CAPITULO 9. 3 SEMANAS

Era domingo al mediodía y Levi se encontraba acostado en el sofá de la sala. Había tenido una mañana aburrida y sola. La casa le parecía enorme, recordando las visitas del día viernes. No podía negar que estar rodeado de personas que apreciaba le hacía sentir mucho mejor, cómodo; y hasta que reía más que antes, algo poco usual.

Aunque su trato sea brusco o directo hacia los demás, se podría decir que era su forma de mostrar afecto.

Dicen que los eventos de nuestra niñez influyen en como seremos de adultos. El cree que lo leyó alguna vez es un libro. Quizás sea cierto. Después de rememorar algunas cosas difíciles de su infancia y juventud, se dio cuenta tal vez esos eventos forjaron su serio carácter. Y no sólo podía verlo en él, si no en tantas personas que había conocido hasta ahora.

El siempre se preguntó si en algún momento de su vida podría tener una vida normal. Al menos ahora, tenía un lugar que sintiera suyo aunque sea un poco. Algunos de sus amigos aún estaban en Paradis y viajaban de vez en cuando a Marley a visitar al resto.

Annie y Armin estaban en Marley. Mikasa, Jean y Connie permanecían en Paradis. El resto de chicos que conoció en Marley seguían allá. Algunos decidieron viajar, conocer un poco más del mundo antes de sentar cabeza. Pero Levi aunque viajó y conoció junto a Gabi, Falco y Onyankopon, aún le faltaba algo. ¿Amor, quizás? Ni el mismo lo sabía.

En sus planes cercanos no estaba el formar una familia. Aún así, dentro de 3 semanas sería un hombre casado, aunque en una manera no tan convencional hoy en día. ¿Quién lo diría?.

Cerca del mediodía Levi leía un libro mientras yacía acostado. Solo para matar el tiempo. Terminó tomando una pequeña siesta. Era algo que tenía por costumbre algunas tardes durante la semana.

Al despertar El pelinegro repasaba en su mente todos los sucesos de los últimos meses, y la mayoría involucraban a Sara y su presencia en su vida. Se conocían desde hace poco, pero podría decirse que ya hasta eran amigos, aunque según ella sintiera algo diferente por él.

No ha sido tan malo pasar el tiempo con alguien más. Aunque no lo reconociera ante otros, disfrutaba lo que estaba pasando en su vida. Y eso también lo asustaba un poco, estaba empezando a entrar en terrenos desconocidos para el.

Había quedado de ir por Sara a la 1:30 pm para comprar los muebles de su futura habitación. Aunque quizás vayamos a comer algo antes- pensó. No sé le daba mucho cocinar.

Miró el reloj y se percató que ya era un poco tarde. - Mejor iré a arreglarme.-

A las afueras del hogar que hasta ahora había compartido con Los Foxx se encontraba una ansiosa Sara.

Estaba esperando en una banca debajo de un enorme y viejo árbol. Era una tarde fresca y disfrutaba el sentarse allí, viendo a las personas pasar.

A unos metros pudo verlo acercarse. El llegó hasta el árbol donde se encontraba Sara.

-Buenas tardes Sara. ¿Cómo estás ?-

Sara lo miró dulcemente y le dio una sonrisa.

-Buenas tardes Levi. Estoy muy bien. ¿Y tú ?

-Todo bien.

¿Nos vamos? . ¿Que le parece si almorzamos antes de ir a la mueblería?- preguntó el.

-Está bien, vamos.

Ambos se dirigían a un pequeño restaurante a unas cuadras de su próximo destino. Era un lugar bonito y acogedor. Almorzaron y luego prosiguieron con su faena. Llegaron pronto a la muebleria, no era tan grande pero tenía linda mercancía.

-Bueno Sara escoge lo que te guste. Voy a ver otras cosas. Búscame cuando termines, para pagar.

Sara terminó escogiendo una linda cama doble con sus respectivas mesas de noche, un pequeño escritorio, un tocador, un sillón cómodo y un par de lámparas. Al final Levi canceló todo y pidió que lo entregaran en su hogar el lunes por la mañana.

De regreso a casa junto a Levi caminaban en silencio. Al parecer empezaban a sentir todo un poco más real.

Era como si asimilaran poco a poco lo que significaba casarse, El cambio radical de vida, preocuparse por otro, los gastos y demás.

-¿Estás nervioso por tener que casarte Levi?- Preguntó Sara disolviendo el silencio.

-La verdad sí , un poco.

... No debe ser fácil compartir la vida con otra persona. Digo, como casados. Aunque no seamos algo tradicional.

-Sí , yo también lo creo. Nunca imaginé casarme así. Creo que a lo largo de estos años no he tenido mucha suerte con eso del amor. No es que no crea en el, pero aún no me ha tocado. O quizás yo no lo he permitido.- dijo Sara mirando a lo lejos.

-Yo no me permití pensar en eso. No podía. El sentir afecto por alguien significaba sufrir porque en un momento u otro los perdería. No era un momento como para dejarse llevar y controlar por emociones. Aunque al ver que en estos tiempos las personas que me rodean empezaron a seguir con sus vidas llegué a cuestionarmelo. - Explicó el.

Sara no podía evitar sentirse agradecida con Levi. Nunca antes lo había escuchado hablar tan abiertamente de sus cosas.

-Sí , supongo que como soldado era una vida difícil.- le dijo Sara.- Ver a tus compañeros fallecer es muy triste. Perder a los seres queridos es muy duro. No le deseo a nadie el quedarse solo. Es lo peor.

-Esa parte de mi vida fue difícil, pero antes de eso también lo fue. Supongo que todos pasamos por situaciones de mierda, quizás unos más que otros.- Explicó Levi. -Aunque en algún punto tuve la necesidad de cambiar un poco, y desviarme del camino que había vivido hasta ese entonces. Si no lo hubiera hecho, no estaría donde estoy ahora.

Levi sonrió un poco agradecido en su interior de haber conocido a quien fue su antiguo comandante y la importancia que tuvo en su vida. Gracias a él estaba hoy con vida. Eso creía firmemente.

También era agradable sentir que alguien más lo comprendía, que al igual que él conocía la soledad, pero que a su vez la superaba. O por lo menos hacían el intento.

-Tienes razón todos vivimos cosas feas, el punto es si dejamos que nos sigan afectando o avanzamos. - Dijo Sara. - Solo nos queda aprender de ello y hacernos más fuerte. La recompensa al final es la experiencia que obtienes.-

Continuó Sara.

-Gracias por contarme esas cosas Levi. Me agrada conocer de ti un poco más.

Si tienes curiosidad de saber más sobre mí puedes preguntarme cuando quieras.

Levi asintió, la miró y le dio una pequeña sonrisa.

Al llegar a la la casa de Sara, pudieron ver al sr Anthony sentado en la banca del pequeño jardín. Ellos no se habían dado cuenta que los estaba esperando.

-Señor ¿cómo está?.- Preguntó Sara.

-Muy bien ¿y ustedes?, los estaba esperando.

-Estamos bien. ¡Ah! por cierto, los presento formalmente. El es mi prometido. Levi Ackerman.

-Un gusto señor.- Dijo Levi.

-Mucho gusto, Anthony Foxx. Digamos que soy algo así como un padre para Sara.

-Señor, ¿necesita algo? ¿Para qué nos esperaba? .- Interrogó Sara.

-Sólo quiero hablar con el sr Ackerman.- mencionó tranquilamente el sr Foxx. - A solas.

-Está bien.- Dijo Levi. - Sara puedes entrar, nos vemos mañana. Aproximadamente a las 10 am vendrá el transporte para llevar las cosas. Me iré después de que hable con el sr Foxx.

-Por supuesto. Gracias por todo. - Sara se despidió y entró a la sala donde se encontraba la sra Foxx. Al parecer ella ya sabía lo que pasaba afuera. No aguantaban la curiosidad y se asomaron con cuidado por la ventana. Aunque casi no se podía oír nada.

-Bien, sr Levi. Sé que no nos conocemos pero solo quería saber como era el hombre con quien se casaría Sara.- Dijo mientras le indicaba a Levi que tomara asiento a su lado en la banca.

-Sí, entiendo. - Dijo Levi mientras se sentaba.

-Yo no tengo el derecho de decirle nada a usted o a Sara sobre sus decisiones. Solo la he aconsejado con respeto. Pero espero que ambos sean conscientes de las responsabilidades que están tomando.- Mencionó el sr Anthony.

Por un momento Levi sintió que el sr Foxx sabía que era un matrimonio arreglado, pero no dijo nada al respecto.

-Sí señor. Lo sabemos. Quiero disculparme con usted, se que debí ser más responsable y venir a usted a pedir la mano de Sara. Usted es como su padre y ahora que lo pienso supongo creo que eso era lo correcto de mi parte.

Perdone por no hacerlo en el momento.

-Tranquilo Sr Levi, eso no me preocupa, solo quiero que ella logre ser feliz, que experimente lo que es formar su propia familia, y quiero que lo haga de la manera correcta, con la persona que ella ame.

Levi sintió que le lanzaban dardos envenenados con culpa directo a su pecho cada vez que el sr Foxx pronunciaba una frase, todo lo que el sr Anthony esperaba era algo que no podía prometerle a Sara.

Quien diría que un hombre que apenas conocía le hablaría así.

-Solo hágala feliz. - Continuó el sr Foxx. - Quieranse el uno al otro, y demuestrense su afecto por igual. Siempre comuniquen lo que sientan, bueno o malo. El silencio y la falta de comprensión corroen poco a poco una relación.

-Solo eso deseo, que ella sea feliz.

Levi asintió, y estuvo unos segundos en silencio. Ojalá pudiese aplicar esos consejos en una relación real. Pero no podía decirle eso.

-Entiendo señor. Le prometo que la respetaré y haré todo lo posible porque sea feliz. Se que es una gran mujer. Se merece muchas cosas buenas.

-Bien. Me complace oír eso. Si en algún momento necesita hablar de algo puede venir conmigo. No soy el más sabio pero he vivido un poco más que usted. - dijo el sr Foxx amablemente.

-Haya o no la misma sangre entre Sara y los Foxx igual somos familia. Y le doy la bienvenida. Siéntase como parte de la familia también.

-Muchas gracias por sus palabras y por su confianza.-

Ambos se pusieron de pie y estrecharon sus manos despidiéndose. No fue un mal momento, pero sin duda un amargo sabor de boca se quedó en Levi después de esa charla.

Esa noche fue muy difícil conciliar el sueño. Las palabras del Sr. Anthony se repetían en su mente una y otra vez. Nuevamente se sentía el ser más egoísta del mundo, y que le era desleal a muchos por no hacer las cosas de otra manera.

Esa noche las dudas y la culpa empezaron a sembrarse en su interior. Debía hablar pronto con Sara al respecto o esas semillas echarían fuertes raíces dentro de su corazón.

? ゚ヘチ? ゚ヘチ? ゚ヘチ? ゚ヘチ? ゚ヘチ? ゚ヘチ? ゚ヘチ? ゚ヘチ

Era lunes por la mañana. El transporte había llegado y Sara se encontraba guardando lo poco que tenía en el. Los señores Foxx se encontraban con ella, listos para despedirse.

Los señores Foxx se encontraban con ella, listos para despedirse

-Ya no estén tan tristes. Tampoco me voy de la ciudad. Voy a vivir muy cerca, y seguiré trabajando con ustedes.- Dijo Sara.

-Si ya lo sabemos pero aún así te extrañaremos aquí.

-Les prometo que en unos días vengo a verlos y comemos juntos. Por ahora ya debo irme.

Sara los despidió con un abrazo y le indicó al chófer que ya podían irse.

Unos minutos después estaban llegando a su nueva casa. Levi los esperaba afuera.

-Buen día Levi. ¿Como has estado?.- Saludó Sara sonriendo.

-Bien, por fin llegaron.

Sara pasemos a mi oficina un momento mientras descargan tu equipaje-. Dijo Levi.

Sara asintió. Llegaron a la oficina y tomó asiento.

-¿Querías decirme algo Levi?.

-Sí . Es sobre la charla que tuve ayer con el Sr Foxx.

Sara lo recordaba perfectamente con gran curiosidad, quería saber que habían hablado pero no se atrevía a preguntar.

-¿Ah si? ¿Qué sucede?.- Preguntó ella.

-Lo que me dijo el Sr. Foxx me dejó muy pensativo Sara. No sé si estemos haciendo lo correcto. El quiere que usted sea feliz, en un matrimonio por amor, no de esta forma. Eso me hizo sentir muy culpable. La verdad.

Levi calló un momento y continuó.

-¿Sara estas segura de seguir con esto?

Te lo pregunto por última vez. Ya queda muy poco y entendería si quieres detener todo ahora.

Sara lo miró preocupada.

-¿Qué ? Por lo menos me hubiese preguntado eso antes de venir aquí con mis cosas. No sé qué hablaron ayer exactamente ustedes dos pero créame, yo tengo palabra.

Es algo en lo que he pensado bien. Yo me comprometí en ayudarlo, y claro que se las consecuencias.-

Sara se acercó un poco a él.

-Por favor, quédate tranquilo. Esto es algo que quiero. No te sientas culpable.

En ese momento Sara tuvo el presentimiento de que llegaría a arrepentirse de esas palabras en un futuro.

-Está bien Sara. Trataré de no pensar en eso. Pero, si decides que ya no quieres seguir con esto estas a tiempo de hacérmelo saber.

-Vamos hay que terminar de arreglar tu cuarto. - Dijo Levi algo serio.

Al poco tiempo llegaron de la mueblería las cosas que habían comprado el día anterior. Ya tenían todo. Levi, Sara y la sra Foster se encontraban en la que sería su habitación desde ahora poniendo las últimas cosas en su lugar.

-Oigan si quieren yo sigo. Pueden descansar. Ya lo que falta es acomodar mis cosas en el armario.- les dijo Sara a Levi y a la sra Foster.

-¿Segura?

Bueno al menos los de la tienda subieron los muebles.

...Está bien, termina tú . Iré a la cocina.- Dijo Levi.

-Señorita Sara yo la ayudaré un poco más y luego iré a preparar el almuerzo.- mencionó la sra Foster.

-Está bien, muchas gracias Sra Foster. Usted es muy amable.

Puede contar conmigo para lo que sea. La verdad me gustaría que fuésemos amigas.- Dijo Sara amablemente.

Sara empezó a sentirse más cómoda sabiendo que la señora Foster se encontraba en la casa. Ella no era una persona con muchas amistades, ni siquiera recuerda haber tenido algún mejor amigo. Por lo menos podían hablar con un poco más de confianza.

-A mi también me gustaría. Espero que nos llevemos bien. Aunque espero que el sr Levi no se moleste, o diga que no conozco mi lugar.- dijo preocupada la sra Foster.

-¿Qué?. ¿Por qué diría eso?. No se preocupe. El no es así. Puede que sea reservado y siempre tenga una cara seria pero es un buen tipo. Se que no lo conozco de toda la vida pero estos meses he comprobado que él es amable, a su manera.- explicó Sara.

-Si usted lo dice. Es solo que a veces siento un poco de temor al hablarle, casi no hemos cruzado palabra más que solo lo esencial.

-Aunque no lo crea Sra Foster el reconoce su trabajo en esta casa. Me dijo que usted ha sido muy buena en lo que hace. El está agradecido con usted.- Sara le sonrió.

-Bueno. Eso me alegra.

A la Sra Foster aun le parecía extraño que estando cerca de casarse, Sara y Levi no compartirían habitación. Pero cuando creciera la confianza entre ellas seguro averiguaria el por qué.

Un par de horas después todo estaba listo. Sara se encontraba sentada en su nuevo sillón, mirándolo todo a su alrededor, tratando de plasmar esas nuevas memorias en su mente. Ahora estaría mucho más cerca de él y eso la hacía feliz. No importa que sea en diferentes habitaciones, podría verlo a diario, conocer más de él y demostrarle con hechos cuanto lo quería. Estaba dispuesta a ganar su corazón.

Cada vez quedaba menos tiempo. Aún así, los días transcurrían más lento para Sara mientras se acostumbraba a su nuevo hogar.

Ya faltaban 2 semanas para efectuarse el matrimonio. Sara estaba impaciente, ya que al día siguiente recogería su vestido. La tristeza empezó a empañar su corazón esa noche, no tenía ni idea de qué haría ese día. Cómo le gustaría tener una madre o hermanas que la acompañasen mientras se arreglaba o que la ayudarán a calmar sus nervios con palabras de aliento. Sin duda hoy se sintió más sola que otras veces.

Al día siguiente Sara fue a recoger su vestido puntualmente, regresó a casa y guardó todo en su armario. Al terminar fue a la cocina y ayudó a la Sra Foster a preparar el almuerzo.

-Sra Foster ya tengo el vestido de novia y los accesorios. Son hermosos.

-¡Que bien! ya quiero verlo. ¿Ya se lo probó.?

-En la tienda lo medí rápidamente. Pero tengo muchas ganas de ver como queda todo junto.

-Bueno después del almuerzo que le parece si lo hacemos. ¡Que emoción!. Tengo mucho tiempo sin presenciar una boda.

-Yo nunca he ido a una. No tengo idea que hacer ese día, estoy muy nerviosa.

-Tranquila. Yo le diré como es. Es fácil. Así que no sé preocupe. Además será una boda en casa, así que no se complique.

Sara sonrió un poco aliviada. Luego del almuerzo tomó un baño, mientras la sra Foster la esperaba en la habitación para probar su hermoso atuendo.

-Listo, srta Sara. Se ve muy hermosa.

Obviamente solo haría falta el cabello y maquillaje. Pero así nos damos una idea de cómo se verá.

Sara se miró al espejo sorprendida. Todo era hermoso. Los nervios empezaban a sentirse en su estómago.

-S-sra foster. Quisiera pedirle algo si no es mucha molestia.

-Si dígame.

-Quisiera saber si ese día me puede ayudar a arreglarme. De verdad se lo agradecería mucho.

También le preguntaré a la sra Foxx. Así será mas fácil. Eso creo.

-Claro que si no se preocupe. Para nada es molestia.

-Muchas gracias.

-Bueno la dejo para que se cambie.- La sra Foxx salía de la habitación y de repente se encontró con Levi al frente de la puerta.

-¡Ahhh sr. Levi! ¿qué se le ofrece?- Cerró la puerta de golpe.- Lo siento se me fue la mano.

-¿Qué pasa? ¿Por qué se asusta?.

-Ah nada, no me asusta señor. Es solo que estaba ayudando a la srta Sara a probarse su vestido y recuerde que es mala suerte que el novio la vea así antes de la boda.

-Tsk. Eso de la mala suerte no existe, pero está bien. Hablaré con ella después.

Levi se retiró y la sra Foster suspiró mas tranquila.

Sara se encontraba perdida mirando su reflejo en el espejo, aún le parecía increíble. Ahora comprendía porque decían que las mujeres se sienten tan hermosas el día de su boda. Era como un sueño. Así pasó varios minutos, hasta que decidió cambiarse y guardar todo.

Al poco tiempo Sara en busca de Levi a su oficina.

-Disculpa, Levi. Me dijo la sra Foster que me buscabas.

-Ah si adelante.

No era nada importante. Sólo quería comunicarte algo.

-Espero que sean buenas noticias.

-A estas alturas no se si sea bueno o malo. Recibí una carta de Connie. Me dijo que él y los demás habían planificado venir una semana antes de la boda. Dijeron que querían ayudar en todo lo que pudieran y creo que las chicas se quedarán aquí los últimos días para estar contigo.

-¡¿Qué ?! .- Sara exclamó nerviosa.-

Yo no quiero molestarlas, aún ni las conozco.

-Sí, lo se. Pero créeme que no creo poder evitar que lo hagan.

Tranquilízate. Todo saldrá bien. Ya conoces a Connie y a Jean. Las chicas también son amables.

-Está bien Levi, confío en tus palabras.- Dijo Sara mientras sonreía con melancolía.

-Que cosas, ¿no?. Hace poco pensaba en que estaría sin mi familia el día de la boda, Y ahora tanto tú como yo tendremos más ayuda y compañía. No suena tan mal.

-Si. Supongo que no.- Sonrió Levi.