¡Buenos días!

Agradezco infinitamente la paciencia... Y pido una gigante disculpa... No estaba en Hiatus ni mucho menos, pero vaya... Este capítulo sí que ha sido complicadísimo de escribir debido a que es muy técnico. La realidad es que como muchas y muchos de ustedes prevén, lo que viene a continuación es pura acción, y me temo que es más complejo describir acciones que crear charlas, y ha sido algo que en serio me está costando muchísimo trabajo, verán, escribí y borré el capítulo un par de veces, incluso antes de empezar a escribirlo me grabé a mi misma en un audio describiendo lo que se me venía a la mente y también lo deseché, pero, fue un avance :D Vi que ESE no era el camino que pretendía seguir, así que no me quedó de otra que intentarlo de nuevo, en especial porque requiero de inventar cosas que no salen en la serie, pero que pueda resultar creíble que existieran fuera de cámara. Estuve viendo películas de acción y analizándolas para poder escribir este capítulo, de hecho solo es la primera parte, por eso no resultará tan largo como los capítulos anteriores, yo en verdad no quería cortarlo, pero si me siento frenada por la segunda parte que aún no he podido resolver y ya van 6 meses que no actualizo, por lo cual también me siento en deuda con ustedes. Así que les dejo esta primera parte y con menos presión, espero que fluya la segunda pronto... ya verán a qué me refiero cuando descubran el embrollo en que metí a los Blitzkrieg Boys esta vez...

Quisiera responder sus amables reviews que siempre son tan emotivos para ayudarme a seguir adelante con esta historia que ya se acerca a la meta final O _ O

MaryMishe00

Misheeee!

Como estás nena? Perdón que no había podido actualizar... esperaba tu siguiente capítulo para bañarme de inspiración, pero creo que como tu hiciste con tu último capítulo, era justo y necesario publicar lo que ya tenía y que ya no se moverá.

Ay amiguita! Sabes que adoro dejarte en Shock... :P pero tu también ya agarraste esa costumbre! Y luego nos la pasamos hablando de Universos Alternos en lugar de actualizar XD jajajaja pero lo importante es que aquí seguimos!

Bueno, pues te dije que Silke tenía un evento desafortunado, espero que no haya más de esas trampas activas en el castillo Jürgens, así que espero Leela se encargue de verificar esos pequeños detalles, y aún sé que los hay porque recuerdas cuando Tyson llega al castillo de Robert y casi le corta la cabeza una guillotina? Bueno, de ahí nació la inspiración para este evento :( Pero ahí hace nuestra entrada sin querer queriendo Gekiryu! Me gusta esta unión de personajes porque te hace pensar que si Silke no hubiera caído en esa trampa, no hubiera obtenido la fobia y su mandre nunca le hubiera dado a Gekiryu . y entonces... tal vez no hubiera habido historia DDDX PERO! a veces las cosas malas, pueden traer cosas buenas, creo que es lo que se puede aprender de este accidente... Y... aún falta más parte densa! OMG!

Oh! Lo que mencionas de Marvel y Thor! No inventes! Te juro que la trama de mi fic la tenía planeada desde antes que anunciaran dicha peli y cuando lo hicieron yo si estaba asustada de que fuera a aparecer el Jörmungand, y afortunadamente no fue así, porque si pensé que iban a creer que me lo había fusilado xD pero no! eso se desmiente en el capítulo 4, donde Silke lucha con Kai y le gana, y dice al final: "...parecía una muñeca de porcelana, pero era una auténtica valquiria" Desde ahí ya iba dejando pistas hohoho

El diario me pareció una forma adecuada de resolver ciertas dudas sin meter a un nuevo personaje, y de esta forma dar un poco de la revelación que más tarde la princesa y Silke confirmarían, para así también justificar las acciones de Voltaire, Boris y el Black Drazer a quien creo le hizo falta más protagonismo en la serie.

Bueno bueno, MA tenía que tener una Bestia bit que inspire respeto y te de pesadillas en las noches haciéndote pensar en las cosas malas que hiciste, ya viste lo que le sucedió a Bryan... pero yo tampoco olvido que casi mata a Rei en la final del primer torneo mundial de Beyblade... creo que es Bryan era un completo psicópata, como dijo Boris, sin emociones y sin importarle hacer daño a los demás. Y sí, este capítulo fue guiado por ella, pero no te preocupes, aún tendrá el protagonismo en uno de los últimos capítulos :D

Awww Kai y Silke... a mi también me ha gustado el acercamiento entre estas dos gotas de agua y aceite, finalmente se pusieron de acuerdo y Kai eligió creerle, es un paso hacia una relación más sólida, en especial en tiempos desesperados, no lo crees? Y bueno, Tala finalmente explotó al perder aquello que aprecia más que otra cosa, y Kai protegió a aquella que lo había fastidiado por tanto tiempo, yo creo que vamos por el buen camino.

Que bueno que te gustó amiga, en verdad, me ha pasado que empiezo a leer un libro y de pronto me aburre y ya no lo termino, y en verdad es increíble para mi que luego de 28 capítulos te siga entreteniendo con mis ocurrencias.

Y en otras noticias espero que ya que estás de vacaciones sigas tu fic amiga! Porque si que me dejaste picada _!

Saludos llenos de fangirlismo! Besos y abrazos de parte de Robert y más que nadas míos por supuesto hasta Quito Ecuador! La capital con la mejor escritora de Beyblade del mundo mundial! En serio adoro tu fic! Espero que lo sigas pronto amiga! Porque ya empiezo a hacer teorías conspirativas de lo que sucederá xD

LEELA X ROBERT 1000000 #leelacuñadadeSilke

PD: SÍ SOY DIABÓLICA :D mwahahahaha!

Sarah Kilensky

Hola Sarah! Gracias de nuevo por estar al pendiente de mí por MP, me has auxiliado muchísimo a liberar la primera parte de este dramático episodio!

Pues si... no es un secreto que ya se acerca el final... o será el principio? Bueno aún no lo sé, pero haré todo lo posible para que sea memorable :D

Que bueno que te gustó la actuación de la Princesa, me parecía irónico que alguien tan glamouroso tuviera una bestia bit tan... "horrenda" creo que fue la palabra que usó Bryan para describirla jaja y quise jugar con las palabras que me han guiado desde que inicié este fic... "Si el mundo te da limones, has limonada", así que en este universo creo que es bastante común que una buena porción de los personajes jueguen Beyblade :P Con respecto a Gekiryu... ufff pues sí, es un secreto muy bien guardado y por las razones adecuadas, y ya ni se diga, otra bestia bit ultra poderosa... ambas clase 5 según la nomenclatura de la Abadía... qué podrá suceder!? O Kaisito! Sálvanos!

Y de tu fic amiga, sé que resultará deslumbrante, me emociona tan solo leer la sinopsis! Sé que al principio es difícil centrar las ideas (mírame, estoy que me corto las venas figuradamente xD) pero una vez que lo logras visualizar en tu mente es casi como si lo vieras animado por Toei Animation, así que "Gambate" Esfuérzate al máximo!

Te mando toneladas de inspiración y besos y abrazos! n_n Seguimos en contacto querida!

vi

Amiga! Que increíble honor me has otorgado con las palabras tan dulces de tu Review! En verdad muchísimas gracias por tus elogios! Yo también me quedé con ganas de más beyblade de esta primera generación, de hecho espero cruzando los dedos por que animen una cuarta temporada con los personajes clásicos de Beyblade para ver a estos chicos ya más maduritos, porque aún tienen un gran séquito de seguidoras hohoho! He estado investigando mucho para este fic y pues creo que el señor Rasputín estará contento de aparecer en esta historia como el fondo de Boris, yo también me lo imaginaba como el Rasputín de Anastasia, un poco egocéntrico y bastante serio en sus estudios macabros, así que me pareció ideal para ser quien explique todo al menos en papel. Con respecto a Silke sentía que luego de todo lo que pasó con los BB y en especial lo que Kai la ha hecho vivir, sólo algo absurdamente aterrador podía ser su fobia y estoy tan agradecida con que les haya complacido...! Y desde luego esa escena de Tala! Bueno, todo el fic se vio tranquilo y en cierto punto cómodo con la presencia de Silke, pero siempre he visto a Tala más como un intermediario entre las personalidades de Silke y Kai, y aquí se vio perfectamente que su personalidad y autoridad no se han perdido para nada, ni porque Silke sea una dama, si alguien se mete con su equipo... afrontará feroces consecuencias. Así mismo, vimos una faceta más tranquila de Kai, porque él tiende a ser sumamente calculador y demostró comprensión para con Silke, algo visto hasta 28 capítulos después del inicio de este fic!

Pero bueno amiga mía, ya aquí seguimos con el siguiente reto para nuestro adorado equipo, ¿qué pasará? Descúbrelo con una bolsa para evitar hiperventilar porque sí está cardiaco! OMG!

Te mando un fuerte abrazo amiga!

PD: Sí! Que Aoki le eche un ojo a este fic y yo me desmayo de felicidad! x,D

EileenAgreste

Hola amiga! Bienvenida! Muchas gracias por tu interés, espero que este capítulo te entretenga ^^ se me ha ido el corazón escribiendo estas escenas tan complicadas para Silke y los chicos jeje, te envío saludos!


Capítulo XXIX

Moscú descansaba plácidamente en esa madrugada del día lunes, faltaban solo cinco días para la gran final que se llevaría a cabo en Alemania sobre el torneo mundial de Beyblade; el mundo giraba sin sospechar que afuera de una vieja y lúgubre fortaleza de tres siglos de edad, seis soldados se dirigían hacia una impensable batalla. Decididos avanzaban sigilosamente, uno a uno preparados y alertas, hasta alcanzar las escalinatas del edificio principal. El equipo se desplazó en línea recta, ya no era necesario buscar entradas ocultas, sino acceder por aquella que resultara más directa.

Tala, quien iba al frente alzó la diestra con el puño cerrado cinco metros previos a la escalinata, todos se detuvieron detrás suyo. El pelirrojo aseguró el perímetro, se puso en cuclillas consiguiendo que su equipo lo imitara manteniendo un perfil bajo para comunicarse.

Kai lanzó un rápido vistazo a la puerta que les permitía acceder a la Abadía, las luces secundarias se hallaban encendidas debido a la sobrecarga propulsada por Gekiryu; la energía eléctrica de respaldo se mantenía restablecida en esos sectores.

-¿Qué opinan? – Cuestionó Tala, para él todo parecía tranquilo hasta ese momento, sin embargo le interesaba saber si alguno de sus camaradas había observado algo fuera de lo común.

-No hay rastros físicos de ninguna de las bestias bit.- Confirmó Spencer.

-Todo luce tranquilo Tala. – Agregó Bryan.

-Tal vez hayan entrado por la cúpula que Gekiryu rompió. – Intuyó Ian.

Silke no dijo nada, apenas y conocía el lugar, pero tampoco resaltó nada que llamase su atención.

-Muy bien, sigamos adelante. – Confirmó recibiendo aceptación de todos.

Atravesaron la primera puerta sin mayor problema, luego de que Ian hackeara la cerradura con rapidez; aún se veían papeles y objetos personales de algún guardia de seguridad en la recepción cubiertos de polvo, pero ningún indicio de que algo más hubiera ingresado a la abadía por esa entrada. Traspasaron dicha sala sin demora.

Adelante, se abría a la gran explanada principal donde Boris había retado a Tyson y a su equipo para proponer a Alexander como contendiente a enfrentar al gran talento japonés previo a la final del primer campeonato.

Las cosas marchaban bien, la abadía lucía tan desierta como su hermana en San Petersburgo, excepto que se encontraba iluminada. No tenía caso intentar llegar al otro lado resguardándose con los muros del edificio, aunque ninguno de los seis podía bajar la guardia.

Sus pisadas suaves se hundían quince centímetros en la nieve recién caída esa tarde cuando el convoy se desplazaba con Ian al frente, seguido por Tala y Kai, Bryan, Silke y finalmente Spencer.

Una ligera perturbación en el viento alertó al más alto de pronto.

-¡Cúbranse! – Gritó Spencer entrecortadamente cuando afiladas dagas lo sujetaron por detrás de ambos hombros, logrando que perdiera su fusil de asalto de las manos.

Una veloz silueta se deslizó sobre las cabezas de los Blitzkrieg Boys lanzando una fuerte ráfaga que consiguió tomarlos por sorpresa llevando a Spencer consigo. De inmediato los chicos se propulsaron para alcanzar las piernas de Spencer mientras se elevaba; Ian y Bryan se sujetaron de la pierna izquierda y Tala y Kai de la derecha para evitar que lo abdujera.

Una gran ave semejante a un buitre se descompensó en su despegue al recibir peso extra, impidiéndole incrementar la altitud más allá de cuatro metros, ocasionando que apretara con mayor fuerza los músculos superiores del rubio quien se sujetaba con sus manos de las gruesas patas del animal para evitar que su piel se desgarrase.

Silke había caído sobre la nieve con aquel viento inesperado, sin embargo al observar lo que acontecía alzó su arma desde su posición y apuntó al pájaro, disparando en dirección de aquella bestia bit, acertando a la base de una de las alas próxima al torso del animal.

De inmediato soltó un fuerte graznido por su largo pico y comenzó a aletear desesperadamente sin poder más con la carga, así que soltó a Spencer haciendo caer al equipo ruso al centro del patio.

Ágilmente se pusieron de pie cuando su compañera los alcanzó llevando consigo el fusil de Spencer.

-¡Corran! – Exclamó ella pasando a un costado a toda velocidad, ya que había advertido la trayectoria del ave, que aunque herida volvía por un nuevo intento de ataque.

Los Blitzkrieg Boys se dirigieron con rapidez al próximo edificio, Kai decidió cubrir al grupo en la última posición dispuesto a dispararle al ave a una corta distancia. Bryan e Ian sobrepasaron a Silke quien no era tan rápida además de llevar consigo el pesado fusil. Bryan llegó hasta una gran puerta doble de metal y la empujó con fuerza logrando abatirlas, permitiendo que Silke e Ian entraran, luego Tala y Spencer seguidos por Kai quien trató de dispararle al ave en la cabeza, sin embargo esta lo predijo y juntó ambas alas hacia abajo propulsándose hacia el cielo rápidamente esquivando la bala.

Kai ingresó y fue entonces que Ian y Bryan cerraron las puertas colocando el grueso y pesado pasador metálico que atravesaba ambas puertas. La luz se hallaba tenue proviniendo de algunos focos en el piso que circundaban diversos bey estadios colados directamente en el pavimento de piedra.

Todos respiraban un poco agitados tras haber sido sorprendidos de esa manera.

Tala de inmediato se encargó de revisar a su compañero quien presentaba la ropa sobre los hombros rasgada y manchas rojas que comenzaban a expandirse.

-Estaré bien. – Afirmó Spencer sin cuidado moviendo su cuello para dar masaje a sus hombros adoloridos.

-Sé que sí. – Dijo Tala sin discutir. Conocía la resistencia de su camarada pero era imposible que los hubieran emboscado de esa forma en su propio terreno. Las heridas no eran tan profundas y aun así, tenían toda la intención de producir más que daño.

Silke se aproximó y colocó sobre las manos de Spencer el arma que éste portaba.

El rubio solo la miró e hizo un agradecimiento silencioso con un movimiento de cabeza el cual Silke correspondió de la misma forma.

-No la distinguí bien, pero, ¿no se trataba de una de las bestias bit de Latin Blast? – Preguntó Bryan a sus camaradas.

-¿Qué haría Hindor aquí? – Se extrañó Spencer.

Un sonido grave y metálico desde la puerta concluyó la conversación, poniéndolos en alerta y agrupándolos al centro de la sala. Instintivamente todos apuntaron a las puertas que empezaban a deformarse en la parte superior.

-Si queremos llegar hasta el Jörmundgander será mejor desistir de esta batalla. – Dijo Tala sin quitar su dedo del gatillo.

-Eso me gusta, sigan al siguiente nivel y yo los cubro. – Se ofreció Ian aproximándose a uno de los estadios.

-Apresúrate. – Aceptó Tala guardando su arma para dirigirse a la puerta que atravesaba aquella área de beyestadios.

Silke se miró con Kai quien asintió, Ian podía arreglárselas solo por lo que no desperdiciarían los valiosos segundos que les otorgaba.

Spencer y Bryan abrieron las siguientes puertas que resultaban más pesadas que las primeras debido a que tenían un mecanismo automático, así que los cinco miembros restantes se adelantaron dejando a Ian atrás.

El ave consiguió torcer las puertas lo suficiente como para ver a una de las presas adentro y enfureció al distinguir que las otras cinco habían desaparecido. Con mayor desesperación se impactó una y otra vez contra la barrera metálica que cedía a cada embestida acercándola más a su propósito.

Ian había retirado un ladrillo específico contiguo a un plato de beyblade cercano, tranquilamente extrajo de su interior dos cilindros de aluminio y sonrió divertido.

La bestia voladora lucía más molesta, sangraba de un ala pero aun así miraba fijamente al chico sedienta de venganza.

-Esto sirve para mover el mecanismo de trampas en los beyestadios, pero también es altamente explosivo. – Comentó travieso al lanzar uno de los contenedores de gas hacia el ave que se introducía dificultosamente a la sala por encima de las puertas retorcidas.

Ian le disparó antes de que comenzara a caer detonándola con gran fuerza, algo que hizo enfurecer más a la bestia bit que se lanzó aturdida hacia el pelinegro.

Los Blitzkrieg Boys escucharon el tronido y se apresuraron a continuar avanzando, pocos metros hacia la izquierda del pasillo, un hueco en la pared de ladrillo se alzaba verticalmete. Tala se introdujo primero y desapareció, luego Bryan y Spencer. Silke no dudó y se metió también seguida por Kai.

Aquel túnel era oscuro, con aroma a moho y la temperatura decrecía al deslizarse quién sabe cuántos metros hacia alguna dirección desconocida en el interior del edificio.

Silke finalmente salió de aquella resbaladilla encontrándose con sus compañeros en un nuevo pasillo con el acabado en bruto de la roca natural, unos segundos después apareció Kai. No tuvieron tiempo para abordar el siguiente plan cuando resonó otro estruendo mucho más cercano a ellos y del túnel apareció Ian acompañado por trozos pequeños de piedras tras él.

-Esa salida ya se encuentra clausurada. – Certificó convencido de su gran trabajo al sacudirse un poco su chaleco.

-No podemos volar cada salón donde aparezca una bestia-bit. – Habló Kai con seriedad, tarde o temprano tendrían que luchar.

-Habrá que trazar un nuevo plan. – Decretó Tala mientras su equipo atendía. – No sabemos cuantas bestias-bit hayan sido atraídas por Gekiryu, pero es probable que todas se comporten tan agresivas como esta y no hay suficientes recursos para enfrentarlas a todas. No olviden que la principal misión es llegar hasta el Jörmungand sin importar lo que cueste y detenerlo antes de que este asunto se expanda afuera de la abadía. – Pausó.- Es probable que tengamos que separarnos. –

Silke se preocupó por ese tema, descargó el cargador de su pistola y verificó el número de proyectiles.

-Aún me quedan siete balas, ¿algún consejo para llegar hasta Gekiryu? La última vez me perdí por completo. – Preguntó Silke tras revisar el cargador de la Lugger y calcular sus propias posibilidades.

-Kai, ¿en qué lugar encontraste a Silke? – Preguntó Tala de pronto.

-En el nivel 11. – Respondió Kai.

-Este complejo tiene 20 sótanos. – Le informó Spencer.

-¿Vaya… tan abajo llegué? – Se sorprendió Silke, no parecía haberse desplazado tanto.

-No te preocupes por perderte. – Le dijo Tala. – Este sitio es un laberinto pero podríamos decir que su intención más bien es la de no poder volver a subir. Es muy sutil pero los pasillos están construidos con una mínima inclinación hacia arriba, además de contar con inyectores de oxígeno los cuales suministran cantidades superiores de oxígeno a mayor profundidad manipulando tu percepción, te hace creer que vas ascendiendo cuando en realidad te atrae hacia abajo, y eso es lo más peligroso, ya que hay trampas y mecanismos que se activan con sensores.-

-Las trampas son más obvias de lo que crees, pero la desesperación de tratar de salir es la que ocasiona que caigan fácilmente en ellas, procura usar tu sentido común.- Sugirió Spencer.

-Todos los caminos llevan a Roma. – La despreocupó Ian.

-Aunque nos separemos, llegarás al nivel 19, lo distinguirás ya que es el único con piso de mármol blanco y una gran altura.- Afirmó Bryan.

-Solo hay una puerta visible para acceder al último nivel, y se supone que hay otras dos escondidas, como sea nos reagruparemos ahí de ser necesario. – Acordó Tala.

-De acuerdo, no lo olvidaré. – Aquello era más que suficiente para Silke, a pesar de no conocer aquel complejo confiaba en su equipo, y ellos en ella, la misión sería completada. – Sin embargo, tengo algo importante que decirles también. – Confesó ella.

-¿De qué se trata? – Preguntó Kai con seriedad e interés.

-Es acerca de Gekiryu, si se lo encuentran quiero que tengan toda la información que pude recolectar; el Jörmundgand es una serpiente con el cuerpo tan duro como las más fuertes aleaciones que existen, de acuerdo a la leyenda, una bruma púrpura y venenosa se apoderó del cielo cuando este emergió de las profundidades, fue por eso que intuí la posibilidad de crear Violet Mist, y lo más importante, todos sus colmillos poseen un potente veneno, el cual mató inclusive al Dios del trueno Thor, no tengo idea de que pueda ocasionar en otras bestias bit y mucho menos en una persona, por eso nunca lo usé pero debe ser sumamente letal, solo manténganse a distancia. – Aconsejó Silke, le dolía admitir que su amigo fuera ese monstruo tan peligroso.

- ¿Y qué hay de Moinemerlyon? No sé qué fue lo que me hizo antes, pero sentí una gran desesperación dentro de mí. – Se preocupó el de cabello gris, no había sido una experiencia agradable el recordar la excitante sensación de herir a otros.

-Si se encuentran a ese monje, huyan, no pueden ganarle, físicamente no es muy fuerte pero su poder telepático es incomparable, ya que se aprovecha del remordimiento de las personas, todo aquello que forma un vacío obscuro en nuestra mente, si lo miran a los ojos, estarán perdidos. – Respondió Silke con total seriedad.

-En pocas palabras, es mejor que tratemos de seguir adelante siempre que se pueda. – Afirmó Tala. –Camaradas, ya tienen sus órdenes. Andando. – Concluyó tras una breve pausa.

El grupo volvió a acomodarse con la alineación previa y avanzaron por el túnel de roca en dirección norte; monitoreaban el perímetro constantemente, atravesaron un par de puertas y una amplia ventana horizontal que daba a un laboratorio iluminado pero sin ninguna reacción en su interior, así que continuaron por el pasillo. Hasta ahora solo se escuchaba su andar, pero no podían confiarse nuevamente como en la explanada superior.

Repentinamente una débil sacudida desplomó algunas rocas de la parte superior del abrupto pasillo obligándolos a replegarse contra el muro. Extrañados se mantuvieron en silencio buscando la fuente de ese movimiento. Pasaron algunos segundos, y cuando pretendían avanzar, la sacudida volvió de forma debilitada.

-Se está alejando. – Habló Ian en un volumen bajo.

-Suena a que hay algo corriendo encima de nosotros. – Opinó Kai.

-Prosigamos con cautela. – Indicó Tala.

El grupo continuó detrás de Ian hasta donde el pasillo doblaba a la derecha, sin embargo el que iba a la cabeza se detuvo repentinamente extrañado.

-¿Qué sucede? – Cuestionó Tala de inmediato.

-Mírenlo por ustedes mismos. – Dijo Ian sin sarcasmo haciéndose a un lado.

El tono de Ian no le gustó nada al pelirrojo. Se aproximó autoritario e igualmente alzó ambas cejas con asombro.

-De… ¿dónde salió todo esto?- Se cuestionó incrédulo.

Bloqueando la continuidad del pasillo se montaba una enramada de esbeltos troncos de un árbol de hojas grandes, palmadas y brillantes que sobresalían del piso y los muros. Las hojas presentaban un saludable color verde esmeralda, algo imposible a esa profundidad, sin luz solar y con poca temperatura.

-¿Una bestia bit? – Preguntó Silke ingenuamente.

Kai se aproximó al suelo irregular y comprobó como las ramas atravesaban el pavimento con precisión de manera igual sucedía con el techo. -No, se trata de algo más…- Respondió sin una respuesta segura.

-Podemos volver por el pasillo hasta llegar a uno de los laboratorios. – Propuso Bryan, la maleza era muy espesa para atravesarla con rapidez.

-No, iremos por aquí, quiero entender el significado de esto. – Decidió Tala.

El grupo se introdujo entre las ramas, quebrando algunas de ellas con el paso de sus cuerpos, conforme iban cruzando, su ropa se atoraba débilmente con algunas espinas de los esbeltos troncos. Las grandes hojas dificultaban la iluminación, pero finalmente superaron ese obstáculo tan inusual saliendo a un pasillo con piso de ladrillo obscuro.

Ian se adelantó unos metros a la siguiente intersección, que formaba una "T" con respecto a su pasillo, revisó cuidadosamente desde la esquina que nada los asechara en ninguno de los dos caminos, se dio la vuelta para indicar a su equipo que todo estaba tranquilo hasta que algo llamó poderosamente su atención.

-Silke tienes un… - Señaló el pelinegro a la cabeza de la chica.

Ella no entendía en lo absoluto a que se refería, sin embargo sus compañeros también se encontraban desconcertados con lo que caminaba sobre su cabello.

-Silke. – Le llamó Kai con autoridad. – No te muevas. – Ordenó a lo que ella se extrañó y no pudo evitar preocuparse cuando distinguió un palo oscuro tocar su frente.

Lentamente sintió como algo se desplazaba de su cabeza hacia su rostro, obedeciendo a Kai, no realizó movimiento alguno, ni siquiera un parpadeo.

Los Blitzkrieg Boys evitaban llamar la atención del arácnido que caminaba sobre su compañera. Los ocho ojos de la enorme tarántula los analizaban con escaso interés, mientras que Silke observaba cual científico los largos colmillos y el abdomen del artrópodo cubierto de pelos que se sentían cual seda mientras rosaban su rostro.

La araña siguió su camino sin prisa alguna hacia el hombro derecho de la chica quien se había puesto pálida de la impresión, pero conservaba la compostura como le habían indicado, fue entonces que Kai se atrevió a poner su palma cerca de las patas delanteras de la araña consiguiendo que esta se subiese para colocarla sobre una de las rocas de aquel pasillo excavado en el subsuelo y siguiera su camino.

Silke exhaló incrédula ante aquel encuentro cercano, y sus compañeros notaron como no le había agradado en absoluto.

-¡No te desmayes! – Pidió Bryan abriendo las palmas. – Sólo era una araña. – Trató de calmarla.

-¡No quieras engañarme! ¡Eso…! ¡Eso! ¡Era una tarántula! – Exclamó sacudiendo la cabeza, no quería pensar que de hecho le había caminado por la cara.

-Es extraño – Afirmó Kai sensato.

-¡Por supuesto que lo es! ¡No soy una experta pero esos arácnidos no existen en Rusia! – Se desquitó incómoda conteniendo los nervios.

-Ella tiene razón, no es un hábitat propicio para que un animal de ese tipo sobreviva. – Obvió Spencer mirando al árbol una vez más ahí.

-Esto significa algo realmente importante…- Declaraba Tala cuando distinguió una silueta detrás de su compañero más joven. – ¡Ian! ¡Cuidado! –

El pelinegro no se había percatado del equino que se localizaba a sus espaldas, de inmediato saltó hacia su grupo, entre aquel animal blanco y lanudo y la barrera natural con hojas que se alzaba tras ellos.

-¡Al-rassopi! – Pronunció completamente segura la castaña.

Sus compañeros también lo reconocieron, la bestia bit de Kahina los observaba relinchando molesta, meneaba su cabeza blandiendo ambos cuernos como si se tratase de espadas.

Ian no se contuvo y disparó una sola vez, sin embargo no le hizo ningún daño al bicornio, la bala fue tan rápida que no se notó donde rebotó. Aquel animal se aproximaba lentamente hacia ellos, acorralándolos. Después de unos segundos de analizarlo, Silke notó lo mismo que en su duelo con Kahina, ese no era el verdadero.

-Esa cosa solo está ganando tiempo, trata de intimidarnos pero no ataca. – Mencionó Silke convencida.

-¿Cómo estás tan segura? – Preguntó Spencer dudoso.

-Al-rassoppi es muy rápido, tiene ventaja en este momento y no hace nada, tal vez sea una trampa. – Respondió Silke.

Tala levantó una piedra del suelo y la lanzó sin fuerza al animal descubriendo que solamente lo atravesaba. Nada más que una ilusión.

-No podemos quedarnos aquí y averiguar que trama, sigamos. – Ordenó el líder.

Los seis ignoraron aquella vívida imagen del bicornio, sobrepasándolo sin recibir daño alguno por parte de este, llegaron hasta la intersección donde Silke, Ian y Bryan se detuvieron mirando en dirección Oeste, Kai, Tala y Spencer al Este, ya se encontraban rodeados.

El túnel que doblaba a la derecha, tenía al fondo una silueta que se iba aproximando aclarándose con las luces del mismo. Se trataba de un mamífero con grandes dimensiones, un pelaje abrigador oscuro y un par de cuernos sobre su cabeza. Como si no fuera suficiente, del lado contrario se encontraba el verdadero Al-rassoppi, tentando a sus presas contando con su pata delantera.

Los seis se pegaron contra sus espaldas al centro de la intersección.

-Rockbison y Al-rassoppi. – Notó Tala de reojo a la otra criatura. – Disparen a las patas. – Ordenó.

Ambas bestias se lanzaron contra ellos con singular velocidad, planeando embestirlos, Rockbison se acercaba pesadamente haciendo que todo el túnel temblara bajo sus pies, fracturando los ladrillos donde pisaba; Al-rassoppi corría con mayor agilidad y de pronto su silueta se separó convirtiéndose en dos.

Los seis se mantuvieron quietos, aguardando, Silke sentía un poco de ansiedad pero se apegaba al modo de actuar de sus compañeros.

Ian observó minuciosamente a través de la mira de su rifle como la silueta derecha de Al-rassopi resplandeció de forma extraña por un instante.

-Tengo a Al-rassopi. – Anunció Ian tranquilo.

-Aguarda a mi señal. – Indicó Spencer quien a su vez apuntaba con su fusil a los pies del bisonte.

Silke tenía listo el dedo sobre el gatillo, pero esperaba no fuera necesario tener que disparar, ya que tenía muchas menos balas que sus compañeros, aun así apuntaba a las rodillas del equino.

-Silke, cuando den la señal, te pegas contra la pared. – Susurró Tala sin quitar la vista de Rockbison.

Silke solo tragó saliva, evitó moverse y se concentró en lo que fuera que pasaría a continuación.

Ambos mamíferos redujeron en escasos segundos la distancia segura que había de por medio.

-¡Ahora! – Gritó Spencer cuando quedaban cinco metros libres, fue entonces que Ian aprovechó para disparar a discreción a una de las pezuñas del Al-rassoppi verdadero. Inmediatamente la copia desapareció y el bicornio tropezó torpemente rodando por el suelo. A la par, Spencer se limitó a disparar varias veces al techo un metro al frente, ocasionando que una lluvia de escombros confundiera al bisonte.

Rápidamente el equipo se dividió en dos, Ian, Tala y Bryan se introdujeron en la intersección, Kai, Silke y Spencer prácticamente se adhirieron al muro de ladrillos, dejando que el bisonte pasara sobre el cuerpo de Al-rassoppi colisionando con él. El bicornio exclamó herido al ser embestido por el gran toro, el cual cayó sobre sus cuatro patas al otro lado del túnel.

Por mero instinto Al-rassoppi trató de ponerse de pie, pero el peso del bisonte le había lastimado todas las extremidades. Relinchaba desesperado produciendo un eco escandaloso el cual rápidamente iba disminuyendo de intensidad.

Silke sintió pena por él, pero ese pudo haber sido el destino de su equipo si no se hubieran defendido.

-Uno menos. – Sonrió Ian.

Rockbison consiguió reponerse, realizó un fuerte movimiento con sus patas delanteras y se dedicó a jalar la piedra debajo de sus poderosas pezuñas en dirección a los que se refugiaron junto al muro.

-Pero qué interesante… - Dijo Kai para sí mismo al notar como el bisonte prefería enfrentar a los que estaban libres sobre el corredor, a aquellos que yacían atrapados con un muro verde tras ellos.

Silke se asustó al ver como el rumiante planeaba embestirlos de nuevo, recelando del miedo se colocó a un lado de Kai apuntando, cuando este la detuvo.

-Este toro sí que debe detestarme. – Sonrió sorprendido Kai al descubrir sus ojos profundos en él. -Sigan adelante, me quiere a mí. – Se divirtió, no pensaba que las bestias bit fueran tan rencorosas.

Silke se preocupó, aquella bestia bit era enorme y tenía una fuerza aplanadora, lo había comprobado en su combate con los PPB All-Starz. ¿Cómo podría Kai contrarrestarla usando solo balas?

Rockbison bufó enfurecido y se preparó para atacar otra vez, así que el bicolor tomó la iniciativa.

-Estoy de humor para una corrida de toros, ¡sígueme! – Exclamó Kai divertido echando a correr al túnel en dirección Este.

El bisonte no perdió tiempo así que emprendió su arranque esquivando el cuerpo inmóvil de Al-rassoppi, produciendo fuertes vibraciones bajo los pies de los presentes a quienes dejó atrás para ir en búsqueda de Kai.

Silke se mantuvo lo más pegada a la pared que pudo, hasta que Spencer le llamó la atención un segundo después de que Rockbison se retirara.

-¡Vamos Silke! – Gritó corriendo en dirección al túnel Oeste.

La castaña miró por un segundo la enorme silueta desvanecerse en el pasillo; le deseó suerte a Kai y se volvió para seguir al resto de su equipo.


Kai poseía una excelente condición física, y pese a que Rockbison disminuía constantemente la distancia entre ambos, le costaba trabajo girar en las esquinas, donde perdía valiosos segundos en que su presa se escapaba.

El bicolor continuaba corriendo sin preocupación alguna, conocía perfectamente su ubicación, y en ese nivel no se encontraban sensores de ningún tipo. Perder al bisonte no sería tan difícil pero aquella no era su intención, era preferible detenerlo a que re apareciera más adelante.

-"Bien, por aquí se encontraba aquel foso con serpientes." – Pensaba calculando como conseguir que la bestia bit de Rick se quedara sin espacio para embestir en aquella habitación profunda donde Boris se divertía torturando a los chicos que se ejercitaban con cientos de ofidios venenosos tres metros abajo.

Diferentes salas y laboratorios se cruzaban a los costados del pasillo sobre el que iba, ya no le faltaba mucho, sin embargo la furia de Rockbison se incrementaba, y lo demostraba bufando agresivamente.

Kai sonrió, una vuelta más y estarían ahí.

Al virar a la izquierda se detuvo de golpe chocando con un muro de piedra rojiza natural que se levantaba cerrando el camino. Se notaba la sorpresa en sus ojos, aquello no debía estar ahí, era como si una montaña hubiera crecido desde el piso hacia el techo.

-¡Demonios! – Gritó Kai apretando los dientes ya que su plan se había visto frustrado por una razón ajena.

De inmediato, Rockbison lo alcanzó y Kai se deslizó ágilmente por un costado dejando que el toro se impactase contra ese muro, corroborando que era sólido e irrompible.

El animal se lamentó, había sido un inesperado golpe que lo había atolondrado, dificultosamente se puso de pie, y trató de girarse hacia Kai.

El serio beyluchador alzó una ceja, tendría que usar una estrategia diferente.

-Eres un mal perdedor. – Retó a la bestia haciéndola enfurecer, consiguiendo que mugiera y emprendiera algo mareada la persecución una vez más.

Kai volvió por el mismo camino, sin embargo veinte metros adelante donde el corredor se dividía en dos en forma de "T", decidió detenerse recargado en la pared, algo que el toro no desaprovechó y se dirigió contra él concentrando todo su peso y fuerza en su cabeza.

-Espero que no haya otro muro "mágico" detrás de mí. –Se dijo sarcástico con media sonrisa.

Rockbison llegó en pocos segundos hasta el joven, levantó su cráneo y consiguió golpear a Kai en el abdomen, el cual se sujetó de la cabeza de la res salvaje, y en lugar de quedar aplastado contra el muro, este se quebró detrás suyo revelando que se trataba solo de un cristal que se hacía pasar por piedra.

La energía que propulsaba el toro lo hizo desplazarse dentro de un laboratorio, Kai se mantenía aferrado de uno de los cuernos de la bestia bit y con su mano libre sacó su pistola, apuntó hacia uno de diversos sensores en forma de platones metálicos que cubrían el techo y al notar una reacción se soltó cayendo ágilmente sobre sus pies. Su atacante lo quiso seguir pero descargas eléctricas provenientes de los platones en el techo lo paralizaron de inmediato.

Rockbison luchaba por no sucumbir ante la energía que rápidamente lo debilitaba, su visión de Kai se volvía borrosa, mientras que el chico no se movía.

-Esta habitación se construyó para someter a los animales que se convertirían en bestias bit, debo decir que nunca le encontré utilidad hasta hoy. – El bicolor se dio media vuelta y avanzó hasta una puerta cercana, escuchando como gemía cada vez más débil la bestia bit de Rick. –Pelearemos en otra ocasión. – Sentenció antes de abandonar ese laboratorio.


El grupo ya había descendido por medio de una rampa al siguiente sótano, ingresaron por una puerta recorriendo un amplio salón de entrenamiento, repleto de aparatos tecnológicos adquiridos para mejorar la fuerza de los soldados de BioVolt. Transcurrieron diez minutos hasta que se encontraron con una intersección en forma de cruz.

Silke alzó la vista hacia sus compañeros, curiosa por como resolverían el acertijo a continuación.

-Dividámonos. – Recomendó Tala. – Ustedes tres, tomen el camino que lleva debajo del laboratorio de pruebas; Spencer, conmigo, usaremos la ruta larga. –

-Nos veremos abajo entonces. – Asintió Ian a la par con el de cabello gris.

-Tengan cuidado. – Susurró Silke antes de seguir a Bryan por el túnel del centro.

Tala se giró con Spencer a su lado ingresando por el túnel de la izquierda.

-Creo que lo está haciendo bien. – Opinó el rubio a su compañero.

-¿Cuántos salen de la abadía y quieren volver nuevamente? – Preguntó Tala.

-Solo aquellos que no ven más que ladrillos. – Opinó Spencer, podía contar con los dedos de ambas manos a las personas que habían superado el temor a dicho lugar.

-Tú lo has dicho. Siento que hubiera sido ayer que esquivábamos trampas y destruíamos armas de fuego con nuestros beyblades para volver a la superficie. – Comentaba Tala recorriendo cada ángulo con sus pupilas.

-Y yo siento que Boris hubiera demorado en calibrar esas armas, dejaron a más de uno con miembros amputados en el mejor de los casos, y extrañamente se encontraba molesto, por un segundo creí que realmente le importábamos, pero más bien eran sujetos que ya no podrían participar en sus pruebas de ingeniería genética. – Se lamentó.

Tala se mantuvo pensativo, Spencer estaba ahí desde los siete años, era uno de los supervivientes más longevos de la abadía. – Nunca te pregunté si tendrías un número aproximado de los chicos que ese maniaco capturó a lo largo de todos estos años. –

-A algunos solo los vi una vez, otros reaparecían después con un físico distinto y la cabeza hecha un lío; si estos muros pudieran hablar… Creo que sería casi el doble de mi cuenta inicial de quinientos.

-Ya veo… - Continuó Tala frunciendo el ceño cuando observó una cámara de video que resultaba tener un diminuto foco rojo encendido sobre un costado. – Antes de irnos necesitaremos borrar toda la evidencia. – Recordó con seriedad.

-¿Si Voltaire se enterase del Jörmundgander…? –

-Luego de jugar a su antojo con mil almas, entre ellas las de su nieto, sería capaz de todo y ni siquiera nosotros podríamos evitarlo. – Opinó Tala de mala gana girando al llegar a la esquina. - El abuelo de Kai solo finge haber vuelto a negocios más tradicionales, pero en el fondo sigue siendo aquel que permitía todas la atrocidades de Boris, con una ambición difícil de satisfacer. Si tuviera que deshacerse de Silke lo haría sin remordimiento alguno, y peor aún, pensé que Kai habría cambiado pero después de Alexander me doy cuenta que es el legítimo heredero de su abuelo. –

-Bryan me contó todo, como Kai permitió que Alexander lastimara a Silke… Pero, - Spencer pausó repasando en su mente algo que llamó su atención. – Fue el único que te hizo frente para que liberaras a Silke, no lo sé, tal vez no sea como el viejo. –

-Una y otra vez quiero creerlo, pero él siempre se preocupa por sí mismo antes que los demás, y eso nunca va a cambiar… - Tala no pudo continuar con la plática, puesto que una exclusa sobre el techo metros al frente permanecía abierta.

Spencer lo advirtió también, quitó el seguro de su fusil y aguardó junto a Tala. Permanecieron atentos, algo se veía fuera de lo común.

Se escuchó un sonido, era algo pequeño, pero el sonido se multiplicaba. El pasillo se mantenía libre, y solo se reflejaba la luz que provenía de tiras de led en la parte más alta del muro, bajo el techo curvo.

De pronto cayó una figura amorfa de la exclusa, no era muy grande, sin embargo se distinguió por sus grandes ojos, cola larga y esponjada, avanzó unos centímetros hacia ellos y chilló retándolos, entonces, más individuos exactamente iguales cayeron por la exclusa impidiéndoles seguir de frente, ahora había cerca de una cincuentena de pequeños primates.

-¡Ha! – Sonrió Spencer notoriamente emocionado por enfrentar a otra de las bestias bit de Latin Blast. – ¿Esto será como en Israel, no te parece? –

-Aquella vez en Tel Aviv el número de enemigos era real, aquí sólo hay uno, será una molestia desperdiciar tantas balas encontrándolo. – Se concentró revisando con cuidado si era posible distinguir al original como lo habían hecho con Al-rassoppi.

Tras un nuevo chillido corto, dos decenas se lanzaron contra ellos, obligando a Spencer a enviar una ráfaga de balas en su dirección. Un porcentaje superior al 40% de las balas impactaron en los blancos desvaneciéndolos pero aquellos micos resultaban ser ágiles y escurridizos; los rusos comenzaron a retroceder por el pasillo lentamente, ya que Hitus continuaba multiplicándose ganándoles terreno.

Un simio brincó apoyándose contra la pared, usando su cola para balancearse y tratar de saltar hasta el rostro de Tala. El pelirrojo alzó su arma y disparó certeramente desapareciendo a la copia, sin embargo sintió como algo se clavaba en su pierna derecha, justo encima de su bota.

-¡Suéltame! – Exclamó moviendo su pierna con fuerza, lanzando lejos al pequeño. Tala hizo una mueca desagradable, aquello le había dolido.

Así mismo Spencer comenzó a perder la puntería cuando algunas copias de Hitus brincaban alcanzando a morder sus brazos.

-¡Son un fastidio! – Se quejó enojado con pequeñas perforaciones sobre su piel desnuda con un poco de sangre. Ciertamente no tenían mucha fuerza, pero la cantidad estaba consiguiendo superarlos.

Tala contaba sus balas, ya solo le quedaban cinco, tendrían que improvisar antes de que se terminasen.

-¡Dispara contra el techo! – Ordenó a Spencer.

El rubio acató la orden consiguiendo darles un poco de ventaja, y emprendieron el camino a toda velocidad de regreso por donde llegaron.

-¡Sólo me queda un cartucho! – Exclamó soltando el cargador que llevaba el fusil y colocando el de repuesto que llevaba en una bolsa de su cinturón.

Tala se incomodó por aquello, aún se encontraban en el séptimo nivel, ¿cómo se suponía que llegarían hasta el veinte sin municiones?


El trío llevaba a cabo su avance sin problemas, sin embargo hacía algunos minutos que se había escuchado el sonido de disparos provenientes de la dirección en que Tala y Spencer se habían separado de ellos.

La castaña había tenido el impulso de regresar pero no dijo nada, se sentía intranquila por la mitad de su equipo.

-Están bien. – Habló Ian sin distraerse de su vigía.

Silke se irguió enseguida, no pensaba que su preocupación fuera tan evidente.

-Apoyo a Ian, no tienes por qué estar tan tensa. – La convenció Bryan en su andar por un pasillo que lucía interminable.

Silke torció levemente los labios, tenía mucha curiosidad, así que con más confianza, se atrevió a preguntarle a sus compañeros por aquel lugar.

-¿En serio vivían aquí? – Dijo sin rodeos.

-Es increíble ¿no? – Respondió Bryan sin molestarse en lo más mínimo.

-Y no solo éramos nosotros, estoy casi seguro que había unos trescientos chicos cuando yo llegué. – Confesó Ian.

-Pero no entiendo, ¿cómo fue que Boris mantuvo esto en secreto por tanto tiempo? – Preguntó ella impresionada por todo lo que se encontraba construido debajo de la abadía que se alzaba arriba.

-Las mentiras le resultaban muy fáciles, además de que tenía coartadas para todo. – Prosiguió Bryan.

-Ciertamente había niños que genuinamente estaban aquí como fachada, solo venían por las mañanas a entrenar y se iban a sus casas antes del anochecer, no tenían ningún talento especial, sin embargo los que sí eran útiles llegaron por mano de Boris. – Continuó Ian.

-Por mano de Boris… quieres decir que… - Se sorprendió por lo que iba a decir. - ¿Los secuestraba? –

-En algunos casos - Admitió Ian. – recogía a la escoria de la ciudad, otras veces venían por voluntad propia, y en limitadas ocasiones los buscó específicamente a ellos, como a Kirill.-

-¿En serio? – Se asombró la castaña.

-El maldito tuvo suerte, su padre era detective, y luego de que lo asesinaran, Kirill cobró venganza por mano propia, Boris fue a sacarlo del tutelar de menores, insistiendo que en su abadía el joven purificaría su pecado, aunque solo hizo todo lo contrario. – Aclaró Bryan.

A Silke le dio escalofríos escuchar eso, Kirill había tenido una infancia cruel; prefirió no indagar en ello.

-Y tú, ¿cómo llegaste aquí Bryan? – Preguntó al más alto.

-Bueno, Tala me encontró en la calle cuando me quedé solo, mis padres buscaron una mejor vida en Europa, no teníamos mucho dinero, así que consiguieron pasaportes falsos y éramos una familia de ocho, por lo que al llegar a la frontera nos dividimos, yo era el mayor, me tocó ir solo pero me descubrieron y no me dejaron salir, el resto de mi familia se fue sin mí. – Expresó el de cabello grisáceo despreocupado.

Silke no pudo concebir aquello.

-Eso no estuvo bien. – Se atrevió a decir impotente.

-No, pero quien soy yo para arruinar el plan de otras siete personas. En fin, Boris nos vio durante el invierno en un callejón de Severodvinsk, nos ofreció asistir con él a una academia para chicos sin hogar, nos subió a una camioneta con otros tres muchachos y llegamos aquí, no era como esperábamos pero al menos dormíamos sin hambre. – Comentó con media sonrisa.

Silke miraba al suelo, aquello sonaba espantoso.

-Si eso te pone triste, mi historia te hará llorar. – Dijo Ian divertido atrayendo la atención de su compañera. – Yo era el menor de tres hermanos, y mi familia tenía un buen salario, pero gastaban más de lo que podían pagar por lo que siempre se encontraban endeudados, vivíamos en la ciudad de Vladimir, sin embargo, yo tenía las mejores calificaciones en mi escuela, incluso me adelantaron un par de cursos, y ¡oh sorpresa!, llegó un carta de una academia, la cual me ofrecía una beca completa y un incentivo monetario para mis padres; sin dudarlo me enviaron a Moscú, recibieron sus cheques, nunca hicieron preguntas, no tenían idea de que casi moríamos aquí, así que jamás les interesó que yo regresara y, preferí quedarme aquí. –

-Lo… lamento.- Pronunció ella sin saber que más podría decir. No sabía quién era peor, si Boris o los padres de sus amigos.

-No lo sientas, fue duro, pero nos superamos, después de unos años éramos los únicos que tenían derecho a alimentos decentes y camas cómodas. – Sonrió Ian.

-Aun así este sitio es horrible. – Opinó abrazándose a sí misma.

-Son trucos mentales, nada más que eso. – Aseguró Bryan.

-Y… ¿Qué hay de ti? ¿Alguna historia triste que nos puedas contar? – La tentó Ian.

Silke cerró los ojos y mostró una media sonrisa.

-Quedé huérfana a los nueve años. – Comentó sin mucha emoción.

Ian y Bryan se mantuvieron en silencio, no tenían la menor idea de aquello.

-Eran… buenos contigo. – Supuso Ian.

-Se preocupaban por convertirme en una dama y a Robert en un caballero. Eran una pareja muy feliz, a pesar de que mi padre le llevaba veinte años a mi madre, siempre se veían tan enamorados, hasta que papá se fue a cerrar un negocio a África y… - Silke pausó momentáneamente. – Volvió al día siguiente en un avión privado, había colapsado, algún insecto lo picó, y lo tenían dentro del castillo aislado, incluso los doctores usaban trajes especiales para atenderle, mi madre no soportaba verlo así, ella era médico, así que estuvo con él atendiéndolo sin protección… ella también se enfermó pero estuvo con él hasta el final. Se fueron juntos. – Terminó Silke aquel relato con dicha y tristeza a la vez.

Los jóvenes se miraron silenciosos entre ellos.

-Debió ser difícil. – Dijo Bryan.

-No tanto. – Negó Silke con la cabeza. - Gekiryu estuvo ahí, me dijo que la muerte no era el final, así que me dio ánimo para seguir adelante, además tengo a Robert, a mis primos y… Los tengo a ustedes. – Concluyó feliz.

Ambos se animaron tras escuchar aquello de una chica que llevaba menos de un mes de conocerlos.

-Siempre nos tendrás, si formas parte de este equipo será para siempre. – Aseguró Bryan.

-En las buenas y en las malas. – Completó Ian.

Silke sonrió delicadamente, aquellos chicos que alguna vez consideró problemáticos y bruscos, habían resultado ser todo lo contrario, más que un equipo eran una familia.

Finalmente consiguieron llegar hasta una zona donde la energía eléctrica se cortaba repentinamente pero al fondo se notaba una pantalla de luz delicada. El agujero principal que Gekiryu había excavado siete pisos arriba.

Bryan se aproximó cautelosamente a la enorme circunferencia, primero vislumbrando la lejana luna y las estrellas que poca luz proveían, en seguida revisó el pasillo que continuaba al otro lado y se iluminaba metros adentro el cual no representaba ningún peligro, finalmente contempló el vacío: oscuro, profundo y silencioso.

-Sería la forma más rápida de llegar hasta donde se encuentra Gekiryu, lástima que no tengamos equipo de rappel. – Comentó Ian.

Bryan tomó una pequeña piedra y la lanzó al vacío, preparado con su pistola, esperó alguna reacción además del ruido causado por esta, la cual rebotó por un largo minuto hasta dejar de escucharse sin respuesta metros abajo.

-Bueno, creo que es seguro bajar por aquí al menos al siguiente nivel. – Declaró satisfecho ante la prueba.

Ian le puso el seguro al fusil y con ayuda de la cinta que lo sujetaba en ambos extremos lo colocó tras su espalda para el descenso.

Silke hizo lo mismo, guardó su pistola en el cinturón que portaba y observó al pelinegro orientarse de espaldas al vacío, al mismo tiempo Bryan se colocó pecho tierra sobre el piso a la orilla para sujetar a Ian de la mano y que le fuera más fácil caer dentro del siguiente pasillo.

El más joven lo consiguió y revisó que fuera seguro.

-¡Libre! – Gritó a sus compañeros.

Bryan asintió.

-Bien Silke, ahora tú, te balancearé e Ian te atrapará abajo, ¿estás lista? – Preguntó su compañero más fornido.

Silke asintió, no permitía que sus nervios se interpusieran en la misión, no ahora que la mitad de su equipo se había quedado atrás. La alemana imitó a Ian lo mejor que pudo, colocándose en cuclillas de espalda al vacío, bajando primero una pierna y luego la otra, entonces recibió el apoyo de Bryan quien le daba la mano con firmeza. Pronto Silke pudo ver a Ian, quien aproximaba una mano hacia ella, entonces Bryan la balanceó un poco y la soltó para que el pelinegro la tomara de la otra mano. Silke se sujetó de Ian quien la alejó del vacío.

-Gracias. – Dijo Silke.

-No hay de qué. – Respondió el otro, cuando Bryan quien era mucho más alto que los dos, bajó por sí mismo con suma facilidad, sólo se columpió por un instante y estuvo un metro dentro del pasillo en medio de sus compañeros.

-Si no me equivoco adelante hay una escalera. – Recordó Bryan sujetando su barbilla.

En ese momento, escucharon un ruido peculiar proveniente de los escombros en el agujero irregular, instintivamente se asomaron con cautela, cuando Ian sintió algo a sus espaldas que llamó su atención.

-¡Quítate! – Exclamó Ian empujando con fuerza a Bryan hacia el muro donde se encontraba Silke.

Un ave de tamaño menor a Hindor había pretendido atacar al más alto, pero su compañero advirtió el ataque recibiendo el golpe de lleno, sin embargo se alcanzó a sujetar de una pata del animal que graznó con sorpresa, cayendo los dos por el precipicio.

-¡Ian! – Gritó Silke al túnel vertical tras haber contemplado todo horrorizada, solo para descubrir que no se veía su compañero por ningún lado.

Bryan se recuperó y comprendió lo que había sucedido. Falborg había intentado tomarlo por sorpresa e Ian lo había evitado.

-No… - Negó incrédula la castaña con la mirada empequeñecida en medio de una desenfrenada angustia. Todo había sucedido tan rápido que le era imposible procesar que uno de sus compañeros ya no estuviera.

Bryan los ojos incómodo y dio la espalda al agujero.

-Vámonos. – Ordenó a la chica.

-¡Cómo puedes decir eso! –Gritó Silke fuera de sí. No entendía la indiferencia en Bryan. - ¡Ian…!-

Bryan la sujetó rápidamente por los hombros.

-¡Él tomó su decisión! ¡Hizo un gran sacrificio para que nosotros podamos continuar! ¿¡Y así es como lo honras!?- Exclamó con el ceño fruncido imponiéndose ante ella.

Silke sintió un fuerte dolor en el pecho, su mente no lo aceptaba y Bryan lo comprendió, así que la soltó y habló con más calma.

-¡Todos sabíamos en qué nos estábamos metiendo! ¿¡Lo sabes tú!? –

Silke cerró los ojos, inhaló un desagradable suspiro y controló sus emociones. A continuación solo asintió. No podía acobardarse justo en ese momento.

-Sigamos. – Indicó Bryan avanzando hacia el pasillo que se iluminaba metros al frente seguido de la chica.

El camino resultó encontrarse libre de cualquier percance, y aunque Silke sentía que estaba dejando a un herido Ian a su suerte, continuaba la misión que ella misma se había dispuesto a cumplir ya fuera por cuenta propia o en equipo. Pasaron varios minutos y llegaron a las escaleras, por lo que avanzaron hasta un piso más abajo, adentrándose a zonas más peligrosas que las superiores. Bryan notaba como Silke soportaba el mal trago de hacía algunos minutos, y aunque él no lo demostrara, quería ver cuanto antes al más joven de sus amigos.

Ambos se paralizaron tras escuchar un sonido rasposo detrás suyo. Silke sintió un escalofrío recorrer su espalda al momento de confirmar en los ojos de Bryan que "algo" los acechaba a sus espaldas.

El ruso movió ligeramente sus labios, indicando que se adelantara, a lo que Silke asintió de manera casi imperceptible. Ella no podía mirar hacia atrás pero Bryan tenía bien medido al blanco. Un segundo más tarde, Bryan giró ágilmente desenfundando mientras la chica corría hacia el fondo del pasillo, entonces Wyborg se deslizó serpenteando en dirección a Bryan que asestó un disparo rozando el vientre del ofidio deteniéndolo momentáneamente, dándole tiempo de escapar y alcanzar a Silke.

Ambos corrían por el pasillo principal que se cruzaba con otros exactamente iguales. Bryan observaba como Wyborg comenzaba a alcanzarlos, y las nueve balas que le quedaban no serían suficientes para detener al escurridizo reptil.

-¡Aquí a la derecha! – Señaló.

Se metieron por un corredor más amplio donde había muchas puertas a los periféricos del camino; Bryan se adelantó un poco y abrió la cuarta de la derecha, Silke se introdujo y alcanzó a distinguir a la serpiente en la esquina del pasillo. Bryan cerró la puerta y echó el cerrojo, en seguida verificó el estado de su compañera, respiraba muy agitada y presionaba la parte baja de su abdomen, no se había equivocado con su reciente plan. Se escuchó un golpe tras la pesada puerta de metal que resguardaba lo que lucía como una bodega con repisas a los lados repletas de instrumentos de laboratorio entre matraces de cristal, botellas con algunos reactivos y equipo de seguridad, aun así tranquilamente él se deslizó hasta el centro de la habitación, tentó con las yemas el piso hasta que ubicó una argolla camuflada, levantando con la mano una trampa que conducía al nivel inferior.

-¡Rápido Silke! – Indicó, a lo que ella se apresuró hacia la salida.

Todo se estaba complicando, y no podían desaprovechar ninguna oportunidad. Soportó el dolor de su cuerpo y se introdujo decididamente por la puerta redonda sobre el piso, se sujetó del borde y se dejó caer metro y medio hacia abajo sintiendo ardor en la planta de sus pies. Acelerando su percepción, verificó que no hubiera peligro.

-¡Libre! – Le comunicó a Bryan, de la misma forma en que Ian lo hizo para que bajara lo antes posible.

-Perfecto, en ese caso sigue adelante, nos veremos después. – Respondió con una amplia sonrisa mientras soltaba la puerta sellando la comunicación de ambos pasillos.

-¡No! ¡Bryan! – Gritó sin que él la escuchara.

La puerta de metal cedió cayendo pesadamente y Wyborg se alzó cual cobra enseñando su herida en su parte reptante. Exhibía sus colmillos perversa y probaba el aroma de su víctima con ayuda de su lengua bífida.

-¿Creíste que dejaría que siguieras reptando libremente por aquí? – Retó Bryan con su pistola en mano.

Wyborg lucía molesta, miraba fijamente a Bryan esbozando su dentadura; lentamente inició su avance hacia él, no sentía prisa alguna puesto que lo tenía acorralado.

-A Ian le funcionaba bien manejarte, pero siempre tuve una teoría de como vencerte. – Dijo antes de probar su punto, cuando disparó a un anaquel junto a la puerta, perforando un extintor de tamaño mediano, consiguiendo que todos los químicos salieran a presión impactando a la serpiente directamente en la cabeza confundiéndola de inmediato ocasionando que se retorciera golpeando con su cola en todas direcciones.


Silke no podía volver hasta donde su compañero la había llevado, una vez más se encontraba sola en aquel espantoso lugar. Se sentía molesta consigo misma, ya que estaba completamente segura que Bryan se había percatado de su fatiga y lo último que quería era abandonarlo también.

Cerró los ojos por un instante, pensó bien las cosas, eran un equipo, debía tener más confianza en ellos y sus acciones, y a su vez probarlo haciendo su parte, llegar hasta Gekiryu y detenerlo.

-Ian, Bryan, Spencer, Tala… Kai. – Pronunció sus nombres. – No los defraudaré otra vez. – Juró en medio del corredor y prosiguió hacia el camino que recorría mayor distancia entre sus flancos.

En medio del agobiante silencio, Silke sentía la necesidad de llevar su arma en la mano, pero si la sorprendían podría perderla para siempre, así que la mantuvo en su cinturón sin el seguro puesto adelantándose a una pronta respuesta. Le preocupaba no encontrar el camino hasta Gekiryu, pero todos le habían asegurado que se reagruparían en ese punto, en especial tras observar los diferentes caminos que se encontraban ocultos, por lo que no podía darse el lujo de ser la última en llegar. Le tomó más confianza a esa antigua abadía y verificó antes de doblar las esquinas que no hubiera trampas a la vista como los beyblades que la sorprendieron en su última visita. Recorrió un pasillo particularmente largo por aproximadamente cinco minutos, sin puertas o ventanas, el cual sólo tenía una salida que viraba hacia la izquierda, y en ese momento, Silke dudó si continuar por ahí. Había escasa luz, apenas un par de focos que se reflejaban en una superficie líquida y oscura que se encontraba esparcida a lo largo y ancho del pasillo, donde podía sentir el aroma de una ciénaga con el agua ligeramente estancada.

-¿Pero qué es todo esto? – Se cuestionó incierta.

Había llegado hasta una zona repleta de oscura vegetación, troncos mohosos que se pegaban a los muros, lianas húmedas con hojas en descomposición que colgaban de ellas opacando los focos del techo y un espejo líquido negro a sus pies; había logrado llegar hasta ese sitio tras varios minutos, sin otras salidas visibles, por lo que volver no era una opción. Decidió seguir verificando que nada la pudiera tomar por sorpresa, y se animó a caminar por la orilla mojando sus tacones con aquella agua.

–Espero que no esté muy profundo… - Pidió apoyándose del muro con la diestra empezando a caminar con más velocidad para llegar lo antes posible al otro lado que lucía con mayor cantidad de luz, pero podía sentir como había objetos debajo de sus pies, invisibles a causa de la turbia agua y la baja iluminación. Estando una tercera parte dentro del charco, Silke notó con desagrado que se volvía más y más profundo cuando el agua estaba alcanzando sus rodillas, si aquello continuaba terminaría nadando hasta el otro lado.

La penumbra se volvía más densa, distinguió algunas cortezas de troncos flotando y el agua se percibía cada vez más fría, pero no se daría por vencida, ya se encontraba a la mitad de aquel obstáculo. Sus piernas luchaban contra el volumen del agua por avanzar con rapidez, creando ondas crecientes hacia el frente, aunque curiosamente, una onda inversa chocó con ellas rompiendo el ritmo, obligando a Silke a alzar la vista asombrada.

Su primera impresión fue que tal vez su imaginación le estaba jugando una mala pasada, sin embargo diferenció un trozo de tronco cercano a la orilla del lado contrario que se movió ligeramente, así que siguió con la vista el objeto oscuro teniendo precaución cuando éste se levantó del agua y rugió con fuerza, sacando la mitad de sus dimensiones mostrando su hocico repleto de dientes.

Silke no se dejó intimidar, y antes de que pudiera alcanzar su arma, Trygator movió su cola oculta bajo el agua golpeándola en el centro de su cuerpo, la propulsó tres metros atrás a la parte más profunda de la ciénaga robándole todo el aire. Acto seguido se lanzó a buscar a su presa en su terreno.

Silke estaba muy asustada y aturdida por el fuerte latigazo, no tenía oxígeno y el agua turbia no le permitía distinguir que era arriba o abajo, pensaba que todo iba a terminar ahí, cuando pudo distar entre las partículas del agua una mancha de luz. No perdió el tiempo y nadó hacia ella lo más rápido que su pesada ropa le permitía. El caimán la divisó en seguida y movió con mayor fuerza su poderosa cola para alcanzarla.

Silke llegó a la luz y sintió como su mano salía fuera del agua, al mismo tiempo Trygator impulsó el agua entre ambos, expulsando a Silke por un agujero, tirándola de cabeza al pasillo siguiente. Silke alcanzó a poner ambas manos antes de golpearse la cara contra lo que parecía ser el piso de piedra seco e iluminado y comenzó a toser de inmediato tratando de reponerse, en eso escuchó un rugido proveniente del techo y se dio la vuelta distinguiendo parte del hocico de la bestia bit de Emily, rugiendo desesperada desde arriba, debido a que su cuerpo no le permitía seguir por esa amorfa abertura.

Silke no entendió lo que veía al inicio, el agua no se precipitaba y se mantenía en el piso superior como si hubiera una barrera invisible; en ese instante no podía darle una explicación razonable en la que aplicaran las leyes de la física, además, sabía que no estaba a salvo ahí, así que se levantó con dificultad y se alejó lo más que pudo antes de que sus piernas la traicionaran y cayera al suelo exhausta diez metros más adelante.

-Un minuto… solo… - Pronunció entrecortadamente permitiéndose descansar sobre el piso.

Sentía frío a causa de la ropa empapada, el frío aire que aspiraba conseguía que su garganta le doliera si inhalaba con rapidez, sus manos comenzaron a temblar ligeramente. Abrió con dificultad sus párpados, y a lo lejos vio lo que parecían ser pistolas cargadas con beyblades. Muy lentamente se puso de rodillas sin hacer el menor ruido para evitar activarlas.


Bueno queridas y queridos lectores... hasta aquí la primera parte con mucho suspenso, la segunda parte vendrá muy pronto, les vuelvo a agradecer la paciencia y les comento que tengo ya algunas soluciones pero me falta ponerles desarrollo, así que nos vemos muy pronto, en verdad, aquí sigo, este fic no se acaba hasta que se acaba!

Saludos y que tengan excelente semana!

PD... el shippeo ya no tarda...

PD2 La verdad es que como me costaba seguir escribiendo este capítulo, ya tengo buena parte de lo que será el capítulo 31, así que ese se publicará muy pronto después del 30 :D yei!