Ufff! Buenas noches, ya casi es lunes (NOOOOOOOO!) pero ya quería subir esto desde hace un rato, solo que me faltaban cositas pero el capi 20 ya listo al fin! Lamento venir de rápido pero desde el viernes ando con dolor de cabeza TT_TT Espero que tengan una buena semana y gracias por pasar a leer este capítulo, espero que les agrade. Les envío un enorme saludo!
ivipoe
Creo que ese castigo era algo que los espectadores ya necesitabamos ver no? Y Enriquito y sus grandes ideas cuando estamos en su territorio no faltan ;) Gracias por leer amiga! Un saludo.
ShadowTamerBlack
Claro que fuiste un gran apoyo! Necesitaba una mente fría y calculadora como la tuya para resolver el mismo embrollo que yo cree y hallarle solución jeje.
Bueno, claro que los BB ya cambiaron, pero esa vez casi consiguen su cometido de conquistar el mundo, supongo que no está demás que Sike sea precavida y que Johnny no confíe en ellos del todo, mucho menos por que alguien a quien él aprecia está ahora con ese tipo de beyluchadores.
La USB de Silke es algo que ya URGE que abran, de verdad que se les ha ido retrazando y retrazando y siempre por cosas que salen de último minuto. Y Bueno nuestro amado Enrique, claro que tiene el poder en su propia casa de hacer lo que se le antoje, algo que ni sus compañeros consiguen evitar. Lo del agua creo que fue por que en todos los animes siempre hay un capítulo de playa, y quería que este fuera al estilo beyblade jeje. Y el beyblade ya es algo tan famoso que por supuesto que habrá fotos por todos lados de cada jugador en traje de baño, posando, luchando e incluso empapados jaja.
Si, a los chicos de Half-Moon los concebí un poco creidos al igual que los Majestics, y no son malos pero les falta experiencia y tuvieron su merecido. Pobre Ian! Silke es una dama, pero por esta ocasión no se la perdonó, y hasta Kai se le unió cuando quiso vengarse del pobre Bryan.
Si, la princesa es multifacética, esto que hizo en el cap anterior es una de sus muchas capacidades que tiene, ya más adelante podremos ver hasta donde puede llegar la princesa.
¡LOS LEONES! eso era un clásico! (pondría aquí el meme de Skipper el Pingüino jajaja) tenía que usar esa frase! :D
Sip, este par de capítulos serán totalmente de beybatallas, creo que no podemos dejar de lado la verdadera escencia del universo de beyblade, aunque a veces puede resultar difícil narrar el movimiento de los blades y al mismo tiempo el de las bestias bit (sería un millón de veces más fácil si fuera pokémon... pero no :( )
Esta vez yo quería hacer lucir a Tala un poco más (especialmente para ti :) ) creo que él es muy astuto, en G-Rev no se notó tanto pero recordemos que en la temporada 1 Tala se suponía que era el campeón mundial, así que está en el top de los 10 mejores beyluchadores (según yo claro)
Muchas gracias amiga por tu apoyo siempre, espero que disfrutes este capítulo! Un abrazo a SLP!
MaryMishe00
Ya sé amiga! XD Se que prometí algo en el 19, pero ya tuvo que posponerse para el 20, pero aqui ya está, así que puedes estar segura de lo que te dije, será como final de telenovela en viernes jajaja a ver que te parece ;)
Que bueno que resultó cómico, a mi me parece que todo con Enrique tiene ese tinte burlesco, ahora y siempre jajaja y obvio quería ver los lindos cuerpos de las jugadoras con prendas muy pegaditas y disfrutar más aún de mojarlas :( ash ese pervertido. Ni los gritos de MA le llegan jaja.
Ah Lela! Si, la verdad así me la imagino, muy juguetona, aunque a Robert no le haga ni pizca de gracia, pero tiene razón, hace calor, y el agua está enfrente, por qué no lanzarse? XD awww amo a tu OC es muy chistosa y divertida :P
Respecto a la ropa que MA les diseña, aún no acabo el dibujo, pero prometo que es algo que terminará en mi galería, ya lo verás n.n
Bueno pues espero que este capítulo igual te satisfaga, te haga reír y por sobretodo te atrape más y más.
De tu fic nena ni te preocupes, así pasa, te he dicho que este fic lo reescribí como mil veces u_u y llegué a dejarlo pausado fácil por 5 años, así que no te preocupes, verás que mientras sigas escribiendo, más mejorarás y yo estaré ahí leyendo tus fics y posteando mamás review como esta n_n
Sale amigocha! un abrazo hasta Ecuador! y que lo disfrutes, gracias por seguirme leyendo!
Capítulo XX
La primer batalla de la segunda ronda del día en modalidad de equipos era una autentica guerra entre gladiadores. El agua saltaba por todas partes, se movía agitadamente creando violentas corrientes y el marcador se notaba bastante parejo. A los espectadores les costaba trabajo ver que ocurría, incluso con las pantallas gigantes proyectando todo a detalle, y los suertudos que habían alcanzado asientos en primera fila no paraban de ser salpicados una y otra vez a causa de la beybatalla.
-¡Tú puedes mi príncipe! ¡Derrota a esos plebeyos! – Exclamó la dulce voz de Marie-Angelique desde la banca acompañada de un serio escocés que miraba de brazos cruzados cada movimiento de las tres bestias bit europeas.
Amphilyon, Unicolyon y Griffolyon luchaban muy sincronizados entre ellos, tomaban turnos para atacar y defender, pero sus enemigos conseguían oponérseles con astucia, y era algo que los seis beyluchadores disfrutaban en grande.
-¡Parece que has mejorado mucho Tyson! – Congratuló emocionado el alemán.
-¡Tú tampoco te quedas atrás Robert! – Respondió lleno de entusiasmo el campeón mundial.
-¡Hey! ¡Esta es una batalla no una charla! – Se quejó Daichí retrocediendo a penas esquivando el cuerno de Unicolyon.
-¡Oh vamos! ¡No seas aguafiestas! ¡Déjalos que se diviertan! – Exclamó Oliver con gracia.
-¡Oye! ¡Quédate quieto un segundo! – Gritó un poco inquieto Enrique a Hiro que siempre evadía en el último momento los ataques de Amphilyon.
-Lo siento, eres muy lento para mí. – Sonrió Hiro sacando al italiano de sus casillas.
Metal Driger se escabullía con agilidad de las dos cabezas de Amphylion cuando el blade del hermano de Tyson se deslizaba por uno de los pasillos en medio de ruinas del bey estadio en forma curva dejando a Enrique girando al centro del plato donde había una mayor superficie. Hiro solo aprovechaba alejarse del centro para volver por encima de columnas antiguas que sobresalían del mar y así tomar mayor velocidad y fuerza, arremetiendo contra Griffolyon en el momento preciso en que Tyson lo derribaba momentáneamente, al tiempo que Daichí llamaba la atención de Oliver y Enrique para luego escapar por medio de más columnas.
-¡Buena jugada BBA Revolutions! ¡Oliver derrumba su estrategia! – Ordenó el líder de los europeos de inmediato.
-¡Unicolyon Terremoto! – Ordenó el francés haciendo que su blade se deslizara por el perímetro del estadio circular mientras su bestia bit galopaba creando ondas de choque con suficiente fuerza para destruir los pilotes antiguos que conformaban con más ruinas el estadio Pompeya, confinando a los japoneses sólo a la zona central del plato donde los escondites eran menores.
-¡Genial! ¿Y ahora qué? – Preguntó Tyson a su equipo.
-Tendremos que salir de nuestra zona de confort y atacarlos frente a frente. – Estimó Hiro con tranquilidad.
-Estamos en desventaja, físicamente son más fuertes que nosotros y trabajamos mucho mejor a distancia. – Dijo Daichí inconforme torciendo los labios.
-No se preocupen, lo que necesitamos hacer es crear una distracción ahora que ellos se sienten seguros y atraparlos ahí. – Determinó Hiro divertido.
-Soy todo oídos. – Se apresuró a decir Tyson preparado para seguir la estrategia de su hermano quien sólo señalaba con la mirada.
-Ya dejen de balbucear, ¡Griffolyon! ¡Daga de viento! – Se lanzó Robert al ataque dividiendo la formación de los tres beyblades, convirtiéndoles en blancos más vulnerables para las antiguas bestias bit de los Majestics.
Desde las alturas Silke miraba todo con atención y no lo hacía por la recomendación de Tala. Presenciar la fuerza y habilidad de Griffolyon era tanto fascinante como inquietante. Hasta esa batalla Robert no había tenido que mostrar todo su poder con sus previos contrincantes, sin embargo ahora se enfrentaba contra el chico que la derrotó por vez primera en toda su vida, y la batalla ya se había extendido bastante. Silke conocía a la perfección el gran poder de las bestias bit de los Majestics por separado, y ver combatir a tres de cuatro juntas debería ser más que suficiente para literalmente aplastar a cualquier rival pero el campeón mundial y su equipo entorpecían sus jugadas. La castaña no podía evitar sentirse un tanto preocupada, pensando en sus propias posibilidades en una situación similar.
De vuelta al reducido plato de juego, los japoneses no podían hacer nada más que huir de los europeos, aunque Unicolyon ya no podría usar su terremoto nuevamente ante la posibilidad de dañar a sus aliados; recorría como una aplanadora todo el estadio con su amenazante cuerno obligando a los BBA Revolution a acercarse más al centro donde Amphylion podría atraparlos con mayor facilidad. Robert se encontraba en una situación similar, no podría usar su ataque hasta que Oliver y Enrique estuvieran detrás suyo o sería un jaque mate hacia ellos mismos.
-Daichí, ¡hazlo ahora! – Le dijo Hiro a su pequeño compañero.
-¡Vamos Strata Dragoon! ¡Cierre de Puas! – Exclamó Daichí a lo que Enrique se interpuso frente a sus compañeros con su enorme bestia bit que fácilmente podía contrarrestar a Strata Dragoon.
-¡Ha! ¡Eso no es nada! – Respondió un confiado Enrique al ver como Daichí fallaba golpeando al piso quebrándolo en lugar del blade del italiano.
Tras ver el resultado de Daichí, Hiro comenzó a girar en un círculo apretado pasando de vez en cuando por el centro entre los blades europeos evadiéndolos mientras conseguía que se rozaran entre ellos cuando intentaban golpearlo.
-¡Enrique fíjate en lo que haces! – Le reclamó Oliver manteniendo la compostura.
-¡Oye! ¿¡Está pasando frente a ti y no puedes golpearlo!? – Respondió el rubio de mala gana.
-¡Silencio los dos! ¡No pierdan la concentración! ¡Griffolyon Daga de Viento! – Ordenó Robert cuando su besti bit se puso al frente de las otras.
-¡Tyson tu turno! – Le indicó Hiro.
-¡Genial! ¡Dragoon! ¡Evolution Storm! – Ordenó Tyson invocando una tormenta que pronto se convirtió en un tifón debido a la gran cantidad de agua que recogía.
El choque de ataques de Dragoon y Griffolyon hacían imposible la visibilidad al centro del plato, y los jugadores que restaban sólo podían mantenerse detrás de sus compañeros, sería todo o nada.
-¡Daichí! – Le llamó Hiro de pronto la atención al más joven. – Presta atención, este es el momento, es arriesgado pero solo tu puedes conseguirlo, golpea de nuevo donde dañaste el piso del beyestadio, sus bestias bit son más pesadas que las nuestras, si entiendes a lo que me refiero.- Dijo el hermano de Tyson guiñando un ojo al pelirrojo.
-¡Ah! ¡Ya entendí! – Respondió repentinamente el más pequeño. – ¡Vamos Strata Dragoon! – Dijo Daichí escabulléndose peligrosamente a un lado de Tyson.
-¡Daichí! ¿¡Espera que haces!? – Gritó un preocupado Tyson perdiendo ligeramente la concentración, permitiendo que el poder de Robert ganara más terreno.
-¡Terminaré con esto! ¡Strata Dragoon Cierre de Púas! – Comandó aprovechando una diminuta ventana de tiempo lanzando todo su poder a la grieta hecha con anterioridad. Al golpearla, no tardó en comenzar a vibrar el estadio cuando el agua comenzó a filtrarse a gran velocidad en el área donde se refugiaban los europeos.
-¡Robert el agua se filtra! – Le dijo Oliver apresuradamente a su capitán que se encontraba concentrado en su ataque ya habiendo superado el de Tyson.
-¿¡Cómo!? – Se sorprendió el alemán, cuando Tyson recuperó su energía y atrapó en su tormenta a los tres europeos.
-¡Y aquí tienen su cambio! – Gritó Daichí Dirigiéndose inesperadamente por tercera vez hacia la fuga, rompiendo totalmente el bey estadio.
Robert, Oliver y Enrique fueron imposibilitados para maniobrar mientras sus blades luchaban por huir del agua y la corriente de viento que los arrastraba.
-¡Ganámos! – Celebró Daichí anticipadamente la dulce victoria.
-¡Rayos! ¡A un lado Daichí! – Intervino Tyson atravesando su blade para proteger a su compañero de las fauces de Amphilyon quien no pensaba irse sin llevarse a uno de sus enemigos consigo.
-¡Tyson! – Exclamaron al unísono Hiro y Daichí.
La tormenta fue impresionante y consiguió sacar a Tyson del plato, al mismo tiempo que el trío Majestic. Daichí permanecía tambaleándose y Hiro continuó girando suavemente como si la batalla no hubiera pasado por él en el diminuto trozo de plato que aún flotaba.
-¡BBA Revolution es el equipo vencedor! – Declaró DJ y los páneles sobre los que los Majestic y Tyson flotaban giraron tirando al agua a aquellos que habían perdido antes de que finalizara el encuentro.
El estadio respondió envuelto en gritos, chiflidos y aplausos. Sin duda había sido un final inesperado pero bien ejecutado por ambos equipos, dejando a los fanáticos totalmente satisfechos y divertidos ante el castigo a cuatro de seis jugadores.
El campeón mundial emergió a la superficie muy sorprendido de que lo hubieran enviado al agua a él también por lo que reclamó inmediatamente.
-¡No es justo! ¡Creí que solo los perdedores eran castigados! – Se quejó Tyson a penas al sacar la cabeza del agua.
-¡Lo siento! Pero Dragoon quedó afuera al mismo tiempo que tus enemigos, ¡aunque tu sacrificio llevó a tu equipo a la victoria! – Dijo animadamente el réferi.
-Sí, sí, ya que… - Se quejó Tyson con una mueca en los labios antes de dirigirse hasta la orilla.
Del lado contrario del estadio Robert miraba a Enrique con desprecio por aquella infantil broma, Oliver buscaba su boina dentro del agua y el rubio solo hacía burbujas con los labios debajo de la superficie salada inconforme.
-¡Jaja! ¿Qué te pareció una cucharada de tu propia medicina? – Se mofaba Johnny a carcajadas desde la orilla dirigiéndose al italiano con ambas manos sobre su cintura.
Sin previo aviso el escocés se encontró capturado por medio de un salvavidas que mantenía sus brazos pegados a sus costados.
-¿¡Eh?! ¿¡Qué demonios es esto!? – Gritó molesto sin comprender nada.
-¡Deja de ser un inútil y sálvalos! – Le ordenó la princesa antes de empujarlo hacia el agua de cabeza.
Johnny a penas y ahogó un grito cuando sus pies quedaron hacia arriba por algunos segundos y con dificultad el escocés pudo girar su cuerpo para poder respirar nuevamente. Aún confinado en ese flotador el chico de cabellos de fuego que ahora se le pegaban al rostro se aproximó hasta un empapado Oliver.
-¡Te lo juro Oliver! ¡Si no controlas a tu princesa…! – Empezó a decir con gran furia.
-¿Qué harás? – Retó el francés con una mirada irritada y su boina empapada sobre su cabeza. – Mejor calla porque si te escucha no lo contarás – Le amenazó alejándose en dirección a su princesa en la orilla dejando al chico de fuego más molesto que antes.
El francés salió del agua hasta ponerse a la altura de la rubia.
-¡Cariño! ¿Estás bien? – Preguntó melosamente la princesa como si Oliver se encontrase herido de gravedad.
-No fue nada princesa, discúlpame por no haber podido ganar. – Le dijo acariciando su mejilla tiernamente con la diestra un poco húmeda sonriéndole.
-Eso no importa, fue un truco sucio de su parte. – Se quejó la chica mirando con ojos asesinos a los japoneses que celebraban del otro lado.
-No lo fue… - Agregó Robert saliendo también del agua con su peinado un poco aplastado. – Ellos se arriesgaron mucho, en las batallas a veces hay que hacer sacrificios, en especial Tyson, prefirió perder que dejar a su compañero, él es un gran beyluchador. – Declaró Robert con aire dramático.
-Bla bla bla… ya casi lo tenía. – Se quejó el rubio.
-¿Lo tenías? – Preguntó la princesa llamando la atención del italiano. – ¡Pues tóma esto! – Respondió empujándolo de vuelta a la gran piscina, para luego tomar a su amado Oliver de la mano y retirarse dignamente del área de pelea.
-¿Están bien? – Preguntó Robert sus compañeros que aún estaban en el agua.
-¡Esa niña malcriada está loca! – Exclamó Enrique.
-¡Dímelo a mí! - Se quejó Johnny aún atrapado en el salvavidas. – ¡Oliver la consiente demasiado! -
-Déjen de llorar como niños y salgan de una vez, son todo un festín para las cámaras. – Señaló el alemán seriamente mirando hacia el palco de la prensa para retirarse detrás de los de lengua francesa.
El italiano ayudó al escocés a quitarse el salvavidas y ambos salieron del agua, cuando el pelirrojo le soltó un amistoso pero duro puñetazo a su compañero en el hombro.
-¡¿Qué te pasa Johnny?! – Se quejó el afectado.
-¡Es por tu tonto castigo! – Le respondió el de cabellos de fuego.
-¡Bueno chicos y chicas! ¡¿Qué tal si seguimos con la siguiente beybatalla?! – Preguntó Jazzman cuando las bancas habían quedado libres.
El público gritó emocionado y la pantalla con los nombres de los ocho equipos comenzó a parpadear, esta vez señalando al equipo de los Blitzkrieg Boys vs PPB All Starz, haciendo que el público se dividiera en dos bandos, unos aclamando a los americanos y otros a los rusos.
En su palco, los seis integrantes del equipo ruso se pusieron de pie dirigiéndose sin más hacia las escaleras que conducían al túnel de salida a la arena. En el pasillo coincidieron con los europeos encabezados por Robert, quien iba serio como de costumbre aún un poco mojado por su pérdida pero caminando con dignidad. Ambos hermanos germanos pasaron uno al lado del otro sin que sus miradas se cruzaran siquiera, así mismo los dos equipos se ignoraron totalmente. Las pisadas en sentidos contrarios en medio del pasillo se alejaban un poco hasta que la voz de Robert interrumpió el monótono sonido.
-Silke. – Dijo sin voltear. – "glück auf" – Le deseó alejándose hacia las escaleras que daban al palco de los Majestics.
-"Dank" – Respondió la castaña continuando con su camino. Sólo su amiga rubia le alzó el pulgar de la mano derecha guiñándole un ojo al pasar a su lado. Suficiente para llenar a Silke de entusiasmo en la batalla que seguía.
Al salir del túnel, porras con su nombre les daban la bienvenida a su segundo combate de ese día en la modalidad de equipos. Del otro lado sus rivales ya aguardaban por ellos. Los seis llegaron hasta su banca, tres de ellos tomaron asiento resguardando el maletín de refacciones y los otros tres se prepararon para el asalto contra los americanos.
-Probablemente esperen que nos alineemos como la vez pasada, Silke en esta ocasión tu vas al frente, eso los descompensará. – Declaró repentinamente Tala.
-Bien. – Asintió la chica con seriedad dirigiendo sus ojos ámbar al equipo americano.
Kai no dijo nada, sólo se preparó para derrotar a su antiguo compañero Max.
En la banca de los PPB All Starz, la estrategia se mantenía a la espera de reacomodarse dependiendo de lo que hicieran sus rivales.
-¡Jugadores! ¡Por favor tomen posiciones para comenzar! – Pidió Jazzman con el uso del micrófono.
-Y volvemos a la acción, esta vez con la segunda batalla por equipos donde veremos enfrentarse al PPB All Starz contra los Demolition Boys, ambos equipos resultaron sin bajas en la primera ronda individual, pero alguno de ellos terminará alimentando a los peces esta tarde, ¿no lo crees AJ? – Preguntó Brad complacido de tener más dosis de bladers al agua.
-Es un lamentable hecho que no se podrá cambiar Brad, por lo que espero todos sepan nadar y no haya que hacer uso de bestias bit para devolverlos a la superficie, y como si esto no fuera suficiente ya está apareciendo el beyestadio desde el fondo del mar. – Señaló el segundo conductor ante la estructura que emergía del agua.
-¡Vaya, vaya! Tenemos aquí una réplica exacta del "Castell dell´Ovo" o Castillo del Huevo el cual puede contemplarse desde las afueras de este estadio. – Dijo entretenido Brad al notar la copia a escala de uno de los hitos urbanos más populares de Nápoles.
-Así es Brad, la leyenda cuenta que el poeta romano Virgilio escondió en sus cimientos un huevo mágico y que sin él la fortaleza se derrumbaría trayendo desgracia a Nápoles, pero en este pequeño bey estadio como podemos apreciar, la única zona de tierra firme que tiene es la construcción y el esbelto puente que comunica las dos orillas de los jugadores, el resto es un plato hondo de al menos veinte centímetros en su parte más profunda con agua salada y fuera de sus paredes transparentes de acrílico pues tenemos más agua, por lo que es una zona muy peligrosa para cualquier beyluchador que no esté acostumbrado a usar este elemento como su aliado. – Determinó AJ Topper.
-Quizá sería una mejor estrategia para los Blitzkrieg Boys cambiar por Spencer pero tal parece que seguirán con el trío anterior, al igual que los PPB All Starz por lo que creo que será una beybatalla igual de intensa que la previa entre Mjestics y BBA Revolution, así que no querrán perderse nada de lo que está a punto de acontecer.- Concluyó Brad Best.
Los bladers ya se colocaban sobre el piso flotante individual, del lado de los Blitzkrieg Boys Silke había tomado la cabeza con Kai a su derecha y Tala a su izquierda.
-Como lo suponía, cambiaron la formación para despistarnos. Perfecto. – Dijo Emily ajustándose los lentes sobre la nariz.
-Los sostendré lo más que pueda. – Anunció Max.
-Bastará con algunos segundos, una vez que nos deshagamos de la fuerza bruta los otros dos serán pan comido. – Respondió la chica.
-No puedo decir que este tipo de plan me emociona pero si perdemos otra batalla será imposible que lleguemos a la final. – Comentó Rick incómodo pero sujeto al plan de la más astuta del grupo.
Sin decir más Max se situó en medio de Emily y Rick quien cubría su zurda.
El público había dejado de hacer ruido para dar oportunidad a los jugadores de concentrarse en el lanzamiento.
-Beyluchadores, ¿preparados?- Preguntó un emocionado DJ expectante mirando a ambos lados del beyestadio.
Silke, Tala y Kai apuntaron sus lanzadores al esbelto puente que iba desde la pequeña playa a escala que rodeaba escasamente las orillas del estadio circular, hasta el castillo justo en el centro rodeado del agua salada filtrada, del lado contrario Emily preparaba su saque sincronizada con Rick mientras Max cuidaba la retaguardia con su lanzador listo.
-3… 2… 1… ¡LET IT RIP! – Gritó DJ dando inicio así a la antepenúltima batalla de esa tarde.
Dos equipos de beyblades volaron sobre la gran alberca para caer a salvo en el plato de juego, Silke se dirigió de inmediato hacia el castillo seguida de cerca por sus compañeros a penas al aterrizar, la estrategia contraria consistía en que Rick se dirigiera hacia ellos como una estampida de toros salvajes desde el otro lado del puente que atravesaba la maqueta medieval. Por su parte Emily se deslizaba con Trygator sobre el agua creando una gran ola consigo, dejando a Max rezagado.
Conforme avanzaba, la ola que creaba la americana iba creciendo más y más por lo que Silke brincó para evitar que la golpeara haciéndola retroceder, sin embargo cuando Kai y Tala esperaban hacer lo mismo que ella notaron que no podían moverse a causa de que se encontraban atados al piso inundado repentinamente por una fuerza invisible la cual les tomó apenas unos segundos comprender que se trataba de Draciel. Silke se preocupó al notar que ellos ya no le seguían el paso, pero pronto tuvo que olvidarlos ya que de la nada Rick se encontraba centímetros debajo de ella, probando que era mucho más veloz de lo que parecía, aunque se extrañó al ver pasar al toro sin siquiera tocarla en dirección al cielo.
-¡Cuidado abajo! – Le llamó la atención Emily cuando Trygator saltó y la golpeó desde la parte inferior cuando se encontraba vulnerable, pasando a un lado mientras Gekiryu comenzaba a descender desnivelado. –Me he dado cuenta que no tienes buena defensa si se te golpea desde abajo, así que aprovecharemos este ataque lo mejor posible, ¿o no Rick? – Exclamó triunfante la pelirroja.
-¡Desde luego! – Respondió su aliado cuando su blade naranja volvía a caer dirigiéndose a toda velocidad al blade indefenso en medio del aire. Silke miró esto con horror sin poder hacer nada, solo sintió como Gekiryu caía pesadamente sobre el Castillo del Huevo al centro del bey estadio destruyéndolo con Rock Bison bailando sobre él, y por si esto no fuera poco, Trygator cayó encima de su compañero aumentando el peso sobre la alemana disminuyendo terroríficamente su velocidad.
-¿¡Pero qué…!? – Silke no comprendía con la facilidad que Emily y Rick habían conseguido posicionarse por sobre de ella. Al momento que la impactaron un tremendo golpe recorrió todo su cuerpo dejándola sin aire, no obstante logró mantenerse girando a pesar de que los otros dos blades no dejaban de presionarla haciendo algo que la alemana no había calculado, los dos blades americanos revolucionaban en sentido contrario a ella.
-¡Chicos… me vendría bien algo de ayuda! – Les comunicó Silke a sus camaradas un poco desesperanzada.
-¡No puedo moverme! – Declaró Tala cuando su Wolborg solo daba vueltas alrededor de Draciel a voluntad de la corriente que la tortuga creaba.
Kai fulminó a Max con la mirada. Cómo era posible que se hubiera vuelto tan fuerte desde la última vez que lucharon, Dranzer también se veía arrastrado por la corriente sin poder acertar un ataque si quiera.
-"Ni siquiera puedo usar el Novae Rog o Kai también quedará congelado" – Pensaba Tala convencido de que sus ataques de hielo no serían útiles en ese momento y de que si los usaba no podría ayudar a Silke antes de que la derrotaran.
-¡Gekiryu! – Llamó Silke a su bestia bit con escaso aliento.
El dragón se manifestó pero de inmediato fue atacado por Trygator que era de tamaño inferior y había aparecido en el momento preciso para morder a Gekiryu de una de sus espléndidas aletas sobre su cabeza jalándolo hacia el agua. La castaña no podía hacer nada por ayudarle a su amigo, y Rock Bison apareció para embestir la cola de Gekiryu y que su compañera pudiera sumergirlo totalmente.
-¿Te estás cansando ya Silke? – Preguntó la tenista con una determinante sonrisa al notar el gran esfuerzo que hacía su contrincante para liberar a su bestia bit del agarre del caimán. – Te advierto que cuando Trygator muerde algo ya no lo suelta -
-¿De qué hablas? ¡Esto no es nada para nosotros! – Respondió levantando su voz tratando de intimidarla.
-¡No lo creo! Tus músculos no están desarrollados adecuadamente, a mi no me engañas, no puedes soportar un ataque tan prolongado como este por más de un minuto. – Dijo la pelirroja convencida de su triunfo.
Silke frunció el ceño al escuchar aquello, demostraría que la chica se equivocaba en su dictamen.
-¡Gekiryu Violet Mist! – Ordenó, pero a pesar de sus esfuerzos y los de su bestia bit, Violet Mist bajo el agua solo se convertía en una mancha morada que se movía con la corriente controlada por Max, dejando a Silke sin más ideas.
-Hazle caso a Emily, si te rindes ahora detendremos tu castigo. – Le dijo Rick guiñándole un ojo.
Silke apretaba los dientes, cada segundo sentía como Gekiryu se debilitaba más y más, y se vio en la penosa necesidad de colocar una rodilla sobre el piso flotante para no colapsar a la par que su dificultosa respiración se hacía más evidente.
-¡Qué ni se te ocurra darte por vencida! – Le gritó de pronto Kai desde su flanco derecho aún luchando contra la fuerza centrífuga de Draciel que no lo liberaba.
La alemana prestó atención a aquellas palabras.
-Si pierdes serás el hazmereir de nuestro equipo, levántate y derrótalos – Le gritó Kai.
-¡No pienso perder! – Le respondió de inmediato al bicolor - pero ni siquiera puedo usar Violet Mist… - Dijo preocupada, no le quedaba mucho tiempo, y no podría cambiar el giro de Gekiryu tan fácilmente sin arriesgarse a que éste se detuviera, además de que Trygator mantenía la cara del dragón debajo del agua, donde Violet Mist era inofensivo.
-"¡No puedo perder así! ¡Cómo demonios caí en su trampa! Tiene que haber alguna forma, si no puedo derrotarlos a ellos, jamás le ganaré a Robert…" – Pensaba Silke, podía sentir como su amigo se debilitaba, pero se encontraba en una situación de gran desventaja, además de que si perdía, Kai y Tala serían un blanco fácil. Silke miró intentando idear alguna solución cuando notó como Dranzer se las había arreglado para lanzar bolas de fuego a Draciel sin poder acertarle aunque el agua que tocaba se evaporaba.
-¡Lo tengo! - Exclamó airosa – Kai deja de atacar a Draciel y calienta el agua debajo de mí, ¡hazlo pronto! – Le comunicó esperando que por una vez él la escuchara.
Kai miró a la chica y la tinta violeta que manchaba el agua que la rodeaba, sonrió cómplice y empezó a lanzar las plumas rojas de Dranzer hacia el terreno en que Silke se encontraba haciendo que el líquido entintado comenzara a vaporizar de inmediato.
El ligero vapor de agua salada tenía un leve tinte violeta que alcanzó a llegar hasta Rock Bison, debilitando a la bestia bit que aguardaba afuera, algo que se vio reflejado cuando las revoluciones del blade naranja comenzaron a disminuir.
-¿¡Pero qué…!? – Se sorprendió el compañero de Max al verificar que la presión sobre Gekiryu decrecía.
Silke pudo sentir el alivio momentáneo, se puso de pie nuevamente y Gekiryu se alzó con fuerza sacando la cabeza del agua con Trygator aun mordiéndolo, fue entonces en ese pequeño lapso que Violet Mist consiguió afectar a la bestia bit de Emily también, obligándolo a soltarlo.
El caimán cayó dentro del agua algo aturdido, sin saber que lo había afectado.
-¡Qué pasa! ¡Rick! ¡Estoy paralizada! Le dijo Emily a su aliado cayendo sobre ambas rodillas a su colchón flotante, algo no andaba bien.
Casi instantáneamente Silke dejó de sentir tanto peso, y dirigió el blade de Gekiryu hacia donde Kai y tala se encontraban tirándose al remolino junto con Emily y Rick.
Max no tuvo de otra que cortar el ataque de Draciel para liberar a sus aliados quienes rotaban a menor velocidad y podrían ser derrotados por el mismo ataque que mantenía cautivos a los dos rusos. En ese momento Tala se recuperó y lanzó su mejor ataque congelando el agua líquida mientras Silke y Kai saltaban para evitar quedar atascados.
Tala y Silke se miraron mutuamente asintiendo en sus siguiente movimiento, la chica se dirigió a toda velocidad hasta Emily golpeándola con fuerza sacándola fuera del estadio haciendo que Trygator cayera en el mar de la piscina. Wolborg hizo lo mismo con Rock Bison antes de que este pudiera liberarse y la batalla final sería Kai contra Max.
-¡Emily y Rick quedan fuera de la contienda! – Declaró DJ y el resultado fue el esperado.
La chica con el bikini de la bandera americana y el joven con estrellas blancas en la pierna derecha de su bañador cayeron al agua de inmediato, dejando a su compañero Max solo contra tres rivales.
Gekiryu giraba con un ligero tambaleo igual que Wolborg, aunque el segundo no tardó en recuperarse.
-Buena jugada Silke. – Felicitó Tala a su compañera reconociendo que sin su ayuda ellos también hubieran resultado abatidos.
-No hay de que… - Respondió la castaña sobreponiéndose respirando un poco agitada pero sin bajar la guardia. Aún a esa distancia y con más jugadores que los PPB All Starz, Max era muy peligroso.
Los susurros comenzaban a resonar como el siseo de cientos de reptiles en todo el estadio. El futuro de los americanos parecía claro, y Max podía sentir la presión en sus manos. Por otro lado, en el palco de los Majestics Robert verificó con un poco de desilusión la incapacidad de Silke por soportar una batalla tan dura como aquella, aunque tenía que reconocer sus agallas.
Kai miraba a su ex-compañero con sed de venganza. La jugada que sus oponentes habían desarrollado casi les costaba el encuentro, y era algo que no iba a perdonarle.
El bicolor no dijo nada, pero una vez más Tala supo interpretar ese silencio tan característico de él.
Wolborg retrocedió en el bey estadio dejando el espacio libre para que Kai se batiera contra Max sin interrupciones, así que Silke se limitó a hacer lo mismo.
-Una vez más tu y yo Kai. – Dijo el rubio sonriente, aunque algo incómodo por la clara desventaja.
Kai no devolvió el saludo, simplemente dirigió a Dranzer certeramente contra Draciel por sobre el plato congelado. El blade azul y el verde comenzaron a intercambiar golpe tras golpe, y el público volvió a estallar en gritos hacia ambos beyluchadores al comprobar que Silke y Tala no interferirían.
Plumas rojas golpeaban a Draciel que atraía el agua líquida que rodeaba el plato intentando protegerse con ayuda de esta, pero Kai resultaba demasiado veloz a diferencia de la última vez que Max había competido contra él.
-¡Draciel! – Le llamó Max a su compañero.
-¡Dranzer! – Gritó a su vez Kai.
La tortuga y el fénix se saludaron rugiendo con gran fuerza tras emerger de sus bits. Ninguna de las dos pensaba perder contra la otra, y era lo mismo que cruzaba por las mentes de sus amos.
-Será todo o nada Draciel. ¡Gravity Control! – Ordenó Max.
El agua se materializó en una gran ola que se levantó frente a Max, y que con gran fuerza se dirigió hacia Kai. Silke se vio sorprendida el tamaño de dicha cantidad de agua que por mucho era gigante comprarándola contra la de Emily y querer esquivarla sería algo imposible. Sin embargo conocía las capacidades de Kai, por o que preocuparse no era necesario.
-¡Spiral Fireball! – Correspondió Kai en el momento justo y adecuado dejando que la enorme Ola viniera hacia él.
Dranzer atravesó cual flecha el muro de agua llegando hasta Draciel quien se cubría detrás del elemento azul. El calor que produjo convirtió el campo de batalla en una densa neblina blanca que tras disiparse mostró a ambos jugadores empujando uno contra el otro, al mismo tiempo que Draciel y Drancer hacían contacto produciendo chispas en medio del soleado día.
Max y Kai comenzaban a respirar agitadamente, aquello era un desgaste de energía incomparable y cada vez sus blades se movían más y más lento, pero ninguno de los dos se rendía. Los ex Blade Breakers se miraron llenos de emoción.
-¡Gravity Control! –
-¡Spiral Fireball! –
Ambos volvieron a ejecutar sus mejores ataques a esa corta distancia ocasionando una explosión que creó una ola expansiva de vapor que llegó hasta las gradas de mayor altura del estadio.
Silke y Tala se cubrieron como pudieron al igual que sus blades que buscaron refugio debajo del puente de la maqueta. En esta ocasión la neblina tardó mucho más en disiparse, y Kai y Max se notaban igual de exhaustos, por lo que era imposible saber si alguno de ellos ya había perdido o el combate continuaría.
-¡Miren! Hay un blade aun moviéndose, ¡pero no logro ver cuál es! – Intervino DJ agudizando la mirada.
Cuando el ambiente volvió a encontrarse claro unos segundos después, fue el beyblade azul que había triunfado sobre el verde el que continuaba de pie sobre un desgastado plato lleno de grietas, trozos de hielo y charcos de agua.
-¡Los Blitzkrieg Boys ganan! – Gritó de inmediato el referee, y justo cuando Max cayó totalmente exhausto al agua, sintió como alguien lo sujetaba del brazo para evitar que se hundiera.
-Gran batalla Maxie – Le dijo Emily sonriente colocando el brazo de su compañero por encima de su hombro.
-Si… lo fue. – Dijo Max algo melancólico pero feliz por el resultado de su trabajo en equipo.
Rick solo sonrió algo decepcionado pero los rusos les habían ganado en buena ley, especialmente después de que ellos los habian dominado la primera mitad del encuentro.
Kai mandó llamar de vuelta a Dranzer que ya se encontraba fuera de balance, pero había durado hasta el último segundo. Silke y Tala recogieron sus blades también, se miraron satisfechos y salieron de la arena de vuelta a su banca.
-Calentar el agua fue muy inteligente de tu parte Silke. – Congratuló Ian tras la jugada improvisada de la chica que había valido la liberación de sus compañeros.
-Gracias, pero no fui solo yo, he aprendido mucho de ustedes, así que se los agradezco. – Correspondió con un movimiento modesto de su cabeza rindiendo respeto a sus compañeros que la habían enseñado por las buenas y por las malas.
Kai no dijo nada, sólo prefirió adelantarse al palco antes que los otros.
Silke se le quedó viendo algo desconcertada, había querido felicitarlo también pero había perdido la oportunidad.
-Olvídalo. – Le dijo Tala de pronto, como si supiera perfectamente lo que ella pensaba. – Él odia los cumplidos. – Comentó el pelirrojo cortante.
-¡No puedo creerlo! ¡Qué batalla tan magnífica! Primero los PPB All Starz parecían haber tomado el control sobre los Blitzkrieg Boys, de hecho me preocupó la forma en que Trygator dominó a Gekiryu, ¡eso no me lo esperaba! – Argumentó Brad emocionado.
-¡Lo sé! ¿No es increíble? ¡Pero Emily tenía todo fríamente calculado, otro poco y Trygator hubiera terminado en las fauces de Gekiryu y no hubiéramos tenido la magnífica batalla que presenciamos! – Opinó AJ igual de entusiasmado.
-Y estos beyluchadores realmente son honorables, fácilmente pudieron haber sacado a Max los tres juntos y decidieron darle a Max la batalla justa que merecía. – Recordó Brad.
-Se han ganado mis respetos Brad, este equipo sin duda ha sido el que mejor ha jugado el día de hoy, y ni se diga sobre sus atuendos, creo que sobre todos han sido los que más resaltaron. - Acentuó AJ.
-El único equipo que ha salido libre de la maldición de caer al agua, creo que podemos ir apostando desde ya que ellos llegarán a la final nuevamente. – Apostó Brad.
-Eso puedes tenerlo por seguro. – Lo respaldó su el otro comentarista. –
Acontecieron dos batallas más donde hubo más víctimas por parte de todos los equipos hasta que el tercer día de torneo concluyó. Ese día había resultado memorable para muchos y sobretodo muchas fans de ver a sus jugadores en bañador y mojados por supuesto. La gran mayoría de espectadores terminaron con la piel ligeramente enrojecida gracias al sol quien también presenció con ganas el espectáculo.
Cuando los equipos bajaron de sus palcos para retirarse a los vestidores, a los organizadores de la BBA les pareció buena idea realizar una última interacción entre los equipos y fans, por lo que condujeron a los jugadores por el pasillo principal que se encontraba abarrotado de aficionados que eran retenidos por una valla metálica detrás de la cual había otra valla humana de personal de seguridad que evitaba que los espectadores se abalanzaran sobre los deportistas, así que sólo les restaba terminarse hasta el último GB de memoria de sus cámaras, tablets y celulares recopilando foto tras foto, al igual que la prensa quienes tenían un espacio especial para la toma de los jugadores al pasar.
El equipo ruso como siempre era el rezagado, aunque en esta ocasión resultaba ser el favorito debido a que ni uno de sus jugadores había recibido castigo ese día. Lentamente se dirigían a la salida sin siquiera detenerse a saludar al público que aguardaba por ellos y su exquisita victoria, y pese a saber que era el equipo más serio, las porras no disminuían; sin saber en qué momento en la valla de seguridad, un pequeño niño de unos ocho años se escabulló corriendo hasta Silke que iba cerrando al grupo antes de que el personal lo detuviera.
-¡Espera niño! ¡No te puedes acercar! – Exclamaba un policía con el logo de la BBA sobre un brazalete blanco en el brazo izquierdo.
Silke se detuvo debido a la conmoción y se aproximó hasta el niño dejando que su equipo continuara avanzando.
-No pasa nada, todo está bien. – Dijo la chica serena al oficial mientras se agachaba para encontrarse a la altura del niño que se sorprendía de su buena suerte. –Hola, ¿cuál es tu nombre? – Preguntó simpática al jovencito de ojos azules y cabello negro.
-Massimiliano… - Respondió un poco tímido y de inmediato puso un banderín de tela blanca con el logo del equipo ruso frente a sí mismo para disimular sus mejillas sonrojadas. -¿lo firmaría…? – Dijo apenado.
Silke no esperaba aquello, así que tomó el banderín y pudo ver la mirada apenada del chiquillo.
-¿En… serio quieres que yo firme esto? – Le cuestionó dudosa de que un niño le hiciera esa petición.
Massimiliano asintió y le ofreció un marcador negro que llevaba en la otra mano.
Silke sonrió conmovida y puso su curveada firma sobre el logo de los Blitzkrieg Boys.
Sus compañeros varones miraban desde unos metros adelante, pensando que la alemana les hacía perder el tiempo.
-Listo, aquí tienes. – Dijo Silke devolviendo el marcador y la bandera, a lo que el jovencito asintió feliz y confiado, sin embargo sus pupilas azuladas se dirigieron furtivamente por encima del hombro de Silke hasta el resto del serio equipo ruso. La alemana se percató y volvió a hablarle al chico.
-Hey, a pesar de ser italiano los Blitzkrieg Boys son tus favoritos ¿verdad? – Preguntó Silke, siendo la corta respuesta de Massimiliano un sonido tímido pero asertivo. – Entonces, ¿qué te parece si vas a conocerlos? – Preguntó la chica animada ofreciendo su mano al pequeño quien temblaba de nervios y emoción, sin embargo tragó saliva y aceptó la mano de la alemana quien se puso de pie y desfiló con el niño de su mano hacia sus compañeros siendo coreada por el público que miraba detrás de las vallas.
A pesar de su intención, Tala, Kai, Ian, Bryan y Spencer no cambiaron su semblante amenazante que hizo detenerse al chico en seco un par de metros antes de llegar hasta ellos haciéndolo dudar si valía la pena arriesgar su vida por una tonta firma, a pesar de esto, Silke no lo dejó atrás.
-Oigan, quiero que conozcan a Massimiliano, su mayor fan. Massimiliano, te presento a Spencer, Bryan, Ian, Kai y el capitán Tala. – Dijo Silke gentilmente haciendo las presentaciones.
-"Silke deja ir al niño, no es a lo que nos dedicamos" – Dijo Tala dominante en ruso para que el pequeño no comprendiera nada.
-"Ustedes son los héroes de este jovencito, así que dejen de comportarse tan groseros y firmen esto, ¿o acaso ya se les olvidó la felicidad que este deporte les causaba cuando decidieron jugarlo por primera vez? Si ya no les importa entonces no hay razón para que estemos aquí." - Les remarcó.
Los cuatro rusos se miraron entre ellos, era verdad que en cierto punto habían llegado a odiar el juego por culpa de Boris, pero al ver al chico, con esos ojos llenos de brillo debido a estar frente a sus beyluchadores favoritos, algo en su interior resurgió.
Tala le sostuvo la mirada a Silke y pidió con la mano el plumón. A continuación firmó a un lado de la castaña y pasó el marcador junto con el trozo de tela a sus camaradas que firmaron también sin reproche alguno. Sin embargo Kai rechazó el banderín y lo devolvió a Silke sin firmarlo. La chica sabía que Kai era difícil de persuadir y no quería desencadenar una escena frente a niño, así que tomó el logo y antes de entregárselo al chico dijo unas palabras en ruso.
-"Deberías saber que hay hombres que prefieren hacer felices a los niños antes que otra cosa." –
Esas simples palabras al azar hicieron que el bicolor alzara la vista, dio un par de pasos rápidos hacia el pequeño y le quitó el trozo de tela para escribir su nombre, de inmediato lo devolvió y rápidamente se alejó en dirección al túnel de salida.
Sus camaradas rusos no pudieron disimular la estupefacción ante las inocentes palabras de Silke y el efecto causado en Kai.
-Hasta luego Massimilano, deséanos suerte en la próxima ronda. – Se despidió Silke moviendo la mano animadamente a lo que el niño asintió.
-¡Lo haré! ¡Muchas gracias señorita Silke! – Dijo el pequeño alejándose a donde su madre le esperaba. – ¡Se que podrá derrotar a Robert! – Alcanzó a gritar el niño con ánimo.
Silke cambió su expresión alegre a una más sensata, era cierto, aún le faltaba superar su prueba más difícil, que sería la siguiente ronda, y a juzgar por las jugadas de los PPB All Starz para eliminarla, Robert no demostraría piedad alguna ahora que sabía como atacarla.
La castaña entonces decidió caminar hacia la salida con su equipo a quienes encontró aún algo sorprendidos.
-¿Qué sucede? – Preguntó extrañada.
-Nada. – Declaró Tala avanzando en torno a los vestidores.
La castaña siguió a sus compañeros como si nada, aunque en la mente de los rusos solo restaba la actitud de Kai. Silke no lo sabría nunca, pero aquellas palabras solo hicieron que Kai recordara como su padre prefirió desafiar a Voltaire y seguir diseñando beyblades para hacer felices a los niños que crear armas de destrucción masiva. De verdad que había sido una sorpresa que el Hiwatari no la hubiera matado ahí mismo. Sólo él sabía lo que sentía con respecto a su propia historia familiar retorcida.
Al ingresar al vestidor de su equipo, sobre una banca se encontraba el uniforme de cada uno planchado y doblado, cortesía de Marie Angelique, quien también dejó una maleta vacía con una nota encima.
-"Dejen aquí sus bañadores. Atte. M.A." – Decía el papel en letras rosas con estrellas y corazones dibujados.
Silke tomó su ropa y se metió a un cubículo individual para retirarse finalmente esa escasa prenda infernal y volver a ser la misma de antes. El peinado que llevaba resultaba cómodo para contrarrestar el clima húmedo de Nápoles así que decidió dejarlo así por el resto del día. Tras unos minutos salió con el traje de baño doblado para encontrarse con su equipo ya preparado para salir. Depositó su ropa blanca en la maleta ya repleta de las otras prendas oscuras y se acercó al maletín de refacciones para recuperar su valiosa pulsera y colocarla nuevamente en la zurda donde estaría segura.
Decidieron sin siquiera discutirlo que lo mejor era salir antes de que la enorme cantidad de fanáticos volviera al muelle de salida desde el puerto de Nápoles, así que se dirigieron a donde las pequeñas lanchas en que habían llegado aguardaban.
Cuando volvieron a tierra firme luego de tomar la lancha de regreso la cual esta vez fue conducida por Spencer con responsabilidad, el sol ya comenzaba a ocultarse dándole al cielo matices de naranja y violeta con algunos puntos luminosos aún tenues. Tras las dos victorias sin bajas de aquel día, era el momento ideal de ir a celebrar.
-Oye Silke, prometiste que nos acompañarías a un bar. – Le recordó Bryan divertido al descender en el muelle aún vacío.
-Es verdad, eso fue lo que dije. – Respondió ella con una sonrisa cómplice.
-¡Deberíamos celebrar por las victorias de hoy! – se animó Ian.
-Supongo que es muy válido. – Accedió Tala cediendo ante la petición.
Kai solo se alejó del muelle para metros adelante dirigirse a sus compañeros.
-Vienen ¿o qué? – Preguntó fastidiado de que no se apresuraban.
Silke sonrió, parecía que sería una noche que disfrutarían como equipo y no solo como aliados.
Los seis comenzaron a recorrer la ciudad en busca de un buen sitio para beber unos merecidos tragos, pero el ambiente extremadamente ruidoso y abarrotado de los bares del malecón no era de su total agrado. Además de vez en cuando sentían flashes en su contra de aficionados que de inmediato aprovechaban para fotografiarlos.
Decidieron abandonar la zona más popular del barrio así que avanzaron calles arriba intentando llegar a un establecimiento más escondido sin tantos turistas, aunque conforme se adentraban parecía que el sitio que buscaban no existía del todo. De pronto se comenzó a escuchar el eco grave de música proveniente de algún sitio cercano. Caminaron por una calle iluminada pero con los negocios ya cerrados y dieron con una casona antigua que albergaba un aburrido negocio durante el día en la parte superior, pero en las pequeñas ventanas del sótano se veían haces de luz acompañados de una animada fiesta.
No hizo falta tratar de comprobar que era un lugar público y no privado, ya que había un pequeño letrero de fierro que en la parte de arriba decía: "Napoli Abogatti"; y en la de abajo el contrastante nombre de un bar: "Bar di un burattino" en remembranza al popular cuento italiano de pinocho.
Silke no estaba familiarizada con ese tipo de establecimientos sin embargo curiosa siguió a sus compañeros hacia el interior bajando unas escaleras que conducían por un pasillo en penumbras. Música moderna retumbaba en las viejas paredes recubiertas con pintura negra y líneas escasamente rectas en tintas de neón de varios colores como magenta, azul, verde, amarillo y naranja.
Al finalizar el pasillo había unas cortinas de terciopelo que al atravesarlas mostraron un ambiente lleno de vida, con jóvenes bailando divertidos en cualquier hueco libre del lugar con escasa iluminación azulada.
Habrían preferido retirarse a un sitio más tranquilo pero al reflexionarlo por un segundo se dieron cuenta de que la gente de ahí no eran precisamente fanática del beyblade por lo que a nadie parecía importarle que los Blitzkrieg Boys estuvieran en el mismo bar, algo que lo convertía en un buen sitio para beber un poco sin ser molestados.
Tala comenzó a avanzar entre la multitud seguido en una irregular fila donde Silke iba en medio y había sido lo más sabio ya que la alemana no dejaba de prestar atención a las divertidas actividades de todos esos jóvenes. En su recorrido por hallar una mesa, ella podía distinguir grupos de amigos de ambos sexos platicar y reír acompañados de tarros de cerveza y algunos otros tragos en vasos más pequeños estando de pie, en la barra, o en cómodos cojines a pocos centímetros del piso. Había una plataforma que simulaba un pequeño escenario donde de un lado se encontraba un joven de gorra con los brazos descubiertos llenos de tatuajes, quien aparentemente elegía la música que se escuchaba y a su lado un par de chicas con shorts y ombligueras bailaban de forma sensual al ritmo de la música mientras algunos chicos les chiflaban y se divertían con el ambiente que ellas dos creaban.
Algunas parejas no dejaban de bailar y ocasionalmente besarse en medio de todos los extraños, algo que hizo comprender más a Silke la forma de ser de su amigo Enrique a quien no le apenaba tener una, o dos, o tres amigas.
Tala se paró repentinamente cuando una chica con cabello violeta que llevaba una charola con algunos tragos se detuvo para preguntarle algo casi gritando.
-¿Tú y tus amigos buscan mesa? Tengo una justo a un lado de la pista, en seguida estoy con ustedes. – Dijo con acento melódico antes de continuar con su trabajo.
Tala siguió en la dirección que la chica le indicó y finalmente llegaron a una mesa grande que otra chica de cabello azul estaba terminando de limpiar.
-Buenas noches, por favor tomen asiento, aquí les dejo el menú. – Indicó en un sonido a penas audible debido a los altos decibeles de la música electrónica.
La chica se retiró y los seis tomaron asiento, Silke levantó uno de los menús y comenzó a leer la clase de alimentos que vendían en dicho local. En general todas las bebidas eran alcohólicas con nombres provocativos pero divertidos, y la comida consistía básicamente en botanas, así que le costó encontrar algo apropiado para ordenar.
Al poco tiempo la chica de cabello violeta y uniforme negro volvió hasta ellos con su libreta en mano.
-¿Estamos listos para ordenar? – Preguntó con una amable sonrisa agachándose hasta estar al mismo nivel que ellos.
-Queremos dos botellas del mejor Vodka. – Solicitó Tala en voz alta sin ver si quiera el menú.
-¿Muy bien, algo de comer? – Preguntó la chica tras anotar lo primero.
-Tres órdenes de Bruschetta. – Indicó esta vez Spencer.
-Anotado, ¿algo más? – Cuestionó de nuevo.
-Un Latte Machiatto por favor. – Solicitó Silke a la mesera.
-¿Va con algún licor tu Machiatto? – Le preguntó la chica.
-No, así está bien muchas gracias. – Le sonrió Silke luego de tener que gritar para ser escuchada.
La chica se retiró para traer lo solicitado y Bryan se le quedó mirando a su compañera.
-¿Es en serio? Creí que nos acompañarías a tomar. – Le dijo un poco decepcionado.
-Dije que los acompañaría más nunca dije que bebería. – Respondió con una gentil sonrisa.
-¿Y qué opinas de este lugar? – Preguntó Ian curioso al otro lado de la mesa.
-¿Qué? – Gritó Silke sonriente ya que era casi imposible escuchar a su compañero a medio metro de ella.
-¡Qué opinas de este lugar! – Gritó más fuerte Ian, por suerte esta vez Silke alcanzó a comprender el mensaje al el movimiento de los labios de su compañero.
-¡Es lindo!- Respondió gritando divertida por la situación.- ¡Aunque muy ruidoso! En seguida vuelvo – Agregó poniéndose de pie.
Los chicos la vieron marcharse entre la multitud, hasta que se detuvo a preguntarle algo a la mesera de cabellera azul, quien señaló hacia una esquina del ruidoso bar y Silke continuó su camino.
En seguida volvió la chica de cabellos violetas y dejó cinco vasos pequeños sobre la mesa, una cubetilla de acero con hielos, dos botellas cerradas de un agradable vodka Eslavo, tres platillos con humeante bruschetta y una simpática taza de porcelana rojiza con la mezcla de café invisible debajo de un lindo adorno de crema batida. La joven se retiró y los rusos procedieron a abrir las botellas para servirse un trago.
-¿Qué haces? – Preguntó Spencer a Bryan dándole un codazo cuando el de cabello grisáceo intentaba poner una módica cantidad de vodka en la taza de la chica.
-¿Qué? – Preguntó encogiéndose de hombros con una sonrisa divertida y sosteniendo aún la botella de vodka. Sin embargo las miradas de sus compañeros no compartían la travesura que estaba a punto de hacer. Al comprenderlo el ruso dejó la botella. -¡Era una broma! – Exclamó alzando las manos pretendiendo inocencia.
-Ella no bebe. – Dijo Kai en volumen inaudible, pero el movimiento de sus labios era suficiente para comunicar lo que él sabía. Tras ello, tomó el primer shot de vodka relajándose de la jornada de ese día.
Silke dio con el tocador de mujeres, el cual tenía en la puerta el símbolo de una bailarina de ballet sujetada por hilos, a diferencia del sanitario de caballeros que tenía lo que asemejaba la silueta de pinocho con cuerdas que caían a sus lados. La alemana entró y al cerrar la puerta detrás suyo sintió como los oídos le retumbaban aún del sonido grave que quedaba detrás de la puerta. La zona tenía tres cubículos y un gran espejo sobre un trío de grifos antiguos con los muros de ladrillo rojizo.
Silke aproximó sus manos hasta el grifo de en medio, abrió la llave y puso ambas manos para atrapar momentáneamente una generosa cantidad de agua y proceder a mojar su rostro. Repitió esto un par de veces frotando sus palmas de arriba a abajo. Cerró la llave y tomó una toalla de papel del dispensador para secarse. Se quedó mirando al espejo, se sentía muy cansada. La batalla contra los PPB All Starz la había dejado exhausta, tan solo esperaba poder aguantar hasta que la velada terminara para poder descansar en su cama. No quería mostrar su cansancio ya que el lugar en realidad le había gustado y salir casualmente con los chicos sin presiones le resultaba muy divertido y desestrezante.
-Bien, espero que ese machiatto me quite el sueño. – Se dijo a sí misma tras refrescarse.
La alemana se acomodó un poco el cabello cuando su reflejo se vio opacado por un repentino apagón.
En la pista, los gritos divertidos del corte de luz no faltaron, sin embargo en poco tiempo comenzaron a convertirse en gritos de pánico, mientras haces brillantes penetraban la completa oscuridad en la que siluetas corrían en dirección a la salida señalada por letreros fluorescentes.
Al comprender lo que pasaba, la música cesó y un correteo general se escuchó en todo el sótano.
Los Blitzkrieg Boys permanecieron en sus asientos bebiendo tranquilos pero alertas. Por alguna razón lo que acontecía no los sorprendía del todo.
-Acaban de arruinarnos la noche. – Sentenció Tala en penumbra tomando otro trago del transparente líquido, cuando las luces se aproximaban más a ellos.
Por su parte Silke apenas salió del baño y escuchó como una gran multitud abandonaba a empujones el bar, curiosa se aproximó guiándose de la pared que tanteaba, cuando una mano envolvió su nariz y boca impidiéndola de gritar y rudamente la jaló al interior del baño de hombres, donde su secuestrador cerró la puerta con seguro.
