CAPITULO 5. ¿ESCUCHE BIEN?.

El sol terminaba de esconderse, y el cielo nocturno hacia su aparición. Entre las estrellas y la luna, daban un hermoso espectáculo luminoso. La brisa fría hacia bailar sus cabellos, mientras estaban sentados en una banca de la plaza.

Que momento tan agradable. Sara se encontraba atenta y lista para escuchar a Levi pero al parecer no le era tan fácil explicar lo que deseaba. De algún modo ella trataría de romper el hielo.

-Sr. Ackerman. ¿Qué era lo que quería decirme?. ¿Hay algo que pueda hacer por usted?. Lo noto preocupado. - Dijo ella.

- Ehh. Si. La verdad estoy preocupado. Verá usted...

Yo formaba parte del Cuerpo de Exploración, era el Capitán de escuadrón. Después del Retumbar, donde luché con algunos compañeros, se nos consideró una especie de héroes. No es algo que me halague, la verdad. Actualmente gracias a eso podemos vivir en una relativa paz y tratar de recomponer esta isla. El problema es que...

Levi trataba de conseguir las palabras más adecuadas para explicar lo que venía a continuación, no quería ofender a la chica.

-Yo estuve un tiempo fuera de Paradis, lamentablemente quedé muy herido, tardé un par de años en recuperarme. Una vez que lo hice regresé. Actualmente vivo solo. Los compañeros que lograron sobrevivir han ido haciendo sus vidas, menos yo.- Continuó Levi.

-Hace unos meses empezaron a llegarme cartas del gobierno, y decían que la Reina había ordenado un proceso de repoblación, por la gran baja en la población. Y al parecer no es sólo aquí, también otras naciones están implementando esta medida.- Agregó Levi.

-En fin, nos están pidiendo que nos casemos, formemos familias, tengamos hijos propios o adoptivos para contribuir a que la sociedad se restablezca poco a poco, según ellos. Y al ser un mandato real no hay escapatoria. Ignoré las cartas por unas semanas, hasta que me harté . Fui directamente a hablar con ellos. Les dije claramente que no estaba en mis planes casarme ni nada parecido. Pero solo me dieron 2 alternativas.- Levi suspiró profundamente.

Sara trataba de entender todo lo que le explicaba Levi. No entendía por qué el le contaba todo esto, aunque le alegraba sentir que el le confiaba algo tan personal.

-¿Y cuáles son esas alternativas?.- Preguntó Sara.

-La primera es que elija a alguien con quien casarme, a mi gusto. Y la otra es que ellos elijan a mi futura esposa. Y la verdad ninguna de las 2 me agradan. Mucho menos la idea de casarme con una extraña.

Sara estaba tratando de asimilar todo lo que escuchaba. Que difícil le era concentrarse, se sentía una boba mirándolo (como no hacerlo si es un papucho) . Menos mal que él no se había percatado. Casi que bota la baba por el. Guardo silencio por unos segundos, mientras pensaba que decir. No sabía si lo que él necesitaba era un consejo, o simplemente desahogarse. Quería elegir bien sus palabras.

-Sr. Levi creo que entiendo su predicamento. Si parece una situación difícil. Aunque no tanto. Ya que descartó la segunda alternativa, lo cual entiendo perfectamente, solo le queda la primera.

¿Hay alguna mujer cercana a usted, alguna amiga o antigua compañera que pueda casarse con usted? ¿Alguien de su confianza?.-

-Pues la verdad no.- Dijo Levi.- Las pocas mujeres que conozco solían trabajar conmigo y la mayoría tienen sus parejas o fallecieron.

- Lo siento Sr. Levi.

-... Además, no tengo a alguien que me interese, ni tampoco creo que haya alguna interesada en mi. Al menos no me he enterado.- Agregó el.

- ¡¿QUÉ?!. Sr . Levi ¿Cómo puede decir eso?. Usted es un buen partido, es guapo, cortés , tiene una excelente presencia, además de haber sido considerado un héroe.

La mujer que no vea eso tiene que ser ciega o estúpida.

(Creo que hablé de más). Pensó Sara.

Levi se quedó mudo y sorprendido, nunca nadie había le había dicho que era buen partido y mucho menos guapo.

- Srta Sara...

- Puede llamarme solo Sara.- Dijo ella sonriendo amablemente.

- Sara, la única opción posible es que consiga que alguna conocida se case conmigo mediante algún tipo de convenio, o lo que se conoce como matrimonio arreglado. Le hago creer a esos vejestorios que me casé y que formé un hogar con una persona que me gusta. El problema es que no consigo a nadie que pueda interesarse.

Levi calló por un momento, y continuó.

-¿Sara usted que opina?. Si usted fuese mi amiga ¿accedería a hacer algo así? ¿Aún sin tener algún sentimiento hacia mi.? Deme su opinión como mujer. Por favor.

-Claro que lo haría. Si usted fuese mi amigo estaría dispuesta. Además no sería un sacrificio. Desde que lo conocí usted me cayó muy bien.- Respondió Sara con un leve sonrojo.

-Tampoco puede decir que no haya alguna chica que se sienta atraída por usted. No puede generalizar. De seguro las hay. Así no lo conozcan bien.- Continuó ella. - Al principio, cuando empezó a frecuentar la tienda usted y yo casi ni hablábamos, solo cruzamos algunas palabras, y ya. No nos conocíamos y aún así me empezó a gustar.

...

¡Espera tonta!, pero, ¿Qué acabo de decir? ¿Eso lo dije o lo pensé? Eeeehhhhhhhhhh.

Sé recriminó internamente. Ni siquiera quería voltear a verlo. Sus mejillas iban a explotar en cualquier momento.

Ese silencio tan incómodo se hizo eterno.

-¿Qué quiere decir eso?, ¿Quiere decir que yo le gusto Sara?. -Levi irrumpió el silencio.

-Ahhhhhhh. Que pena. Sara gritaba en su mente con todas sus fuerzas. No podía creer que haya sido tan boca floja.

¡Debo responderle algo rápido!. Por eso debo pensar bien antes de hablar y medir mis palabras. Ahora es imposible recoger lo que dije.

...Que diablos. Ya se lo dije, que más da.

- Si, Señor. Disculpe no quería incomodarlo. Lo dije sin pensar.

-Disculpe Sara. Yo no tenía idea.

...Yo no sé qué decirle. En estos momentos no estoy interesado en ese tipo de relación.

- ¡Aahhhh que horrible!, tierra trágame y escúpeme lejos de aquí... Yo sola me lo busqué.

Pero que no note que estas avergonzada, tú siempre digna. - Se decía Sara a sí misma.

-Mmmhumm. -Sara aclaró su garganta antes de continuar. -Tranquilo Sr. Levi eso ya lo sabía. No tiene que decir más nada al respecto. Dejando a un lado eso, espero que esta plática conmigo le haya ayudado aunque sea un poco.

-Sí . La verdad si me ha ayudado Sara. Aunque, de hecho, aún tenía algo más que hablar con usted. Pero con lo que acaba de decirme me ha hecho dudar si hacerlo o no.

-Dígame Sr. Levi. No sé preocupe. Ambos somos adultos. Olvide lo que dije hace un rato y cuénteme.- Comentó Sara intrigada.

- Yo... Ehmmm

Quería proponerle un trato.

Yo se que no nos conocemos muy bien, pero algo en mi sintió hoy al verla que usted es una buena persona, amable, responsable y que podría llegar a confiar más en usted y poder forjar una amistad. Por lo que creí que sería la persona más indicada.

Sara no entendía nada. Levi estaba dando rodeos. ¿Qué es lo que trata de decir?

- La razón por la que le pedí que viniera conmigo esta noche es para exponerle mi problema y saber si me podría ayudar.

-En fin...

S-seria usted capaz de tener un matrimonio arreglado conmigo?

-¡¿Qué ?!

...Eh!

¿Escuché bien lo que acaba de decir?

-Sr. Levi. ¿En serio me esta pidiendo que tengamos un matrimonio falso?.

-Antes que me responda, déjeme decirle que esto se trata de hacer un arreglo, de que ambas partes salgamos beneficiados. Por un lado usted me ayudaría mucho evitando que alguien que ni me conoce me obligue a estar con alguien que no quiero y ni conozco tampoco.

-Por otro lado yo estoy dispuesto a ofrecerle lo necesario. Véalo como usted guste.- Añadió Levi. -Obviamente usted podría vivir en mi casa, tendría su propia habitación, contaría con todas las comodidades, considerela también como suya. Además le entregaría mensualmente una cantidad de dinero para sus gastos. Si desea puede continuar trabajando en la casa de Té como hasta ahora. Y si necesitara algo más podría pedirlo. Usted también podría poner sus condiciones.

Aún no me creo esto. - Pensaba Sara. - Este hombre me está proponiendo este arreglo. Y la verdad no se oye tan mal.

¿Pero, que estoy diciendo?, ¿De verdad lo estoy considerando.?.

-Sr Levi, yo...

Por favor déjeme analizar lo que me ha dicho esta noche, le prometo que consideraré su propuesta y lo pensaré muy bien. ¿Podría darme unos días por favor?- Dijo Sara.

Levi asintió.

No podía creer que esta chica después de haber sido rechazada directamente por él esté considerando tal propuesta. Quizás no fue mala idea acudir a ella hoy.

-Esperaré por su respuesta. La veo en una semana.

De camino a su casa Sara recordaba todo lo sucedido. Esta noche había sido una locura. Nunca, ni en sus sueños más locos viviría algo así. Todo sería perfecto si tan solo Levi le correspondiera, pero bueno... Nada es perfecto en esta vida. Sonrió con melancolía.