Disclaimer: Craig Barleet es el creador y él y Nickelodeon tienen los derechos del programa.


9. Proyecto: Las pequeñas familias felices

– PS 118 - Gimnasio –

Todo el Gimnasio estaba totalmente en silencio. Se podía escuchar hasta el sonido de una mosca. Todos los alumnos vieron el final de la vieja película y su profesor encendió las luces.

- Ok, alumnos de 6to grado, ¿alguien tiene una pregunta? - Pero el silencio fue su respuesta. - Vamos estudiantes, esta es una parte muy normal de su vida. - Dijo el Entrenador Wittenberg con su voz profunda, tratando de ocultar su propia incomodidad.

- ¡Quiero a mi mamá! - Gritó Harold.

- No quiero ver las caras de mis padres por un tiempo.- dijo Gerald.

- Ok Simmons ahora es tu turno.

- Gracias Entrenador por tu… completo documental sobre el milagro de la vida. Ahora estudiantes, vamos a participar en un proyecto gubernamental muy especial... Somos la clase piloto... bienvenidos al "Proyecto de la pequeña familia feliz"

Los estudiantes continuaron con su voto de silencio.

- Ahora, ¿qué quieres, Simmons? - Helga habló.

- Gracias por tu euforia Helga. De todos modos, en este proyecto trabajarán con un compañero de clase durante una semana, como marido y mujer. El gobierno nos envió estos bebés robot especiales, pueden llorar, enfermarse, "dormir" y necesitar comida y un pañal nuevo, como un bebé real. Tienen que trabajar en equipo con su pareja y hacer algunos presupuestos para compartir facturas. Decidirán "profesión" y recibirán dinero falso y trabajarán para ello. - ¿Qué opinan?

- Que esos estúpidos no saben qué hacer con todos nuestros impuestos. - Le dijo Helga a Phoebe y ella se rió.

- De todos modos estudiantes, esta es una oportunidad muy importante para que entiendan lo que significa la responsabilidad y el trabajo en equipo. Ahora les daré un papel para que elijan a su futura pareja.

- Dios mío, esta es mi oportunidad, en un escenario muy real, de casarme con Arnold. Tengo que ser su esposa.

Tal vez si cambio mi lugar con Sheena...

- Me tocó Helga. ¡Genial!. - Dijo Gerald con mucha decepción mientras la pareja de rubios compartía su sentir.

- ¿Podemos cambiar?

- No Helga, lo siento, tendrás que vivir con tus decisiones.

- Pero Simmons… ¡Fue decisión de Gerald!

- ¡Con la decisión de tu pareja, entonces!

- ¡Maldición! ¡Esto será muy divertido!

- ¡Dios mío! No puede ser posible… ¿Estoy con Curly? Pero... merezco algo mejor.

- ¡Sí! ¡Mi malvado plan ha funcionado! - Dijo el preadolescente loco y le dio una mirada coqueta a su futura esposa falsa.

- Yo tengo a… ¿Harold? - Dijo una preocupada Lila.

- No te avergüences Lila, sé que todas las chicas me encuentran atractivo.

- En realidad no lo creo, lo siento.

- Ok, escribí sus nombres, Sheena y Stinky, Phoebe y Sid. Ahora todos tienen una pareja, ahora elegirán un trabajo y pasaremos a la ceremonia de matrimonio en el salón de clases.

- ¡Señor Simmons! Aún no tengo pareja. - Dijo el chico con cabeza de balón, afirmación que hizo que su novia se preocupara.

- ¡Oh Genial!… tendrá una hermosa y sorprendente esposa que hará que se enamore de ella y me bote. - Pensó la chica del lazo rosa.

- Lo siento Arnold pero todas las chicas ya fueron elegidas. Pero sé qué más podemos aprender hoy. Arnold y Eugene, ¡felicidades, serán nuestra familia alternativa! Ok, vayan a nuestro salón de clases en una línea por favor.

- Arnold, esto será increíble, ¿verdad?

- Por supuesto Eugene… - Solo si nuestro bebé sobrevive al primer período.


— PS 118 - Salón de 6to Grado –

Todos los estudiantes perturbados se sentaron con sus parejas, tratando de decidir sus trabajos y posibles nombres para sus bebés. Helga estaba totalmente divertida con la situación de su novio, parecía tan preocupado y lindo al mismo tiempo. Podría disfrutar de su belleza si su mejor amigo no hubiera aparecido frente a ella.

- Pataki.

- Johansen.

- Mmm. Mira, no estoy muy contento de trabajar contigo en este proyecto, pero intentaré hacerlo lo mejor posible.

- ¿Por qué tú y tu "viejo" siempre me dicen el mismo discurso? ¿Sigues enojado porque Phoebe salió conmigo ayer y no contigo?

- Soy flexible, Pataki, si ella quiere hacer algo, lo hace. Nunca le pondré reglas.

- Claro, porque ella es la "Alfa" en tu relación, cabeza de cepillo.

- ¿Oh sí? Bueno, Arnold es... ¡olvídalo!

- ¡Sí! Soy la reina y será mejor si lo recuerdas.

- Entonces, ¿qué trabajo elegiste?

- Estoy pensando en ser presidenta, o poetisa, o escritora, no sé.

- ¿Política? ¿En serio?

- Soy el presidente este año, ¿recuerdas?

- Oh, por supuesto. Pero si eres presidente, tendré mucho trabajo con el bebé.

- Ay tranquilo Geraldo, con mi sueldo puedo pagar una nana.

- ¡Este es el proyecto más estúpido y extraño de la historia!

- Tú lo dijiste.

Arnold trató de escuchar a "su esposo" pero no pudo, solo tenía una cosa en mente.

- Tal vez podamos usar tu apellido y yo podría ser actor, ¿qué te parece?... ¿Arnold? - Sin decir nada el chico rubio caminó y busco a Phoebe.

- Por última vez Sid, no puedes ser un espía.

- ¿Y por qué no? ¿eh?

- Porque no está en la lista de trabajos de Simmons. Yo seré neurocirujana.

- ¡Hola, Phoebe! ¿Podemos hablar un poco?

- Claro Arnold, ¿qué pasa? ¿Un problema de carreras?

- No realmente… Se trata de Gerald y Helga. Estoy preocupado. Nunca han sido amigos, en realidad.

- Lo sé, y también sé lo que piensa Gerald sobre Helga y todas sus discusiones recientes sobre la distribución de nuestro tiempo, pero tal vez esta sea una excelente oportunidad para que se hagan amigos. Imagina lo fácil que será nuestra vida.

- ¡Suena bien! Gracias Phoebe, discúlpame, tengo que ir y casarme con Eugene.

- ¿Felicidades? Ella dijo y luego se rió un poco.

- ¡Está bien, estudiantes, es hora de casarse! ¡Es asombroso! ¿no es así?

- Ese tipo tiene problemas. - dijo Rhonda a sus compañeros de clase.

- Bien, empecemos. Los estaré nombrando ¿Rhonda y Curly?

- ¿Podemos divorciarnos ahora? - Golpeó a su pareja cuando trató de oler su cabello.

- Si quieres Rhonda, pero recuerda, si decides divorciarte, perderás el 40% de tu calificación.

- Ok, acepto.

- Y yo acepto ahora y por siempre mi preciosa princesa.

- ¡Basta engendro!

- Ok, ¿han decidido sus carreras?

- Sí, seré una famosa diseñadora y modelo.

- Y seré fotógrafo.

- Excelente, gracias chicos, aquí está su bebé, ¡una niña! ¿Cuál es su nombre?

- Odio repetir nombres, así que me decidí por Isabel, como la reina. Elizabeth Lloyd.

- Espera un momento, ¿Por qué ella?...

- Usaremos mi apellido, es más… importante.

- ¡Sí! ¡Soy Curly Lloyd! ¡Mi sueño se hizo realidad!

- Excelente chicos, ahora Helga y Gerald, por favor.

-¿Listo chico cabeza de cepillo?

- Claro "cariño".

- Ok chicos, ahora estamos aquí para...

- ¡Ay demonios Simmons! ¡Yo acepto, él acepta! ¡Lo que sea, danos al bebé!

- Bien Helga… - Tal vez él sabe lo sensible que es la chica, pero a veces ella logra asustarlo. - Tienen un niño pequeño. ¿Qué nombre eligieron?

- Alfred Martín Johanssen. - Dijo Gerald con orgullo.

- Excelente. ¿Qué hay sobre sus carreras?

- Yo seré Mercadólogo y ella será profesora de literatura y escritora.

- ¡Dos trabajos y maternidad! ¡Parece que alguien quiere puntos extra!

- No realmente, pero ¡lo que sea! - Espetó la chica.

- Gracias chicos. Arnold y Eugene.

- ¿Puede darnos el bebé por favor?

- Bueno Arnold, si insistes. El cabeza de balón se sintió incómodo por las burlas de sus otros compañeros. En el pasado, siempre estaba emparejado con Helga, y ahora lo que más deseaba fue imposible.

- ¡Felicidades chicos! ¡Adoptarán gemelos!

- ¡Gemelos! ¡Estoy tan feliz! - Eugene casi llora.

- Por favor, Eugene, déjame cargarlos. - El chico podía imaginarse más de mil escenarios donde ellos serían los primeros en fallar, ya sea por "romper a sus bebés" o hacerlos explotar.

- ¡Claro Arnold, somos un equipo! Sr. Simmons, seré actor y Arnold maestro.

- ¡Carreras muy especiales! ¿Y los nombres de los bebés?

- Anne y William Horowitz.

- Gracias Eugene. Siguiente pareja por favor.

- Si quieres Eugene, yo me encargaré de ellos por hoy y tú te encargarás mañana, ¿te parece bien?

- ¡Claro Arnold! Voy a encontrar un show, " para trabajar".

- Genial… ¡Nos vemos! - Arnold tomó a sus bebés y caminó hacia su amigo y su chica. - ¡Hola, chicos! ¿Cómo está el pequeño Freddy?

- ¡Cómo podría estar un robot, melenudo!- Dijo la rubia con el lazo rosa mientras fingía un falso interés en su amado. Él solo se rió un poco de su broma.

- Oh, hermano, no puedo creer que Eugene sea tu pareja… tus bebés morirán.

- Lo sé, intentaré evitarlo.

- ¡Ja! Vamos Arnoldo, tú eres la llama y él la dinamita. Como sea, Gerald, vamos a tu casa a escribir el estúpido presupuesto.

- No podemos Helga. Mi papá tiene una reunión de trabajo muy importante y dijo que nadie puede estar allí hasta las 6:00 p. m.

- ¿Qué? Oh no... No querrás ir donde Bob...

- Sabes... tuve suficiente de él el otro día que peleamos.

- Espera un momento... ¿Visitaste a Helga? - Arnold, quien estaba al margen de la situación, quedó sorprendido.

- Yo no lo llamaría una visita. Fue un intercambio de opiniones. ¡Necesitamos un lugar para trabajar Geraldo! ¿Dónde?

- ¿Y por qué tengo que decidir?

- Porque TÚ creaste el problema al negar tu casa.

- ¡No fui yo! ¡Fue mi padre!

- ¡Dale las gracias a tu papá!

- Gerald, Helga, paren. Tienen que ser un equipo ahora.

- No puedo hermano… ¡Ella me rompe los nervios!

- ¡Pues tú no eres una dulce barra de chocolate, amigo!

- ¡Deténgase! - Se interpuso entre ellos. - Chicos, esta será una semana importante, necesitan una excelente calificación para graduarse de la primaria. Helga, cariño, si trabajaste conmigo en el pasado y criaste a Omelette, nuestro pequeño pollito, ahora puedes ser amiga de Gerald. No tienes que ocultarle nada. ¿Qué dices?

- Lo siento Arnold… dejé de escucharte después de que dijiste "Cariño". - Ella estaba petrificada en su lugar.

- ¿Lo dije en voz alta? - Su rubor era casi igual al de la chica de una sola ceja.

- Ok, ustedes dos, antes de que yo sea el mal tercio... Helga si eres la mejor amiga de Phoebe es porque eres una persona valiosa y también eres la novia de mi amigo... entonces, tal vez tenemos mucho en común... ¿Qué dices? ¿Trato?

- ¡Tienes un trato! - Los dos sellaron el trato con un amistoso apretón de manos.

- Y cabeza de balón…. el gallo raro que vi el otro día…¿era nuestro huevo de 4to grado?

- Sí... yo me ocupé de él. Se llama Omelette.

- "Nuestro primer bebé" - Compartieron una sonrisa feliz y Gerald se aclaró la garganta y se llevó a su pareja.

- ¡Nos vemos hermano!


- Tienda de localizadores de Bob - "Habitación de Helga"-

La estrecha habitación estaba totalmente limpia y Gerald pudo ver lo improvisada que se veía. La chica colocó una caja para usar como asiento.

- Entonces… ¿quién cuidará de Freddy? – Preguntó el chico, tratando de romper el incómodo silencio.

- Bueno, Olga lo ensució con todos sus besos, supongo que puedo empezar esta noche. - Continuó "bañando al bebé".

- ¡Gracias! Y… sobre los presupuestos…

- No te preocupes, los hice.

- ¿Acaso tú? Déjame ver. - Leyó la lista que hizo la rubia. - ¡Helga es muy detallada y hasta estás ahorrando dinero para su universidad!
- Mi último libro fue un bestseller, ¡gran cosa! - Ella bromeó.

- Para ser honesto... te debo una disculpa... No eres una "mala esposa". Supongo que me había dejado influir en mis malos recuerdos sobre ti.

- Tú y tu amigo siempre juzgan muy duro.

- Bueno, no puedes estar enojada por eso. Fuiste una gran actriz escondiendo tu lado genial todos estos años.

- ¡Oye, oye! ¡Hice cosas buenas por ustedes antes!

- ¡Por supuesto! Nos humillaste, nos pusiste apodos insultantes, ridiculizaste a mi amigo, nos asustaste en el cementerio...

- Pero… yo también les ayudé: con su estúpido carroza del desfile, o cuando los invité a mi campamento, cuando salvamos al viejo Pete, cuando salvamos el barrio, en San Lorenzo…

- Está bien… ¡Entendí! ¡Tienes un punto! - Gritó y el bebé robot empezó a llorar.

- ¡Bien hecho, zopenco! ¡Ahora el robot está llorando!

- ¿Qué podemos hacer? Nunca he estado con un bebé antes.

- ¿Y tu hermanita?

- Nunca la cuidé…

- Bueno, yo soy la menor aquí y se olvidaron de darme instinto maternal allá arriba.

- Vi en películas que una canción puede ayudar.

- ¿Y tú qué estás esperando? ¡Canta Ray Charles! - Gritó más alto, provocando que el robot aumentara la potencia del llanto.

- Ok, ok, lo haré. - El niño angustiado se aclaró la garganta e improvisó una canción de cuna.

Lindo robot, duérmete ya,

que si no, tu madre me va a patear…

Oh robotcito, deja de llorar,

que quiero llegar a mi baile de graduación…

- Eso último no rima.

- ¡Tal vez, pero dejó de llorar!

- ¡Finalmente! Mi cabeza casi…- El bebé empezó a llorar de nuevo, pero su llanto era diferente. - explota. ¿Qué pasa ahora, papá del año?

- No sé…. ¿Otra canción de cuna?

- ¡Ay, por favor, no!

- Es tu turno mami. - Puso al bebé llorando en sus brazos.

- Oh…. ¡Hambriento! ¡Tal vez tiene hambre! No ha comido desde la escuela y su horario decía cada 4 horas, dame el biberón.

- Claro, aquí está. - El pequeño empezó a comer y a dormirse, Gerald suspiró en voz baja. - ¡Oh cielos! Está durmiendo, ¡bien hecho, Helga!

- ¡Gracias! Soy brillante, lo sé.

- ¿Sabes? Algún día serás una gran mamá.

- ¡Claro Geraldo! Yo no quiero hijos.

- ¿Tú qué? ¿Por qué? ¿Todas las mujeres los quieren, o no?

- En realidad no todas. Tienes que ser paciente, generosa y tener muchas ganas de hacerlo. Si no quieres un hijo… tú y ellos serán miserables. - Helga bajó la mirada, lo sabe por experiencia propia y Gerald lo intuyo. - Se necesita una figura excelente para hacer un buen trabajo. Nunca sabré cómo hacerlo, soy un desastre.

- Helga… sabes que no siempre estamos de acuerdo en todo, por no decir en nada, pero… hace minutos tenías razón, eres genial y sé que si algún día decides ser mamá, serás una excelente, tal vez no tuviste un buen modelo, pero ahora sabes lo que no tienes que hacer.

- Gracias Geraldo, pero yo lo cuidaré esta noche de todos modos, no tienes que halagarme. - Bromeó y su amigo sonrió.

- ¡Soy honesto, lo prometo! Tal vez tú y mi hermano sean excelentes padres dentro de mucho tiempo…

- ¡Las cosas que dices!

- ¿Estoy mintiendo? - La retó levantando una ceja, mientras el sonrojo de su rostro aumentaba.

- ¿Y tú y Phoebe? ¿eh?

- Tal vez algún día también… He estado enamorado de ella por mucho tiempo.

- ¿En realidad? ¿Por mucho tiempo?

- Desde el último día de 3° grado… cuando dio su discurso por el primer lugar… se veía tan hermosa. Traté de invitarla al festival del queso ese año, pero estaba muy nervioso.

- ¡Cierto! ¡Lo recuerdo! Phoebe empezó con esas risitas estúpidas, empezó a verse... diferente... más feliz.

- Yo también lo fuí… ¿Y tú? ¿Desde hace cuánto que te enamoraste de Arnold?

- ¿Qué? Estábamos hablando de... ¿Cuándo esto se convirtió en un interrogatorio?

- Helga, amas a Phoebe y Arnold, y adivina... ¡Yo también! Parece que a partir de ahora pasaremos mucho tiempo juntos... Creo que tenemos que dejar de pelear entre nosotros. ¿Por qué no solo te relajas y me dejas conocerte? ¿Qué puedes perder? Arnold ya lo sabe.

- Bien, tú ganas, cabeza de cepillo… Pero si te burlas de mí…

- Sí, conoceré a "la vieja Betsy", solo continúa.

- Ok… me enamoré de él cuando lo conocí en nuestro primer día en el jardín de niños…

- ¿Tú qué? ¿En serio? Pero solo éramos niños...

- Lo sé, esa es la parte rara…

- Y todos los videos que tú…

- DE TODOS MODOS… siempre estuve sola, mi familia solo tenía ojos para Olga y sus problemas, yo era invisible… y él… Bueno, él fue tan gentil conmigo… fue el primero en toda mi vida en serlo… y luego… los días pasaban y yo conocía al buen samaritano que es, siempre anteponiéndose a los demás, generoso, guapo… no sé…

- Entiendo... Gracias por compartirlo conmigo... Phoebe y Arnie tenían razón, eres increíble. Y estaré feliz de ser amigos.

- ¡Gracias Gerald! - Se sonrieron el uno al otro.

- ¡A partir de ahora, puedes contar conmigo!

Segundos después, el pequeño bebé robótico emitió unos extraños sonidos que revelaron que sería necesario un cambio de pañal. Su madre, que lo sostenía en sus brazos, se quedó atónita cuando "su padre" se levantó lentamente.

- Excepto ahora… ¡Nos vemos en la escuela mañana!

- ¡Regresa! ¡Cobarde!


— PS 118 - Salón de 6to Grado –

Todos los estudiantes estaban impacientes, esperando devolver a sus bebés. Curly y Rhonda estaban jugando con su niña con un vestido de diseñador, el chico raro en realidad era un papá genial, pero la niña rica nunca se lo diría.

Por su parte, Arnold hizo un excelente equipo con Eugene. Contra todo pronóstico, sus bebés estaban perfectos, excepto por algunos pequeños problemas, pero obtuvieron una calificación de 90.

Para Phoebe no todo fue éxito, su "marido" tuvo un "pequeño accidente" con la pequeña Kimmi y una alcantarilla, por suerte sacaron una 85.

- ¡Ja! ¡Solo perdedores como Sid tuvieron problemas con este estúpido proyecto!- En ese momento, la chica de ojos azules recordó sus propios problemas. - ¿Dónde estás? Se acaba el tiempo… - Miró la hora, solo tenían 10 minutos.

- ¿No hay noticias sobre Gerald? - Arnold se sentó en su lugar, detrás de ella.

- ¡Dah! ¡Arnaldo, demonios! ¿Lo ves por aquí? - Ella gritó. - En realidad no, y estoy tan preocupada, Cabeza de balón... ¡Él tiene al bebé! - Dijo con una voz más dulce y lo suficientemente baja como para que solo su novio pudiera oírla.

- Por favor relájate. No lo conoces, pero es tan responsable, que en cualquier momento aparecerá con el bebé en perfecto estado.

Como si Arnold fuera un adivino, Gerald cruzó la puerta, con una cara nerviosa y el bebé completamente cubierto.

- ¿Ves Helga? Te dije.

- ¡Finalmente! Gerald, ¿Qué planeabas?

- Lo siento Helga… Tuve un pequeño problema y…

- ¿Problema? ¿Sobre qué?... ¿No es sobre Freddy? ¿Cierto?

- Bueno... para ser honesto... Timberly rompió nuestro robot...

- ¿Ella qué? - La rubia se quedó atónita de coraje, mientras su novio sentía que se le caía la mandíbula, en ese momento atesoraba no ser Gerald.

- ¡Espera, espera, Betsy no por favor! Pude arreglarlo. Llevé al bebé con un viejo amigo que sabe cómo salir de estos problemas. ¡Nunca te metería en problemas ni te dejaría abandonada, lo juro! Levantó la mano para reforzar su punto.

- Déjame adivinar... el viejo y genial Fuzzy, ¿verdad?

- Sí hermano… Lo siento Helga.

Arnold cerró los ojos, esperando el gran golpe, pero el silencio fue su respuesta. Entonces abrió los ojos y recibió una sorpresa.

- Ok Gerald, no te preocupes, ¡hablemos con Simmons!

- ¡Gracias Helga!

- Espera un momento... ¿De verdad lo perdonarás? - Arnold comenzó a seguirlos.

- Claro melenudo, dijo que lo siente.

- Pero… ¿Qué pasa con los Vengadores y Betsy… y ustedes se odiaban?

- Tómatelo con calma, viejo, ella es genial, ¡ahora es mi sis!

- Sí, Arnold, no soy tan mala como crees. - Le guiñó un ojo a su confundido novio y siguió su camino.

- Lo que digas Helga. - Les sonrió.

- Pero… ¿Puedo conocer a Fuzzy ahora? Tengo que darle las gracias.

- Tal vez mañana, cuando le hablé de ti, se impresionó.

- Claro, soy la mejor.

FIN


¡Aquí tienes! El nuevo episodio de la semana. ¡Fue muy gracioso escribirlo! Me encantó la nueva amistad de Gerald y Helga, fue tan natural de desarrollar, no lo planeé, pero a veces los personajes tienen sus propias decisiones ¿ustedes que opinan? ¡Nos vemos en reviews! es muy importante para mí saber tu opinión!