Apresurarse
-Y... hace cuanto conoces a Mimí?
-Mmh... hace... media hora?- contestó Kayra, ligeramente nerviosa.
-Oh... eso explica muchas cosas...
-Siento mucho que te haya obligado a hacer esto... al parecer es una chica bastante... maniática manipuladora?- comentó, luego de un silencio. Yamato soltó una carcajada.
-Esa es una descripción bastante acertada de ella, diría... ojalá yo hubiera llegado a ella en la misma cantidad de tiempo que llevas tu conociéndola...- Kayra le sonrió complaciente, y Yamato tuvo un ligero estremecimiento.- Entonces... yo pensaba que eras amiga de ella. O sea que... Sora?
-Conocí a Sora hace unos meses, cuando entré a su universidad. Vengo de la India.- Ishida ahogó un grito de asombro- Ella fue de mucha ayuda para mí al principio, ya que los japoneses son bastante... xenófobos.
-Cerrados- corrigió Yamato. – Cerrados. Xenófobos, solo algunos... igual que en todos lados me imagino. El japonés promedio es cerrado, tímido, concentrado en su trabajo, en sus estudios
-Vive completamente mirando, o ilusionando, con un futuro que no existe y que no podrán crear, con esta existencia corrompida, obsesiva y puritana que llevan.
Yamato hizo silencio, asombrado por la vívida descripción recién escuchada de él y sus compatriotas.
-Al parecer Japón no te merece una buena opinión... estás teniendo una mala estancia?
-No, para nada!- sonrió. – La verdad es que me encanta, estoy muy feliz!- Ishida no contestó, la extraña personalidad de esta chica lo tenía bastante confundido... aunque no parecía molestarle. Era... atrapante... interesante... irradiaba un aura de chica prohibida, de mírala pero no te acerques. Y lo hacía de una manera diferente a Sora. Mientras la pelirroja era la vecinita, la dulce y tierna chica de la que todos se enamoran, pero que tiene su lado peligroso, Kayra parecía... la chica divertida, buena amiga, inteligente, que nunca se compromete con nadie, que tampoco da señales de querer hacerlo... Y en este momento, Yamato ya no sabía lo que quería.
Aunque, en qué estaba pensando! Acababa de conocerla, era amiga de Sora, y él aunque le doliera, seguía enamorado de su amiga...
-Sabés a dónde nos estamos dirigiendo?
-A lo de Ken... el ex de Sora- agregó, ya que no sabía si ella estaba enterada de la historia.
-Qué complicado eso... que crees que hará Sora?- Yamato cerró los ojos un segundos. No sabía que contestar, ya que lo que creía que haría ella, se mezclaba con lo que pensaba debería hacer, y más complicado aún, con lo que él quería que hiciera... lamentablemente no podía evitar pensar egoístamente, era cierto que quería lo mejor para ella, que fuera feliz, pero la conocía demasiado y sabía que en este momento, la pelirroja era capaz de hacer todo lo contrario a lo que sentía, tal como había hecho antes, preocupada por el bienestar de Ichijouji...
Y él ahora debía hacer como ella y actuar en beneficio de Sora sin pensar en lo que él sentía... era por eso que estaba acá, por eso había ido a su departamento a ver si encontraba a Mimí, y por eso se había dejado arrastrar por ésta hasta el auto de esta chica, y por eso ahora no se quejaba aunque estuviera manejando una mujer... debía ser tolerante!
-No lo sé... sólo espero que actúe siguiendo sus ideales y lo que su corazón le manda y se permita ser feliz... – murmuró. Y lo deseaba en serio.
-Y... son amigos hace mucho tiempo?
-Con Sora? Nos conocimos a los... 10 años, creo...
-Y son muy amigos?- con eso quedaba claro que Takenouchi había omito esa parte de la historia. Y estaba bien, se lo agradecía en cierta forma...
-Sí, creo que sí... yo no seré su mejor amigo, pero ella es la chica en quien más confío... es una muy buena amiga Sora, disfruto mucho de su amistad y compañía- Yamato ya estaba completamente seguro y decidido. A Sora no podría tenerla, ella lo había decidido así, y él no podía luchar más por una causa perdida. Siempre podía haber otras oportunidades, podría pasar cualquier cosa, cierto, pero por el momento... lo mejor era dejarla jugar sus propios errores, y estar ahí para darle una mano cuando la necesite.
-Sí... opino igual. Es una persona única, no?...
Yamato hizo un esfuerzo para evitar que los recuerdos acudieran a su mente.
-Mimí, no sé si esto está bien- Sora miró con ojos desesperados a su amiga, pero ella se limitó a bajar el espejo retrovisor para observar su reflejo.
-MMh, Matt tenía razón, tengo ojeras! Debo ponerme base YA!- susurró, al tiempo que abría su cartera y comenzaba a revolver.
-Mimí, QUE HACES!- gritó escandalizada, ya que la joven estaba pasándose tapa ojeras al tiempo que esquivaba los cientos de autos que conducían junto con ellas por las abarrotadas rutas de la ciudad.
-No puedo estar así de impresentable! MIRA SI ME ENCUENTRO CON ALGUIEN!
-Mimí... que pasó con Izzy?
-Izzy, mi bebé hermosoooo! DÓNDE! NO PUEDE VERME ASÍ!- Sora suspiró. Hacía añares que la conocía, ya era tarde para intentar cambiar su personalidad... es que estaba bastante nerviosa, en este momento...
-Ayer llamé a Dominic Hanagawa...
-Sí? Ese diseñador tan famoso? Bien hecho! Y qué te dijo?
-Me recordaba!- exclamó Sora, feliz.
-Cómo no iba a hacerlo? Anda, cuentame! De que hablaron?
-Me dijo que le había gustado lo que describí ese día, que era original y lo que él necesitaba, eran diseñadores jóvenes, con buena presencia, originales y creativas... pero que había visto muy poco y no podía juzgarme solo por eso... así que me pidió que le mandara una carpeta con mis diseños...
-Te felicito! Y ya estás trabajando en eso?- preguntó, emocionada. Sora estaba feliz por eso, si lograba estimular un poco más esa felicidad, era posible que ahora le fueran bien las cosas...
-Cuándo le dije que todavía no terminé mis estudios se sorprendió mucho, pero me dijo que no había problema, que le fuera mandando lo que hacía mientras tanto y tal vez, con un poco de suerte... dentro de un año puede contratarme!- terminó, feliz.
-BIENNNN!- gritó Mimí- Te felicito Sora, ay ves! Yo sabía que ibas a llegar lejos, es que eres tan creativa y original, y te vestís bien y
-Mimí- la interrumpió.
-Qué sucede?- preguntó inocentemente.
-Estás repitiendo todo lo que te dije que me dijo Hanagawa.
-Oh... – Tachikawa hizo silencio. – Bueno, podría ser, pero...
Sora comenzó a reír, y su amiga se le unió. Le encantaba verla feliz de vuelta. Solo deseaba que dentro de unos momentos, esa felicidad no se le arruinara.
-Igual, no cantemos victoria antes de tiempo. Todavía puede ser que no le gusten mis diseños!
-Oh, Sora... eso claro que no va a pasar. Llegamos- dijo, estacionando el auto. Pudo observar la súbita palidez en el rostro de Sora.
-No, Mimí, por favor, no me obligues a verlo!- exclamaba la pelirroja, esquivando de los empujones de su amiga. Yamato y Kayra observaban la escena divertidos desde un costado.
-Oh, sí Sora, ahora no vas a echarte atrás! Si vinimos hasta acá fue por una razón, y no vamos a volver con las manos vacías!
-Mimí, él no quiero verme! No voy a echarme a sus pies, NO VOY A ROGARLE!
-Por favor Sora, basta de decir estupideces. Si lo quieres, LUCHA POR ÉL! Y no nos digas que no estás enamorado de Ichijouji por que no vamos a creerte!- gritó, sosteniéndola de los hombros y sacudiéndola.
-Perdón... – susurró otra voz. Los cuatro giraron y encontraron a Miyako parada en la puerta del edificio del joven. Se veía confundida.
-Yolei... – susurró Sora, sorprendida. Y de inmediato sintió como algo subía a su corazón y comenzaba a latir muy fuerte.
-Vienes a ver a Ken? Está arriba, yo ya me iba... eh... sube!- exclamó. Mimí aprovechó el desconcierto de su amiga y la empujó dentro del edificio, para luego cerrar la puerta. La vio dirigirse hacia el ascensor y suspiró aliviada.
-Bien, eh... Yolei querida, vas para tu casa?- la joven asintió, al tiempo que saludaba a Yamato y le era presentada Kayra. – Te llevo, no quiero que tomes un taxi. Solo dame un minuto. – se acercó a Kayra y Yamato y los llevó desapercibidamente a un costado.- Voy a irme con ella para averiguar que pudo haber hablado, ustedes entren y vigilen el pasillo, controlen que Sora entre y no permitan que se vaya así como así! HOY ES EL DÍA!- luego de decir esto, giró apresuradamente y enganchó su brazo con el de la pelimorada. – Adióóóóóóósss!- gritó. Kayra la saludó sonriendo feliz.
Yamato se cubrió la cara. Observando esa situación... la falsedad de las mujeres era tan...
-Qué te sucede?
-Nada... esta mañana, Mimí le había hecho la cruz a Yolei...
-Ah, bueno... vas conociendo a las mujeres- sonrió, con dulce ironía.
Ken se sobresaltó con el sonido de la puerta. Miró alrededor de la estancia para comprobar que Miyako no hubiera dejado nada. Quién podría haber venido, y sin tocar timbre antes? Confundido, se paró y fue hasta la puerta antes de tener que oír otro.
-Hola Ken- murmuró Sora, sonrojada.
-Sora...- fue el susurró dado por respuesta. Ambos permanecieron en la puerta, mirándose fijamente.
-Lo siento, si te molesto puedo irme- dijo Sora, tratando de sonar muy segura de sí misma. Ken demoró en contestar.
-No, no! Lo siento Sora, pasa pasa- se hizo a un lado y la dejó entrar. Antes de adentrarse en el departamento que el joven compartía aún con sus padres, Takenouchi observó adentro y se asombró al ver el sillón desordenado y los almohadones desparramados por la habitación. No sabía bien que podía significar eso, pero no le gustaba demasiado. – Eh... siento el desorden, es que Yolei... ya sabes como es, bastante... se mueve mucho.
Sora no contestó, asombrada, dolida y molesta por esa revelación... que quería decir? Esperaba que no fuera lo que ella se temía, por que de esto, ni Yamato la sacaría... pero no podía darse vuelta ahora, pasara lo que pasara, estaba ahí por una razón y no se iría hasta aunque sea haberlo intentado.
-Eh... quieres un café, un té, o...?- preguntó, nervioso. Nunca la presencia de su ex le había provocado esto que le pasaba ahora.
-Esta bien Ken, no te preocupes. Yo solo... – se calló al darse cuenta de que no sabía que decir. Estaba decidida a no permitir que su determinación flaqueara, pero ahora que lo tenía delante, y volvía a ver esos dulces ojitos suyos... – Cómo has estado?
-Eh... bien... por qué no nos sentamos?- preguntó, al notar que los dos seguían estacionados en el centro del living. Sora obedeció y se dirigió hacia el mayor de los sillones. Él se sentó junto a ella. – Y tú... como has estado?
-Muy bien... eh... tengo una oferta de trabajo... – dijo, sonriendo. Estaba tratando de calmarlo a él, o a ella misma?
-Sí? Que bueno! Y... de qué se trata?- Ken la observaba fijamente, tratando de descubrir algo tras esos ojos escarlata. A qué había venido exactamente?
-Es con Dominic Hanagawa...
-Ese diseñador que tanto admirabas? Sora eso es fantástico!- exclamó, feliz. – Me imagino que ya aceptaste!
-Jaja, no, en realidad tengo que mandar mis diseños, y esperar que los acepten... y recién dentro de un año, cuando esté más avanzada en mis estudios, podría comenzar a trabajar con él...
-De todas formas es una excelente oportunidad! Y tente confianza, yo creo que puedes lograrlo. Tus diseños son realmente creativos.
-Pero... no, nada- dijo, arrepintiéndose de lo que estaba por decir.
-Qué sucede?- preguntó Ken, preocupado.
-Es que... yo admiro a Hanagawa, pero... esto no se lo he dicho a Mimí ni ha nadie... es que yo quiero dedicarme a los kimonos, a preservar la cultura japonesa... creo que lo heredé de mi madre – sonrió-. Y Dominic Hanagawa se dedica a los diseños occidentales...
-Bueno, Sora... a mi manera de ver eso no es un problema... aunque no te guste, tienes que dedicarte a más de una cosa, lamentablemente al menos debes aprenderlo... y si Dominic Hanagawa no es lo que buscás para vos, será al menos un paso muy importante en tu carrera, que te abrirá muchas puertas para poder independizarte y hacer tu carrera. Mi consejo... oh lo siento, no me lo habías pedido- se interrumpió, al notar que había hablado demasiado y no sabía si lo que ella quería era escucharlo.
-Continúa- dijo. Estaba sorprendida por sus últimas palabras.
-Bueno... eh... mi consejo es que intentes empezar con él, y cuando comiences a adquirir tu merecida fama, te independices y te dediques a tus kimonos. Pero prueba, al menos...
-Sí... es lo que estoy por hacer, creo... al menos lo intentaré- terminó, dedicándole una de sus famosas sonrisas. Ichijouji se sonrojó.
-Eh... sí que bueno que estés feliz, yo... eh... – su nerviosismo aumento al tiempo que su sonrojo crecía.
-Bueno... no sé si 'feliz' sería la palabra, pero...
Bienvenido, querido amigo silencio. Tanto tiempo... el mismo pensamiento cruzó por la mente de ambos jóvenes. Sora empezaba a pensar que tal vez no estaba tan decidida como había creído, y no debería haber permitido que Tachikawa la forzara así. Ken quería que el sonrojo permanente que tenía desapareciera, debía relajarse y hablar normalmente con ella, era tan solo Sora!
-Dejé de fumar
-Por qué no feliz?- ambos hablaron al mismo, y ambos continuaron al mismo tiempo.
-Lo siento, habla tú- luego de esta incómoda casualidad, ambos volvieron a hacer silencio.
-Ken yo
-Sora
Luego de mirarse, comenzaron a reír estrepitosamente, mucho más fuerte de lo que ambos habían reído en mucho tiempo.
-No sé por que siempre me haces sentir así- comentó Ken, aún sonriendo.
-Así como?
-No lo sé... tan solo... bien. Estaba nervioso, hace unos momentos- soltó, en un ataque de sinceridad que sorprendió a Sora.
-Yo... creo que también estaba algo nerviosa... es que hace mucho no hablamos.
-Sí... – susurró, mirándola fijamente. Sora soportó sus ojos unos segundos y luego corrió la vista y se levantó.
-Bueno, eh... yo venía a ver como estabas y... ahora me voy... chau!- se dirigió a la puerta, y cuando iba a tomar el picaporte, Ken se interpuso.
-Sora... exactamente a qué viniste?- la pregunta del joven la sobresaltó, y antes de que pudiera contestar, él ya la había obligado a retroceder y a alejarse de la puerta.
-Quería ver como estabas- pero su voz la traicionó, y los ojos del pequeño al que tanto amaba se lo demostraron, y también vio decepción en ellos.
-Está bien... si solo venías a eso... – Ken se movió de la puerta y le dejó lugar para que pasara, pero ella no se movió, y tampoco habló hasta pasados unos largos segundos.
-Tal vez... pude haberme decidido antes, no es cierto?... me demoré en estupideces, por que siempre estuvo claro lo que sentía y lo que quería... pero ahora es tarde y lo acepto, no te reprocho nada y a ella tampoco... tan solo... espero que seas feliz, Ken...- su voz salió triste, pero fuerte y segura. Ella era una mujer fuerte y aceptaba sus errores y las consecuencias de ellas. Cuando sus dedos se cerraron sobre el picaporte, los de Ken lo hicieron sobre su hombro.
-Sora... de qué estás hablando? Que 'ella'?
-Que sorpresa encontrarte en lo de Ken. Sobre todo luego de que hoy, hace solo unas pocas horas, dijeras que no ibas a inmiscuirte en su relación- soltó Tachikawa, con el tono más duro que fue capaz de adoptar.
-Yo no me estaba inmiscuyendo en ningún lado!- protestó, nerviosa. No le gustaba el ambiente que se había formado entre ellas.
-No, claro que no. De paso, esto nos explica taaaaaaaaaaaantas cosas!- dijo, con ironía.
-Mimí explícate por favor! Me parece que estás malinterpretando muchas cosas acá!
-Malinterpretando! Que me tratas de tonta! Yo creo que estoy ENTENDIENDO muchas cosas acá!- exclamó, perdiendo la calma.
-ENTENDIENDO muchas cosas! Bueno, dame un ejemplo por favor por que yo realmente NO SÉ de que puedes estar hablándome!- gritó a su vez, perdiendo también la paciencia.
-Entiendo por que demostraste tan poco interés en ayudarme hoy de mañana, luego de cómo defendiste su persona el otro día! Es obvio que te diste cuenta de que seguías enamorada de él, y luego de hablar con nosotras fuiste a contarle que ella se había encontrado con Yamato, lo consolaste, lo agarraste desprevenido, y ZAS!- las palabras de Tachikawa fueron acompañadas con un violento giro del volante que casi logró que ambas sufrieran un accidente.- Lo tenés de vuelta, a costa de tu AMIGA Sora! ESO es ser mala persona! Te desconozco Yolei!- terminó, decepcionada y enojada.
-Mimí no sabes de lo que estás hablando!
-Claro que sé de lo que estoy hablando!- estacionó frente al negocio de los padres de Inoue. – Baja. – Aún sentada, Miyako siguió hablando.
-Siento haberte dado tan mala impresión. Pensé que éramos amigas y me conocías, y sabías que nunca le haría algo así a una persona como Sora, a quien quiero tanto. – respiró. – Hoy no te ayudé por que había quedado en ir a lo de Ken, a hablarle sobre Sora. Tenía que convencerlo de que dejara de dar vueltas y la encarara, que fuera fiel consigo mismo y con sus sentimientos, y que esa bendita Bondad no le jugara en contra. Es bueno que ella haya ido justo ahora. Si en este momento no vuelven, entonces ya no hay oportunidad. Mira, ese es mi novio- indicó a un chico de cabellos rubios largos que estaba parado junto a la tienda y escuchaba música desde un i-pod negro. – Adiós Mimí.
Tachikawa la vio bajar y colgarse del cuello del chico.
-Soy una estúpida... – susurró, y arrancó rumbo a lo de Ken nuevamente.
-Que crees que está pasando ahí adentro?- la voz de Kayra sonó débil, cansada. Le había contado que solo había podido descansar tres horas por estar atrasada con la facultad y con los apuntes que debía entregarle a Sora. Además de eso, habían hablando de música, ópera, de las diferencias entre la cultura japonesa y la India, de cuentos autóctonos de la región, de sus respectivas familias, de la última PC que había salido al mercado... Yamato había descubierto en ella a una chica despierta, inteligente y madura, que podía hablar de diversos temas y mantener la conversación, respetando las opiniones ajenas. Eso sí, tenía un leve dejo de arrogancia, que sin embargo también estaba presente en Ishida...
-No lo sé, pero como no escucho gritos, creo que nada malo- estaban recostados contra la pared del pasillo, cerca de la puerta, aunque tampoco tan cerca como para escuchar su conversación privada.
-Lo conoces a... Ken?- preguntó, cabeceando.
-Sí... somos un grupo grande de amigos... somos 12... – susurró. Le enternecía verla así, y eso tal vez no era bueno...
-Y que tal es él?
-Es... un chico tranquilo... inteligente, extremadamente inteligente, sobre todo en el campo matemático e informático, y muy bueno jugando al futbol! Es... no lo sé, una persona extraña, no conozco a nadie más bondadoso y tolerante que él. Tiene 16.
-Eh... sí, Sora me comentó sobre ese pequeño... desliz, cometido por ella... nunca la hubiera imaginado tan asalta cunas!- la expresión hizo reír al rubio, y ella respondió igual. – Es en serio!... además, no lo sé... pensé que a Sora le interesaría más alguien un poco más diferente a ella... más activo tal vez...
-Son tal para cual-dijo. Extraño, pero en este momento, no le dolía tanto admitirlo. Algo parecido a la esperanza, tal vez... flotaba en el ambiente?
-Que bueno- bostezó.- Lo siento, es que- cerró los ojos y los abrió de vuelta.- No voy a dormirme, no te preocupes...
-No me molesta... ven- usando su mejor sonrisa seductora, la movió hasta apoyarla sobre su hombro. – Yo te cuido... duerme...
Kayra sonrió, y luego de agradecerle cerró los ojos.
-De verdad no tienes nada con Yolei?- volvió a preguntar, temiendo una respuesta que tal vez no quería escuchar.
-Ya te lo dije, Sora. Ella... vino por otra razón.
-Ah... está bien... y, puedo saber por qué?- preguntó, luego de una pausa. Ken tragó saliva.
-Este... – murmuró, nervioso. Cómo explicarle lo que Inoue había venido a hacer?... le daba la impresión de que Sora estaba allí por algo parecido, pero como asegurarlo? No podía dar un paso en falso!
-Lo siento, no quería incomodarte. Lo que hayas hecho con ella, de última, es tema de ustedes... yo no puedo meterme.
-Vino a convencerme de que te dijera lo que siento- soltó, sorprendiéndose a sí mismo. Sora abrió los ojos desmesuradamente, sin poder creer lo que oía.
-Vino a... convencerte de que me dijeras lo que sientes?
-Vino a convencerme de que te dijera lo que siento- repitió, sin expresar ninguna emoción en su rostro. Firme.
-Y qué sientes?- preguntó, temblando ligeramente.
-Sora... a que has venido?- preguntó. No sabía por que, pero no se atrevía a hablar todavía. Debía asegurar algo más.
Takenouchi no contestó. Se sumió en el silencio y se recostó en el sofá. Tenía que pensar antes de hablar. Ya estaba en ese momento, había venido para eso mismo. No podía equivocarse! Estaba segura de que lo amaba y que quería volver con él, que lo respetaría y no cometería nuevamente un error tan estúpido como el que les había costado la relación. Había entrado segura a ese departamento. Estaba totalmente segura. Saldría totalmente segura.
-Te amo- 5 simples letras... 2 dulces palabras... quien creería que tienen el poder de crear un torbellino de emociones tan inmenso en los corazones de los seres humanos? Que son capaces de hacerte reír como nada, y de hacerte llorar intensamente, de darte una razón para decepcionarte, para alegrarte, para recordar, para esperanzarte y para entristecerte?... 5 simples letras...
-Pensé que iba a haber más charla previa- dijo Ken, sorprendido. La joven lo había tomado desprevenido.
-Puede haber toda la charla previa que quieras!- se apresuró a decir Sora, desesperada ante la idea de perderlo nuevamente por un error que no había podido ver.
-No es ne- pero no pudo terminar, por que ella había vuelto a hablar.
-Todavía no entiendo bien todo lo que pasó entre nosotros. No entiendo por qué nos pasó todo esto, por que no pudimos arreglar las cosas antes, pienso y no entiendo, vuelvo atrás, y simplemente no encuentro una razón lógicamente aceptable. Creo que los dos tenemos algo de culpas, pero de todas formas no busco asignarle culpas a nadie, no me interesa. Me gustaría... no lo sé, hacer... borrón y cuenta nueva, y... – Ken permanecía en silencio, serio, sin dar signos de querer contestar.- ... volver a empezar?- Sora se estaba desesperando por el silencio de él.- Lo siento Ken, tal vez no sientes lo mismo que yo y
-No es eso- la interrumpió, posando una de sus manos sobre las de ella.- Sora, yo no puedo hacer de cuenta que no pasó nada. Todo esto me marcó, no te parece que nos hace mal olvidarlo?
-Sí... tienes razón... – así es la vida. Puedes cuidar cada detalle, cada paso que das y cada palabra que dices, pero las mentes de las personas son tan inconexas e imprevisibles, que nada de eso importa. Igual puedes equivocarte, igual puedes hacer mal las cosas. Justicia o injusticia?... la vida no pasa por ahí, lamentablemente.- Lo siento, Ken
-Qué es lo que sientes Sora? No estarás por irte ya, cierto?- se sorprendió al verla pararse.
-Qué más puedo hacer? No importa que pase, sigo equivocándome. Vengo decidida a decirte que te amo y a pedirte que sigamos juntos, y aunque cuide todos los detalles, me equivoco igual. No sé que me pasa, se me nubla la mente, no pienso con claridad... siento que no soy la misma de antes, y por eso entiendo perfectamente que ya no quieras estar conmigo y... bueno...
Ken se paró frente a ella. Ya le llevaba algunos centímetros, y le gustaba como se sentía verla desde arriba. Le hacía olvidar la diferencia de edad que había entre ellos, y el hecho de que la mayor fuera ella, tan diferente a las parejas tradicionales. Sostuvo una de sus manos y la acercó hacia él, dulce, siempre mirándola fijamente. Abrió los labios para decir algo, pero las palabras escaparon de su boca y terminó besándola en la frente. Pasión, locura, deseo, dulzura, ternura, amor... eran tantos los sentimientos y sensaciones que sentía y sufría por esta pelirroja, que en estos momentos, no sabía que hacer, no sabía realmente que era lo que quería... él también estaba confundido, y ella había sido quien había dado el primer paso. Ahora era su turno, no podía dejarla escapar, o quería que escapara?... no quería que su historia fuera como todos, no quería seguir conceptos preestablecidos, quería cambio, libertad, quería...
Estaba enloqueciendo, ella tenía ese efecto en él, toda su cordura había desaparecido cuando se había enamorado tan locamente, como nunca le había pasado y como nunca habría creído capaz... y tenía solo 16 años, y era joven, y ella también, pero imaginar un futuro sin ella... Desesperadamente la abrazó, la apretó, y la besó con pasión, ardor, con locura y amor, desengaño y dulzura... temiendo lastimarla se separó, y en sus ojos halló lo que necesitaba... que no sabía bien que era, pero con ella se sentía completo, o bueno, tal vez no, capaz se sentía incompleto igual, pero se sentía bien, la amaba y separarse de vuelta...
Usando sus habituales encantos femeninos, Mimí consiguió que le abrieran la puerta del edificio sin tener que golpear e interrumpir lo que fuera que pudiera estar pasando allá arriba. Se había equivocado con Miyako y estaba arrepentida, tendría que pedirle perdón más tarde, pero ella, definitivamente también tendría que pedirle perdón, cómo se le ocurría esconder a un chico tan apuesto! Ese tema tendrían que charlarlo!
Subió las escaleras, eran especiales para fortalecer las piernas y levantar la cola, como siempre le decían en el gym, al que por cierto últimamente estaba faltando mucho, es que claro, con todo lo ocupada que había estado solucionándole los problemas maritales a su querida mejor amiga Sora! Ay, que sería de todos sin ella!
Yamato y Kayra durmiendo dulcemente, juntos, cabeza con cabeza, recostados contra la pared... como diría Inoue, BINGO!... si ella siempre sabía lo que hacía!... bien, había sido su culpa que Sora rompiera el corazoncito de Yama, así que ahora era su deber como buena amiga, el conseguirle una buena chica... y esta, si bien no sabía que tan buena podía ser, al menos era amiga de Takenouchi, y eso siempre era una garantía, sino mirenla a ella! Que estaba felizmente noviando hacía tanto con su querido Kou! Suspiró. Todo iba tan bien... ahora, faltaba lo más importante...
No se oían gritos. Eso era más que bueno. Pero por otro lado, Yamato no había hecho 'guardia', justamente... aunque claro que esta vez podía perdonárselo, no?
-Mimí?- preguntó una voz a sus espaldas. La joven se volvió extrañada, y enseguida se sonrojó. Los padres de Ken, que salían del ascensor, la habían encontrado en una situación más que... mmh, complicada, digamos... con su oreja apoyada contra la puerta, intentando escuchar algo...
-Buen día señores Ichijouji
-Qué...?- comenzó a preguntar ella, pero se interrumpió al descubrir a Yamato y otra joven recostados, durmiendo, contra la pared del pasillo de su departamento. Cuya puerta se abrió en ese momento, asomándose Sora y Ken.- Oh, Sora! Tanto tiempo sin verte!- Takenouchi sonrió y se acercó a saludar a sus suegros, a los que en verdad no veía hacía bastante tiempo. Con tanto jaleo ocurriendo, Yamato y Kayra se despertaron, avergonzados al ver la situación en la que se encontraban. Los siete presentes se observaron incómodos.
-Eh.. pasa algo?- preguntó Tachikawa, inocentemente. Kayra, Yamato, Sora y Ken la fulminaron con la mirada, y Mimí solo pudo largarse a reír. – Podemos contar un nuevo feliz aniversario desde hoy en adelante?- Ken y Sora se miraron y una sonrisa apareció en sus labios, que fue imitada por todos los presentes.
No sería perfecto, tal vez era la manera preestablecida en que sucedían las cosas, no estarían juntos por siempre, y tal vez, descubrieran más adelante con otra persona, que eso no era amor... pero que importa. Vivamos el ahora, que tenemos uno solo. Vivamos y seamos felices.
FIN
Notas: tengo la sensación de que últimamente termino todos mis fics con el mismo consejo... bueno, es mi psicología de vida, jaja...
Ya terminé esto. Pueden creerlo? TERMINÉ UN FIC! No es el primero, pero... no sé, me pone bien... me tranquiliza... espero poder haber plasmado la historia de una manera que les haya satisfecho, espero haberlos movido en algo, espero que les haya gustado... esta historia empezó un 29 de enero, del año 2005... y termina el 12 de Octubre de 2006, más de un año para solo 11 capítulos... los que escriben me entenderán, seguro. Perdón por las tardanzas!
MUCHÍSIMAS GRACIAS! CLBAE, Alexeigirl, Ruri-Sakuma, Sora Takenouchi, Gabriellesky, DarkWolf, Lord Pata, Atalanta de Tebas, Angel Nemesis, Chikage-Sp, KaOrA-FGV-16, Atori-Chan, Puchiko Tsukino, Alba Trueba, Mimi.Eiji, Hillary, Lovely Flower, Lizirien, AngelDarkLadyHana, Pretty Pink, -.Ichigo Tanizaki.-, SoraDark666, girl takari 93... a todos los que me acompañaron este tiempo y me dieron su apoyo, GRACIAS! Sin uds no lo habría hecho tan bien...
Ahora, a ver si termino alguna otra historia, y me pongo con algo nuevo...
Ahh, lo que daría por una imagen Kenora...! (interesados: mi cumple es este 20!) (joda joda, no me hagan caso).
Gracias por todo! Espero sus últimos reviews!
SkuAg
12/10/06
