Llegaron esa mañana al hospital. Morgan bajó primero de su automóvil y caminaba por el estacionamiento. cuando la abordo un hombre, era joven, no aparentaba más de veinticinco años, fornido llevaba una chaqueta al hombro que sostenía con su mano y una cara de preocupación: -Soy Arturo Vélez. Se presentó el joven algo nervioso ¿Es usted la doctora de mi niño Dany Vélez? -Lo siento no estoy autorizada a dar información de ningún paciente, menos de un menor, pero le sugiero que vaya a la recepción… La respuesta de la Doctora Reznick fue interrumpida abruptamente. - ¡Usted no me entiende! La voz del joven era más fuerte y desesperada. -No me dejan ver a mi hijo. Primero lo tenía los fines de semana, después fueron visitas de una hora a la semana luego la pandemia mandó todo al demonio ya no pude verlo y ahora ese desgraciado casi lo mata. Morgan lo escuchó atenta y realmente quería ayudarlo. – ¿Por qué no viene conmigo adentro y vere si un trabajador social le puede ayudar? En ese momento el hombre perdió los estribos, se acercó a ella en forma amenazante y comenzó a gritarle - ¡NO! USTED NO ME ENTIENDE, NI SI QUIERA ESTA AYUDANDO A MI HIJO. ¡EL SE MUERE Y USTED NO ME DEJA VERLO Y NO ME VA A MANDAR CON NADIE MAS A PERDER TIEMPO! En ese movimiento notó el destello metálico debajo de la chamarra. Morgan lo veía fijamente, sin moverse. Pensando que era mejor no provocarlo y que debió cargar su arma ese día. Para entonces Alex los había alcanzado y se puso en medio de ambos sin vacilar. Trató una vez mas de razonar con el joven -esto lo podemos arreglar adentro. Te puedo llevar con el director del hospital, pero debes calmarte. Le dijo poniendo sus manos por delante en actitud defensiva y continuó avanzando lentamente hacia adelante para apartarlo de Morgan. El tipo se puso peor. – ¡Tu cállate "¡Maldito Chino!" Por ustedes y su enfermedad me está pasando todo esto. Al decir esto le soltó el primer golpe que Alex pudo bloquear, pero el pleito solo fue escalando. Vélez tiró otro puño. ahora si salió golpeado; El Doctor le propinó una patada en la cara. El joven tiró la Chamarra y Morgan pudo confirmar sus sospechas: - ¡Está armado! - trató de advertir, pero fue tarde; vino el siguiente intercambio de golpes y ambos cayeron: Alex sangraba con una herida en el abdomen. Arturo Vélez tenía una fractura de pómulo y la navaja aún en la mano.
Morgan ya había llamado a emergencias y corrió al lado de Álex que le decía: - ¿Te hizo daño? ¿Estás bien? Te amo. Articulando cada vez con mayor dificultad. - No hables. Le ordenó. -La ayuda viene en camino. Vas a estar bien. Estas últimas palabras en un tono más tranquilizador; Ella sabía que estaba entrando en shock y presionaba la herida con sus manos mientras rogaba que aparecieran los paramédicos.
Dentro del hospital, en el piso de cirugía, la Doctora Audrey Lim iba molesta por los pasillos, tenían ciertas cirugías programadas para el día y le faltaba gente para realizarlas. La indisciplina no tiene cabida en su departamento, ya se encargaría más tarde de leerles la cartilla a esos dos. -Murphy, Wolke, Allen: ¡a mi oficina! ¡Ahora! Ordenó la jefa y todos vinieron en segundos; empezaba a dar indicaciones cuando se escuchó el alboroto de los paramédicos llegando con un paciente -hombre de 49 años, asiático, herida por apuñalamiento. Pulso en 110. detrás de ellos caminaba la doctora Reznick con la ropa manchada de sangre al igual que sus manos Vociferando instrucciones a internos y enfermeros. Todos se quedaron estupefactos al verla y comprender quien estaba en la camilla. -Es el doctor Park, yo me encargo- Shaun fue el primero en reaccionar acercándose a revisar a su amigo y conducirlo a una sala de Examen, Morgan iba todavía a un lado de la camilla, pero fue detenida por la Doctora Lim. - ¡Alto! Ven conmigo. Antes de que pudiera poner resistencia, El Doctor Andrews tomo su lugar junto a la camilla asegurándole que estaría bien y animándola a quedarse con Lim y Jordan que se justo se acercó a ellas. Morgan se encaminó molesta a otro cuarto de examen donde permaneció de pie demostrando sus pocas ganas de permanecer ahí. Lim le ofreció una gasa para limpiar sus manos y le hizo indicación de sentarse en la mesa de exploración. Le tomó los signos vitales y revisó sus pupilas. Al tiempo que le preguntaba: - ¿Qué fue lo que pasó? respiró hondo y comenzó a explicar -era el padre de Daniel Vélez. Estaba molesto porque no le permiten ver a su hijo, intente razonar con él, es joven, estaba desesperado y luego vino Alex a ponerse en medio, trató de calmarlo… Al mencionarlo se le quebró la voz y al mismo tiempo sonó el teléfono de la doctora Lim que leyó la pantalla y volteo a ver a la doctora Allen antes de salir a toda prisa.
-Es El. ¿está empeorando? -Morgan se puso en pie de un salto para ir al auditorio, pero una vez más el mareo detuvo su marcha y Jordan la tomó por los hombros. -Tienes que calmarte. No puedes ir allá ahora. Park está en las mejores manos. La doctora Reznick volvió a sentirse muy molesta. - ¿Entonces qué? ¿me siento aquí a llorar? No, yo tengo que hacer algo. Y eso fue todo lo que hacía falta para que la doctora Allen sacara el carácter: -muy bien señora tienes 3 opciones, le dijo con autoridad: la primera es irte a casa a tratar de descansar y comer algo, Lea te podría acompañar. La segunda es ir ahora mismo a las duchas cambiarte de ropa y quedarte aquí a esperar noticias del Doctor Park. Morgan le puso cara de fastidio y Jordan no se hizo esperar con la tercera opción: o te puedo ingresar para ponerte una intravenosa. estas pálida con signos de deshidratación y mucho estrés, podría administrar Lorazepam. Morgan abrió mucho los ojos y adoptó una expresión más seria, preocupada que en cierto modo confirmó la sospechas de Jordan. – no será necesario, voy a cambiarme. Este matiz no le pasó desapercibido a su colega que también cambio su tono a uno más amigable y le ofreció unas breves pero sinceras palabras de apoyo.
Un par de horas más tarde, el doctor Andrews la encontró en la sala de médicos. -El Doctor Park se encuentra estable, recibió transfusión de sangre y reparamos la pared abdominal, la arteria abdominal no tuvo daño. Sus estadísticas de oxígeno están bien. Justo llegaron junto a la cama de Álex que aún dormía. Tras darle un rápido vistazo a los monitores y a Morgan, Andrews se retiró de la suite para permitirle algo de privacidad.
verlo así fue abrumador para ella; No importa cuántas veces hubiera estado ante esa misma escena, todo cambia cuando se trata de un ser querido. En este caso era Park así que llamarlo "ser querido" era decir lo menos. Permaneció ahí durante horas, tableta en mano, revisando el expediente de Daniel Vélez y el de Arturo que también estaba en el St. Bonaventure. Trataba de distraer la mente del hecho de que se sentía aterrada por lo que había sucedido, pero eso era algo que no iba a admitir públicamente. Justo empezaba a leer el segundo expediente cuando tuvo un repentino ataque de náusea. Apenas pudo dejar la tableta a un lado para correr al lavabo, desde ahí escuchó a Park quejarse, se apresuró a arreglarse y volvió rápidamente junto a la cama. Al fin había despertado, - ¡hey!. dijo él, un tanto desorientado. Ella le tomó la mano y le hablo en tono tranquilo -tuvieron que operar y recibiste transfusión. Afortunadamente el cuchillo no dañó ningún órgano vital. Te vas a recuperar. Park se inquietó al escuchar las últimas palabras de Morgan, recordando lo que había pasado - ¿y Tu? ¿Te atacó? ¿Estás bien? al decir esto puso la vista por breve momento sobre el abdomen de ella quien rápidamente le aseguró que todo estaba bien, le acomodó la cánula de oxígeno para silenciar la alarma que sonaba de fondo
y evitar que continuara hablando pues alguien estaba tocando la puerta que se abrió sin darle oportunidad de responder.
-Doctor Glassman. Saludó ella con la formalidad habitual. el doctor devolvió el saludo con una inclinación de cabeza y pasó directamente a revisar al enfermo. - ¿Gran pelea eh? ¿Cómo te sientes? le dijo al Doctor Park mientras dirigía la luz de su lámpara de mano a los ojos, también le dio un vistazo a la herida. -Mejor que el otro tipo. respondió el paciente en un intento de bromear que terminió con un gemido de dolor, el galeno le dio indicaciones concluyendo con algunas palabras amables y alentadoras para posteriormente dirigir su atención a la doctora Reznick: - ¿me acompañas a la cafetería? Su tono era sereno, casi paternal. Morgan dudó un momento, volteo a ver a Park; no quería dejarlo solo ahora que por fin había despertado. -ve, apuesto que no has comido. le dijo él para convencerla de que estaría bien. -bueno, no tardo. Dijo ella al tiempo que lo besaba en la mejilla y salía junto con el otro doctor.
-Lamento mucho lo sucedido. ¿Cómo estás? preguntó Gassman tranquilamente mirando a Morgan y la pantalla de su tableta alternadamente desde su lado de la mesa. -Park está fuera de peligro. Estará bien como usted dijo…, comenzó a responder ella en tono casual, tratando de permanecer objetiva y distante. -Que bien, Eso ya lo sabía y me alegra mucho pero no fue lo que pregunté. Dijo Glassman interrumpiéndola - ¿Como éstas tu?, hizo énfasis en la última palabra. -Lo que te pasó hoy asusta, Convertirse en padres también asusta. ¿Así que como estás?. Una expresión de sorpresa se dibujó en el rostro de Morgan ya que ella no se lo había dicho a nadie. Tal vez Park hubiera dicho algo mientras lo atendían. Glassman debió notar su desasosiego ya procedió a explicar mostrándole su propio expediente en la tableta: -La Doctora García me ha consultado sobre cambiar tu medicamento. no te preocupes, privilegio médico-paciente.
Ella exhaló en silencio, se humedeció los labios y volteo a verlo a los ojos: -está bien, se van a enterar de todos modos y pronto necesitaré permiso de usted para ausentarme un tiempo.
Glassman le sonrió brevemente le causaba ternura verla así. las lágrimas brillando en sus ojos, aunque fuera demasiado orgullosa para llorar delante de él. le recordaba aquella ocasión en que le pidió ayuda para ocultar su artritis. -Eso no es problema y esto…, le dijo, señalando la imagen en su tableta, -tampoco: "Se necesita una aldea para criar a un niño" y ustedes no están solos.
Morgan se sintió más animada al escucharlo. terminó su cena con una conversación más relajada, al cabo de unos minutos se despidió del doctor Glassman con un sentido "Gracias" que no se refería únicamente a la comida y regresó de mucho mejor humor a la habitación de su novio quien también tenía ya un mejor semblante.
