Apresurarse
Metiendo su mano en el bolsillo del pantalón, sacó un paquete de cigarrillos y sacó de este el último que quedaba, arrugando el paquete y arrojándolo en un basurero. Su último paquete.
Mientras lanzaba una bocanada de humo pensó en Ken, y en todo lo que había pasado. No sentía rencor hacia él, de ninguna manera, pero por un tiempo quería mantener las distancias, al menos hasta que estuviera totalmente recuperada. Después de todo era su amigo, y no iba a permitir que un percance así acabara con su amistad.
Ya hacía un mes de todo, y todos los días recibía llamadas de él que quedaban grabadas en su contestador automático y nunca respondía, ni siquiera escuchaba. Sería lo mismo de siempre, él pidiéndole perdón, preguntándole si estaba bien y diciéndole que estaba ahí por si lo necesitaba. ¿Pero para qué escucharlos? Aún no estaba bien, y su voz solo le haría peor. De todas formas, ya lo había perdonado. Él no tenía la culpa de lo que había sucedido, y no iba a crucificarlo por eso.
Sí, lo había superado. Aún persistía ese dolor interior, y aún había momentos en que dejaba todo y comenzaba a recordar con nostalgia los momentos pasados, pero sabía que no podía hacer nada. Él había tomado una decisión, y ella no era quien para hacerlo cambiar de opinión.
Tenía que admitir que Yamato Ishida había sido una gran ayuda a la hora de superarlo. Sonrió bobamente y sintió maripositas en el estómago al pensar en él. ¿Enamorada? No, aún no. Sentía algo por su amigo, pero creía que era lo mismo que había sentido siempre, solo que ahora al pasar tanto tiempo con él y recibir todo el apoyo que recibía esos sentimientos habían salido a flote. Pero, aunque sabía lo que él sentía por ella, era una relación imposible. Ambos sabían lo que Sora sentía todavía por Ken, y que en la menor oportunidad volvería corriendo a él. Siempre que él le diera calce, por supuesto. Y si no se lo daba... no podía ser tan injusta con Matt, no podía pretender amarlo y sin embargo pensar en Ichijouji...
Lo que tenían no era más que una linda amistad. Sí, tal vez con el tiempo se convirtiera en algo más... pero solo tal vez.
Apagó el cigarrillo con la baranda de la escalera y la arrojó al basurero, con tanta puntería que cayó justo en el centro. Sonrió y sintió como un peso se desprendía de ella. Adiós, cigarrillos.
Entró a la Universidad y, al escuchar el timbre, comenzó a correr hacia su clase. Llegaba tarde. No sería la primera vez...
Llegó a su asiento justo antes de que el profesor cerrara la puerta, y luego de que este parloteara por unos minutos sobre las ventajas de trabajar con computadoras a la hora de diseñar, se dispuso a continuar con su proyecto. Lo cierto era que prefería diseñar a mano, pero en estos casos no tenía opción. Mientras revisaba su diseño en busca de los errores de siempre, recordó que había sido Ken quien la había ayudado a manejarlo. Siempre había estado para ella. Entonces¿dónde había fallado? Era la primera vez que se ponía a pensar en eso, pero había fallado como mujer. No había sido lo suficiente atrayente como para que él evitara volverse hacia su propio sexo. O tal vez Ken siempre había dudado, y ella solo había sido un paso para ayudarlo a decidirse. De cualquier manera, las posibilidades de recuperarlo eran casi nulas. Tenía que olvidarlo y continuar con su vida. Y tenía una buena idea de cómo...
Ya en su casa y luego de haber finalizado con aparente éxito su proyecto, verificó que Ichijouji le había dejado otros dos mensajes, lo cual sumaban tres en un día, y eso era extraño. Hasta ahora se había limitado a dejar uno, y excepcionalmente dos, pero nunca tres en un período tan corto de tiempo.
El tercer mensaje era de Daisuke. Le sorprendió recibirlo, ya que aunque eran 'amigos', no estaban demasiado unidos. "Oye Sora, eh... resulta que..." se lo notaba preocupado e indeciso, algo nada normal en él. "bueno, estuve hablando con Ken y...". CLIC. Sora cortó el mensaje. Al parecer ese día Ichijouji estaba totalmente decidido a encontrarse con ella... ¿reconciliación?... sonrió y apartó ese pensamiento de su mente, sabía que no era posible. Sin duda estaba preocupado por ella y no quería seguir tanto tiempo sin verla... sí, tenía que ser eso...
Tenía un cuarto mensaje, y al comenzar a escucharlo, la sensación de maripositas revoleteando en su estómago que tan seguido sentía ahora, volvió a hacerse presente. "Hola Sora, ya sé que estas bastante ocupada con tus propios estudios, pero tengo que hacer un trabajo de investigación y observación y no me apetece hacerlo solo... te parece que nos veamos esta noche a las 8 en 187's? Llamame a casa, no creo que salga. Nos vemos." CLIC.
Sora permaneció en silencio observando el aparato. Era cierto que estaba bastante ocupada con sus estudios, de hecho hasta casi atrasada, ya que por todo el problema con Ken había dejado de estudiar y sus calificaciones habían bajado... pero también se merecía un descansito... ok, eso no era cierto. Le 'apetecía' un descansito, que no era lo mismo... o tal vez un poco de Ishida? Se sonrojó y sacudió la cabeza. Lo cierto era que por más que jugara a sentir algo por Matt, en realidad estaba totalmente prendida del pequeño peliazul.
"Yamato" contestó, como de costumbre, la fría voz del apuesto rubio.
"Hola Matt¿cómo estás?"
"Ah, Sora!" su frialdad mutó inmediatamente a alegría, y Sora sonrió al sentir el cambio. "Vamos a ir?" preguntó, esperanzado. A Sora le causó ternura su apresuramiento.
"Mmh, no lo sé..." dijo, con ganas de jugar un rato. "Es que... estoy medio ocupada... con los estudios, y todo eso..."
"Por favor, Sora! Ambos sabemos que la única razón por la que no te limitas a salir esta noche es por que quieres quedarte encerrada en tu casa a fumar."
"De hecho, Señor Ishida" dijo, sonriendo divertida. "Debería notar que hoy mismo he abandonado ese sucio y repugnante vicio."
"En serio?" dijo, dejando rápidamente la ironía de lado. "Pues que mejor razón para salir a celebrar que esa!" gritó, haciendo que Sora corriera el tubo.
"¿Es que acaso la idea no era salir para que hagas un trabajo?" preguntó, divertida.
"Ah, sí... claro... pero ya que estamos, me acompañas y..."
"Lo siento Matt, pero estoy ocupada." Dijo, aprovechando el primer silencio que hizo él. "Quedé en salir con... alguien." Terminó. Se hizo el silencio del otro lado de la línea.
"¿Con quien?" preguntó fríamente Ishida.
"Con un compañero de facultad que..."
"No" dijo Yamato, cortándola de repente. "De ninguna manera."
"¿Eh?" preguntó Sora, asombrada.
"¡NO!" gritó este. "¡No vas a salir con nadie que yo no conozca!"
"Pero Ma"
"Te lo prohibo totalmente. Ya mismo voy a buscarte." Dicho este colgó el teléfono, y Sora comenzó a reír estrepitosamente. ¡Le encantaba hacerlo enojar!
Cuando Ishida llegó Sora se había puesto un ligero capri de jean acompañado de sandalias negras y una linda remera negra con unas diminutas rayitas rojas en la manga derecha. Había decidido no maquillarse.
"Esperame mientras me peino." Pidió al rubio, y se apresuró a correr al baño. Mientras se arreglaba el pelo sintió como el teléfono sonaba y enseguida se activaba el contestador que acababa de poner.
"Sora, si estás ahí atendeme. Yo... tenemos que hablar, necesito saber como est" .CLIC. Sora se apresuró a apagarlo. No le apetecía oír la voz de Ken.
"¿Vamos?" preguntó sonriendo y ofreciendo su brazo a Yamato.
187's era un pub de moda que había abierto hace muy poco, y sin embargo los digielegidos ya eran conocidos clientes ahí dentro. Ese día, al entrar ambos, un par de camareras se acercaron rápidamente a Yamato y comenzaron a saludarlo y a guiarlo a la mesa que siempre ocupaban, llenándolo de halagos por su nueva camisa, que casualmente había elegido Sora para él. Y a pesar de todo, la pelirroja no pudo evitar que punzadas de celos comenzaran a invadirla. Sin embargo, sabía que Yamato era totalmente libre y podía flirtear con quien quisiera, así que no era su tema, de ninguna manera. Satisfecha con su pensamiento, sonrió y se sentó frente a él, en una diminuta mesa redonda.
La decoración del lugar no dejaba de sorprender a Sora, los dueños habían sabido mezclar demasiado bien aspectos de la cultura japonesa, de la Inglaterra del siglo XVII y del Imperio Bizantino, logrando que al entrar te sumergieras en una atmósfera inigualable, donde el futuro parecía no existir, y eras sumergido en una espiral del tiempo que giraba y giraba, pero sin apartarse nunca del presente. Era difícil de explicar, pero ese lugar era único, y Sora no se cansaba de concurrir a él, ya fuera con Yamato o con cualquiera de sus amigos. Y cada vez que entraba, deseaba ardientemente y en secreto que alguna vez sus diseños pudieran transmitir esa fuerza.
Mientras comían unos canapés cortesía de la casa, Sora se limitó a hablarle un poco sobre lo que había hecho ese día y sobre cosas sin demasiada importancia y Yamato, como todo chico cortés y educado, escuchó sonriendo y acotando de vez en cuando, siempre logrando que su amiga riera.
Al llegar el primer plato, Sora estaba de tan buen humor que ya no había ni asomo de Ichijouji en su mente, y Yamato parecía sentirse de igual manera. Siempre sucedía lo mismo cuando se juntaban, de alguna manera lograban que el otro olvidara sus problemas y sonriera.
"Y bien, Yama..." dijo Sora, cuando ya llevaban una media hora ahí dentro. "Exactamente en que se basa tu trabajo de investigación y observación?"
"Ah, eso... si, tengo que observar las actitudes de algunas familias con niños pequeños y de otras con adolescentes..." respondió, vagamente, mirando la decoración. Sora sonrió.
"Sí, claro..." asintió y comieron unos minutos en silencio. "Y exactamente eso de que va a servirte en tu carrera?" soltó de repente, captando la atención de Ishida y logrando que este recordara que deseaba ser astronauta.
"Eh... pregúntaselo a la administración." Dijo, sonriendo, pero Sora llegó a notar un pequeño asomo de nerviosismo. Sin embargo, había contestado bien y no tenía nada que con que refutarle. Siguieron comiendo con tranquilidad.
"¿Y cuando pensás comenzarlo?" dijo al cabo de unos minutos.
"Ya lo empecé." Contestó, tratando de sonar asombrado ante la pregunta.
"Claro..." nuevamente hizo silencio. "Y cuantas familias con niños o adolescentes ves por acá?"
Yamato levantó la vista y miró a su alrededor. El lugar estaba casi lleno, pero de grupos de adultos, tímidos adolescentes en su primera cita y ancianos. Ninguna familia cerca. Enseguida se le ocurrieron cientos de respuestas que podía darle, pero ya desde un principio estaba descubierto, así que sonriendo tímidamente, estiró sus brazos y agarró las manos de Sora.
"Siento mucho haberte mentido" dijo "pero... bueno, quería que salgas un poco, que no pienses en Ken... vi que todavía te deja mensajes y... bueno...". Sora sonrió tiernamente y le apretó las manos.
"No es necesario, Yama... ya me ayudaste más de lo necesario..." sonrió y siguieron comiendo en un cómodo silencio, aunque Sora sentía la atenta mirada de Yamato sobre ella, y sabía que era lo que él quería. "Hoy me dejó tres mensajes" dijo, lentamente. Odiaba tener que hacer eso.
"Siempre lo hace?"
"No... bueno, generalmente me deja uno..."
"Y... se puede saber que decían los mensajes?" preguntó, observándola. Ella hizo silencio.
"En realidad... no los escuché." Yamato rió y Sora no pudo evitar sonrojarse, pero al final tuvo que reír también. "Se que suena estúpido, pero si quiero olvidarme de él y continuar con mi vida... entonces no tengo mucha opción, no?" Yamato asintió y le lanzó una mirada comprensiva, incitándola a que siguiera. "Yamato, yo... aún lo quiero." Esta afirmación no cambió la mirada de él. "Pero no quiero que sientas lástima por mí, estoy bien y puedo salir adelante." Agregó rápidamente, y él siguió sonriendo. Comenzaba a ponerla nerviosa. "Podemos irnos?" preguntó tímidamente, ya que comenzaba a sentir que la atmósfera la ahogaba.
Ya en el departamento de Ishida, ambos digielegidos se dirigieron casi por inercia hacia la terraza y se sentaron a observar las estrellas, mientras Yamato le hablaba de las constelaciones que veían y sus historias. Le brillaban los ojos, y Sora no pudo evitar enternecerse al verlo tan feliz solo por verlas.
"Mirá, ahí está Cefeo" dijo Yamato, indicando.
"Es hermosa" respondió Sora.
"No tanto como otras que yo conozco" Sora miró a su amigo y al cruzarse con su sonrisa no pudo evitar sonrojarse.
"Hay, Yamato... que cosas dices!" dijo, agarrándose la cara con ambas manos.
"Solo la verdad." Y dicho esto, agarró una de las manos de Sora y depositó un suave beso. Sora se puso más roja que un tomate y miró al cielo, y al volver la vista, casi chocó con la cara de él. Fue un momento incómodo para ambos, se miraron fijamente, sintieron el nerviosismo del otro, pero también el deseo. Y en un arrebato de pasión descontrolada, Sora atrajo la cara de Matt hacia sí y lo besó.
Luego de unos segundos se separaron, Ishida observó sus ojos y vio algo de inseguridad, pero ella se apresuró a correr la cara y mirar hacia el otro lado del balcón. Yamato sonrió y la abrazó, atrayéndola hacia sí.
"Está bien, Sora. No hay problema." Hizo una pausa y besó su mejilla. "No haremos nada que vos no quieras."
La pelirroja asintió en silencio y luego de un leve titubeo volvió a besarlo, obligando a su cerebro a concentrarse en el rubio al que besaba.
En cuanto a Yamato... simplemente sonrió.
"Espera" dijo Ishida, tironeando de la mano que sostenía. Sora lo miró y bajó la otra mano, en la que sostenía las llaves. Él sonrió y la arrinconó contra la pared, comenzando a besarla salvajemente. Takenouchi respondió a sus besos hasta que él, tan de improviso como había comenzado, la soltó. "¿A que hora nos vemos mañana?"
Ella lo miró perpleja y luego sonrió seductoramente. Mordió suavemente su mentón y murmuró "¿Es que no piensas pasar?"
Yamato rió y la abrazó por la espalda, mientras ella abría la puerta. Las luces bajas de la sala estaban prendidas, tal era de esperarse. Sonriendo como niños entraron, pero el celular de Yamato cayó y tuvo que volver atrás a buscarlo. Ella caminó hasta el interruptor e hizo un cambio de luces, y lo que sucedió a continuación hizo que cayera al piso y soltara todo lo que llevaba en sus manos.
"Sora, al fin llegaste!" gritó una voz. Una vez en el piso Sora pudo observar como Ichijouji saltaba el sillón y corría a ella, y al llegar y extenderle una mano, otra llegó del lado derecho. Yamato y Ken alzaron la vista extrañados, olvidándose de la pelirroja por unos momentos.
"Hola Ken" "Matt" dijeron al mismo tiempo, y luego hicieron silencio. "Yo... venía a acompañar a Sora... no quería que caminara sola..." El otro siguió mirándolo. "Y, eh... bueno, nos vemos..." y antes de que alguien pudiera decir algo, Ishida había abandonado el departamento y cerrado la puerta.
"¿Estás bien, Sora?" Ken la ayudó a levantarse. "Perdón que te asusté, pero..."
"¿Cómo entraste?" preguntó, mirando de reojo la puerta, pero Matt ya no estaba allí.
"Tenía una llave, y... te dejé 4 mensajes hoy, pensé que los habías escuchado..."
Sora solo pudo mirar para otro lado, aturdida como estaba.
"Sora..." y tan de repente como había aparecido, la abrazó y la besó, y la ya confundida chica solo pudo confundirse más.
Continuará...
Notas: No tengo perdón de Dios para la tardanza en terminar no solo ésta, sino cualquiera de mis historias... ni siquiera tengo una excusa convincente, estuve con exámenes trimestrales pero creo que escribí más en esos días que en todos los que estuve sin hacer nada. Bueno, es cierto que desde principios de marzo estuve bastante ocupada, pero para el final de la primera semana de mayo ya estaba libre... o sea, no tengo excusa, empecé este capítulo al otro día que publiqué el otro y... bueno.
Para tratar de componerme hice un capítulo un poquito más largo, ok no es la gran cosa, pero tenía que dejarlo así... jajaja, que mala que soy... que hará la pobre y confundida Sora ahora?
Angel Nemesis: Bueno, si Yama te parece lindo y caballeroso, supongo que este capítulo te habrá encantado... q lindo q es Yama!
Sora Takenouchi Ishida: Muchas gracias!
Alexeigirl: perdón perdón perdón... ya sé que no tuve que retrasarme tanto... perdón! Que lástima que no se me ocurrió lo de Ken, pero de todas formas eso habría modificado bastante la historia... muchas gracias por tus comentarios, voy a hacer todo lo posible por subir el próximo más rápido.
Atori-chan: ¿Y que hay de Ken? Bueno, acá se ve algo... jejeje, no sabes lo que se viene!
KaOrA-FGV-16: Si te gusta el Sorato, por acá hubo algo... ok, y algo de Kenora... es que es tan difícil decidirse!
Más de dos meses sin actualizar... no prometo nada, solo intentar... no sé si alcanza, pero...
GRACIAS!
Ag
02/06/05 14:26
