CAPITULO 19. TRAGEDIA (II)
Levi caminaba por el centro de la ciudad buscando un teléfono, finalmente encontró uno. Marcó el número que Connie le dio y les dejó el mensaje. En él decía que la sra Foxx había muerto y que necesitaba su ayuda, además le pidió a Mikasa que de ser posible, fuera hasta su casa y acompañara a Sara mientras resolvía unos asuntos. También les informó que trataría de visitar a Krista a las 2 pm para contarle sobre G. D. tratando de no dar demasiados detalles al desconocido.
El no tenía plena seguridad de que los chicos recibieran el mensaje, solo guardaba las esperanzas de que estuvieran cerca de la ciudad. De no ser así haría todo por su cuenta, aunque a estas alturas era consciente de la importancia del apoyo de otros, no sólo para él si no también para su esposa.
Una vez colgó el teléfono solo se preguntaba si Sara había despertado y como había reaccionado, además pensaba que había pasado con Anthony y la policía. Caminó hasta la avenida donde se encontraba el palacio y entró a un café cercano llamado Toast. Durante casi 1 hora estuvo esperando hasta que se hicieron las 2 pm y pensando lo que le diría a Historia, deseando a su vez que su reunión fuese posible.
Ya no podía aguardar más, quería terminar lo que había planeado para ir con Anthony y luego con Sara. Aún temía por su seguridad y seguramente estaría destrozada.
...
Eran casi las 3 de la tarde y Levi se encontraba sentado esperando por Historia. Casi milagrosamente la Reina se encontraba en el lugar, aún en una reunión importante.
El encargado entregó el mensaje y tan pronto la rubia supo que Levi la buscaba con urgencia pidió que se le atendiera hasta que ella culminara esa reunión. Mientras Levi aguardaba impaciente una gran puerta se abrió y se encontró con 2 caras conocidas tanto por el ex capitán como por los empleados del lugar.
-Buenas tardes, Linda, que bueno verla. - Saludó amablemente Connie a la sra en el recibidor. - Estamos buscando a Levi Ackerman. ¿El ha venido por aquí.?
-Sí, joven Springer. - La señora les señaló el sitio donde se encontraba el hombre al que buscaban.
Levi los miró extrañado, no pensó que el par llegaría hasta allí, aunque esperaba que recibieran su mensaje imaginó que aguardarían en su casa junto a Sara.
- Capitán. Recibimos su mensaje. Siento mucho lo que le pasó a la sra Wanda. - Lamentó Jean. - Parece que no han tenido descanso últimamente.
-Sí. Han sido días difíciles. Con lo que pasó con Sara solo me enfoqué en su recuperación, dejé de lado a ese maldito Dok. Lamentablemente cumplió su amenaza, quizás pensó que no nos quedaríamos callados por mucho tiempo e hizo eso para amedrentarnos.
- Sí, pero con eso de que tiene muchos contactos corruptos en la policía y todo eso quizás sea difícil darle su merecido. - Agregó Connie.
Levi asintió. - Yo tengo mis sospechas, creo que él no actuó solo, apenas y lo conocimos el día de esa cena, los únicos conocidos que tenemos en común son los Cliff.
- ¿Cree que su vecino el tal Thomas esté detrás de esto también?
- No. Bueno cualquier cosa es posible, pero su familia también fue víctima de ese Dok. Ya no sé que pensar.
- Bueno, entonces fue una buena idea que busque a la Reina. Estoy seguro que ella actuará, si es posible nosotros también ayudaremos. - Mencionó Jean.
Un rato después el trío fue dirigido hasta donde se ubicaba Historia, quien se sorprendió al encontrarse con Jean y Connie. Todos contaron lo que había ocurrido con Sara y el abuso que sufrió por parte de Gerard Dok, no solo recibía la denuncia de Levi, si no además contaba con los testimonios del otro par.
- No puedo creer esto. Que horrible, pobre Sara. Levi no se preocupen, yo ordenaré que se investigue todo esto. Ese tipo pagará todo lo que hizo. Me interesa un rábano quien sea y a quien conozca. Trataremos de ser cautelosos. Caerá el que tenga que caer. No crean que no estoy al tanto de toda la corrupción que ha estado oculta tanto con el ejército como con algunos comerciantes.
- Le agradezco, si sé algo más le informaré. Solo espero que no recibamos otro ataque por parte de ese tipo. No sé si Sara lo soportaría, ni siquiera sé como estará ahora.
- Claro, haremos lo que sea necesario para que no ocurra nada más. Le recomiendo que lleve al resto de la familia de Sara con usted.
- Solo le queda el sr. Anthony. Hablaré con él tan pronto salga de aquí. Además supongo que necesita apoyo con lo del funeral, una vez que la policía lo permita.
- Está bien. Cualquier cosa que necesiten pueden comunicarse conmigo. Avísenme cuando sea el funeral trataré de estar presente. Y mis sinceras condolencias para su esposa.
- Gracias. Bueno con su permiso nos retiramos. Fue un gusto verla. - Levi sonrió un poco más aliviado y esperanzado en que pudieran obtener una pronta solución.
-Gracias por atendernos Su majestad. Nos vemos pronto - Dijo Jean.
-Hasta luego Historia. Saludos a la pequeña. - Se despidió Connie.
- Un gusto verlos a todos.
Levi junto a Connie y a Jean salieron rumbo al hospital, querían encontrar al sr. Anthony e informarle todo, aunque no sabían si seguía allí. Lamentablemente no lo consiguieron por lo que decidieron regresar a la casa Ackerman, el pelinegro quería saber en que estado se encontraba su esposa lo más pronto posible, solo esperaba no recibir más noticias negativas, aunque las novedades no cesarían pronto.
...
Al llegar a la casa, Evelin y Mikasa, quien sí había podido llegar después de todo se encontraban en la sala. No sabían que hacer, luego de la partida de Levi temprano la chica recobró el conocimiento, lo único que quería era llorar y estar sola. Durante toda la tarde permaneció en el cuarto desahogando aunque sea un poco de su tristeza, frustración y culpa. Aún no podía creer que una buena mujer como la sra Foxx haya vivido tan trágico final.
- ¿Cómo está Sara?.
- Aun nada que sale, estuvo llorando desde que despertó. Ni siquiera ha bebido ni comido nada.- Respondió Evelin.
- No se preocupe hace rato fui a verla y estaba acostada. Aún estaba muy mal pero creo que es necesario que pase ese duelo, es entendible que esté así. - Mikasa agregó.
- Bien, por ahora solo nos queda esperar. Hablé con Historia sobre todo lo que ha hecho Gerard Dok. Ella dijo que investigarían todo. Por lo pronto solo queda realizar el funeral; esperemos que Anthony nos traiga noticias pronto. - Mencionó Levi quitando su saco y tomando asiento en el comedor, reposando un poco finalmente.
- Les serviré a los 3 algo de comer señor. Ustedes también siéntense, deben estar cansados. - Dijo Evelin tambien a Jean y Connie mientras iba a la cocina.
Un rato después Anthony llegó a la casa. Les había contado a todos que después de salir del hospital fue llevado para seguir con el interrogatorio y las investgaciones, tal como le dijo Levi él habló sobre sus sospechas y lo que había ocurrido a Sara con su secuestro y demás. La intención del ex capitán era comprobar las trabas que pudiesen poner a la investigación y también para contar con una denuncia formal, a pesar de que no confiara en que se le diera un cierre positivo a todo por parte de la policía. Al menos ahora contaban con el respaldo de la propia reina.
Eventualmente el funeral se llevó a cabo, los más allegados habían estado presentes en el pequeño recinto. Lamentablemente no pudieron avisarle con tiempo al hijo de los Foxx quien desde hace unos años ya no vivía con ellos, por lo que llegó un par de días más tarde y se quedó junto a su padre, que rechazó la invitación de Levi a vivir con ellos por un tiempo. Mikasa había decidido quedarse unos días más tratando de apoyar a Sara, la cual aun seguía sin querer salir de su habitación.
Levi seguía durmiendo con ella, dejándole su cuarto a la visitante. Se sentía cada vez más frustrado, después de lograr dar unos pasos en la recuperación ahora Sara regresaba a su estado inicial. Además habían recibido una mala noticia de Historia esa mañana; al enterarse de que era investigado Gerard Dok no podía ser hallado desde hace un par de días por ningún lado. Se había escapado, lo que significaba que el inescrupuloso hombre aún podía seguir haciendo daño hasta que alguien lo atrapara. Por ello debían estar ahora más atentos y poder actuar ante cualquier peligro.
Una semana había pasado luego del funeral de Wanda y Mikasa se preparaba para partir esa mañana, Jean se encontraba esperando por ella en la sala y charlando con su antiguo capitán. Levi revisaba entre tanto algunas cartas que había recibido, algunas venian de Marley con palabras de condolencia para la pareja de parte de sus conocidos , quienes se enteraron por Connie de lo ocurrido. Mientras los hombres compartían un café, Mikasa y Evelin se encontraban con Sara en el piso de arriba.
- Chicas, ya tengo todo listo, vine a despedirme.
- Gracias por haberte quedado estos días Mikasa. Te voy a extrañar mucho. - Dijo Sara un poco triste por su partida.
- Fue un gusto. Deseo que te recuperes de todo esto. Puedo decirte que soportar tantas cosas duras y perder lo que amas nunca es fácil. Aunque pasen los años a veces los recuerdos vuelven a atormentarnos, pero aprendemos a sobrellevarlos. Yo pasé por lo mismo, si no hubiera sido por mis amigos y el cariño de Jean quizás no hubiera resistido. Confía en tu esposo y el amor que se tienen, además nos tienen a todos nosotros, a Evelin y al señor Anthony. Nunca estarás sola.
Evelin las miraba con una sonrisa. Sabía que ella tenía razón, tarde o temprano el mal tiempo pasaría.
- Gracias Mikasa. Se ve que eres una mujer muy fuerte, pero también muy dulce. Gracias también por brindarme tu amistad.
- Ah, por cierto hay algo que no les he contado... Jean me pidió matrimonio hace poco. Como una semana antes de venir. Eres la segunda que lo sabe, además de Connie. Pero a estas alturas ya le debe haber contado al resto. - Dijo Mikasa sin equivocarse ya que unos días atrás los chicos en Marley conocían la noticia por medio de una carta enviada por el muchacho. - Jean ya debe haberle contado a Levi. Según nuestros planes será en 6 meses, así que espero que asistan.
- Qué bien. Espero que sean muy felices. Te prometo que haré todo lo posible por estar ahí. Hay días que ni siquiera quiero levantarme de la cama.
- Sí. Te entiendo. Pero estoy segura de que todo mejorará. Bien, entonces hasta pronto.- Mikasa se despidió con un abrazo de ambas.
Un rato después la pareja ya había partido, dejando también un poco sorprendido a Levi cuando Jean les contó sobre el compromiso.
- Finalmente se le cumplió. - Dijo con una pequeña sonrisa.
Ahora solo quedarían él y Sara en la casa, aunque Evelin pasaría la mayor parte del día allí, lo cual él agradecía en gran manera. El reconocía el importante apoyo que ella había sido para su esposa las últimas semanas, por lo que se dijo que buscaría la manera de recompensarla por su esfuerzo.
- Sara, ¿Qué te parece si bajamos y les preparo algo rico a Levi y a tí?. Aún no has comido nada hoy.
- Sí, lo sé. Ayer intenté cenar pero mi estómago no se sentía bien. Tengo mucha hambre ahora.
- Bueno te prepararé algo ligero. Vamos. - Ambas salieron y bajaron a la cocina.
Mientras Sara esperaba, decidió ayudar un poco colocando la mesa. Cuando todo estuvo listo la pareja se sentó a comer.
Por algún motivo su apetito los últimos días se había visto afectado, algunas cosas ya no le eran tan apetecibles. A pesar de eso no quería ser descortés con Evelin, no es que ella fuera una mala cocinera, simplemente no le apetecía. Tratando de forzarse a sí misma tomó un poco del caldo en su cuchara junto a un pedazo de papa. Tan pronto lo hizo sintió como su estómago se revolvía por lo que sin decir nada más salió corriendo al baño.
- Sara, ¿Qué sucede?. - Preguntó Levi extrañado mientras la seguía.
- Nada. Solo me dio ganas de vómitar. Creo que estoy enferma del estómago.
- ¡Oh no!, espero que no sea lo que estoy pensando. - Se dijo alarmada Evelin quien llegaba donde se encontraba Levi. Después de lo que había hablado con Sara sus sospechas incrementaban
- ¿Qué?. ¿A qué se refiere Evelin?
- A que si mis sospechas son ciertas lo más probable es que ella esté... Embarazada. - Murmuró la mujer.
Esa última frase dejó a Levi simplemente en shock. - Tiene que ser una broma.
- Son sólo sospechas señor, aunque le recomiendo que traiga al doctor y sea él quien lo confirme. Creo que hay que salir de dudas lo más pronto.
- Demonios. Denme un respiro.- Se dijo el hombre para sí mismo. - Tiene razón. En un rato iré por él.
Mientras Sara ignoraba lo que Evelin y Levi habían sospechado y su conversación, el esposo Ackerman volvía una hora después junto al médico con el que su esposa estaba en control desde el ataque que sufrió.
- Buena tardes Sara, ¿Cómo se encuentra?. Su esposo me dijo que se había sentido un poco mal hoy.
- Eh si, Doctor. Creo que he visto mejoría en mí físicamente pero desde anoche me sentí extraña. Y hoy vomité.
- Bien, por ahora le realizaré un examen de orina y uno de sangre, ya desde hace días que no le hago un chequeo completo. Aunque tendremos que esperar un par de días para conocer todos los resultados. Por ahora tomaré las muestras.
- Está bien doctor.
Una vez que culminó la consulta el hombre se retiró. Pensó que lo más conveniente sería no decirle el motivo exacto del examen, solo para no angustiarla en vano en caso de que fuera negativo.
Esa misma noche la pareja se fue a dormir, aunque a diferencia de las noches anteriores dentro de su nueva costumbre Levi no conseguiría el sueño. El insomnio lo agobiaba una vez más, esta vez ante la idea de que su esposa estuviera esperando un hijo de su abusador.
¿Cómo reaccionará?
¿Que demonios haremos?
¿ Y si ese tipo se entera y quiere hacerles daño?. Estas y otras preguntas lo ponían cada vez más ansioso.
Por otro lado Sara también estaba pensativa, no podía dejar a un lado los rostros preocupados de Evelin y Levi durante la visita del doctor, algo le decía que ocultaban algo. Como casi todas las noches muchos malos recuerdos nublaban su mente, luego de un rato tratando de recordar los buenos momentos que pasó junto a Wanda y con lágrimas en sus ojos cayó finalmente en un profundo sueño.
Así pasaron un par de dias de intranquilidad para Levi, esa mañana se dirigió una vez más al consultorio del doctor en busca de los resultados, se sentía nervioso, ansioso, cansado y con sueño. Ante la posible noticia sus manos temblaban.
- Buen día, doctor.
- Buen día señor Levi. Siéntese, por favor.
- Gracias, dígame de una vez que pasa doctor.
- Bien señor Levi, sé que en una situación diferente esta noticia para ustedes sería algo de que alegrarse, sin embargo los resultados salieron positivos, su esposa está embarazada.
Ante la falta de palabras de Levi el doctor prosiguió. - La fecha de su último período y la del ataque coinciden con los síntomas, tiene pocas semanas, casi el mes... Sé que teme que el hijo de Sara sea de ese hombre, pero también hay la posibilidad de que sea suyo. Es solo cuestión de esperar a que nazca. Lamentablemente no contamos con algún método que nos permita saber quien es el padre. - Dijo el doctor ignorando el hecho de que no había ningun chance de que Levi fuera el padre.
- Oh Dios. Esto no puede estar pasando... - Suspiró el hombre profundamente. - No sé que haremos ahora, como se lo diré.
- Bien, eso sería lo primero debe informarle todo, ella está en su derecho. Además de estar embarazada Sara está anémica, por lo que sé no estuvo alimentándose correctamente las últimas semanas, aunque al ser una anemia de grado 3 supongo que esto venía desde antes de que cayera en depresión y perdiera el apetito. Debemos solucionar eso primeramente, una anemia así durante los primeros meses del embarazo afectaría sobremanera el desarrollo del feto, además podría causarle parto prematuro, hemorragias e incluso muerte durante el parto. Eso sería lo segundo a resolver.
- Demonios. Bien, dígame toda las indicaciones.
- Actualmente no se sabe si la interrupción del embarazo en estos casos sea lo más recomendable ante los posibles riesgos. Por ahora solo nos enfocaremos en que sus niveles de Hemoglobina se restablezcan. Entretanto le indicaré una dieta rica en hierro y algunas píldoras. Es probable que le causen algún malestar estomacal por el embarazo, déselas antes del desayuno. Aquí le voy a indicar todos los alimentos que debe ingerir y son ricos en hierro. Si Sara está lista para salir la espero aquí para su consulta en 1 semana. Repetiremos los examenes y veremos si hay mejora. De no poder venir entonces me avisa e iré hasta allá.
Levi solo asintió como respuesta. El doctor le entregó todas las indicaciones, se despidieron y salió del lugar. Una hora había pasado desde su salida de la casa y mientras una somnolienta Sara se preparaba para iniciar el día, se sentía más cansada de lo normal y su estómago era un desastre. Tan pronto empezo a lavar sus dientes las nauseas aparecieron.
Más tarde intentó tomar el desayuno y para su alivio esta vez si pudo retenerlo, era un poco extraño pero sentía que su apetito había vuelto, se sentía muy hambrienta, aunque por primera vez en mucho tiempo rechazó el café, bebida que hasta ahora era una parte importante de su rutina diaria. Al terminar se sentó a leer el periódico que su esposo había dejado temprano, y mientras, Levi finalmente regresaba a casa.
El hombre llamó a Evelin para informarle a las 2 los últimos acontecimientos, en este momento ambos necesitarían el mayor apoyo moral posible.
- Bien Levi, ¿Qué quieres decirnos?. Estabas con el médico ¿verdad?. ¿Hay algo malo conmigo?.
- Eh, sí tranquila, estaba con él... Bueno a estas alturas no sé si es algo malo o bueno, ya no sé ni que pensar.
Evelin saltaba su vista de uno al otro ante la expectativa.
- Sara... Según tus exámenes tienes casi un mes de embarazo.
- ¡¿QUÉ?!. ¿Cómo dices?. Levi, ¿Un hijo de ese hombre?. Esto no puede ser, tiene que ser un mal sueño. - Decía Sara consternada. Evelin solo se quedaba muda, era algo que ya sospechaba. Con 4 hijos en su haber la experiencia no era en vano.
- Escucha además de eso tienes una anemia. El médico recomendó que primeramente resolvamos eso, lo más pronto posible. Aquí mandó las indicaciones y debes tomar estos suplementos a diario. Evelin, allí tambien está todo lo que puede comer para subir sus niveles de hierro o algo así. Con eso puede saber que cocinarle a Sara.
- Sí, señor. - Respondía Evelin con su vista en Sara.
- Esto es demasiado. En solo un mes mi vida se fue al infierno, por completo. ¿No es más fácil morirme?... Yo no sé si pueda con esto.
- Sara, es esto o te mueres. -Declaró Levi abrumado, él tampoco sabía como debería actuar con todo lo que pasaba. - Sin duda prefiero la opción que dió el doctor. Ninguno de nosotros quiere que nos dejes. Todos pasamos por cosas horribles, unas más que otras; yo lo sé mejor que nadie. Lo he experimentado desde que tengo uso de razón, pero tampoco me arrepiento de haber resistido, hoy puedo al menos disfrutar un poco la vida por la que tanto sufrí y luché en el pasado. He visto a muchas personas importantes morir frente a mí, docenas de ellos; no quiero perder a nadie más.
Sara solo escuchaba las conmovedoras palabras de Levi en silencio, no sabía que responderle; Ni siquiera podía asimilar toda esa información.
- Levi, tu no eres quien lleva un hijo de un tipo que ni siquiera conoces, un hombre horrible. ¿Cómo un niño podría vivir con eso? Si algun día se enterara quien es en realidad su padre... Y si físicamente se parece a él... tu no sabes lo que sufriría un niño en esa situación.
- Claro que lo sé, porque yo también fui engendrado por un hombre así. Ni lo conozco, solo conocí a mi madre, y aquí estoy. - Dijo en voz alta el ex capitán con las emociones a flor de piel. - Viví con eso, no me morí, pero a diferencia de mí tu hijo si podría llevar una vida decente. Jamás tendria que preocuparse por comida, ropa, salud. Jamas vería a su madre morir sin poder hacer nada. No solo te tendría a ti, nos tienes a todos, tu y ese niño o niña me tendran a mí también.
Con esas últimas palabras Levi dio la vuelta, y de espaldas a Sara suspiró profundamente tratando de calmarse.
- La vida a veces es muy cruel Sara. No eres la única que va a sufrir en este asqueroso mundo, pero las cosas buenas tienen más peso. Cada día hay un nuevo motivo para luchar. Libra tus propias batallas y gana. ¿Es muy malo el no querer que mueras, despues de todo lo que has pasado?.
Sin más que decir Levi subió a su habitación, dejando a una impactada Sara junto a Evelin, ambas lo estaban. Aunque él trataba de animar a Sara tambien estaba dudoso y temeroso, un bebé no estaba en sus planes, y mucho menos en estas circunstancias.
La vida puede ser muy caprichosa. Pensó él. Sara simplemente se encerró en su habitación unos minutos después, mientras lloraba y se desahogaba. Ira, temor, ansiedad y tristeza se mezclaban en su interior; las palabras de su esposo empezaban a calar profundo en su corazón. Nunca le había hablado de esa manera; en ese momento se sentía muy confundida mientras trataba de asimilar todo.
