Disclaimer: Craig Barleet es el creador y él y Nickelodeon tienen los derechos del programa.


2. El amor de Arnold

-¡Helga! ¡Hola! - El chico con cabeza de balón corrió hacia ella.

- ¡Hola Arnoldo! ¿Qué pasa?

- Me preguntaba... si quieres ver una película conmigo... esta noche. ¿Quieres?- El chico estaba muy nervioso.

- ¿Solo nosotros? - Abrió los ojos con sorpresa.

- Sí… ya sabes… como una cita…

- ¿En verdad? ¿En serio?

- ¡Sí!. - El chico rubio vio como su amiga se echaba a reír a carcajadas.

- Oh estúpido cabeza de balón, ¿estás enfermo? Nunca tendré una cita contigo.

- ¿Qué? Pero pensé que nosotros...

- Ok… te lo explico, tal vez nos besamos en la selva… pero eso no significó nada.

- Pero tú dijiste…

- Sé lo que dije… y era una broma, una broma que solo un cabeza de balón puede creer.

-¡Helga! Sé honesta… Ambos sabemos lo que sentimos… Helga… vuelve… Sé lo que siento ahora…

¡Oye Arnold!, ¡Oye Arnold!,¡Oye Arnold!,

El preadolescente rubio abrió los ojos y respiró hondo.

- ¡Cielos! ¿Cuándo será el día en que me despierte sin una pesadilla?

El chico de ojos verdes se levantó de su cama y se fue a vestir, momento antes de que sus padres llamaran a la puerta, listos para disfrutar otra mañana con él.

- ¡Hola campeón! ¿Estás listo?- dijo Miles.

- Sí papá. ¡Buenos días!

- ¿Dormiste bien?

- ¡Sí mamá, todo está bien!

- No sé hijo, tu voz suena como algo que está mal.

- Sabes que puedes contarnos cualquier cosa, ¿verdad?

- No se preocupen... solo tengo hambre.

- Si ese es el problema… Tenemos la solución, cociné panqueques con la harina de avena de tu papá.

- Con unas chispas de chocolate sin azúcar y fresas.- Sonrió a su hijo y él también sonrió en respuesta.

- ¡Gracias! ¡Justo lo que necesitaba! ¡Vamos y desayunamos! - Cruzó la puerta y corrió a la cocina.

- ¿Le creíste?

- Claro que no Miles, pero si no quiere decírnoslo tendremos que… esperar.

- ¡Esto apesta! Quiero decir, pensé que después del campamento confiaría en nosotros.

- Cariño, lo acabamos de conocer, tienes que tener paciencia. A mí también me duele, pero es el precio de nuestra desaparición.

- Una desaparición que no buscábamos.

- Pero, aún así desaparecimos.


— Sunset Arms- Comedor–

Arnold había entrado al comedor, los huéspedes acababan de terminar su desayuno y todos se despidieron de su chico favorito.

- ¡Que tengas un buen día en la escuela, Arnold!

- Gracias señor Hyunh, pero todavía estoy de vacaciones. Quedan 3 días.

- ¡Cierto! Nos vemos en la cena.

- ¡Adiós, Arnold, tengo que ir a trabajar!

- Que tenga un buen día Sr. Kokoschka.

- ¡Ja! "trabajo" - Dijo el hombrecito. - Ojalá que tus juegos fueran un trabajo.

- ¡Es trabajo para mí, Ernie!

- ¡Silencio! Estoy tratando de comer esta cosa. - Dijo el anciano y miró con curiosidad su panqueque falso, extrañando el azúcar que debía tener.

- ¡Hola abuelo, hola abuela!

- ¡Hola Kimba! Es hora de llenar tu tanque. Tienes que estar listo para tu aventura de hoy.

- Gracias. - El niño rubio tomó un panqueque y un poco de leche, luego se sentó con una expresión triste que sus abuelos pudieron notar.

- ¿Qué pasó Shortman? Para ser un joven en vacaciones no te ves tan feliz.

- Es solo que…

- Déjame adivinar... ¿problemas pre-adolescentes? ¿Eh?

- No del todo, es más profundo que eso.

- Y tiene que ver con tu amiguita rubia enojada con una sola ceja… ¿no?

- ¿Cómo lo supiste?

- Porque soy viejo Shortman, lo sé todo sobre cualquier cosa. ¿Cuál es el problema?

- Bueno… el caso es que no la veo desde San Lorenzo.

- ¿Qué? ¿No has hablado con la princesa Diana, príncipe Carlos?

- No abuela… Mis padres querían pasar tiempo conmigo y yo no podía decirles que no.

- Pero Arnold, tienes que ser honesto. Si quieres hacer algo, como aclarar tu vida romántica, tienes derecho.

- Sí, lo sé... pero no quiero lastimar a nadie... incluyendo...

- Incluyéndote a ti, ¿verdad?

- Me siento nervioso, ¡qué pasa si dice que no, o si la presiono!

- ¡Arnold, por favor! Se besaron en la jungla, están en la misma página.

- Espera un momento… ¿Cómo lo supiste?

- Uh… tengo mis contactos… Pero no importa, tienes que ser valiente y enfrentar la situación, como hice con tu abuela hace muchos años.

- Oh, en realidad Phil… Fui yo quien habló primero sobre nuestros sentimientos.

- Oh no Pookie, claro que no, fui yo, como un valiente.

- En realidad no… - Dijo su esposa haciéndolo enojar. - Lo recuerdo bastante bien, fue más tarde que regresaste de la guerra. Estabas totalmente celoso de mi ex-novio y...

- Eso no es importante, Arnold, tienes que ser valiente, sigue mi ejemplo y ahora, ¡vete! - El anciano empujó a su nieto y cerró la puerta.

- Pero abuelo yo no he desayunado… - El ojiverde suspiró y se sentó en las escaleras. Su cerdo apareció y le sonrió. - ¡Hola, Abner! ¿También crees que tengo que hablar con ella? - El animal le respondió con un divertido sonido de cerdo. - Sí, sería bueno que pasara tiempo aquí con nosotros. Pero, ¿dónde está ella?


– Lago de Hillwood –

- Entonces… déjame tratar de entender… Te enamoraste de Arnold desde que tenías 3 años. Pasaste los últimos 8 años siguiendo al chico y creando muchos planes para que él te notara y cuando finalmente lo hizo, ¿estás huyendo?

- Sí… Esa es la versión corta de la historia. - Tiró una piedra grande al lago.

-¡Helga! ¡Tienes que reaccionar amiga! Este es tu momento.

- O mi final.

- No seas dramática, sé que puedes sentirte ansiosa y un poco nerviosa, pero chica ¡es tu momento de disfrutarlo!

- ¡Ay mi pequeña e ingenua amiga! No puedes confiar en los hombres. Son criaturas muy confusas, no puedo confiar solo en algunas señales falsas.

- Helga… Te besó en la jungla. ¿Qué más pruebas necesitas para enfrentar la verdad? Enamoraste al chico.

- Tal vez pero…

- ¿Por qué eres tan negativa?

- No soy negativa... soy realista... Phoebe, he torturado al chico durante años, he manipulado su vida en muchas situaciones en mi propio beneficio y... piensa en las otras chicas estúpidas que el estúpido cabeza de balón amaba antes. … son bonitas, divertidas e inteligentes, de buenas familias.

- Helga, estás siendo injusta contigo misma.

- Solo soy realista... Necesitó alrededor de 2 años para pensar en mí como material de novia.

- Pero…

- Gracias por el desayuno y caminar conmigo, te veo luego. - La chica rubia parecía tan triste.

- Oh Helga, si tan solo pudieras verte como nosotros te vemos. - Dijo su amiga.

Helga comenzó a caminar por la ciudad y a visitar algunos lugares especiales que había visitado antes con el dueño de su corazón, lugares como el puerto donde pasaron acción de gracias juntos, el campo de Gerald, donde jugaron juntos los últimos años.

- Oh Arnold, mi ángel de cabello dorado, si hubiera sido menos egoísta, menos estúpida, menos cobarde en el pasado... tal vez las cosas podrían ser diferentes. Puedo entender por qué no quieres verme ahora. No puedo resistir otra negativa tuya... - ¡Por qué tuve que abrir mi bocota!


– Campo Gerald—

Pasaron varias horas hasta que ella llegó a una esquina. Sin imaginar que su chico estaba muy cerca de ella, detrás para ser exactos, Helga seguía caminando y Arnold se detuvo allí.

- El campo Gerald… Pensé que podrías estar aquí, pero no. ¿Dónde estás?

- ¿Arnold?- Una voz femenina apareció detrás de él.

- Lila… eres tú…

- ¿Estás esperando a alguien… alguien especial?

- Realmente no. - Podía sentir como su rostro se ponía rojo. - ¿Qué estás haciendo?

- Solo estoy caminando. Regresé ayer de la casa de mi tío.

- Oh cierto, estabas de viaje. Simplemente lo olvidé.

-Arnold, ¿estás bien? Pareces... bueno, no pareces bien.

- ¿Es tan obvio?

- Me temo que sí.

- Bueno… no es gran cosa… Bueno, en realidad es una gran cosa… Se trata de… una chica… ella es tan especial y yo…

- Arnold, detente por favor. Te he dicho antes que solo somos amigos.

- Dios mío, no hablo de ti, es… otra chica… no la conoces. - Él mintió.

- Oh, si ese es el caso, ¡excelente!

- Para nada… Creo que la hice enojar y ahora no quiere hablar conmigo…

- Oh, ya veo… no te preocupes Arnold, estoy bastante segura de que si le explicas a Helga lo que pasó, ella lo entenderá.

- ¿Tú crees?... espera un minuto... nunca dije quién es ella. ¿Por qué crees que es Helga?

- Arnold… no puedo decirte pero lo sé de una fuente confiable. Esto es todo lo que puedo decir.

- Espera un minuto... este es el estúpido e infiel cabeza de balón... Sí, lo es... ¡Pero qué trama! - La chica rubia y celosa podía verlos desde la esquina. - ¡Demonios! ¿Se quieren morir hoy?

- ¡Ay, Arnold! ¡Estoy tan feliz por ustedes dos! - La niña se sintió totalmente feliz y cometió un gran error… Abrazó a su amigo. - Felicidades.

- ¡OK! Eso es todo. - Helga preparó a Betsy y sus 4 amigos y corrió frente a "la pareja". - ¡Eh, granjera! ¿Qué estás haciendo ahí?

-¡Helga! - ¡Arnold tenía sentimientos encontrados, su amada está allí, finalmente! Pero… ella no parece tan feliz. - ¿Dónde estabas? Estoy tratando de…

- ¡Silencio melenudo! Es el turno de la señorita rayito de sol. ¿Qué estás haciendo hermana?

- Helga, no te preocupes, solo estoy felicitando a Arnold por su relación. ¡Estoy tan feliz por ti! ¡Por fin estás con Arnold, después de tanto tiempo y tantas cosas! Como la obra de teatro de cuarto grado… ¿Recuerdas cuando me pediste…?

- ¡Sí, gracias! Entiendo lo que pasó aquí, así que estoy muy ocupada, ¡nos vemos en la escuela!

- ¡Oye Helga! ¡Espera un minuto! Necesitamos hablar.

- ¿Hablar?... no hace falta. No hay nada de qué hablar.

- Es una cosa muy importante, te acuerdas…. "lo nuestro"?- Cuando dijo la última parte, la chica pudo sentir electricidad por todo su cuerpo.

- ¿Lo… ¿Lo nuestro?

- Sí… es necesario.

- Oh no… Su negativa está por venir… ¡Tengo que irme ya! - Lo siento cabeza de balón, me tengo que ir, nos vemos! - Y la niña echó a correr, lo más rápido que pudo.

- ¡Nos vemos Lila! ¡Helga, vuelve, por favor! Dios mío, ella es tan rápida.

Helga corría cada vez más rápido, podía sentir su corazón a toda máquina, no tenía un destino, pero cualquier lugar sería un lugar mejor.

- Estúpido cabeza de balón, estúpida de mí que salté frente a ellos, por qué no podía quedarme en las sombras como siempre lo hago.

-¡Helga! ¡Necesitamos hablar! ¡Vamos!

Pero ella no regresó. De repente, la niña asustada pudo escuchar sonidos familiares y relajantes...

- ¡La feria de verano! Todo lo que necesitaba para perder a ese chico y ya casi llego.

- ¿La feria de verano? ¿Qué está planeando? ¿Es tan malo hablar conmigo?

Los chicos seguían corriendo por toda la feria, Helga esquivó a todas las personas y vendedores con éxito, Arnold se estaba quedando cada vez más atrás, finalmente respiraba tranquila cuando lo perdió.

- ¡Eso es todo chica! ¡Ganaste! Estoy salvada.

Pero sin que ella lo notara, Eugene caminaba con su algodón de azúcar.

- Oh no, no otra vez. - Dijo y el chico cerró los ojos, esperando el impacto.

Helga empezó a ver todo en cámara lenta... trató de detenerse, pero no pudo. Chocaron uno con el otro.

- Estoy bien. - Dijo el chico con voz baja.

Helga abrió los ojos solo para ver que estaba a punto de caer en el asiento de la rueda de la fortuna.

- ¡DIOS MÍO! Estoy viva y a salvo... Perdí a ese cabeza de balón.

- No del todo. - Arnold apareció a su lado.

- ¡Pero cómo! ¿Qué estás haciendo aquí?

- Esa es una muy buena pregunta, estaba a punto de preguntarte lo mismo.

- Me tengo que ir. - La chica trató de ponerse de pie pero Arnold la tomó del brazo y la obligó a sentarse de nuevo.

- ¡Deja de correr! Tú sabes y yo sé que tenemos que hablar… ¡Lo sabes!

- ¡Trata de obligarme!

Ella se levantó, pero la rueda de la fortuna comenzó a girar, obligándola a sentarse.

- Ok, tal vez me tome un momento.

- Helga, ¿qué pasa? ¿Por qué estás tratando de huir de mí?

- No estoy huyendo de ti, solo… Trato de disfrutar mis últimos días de vacaciones de verano, ¡Tú no eres tan importante!

- Bueno, parece que finalmente hablas con la verdad, no soy importante para ti.

- ¿Qué? Oh no… no puedes decir eso.

- ¿Por qué no? Tú eres la que está tratando de mantenerse alejada de mí cuando solo estoy...

- Sí, cabeza de balón, sé lo que intentas hacer... y no es necesario.

- ¿Lo sabes?

- Sí… otra vez… No quisiste besarme en San Lorenzo, solo estabas feliz y agradecido porque te ayudé a salvar a tus padres… ok, lo entiendo.

- ¿Es eso lo que estás pensando? ¡Dios mío, Helga, estás tan equivocada!

- ¿Eh?

- Sí… te estaba buscando porque… te extrañé mucho.

- ¿Tú?... ¿Me extrañaste?

- Sí. - Sus mejillas se pusieron rojas. - No podía dejar de pensar en ti mientras estaba con mis padres en el bosque.

- ¿Estabas en el bosque?

- Sí, mis padres querían un tiempo para reconectarnos, ya sabes, por los últimos 10 años perdidos.

- ¿Pero por qué no me lo dijiste? Bueno, no es que tengas que…

- ¡Pero lo hice! Llamé a tu casa y dejé un mensaje. Nunca me contestaste.

- Oh.. Me llamaste... huh... entiendo lo que pasó...

- No importa… Necesitamos aclarar lo que pasó en la selva. - Suspiró para aclarar sus ideas. - Tienes razón, estoy muy agradecido contigo…

- ¡Lo sabía!

- ¡Espera por favor! Como te decía, estoy agradecido e impresionado por todas las cosas que hiciste por mí en San Lorenzo… pero no es lo único que me hizo notar mis sentimientos por ti.

- ¿Sentimientos?- Volvió a escuchar su corazón.

- Sí… para ser honesto contigo… yo fui muy egoísta, comencé a fijarme en ti en 5to grado, después me hablaste de tus propios sentimientos. Es solo que no estaba preparado para responder todavía. El asunto de mis padres perdidos siempre estaba en mi mente... Pero en el último año pude ver lo brillante, generosa, divertida, creativa y hermosa que eres, San Lorenzo fue solo la confirmación... pero yo lo sabía antes. Eres una chica increíble y lo siento por tener esta conversación tan tarde... Entenderé si me rechazas.

Helga podía sentir una felicidad creciente en su interior, el tiempo se detuvo para ambos, tomó a su amado y cerró la distancia con un dulce beso. Arnold estaba muy sorprendido, pero después de unos segundos, pudo disfrutar el momento con la chica que realmente le gusta.

En este momento todos los malos momentos del pasado cobraron sentido… Todos los rechazos de los demás, todos los momentos que han compartido, como el destino siempre los juntaba…

- Estoy tan feliz de finalmente verte, Helga.

- Sí... yo también estoy feliz...

- Entonces… ¿Estamos bien ahora?

- Supongo que sí…. - La chica no podía creer que lo que estaba viviendo fuera verdad, así que se pellizcó, sobresaltado al chico que estaba a su lado.

- ¿Estás bien?

- Sí, no te preocupes, es solo... No puedo entender cómo un chico sensato y bueno como tú puede estar interesado en mí... Solo mírame... ¡Arruiné tu infancia!

- No realmente Helga, siempre fuiste especial para mí... No te entendía pero ahora... ahora que finalmente conocí a "la real tú"... bueno, estoy impresionado.

- Eres un cabeza de balón… ¿Lo sabías?

- Sí… pero ahora soy tu cabeza de balón.

- Oh… - La chica casi se desmaya de la emoción pero Arnold tomó su mano.

- No te preocupes… ahora estoy contigo, y ya no necesitas esconderte.

- Eso creo… ¡Gracias Arnoldo!

- Es un placer, madame.

Estaban totalmente felices mientras la Rueda de la Fortuna se detenía, brindándoles la oportunidad de disfrutar de la ciudad.

- Arnold… ¿Puedo pedirte un favor?

- Por supuesto, ¿Cuál?

- ¿Nuestra relación puede ser un secreto para los demás, excepto para Phoebe y Gerald?

- ¿Qué? ¿Por qué?

- No es por ti, por supuesto... es por mí... No estoy lista para mostrar mi "verdadero yo" a los demás tontos. ¿Puedes entenderlo?

- Haré todo para hacerte feliz. Puedo esperarte.

- Gracias Arnold.

- Gracias a ti, ya sabes… por invitarme a nuestra primera cita oficial.

- Oh… cállate cabeza de balón.

El sol estaba totalmente oculto, la nueva pareja se tomó de las manos y disfrutó de la vista. De todos modos, nadie podría reconocerlos desde tan alto.

FIN


Pues así termina este capítulo, sirviéndonos como puente para la oficialización del shortaki, espero que les esté gustando este "spin off", por llamarlo de una manera y esperen el siguiente que es mi favorito hasta ahora! Los leo en los reviews!