1.1. Arco de los Piratas de Buggy.

Disclaimer: Es solo un Fanfiction, One Piece no me pertenece a mí, pertenece a Eiichiro Oda... Créditos de las imágenes a quien corresponda.

No estaba seguro si seguir subiendo más capítulos, pero visto que les gustó a algunas personas, seguiré, y subiré dos capítulos hoy.

Muchas gracias por tomarse el tiempo para leerlo.

Fecha Inventada: 15 / Mayo / 830.

Este capítulo es más una descripción de lo ocurrido en el manga desde la perspectiva de Nami, con tan solo algunas cosas nuevas agregadas que no afectan nada realmente, como lo son pensamientos, e interpretaciones de algunas situaciones, por lo que en este capítulo no hay realmente cambios a la historia como lo habrá en capítulos posteriores.

Era una mañana tranquila cuando llegó un pequeño barco pirata a las costas de una isla no muy conocida, la cual era la base temporal de un pirata, que se le conocía por robar muchos tesoros y dejar solo destrucción a su paso, pero aquel pequeño barco no estaba siendo tripulado por piratas, solo llevaba a Nami abordo, que justamente acababa de robar ese barco junto con sus tesoros, al ver a lo lejos la bandera de un gran barco pirata cuyo Jolly Roger era un payaso, no pudo evitar dirigirse hacia allí, a pesar de lo peligroso que pudiera resultar, pero había hecho una apuesta sobre robar a ese pirata, además ella sabía la fama que tenía el pirata payaso, de robar muchos tesoros y reunirlos en un solo lugar, lo cual resultaba perfecto para una ladrona de piratas como ella.

[Esto es perfecto, no solo cumpliré la apuesta con ese loco, sino que también obtendré mucho dinero, y así podré estar más cerca de cumplir la meta.] - pensó Nami para sí misma.

Mientras pensaba en ello logró con gran rapidez infiltrarse en la base donde los piratas tenían sus tesoros, habiendo calculado el tiempo preciso para entrar, robar y salir, demostrando la experiencia que había adquirido en tantos años robando a piratas, sus habilidades de sigilo y engaño eran sin igual, incluso las cajas fuertes no representaban una dificultad para ella, pero al entrar en aquella sala grande llena de tesoros se sorprendió al ver una caja fuerte que era diferente, puesto que a pesar de ser pequeña estaba muy bien asegurada, y daba la impresión de ser lo más valioso dentro de la sala, a lo cual se dispuso a abrirla, le llevó un poco más de tiempo de lo normal, no era común en ella concentrarse en algo que la pusiera en peligro, pero su curiosidad pudo más, al abrirla vio un mapa, se alegró al pensar que sería un mapa que indicaba donde se esconde un tesoro mucho más grande...

Ø "¡No puede ser!" – exclamó subiendo la voz, su cara se llenó de sorpresa al abrirlo.

["es... es... el mapa de...Es el mapa para llegar al Grand Line"] – pensó con una gran sonrisa en su cara.

No sabía si estar feliz o preocupada, porque el mapa la podría conducir a unos tesoros muchísimo más grandes de los que habían en la habitación, pero no conocía a nadie que haya ido y vuelto, y los rumores que se dicen de aquel lugar eran mucho más tenebrosos que cualquier historia de terror, el lugar era llamado el cementerio de piratas.

Estando sumida en sus pensamientos y preocupaciones, no tuvo en cuenta el tiempo que se demoró allí, se percató de la situación al escuchar unas pisadas acercándose, ya no tenía tiempo de robar nada, solo podía llevarse lo que tenía en la mano, ya robaría el resto en otro momento, salió con rapidez por la ventana del quinto piso. Cuando los piratas que entraron a la habitación vieron que la caja fuerte estaba abierta dieron el aviso a sus compañeros para que buscaran inmediatamente al ladrón, pues estaban seguros sobre qué les pasaría si su capitán se enterara que los habían robado, especialmente algo tan importante como aquel mapa.

Nami corrió a todo pulmón hacia el puerto, para poder escapar, pero no contaba con que había piratas allí y tuvo que huir de ellos.

Ø "No puedo dejarme atrapar" – se dijo a sí misma - "y mucho menos cuando... al fin estoy tan cerca de lograrlo." – esbozo una sonrisa.

Después de correr intentando escapar de ellos durante bastante tiempo, empezó a perder velocidad, se sentía cansada, cuando pensó que ya no podía seguir, sucedió un milagro, algo cayó del cielo.

Ø "¿Qué pasa?" – se cuestionó al no entender qué sucedía.

Pero no fue algo lo que cayó, fue alguien, un muchacho el que cayó justo entre ella y sus perseguidores, al darse cuenta de ello, aprovechó la situación a su favor, fingiendo que aquel joven era su jefe y escapando dejándole el problema a él.

Nami decidió esconderse a esperar que se calmara todo, pues quedaban muchos piratas patrullando la zona, era mejor prevenir y esperar una oportunidad para escapar, decidió ir por los techos, serían mucho más seguros para ella, al subirse pudo ver al chico que había caído del cielo y se dio cuenta que no era un debilucho como su apariencia lo sugería, sino que por el contrario era lo suficientemente fuerte para vencerlos a todos a puño limpio, al ver esto planeó el mejor de los escenarios, en donde ella saldría bien librada del problema y saldría ganando bastante.

Ø "¡Increíble!, eres muy fuerte"— exclamó Nami.

Ø ¿Quién eres tú? – preguntó seriamente.

Ø "Soy una ladrona especialista en piratas, me llamo Nami, ¿te gustaría que nos asociáramos?" – preguntó sonriendo.

[Hoy es mi día de suerte, este chico me ayudará bastante a cumplir mi objetivo.] – pensó alegremente.

Los siguientes acontecimientos a esto sucedieron de manera exacta que en la historia original.


Una vez Buggy había sido derrotado y con una despedida de la isla un poco loca, partieron en uno de los barcos pequeños de Buggy.

Durante estos eventos Nami pudo notar con facilidad como era la personalidad de estos extraños piratas, los cuales eran totalmente diferentes a cualquier otro pirata que había conocido anteriormente, pues tenía al famoso cazador de piratas Roronoa Zoro, que a pesar de tener como objetivo convertirse en el mejor espadachín del mundo, era demasiado imprudente con sus acciones y apoyaba las locuras de su capitán de manera totalmente fiel, mostrando algo que ella jamás había visto y nunca espero ver en piratas, la camaradería y el apoyo incondicional, y no solo era de Zoro hacia su capitán, sino que también de este tonto, absurdo, imprudente, pero valiente y honesto capitán pirata hacia el único miembro de su tripulación.

Luffy era su nombre, este era el más extraño pirata que había conocido en su vida, a pesar del odio que sentía a los piratas en general, no se sentía capaz de odiarlos, especialmente por su forma de pensar y actuar que estaban movidas por unos valores totalmente inquebrantables, como lo era la amistad que se representaba en la palabra Nakama, lo cual era mucho más que un simple compañero o un tripulante, además de que el valor sentimental era muy superior al valor material, pues objetos como un sombrero o una espada tenían mucho más valor que cualquier tesoro, y a pesar de que ella había robado algunos buenos tesoros, ellos no le habían pedido nada en lo absoluto.

Mientras navegaban en el barco conversaban de todo tipo de temas triviales e irrelevantes, lo cual la hacía sentir algo que no recordaba haber sentido nunca, no sabía que era, pero se sentía bien con ellos, era una sensación de comodidad, después de lo sucedido le agradaba sinceramente y no tenía que fingir con ellos, podía ser ella realmente, por momentos le daba la sensación de que eran personas de confianza, pero un dolor en su interior le impedía confiar completamente en ellos, sus emociones la llevaban al pensamiento de pedirles ayuda con su problema, pero ya era una batalla perdida.

[No puedo pedirle ayuda a nadie, he hecho esto sola durante años y tengo que seguir haciéndolo sola] – Pensó Nami con algo de tristeza.

Ya casi cumplía la meta que le motivaba seguir adelante, no podía arriesgarlo todo por ellos.

Mientras navegaban, Nami le pidió el sombrero prestado a Luffy un momento para arreglar el daño que había ocasionado Buggy, a lo cual Luffy aceptó luego de pensarlo un poco y preguntar varias veces para qué...

Ø "increíble, no había visto que le prestara el sombrero a nadie, pensé que era su más grande tesoro" - declaró Zoro al verlos.

Ella se sorprendió al escuchar esto, pues sabía que él era tonto, ya lo había notado en el poco tiempo que lo conocía, pero cuando se trata de sentimientos le da una mayor importancia, y por extraño que pareciese esto hizo feliz a Nami.


Fin del Capítulo.

Notas y Aclaraciones:

Cualquier duda o sugerencia es respondida

Todo consejo, critica o idea son aceptadas con felicidad...

Muchas gracias por leer.