CAPITULO 3. ENCUENTROS

-No entiendo esto. Mejor no le hago caso. Ojalá sea una especie de broma muy mala.- Pensó Levi. Esa carta si que lo fastidiaba.

Prefirió tratar de dormir. La vida de Levi se había convertido en algo aburrido de alguna manera, pero no podía negar que la tranquilidad de estos días era buena para el. Las heridas y secuelas que sufrió en el Retumbar poco a poco han ido sanando.

Gracias a la ayuda y atención de Gabi y Falco pudo relajarse un poco, les había tomado un gran cariño aunque no fuera muy expresivo para demostrarlo. El sabía que esos dos en algún momento harían su vida juntos, así que cuando se había recuperado y conocido algunos lugares decidió apartarse y establecerse nuevamente en Paradis. No es que sea un hombre que sufra por cosas como el apego; se podría decir que tampoco era un sentido de pertenencia por su tierra. Solamente sentía que quizás ha sido el único lugar que en algún momento sintió como su hogar, donde conoció a las personas que hoy son importantes para el, digo, no es como si fuera de piedra.

El día transcurría con normalidad. Alrededor de las 4 de la tarde decidió que era mejor de salir de casa, se sentía muy encerrado a veces, solo salía si era necesario comprar algo, enviar alguna carta, y de vez en cuando un paseo.

Llegó cerca de una pequeña plaza, habían niños jugando en el parque.

Vaya que son ruidosos, pero se veían felices. El calor de la tarde ya empezaba a sofocarlo así que decidió comprar algo de tomar.

En una esquina cerca de la plaza se encontraba un bonito lugar, ya lo había visto pero no le había dado importancia. Tenía algunas plantas y unas mesas azul celeste que daban hacia la calle. En el letrero decía Casa de Té de la Sra. Foxx.

-Sea bienvenido señor. Adelante. ¿Desea tomar una mesa adentro o afuera?- escuchó Levi

-Gracias. Adentro está bien. Cerca de la ventana.

-Claro. Sígame. Aquí está la carta. Avíseme cuando esté listo para ordenar.

Con permiso.

Levi asintió. A veces se sorprendía por mostrarse indiferente a algunas cosas, ni siquiera miró la cara de la persona que le atendió. Su mente estaba en aquella carta, esperaba que no recibiera más.

Al poco tiempo decidió ordenar una taza de té y un bocadillo para acompañar. Le gustó mucho este lugar, era pequeño y acogedor, todo se veía pulcro y bien cuidado. Además se sentía mucha tranquilidad, aún estando casi todas las mesas llenas. Trató de olvidar lo que lo molestaba y leer su periódico.

Pasó un rato, y decidió retirarse. Debía pasar por la tienda de productos de limpieza. El sr Potts le dijo que llegaría nueva mercancía. Su Yo interior sonreía al recordarlo. Sería uno de los primeros en probarlos. Mañana mismo haría una limpieza exhaustiva de su oficina en casa.

-Esperamos haya disfrutado nuestro servicio. Vuelva pronto.- Dijo la chica que le atendió.

-Si. Muchas gracias. Volveré uno de estos días.- Dijo él, sin pensar que la visita de ese día al local se volvería una agradable costumbre.

Luego de sus compras Levi caminaba por las tranquilas calles, ya estaba cerca de su casa. La tarde ya caía y la frescura de la brisa era reconfortante, fue un paseo agradable.

-¡Capitan Levi!. - Escuchó que alguien gritó detrás de él. Una voz familiar.

-Connie, ¿que son esos gritos? Ya perdí un ojo, ¿quieres que pierda mis oídos también?- Dijo Levi seriamente. Aunque se alegraba de ver una cara amiga.- Además ya no me digas Capitán.

-Jajaja lo siento señor, disculpe la efusividad. Siempre se me olvida ya no llamarle Capitán, es la costumbre. ¿Como ha estado? ¿Se ha sentido bien?- dijo Connie.

-Si. Todo normal. Al menos camino mucho mejor. Mejor vayamos a la casa mocoso. Allá seguimos hablando.

Luego de 1 hora de amena charla Connie se retiró. Aunque la mayor parte del tiempo Levi solo se limitó a escuchar, pero era agradable compartir con alguno de ellos de vez en cuando. Se alegraba de que los chicos intenten avanzar, tener vidas mejores. Incluso el escandaloso de Connie estaba con una chica. Parecía imposible, Connie con planes de matrimonio. Aún estaba sorprendido por lo que le contó hace rato.

-FLASBACK-

-Ah, por cierto Señor, espero que tenga un buen traje. En unos meses recibirá la invitación a mi boda. Espero un buen regalo.

Levi abrió los ojos sorprendido.

- Vaya, quien lo diría. Felicitaciones. Quién es la chica? Ya Debe estar sorda la pobre.

-jajaja claro que no. Es una chica hermosa. Nos conocimos hace 5 meses. Pronto se la presentaré y verá que es una buena chica.

En ese momento vino a la mente de Levi la carta que recibió hace poco.

-Oye mocoso, ¿por casualidad los altos mandos no te han enviado alguna carta?

- Si señor. Hace como 1 mes me llego una. Gracias a esa carta fue que pensé en casarme. Aún no tenía el valor para preguntárselo a Mary. Así se llama ella. - Dijo Connie sonriendo un poco apenado.

- ¿Por qué lo pregunta Señor?

¡ ¿No me diga que a usted también le llego?!-gritó sorprendido.

¡No puede ser! el Capitán se va a casar. Eso es imposible.!

- ¡Ya, puedes callarte!. No me voy a casar con nadie!- Exclamó Levi. - Estoy solo. Quería saber si a alguien además de mi le había llegado esa carta. La verdad me molesta.

-Si, está bien, ya no grito. - Dijo Connie moviendo las manos. - Bueno a los otros chicos también les llegó aunque ya ellos tenían eso bajo control. Hace poco Jean se le confesó a Mikasa. Y al parecer ya empezaron a salir. Y Armin esta con Annie, así que no creo que les afecte mucho. En algún momento les llegará la hora de casarse.

-Era de esperarse. Pensé que Jean nunca tendría valor de dar ese paso con Mikasa. Bueno ojalá a ellos también les vaya bien. ¿Y que decía tu carta? si se puede saber, claro.- Preguntó Levi.

-Bueno déjeme recordar, decía algo como...- Connie trataba de recordar lo mejor posible, no quería enojar a Levi, así que solo parafraseo el contenido de la carta.

-Básicamente decía que por ordenes de la reina se estaba empezando un proceso de repoblación o algo así. Y que se estaba tratando de fomentar la unión de parejas y la formación de familias. Que se podía tener hijos propios o adoptados. Y que al ser parte de la élite militar se nos daba la opción de escoger una pareja o de lo contrario un matrimonio arreglado por ellos con alguien que creían más conveniente. Algo así.

-Obviamente no quería que me emparejaran con alguna extraña-. Continuó Connie. - Así que se lo comenté a Mary y le propuse matrimonio. Es mejor casarse por amor, que sólo por un convenio vacío. No me veo pasando mi vida con una desconocida.

-FIN DEL FLASHBACK-

? ゚ヤᄌ? ゚ヤᄌ? ゚ヤᄌ? ゚ヤᄌ? ゚ヤᄌ? ゚ヤᄌ?

- Vaya, que sorpresa.- Pensó Levi. Apenas abría los ojos y estaba recordando la conversación de la noche anterior. Aún era temprano, comenzaba a rayar el alba en el horizonte, y por su ventana se colaban los primeros rayos del sol. Era una mañana un poco fría, ya se podía sentir la cercanía del otoño.

Todo parecía normal ese día, luego del desayuno entró a su oficina a revisar la correspondencia que le había traído la sra Foster. Algunas cartas provenían de Marley. Otras de algunos conocidos del anterior Cuerpo de Exploración. Y una que reconoció tan pronto la vio.

-¡Maldición!. No otra vez.- Pensó Levi. - Al parecer van a insistir.

Y así ocurrió, pasaron los días y el seguía ignorando "esas" cartas. Pero sabía que tarde o temprano iba a tener que enfrentar esta situación y buscar una solución. El no era un cobarde, nunca se escondería de nadie, y aquí estaba huyendole a la respuesta de una carta. Mejor enfrentaba todo de una vez.

Esa misma tarde se dirigió a las oficinas del sr. Ward, quien aparecía como remitente en la misiva.

-Pase, Sr. Ackerman. Que bueno que vino, ya imagino el motivo. De todas las cartas enviadas a usted aún no hemos recibido una respuesta.- expresó el sr. Ward.

-Sí. Lo se. La verdad traté de evitarlo, pero al ver su insistencia vine a aclarar todo. Lo único que le diré es que en estos momentos no busco casarme, ni siquiera tengo pareja, además tampoco aceptaría que me emparejaran con cualquier extraña.- dijo Levi de manera directa.

-Lo siento, sr Ackerman. Lamentablemente para usted, esto es algo que no se puede evitar. Así que va a tener que tomar una decisión. Esta es una medida muy bien pensada, en virtud de la enorme disminución de la población. Y no es sólo aquí en Paradis. El resto del mundo también llegó a esa resolución. Además, tampoco es algo tan malo, ya no debemos temer a los titanes o al odio de otras naciones. Casarse le haría bien. Piénselo.

-Tsk. (Iluso)- se mofó internamente. -Entonces no puedo considerar irme a otro país.- Se quejo Levi con un suspiro de fastidio.

-Lo consideraré, veré que hago. Pero no quiero que decidan ustedes por mi con quien unir mi vida. Gracias por atenderme. Hasta luego.- Levi se despidió.

-Hasta luego Sr Ackerman. No se cierre a la opción del matrimonio. Quizás no sea tan malo para usted, no es bueno estar solo. Nos vemos.- Dijo sonriente el sr. Ward.

Levi salió rápidamente de la oficina, molesto y pensativo. ¿Que haría ahora? . No tenía ninguna conocida a la que pudiera considerar para un matrimonio, aunque sea por conveniencia. Lo único que importaba era cumplir con la ordenanza y ya. Tampoco pretendía enamorarse ni coquetear como mocoso recién casado. Debía conseguir a alguien que aceptara un trato con el, debe haber alguien. Tan solo imaginar que lo emparejaran con una mujer desaseada y descuidada le daba escalofríos.

-¡Eso jamás pasará!

Necesitaba un descanso de todo esto.

-Creo que mejor despejo mis ideas con una taza de té. -Dijo para si mismo.

Una vez más, como ya era parte de su rutina, se encontraba comprando un periódico y dirigiendo sus pasos a la Casa de Te de la Sra Foxx.

? ゚メミ? ゚メミ? ゚メミ? ゚メミ? ゚メミ? ゚メミ?

Hasta aquí el tercer capítulo.

Gracias por seguir esta historia.

Disculpen si no le gustan esos ships, solo me guíe por las que ya conozco. A excepción de Connie