-El ángel ladrón de almas-
Capítulo 12
"Una vida contigo y más"
-Abrázame por favor, Lyserg
Lo abrazaba, sentía pena por él. El miedo se había convertido en lástima y su peor enemigo pasaba a ser un niño triste y asustado que reposaba en su regazo. Por muchos años vivió sintiendo un odio ciego hacia él, más ahora tal sentimiento había pasado a un segundo plano.
Es difícil perdonar, pero más difícil es vivir asustado y cohibido. Ya no quería continuar con eso, por primera vez sentía que tenía todo bajo control. Por primera vez dejó de sentir miedo.
-¿Por qué ha sido tan difícil conseguir tu amor?
-Hablas como si lo hubieses conseguido
-Y lo he hecho, tú me amas y ahora me abrazas, no necesito más pruebas.
Se desligó de su abrazo rápidamente, no acertó a pensar en nada. Sólo estaba allí y él lo miraba fijamente, no dejaba de hacerlo, entonces comenzó a reír…
-Estás confundido.
-¿Confundido?, pero si está tan claro. Ya nada puede separarnos. Lyserg, nos iremos de aquí y seremos tan felices… nada nos separará.
-Yo no iré a ninguna parte…
Su risa dejó de sonar.
-Debes venir conmigo, porque ya no tienes a dónde ir.
-No… te equivocas… - El miedo y la inseguridad comenzaban a invadirlo nuevamente.- yo… yo sí tengo a dónde ir.
-Me temo que ya no.
-Qué dices
-Por favor, no sigas con esto, sólo haces las cosas más difíciles.
-…
-Qué fastidio. Lárgate, mañana verás por qué lo dije.
-Hao…
-¡Lárgate! Ahora te detesto, sólo te quiero… yo… te amo.
-¿Qué dices?
-Déjalo, y ven conmigo… es así de fácil
-No. No es fácil, dices amarme, pero es sólo una obsesión. Estás enfermo, y yo no siento nada por ti.
-¿Me odias?
-…No siento nada.
-Entonces ya no me sirves.
-…
-¿Por qué me abrazaste?
-Tú me lo pediste…
-Y sin embargo ahora te pido que vengas conmigo y no lo haces¿Por qué me abrazaste?
-Sentí miedo…
-Sentiste lástima…
-También
-No puedo permitir que alguien sienta lástima por mí
-No comprendo
-Vete
-Hao… no quiero.
-Entonces me amas.
-No
La paciencia de Hao terminó por colapsar, arrojó a Lyserg contra un árbol y lo mantuvo aprisionado.
Comenzó a llover. Las frías gotas caían sobre el oscuro suelo, rápidas. Ambos se mantuvieron en silencio. Ya no tenían nada que decir… sólo se limitaron a escuchar cómo caía la lluvia sobre las hojas de los árboles, sólo pensaban.
Silencio.
Unos labios fríos se posaron sobre los de Lyserg en un beso no correspondido que tampoco trató de ser evitado. No sentía nada. Sólo cerró los ojos y esperó… un frío abrazo. Risas.
-Qué caso tiene esperar hasta mañana.
-…
-Si es así, sólo resultará más desagradable.
-No quiero escucharte.
-Pero yo quiero hablarte sobre Len.
-…no, no quiero saber nada más. No quiero saber ni de él, ni de ti.
-Entonces su muerte fue en vano.
Un puñal frío en su pecho. Se sintió derrotado. No podía llorar… su desconcierto no se lo permitía. Se dejó caer al suelo y dejó que la lluvia lo consumiera… su pobre alma se veía marchita y sus débiles pensamientos se opacaban por las risas del ser que se enaltecía frente a su desgracia. Estaba solo, por primera vez se sintió completamente vacío. Triste…
-No es verdad…
-Necesito que me odies, siempre ha sido así y lo sabes. Necesito que me odies, y para eso primero necesito que llegues a ser feliz, por eso llegaste a él. Yo lo sabía, su muerte estaba prevista, Lyserg… yo lo sabía todo de antemano. Nada se me escapa de las manos, porque tú me perteneces… eres mío. Si me odias, yo seré feliz.
-No te odio.
-No trates de ocultarlo, puedo verlo en tus ojos. ¡Oh, Lyserg!, te conozco tan bien.
-¡Detente!
-¿Te gustaría saber cómo lo maté?
-¡Cállate!
-Así me gusta, no puedo evitarlo, entre más me odias, más deseos me dan de amarte. Es algo completamente controlado… déjame ser tierno contigo. –Dijo tomando sus manos y abrazándolo.
Lyserg comenzó a llorar en el hombro de Hao. Este sólo lo miró y esperó. Esperó por un beso que sabía que llegaría tarde o temprano. Y así fue. Un beso triste y amargo… un beso sin motivo alguno, un beso de rencor… un beso de amor. Muchas cosas pasaban por la mente de Lyserg en ese momento. Este ser, realmente no lo amaba… pero tampoco podía odiarlo del todo… a pesar de que destruía su vida al momento en que se le presentase la oportunidad, no podía alejarse completamente de él. De alguna forma u otra lo necesitaba, ambos estaban destinados a estar juntos.
-Juntos para toda la vida…
No podía dejar de llorar, y su único consuelo era el causante de su desgracia. Maldita su suerte, y malditos todos los que lo amaron.
-¿Cuántas más¡Dime!, a cuántas personas más vas a matar para estar contento… cuántas vidas tienes que tomar para sentirte satisfecho.
-Sólo quiero la tuya.
-Si yo muero… todo esto acabará.
-Si tú mueres…
-¡No!, ya no tienes cómo atormentarme, si yo muero ya no hay nada que puedas hacer. Len está muerto, ya no me puedes amenazar. Ya no tengo por quien vivir. Si yo muero, ya no serás feliz… Si yo muero ya nadie sufrirá, excepto tú. Y esa es la única forma que tengo de vengarme de ti. Toda mi vida soñé con el momento en el que te vería derrotado, ahora sé que eso será imposible, no podré disfrutar ese momento, porque no es tu muerte sino la mía la que acabará con esa despreciable sonrisa.
-¿Y si te dijera que Len está vivo?
-¡Mientes!, inventas cosas para mantenerme a tu lado, pero no te resultarán. No volveré a caer. Piensas que me tienes en tus manos… pero te demostraré que estás equivocado.
Escondido de sus propios pensamientos estaba el deseo de que Len realmente estuviese muerto, a pesar de todo el amor que sentía por él, no pudo evitar el sentirse libre al creerlo muerto. Libre para hacer de su vida lo que él quisiera, libre al fin de Hao. Pero si él seguía vivo entonces sus alas se verían rotas nuevamente… y tendría que someterse a su captor. Su amor era tan grande que opacaba aquel egoísta deseo de libertad. No sabía si creer o no. Pero mientras persistiera esa posibilidad no podía tomar una determinación tan severa como la que pensaba.
-No puedes saber con certeza si miento o digo la verdad, y eso es lo que más te atormenta¿verdad? Pero tienes que confiar en mí. Veo la duda en tus ojos… sé que no harás nada que pueda dañarte… porque si lo haces, también lo dañarías a él.
-Entonces el vive…
-Sí
-Pero ya no deseo estar con él.
-Entonces te irás.
-Sí, me iré… sólo.
-Entiendo. Nos veremos dentro de tres años.
-Como quieras.
-Sólo quiero que seas feliz –Dijo riendo irónicamente.
La historia se repetía, pero ya no era como la última vez, nunca antes había sentido tanto temor por la persona que dejaba… realmente amaba a Len y deseaba estar con él. Robar almas ya no le servía como antes… Robar almas para que luego Hao le quitara la suya. Pero se dio cuenta de que sin Len nada le importaba. Siempre en busca de la felicidad, aunque supiera cómo iba a terminar. Egoísmo. Abusar del amor de otros por egoísmo, eso era lo que hacía… encontraba la felicidad sólo para hacer feliz a Hao sin quererlo. Sólo porque él deseaba ser feliz en algún momento. Era un círculo vicioso que debía llegar a su fin.
Entonces todo termina.
Mil disculpas no son suficientes para quienes han querido seguir esta historia, y las excusas tampoco son válidas. Sólo espero que hayan disfrutado este capítulo. La verdad es que no pensaba continuar la historia, pero creo que por respeto a los lectores merece ser continuada. Y después de todo, debo reconocer que ha sido bastante agradable continuar esta historia.
Se viene el último capítulo. Wow… todo tiene su fin. Bueno sólo espero que se haya entendido la idea de este capítulo que es bastante importante para que sigan la idea hasta el final… O.o no puedo creer que ya sea el año 2006¡¿Tanto me he demorado en escribir?!
-.-U Cuando pienso en eso me siento tan basura XD
Ah! Gracias por leer!
