Gracias a cada uno de los lectores que siguen esta historia de mi amado Levi Ackerman. Soy principalmente fan del LeviMika pero, quise hacer un ship con un OC ya que me daba miedo arruinar tan bello Ship de Levi y Mikasa.
De todas maneras, espero la esten disfrutando. Aun queda mucho que contar.
Besos y abrazos. :*
CAPITULO 13. ENREDOS
La tarde se abría paso con frías ráfagas de viento, hace poco había comenzado el invierno. Eran poco más de las 5 de la tarde y una cansada Sara caminaba de regreso a su casa luego de un ocupado día en la tienda. No sólo estaba físicamente agotada si no además emocionalmente.
Unos días atrás Evelin le había dicho algo que la inquietó mucho. Haciendo memoria Evelin le había comentado sobre el primer paquete que llegó a casa sin más información que la dirección, y lo raro que se comportó su jefe luego de recibirlo. Sara estuvo preguntándose que contenía el fulano paquete.
Por otro lado Evelin se sentía temerosa. Le había prometido a Levi que no le comentaría nada a Sara sobre ese primer regalo y de los siguientes. Aunque debía cumplir con su deber ante él, también sentía que estaba traicionando a su amiga. Así que decidió solamente hablarle del primero y no del resto, pidiéndole guardar la confidencialidad. Trataría de mantenerse al margen de todo, mientras solo dejaría que la situación fluyera.
La sra Ackerman no había dejado de preocuparse desde entonces, primero: porque entendía que la tal Margaret estaba buscando algo más que una simple relación de vecinos con Levi, segundo: Levi estaba actuando diferente con ella, casi que desconfiado, sospechando que la famosa caja recibida tenía algo que ver. Y Tercero: jamás pensó encontrarse en una situación donde los celos la sobrepasaran.
Justo cuando Sara pensaba que las cosas iban avanzando positivamente con Levi, pasa todo esto. No solo le preocupaba lo del regalo para ella sino además Levi estaba muy distante con ella, aunque a veces comían juntos casi ni se hablaban, a veces él la evitaba. Las actitudes de su ahora esposo la estaban inquietando cada vez más.
Iba perdida en sus pensamientos ya a unos metros de su casa hasta que un grito la sacó de sus cavilaciones.
-¡Sara White!, ¿Eres tú ?
-¡Michel!. -Dijo Sara con una amplia sonrisa.
Ambos se saludaron con un abrazo
-Tiempo sin verte Sara. ¿Qué ha sido de tu vida?. Estas aún más hermosa de lo que recuerdo.
-Gracias Michel. Bueno han pasado muchas cosas. Es bueno verte. ¿Dónde dejaste a Peter?.
-El se encuentra en Trost. Fuimos separamos hace unos meses. Yo fui enviado aquí hace poco.
-Ah entiendo. Me hubiera gustado verlo también. Los extrañaba, yo les debo mucho... ¡Qué agradable coincidencia!.
-Eres nuestra amiga y haríamos eso otra vez si fuera necesario. También debo decir que encontrarte no es del todo casualidad.
-¿Sabías que vivía por aquí?
-Bueno. En una de las últimas cartas que me enviaste hace tiempo dijiste que vendrías a esta ciudad con tus jefes, los Foxx. Que iban a mudarse por la mala situación del anterior local. Y una vez que llegué aquí empece a investigar.
-Vaya si que haces bien tu trabajo, Señor policía.
-Jajaja. Una señora me dijo que vivías en este vecindario, así que decidí caminar por aquí y ver si tenía suerte.
-Pues si vivo muy cerca. ¿Qué te parece si vamos a mi casa?. Tomemos algo y seguimos hablando. Hay muchas cosas que contarte.
-Está bien, vamos.
Los amigos llegaron a la casa Ackerman, mientras ante su llegada alguien corría a la casa vecina para informarle a Margaret sobre la reciente visita. Esto es muy conveniente.- Pensó la mujer. Sería una buena oprtunidad que aprovecharía para acelerar su plan. Quizas el ficticio admirador secreto de Sara ahora si tendría un rostro.
Sara y Michel se encontraban charlando en la sala, tomaron café y compartieron un agradable momento. Sara le contó todo lo que había ocurrido hasta ahora, omitiendo los detalles de su matrimonio por conveniencia. Michel estaba asombrado, jamás se le habría ocurrido que su amiga se había desposado con el famoso Capitan Levi, el Soldado más Fuerte de la humanidad.
-Sara tienes que presentarnos. Sería un honor para mí.
-Jajaja, claro que sí.- La chica rió ante la cara de emocion que mostraba su amigo.
-Según Evelin él ahora no se encuentra en casa. -(Ultimamente sale más seguido, sobre todo a estas horas). Pensaba la chica. -Ojalá llegue pronto así podrás conocerlo.
-Michel. - Dijo ahora seria. -Yo... ¿Puedo confiar en ti, cierto?
-Ehh, por supuesto Sara, somos amigos.- Dijo mientras veía la cara preocupada de Sara. Parecia querer desahogarse.
-Hay algo que está pasando con Levi, creo que los últimos días ha estado distante conmigo, y apenas tenemos unas semanas de casados.
-¿De verdad?. ¿Trabaja mucho ahora?, si es raro que siendo recien casados lo sientas tan distante.
-Bueno, aun hay algo al respecto de nuestra unión que no sabes... Nuestro matrimonio fue una especie de trato...
Michel se quedó asombrado y callado por un momento. Sara le explicó las condiciones de su situación con Levi.
-Michel, yo sé que quizás te parezca insólito que yo haya accedido a eso. Pero yo de verdad estoy enamorada de él. E incluso se lo dije. Lamentablemente Levi no se ha sentido así por mí. Ya sé que eso era mi problema, y que sabía a que me atenía. Creo que hasta hace unos días de verdad me estaba creyendo mi nueva vida de casada. Se sentía tan real.
-Entiendo. ¿Pero ha ocurrido algo que haya provocado su distanciamiento? ¿Has notado algo raro?.
-Pues, yo no he hecho nada raro. Aunque... no sé si tenga que ver pero hay una nueva vecina que a mi parecer le ha puesto los ojos a Levi. Además me enteré que hace unas semanas llegó un paquete para mí. Lo extraño es que no tenía remitente, y Evelin me dijo que Levi ese dia estaba enojado.
-Ah, entonces...- de repente el sonido de llaves abriendo el cerrojo de la puerta de la entrada los interrumpió.
-Levi, Buenas tardes. ¿Cómo estás?.- Saludó Sara sonriente.
Por su parte, Levi se sorprendió tan pronto vió al hombre sentado junto a Sara. Jamás pensó que encontraría a su "esposa", charlando con otro hombre allí. El había salido las últimas tardes y llegaba cerca de la hora de la cena, tratando de evitarla. Recordó todos los paquetes que le habían llegado los días anteriores, y rápidamente los relacionó con el hombre uniformado frente a él.
-Buenas tardes.- Respondió el Ackerman seriamente.
-Levi, quiero presentarte a un gran amigo. El es Michel Bernard. Foma parte de las tropas de Guarnición.
-Mucho gusto señor Ackerman, es un honor conocerlo.- Michel extendió su mano.
Levi aun un poco desconcertado, solo estrechó la mano del soldado. -Es un gusto.- Respondió solamente.
El pobre Michel sintió una creciente tensión en el ambiente por lo que decidió mejor retirarse.
-Sara, fue un gusto volver a encontrarnos y conocer a tu esposo. Me alegra verte bien. Yo me retiro, ya está anocheciendo. Quizás nos veamos por ahí nuevamente. -dijo y luego dirigió su vista al recien llegado. -Fue un gusto conocerlo señor.
-Si, fue muy agradable. Saludame a Peter cuando te comuniques con él.
-Claro. Hasta luego señor, Sara.- Se despidió finalmente de ambos.
Tras puertas cerradas una creciente molestia tomaba lugar dentro de Levi. El seguía sin comprender porque le molestaba tanto la idea de Sara junto a otro hombre. Aun así, el mismo trataba de convencerse que debido a la naturaleza de su acuerdo no era tan extraño que ella pudiera tener sentimientos verdaderos por alguien más. Pero eso quiere decir que ella se había rendido con él. Desde que ella se había mudado allí la vida ficticia en familia se estaba empezando a sentir mas real y necesariamente cálida para él.
-Sara, ¿De dónde conoces a ese hombre?. -Preguntó seriamente.
-Lo conocí hace mucho a él y a Peter. Eran buenos amigos mios, siempre iban al local donde yo trabajaba. Les debo mucho. Al parecer lo trasladaron hace poco a Mitras.
-¿Ese es el mismo que te ha enviado esos paquetes con regalos?
-¡¿Qué?!. ¿Cómo que "esos" regalos?.- Preguntó muy inquieta, ella solo tenía conocimiento de uno solo. (Evelin entonces no me contó sobre los demás ¿Por qué?). Se preguntó para si misma.
-¿Ahora no sabes nada?. Al parecer tienes un admirador secreto y ha estado siendo muy dadivoso contigo. Imagino que es ese tal Michel.
-No tengo idea de que hablas Levi. Yo...- Estuvo a punto de explicar que Evelin le había hecho saber sobre el primer regalo que llegó pero no quiso delatarla. Si no había contado sobre el resto sería por algo, y despues lo averiguaría.
-Yo, de verdad no tengo conocimiento de nada de eso, ni de algun admirador.
-Solo te diré algo. - Dijo Levi seriamente. -Si tenías a alguien más no veo porque aceptaste seguir con este plan hasta ahora. No era necesario el engaño. Era mejor hablar claro desde el principio. Yo lo hice.
Sara ya no soportaba el reclamo, aunque lo quisiera mucho le dolía que estuviera poniendo en duda su lealtad y el respeto que ella le tenía a él y su matrimonio. -Ahhgh, ¡ya me hartaste!. Yo te hablé muy claro tambien desde el principio. Yo no tenía a nadie más cuando te acercaste a mí a proponerme esto.- Dijo muy furiosa mentras señalaba a ambos. -No sé de que demonios hablas con eso de los envíos. Y con respecto a Michel tenía mucho tiempo sin verlo, hasta hoy. No se porque te molesta pero él es importante para mí y Peter también, sin ellos ni siquiera hubiera podido entrar a Mitras, ni estuviera ahora aquí siendo tu "querida" esposa. - Las lágrimas empezaban a caer mientras suspiró profundamente antes de continuar.- Esa es mi verdad, tu decides si creerla.
Levi estaba sorprendido ante el enojo de Sara, aún no había conocido esa faceta de la chica. Por su parte él todavía no podía confiar del todo en sus palabras, para Levi todos los hechos de las últimas semanas sumados a lo que Margaret le había contado lo hacían dudar mucho de su explicación.
-Está bien, olvidemos el tema, por ahora. Hay algo importante que tenía que decirte. -Dijo mientras trataba de calmarse. -El fin de semana habrá una cena en el palacio de la Reina Historia. Al parecer estamos invitados. Quería avisarte para que te prepares. Traté de evadirlo pero no pude. Estaran muchos veteranos del ejercito y algún que otro idiota de la élite militar.
-Está bien... No te preocupes, cumpliré mi papel. Tendré que comprar algo para usar ese día. ¿Algo más que deba saber al respecto.?
-No, nada más, por los momentos.
-Bien. Buenas noches.- Se despidió Sara saliendo hacia su habitación aun enojada por toda la discusión.
El sábado en la mañana Levi se encontraba descansando en el jardín de su hogar, tomaba una taza de té y leía su periódico como acostumbraba. Aun así, no podía dejar de pensar en las cosas que habian ocurrido con su esposa, el quería llevar la fiesta en paz, pero ninguno hacia algo para acercarse al otro. Mientras meditaba en ello, pudo ver que alguien se acercaba hasta donde estaba.
Mientras meditaba en ello, pudo ver que alguien se acercaba hasta donde estaba
-Buenos días Señor Levi, ¿Cómo está?. -Saludó efusivamente Thomas Cliff.
-Buenos dias vecino. Digamos que estoy más o menos. ¿Y usted?.- Levi bajó su periódico y le hizo un ademán al hombre para que tomara asiento junto a él.
-Digamos que más o menos también. Hoy tengo que ir a un sitio que la verdad no me entusiasma. Hay ciertos invitados a ese evento que no quiero ver.
-¿No me diga que usted también fue invitado a la cena en el palacio de la Reina?. Si es así entonces comparto su falta de entusiasmo. Tampoco quiero ir.
-Ah si. Claro a ese mismo. Bueno ya que al parecer no podemos evitar ir ¿Qué le parece si vamos juntos? Imagino que su esposa irá. Por mi parte solo llevaré a mi hermana. A mi madre no le agradan mucho esos eventos.
-Si. Ella tambien fue invitada. No parece mala idea. Vayamos juntos.
-Bueno entonces me encargaré de conseguir nuestro transporte. No se preocupe por nada.
-Le agradezco.
-Bueno me retiro por ahora. Nos vemos a las 7 de la noche.
Levi asintió.- Hasta luego. - (Al menos así Sara y yo no estaremos a solas). Pensaba Levi creyendo que eso evitaría otra posible discusión entre ellos.
La noche de la dichosa cena había llegado, Levi y Sara se encontraban alistandose cada quien por su lado. La pareja aun estaba molesta desde que discutieron aquel día por Michel y los regalos que supuestamente él le había enviado a la chica y que ahora estaban todos guardados en un cajón de su armario. Desde esa noche había querido hablar con su amigo para aclarar todo, aunque estaba segura que él no tenía nada que ver con ese enredo. Solo quería demostrarle a Levi lo equivocado que estaba. Si él era terco ella lo era aun más.
Levi había bajado unos minutos después mientras la esperaba en la sala. Evelin aun se encontraba en la habitación de Sara, y terminaba de ayudarla a arreglarse. La chica daba una última ojeada a su imagen en el espejo cuando ambas escucharon que llamaban a la puerta, aun ignorando la presencia de sus 2 acompañantes recien llegados.
-¿Quién será?. Ya regreso Sara.
-Te espero, tranquila.
Evelin regreso al poco tiempo con una cara muy seria
-Regresaste rápido.
-No abrí. Cuando bajé las escaleras me di cuenta que tu esposo había atendido a las visitas.
Sara la miró extrañada.
-Bien... Sara, esta situación entre ustedes no puede continuar así. Nunca los habia visto discutir de esta manera. Perdoname por favor, yo no quería ocultarte nada pero fue una orden del mismo Levi. Yo no sabía que hacer.
-Tranquila Evelin, yo entiendo... No sabes la rabia que me dio que insinuara que yo estaba viendome con alguien más; e incluso me dijo que eso pasaba desde antes de casarnos. Me molestó mucho.
-Bueno, quizás esta noche esa rabia no disminuya. ¿A que no adivinas quienes estan en la sala?
-¿Quienes?. ¿A que te refieres?.
-A Thomas y a Margaret Cliff. Por lo que pude entender también iran a esa cena. Junto a ustedes dos.
-¿¡Qué?!. Ese tonto de Levi ni siquera me avisó. No estoy de humor para aguantar a esa mujer.
-Pues vas a tener que ser paciente y aguantarla. Que no se entere que ustedes dos estan tan distanciados.
-Uggh, trataré.
Sara finalmente salió de su habitación luciendo hermosa. Bajó las escaleras y se acercó hasta los presentes. Levi no podia negar a pesar de su enfado que su esposa lucía hermosa. Su esposa usaba esa noche un hermoso vestido negro de un solo hombro cuya tela reflejaba pequeños brillos al ser iluminados, tenia una falda de tul amplia pero no demasado, su cabello iba suelto con ondas no muy marcadas, que enmarcaban su rostro. Al menos trataré de disimular, de lo contrario los Cliff sospecharan que estamos peleados. Se dijo Levi a si mismo.
-Señores Cliff, ¿Cómo están?
-Sra Sara muy bien. Usted tan hermosa como siempre.
-Gracias. Disculpen si me tardé. No sabía que estaban aquí.
-No se preocupe. Supongo que ya sabía que iremos juntos. Espero la pasemos bien. -Decía Thomas con su típica sonrisa, mientras Margaret los veía en silencio. Ella solo tenía ojos para el Ackerman.
-Sí, ya lo sabía. - Mintió Sara. A pesar de su enojo ella no deseaba dejar expuesto a Levi y a su extraña relación. Jamás le daría ese gusto a Margaret. (Por lo menos disimula un poco estupida) Pensaba mientras veía a la mujer observando a su esposo.- Yo también espero que tengamos una noche agradable.
-Bien partamos y salgamos de esto.- dijo finalmente Levi viendo como Sara lo fulminaba a él y a su vecina con la mirada. No solo por no haberle contado, aunque él tampoco sabía del creciente disgusto de su esposa por la chica de los Cliff.
Unos minutos después, todos bajaron del vehículo y fueron recibidos por los guardias reales. El palacio se encontraba hermosamente adornado e iluminado, el Salón era esplendido con detalles florales y mesas pulcramente acomodadas, decoradas en tonos blancos y beige que se complementaban elegantemente con los invitados ilustremente vestidos, los hombres y mujeres soldados ataviados con sus uniformes, y algunos otros invitados que los acompañaban vestían hermosos trajes y vestidos.
Sara estaba asombrada ante tanta opulencia al igual que Levi, no estaba acostumbrada a estos eventos y para él era una pérdida de tiempo y recursos que podrían ser usados para suplir otras necesidades.
Entre los presentes habían capitanes y comandantes, tanto antiguos como actuales. Algunos hombres mayores y consejeros de la realeza también estaban en el lugar. Uno de los invitados que llamaba la atención era un hombre alto de cabello oscuro y barba prolijamente arreglada, tenía alrededor de 40 años parecía estar rodeado de otros hombres muy importantes.
Levi notó como Margaret y Thomas lo miraron fijamente con clara incomodidad. Al parecer lo conocían. los 4 fueron dirigidos a una mesa y tomaron asiento. Levi habia decidido sacarle conversación a Thomas cuando de pronto fue interrumpido por la entrada de la Reina al lugar.
Una vez que Historia dio un breve discurso de bienvenida la fiesta dio comienzo, mientras Sara se decía a sí misma que sería una larga noche, un par de ojos negros mantenía la vista fija hacia la mesa que ahora compartían los Ackerman y los Cliff.
