil, mientras que los chinos usaban el mismo tipo de short hasta la mitad del muslo en diversos colores.
Half Moon se encontraban al final de la línea mientras conversaban con una cadena muy importante de los Emiratos Árabes, el capitán Aos que llevaba un pantalón completo en tonos vinos que hacían juego con el resto de sus compañeros varones daba toda la información que le solicitaban, y Kahina se entretenía un metro atrás siendo objeto de cientos de flashes que la retrataban una y otra vez con su traje de baño de una sola pieza en colores amarillos, naranjas y rojos con zonas abiertas sobre e ombligo y a los costados del mismo. Sus ojos bicolor resaltaban sobre su rostro ligeramente broncedo con un elegante velo traslúcido que coronaba su cabeza.
Latin Blast firmaba con emoción diversos artículos de sus fanáticos, algo nuevo para ellos, ya que el hacer que sus países fueran reconocidos en tierras lejanas los motivaba seguir con el buen desempeño. Los jóvenes usaban trajes de baño hasta la mitad de sus piernas, cada uno llevando la bandera de su país correspondiente, y Nikté no solo captaba las miradas de lentes profesionales, sino que muchos de sus fans se tomaban selfies con ella y su encantador traje negro completo con flores de vivos colores que resaltaban entre las lentejuelas oscuras, dejando ver su espalda a travez de una delicada red negra.
Los Majestics sin embargo no se veían por ninguna parte, seguro ellos ya se encontraban directamente dentro del estadio.
Finalmente Tyson y su equipo eran los que avanzaban con mayor lentitud ya que el campeón se dejaba entrevistar por cada reportero que se le acercaba, alentando la marcha, algo que incomodaba un poco a Hillary, que usaba un lindo traje azul pastel con moños y también era presa de muchos paparazis. Kenny portaba un short a las rodillas y una sudadera para no quemarse la espalda, mientras que Tyson y Daichí usaban el mismo tipo de traje de largo mediano en rojo con tiras azules sobre de ellos, aunque Hiro había optado por un traje completo de estilo deportivo en color plata y azul obscuro.
Para cuando arribó, el equipo ruso se mostró tan serio como siempre incluyendo a la alemana quien no dedicó una sola sonrisa a las cámaras que los enfocaban un poco decepcionados. Todos cuchicheaban a cerca del único grupo que no llevaba sus bañadores puestos, a diferencia de los otros que daban trabajo extra a los paparazis, en especial las chicas. El grupo no se detuvo para saludar a ningún fanático de su equipo, a pesar de que coreaban sus nombres mientras pasaban ignorándolos.
Indiferentes, los seis se dirigieron al final de la alfombra dorada donde aguardaban una pareja de parte del staff quienes dieron la bienvenida y entregaron unas llaves al capitán, caminaron sobre el muelle de madera y llegaron hasta donde había siete lanchas de diferentes colores cada una con un logo distintivo del equipo al cual pertenecían. Al encontrar el suyo Ian tomó el control del bote color blanco con franjas deportivas plateadas y los cinco pasajeros tomaron lugar en los asientos a los costados.
El ruso dio marcha hacia el frente y el viaje inició hacia el coliseo de beyblade alejándose de la ruta de los ferris que transportaban decenas de pasajeros una y otra vez desde tierra firme hacia el estadio mar adentro.
La brisa era húmeda y fresca, sin duda se disfrutaría más con ropas menos abrigadoras que aquellas portadas por los Blitzkrieg Boys, pero ninguno de ellos mostraba inconveniente contra el brillante sol que los asechaba.
-Oye enano, tenemos solo unos kilómetros antes de llegar, hazlo interesante. – Retó Bryan al navegante quien sonrió divertido y aumentó la velocidad de la embarcación.
Silke nunca había estado en una lancha a motor que fuera a esa alta velocidad, pero confiaba en las habilidades de sus compañeros de equipo, así que se entretuvo mirando a lo lejos el bello mar azul.
De pronto fueron alcanzados por una lancha color negra con motivos dorados que parecía estar a punto de impactarlos por lo que Ian tuvo que volantear violentamente para esquivar el inminente choque. En el proceso Silke quien iba distraída cayó por la borda al mismo tiempo que Kai se lanzaba por ella y la lancha los dejaba atrás.
-¡Regresa! ¡Kai y Silke cayeron! – Ordenó Tala de inmediato.
Todo había pasado muy rápido, cuando Silke abrió los ojos se encontró pegada contra el pecho de Kai quien le sostenía con fuerza en alto la mano izquierda. La alemana lo miró incrédula y sorprendida por aquello, dudaba que alguien que puede empujar a otra persona desde una azotea sea capaz de lanzarse al mar para salvarla.
-¡Pero qué descuidada eres! – Le regañó severamente sin dejarla bajar su mano. – ¡Por poco y perdemos la pista! – Dijo refiriéndose a la valiosa pulsera que la chica llevaba en la muñeca izquierda.
Silke se sorprendió por los rápidos reflejos de Kai, la USB fue lo último que pasó por su mente en dicho momento, ni siquiera pudo darle las gracias a su compañero debido a la impresión.
La lancha se aproximó lentamente en reversa hasta ellos para que pudieran subir con mayor facilidad.
-Toma la pulsera y ponla dentro de la caja de repuestos, ahí estará segura. – Pidió Silke a Tala antes de que algo más pasara.
El ruso se hincó para poder retirarla de su mano y posteriormente colocarla donde la alemana había indicado.
-Ian… -Dijo Silke aun flotando en medio del mar mediterráneo luego de que Kai la soltara. – ¿Podrías ayudarme? – Solicitó a su compañero quien se aproximó hasta ella ofreciendo su mano.
A penas la tomó, cayó en cuenta de que había cometido un grave error. Silke entonces lo jaló con ambas manos y lo tiró también al agua.
Ian salió después de haber caído de cabeza al mar reclamándole a la chica.
-¡¿Por qué hiciste eso?! – Preguntó molesto.
-¡Tú venías conduciendo muy rápido y por eso caí, es tu culpa por imprudente! – Respondió dirigiéndose hasta la lancha nuevamente. – ¡Bryan! – Le llamó al segundo más alto aproximando su mano hasta él pidiendo su ayuda.
-¿Tú crees que caeré ante eso? – Preguntó divertido alzando una ceja.
-Oh vamos… ¿en serio crees que yo podría jalarte? – Dijo ingenua obviando la diferencia de tamaño, peso y fuerza entre ellos.
-Tienes razón - pensó Bryan relajándose mientras se arrodillaba aproximando su diestra para sujetarla. Cuando fue así, una segunda mano se sujetó con fuerza de la suya y los ojos de Bryan reaccionaron cuando Kai y Silke lo jalaron también hacia el mar consiguiendo que el agua salpicara en todas direcciones.
-¡Kai! ¡Pero como te atreves! – Se quejó Bryan a penas al sacar la cara del agua.
-Si tú no lo hubieras alentado nada de esto habría pasado. – Se defendió Kai.
Silke subió por si misma a la embarcación demostrando que en realidad no necesitaba ninguna ayuda dejando a Bryan e Ian aún en el mar flotando mientras exprimía su largo cabello castaño.
Inesperadamente la misma lancha que los había hecho caer se acercó prudentemente a unos metros de ellos y un grupo de jóvenes ligeramente bronceados entablaron una conversación a distancia.
-¿Por qué tan amargados heladitos? – Se burló Badram. – ¿A caso no sabían que para este evento se requiere ropa para nadar? –
-Les hicimos un favor, deberían agradecérnoslo. – Replicó Haizam.
-Ay no… miren, ¡creo que arruinamos su cabello! – Dijo Kahina mofándose de Silke.
Los cinco rusos y la alemana no hicieron más que dirigir miradas frías sin responder a la agresión.
-¿Por qué la cara de pocos amigos? Ah… son tan aburridos, vámonos de aquí, nuestro público nos esperan -Dijo el capitán Aos.
La lancha de Half Moon se retiró y los Blitzkrieg Boys determinaron que "esa" era la guerra.
-Eso fue mucho más que descortés, esa chica lo pagará caro. – Dijo Silke con un tono de voz atemorizante.
El resto de los muchachos no dijo nada, sentían lo mismo que Silke pero con palabras mucho menos elegantes, así que permanecieron en silencio mientras se reincorporaban en el bote. Cuando todos estuvieron arriba Tala tomó el mando de la embarcación y retomó el curso hacia el estadio.
Conforme se acercaban pudieron divisar unos arcos que indicaban con un llamativo letrero en oro la entrada de los beyluchadores así que ingresaron entre dos estatuas de gladiadores con motivos marinos para poder desembarcar en el área que les correspondía.
En el muelle del estadio fueron los últimos en llegar. Se bajaron cuatro de ellos completamente mojados, y peor aún las ropas invernales absorbían demasiada agua y pesaban bastante, ninguno de los miembros del staff se atrevió a decir nada, ya que los seis lucían con cara de pocos amigos, en especial Silke que se caracterizaba por ser la más amable del grupo y ahora lucía intimidante. Caminaron con el maletín de repuestos siendo llevado por Spencer para buscar su palco cuando se toparon con una melena rubia acompañada de siete sirvientas con algunos paquetes en las manos.
-¡Silke! ¿Pero qué te pasó? – Se extrañó una Marie-Angelique que portaba un lindo bikini rosado con mucha pedrería elegante que resaltaba sus atributos en cada curva, acompañado de alpargatas rojas a quien no le importaba atraer las miradas masculinas del equipo de su amiga.
-Ah… un pequeño incidente. – Dijo con la voz apagada. – ¿Y tú que haces aquí? ¿No deberías estar con los Majestics? El torneo no tardará en dar inicio. – Le recordó.
-Ay, no te preocupes por eso, primero habrá una presentación de nado sincronizado y una pasarela de modelos de Milán, tal vez en media hora inicie la tercera ronda, pero de hecho vine a buscarte. –
-¿A mí? ¿Por qué? – Se extrañó la castaña.
-Bueno, yo sabía que te negarías a usar un traje de baño, así que cuando me enteré de esta ronda no pude evitar diseñar un hermoso bañador estilo romano para ti. –
Silke sonreía nerviosa. – Eso no será necesario ya que… - titubeaba intentando zafarse de aquello a toda costa.
-¡Claro que lo es! – Interrumpió su amiga de inmediato. – No puedes salir así, esa ropa tardará horas en secarse, debes verte bien para el show. – Insistió.
-Ah… hehe… lo haría pero como ves parte de mi equipo está mojado, si ellos salen con esa ropa yo haré lo mismo. – Dijo segura que con aquello la princesa desistiría.
-No te preocupes, a tus amigos "los vagos" también les hice uno. – Respondió cruzándose de brazos incómoda con aquello.
-¡¿Qué hiciste qué?! – Se sorprendió aún más la castaña.
-¡Tienen que combinar contigo y hacerte resaltar! – Obvió su amiga.
-No hace falta que se moleste, no nos pondremos nada. – Intervino Tala con firmeza teniendo un poco de amabilidad con la rubia, sólo por ser amiga de Silke.
Marie-Angelique solo dirigió su mirada hacia su amiga. – Es en serio… - Dijo con la voz quebrada.
-S… sí… me temo que él es el capitán… – Dijo Silke intentando no herir los sentimientos de su amiga a quien los ojos se le pusieron cristalinos.
La princesa bajó la mirada y comenzó a gimotear mientras sus manos apretaban con fuerza los pliegues de su bañador llamando la atención de los rusos. Ante un inminente berrinche Silke cambió de opinión de inmediato.
-¡Espera! ¡Espera! ¡Los usaremos! – Dijo con rapidez la alemana.
-¡Desde luego que no Silke! – Le contestó Tala a lo que la castaña le hizo frente.
-Dijiste que éramos un equipo, hasta me hiciste ingerir esa enorme cantidad de comida al igual que el resto, ¿estamos juntos en esto? ¿O no? – Intercedió con seriedad mirando primero a Tala y luego al resto del equipo severamente.
Tala reaccionó inconforme pero ella tenía razón. Tras algunos segundos de reconsiderarlo accedió.
-Está bien… pero que no sea nada ridículo. – Aceptó incómodo, sabiendo que se arrepentiría de tomar esa decisión a pesar de las caras inconformes de sus compañeros, en especial de Kai que no sabía si la rubia era mucho más detestable que la misma Silke.
-¿Lo escuchaste Marie-Angelique? ¿Dónde están los trajes? – Preguntó forzando una sonrisa.
-¡Muy bien! – La princesa alzó la cara con una expresión totalmente distinta llena de emoción, demostrando que todo ese espectáculo había sido solo un chantaje, algo que sorprendió a los rusos pero no a Silke por supuesto.
La rubia aplaudió dos veces y sus damas de compañía se aproximaron hasta ellos llevándose una a cada jugador a unos vestidores cercanos, y posteriormente ayudándolos a retirarse las pesadas ropas mientras les entregaban a cada uno el paquete con su respectivo uniforme. Kai se veía inconforme aunque al ver el tamaño de la bolsa notó que no se trataba de unos pequeños pantalones por lo que decidió dar una oportunidad y ver que le había tocado.
En un vestidor distinto, dos chicas vestían y peinaban a Silke siguiendo las instrucciones de Marie-Angelique.
Minutos después ya se encontraban los cinco reunidos. No estaba tan mal aquella ropa, no era vergonzosa y parecía que la rubia realmente tenía talento con las prendas. Los cinco rusos usaban trajes de cuerpo completo de color negro, de aspecto deportivo, muy a su estilo. Cada uno llevaba algunos diseños en rayas en colores desde el blanco, gris, verde botella, azul marino, hasta el rojo obscuro, aditamentos para colocar su lanzador y blade y algunos accesorios como rodilleras y hombreras que los hacía lucir peligrosos, como si estuvieran a punto de emprender una misión militar.
-¡Bueno, debo decir que esto me gusta! – Exclamó Bryan mirándose en un cristal cercano que lo reflejaba.
-Al menos tiene donde colocar mi blade.- Dijo Spencer despreocupado ocupando el compartimiento detrás de su cintura.
-Yo sigo sin comprender la razón de esto. – Se cruzó Ian de brazos.
-¡No puedo salir con esto! - Se quejó Silke desde su vestidor llamando la atención de los otros.
-¡Pero luces encantadora! – Reprochó la voz de la rubia.
Silke apareció detrás de una puerta luciendo un elegante bañador blanco de una sola pieza con un solo tirante que caía detrás de su espalda y era sujetado por una concha marina dorada al frente. Su cabello había sido peinado al estilo antiguo en un moño alto con una corona de flores blancas y llevaba unas sandalias de tacón color paja delicadamente atadas con cordones hasta sus rodillas. Su piel no lucía imperfección alguna, ni un lunar, ni mucho menos el rastro del sol y afortunadamente las lesiones del entrenamiento se habían desvanecido.
Silke tenía la cara roja, detestaba que alguien además de ella viera su cuerpo, y no solo lo haría frente a su equipo o el público, sino ante una audiencia internacional en vivo. De inmediato alzó la vista incómoda hacia los chicos señalándolos maleducadamente con el índice.
-¡¿Por qué a todos ellos les toca el traje completo de buzo y yo tengo que usar esto?! – Se quejó de inmediato con la rubia encogiéndose incómoda ante la situación.
-Ay Silke, sabes bien que la mayoría de las personas son superficiales y luego de que todo el mundo te vea con este traje de baño podremos subastarlo para los niños huérfanos, piensa en ellos ¿sí? – Insistió la rubia suplicante juntando sus palmas mientras abría unos ojos enormes como su fuera un cachorro abandonado.
Silke detestaba esa miradita de su amiga, no podía negarle nada cuando usaba sus preciosas armas zafiro contra ella.
-Está bien… lo haré. – Mencionó Silke resignada con las mejillas aún enrojecidas, cuando decidió poner mayor atención en la llamativa ropa de sus compañeros y algo nuevo vino a su mente. –Oye Marie-Angelique… ¿cómo conseguiste sus medidas? – Preguntó la alemana pensativa al notar lo bien que ajustaban lo trajes de los chicos en ellos que también se hicieron la misma pregunta.
-¡Ay! Fue muy fácil, solo tuve que darle una insignificante suma de dinero al dulce abuelito de ese chico y me envió de inmediato todas las especificaciones. – Dijo sonriente señalando a Kai impresionando a Silke pero por sobre todo a los chicos quienes solo pudieron suponer de cuanto había sido esa mínima suma.
Ian, Bryan y Spencer se sobresaltaron al escuchar la respuesta, ya que la princesa parecía hacer sus negocios como si ellos fueran simples objetos, de la misma forma en que el anciano Hiwatari lo hacía.
Tala y Kai se lanzaron una mirada rápida. Voltaire no daría su información de una forma tan "altruista", esta pequeña travesura por parte de la rubia seguro les costaría más adelante.
De pronto el sonido del altavoz los interrumpió.
O*O*O
-Atención a todos los presentes, está por iniciar la tercera etapa del torneo mundial de Beyblade. Última llamada. – Dijo una voz femenina con acento mediterráneo.
O*O*O
- Haré que sequen su ropa para que la dejen lista en su sala privada cuando concluya la ronda del día de hoy. Te estaré viendo desde el palco de los Majestics, ¡buena suerte! – Deseó Marie-Angelique emocionada, para luego pasar orgullosamente frente a los rusos seguida de sus siete sirvientas.
-Vayamos entonces, hay un asunto pendiente con Half Moon – Recordó la alemana olvidando la vergüenza tomando la cabeza del grupo hacia los palcos con su lanzador preparado en la mano.
O*O*O
El estadio era una réplica moderna del coliseo de roma lleno de columnas y arcos entre las gradas y palcos. Los colores dominantes eran blancos con verde esmeralda y detalles de hojas de olivo y acanto doradas. El estadio se abría hacia el cielo y en lugar de arena, había una enorme alberca rústica que comunicaba de manera subterránea con el mediterráneo que rodeaba el recinto.
Las presentaciones de moda que abrieron el evento ya habían concluido, y hasta el último asiento se encontraba ocupado. Todos los equipos ya estaban en sus asientos y desde una estratégica posición donde se encontraba un palco de aspecto antiguo con telares rojos con el sigilo de Amphilyon marcado en hilo de oro, sentado como todo un emperador romano se hallaba Enrique coronado con una guirnalda dorada de olivos sobre su rubia cabellera, una capa roja cubría su espalda desnuda y un bañador platino le vestía hasta las rodillas. A su lado se encontraba el resto de su equipo disfrutando de tener el palco más extravagante de todo el estadio con trajes de baño elegantes y dignos de una pasarela acompañados de la princesa con su adorable e invaluable bikini.
Enrique hizo una seña con la mano y DJ vestido con un diminuto calzoncillo que tenía al frente el logo de la BBA yacía de pie sobre un piso flotante al centro, así que dio por iniciado el tercer sábado del torneo mundial de beyblade.
O*O*O
-¡Buongiorno Nápoles! – Exclamó Jazzman con su contagioso entusiasmo en italiano. -¿Quieren ver a los beyluchadores? ¡No los escucho! – Dijo provocando gritos emocionados que retumbaban en el estadio. –El día de hoy nos encontramos en un momento muy importante, ya que estamos a la mitad del torneo, y los puntos que ganen o pierdan hoy se verán reflejados en aquellos equipos que estén más cerca de la final en cuestión de puntaje. ¡Y sin más preámbulos, demos inicio al primer combate individual acompañados de este magnífico sol que nos recibe a todos para más Let It Rip! -
El público comenzó a aplaudir y en una de las pantallas gigantes muy bien disimuladas entre columnas jónicas, apareció el círculo dividido en ocho piezas, cada una con un logo por equipo. Dos luces recorrieron los ocho nombres y hasta detenerse sobre PPB All Starz y White Tiger X.
Los beyluchadores bajaron de sus palcos hasta la enorme piscina. Y Lee fue el primero en dirigirse a la arena sobre un camino flotante hasta una base circular para encontrarse con Emily en la primera batalla que se llevaba a cabo sobre un bey-estadio clásico flotando en medio del agua a casi diez metros de distancia de ambos beyluchadores. Para cuando finalizó, el capitán chino había sucumbido ante la ventaja que la bestia bit de la americana tenía al encontrarse rodeados de agua, y sin previo aviso el piso debajo suyo se inclinó rápidamente tirando al jugador al mar filtrado.
-¡Lee! – Exclamó Mariah cuando Ray se aproximó de un salto para ayudar a su amigo a salir del agua.
O*O*O
-¡Emily es la ganadora! ¿Ya ven por qué pedíamos el traje de baño? – Preguntó Jazzman al público que se divertía con aquel "castigo" al perdedor, algo que a ningún beyluchador le hizo gracia alguna, pero finalmente el deporte era entretenimiento por lo que no podían hacer nada al respecto salvo ganar para no firmar una sentencia mojada.
O*O*O
En el palco de los europeos, Enrique se divertía como un niño pequeño en un show del circo, incluso sus compañeros hicieron una mueca desaprobatoria respecto al castigo de pésimo gusto.
-Espero que no vayas a terminar cayendo en tu propia trampa Enrique, sería muy humillante. – Dijo Johnny cansado de la risa tonta del italiano.
-Pues yo solo espero que Kirrily vuelva a perder… ¡si sabes a lo que me refiero! – Susurró con un toque de perversión.
-¡Eres un degenerado Enrique! – Regañó Marie-Angelique siendo ignorada olímpicamente por el amigo de su prometido.
-No le prestes atención, ya sabes cómo goza de llamar la atención. – Dijo Oliver a su princesa un poco cansado de la actitud de su amigo.
Robert sin embargo no dijo nada. Estaba muy concentrado mirando a Silke desde lejos. Si ella llegaba a perder, tendría un escarmiento bien merecido.
O*O*O
Desde su palco, Silke apreciaba de brazos cruzados al italiano mofarse una y otra vez.
-¡Ash! ¡Ese Enrique es un completo inmaduro! ¡Por eso quería que todos usáramos trajes de baño! – Se quejó Silke avergonzada por los caprichos de su amigo quien la superaba un par de años en edad y se comportaba como un pequeño malcriado.
-Te dije que era un pervertido. – Agregó Kai mientras veía la siguiente batalla cuando Mariah caía al agua también.
Las rondas pasaron una tras otra, con bladers mojándose luego de que sus blades quedaban inmóviles o caían dentro del agua sin posibilidad de salir a la superficie. Lo que para los jugadores era degradante, para las cámaras era un festín, así como para el público que solo deseaba ver más sangre, por decirlo figuradamente.
En la última ronda de batallas individuales, los dioses romanos les sonrieron a los rusos, ya que la pantalla anunciaba al equipo árabe como su próximo rival. Sin perder más tiempo, los seis llegaron hasta el plato y Silke se adelantó a su capitán.
-Las damas primero ¿Da O*O? – Afirmó lo último en ruso con voz mandona, dispuesta con su lanzador cargado, por lo que su petición no parecía estar sujeta a discusión.
-Adelante, pero recuerda que con cada minuto extra que pases en el plato, los otros jugadores podrán analizar tus debilidades. – Aconsejó Tala frívolo, ya que conocía a la perfección el rendimiento de su compañera.
-No pienso ser parte de este circo, no tardaré. – Decretó la castaña antes de caminar hacia la plataforma que ya había tirado a jugadores antes que ella, totalmente decidida a no darle a las cámaras lo que esperaban.
Del otro lado Kahina sonrió y se dirigió al plato apoyada por sus compañeros. Al llegar a su posición se dirigió a su adversaria.
-¡Vaya! ¡Al final te cambiaste! Aunque creo que fue una mala decisión escoger un traje de baño blanco, que ridícula te verás cuando salgas toda mojada. – Se divertía la árabe fanfarroneando frente a la alemana quien evitó responder por mera cortesía.
O*O*O
-Bien Brad, ¿y que te han parecido las rondas hasta ahora? – reguntó AJ al otro comentarista.
-Supongo que este castigo estilo romano ha sido suficiente para motivar a los beyluchadores a no perder, por lo que tenemos a casi todos los equipos empatados por puntos hasta ahora. – Recordó Brad revisando la tabla de puntuaciones del torneo.
-Pues hasta ahora al menos un jugador de cada equipo ha caído al agua, excepto el equipo Majestic, y ya veremos quién sale salpicado si Half Moon o los Blitzkrieg Boys. – Dijo emocionado AJ prestando atención a la pareja de señoritas que estaban a punto de enfrentarse.
-No olvidemos que Half Moon sucumbió terriblemente frente a los europeos en Escocia, no pondría las manos al fuego pero creo que intentarán desquitarse con la hermana de Robert. – Determinó Brad pensativo.
-Bueno, eso está por verse, Kahina es el tipo de jugadora engañosa, hasta ahora ella y su bestia bit han demostrado tener muchos trucos ocultos que han dificultado las maniobras de sus oponentes, robándoles así la victoria. – Recalcó AJ.
-Eso es muy cierto AJ, pero a pesar de que Silke perdió frente al campeón, manifestó que puede tener un gran control ante cualquier situación, por lo que creo que ella tendrá que arriesgarse y no dejarse engañar por las ilusiones de Al-rassoipi. – Concluyó Brad.
-¡Y mira el estadio que se despliega ahora mismo! Creo que será interesante ver que pueden hacer ambas jugadoras. – Interrumpió AJ al ver una placa lisa sin bordes emerger desde el agua.
-Este estadio es tan simple como complejo AJ, básicamente es un espejo acostado, es fácil confundirse en él, ya que el agua lo cubre con una fina capa de apenas unos milímetros y el cielo se refleja en él. Si sales de su circunferencia… bueno, uno de los buzos de la BBA tendrán que darse un chapuzón para recuperar el blade. – Dijo Brad un poco preocupado.
-Eso sin mencionar que el dueño de dicho blade recibirá un viaje directo al agua.- Se burló AJ con un toque de entusiasmo.
O*O*O
-¡Silke y Kahina! ¿Están listas y preparadas? – Preguntó Jazzman, pero las miradas de ambas chicas solo se fulminaban desde lejos. -¡Pues allá vamos! – 3… 2… 1… ¡LET IT RIP! –
Silke no desperdició el tiempo, se sentía incómoda con la diminuta prenda que vestía, y encima tenía al frente a la causante de su desgracia, por lo que disparó a Gekiryu con excelente puntería al centro del espejo, ganando el terreno antes que su adversaria quien se mantuvo a distancia preparando su mejor ataque.
-Bien, se encuentra en la posición perfecta para acabar con ella. – Susurró para sí la bicolor. – ¡Al-rassoipi! ¡Round Doble! – Indicó la chica lanzándose a la ofensiva contra Silke dejando ver su bicornio en el campo de batalla.
Inmediatamente el blade de un vivo color magenta se lanzó a una increíble velocidad en línea recta hacia Silke, por un momento Kai temió que la alemana se confiara de esto y cayera en la trampa que él ya había notado, sin embargo Silke esperó sin hacer un solo movimiento, y un instante antes de que Kahina la impactara, éste solo atravesó a Gekiryu sin hacer daño alguno.
-Un señuelo – Determinó Silke. – ¡Gekiryu aparece! – Indicó Alzando su mano izquierda al mismo tiempo que el dragón emergía con sus espléndidas escamas brillando bajo los rayos del sol.
Tala suspiró incómodo. Silke tendría que haber ideado ya la forma en la cual derrotar a la otra chica, de lo contrario solo se estaría desgastando, y aún debían prepararse para la batalla por equipos, la cual bien podría ser contra los Majestics.
El dragón miraba de un lado a otro con su enorme cabeza por todo el estadio dos equinos idénticos deslizándose en varias direcciones, además de un par adicional que se reflejaba debajo de la superficie acuosa, así que se dirigió al más cercano por su flanco derecho pero este era sólo una ilusión, consiguiendo que el real le diera un débil pero rápido golpe por detrás el cual no tuvo efecto alguno, sin embargo hizo que Gekiryu se distrajera más aún. Entonces Silke recordó como Emily de los PPB ALL STARZ había sido engañada con un truco similar, por lo que llamó la atención de su amigo.
-Oye Gekiryu, no lo mires. Baja tu defensa y sólo siéntelo. – Dijo su ama cerrando los ojos, algo que su bestia bit imitó de inmediato.
-¿…pero qué demonios? – Se extrañó la jugadora de Half Moon al ver a su oponente en un estado de relajación improvisado.
-¡Kahina! ¡Aprovecha ahora mismo! –Ordenó Aos de brazos cruzados, era mejor sacar a Silke de un golpe que esperar a que descifrara el patrón de juego de su amiga.
-¡Ataca Al-rassoipi! – Gritó Kahina, y Silke solo se preparó para recibir varios golpes provenientes de todas direcciones resistiendo en su sitio a pesar de lo resbaloso del piso.
La alemana comenzó a sentir empujones a través de Gekiryu reflejados en ella. No quería que sus ojos la engañaran, por lo que fue sintiendo la cercanía de cada ataque. Al-rassoipi pasaba con rapidez pero a penas y rozaba a Gekiryu, sus intenciones parecían ser las de llamar la atención en la dirección equivocada y entonces atacar por sorpresa, pero no sería así con ellos.
Robert presenciaba todo con muchísima seriedad. Silke sin duda se había fortalecido. Anteriormente prefería la ofensiva rápida y directa, pero la nueva beyluchadora era paciente, medía a su oponente y esperaba el momento de defenderse, quizá aún le faltaba la experiencia en batalla, pero su forma de jugar se iba pareciendo a la de sus compañeros.
-"Maldición, no piensa moverse, tendré que aproximarme más… aunque Al-rassoipi tiene la ventaja por ser mucho más veloz, no podrá atraparnos con sus fauces." – Pensaba Kahina un poco desesperada de que su oponente le complicaba la jugada al resistir toda embestida.
-¡Ahora Gekiryu! ¡Violet Mist! – Determinó Silke con rapidez al sentir los golpes con mayor fuerza y cercanía.
El dragón rugió lanzando una nube de gas violeta que cubrió parte del terreno que él defendía, entorpeciendo la jugada de Kahina que perdió de vista su blade. Fue entonces que Silke y Gekiryu abrieron los ojos y encontraron a un lento bicornio zigzagueando por todo el plato. Kahina ahogó un suspiro cuando notó que su velocidad se había reducido considerablemente, dejando vulnerable a su bestia bit.
-¡Nunca debieron haberme obligado a usar un traje de baño! ¡Gekiryu!- Silke no tuvo piedad y su blade turquesa golpeó con fuerza el magenta elevándolo por encima del estadio.
Gekiryu finalmente atrapó al bicornio con su largo cuerpo retorcido, para finalmente lanzarlo hacia el agua, enviando el blade enemigo al fondo de la piscina dejando a Kahina impactada por el inesperado ataque.
-¡Al-raissoipi salió del beyestadio! ¡Silke es la ganadora! – Determinó Jazzman asustando a la perdedora quien ya conocía el castigo por su falla.
-¡NO! – Alcanzó a gritar antes de que el panel sobre el que se encontraba de pie girara a noventa grados.
-¡Qué mal! – Gritó Aos corriendo en su dirección.
-¡Ah! – Gritó Kahina al caer. – ¡No sé nadar…! – Alcanzó a exclamar antes de desaparecer bajo el agua que la tragaba.
El líder del equipo Half Moon corró en dirección al beyestadio y se lanzó sin duda alguna para rescatar a su compañera cuando una enorme criatura de luz azulada apareció frente a sus ojos consiguiendo que se le escapara un poco de oxígeno debido a la impresión, la criatura se aproximó hasta la chica que se hundía, para levantarla con su enorme cráneo coronado por aletas.
Gekiryu emergió del agua con Kahina sobre su cabeza para llevarla hasta donde su ama se encontraba. Kahina tosía y se veía impactada y algo asustada al haber sido rescatada por la feroz bestia bit. Gekiryu recargó sus fauces sobre el piso flotante en que Silke se encontraba y fue entonces que la castaña le ofreció la mano a la árabe con preocupación quien se encontraba un poco apenada y no sabía si aceptarla.
-Por favor discúlpame, desconocía que no sabías nadar. – Le dijo Silke con una sonrisa pacífica, consiguiendo que los ojos de Kahina cambiasen de expresión, estrechando la mano de la alemana que la ayudó a bajar de Gekiryu.
-Yo también lamento haberme burlado de ti. – Mencionó apenada a su altura.
-¡Olvídalo! – Le sonrió Silke con amabilidad.
Esta desinteresada acción consiguió que Enrique enfureciera gritando a todo pulmón.
-¡Buuuuuu! ¡Láncenlas a los leones! – Decretó con el pulgar derecho abajo mientras abucheaba el acto.
-¡Enrique eres un zopenco! – Gritó Johnny de inmediato.
-¡Cállate! ¡Estás hablando de mi hermana bruto! – Exigió Robert, que a pesar de estar molesto con Silke por haberse rebelado en su contra, no podía dejar de lado que su hermana poseía un corazón noble y gentil, incluso con los enemigos.
-¡Bien dicho Robert! – Aplaudió la princesa.
-Saben, ese ataque que hizo, fue algo inesperado. – Observó Oliver con seriedad dejando de lado los gritos del rubio.
-Ya veremos cuanta energía le gasta, debió haberlo desarrollado esta semana. – Comentó Robert conociendo la condición física de Silke, quien gozaba de excelente salud pero nunca había tenido un régimen de entrenamiento para llevar a cabo una batalla al nivel de bladers de clase mundial como lo eran él o los rusos.
O*O*O
-¡Por un momento pensé que Gekiryu iba a comerse a Kahina! – Se sorprendió AJ.
-Nunca dudé de él AJ, creo que Silke tiene muy bien domada aquella bestia, tanto que sincronizaron sus pensamientos y así pudieron evitar los engaños visuales de Al-rassoipi, no cabe duda que tiene la misma astucia que sus compañeros de equipo. – Analizó Brad con seguridad.
-Y tal parece que los árabes no se han tomado esta primera derrota de forma ligera, veo a los tres integrantes masculinos organizándose para la siguiente ronda. – Anunció AJ emocionado.
-Los Blitzkrieg Boys lucen tranquilos, creo que la victoria de Silke ya les dio la ventaja así que no hay razón para que se preocupen, aunque nunca se sabe que pueda pasar en este juego. – Declaró Brad expectante.
O*O*O
Silke volvió a la banca del equipo con una satisfactoria sonrisa, aunque sus compañeros no compartían su entusiasmo.
-¿Qué es tan divertido? Demoraste demasiado en sacarla. – Objetó Tala.
-Quería verificar algunas cosas, el siguiente combate será más rápido. – Se defendió la chica y pasó a un lado de sus compañeros de juego hasta llegar a la banca y sentarse entre Ian y Bryan.
-Ah, hubieras dejado que se ahogara… - Reprochó Bryan un poco decepcionado.
-Sí, eso hubiera saldado la cuenta. – Dijo Ian recordando que él también se había mojado por culpa de los árabes que se entrometieron en su camino.
-Los otros dos perderán también, no hay necesidad de matar a nadie. – Sonrió Silke con tranquilidad.
-¿Y como te sentiste con tu nuevo ataque? – Preguntó Spencer al lado de Ian.
-Estaba muy segura de donde se encontraba el Al-rassoipi verdadero, así que usamos una mínima cantidad del Violet Mist y así estar preparados para el segundo asalto, ya que solo restan tres equipos, y no le daré ventaja a Robert por encima de mí. Eso nunca. – Respondió con rudeza lo último mirando a la distancia el palco de los Majestics.
-Bien, tenemos el primero punto, ¿por qué no vas por el segundo? – Sugirió Tala al bicolor quien sin más que decir se dirigió hacia el plato de juego.
Del lado contrario de la arena acuática, Kahina ya se había reunido con sus compañeros, incluyendo Aos quien estaba empapado.
-Me alegra que estés bien. – Dijo el capitán con un toque de preocupación.
-Agradezco que hayas intentado ayudarme, perdón, creí que podría vencerla, pero cambió su patrón de juego. – Comentó la chica algo cabizbaja.
-Está bien, eso lo pudimos notar todos, diste tu mejor esfuerzo, pero yo robaré el punto de la segunda ronda. – Determinó Aos con confianza.
-¡Buena suerte Aos! ¡Enséñale a esos heladitos lo que un desierto puede hacer! – Desafió Badram.
-¡No sabrán que los golpeó! – Agregó Haizam.
-Muy bien, eso haré. – Mencionó soberbio el capitán esbozando una sonrisa al ver a Kai expectante sobre el panel flotante.
O*O*O
-¡Y ya nos encontramos listos para la segunda batalla! Esta vez tenemos a Kai por los Blitzkrieg Boys, un jugador impredecible pero calculador, con una bestia bit que nada se le escapa de las garras, aunque no sé qué tanta desventaja le traiga el campo de batalla acuático. – Mencionó Bradd pensando en el ave de fuego sobre un ambiente húmedo.
-El agua es lo de menos Bradd, cuando este beyluchador decide que desatará el infierno lo hará así llueve, nieve o relampaguee, sin embargo Aos es un jugador muy astuto, puede poner todas las posibilidades a su favor con la ayuda de Al-ghoul, incluso jugadores del nivel de Kai han caído ante su ataque espejismo, por lo que en el siguiente combate podría pasar absolutamente de todo. – Concluyó AJ un poco desconcertado al no poder predecir con exactitud quien tenía la mayor ventaja en el siguiente duelo.
O*O*O
A los extremos del singular campo de batalla los dos contendientes se encontraban listos para apoderarse del segundo punto. Kai tenía una cara de pocos amigos, ya que a pesar de que su ropa no era reveladora como la de Silke igual detestaba como habían sido las cosas a causa de los árabes y su pequeña broma de mal gusto. Por otra parte Aos se encontraba muy confiado en que podría derrotar al segundo favorito del público, por lo que guardó las fanfarronadas para derrotar al chico serio en su zona de confort y humillarlo bajo el agua sería el premio mayor.
-¡Y para la segunda ronda tenemos a Kai y Aos! ¡Beyluchadores carguen sus blades y prepárense! 3... 2… 1… ¡LET IT RIP! – Gritó Jazzman y ambos beyblades volaron hasta el espejo que funcionaba como plato de juego.
El público entero guardaba el aliento al ver la fuerza con la que Dranzer y Al-ghoul se impactaban, todo parecía indicar que poseían el mismo nivel de poder, aunque el semblante serio pero relajado en Kai no cambiaba, y Aos solo sonreía entretenido.
-Oye Kai, quería dejar que te lucieras un poco pero creo que tendré que mandarte al agua para que la gente se divierta contigo. – Gritó Aos intentando llamar la atención de Kai quien no reaccionó de ninguna forma.
Entonces el blade del árabe comenzó a realizar círculos alrededor de Dranzer a muy alta velocidad, hasta que finalmente su blade gris oscuro se tornó azul rey exactamente igual al de Kai y fue cuando el público mismo perdió la noción de cual era el verdadero Dranzer y el impostor.
Los árabes se veían convencidos de que la técnica de Aos funcionaría como siempre lo hace. En la banca rusa, Silke admiraba paciente el semblante de Kai. Era impresionante como no había ninguna respuesta emocional por parte del bicolor ante una técnica tan impresionante, ya que Dranzer se movía en una dirección y el otro blade idéntico lo copiaba exactamente de la misma forma como si se tratase de un espejo más, por lo que la castaña ya había perdido la pista de cual era el blade de Kai, todo aquello era muy confuso pero decidió prestar atención a la forma en que su compañero resolvería el problema.
Uno de los blades azules se detuvo de pronto en el centro del espejo y una ave roja emergió desplegando calor al abrir su envergadura. En el otro blade sucedió exactamente lo mismo, había dos Dranzers exactamente iguales que hacían que la fina capa de agua se evaporase bajo la punta de sus blades. Inmediatamente comenzaron a enfrentarse, intercambiando aletazos, cabezazos y rasguños.
Kai miraba frívolo, pero Aos no se inmutaba ya que tenía todo dominado, contraatacaría de la misma forma en que Dranzer lo hacía hasta tomarlo por sorpresa y sacarlo del estadio.
Fue entonces cuando Kai perdió interés en la monótona batalla, por lo que preparó su mejor ataque esperando que Aos pudiera seguirle el paso.
-¡Spiral Fireball! – Ordenó el ruso.
-¡Al-Ghoul! ¡Spiral Fireball! – Contraatacó Aos divertido.
Los Dranzer se convirtieron en dos bolas de fuego que iban una sobre la otra, el impacto de ambos causó un choque térmico al evaporarse de golpe toda el agua que cubría el plato, proyectando el vapor hirviente que salió hacia las gradas del estadio. Para entonces el vapor ya no quemaba pero el ambiente se sentía muy caliente y costaba trabajo ver entre la niebla a medio condensar que pronto se dispersó.
Sobre el espejo aún se podían apreciar ambos beyblades girando, sólo que uno de ellos se tambaleaba hasta que no pudo más y se detuvo por completo. Era confuso para DJ declarar al ganador ya que los dos eran del mismo color, y fue entonces cuando el blade estático retomó su color gris.
-¡Kai es el ganador de la segunda vuelta! – Exclamó emocionado Jazzman acompañado del público que celebró repentinamente ya que habían aguantado en silencio hasta descubrir que blade era el que se había detenido primero.
El piso flotante del lado de Half Moon giró nuevamente tomando por sorpresa a un desconcertado Aos. Kai recuperó su blade que saltó hasta él y solo mencionó unas palabras al susodicho que emergía del mar.
-Qué aburrido. – Kai se retiró hacia su banca sintiendo que aquella batalla sólo le había hecho perder el tiempo, dejando al equipo de Half Moon con un mal sabor de boca.
Silke se sorprendió, quizá para muchos beyluchadores esa batalla hubiera sido difícil, pero Kai simplemente ganó porque la fuerza de Dranzer era superior a la de Al-ghoul, ya que ella había experimentado ese ataque en carne propia, y sabía lo inútil que era tratar de resistirlo o imitarlo en el caso de Aos.
Los Blitzkrieg Boys no dijeron nada, haciendo comprender a la chica que el equipo contrario era fácil de vencer, por su parte Tala se puso de pie y se dirigió por el último punto.
O*O*O
-¡Vaya, vaya! Supongo que una imitación, siempre será una imitación ¿no te parece AJ? – Preguntó Brad a su amigo al ver el simple desenlace de la segunda batalla.
-Temo decir que Al-ghoul puede ser físicamente idéntico a sus rivales, pero he aquí donde entra el talento natural de cada beyluchador, la confianza y respeto que tiene de su bestia bit para enfrentar situaciones tan confusas. – Opinó AJ.
-Eso es muy cierto, hemos presenciado a muchos beyluchadores que tienen una relación muy estrecha con sus bestias bit, y eso es en gran parte lo que ayuda a ganar las batallas. – Recordó Brad.
-¡Tú lo has dicho Brad! Y finalmente concluiremos el bloque de batallas individuales con Tala y Wolborg quienes ejemplifican muy bien esta relación que mencionas. La agilidad del lobo blanco y sus certeros ataques consiguen muy bien romper el hielo con sus contrincantes, por lo que Half Moon tendrá que esforzarse para obtener aunque sea el punto del orgullo. – Expuso AJ.
-Esto no se acaba hasta que se acaba, así que veremos que sorpresas nos tiene preparadas Haizam y su bestia bit Al-cristatus, Half Moon se ha esforzado por rotar a sus jugadores y evitar que otros equipos encuentren la forma de contrarrestar sus ataques ilusorios y este chico no es la excepción, ya que hasta ahora lo que ocasiona su ataque de Hipnotismo solo lo saben aquellos que han sido sus víctimas, ¿podrá Tala manejarlo? – Terminó por cuestionar Brad.
O*O*O
-¡Vamos Haizam! ¡Acaba con él! – Exclamó Badran desde la banca.
-¡Quítales el último punto! – Exigió Kahina gritando con ambas manos a los lados de su boca.
Aos solo miraba serio de brazos cruzados. Él no había podido vencer a Kai, pero si había alguien que podía contra ese inmenso poder de los rusos era Haizam.
-¡Bueno! ¡Creo que Half Moon se encuentra muy entusiasmado por dar inicio a la última batalla, así que Haizam, Tala ¿listos? 3… 2… 1… ¡LET IT RIP! – Gritó DJ dando la órden para que el combate comenzara.
Tala y Haizam lanzaron sus blades que empezaron a recorrer el estadio alrededor de la circunferencia apenas aterrizaron. El último jugador de Half Moon era un chico con el cabello negro revuelto y ojos oscuros, era muy atractivo y ya tenía un gran número de admiradoras, a diferencia de sus compañeros no parecía ser el tipo de beyluchador que fanfarroneaba antes de la beybatalla. El ruso medía la velocidad del beyblade color blanco, sus ojos de depredador enfocaban a la presa que guardaba la distancia.
Se aproximaron para intercambiar rápidos golpes y tras valorarse mutuamente volvieron a los extremos. Fue entonces que el árabe hizo inició su jugada.
-Al-cristatus ven a mí. – Convocó a su bestia bit como si se tratase de una demostración y no una batalla.
Del blade blanco relució un ave esbelta con la cola muy larga. Las admiradoras de Haizam suspiraban al ver la elegante bestia bit del caballero árabe. Tala no se sorprendió en lo más mínimo, un pavo real sería una cacería sencilla para Wolborg.
-¡Wolborg! – Invocó Tala a su feroz compañero.
Las dos bestias bit se desafiaron, Wolborg rugía y se colocaba en una posición de ataque mientras Al-crisatus aguardaba en quietud.
-Al-cristatus, Hipnósis. – Ordenó Haizam con tranquilidad a su pavo real.
El ave entonó una corta canción y la cola larga empezó a erguirse desplegando un abanico de hipnóticas plumas que se agitaban delicadamente. Tala no sabía que planeaba Haizam por lo que envió a Wolborg contra el ave, sin embargo su ataque se detuvo repentinamente dejando a Wolborg girando sobre si mismo a pocos centímetros de Al-cristatus.
Repentinamente Tala perdió la concentración, era como si Haizam, su equipo o el torneo hubieran desaparecido.
Lo que pasaba por su mente solo él lo sabía, ya que los espectadores solo presenciaban a Wolborg estático, ya no rugía, solo mantenía la cabeza abajo. Ambos habían caído ante Haizam.
-¿Qué le pasa a Tala? ¿Por qué ya no hace nada? – Se reveló Silke preocupada buscando respuestas en los demás.
-Ese pavo real ocasionó alguna clase de ilusión en Wolborg cuando abrió su cola, afectando a Tala también. – Dijo Spencer con gravedad.
Silke notó la seriedad del asunto al escuchar el tono de voz de Spencer, solo pudo dirigir su mirada preocupada hacia un inmóvil Tala.
Tras asegurarse que Tala era vulnerable, el blade de Haizam se aproximó y empezó a golpear al plateado que solo giraba sobre si mismo sin ser una amenaza. Los golpes del pelinegro no eran muy fuertes, pero un blade incapaz de defenderse perdería pronto, mientras Al-cristatus mantenía su abanico desplegado teniendo bajo su poder al lobo.
-¡Es todo tuyo Haizam! – Gritó Badran celebrando la victoria cercana.
El equipo de Half Moon se notaba complacido. Era verdad que había grandes expectativas de que los Majestics o los Blitzkrieg Boys llegaran a la final contra los BBA-Revolution, no cabía duda en que eran los equipos más fuertes, pero si podían vencer al menos a uno, seguro su popularidad aumentaría.
Las miradas del estadio recaían sobre Tala quien comenzaba a desgastarse a merced de Haizam. Era algo nunca antes visto, como el feroz Wolborg parecía un sumiso cachorro frente a un novato a mitad del torneo.
En la banca de los Blitzkrieg Boys sin embargo, Silke se mostraba intranquila. No entendía como el chico que le había dado un buen escarmiento en la Abadía se encontraba ahora inmovilizado perdiendo lentamente. Le perecía inaudito quedarse de brazos cruzados.
-¡Debemos hacer algo! – Exclamó Silke poniéndose de pie.
-No te metas. – Espetó Kai dominante desde su lugar con su vista en la pelea.
-¿¡Qué!? – Reaccionó incrédula la chica, posteriormente vio en los ojos de los demás la misma chispa indiferente con su entera atención sobre el plato. – ¡No puedo creerlo! ¿Dicen ser un equipo y no se apoyan mutuamente en un momento como este? – Preguntó incómoda, ya que tenían el mismo régimen de entrenamiento, se dividían las tareas, se ayudaban al entrenar, pero en la batalla no hacían nada el uno por el otro.
-Cualquiera de los Blitzkrieg Boys puede arreglárselas solo. – Declaró Bryan determinante.
Silke se extrañó, pero esa frialdad parecía tener un poco de confianza escondida en ella. La alemana tuvo que resignarse, así que volvió a tomar asiento y esperó un poco nerviosa el resultado de la pelea.
-Ya casi es mío. – Se dijo Haizam saboreándose la cercana victoria.
-¿Eso crees? – Respondió Tala siniestramente con la cabeza abajo.
-¿Pero… cómo puedes escucharme? – Dijo un sorprendido Haizam con la voz entrecortada. -¡Oh no! – Exclamó de pronto cuando Wolborg cobró fuerza repentinamente y se alejó del centro.
Silke abrió los ojos con sorpresa. Por un instante realmente creyó que Tala iba a perder, ahora se avergonzaba de no haberle tenido un poco más de confianza como el resto del equipo.
-Odio que intenten controlarme, pero pagarás el atrevimiento.- Declaró Tala cabizbajo con molestia y una sonrisa desagradable.
Haizam apretó los dientes y se puso más serio que nunca. –¡Al-crisatus, hipnosis de nuevo! – Ordenó haciendo maniobras arriesgadas en un desesperado intento por dominar a Tala y Wolborg.
-Es inútil. ¡Wolborg! – Comandó a su lobo alado contra el pavo real.
En el instante en que el pavo real realizaba de nuevo su mejor ataque, el lobo se quedó estático protegiendo su posición sin realizar mayor movimiento. Una ligera brisa helada recorrió las filas más cercanas al centro del estadio. Y nuevamente Wolborg y Al-crisatus permanecieron inmóviles igual que sus dueños.
El público no sabía qué hacer, si aplaudir, gritar, animar… era difícil comprender lo que pasaba en ese pausado duelo. Incluso Jazzman encontraba conflicto en tratar de describir lo que veía y lo que no. Tala finalmente alzó la vista y le dirigió unas palabras a un buzo cercano.
-¡Oye! – Mencionó con la voz en calma pero con el tono que implicaba una orden. – Aproxímate hasta Haizam, no quiero ser responsable de que se ahogue. – Dijo sin más.
El buzo no comprendía, pero se acercó hasta la plataforma flotante del miembro de Half Moon.
-Ah… no estoy seguro de lo que ocurre aquí, aún seguimos jugando ¿no es así?- Se apenó DJ.
-Esta batalla, acaba de concluir. – Le dijo Tala cruzándose de brazos cuando Haizam se desplomó cayendo al agua, el buzo de inmediato le sacó llevándolo inconsciente hasta la orilla donde los miembros de Half Moon y unos paramédicos se aproximaron a auxiliarlo.
-¡Increible! ¡Haizam se desmayó! Aunque su beyblade sigue girando él ya no puede continuar, ¡Tala es el ganador! ¡Y los Blitzkrieg Boys avanzan en la tabla de posiciones! – Declaró Jazzman con fuerza haciendo que el público estallara en gritos de efecto retardado. No sabían como lo había conseguido pero Tala era en extremo astuto.
El pelirrojo llamó a su blade para atraparlo en el aire y retirarse con una maligna sonrisa en el rostro.
*O*O*
-Pudieras explicarme AJ, ¿cómo fue que Tala quien iba perdiendo de pronto se recuperó y dejó a Haizam literalmente congelado? – Preguntó Brad con ansiedad en su voz debido a la condición del beyluchador árabe.
-¡No me preguntes eso Brad! Pero la cámara lenta con acercamiento nos muestra que en el último instante Wolborg creó una ligera brisa donde había sólidos cristales que actuaron como espejos, devolviendo a Haizam su propio ataque, ¡apuesto a que eso no lo vio venir! – Dijo AJ intentando sonar despreocupado y transmitir calma al público escucha.
-¡A estos chicos rusos nada se les escapa! Si siguen con el buen ritmo que llevan hasta ahora no tardarán en convertirse en los favoritos para ganar el campeonato. – Declaró Brad.
-No lo sé Brad, aún tienen que enfrentarse a los Majestics, y no olvides que quedaron empatados en puntos con lo BBA-Revolutions, yo diría que aún les queda un largo camino por recorrer antes de ser campeones de este cuarto torneo. – Recordó AJ bajando los pies a la tierra.
-Bueno, en ese caso relajémonos un poco, aún falta la segunda mitad de batallas del día de hoy, las batallas por equipo, así que habrá un pequeño intermedio de media hora y ¡volvemos con más Beyblade! – Concluyó Brad.
O*O*O
En la banca del equipo de Kai, los chicos felicitaban a su capitán que había hecho estallar al estadio tras su inesperada victoria.
-¡Bien pensado Tala! – Congratuló Ian sin levantarse de su asiento compartiendo una satisfactoria y divertida mueca en el rostro.
-Half Moon lo pensará dos veces antes de hacer una bromita absurda como hoy. – Se burló Bryan.
-No te fue difícil encontrar como contrarrestarlo. – Reconoció Spencer de brazos cruzados pero feliz por el resultado.
-Perdón, no comprendo que pasó. – Mencionó Silke un poco apenada.
-Ese ataque requiere que su adversario vea directamente al pavo real, Tala usó el espejo a sus pies para combatirlo y en el momento que volvió a realizar la hipnosis Wolborg creó pequeños cristales de hielo que reflejaron la técnica contra Haizam devolviendo su ataque. – Dijo Kai con soberbia hacia la chica que se vio superada al conocer esa información.
-Tal vez si pusieras más atención en la batalla y menos en Kahina, Haizam o en mí lo notarías. Te lo diré una sola vez, preocúpate sólo por ti. – La regañó Tala antes de retirarse de nuevo a su respectivo palco seguido de sus camaradas, inclusive de Kai quien solo le dirigió un gruñido a Silke al pasar a su lado.
La alemana se quedó atrás por unos instantes un poco afligida en los cuales no pudo evitar notar con algo de inquietud que Haizam aún no recuperaba la conciencia, la profunda preocupación en sus compañeros y los paramédicos que ya lo ponían en una camilla. Tal vez su empatía con la gente era una debilidad, pero no podía evitarlo. Seguro que había herido el orgullo de Tala de alguna manera al tratar de meterse en una batalla que él ya tenía bien calculada desde el principio. Alzó la vista y prosiguió detrás de sus compañeros. No quería darle la razón a Johnny pero el escocés había acertado. Los Blitzkrieg Boys eran peligrosos.
Espero les haya gustado hasta aquí el fic, debo dar la buena noticia que ya no es necesario otro capítulo de entrenamiento, por lo que ya estamos por empezar el verdadero nudo de la trama. Espero volver a actualizar en un mes o algo así, por lo que no se desesperen, no lo abandonaré hasta concluirlo, de hecho ya inicié la publicación de este mismo fic en Inglés, así que tengo mucho trabajo que hacer jeje. Gracias de nuevo por leerme! Saludos a todos!
