Disclaimer: Craig Barleet es el creador y él y Nickelodeon tienen los derechos del programa.
5. Solo un poco de helado de frambuesa
— Sunset Arms-Salón familiar- Viernes por la noche–
- ¡Este domingo será increíble! ¡El estadio Quigley abre sus puertas para celebrar nuestro juego y festival tradicional, padre e hijos! Presentado por el jugador retirado Mickey Kaline. - Dijo el periodista.
- ¡Oh sí! ¡Ya no puedo esperar! - Arnold estaba disfrutando de su pastel de chocolate mientras estaba sentado en el suelo viendo la televisión con sus familiares.
- Espera un momento… ¿Kaline está jubilado?
- Sí, Miles... ¿Dónde has estado? Oh… sí, lo siento hijo.
- Se retiró hace 2 años papá, estuve en su último partido, fue increíble.
- ¡Era mi ídolo! ¡Qué pena!
- ¡El mío también papá! En realidad, somos amigos. ¡No puedo esperar a verlo de nuevo este domingo!
- ¡Será increíble, campeón!
- ¡Sí, ganaremos cada juego como siempre, Shortman! - Chocaron sus manos y sonrieron.
- ¡Espera! Querrás decir que Arnold y yo ganaremos, ¿verdad?
- ¡Eh, no Miles, estoy bastante seguro de que dije que Arnold y yo ganaremos a todos! ¡Como siempre! ¡Especialmente a ese estúpido de Pataki! A menos que Shortman quiera ganarse a su nuevo suegro. eh
- ¡Abuelo! Por última vez... No tengo novia.
- Seguro Arnold, ¡y yo soy el rey del Reino Unido!
- Papá… ¿podemos hablar en la cocina?
- Claro, pero recuerda que no soy un rey real.
El joven siguió viendo la televisión sin imaginarse la guerra que casi comienza en la otra habitación. Mientras Stella y Gertie lavaban los platos.
- Papá, estoy preocupado por Arnold.
- Yo también, sigue aquí, si se muda a un departamento de soltero podría rentar su cuarto.
- No papá, en serio… se trata del evento de este fin de semana…
- ¿Sí? ¿por qué?
- El caso es que… ese es un evento de padre e hijo… ¿sabes a lo que me refiero?
- Claro, quieres competir conmigo, ¿eh?- El anciano le dio un codazo a su hijo.
- No papá… Lo que digo es que quisiera ir con Arnold, mi hijo, ya sabes, como padre e hijo. Solo nosotros.
Stella y su suegra dejaron de lavar y comenzaron a escuchar la conversación detrás de ellos. Podían sentir un mal presentimiento. Phil solo estaba sorprendido.
- Pero siempre lo hacemos juntos, ¡desde hace 6 años!
- Sí papá, lo sé y siempre te estaré agradecido, pero por fin estoy aquí ahora y me encantaría compartir la experiencia con él.
- Oh… entiendo… tal vez sea justo, quiero decir, tú le diste la vida… yo solo lo crié, lo cuidé y lo alimenté durante 10 años… pero tú eres su papá.
- Oh no… sabes que no estar aquí no era mi plan, ni mi deseo.
- Miles, cariño, tal vez tengamos que mantener la calma y…
- No querida, vamos a escuchar cómo fracasé como padre.
- Pero hijo, no fallaste, te enfermaste, eso es todo. - Dijo su mamá preocupada.
- Hagamos algo Miles… una competencia sana.
- ¿Una competencia?
- Sí, es de mala educación que hagamos que Arnold tome partido, así que vamos a competir entre nosotros sin que él lo sepa.
- ¿Y cómo vamos a ganar?
- Fácil hombre de la selva, cada uno de nosotros pasaremos un medio sábado con el chico, en la noche, Stella y Pookie decidirán quién es el ganador. ¿De acuerdo?
- De acuerdo.
— Sunset Arms-Habitación de Stella y Miles—
- Miles… No estoy muy contenta con este acuerdo con tu papá, Arnold no es un trofeo. - La mujer estaba cepillando su cabello castaño frente a su espejo.
- Lo sé cariño pero es muy injusto… No pude compartir este día con él antes, es mi oportunidad. En un futuro no muy lejano, Arnold será un adolescente. Tú sabes tan bien como yo, que un adolescente no quiere pasar tiempo con sus padres. - Miles estaba recostado en su cama y suspiró impotente.
- Arnold es diferente a los otros adolescentes, es tan maduro y está ansioso por pasar tiempo con nosotros... no tienes que crear una competencia para llamar su atención.
- Ay Stella querida, esta familia es diferente, hacemos las cosas a nuestra manera.
- Una manera estúpida, si puedo decir.
- Tal vez, pero es la manera Shortman.
- ¿Y sabes qué cosas vas a hacer con él?
- Sí, tengo un plan. Recuerda mis palabras... Le ganaré a mi papá.
- Claro cariño, eres el rey de la diversión. - Dijo con sarcasmo y apagó la luz.
— Sunset Arms- Dormitorio de Arnold- Sábado- 6 AM–
Arnold estaba durmiendo cómodamente, hasta que escuchó algunos susurros, frotó sus ojos y pudo ver a su papá frente a él con una gran sonrisa aterradora.
- ¡Ay! ¡Papá! ¿Qué está pasando?
- ¡Hola campeón! Todo está bien.
- ¿En realidad? Entonces, ¿qué haces aquí... a las 6 am... en sábado? - Miró su reloj y se talló los ojos de nuevo.
- Perdón por la hora… pero me preguntaba si te gustaría pasar un rato con tu papá. Solo nosotros.
- Claro papá… Será genial… Pero, ¿tenemos que empezar ahora?
- ¡Por supuesto! Tenemos que aprovechar todo el tiempo que podamos. ¡Vamos!
El niño con cabeza de balón de fútbol no pudo responderle, su papá lo tomó de las manos y rápidamente lo llevó escaleras abajo.
- Papá… ¿a dónde iremos?
- ¡Al parque, es hora de hacer ejercicio! ¿Estás listo?
- No realmente… ¡Todavía estoy en pijama!
— Parque Hillwood —
- ¡Vamos Arnold! ¡corre más rápido!
- Estoy haciendo lo mejor que puedo... pero tú eres más rápido... - El rubio no podía respirar.
- ¡Excelente Arnold! ¡2 horas! ¿Sabes lo que significa?
- Que voy a morir.
- ¡No hijo! ¡Es la hora del desayuno!
- ¿Vamos a desayunar afuera?
- ¡Por supuesto que no! El mejor desayuno es el que cocinas con tus propias manos… ¡Vamos hijo! Más tarde iremos a la Biblioteca Pública.
- Claro… ¿Qué le pasa? - Se preguntó a sí mismo.
- Biblioteca Pública -
Después de un desayuno saludable y nutritivo, Los Shortmans fueron a la Biblioteca. Sin ser una sorpresa para nadie, el lugar estaba vacío a esa hora del sábado. Miles saludó a la bibliotecaria enojada y luego comenzó a buscar un libro, con una gran sonrisa en su rostro.
- ¿Qué buscas papá?
- Un libro muy especial hijo. Es algo especial como un tesoro. ¡Aquí está! Mi libro.
- ¿Tu libro?
- ¡Sí! Lo escribí cuando trabajaba en San Lorenzo. Escribí sobre todas las cosas que había aprendido después de la universidad.
- ¡Vaya papá… es maravilloso! - Arnold miró con orgullo el libro que tenía en las manos, se leía en la portada: Una cultura en crecimiento, de Miles Shortman. - Papá… nunca hubiera imaginado que podría decirte esto porque no sabía si algún día te conocería… pero eres increíble… y estoy orgulloso de ser tu hijo.
- Gracias campeón… estoy orgulloso de ser tu papá… eres mi mayor logro.
Compartieron una sonrisa y un abrazo y el padre comenzó a mostrarle su libro.
– Sunset Arms- Cocina- 3 PM–
Phil estaba totalmente nervioso, caminaba en círculos y miraba el reloj.
- ¿Dónde está este par? Son casi las 3 en punto, el día está terminando.
- Oh, no se preocupe capitán, estoy bastante seguro de que nuestros soldados casi están llegando.
- ¿Sí, vieja bruja? ¿Cómo lo sabes?
- Porque están aquí en la puerta.
- ¡Ay papá! ¿De verdad caíste tan alto?
- ¡Sí, lo hice, y tu mamá se volvió loca! - Estallaron en risas.
- Cof, cof. - El Shortman mayor se aclaró la garganta para dar a conocer su presencia. - ¿Dónde han estado? Son las 3 en punto.
- Lo siento abuelo, pasé el día con mi papá en la Biblioteca Pública.
- ¿En la Biblioteca Pública? ¿Es esa tu idea de diversión?
- Sí papá. Arnold, ¿te divertiste?
- ¡Totalmente! Mi papá me mostró su libro, ¡fue increíble!
- ¿Su libro? ¡Qué noticias! Leíste su diario.
- Sí y los dos son increíbles.
- ¡Gracias hijo! Espera un momento... ¿Leíste mi diario? - Se sentía totalmente nervioso.
- Uhm… sí papá, ahí encontré tu mapa.
- ¿Y leíste el diario, COMPLETO?
- ¡Oh, Miles, tómalo con calma! Le leí yo y corté la página en la que estás pensando.
- ¡Gracias Papá! - Podía respirar de nuevo.
- ¡De nada, Sr. ¡Noche Caliente!- El anciano le dio un golpecito juguetón en el brazo.
- ¡Papá! - En ese momento, al rubio le encantaría ser un avestruz y esconder su rostro.
- De todos modos, Shortman…. ¡es hora de irnos!
- ¿Hora de irnos? ¿A dónde?
- ¡Tendremos un domingo especial Shortman- Abuelo! Como me prometiste cuando pensé que me moría.
- Abuelo, eso fue hace 2 años… y cuando te pedí hacerlo de nuevo dijiste que pasas demasiado tiempo conmigo y que me consiguiera una vida.
- Arnold, eres joven, tienes que dejar de vivir en el pasado. Entonces, ¿vienes conmigo o no?
- ¡Claro abuelo! ¿Cuál es el plan?
- Justo el mismo que aquel día…
- ¡Hagámoslo abuelo!
- Primer paso… ¡Al Kiska! - Dijo el anciano, cerrando la puerta.
- Pero Arnold, papá… - Miles trató de seguirlos pero fue inútil, iban demasiado rápido.
– Kiska –
Arnold y Phil disfrutaron de la película, una retransmisión de una vieja película que Phil odiaba tanto como Arnold, solo para reírse mientras las ancianas lloraban.
– 5 PM–
Arnold y el viejo Shortman fueron a hacer un poco de patinaje sobre hielo, sorprendiendo a todos los presentes, como siempre que visitaban el lugar.
– 7 PM –
Para terminar el día, los hombres fueron a un partido de béisbol y disfrutaron de banderillas en los muelles.
— Sunset Arms-Salón Familiar- Sábado noche-
Una gran tormenta había cubierto toda la ciudad, con muchos relámpagos y truenos, el anciano y el preadolescente abrieron la puerta y corrieron buscando un descanso.
- ¡Lo logramos, Shortman! ¡Llegamos justo a tiempo!
- ¡Pero abuelo, estamos empapados! - Se retorció el pelo.
- Oh tal vez un poco, pero no es gran cosa, ¡no te derretirás eh Shortman!
Se rieron tanto que estaban escuchando a Miles.
- Oye papá, oye campeón... ¿te diviertes?
- ¡Hola papá! ¡Claro, el abuelo es increíble!
- Oh, ¿lo hace?
- Sí, soy el mejor. - Dijo sin pudor.
- ¿Oh sí?
- Sí, vimos una película vieja, luego fuimos a patinar sobre hielo, luego fuimos a un juego de béisbol y ¡nuestro equipo ganó!
- Increíble campeón.
- Y finalmente compartimos unas banderillas en los muelles.
- ¿Un día perfecto, no Shortman?
- ¡Claro abuelo! ¡Gracias!
- Mi trabajo aquí ha terminado, me daré una ducha, ¡hasta luego chicos!
- Ok… voy a la cocina hijo, nos vemos.
- Nos vemos. - ¿Soy yo o mi papá parece preocupado?. - se preguntó el chico.
- ¡Oye! ¡Cabeza de balón! ¿Qué pasa contigo? – Gritó una voz femenina y muy enfadada al mismo tiempo que un rayo iluminaba la habitación, como una película de terror.
- ¿Helga? ¿Qué estás haciendo aquí?
- ¡Estoy tratando de entender qué le pasa a tu cabezota!
- ¿Qué?
- Ah, ¿lo olvidaste? ¿Qué parte es difícil de entender para ti, melenudo? ¿"Slausen's" o a las "6 en punto este sábado"? Me quedé allí esperando que empezáramos nuestro plan para comprar un helado, ese donde "olvidaba mi dinero y luego me comprabas un helado que compartiríamos juntos!" ¿Recuerdas? Si no querías una cita... bueno, no era una cita, quiero decir...
- Lo siento Helga, tienes razón. Olvidé nuestra cita, lo siento mucho.
- ¿Dónde has estado?
- En tantos lugares, como la biblioteca pública y...
- Espera un momento… ¿Olvidaste una cita de helados para ir a la biblioteca pública? - Dijo la chica enojada y empapada, tratando de controlarse y no matar a su preocupado novio.
- Espera… Salí primero con mi papá y luego con mi abuelo. Estaban interesados en pasar algún tiempo conmigo y fue increíble, pero un poco extraño.
- Ay ya veo lo que pasó aquí, una pelea clásica, "Es mío, no tuyo".
- ¿Qué quieres decir? - Arnold le dio una toalla para que se secara.
- Claro, eres tan generoso e inocente, déjame explicarte. Tu papá y tu abuelo estaban peleando por tu amor. Un Shortman VS Shortman para ganar un Shortman más joven. Tan patético, lo probé hace muchos años y no funcionó.
- ¿Pero por qué mi papá y mi abuelo pelearían por mí?
- ¡Eres tan despistado! Mira los hechos, tu abuelo te cuidó todos estos años, en cumpleaños, concursos, graduaciones, etc, siempre estuvo aquí para ti. Ahora tu padre está aquí ahora y eso significa...
- Que mi papá estará en mis cumpleaños, concursos, graduaciones…
- Ese es mi punto melenudo.
- ¿Qué debería hacer?
- Le preguntas a la persona equivocada… Si yo fuera tú, sacaría toda la ventaja y el dinero que pudiera… pero eres mejor en estas situaciones…
- Esto va a ser difícil, ¿verdad? - Suspiró con resignación.
- E incómodo… mucho… pero necesario.
- Gracias… Deséame suerte. -Le robó un pequeño beso en la mejilla y luego se dirigió a la cocina, donde los otros Shortman estaban cocinando.
- Abuelo, papá, ¿podemos hablar?
- Bueno Shortman, ¡lo estamos haciendo ahora mismo!
- Sabes lo que quiero decir.
- No te preocupes hijo. Habla.
- Sé de su pequeña competencia por mi atención… Solo tengo una pregunta… ¿Por qué?
¿Cuál es el propósito?
- Lo siento campeón. Fue mi culpa… Es solo que quería ir al evento mañana contigo… pero tengo que entender que este tipo de cosas son asunto de ustedes, no mío… fue mi culpa.
- Pero papá, tú eres mi papá… es normal que quieras ir conmigo…
- Lo siento Shortman… tengo que entender cuál es mi lugar ahora y yo solo soy tu abuelo…
- Pero papá, ¿no es cierto? Tú criaste a Arnold…. Yo solo desaparecí.
- Pero eres su verdadero padre…
- Chicos, lo siento mucho, los lastimé a ambos y...
- ¡Demonios! ¡Esto es patético! - La niña entró y centró la atención de los 3 hombres que lloraban. - Ustedes dos son "el padre de Arnold", pero en diferentes maneras, son dos personas diferentes, y si conozco a Arnold tan bien como sé que lo conozco, su corazón es tan grande como para compartirlo con ustedes dos. Solo hagan diferentes tradiciones separadas y otras más juntos, ¿ven?, ¡fácil! -Helga se cruzó de brazos como si hubiera terminado de explicar la cosa más obvia del mundo, dejando perplejos a los hombres frente a ella.
- Tienes razón, joven dama. Lo siento Miles, lo siento Arnold, solo siento miedo de ser excluido e inútil ahora que Miles regresó.
- No te preocupes papá, eres todo menos un inútil, soy muy nuevo en esto de la paternidad. Solo tenía un año de experiencia y ahora está obsoleto.
- Estoy aquí para los dos, Miles, al menos durante los próximos 8 años según nuestra maldición familiar.
- ¡Ja! Phil, nos enterrarás a todos. - Dijo la chica rubia, haciendo reír a todos.
- Tal vez… pero tengo una pregunta… ¿Quién participará contigo en el evento de mañana? Es solo una pareja por familia.
- Tengo una posible solución. - Dijo el Shortman más joven y sonrió.
– Estadio Quigley - Domingo por la mañana –
- ¡Bienvenidos y feliz domingo a todos! ¡Nuestro evento anual está por comenzar! Ya sabes lo que tienes que hacer, participa en todas nuestras dinámicas, el mejor niño bateará con los Hillwood Black Sox además de recibir 200 dólares! ¡Buena suerte a todos!
Todo el estadio estaba lleno de todos los padres y sus hijos, calentando y tomando proteínas. Sus madres y una abuela estaban sentadas en las gradas, animando a sus familias.
- ¡Escúchame Helga! TENEMOS que ganar este concurso. Los Patakis siempre han sido los mejores en todo, ¿De acuerdo?
- Y necesitamos el dinero, sí Bob, lo sé, pero este año podría ser diferente.
- ¿Por qué dices eso?
- Lo digo por los nuevos competidores, son excelentes este año. - Helga sonrió de reojo mirando a la familia de su novio.
- ¿Estás listo campeón?
- ¡Sí papá! Estoy listo para ganarle a todos. - Arnold y Helga se guiñaron el ojo con complicidad. - Pero tengo que decirlo, el abuelo es un gran atleta.
- Gracias por participar conmigo Sr. Shortman. - Le dijo el niño.
- ¡Será un placer Clair!
- En realidad, es Craig. - Dijo el pequeño huérfano.
- ¡Ay lo que sea! No te preocupes, ahora eres el pequeño cabo, yo seré el sargento mayor Steely Phil.
- Claro sar…sarganganto… sargegento… no puedo decirlo. - El pequeño se sintió frustrado mientras el anciano se reía a carcajadas.
- ¡No te preocupes soldadito, solo sígueme!
Todos estaban preparados, esperando la señal...3... 2... 1: La competencia había comenzado. Todas las familias hicieron lo mejor que pudieron, y una larga hora después, los jueces anunciaron al ganador, o deberíamos decir los ganadores, Arnold Shortman y el pequeño Craig.
Bob Pataki casi estalló, argumentando que en realidad no son parientes, pero nadie quiso escucharlo. El preadolescente y el niño batearon en el juego y luego los Hillwood Black Sox ganaron el juego.
Finalmente por la noche todos disfrutaron de la comida y el espectáculo de fuegos artificiales.
- Ay papá… solo un poco.
- Miles no, dije que no, conoces la regla familiar: ¡Nada de frambuesas!
- Pero es nuestro favorito, solo un poco de helado de frambuesa.
- Te arrepentirás de eso Miles. - Dijo la abuela preocupada y todos se echaron a reír, mientras seguían viendo el maravilloso espectáculo.
Arnold vio a sus padres y abuelos hablando y riendo, a Helga cargando al pequeño Craig y en ese momento supo lo afortunado que era.
- Supongo que el vacío finalmente ha desaparecido.
EL FIN
¡Feliz aniversario de Hey Arnold #26! En este día especial, dediqué este capítulo a Craig Bartlett, su equipo y a cada uno de los fanáticos que tuvimos la suerte de crecer con este maravilloso show!
