Apresurarse
"No, este... Ken, un momento por favor" pidió, corriendo al chico y levantándose. Giró dándole la espalda y se arregló el cabello, mientras esperaba que la turbación y el sonrojo pasase.
Ken le hizo caso y esperó, observándola fijamente, casi temiendo que decidiera escaparse por la ventana. En cuanto a Sora, permaneció donde estaba, temblando levemente. Estaba nerviosa. ¿Qué fue eso? No podía explicarlo. ¿Por qué había pasado? Menos! Y Yamato se había ido... y también, que iba a hacer el pobre? Justo cuando las cosas iban tan bien... por que tenía que volver? Si ya la había dejado...!
"Sora, lo siento." Murmuró Ken, sacando a la pelirroja de sus pensamientos. "Creo que... que estuve mal. En serio lo siento. Me voy." Sora no respondió. Permaneció en su sitio, dándole la espalda, hasta que sintió que la puerta se cerraba. Luego de escuchar el suave 'clic', giró apresurada dispuesta a correr, pero chocó algo y cayó.
"Qu. Ken!" gritó, levantándose de un salto y corriendo a la otra punta de la habitación. Ichijouji se rascó la cabeza y la observó pensativo. "Pensé que te habías ido." Susurró.
"Yo también." Dijo, turbando a la chica, que lo observó confundida. "Pero no pude. Sora te amo." Agregó rápidamente. "Y... estuve mal, ya sé, te dejé con una excusa estúpida... y, no sé, todos estos días sin verte, sin que respondas a mis llamadas... me di cuenta de que eras mucho más importante de lo que pensaba, y que no estaba dispuesto a perderte como amiga... y mucho menos como novia, por que..." hizo silencio y la observó, esperando alguna señal que le indicara si debía proseguir o marcharse a su casa. Pasados unos minutos en que Sora solo miró el piso, decidió que ya era tarde, que todas las esperanzas estaban perdidas, que ella estaba en otra y que ya no iba a volver. Había perdido. Giró y se dirigió a la puerta.
"Podemos... sentarnos y hablar..." dijo ella suavemente, indicando el sillón. Ken sonrió como niño con juguete nuevo.
"Y bien?" preguntó Sora. Ya llevaban varios minutos sin que saliera palabra de boca de alguno. Parecían dos niños nerviosos ante su primer beso, sentados en un mismo sillón, mirando hacia delante, sin dirigirse mirada ni palabra. Una imagen deprimente, realmente.
Ken siguió sin responder. Luego de otros varios minutos, Sora resopló y se levantó. Caminó unos metros y giró, esperando encontrar al niño sentado en la misma posición. Pero, ese día, Ken estaba lleno de sorpresas. Al girar, lo encontró a pocos centímetros de su cara.
"¿Estás con Yamato?" la preguntó escapó de sus labios antes que llegara a pensar en las consecuencias que podría traer.
"No, estoy parada en el medio del living con vos." Dijo, tratando de parecer serena y segura, con la mordacidad que la caracterizaba. Pero por dentro estaba hecha una gelatina, y creía que el temblequeo se le notaba.
"Me refiero a... sentimentalmente... es decir, si tenés alguna especie de relación... eh... más allá de la amistad." Terminó. Para bien de Sora, a él se le notaba más el nerviosismo. Y eso que Ken solía ser en extremo tranquilo. Y tal vez eso era lo que le había cautivado de él, esa tranquilidad perfecta, que parecía casi imposible de romper... la serenidad que mostraba ante las situaciones más difíciles... y tal vez su instinto maternal había influido un poco... Ken podía ser la serenidad personificada, pero por dentro no era más que un niño nervioso y lleno de culpa, que Sora sabía que por más que intentaran, nunca iban a poder sanar, por que el mal que había hecho había quedado grabado a fuego en su interior, aunque hubiera estado controlado por un ente superior y más fuerte... "Sora!" gritó Ken.
"Que? Eh?" preguntó confundida. Se había sumido en sus pensamientos, olvidando que Ichijouji esperaba una respuesta. "Ah, sí..." la cuestión era complicada. ¿Tenía alguna atadura con Yamato? De palabra, no. No habían quedado en nada. Y él en su interior sabía que Sora no se había olvidado de su amigo de cabellos oscuros. Pero, podía abandonarlo ahora y volver con Ken? Si tan solo hubiera aparecido un día antes...! Pero eso también hubiera sido injusto para con Ishida. Él era el único que había estado con ella esos días en que la pasó tan mal, era el único que la había confortado y le había dado un hombro para llorar, aunque sabía que tal vez Yamato estaba sufriendo más que ella. Y después de lo de esa noche... que derecho tenía a abandonarlo así sin más? No, no podía hacerlo. No podía volver con Ken. Pero tampoco podía engancharse con Yamato... "Ken, yo..." ¿qué le decía? La cuestión daba vueltas y más vueltas por el cerebro de la pelirroja. No, no había ninguna 'relación' pactada... aunque era solo cuestión de tiempo... Y Ken... la había abandonado, inventando una razón... además era menor que ella, y después de esto... que posibilidades había de que pudieran seguir una relación normal? Sora iba a tener la mente en otro lado... en cambio con Yamato, aunque por un tiempo tal vez pensara en Ken... sabía que iba a terminar olvidándolo... tarde o temprano iba a caer completamente ante los encantos del músico... si es que ya no había caído... "No Ken, no tengo nada con Yamato. Es solo un amigo que me ha ayudado mucho últimamente." Y como siempre, su boca la traicionaba.
"En serio?" pudo ver la alegría en los ojos y en el tono de voz del niño. Y era tan lindo... tan dulce, tan... puro... le encantaba, tenía que admitirlo... estaba perdidamente enamorada... "Entonces... Sora, te amo. Como siempre, y tal vez más, por que después de este tiempo separados aprendí a extrañarte, y..." si, este tiempo separados! Y quién había estado? Quién la había ayudado a soportar las llamadas diarias que había en su registradora? Quién? Yamato! Pensó con bronca. Matt y sus encantos, su sinceridad, su afecto, su apoyo, esos ojos azules como el mar y su voz candorosa, sus brazos musculosos y... bueno Sora, parece que te nos fuiste del tema. No importa desde donde quisiera mirarlo, el tema era que como un cobarde la había dejado, no había soportado la presión, no había sido sincera con ella... Y Yamato, que aún sufriendo... había estado, siempre... "Sora? Sora! SORA!"
"Eh? Si..." nuevamente, sus pensamientos la había llevado a otro lado.
"¿Qué te pasa hoy? Sora! Pareciera que te estás burlando de mi!" reclamó enojado.
"Ken, no... como voy a burlarme de mí? Es que..."
"Cometí un error, lo acepto! Te hice mal, me lastime a mí, lastime a ambos por que no tuve la suficiente fuerza de voluntad como para afrontar las cosas, pero igual estoy acá ahora! Por que te amo y creo que a pesar de todo podemos seguir, o podemos intentarlo al menos, y si no funciona bueno, lo dejaremos y a otra cosa. Pero vos no estás! Me prometiste escucharme en vez de dejarme ir antes! Y si sabía que iba a ser para que estuvieras con tu mente en otro lado, pensando en tu amigo Ishida imagino, me hubiera ahorrado la hipocresía de tu parte y me hubiera ido! Y hubiera encontrado consuelo en otra cosa y hubiera lamentado toda la vida mi falta de seguridad, y tal vez hasta hubiera aprendido para la próxima...! Y quien sabe, pero creo que al menos sería más útil que estar acá hablándole a las paredes!" espetó con furia, dejando a Sora helada. Acá había una faceta que nunca había llegado a conocer del todo...
"Ken, por favor... está bien, perdoname yo..." pero el portador de la bondad ya había girado y se alejaba, directo a la puerta. Iba a dejarlo marchar? A Ken? A SU Ken? A esa cosita hermosa, cariñosa y dócil? Era tan... tan... perfecto! "Ken!" gritó, y se abrazó a su espalda, impidiéndole que marchara. "Por favor Ken, no te vayas... perdoname por favor perdoname, te juro que te quiero mucho y no quise lastimarte... no sé que me pasó, es que entendeme... son muchas cosas a último momento, justo cuando creía que de a poco te iba olvidando e iba a poder seguir con mi vida normalmente... volvés y me doy cuenta que nunca te olvidé, que siempre sentí lo mismo y fue todo una ilusión... y si te vas ahora... ya no sé si voy a poder olvidarte muy fácil... Ken..." apoyó la cabeza en su espalda y comenzó a lagrimear... había sido una tonta, había usado a Yamato, a su amigo... y de la peor de las maneras... "Ken..." susurró nuevamente. Pero él siguió sin contestar. Cuando ya creía que todo estaba perdido, Ken agarró sus manos y besó sus dedos... aún dándole la espalda... y luego, con un movimiento suave, la soltó y se alejó, dejando algo apoyado sobre la mesa. Y se fue.
Sora se acercó a pasos lentos hasta la mesita ratona y vio, apoyada junto a una foto que mostraba a todos los digidestinados, un manojo de llaves. Y desde el llavero la cara sonriente de Ichijouji la observaba. Con dedos temblorosos lo giró, esperando encontrarse con una foto de ella misma. Pero no había nada. Ken se había quedado con esa.
Y se había ido. Al final, no había servido de nada. Había salido más lastimada. Y no solo ella. Después de esto no podía volver con Yamato. Tendrían que cortar todo antes de empezarlo. Naturalmente, tampoco podía volver con Ken. Estaba sola, y por su estupidez tres personas habían salido lastimadas.
Se apoyó contra la mesita y, lentamente, comenzó a llorar, esperando que su dolor desapareciera. Pero en el fondo sabía que no sería así. Pasarían días, meses y años. Pero lo que acababa de pasar nunca lo olvidaría. Ken y Yamato tampoco. Ahora era obligación de ella plantearse un cambio de actitud, para no volver a cometer el mismo error. Nunca más.
Pero por ahora... podía llorar un ratito...
Continuará...
Notas: Hola! Que vergüenza, hace cuanto no actualizo ninguna de mis historias? Bueno, imagino que ya están acostumbrados...
Y... no sé que hice... esto no estaba planeado... pero como siempre, mis historias se escriben solas. Yo solo soy el ente encargado de teclear... me están usando! Oh! (grito lastimero).
Bueno, dejémonos de estupideces. Muchísimas gracias a Lovely Flower (dale para arriba y no te desanimes! Que al final las cosas siempre terminan saliendo de la mejor manera posible...), Hillary, Ruri-Sakuma, Alexeigirl, Angel Nemesis, Atori-Chan, KaOrA-FGV-16, AmiYumi y a Sara. Gracias por su apoyo! Yo sé que para las fans del Sorato es difícil leer algo que corte con la pareja... sobre todo si soy tan mala de tentarlas dando un futuro final Sorato... y ahora ya no sé.
Graciass!
Ag
25/10/05
