Apresurarse

-Bueno, entonces Sora... Ken o Yamato?- preguntó Mimí, revolviendo el café que acababan de pedir a la mesera.

Sora suspiró. Le parecía que en la última hora había escuchado esa pregunta unas 200 veces. Sus amigas la miraban expectantes. No podía evadirlas...

-Bien... déjenme analizar la situación... – pidió.- Digamos que... todo fue así. El problema empezó por que Ken no supo explicarme por que quería cortar, y me dejó con una estúpida razón- con una mano paró a Mimí, que ya estaba dispuesta a dar su punto de vista. – Pero no hay que echarle toda la culpa- Miyako asintió.- Si quiso dejarme fue por culpa mía, yo actué mal, Mimí- recalcó, ya que su amiga estaba dispuesta a hablar nuevamente. – Eso no quita que me haya dicho que era gay, lo que afortunadamente es mentira. Le faltó valor, no afrontó las cosas y me falló. No sé si me conviene alguien así.- Tachikawa sonreía satisfecha- Estoy segura que eso puede hablarse y solucionarse, ahora que ya pasamos por esto – esta vez era Inoue la que sonreía satisfecha.- Las cosas serían tan fáciles si todo terminara ahí... – suspiró. – Pero ya sabemos que no es así.- Ambas la miraron con pena.- Por que está Yamato- ahora, las facciones de Miyako no mostraban amor, justamente, ante el nuevo nombre-. Si ahora vuelvo con Ken, suponiendo que él quiera hacerlo, pasaría como que lo usé. Y yo quiero mucho a Matt, es casi mi mejor amigo y... digamos que lo nuestro no fueron solo un par de besos- se sonrojó al recordar, y Mimí sonrió. Miyako la fulminó con la mirada. – Así que en eso estamos. Quiero mucho a Ken, se podría decir que lo amo... pero lo que siento en estos momentos por Matt va más allá de la amistad... así que no sé que hacer... no quiero lastimar a ninguno de los dos, y por supuesto tampoco quiero lastimarme yo... sin sonar egoísta. Creo que lo arruiné todo... – ahogó las lágrimas y fingió una sonrisa, para tranquilizar a sus amigas.- No sé que hacer... – nuevamente agachó la cabeza entre los brazos y la apoyó sobre la mesa.

El silencio se hizo presente entre las tres amigas, algo totalmente increíble pensando que estaban, no solo Miyako, sino también Mimí presentes. Las chicas habían crecido. Por un lado, aún eran esas tres pre-adolescentes de 12, 13 y 14 años que un día fueron a la torre de Tokio a pasear... pero por otro lado, ya tenían 16, 17 y 18 años, el tiempo y las situaciones que habían vivido en esa época tan conflictiva, la adolescencia media, habían ayudado a que abrieran sus mentes y comenzaran a pensar de otra manera y en otras cosas. Ya no todo era un juego de niñas, no todo remitía a salir de compras, hablar del chico que les gustaba y del nuevo proyecto en la escuela o la próxima fiesta. Había cartas más importantes en juego, y en una sociedad tan cerrada como Japón, esa era una época más que suficiente para comenzar a madurar. Las tres ya habían ingresado a secundaria alta, Sora ya había pasado a la universidad, y aunque quisieran seguir retrasando el momento, ya era tiempo de pensar en independizarse y comenzar a abastecerse por si mismas, dejar de depender de sus familias, del seno materno, pensar en tener un trabajo propio y en la posibilidad de, en un par de años, formar una familia.

Por eso y por muchas otras razones, como el gran cariño que le tenían a Sora, su amiga desde hacía años, ambas entendían que su problema no era solo un problema de amores pasajeros, que se solucionara o no, todo seguiría igual, y después de un tiempo de tristeza, Sora podría volver a su vida anterior con todo el problema olvidado. Se estaba enfrentando a lo que tantos temían y deseaban nunca les sucediese: el temor de estar entre tu primer amor, tu novio de secundaria, y la persona a la que amabas en el momento, con la que habías pensado unir tu vida. Y si a eso se le unía que ambos eran amigos tuyos, y amigos entre ellos también, el tema era todavía menos sencillo. Y para terminar, con la personalidad de Sora, fuerte pero sensible y comprensiva, que tendía a echarse la culpa hasta de las cosas más impensables con tal de no tener que echársela a algún otro, el tema era más que demasiado preocupante.

Por estos motivos ambas estaban en silencio, ya sin ánimo de volver a la discusión que habían tenido momentos antes, pero tampoco queriendo dejar a Sora con toda la carga y sin una mano que la ayudara a salir de ese problema.

-Sora... – al final, fue Mimí la que habló. Tal vez lo sintió como su deber, siendo mayor que Miyako y, además, la mejor amiga de Sora. Aparte de haber sido ella quien hizo que Yamato y Sora volvieran a estar juntos... – la verdad es que no sé que decirte- dijo, sorprendiendo a Miyako y a Sora, quien levantó la vista asombrada. – Es más, no sé por que estoy hablando. Tal vez tuve que haber permanecido en silencio, por que como dicen, 'mejor en silencio que hablando'... no, no era así... 'mejor solo que mal acompañado'... no no! Eso tampoco... este... 'una imagen vale más que mil palabras'. No. Eh... Oh my God… 'el silencio vale más que...' ufa... bueno, Sora, ya sabes a que me refiero!- ambas la miraban sorprendidas, sin saber muy bien que decir ni a que se refería su amiga. Luego de un incómodo silencio, Sora comenzó a reír estrepitosamente, sorprendiendo a sus amigas, quienes sin embargo sonrieron al saber que al menos le habían levantado el ánimo.

-Lo siento Mimí, es que- dijo Sora, entre risas- fue muy cómico, deberías haberte visto!- continuó riendo, contagiando a sus amigas, y al final las tres reían y brindaban con las tazas de café, olvidando por un momento el problema que las tenía allí.

Derivaron la charla hacia situaciones incómodas y embarazosas que habían vivido, o que habían presenciado, logrando así que las risas y la alegría volvieran a ellas por unos momentos. Era una fachada, lo sabían, pero que mas podrían hacer? Estaban bien así, y por el momento no hacia mal aparentar... había sido un día estresante para todas, se merecían un descanso o al menos la oportunidad de respirar tranquilas. Si de todas maneras, Sora estaba allí y no iba a escapárseles.

-Y la primera vez que Ken fue a casa- dijo la pelirroja entre carcajadas- estaba tan nervioso que olvidó que mi madre hacia Ikebana y apareció con un ramo de flores, y encima dijo que era de la mejor floristería de la ciudad! – las tres prorrumpieron en carcajadas, que poco a poco fueron quedando en nada, y terminaron observando a su alrededor y terminando sus bebidas.

-Matt se llevaba muy bien con tu madre, no Sora?- preguntó Mimi, como quien no quiere la cosa, pero Miyako ya había parado la oreja, dispuesta a luchar por su candidato.

-Si, la verdad es que si... mama solía invitarlo a comer... al principio le molestaba que no fuera del todo japonés, pero termino aceptándolo cuando vio como me quería...

-Pero tu padre no lo aceptó del todo, no es así?- preguntó Miyako, mirando de reojo a Tachikawa.

-Mmh... en realidad no fue tan asi... – suspiró. – Papa creía que había mejores opciones para mi, nada mas... pero se llevaban bien, en cierta forma se había resignado...

Mimi lanzó una mirada asesina a Miyako, y anotó un punto a su favor.

-Sin embargo, a Ken lo aceptó enseguida- añadió, y Miyako sonrió.

-Y tu madre?

-Si, también... les molesto un poco que fuera menor que yo, pero cuando vieron lo bueno que era, y lo dulce, enseguida les cayó bien... aparte de ser un súper dotado – sonrió. Pero ya no era la sonrisa triste de antes, era una nueva sonrisa, una sonrisa llena de vida, esa que las personas ponen cuando están recordando cosas que le son gratas. – Además, sabían ya un poco por todo lo del Digimon Kaiser, y pensaban que el chico necesitaba ayuda para superar sus traumas... y tal vez yo era la persona indicada para hacerlo...

-Y con los padres de Ken, Sora? Como te llevabas?- preguntó Mimi, borrando instantáneamente la sonrisa de satisfacción de cara de Inoue.

-Ahh... – la sonrisa pasó a una mas amarga – digamos que... soy demasiado mayor para él...

-Pero con los padres de Matt te llevabas de maravilla, no es cierto?- arremetió Mimi, antes de que Yolei pudiera opinar.

-Si!- sonrió Sora- Natsuko me quiere un montón por que Tk le había hablado maravillas de mi, y Hiroaki creía que yo podría cambiar un poco a su hijo para bien... pero adonde quieren llegar con tantas preguntas?- añadió, lanzando una mirada sospechosa a sus amigas.

Antes de contestar, ambas se miraron y asintieron.

-Sorita... – comenzó Mimi, con su mas dulce tono. Las tres prorrumpieron en carcajadas, y enseguida volvieron a quedar en silencio y a lanzarse miradas por arriba de la mesa. – Con mi querida amiga Yolei, nos preguntábamos si... claro, solo si vos queres, no vamos a obligarte pero – la mirada de Sora le indicó que fuera al grano – bueno, queríamos ofrecerte nuestra ayuda para... darte los puntos buenos y malos de cada uno de los chicos...

Ambas le lanzaban miradas suplicantes, y Sora tuvo que suspirar y resignarse.

-Adelante- susurró, temiendo arrepentirse en un futuro muy cercano...

-Bueno, YO OPINO –enfatizó Mimi, antes de que Yolei pudiera siquiera planear sus argumentos – que tenes que volver con Matt.

-Yo digo que con Ken!- saltó Miyako. Sora sonrió ante lo evidente y permitió que sus amigas continuaran.

-Yo creo que tenes que volver con Matt por que, siguiendo el razonamiento de la Señora Ichijouji, sos tres años mayor que Ken. Ya sabemos que en el amor no influye la edad – agregó antes de que lo hiciera Miyako- pero... tiendo a creer que eso se cumple cuando es al revés, o sea, cuando el mayor es el hombre. Por que la mujer madura antes y... no quiero decir que nuestro amigo Ken sea un inmaduro –nuevamente, se antepuso a los pensamientos de Inoue -, pero... sus ultimas acciones han demostrado que, tal vez, no esta... capacitado, digamos, para ser el compañero perfecto de Sora... – hizo silencio, claramente dándole espacio a Miyako para que refutara sus opiniones.

-En mi forma de ver, es cierto que la diferencia de edades en estos casos puede ser crucial... pero admitamos que la vida no se ha portado demasiado bien con Ken... tuvo una infancia traumática a la sombra de un hermano súper dotado, quien encima murió... y pudo por fin conseguir la atención de sus padres que tanto quería y necesitaba, cuando tenia la semilla de la oscuridad instalada, o sea cuando no era él realmente... no es necesario entrar en detalles sobre cuanto lastimo a digimons y humanos mientras la tenia... ni tampoco el hecho de que, aunque estaba siendo controlado por fuerzas mayores, aun sigue culpándose... pero tampoco voy a escribir su biografía... simplemente, digamos que Ken tuvo razones suficientes para ser ahora mas maduro que chicos de su edad, como por ejemplo Tk, y Davis POR SUPUESTO...

-Eso no explica su reacción- se apresuro a interrumpir Mimí, apenas se le dio la oportunidad.

-Mimí- trató de hablar Sora, pero Miyako le indico con una mano que mantuviera silencio.

-Sora ya nos ha explicado que todo fue muy de repente, que nunca lo habían hablado y, siendo Ken virgen y sabiendo que Sora tiene un poco mas de... experiencia – la nombrada se sonrojó ante el comentario y evitó mirar a sus amigas – es natural que se retraiga así... sabiendo además que Ken de por si es bastante tímido, hasta conmigo que soy su mejor amiga y nunca lo juzgué...

Hicieron silencio unos momentos mientras pensaban en lo que acababa de decir.

-Pero de todas formas... Sora, tenes que admitir que Yamato es mas para vos... por que, bueno... el amor y la amistad... además, Yamato es un chico bastante cerrado, frío, y necesita alguien como vos, alguien que se cuide por si sola y que a la vez pueda mantener un ojo sobre él... la sonrisa de Yamato solo se ilumina así cuando esta con vos, o con Tk...

-Ken necesita a alguien comprensiva, tierna, dulce, que pueda ayudarlo a entender que no todo fue culpa suya, que nosotros lo apreciamos y aceptamos tal cual es... alguien paciente, sobre todo...

-Ken lo que necesita es alguien que le enseñe a divertirse, que lo saque a la fuerza de donde esta, pero que a la vez tenga cosas en común con el, y si, que sea comprensiva... – hizo silencio -. Creo que vos, Miyako, sos la persona indicada para el...

-Mimí por favor!- salto Sora, antes de que eso volviera a convertirse en una hecatombe.

-Lo siento Sora, pero es lo que pienso! Creo que Yolei sacaría a Ken de su hueco mucho mas rápido que vos...! Por que, serás muy tierna, comprensiva, paciente y todo, pero conociéndote, vas a dejar que el chico salga cuando quiera...! y no es así, a veces hay que darles un pequeño empujoncito... y lamento decirte que no te veo capaz de hacerlo...

-Ahí esta el problema, Mimí! No podemos andar por la vida cambiando a la gente a nuestro gusto! Hay que dejarlos ser, aceptarlos tal cual son... y yo no puedo hacerlo... si estuviera con Ken, lo forzaría para que cambiara... y capaz lo lograría, es mas, capaz hasta me lo agradeciera y fuéramos felices el resto de nuestras vidas... pero que gracia tiene, si al final lo único que hice fue transformarlo en algo que para mi esta bien? – Miyako suspiro. Sus ojos se veían rojos, por la fuerza que hacia para no lagrimear- Sora es la persona indicada para Ken. Si cambia, va a ser por que el decidió hacerlo, y tiene a su lado a alguien dispuesto y con las facultades para ayudarle...

-Mmh... capaz tenes algo de razón... – murmuró Mimí después de una pausa, sorprendiendo enormemente a sus amigas, ya que en general lucharía hasta que ellas, cansadas, aceptaran hasta lo mas absurdo que pudiera ocurrírsele. Si, las niñas maduraban... – pero es que, Matt... es tan lindo...! – una gota asomó en las cabezas de ambas – y... hacen tan linda pareja...! Además, Sora, no nos olvidemos de Tobira... ese tema tan hermoso que te dedicó cuando tuviste tu operación... Matt no es el mismo desde ese tiempo que pasaron juntos... y es tan lindo volver con tu ex... digo, con tu primer amor... – una sombra cruzó por su hermoso rostro, pero enseguida se repuso – y, no se... Matt te necesita, Sora...

-Pero... – el tono preocupado de Miyako hizo que ambas le prestaran toda su atención – Ken también es muyyyyy lindo – terminó, como si acabara de explicarles el sentido de la vida. Luego de observarla con los ojos como platos, Sora comenzó a reír, siendo imitada por Mimí enseguida. Luego de unos segundos, Miyako se unió al dúo. - Pero tengo razón! – siguió entre risas.

-La verdad, Sora... no me voy a cansar nunca de decírtelo: te envidio. Tenes a los dos elegidos mas lindos luchando por tu amor... aunque mi Koushi no se queda atrás, claro esta – agregó feliz y sonrojada.

-Tk tampoco! – gritó Miyako. – Y Taichi... no nos olvidemos de Jyou... y... – pero se interrumpió al ver que sus amigas estaban al borde de la risa – que?

Nuevamente estallaron en risas.

-Resumámoslo: tenemos 8 amigos muy muy lindos...

-Los dos mas lindos enamorados de vos!

-Daisuke no me parece lindo! – sus gritos se interpusieron y nuevamente hubo risas. Otra vez eran el centro de atención... podría decirse que lo disfrutaban.

Inesperadamente, Mimí interrumpió su risa y se paró. Al notar que era observada por ambas, comenzó a abanicarse.

-Hace calor, no?- continuó abanicándose ante la mirada extrañada de sus amigas. – Eh... Yolei... vamos al baño... – agarró una bolsa que había bajo la mesa y se la extendió a Sora. – Esto es tuyo... ya volvemos... mira allá! – apenas dijo esto, indico un punto mas atrás y arrastro a Miyako del brazo, tapándole la boca.

Sora no lograba entender que estaba pasando y tampoco sabia que había en la bolsa, pero al desaparecer ambas entre la multitud, giro su cabeza en la dirección que Tachikawa había indicado... y una parte de su mente deseó no haberlo hecho, pero la otro le indicó que era lo correcto...

Al chocar su vista con esos ojos color zafiro, tan increíblemente profundos pero a la vez tan dispuestos a dejarla sumergirse en ellos, sintió que sus piernas no la aguantarían... pero al mismo tiempo, como un resorte, salió despedida de la mesa, y antes de notarlo ya estaba junto a ellos.

-Hola Matt- murmuró, temiendo atragantarse con sus palabras.

-Hola, Sora – Yamato parecía mucho mas calmado, y a diferencia de ella que estaba sonrojada y nerviosa, se veía tranquilo y hasta relajado. – Que... linda que estas – mientras decía esto, extendió su mano hasta el flequillo de ella y lo depositó detrás de su oreja.

Recién en esos momentos, Sora se dio cuenta de que aun llevaba puesto el vestido de la tienda. Tan emocionada como estaba por lo de Dominic Hanagawa, había olvidado quitárselo...! En la bolsa estaba su ropa, y encima de todo lo factura.

-Voy a tener que pagárselos...!- susurró, pero el experto oído de Yamato la escucho.

-Que pasó?- rápidamente le contó lo sucedido, y al final Yamato tenia una extraña mirada.

-Que?- preguntó, intimidada por su mirada.

-Nada... que yo pago el vestido, con tal de vértelo de nuevo... – tenia una sonrisa seductora en su rostro, y Sora enseguida se tapo el escote, logrando que Ishida riera ante el gesto. Sora lo golpeo levemente en el brazo, aun sonrojada. –Siempre igual... y las chicas?- trató de ver por encima del hombro de Sora, pero la mesa permanecía vacía.

-Fueron al baño... –susurró.

-Dudo que vuelvan. Mimí me vio venir – dijo con un levantamiento de hombros.

-Ah... eso... creo que tenemos que hablar... – lentamente dejaba atrás la inseguridad y comenzaba a mirarlo a los ojos. Tenia que meterse en la cabeza que era solo Yamato, su AMIGO Yamato.

-No- su respuesta fue firme, y sorprendió sobremanera a Sora.

-Eh? – su nerviosismo había aumentado en un 160.

-Eso... no es necesario, si no queres... digo... – se le interrumpió la voz, y Sora lo miró asombrada. Después de todo, el también estaba nervioso... era una tonta, era solo su amigo de siempre... nunca habían tenido razones para ponerse nerviosos, y no tenían porque hacerlo ahora...

-Es que... si, quiero que hablemos... necesitamos hablar...

-Sora... no necesito explicaciones, en serio – le dirigió una sonrisa que derretiría el corazón de cualquier jovencita. Pero como siempre, ella era la excepción.

-Yo quiero dártelas, Matt... por favor... – su tono suplicante termino por convencer a Ishida, quien le indico un banco junto a una fuente donde se sentaron. – Bueno... por donde empiezo...

-No voy a hacerte preguntas, si es lo que tenias en mente – Sora asintió pero siguió en silencio, observando como el agua caía desde el jarro de una mujer desnuda, unida en un abrazo a un joven menor que ella, hasta la fuente, uniéndose a cientos de pequeños saltos que salpicaban a quienes se acercaban demasiado, como ellos.

-El otro día, cuando llegamos y estaba Ken... no volví con Ken- aclaró, y él la observó asombrado.

-Bueno... eso si es una sorpresa... pensé que, ese día... – la voz se le cortó y su mirada se dirigió al cuerpo de la estatua.

-No... hablamos, pero... no...

-Pensé que su intención era pedirte que volvieran...

-Era su intención – Yamato giró asombrado – pero... – nuevamente quedó en silencio, con su mirada recorriendo hasta los mas lejanos recovecos del joven de piedra...

Entonces... Sora... – lentamente, agarró su mano y logró que ella lo mirara. – Eso... podría significar que no volviste por... mi? – la esperanza que había en su voz lastimó a la joven, quien sintió que sus grandes ojos rojos se humedecían. Pero no podía mentirle...

-En realidad... a ultimo momento... el se arrepintió... – sintió como miles de cuchillos se clavaban en su delicada piel... pero sin duda el golpe había sido mayor para Yamato... como un baldazo de agua congelada en medio del invierno...

-Ya veo... – suspiró-. Entonces, Sora... creo que no hay nada que hablar... – se parV y sostuvo sus dos manos. – A no ser que necesites ayuda, o algo...

-Yamato yo...! – pero él la cayó con un suave beso en sus labios.

-Lo siento, Sora... tómalo como una despedida... sabes?... esta fuente... me recuerda extrañamente a vos y a Ken... – soltó sus manos y concentró su mirada en el objeto, al igual que Takenouchi.

-Pero, Ma- su voz se cayó, al descubrir que él ya no estaba con ella. Volvió su vista a la fuente, y la observó por largo rato.

La joven mayor se aferraba desesperada al menor, y lo rociaba con una pantalla de agua, como si estuviera tratando de protegerlo... y cada persona que se acercaba lo suficiente a ellos, terminaba mojada... lastimada... incapaz de separarlos...

Seria eso lo que tendría en mente Yamato?... debería preguntárselo en otra ocasión...

Continuara...

Notas: Guau, no puedo creer que al fin lo termine... la verdad es que ya creía que iba a dejarlo estancado e irme a otra cosa... pero bueno, siempre puedo sorprenderme a mi misma :P...

Espero que les haya gustado, me quedó un poco raro pero... no se... disculpen si faltan acentos, es q antes no escribía en esta pc y esta no dispone de ellos... bueno, voy a tratar de arreglarlo igual...

Gracias de todo corazón a Angel Nemesis, Atori-Chan, Chikage-SP, Sora Takenouchi Ishida y Alexeigirl... quien se ha ganado UN CARAMELO!... x adivinar con quien iba a encontrarse Sora en este capitulo...

... que?... no me miren así!... ok ok, soy una amarreta... mmh, bueno amiga, te dedico este capitulo! Por que tus reviews siempre me dan ánimos para seguir...!

Y eso es todo... no prometo una actualización rápida por que quiero terminar de acostumbrarme a esta pc y trabajar un poco en Guerra, que vengo prometiendo una actualización hace meses y nada...

Chau!

SkuAg

25/02/06