CAPITULO 21. CONCEDIDO


La mañana de sábado llegó y una somnolienta Sara finalmente despertaba. Al mirar con cuidado por sobre su hombro se dio cuenta que Levi ya estaba despierto y levantado. Mientras ordenaba sus ideas los recuerdos de la noche anterior volvían a ella. Aún podía sentir la calidez de esos labios y esas manos recorriendola, y que generaban sentimientos que nunca había experimentado.

Aunque no podía negar que lo que sea que haya pasado entre ellos le había agradado, aun tenía sus reservas y miedos al respecto. En su interior una parte de ella agradecía que Levi se hubiese detenido. Sin embargo se cuestionaba ¿Existe otra persona con la que me gustaría hacer algo así?. ¿Hay otro hombre en quien confíe tanto como en él?. Siempre lo he querido y después de estos últimos días creo que mucho más.

Para ella Levi era más que un simple compañero de casa o amigo. El había estado a su lado en sus peores momentos, la cuidó con paciencia, ha estado al pendiente de sus necesidades. Sentirse tan segura junto a él se había convertido en una parte esencial para ella. ¿Si algo como lo de anoche vuelve a ocurrir debería seguir hasta el final?. ¿Podría?. Meditaba en ello mientras lavaba su rostro.

Un rato más tarde ambos se encontraron en la cocina para desayunar, intercambiando un incómodo Buenos días.

Era sábado apenas y Evelin no estaría con ellos hasta el lunes, por lo que se les haría difícil estar cerca y tranquilos si cada vez que se veían recordaban el insólito momento de la noche anterior.

- ¿Cómo dormiste?. - Preguntó finalmente Levi mientras se servía un poco más de té.

- Bien, eso creo. ¿Y tú?

- No dormí mucho. Quizás un par de horas.

- ...Levi por cierto, aún no me has contado que te dijo la reina ayer.

- Sí, lo había olvidado. Es importante... Ayer hallaron a Dok, ahora se encuentra bajo custodia en un pueblo cerca de Trost. Al parecer no quiere hablar con nadie por lo que Historia envió a alguien que se encargará de interrogarlo. Dentro de un par de días con suerte tendremos una respuesta.

- Por Dios. Eso sí es serio. ¿Eso quiere decir que lo arrestaron?

- Aún hay posibilidad de que se safe de todo si no consiguen las pruebas completas. A estas alturas ya debe haber dejado la cabaña sin ningún rastro. Sólo tendríamos tu testimonio, el de Mikasa, Jean y Connie, Thomas y el mío. Pero siento que hay algo más. Ese tipo no pudo haber actuado sin ayuda, de alguien que nos conozca.

- Pensar que alguien cercano a nosotros haya ayudado a ese tipo me da náuseas. - Suspiró. - Ahora que recuerdo su esposa fue quien te dijo donde estaba esa cabaña. Y por lo que te contó no estaba muy contenta con él. Quizás colabore con la investigación.

- Si. Ya a estas alturas la deben haber interrogado. Yo también se lo comenté a la reina.

- Bien supongo que solo queda esperar.

- Otra cosa, si trasladan a ese tipo aquí nuevamente yo mismo iré a tener una audiencia con él. Ya lo solicité, también tengo preguntas que hacerle.

- Está bien, confío en tu juicio Levi. Eres la persona en la que más confío en este momento. Pero por nada del mundo le digas que estoy... Embarazada. - Cómo le costaba pronunciar esa palabra.

Levi asintió en respuesta. La tensión que sentía en el lugar poco a poco disminuía para ambos. Hablar fue la mejor idea que tuvieron.

- Levi, iré a recostarme un rato. - Dijo Sara mientras terminaba de acomodar los trastes limpios.

- Bien, ve.

- Esta noche aclararemos todo de una vez, Levi. Se dijo Sara mientras subía las escaleras.

...

Era una tarde tranquila y algo aburrida, Sara ya había despertado de su siesta hacía un rato. En su cama meditaba lo que había ocurrido con Levi y quería aclarar eso cuanto antes, aunque no tenía idea aún de cómo abordar el tema con él. Un punto importante era no fingir que nada ocurrió e intentar hablarse con normalidad, por lo que el paso a seguir ese día sería tratar de llevarse mejor. Se levantó de la cama y se arregló un poco, al bajar a la sala se encontró a Levi acostado en el sofá, Al parecer decidió dormir también. Pensó Sara. Se acercó lentamente a él esperando confirmar si dormía cuando un par de ojos sorprendidos la miraron también.

- Lo siento Levi, solo comprobaba si estabas dormido.

- No, desperté hace un rato. Solo pensaba. Sabía que estabas allí, quería ver que harías.

- Pues nada. - Dijo ella cruzándose de brazos. - Solo venía a preguntarte si querías salir a caminar un rato. Estoy muy aburrida.

- Uhmm, interesante. - Dijo él mientras se sentaba. - Está bien, ¿A dónde quieres ir?.

- No quiero ir muy lejos, con que caminemos por las calles cercanas está bien.

- Bien. Déjame tomar un baño rápido.

- Está bien, te espero. - Sonrió Sara tímidamente. Levi subió a hacer lo suyo, mientras Sara tomaba un jugo y solo pensaba en lo guapo que se veía hasta recién levantado. - Aggghh, ya no quiero pensar tanto en eso, me pone más nerviosa.

Un rato después la pareja salió, caminaban lentamente por la calle donde vivían, eran alrededor de las 5 de la tarde, ambos admiraban el agradable vecindario, lindas casas, árboles frondosos, hermosos jardines, niños jugando. Era una imagen que les inspiraba tranquilidad.

Mientras paseaban Levi notó que no habían visto a los Cliff desde hace unos días, la última vez que vio a Thomas estaba subiendo a su auto y se saludaron cordialmente. Cuando los esposos Ackerman regresaban por la misma calle vieron como Thomas llegaba a casa y bajaba del vehículo. Tan pronto los reconoció les saludó alegremente.

- Levi, Sara... ¿Cómo han estado?. Que bueno verlos.

- Un gusto verlo señor Thomas. - Habló Sara.

- Buenas Tardes Thomas. Estamos bien. - Respondió Levi. - Tiempo sin verlo.

- Sí, estuve unos días fuera de la ciudad. Usted sabe, ahora le dedico más tiempo al negocio familiar, viajé por una semana.

- Entiendo. Por cierto Levi escuché por ahí algo sobre Gerard Dok. Había pensado visitarte para contarle. - Levi escuchaba muy atento. - ¿Por qué no charlamos un rato en el jardín, y tomamos algo?

Levi miró a Sara buscando una respuesta a lo que ella sólo asintió.

- ¿Seguro? Acaba de llegar de su viaje, debe querer descansar.

- No, está bien. Además igual iba a su casa a hablarle.

- Bien, vamos.

Los 3 tomaron asiento en el enorme jardín, Sara encantada con la vista floral a su alrededor. El té fue servido y al confirmar que no había nadie más escuchando continuaron la conversación.

- Bien, lo que quería comentarte es que encontraron a Gerard Dok. Lo tienen en custodia.

- Sí, nos enteramos hace poco.

- Bueno, conozco a uno de los que lo apresaron y me dieron esa información hoy temprano como algo Confidencial. Lograron que dijera algo al menos, no ha confirmado lo que le hizo a su esposa o lo ocurrido con la sra Wanda pero dio a entender que había alguien más que estaba implicado, quizás no directamente pero ayudó a que se acercara a Sara y a su familia. Además lograron conseguir a un matón que trabajaba para él... ¿Recuerda su nombre.?

-¿El tal Frank?

Thomas asintió mientras dejaba su taza sobre la mesa. - Frank Floid. Y ese sí quiere hablar. Mi amigo no me dijo nada más, pero a mí parecer ese hombre puede aclarar todo. Imaginen que él confirme que se le contrató para esos horribles trabajos, y además el nombre del cómplice de Dok. Faltaría poco para que se haga justicia.

- Eso es lo que esperamos. - Dijo Levi un poco más tranquilo.

- Igual deben mantenerse alerta. Ese supuesto cómplice aún anda por ahí. - Mencionó Thomas sin imaginarse que una de las causantes de las tragedias de Sara compartía casa con él.

Por otra parte Margaret no se había dejado ver los últimos días por el vecindario, luego de saber por medio de uno de los hombres de Gerard que lo habían apresado la mujer simplemente entró en pánico. Ni siquiera dejaba su habitación. No sólo había fracasado en sus planes de apartar a Levi y a Sara si no además corría el riesgo de que la arrestaran o algo peor. No solamente temía a la policía o a los Ackerman sino además a Gerard.

- Sara, el día del funeral no pude hablar mucho con usted, quería darle mis condolencias nuevamente y decirle que siento mucho todo lo que le ha pasado. No sólo por su secuestro y todo lo demás, si no además por la pérdida de un ser querido. Sé lo importante que era la sra Foxx para usted. Siempre estaré a su orden si necesitan algo.

- Muchas gracias, Thomas. Aunque lamentablemente eso no es todo lo que pasó por culpa de ese hombre. - Levi miraba extrañado a Sara, tenía el presentimiento de saber sobre lo que hablaba.
Thomas solo la miraba expectante.

- Escuche Thomas le diré algo, supongo que es inevitable que los demás se enteren dentro de un tiempo. Yo... Estoy embarazada y lo más probable es que él sea el padre. - Dijo una mentira a medias tratando de cubrir otra. - Lo único que le pido es que hasta que no se aclare lo que pasará con ese hombre no diga nada sobre eso. La verdad temo pensar en lo que haría si se entera.

- Jamás imaginé algo así, no sé que decirle Sara. Entiendo que un embarazo es algo que no puede ocultarse así como así, pero no se preocupe. Para mí Levi es su padre. Estoy seguro que así será. Mi boca estará cerrada.

- Muchas gracias Thomas, aprecio su consideración. Además también estoy muy agradecida con usted por ayudar a Levi durante mi secuestro. Es usted un buen hombre.

- No hay de qué, los considero unos buenos amigos y vecinos. Pueden contar con nosotros para cualquier cosa.

- Muchas gracias. - dijo Sara algo incómoda, sintiendo un malestar en su estómago. Quizás ya era hora de cenar. - Subiré mucho de peso, cada vez me da más hambre. Pensaba la chica.

- También puede contar con nosotros Thomas... Bueno por ahora nos retiramos. Salude de nuestra parte a su madre y su hermana. Que pase buena noche. - Levi se despidió, y Sara se sintió aliviada por escuchar eso.

- Con gusto lo haré. Nos vemos luego.


Luego de la despedida Sara le pidió a Levi no continuar con la caminata, solo quería comer algo que calmara su estómago. El estaba un poco cansado por lo que accedió con gusto.

Durante la cena Levi se preguntaba si lo que había dicho Sara era lo correcto, aunque creía entender el porqué. Sabía que no podrían ocultar para siempre el hecho de que estuviera esperando un hijo, y era probable que Thomas atara cabos y terminara dándose cuenta igual de la 'posible' paternidad de Dok.

Por los momentos el ex capitán eligió olvidar el tema, así como lo que le contó Thomas. Decidió relajarse ante la posibilidad de que todo acabaría pronto, vengar a las víctimas de Dok y poder vivir finalmente en paz. A pesar de ello, aún había algo que le inquietaba, el hecho de compartir una vez más una cama junto a Sara lo ponía ansioso, y más después de la sesión de besos de hace un día. No sabía cómo actuaría si sucedía otra vez. ¿Sería lo correcto?... ¿La haría sentir mal?. Aunque anoche parecía todo lo contrario... - Se cuestionaba. - Ah, esto es muy confuso.

Levi se encargó esa noche de organizar y limpiar la cocina mientras Sara estaba en su rutina antes de dormir. Ahora que había comido, bañado y vestido se sentía más relajada y su estómago mucho mejor.

-Levi... ¿Qué me has hecho?. Creo que me tienes locamente enamorada. No puedo dejar de pensar en ti. - Murmuraba Sara mientras trataba de recoger su cabello.

- ¿Cómo podría dejar de sentir algo por él si cada día es tan lindo y atento conmigo?. Pareciera que lo hiciera a propósito. - Pensaba.

- ¿Lista para dormir? - Preguntó Levi haciendo que su voz profunda la sobresaltara.

- ¡Aaahhh! ... Sí, ya estoy lista.

- Perdón, no quise asustarte.

- No es nada. Solo estaba inmersa en mis pensamientos.

- Ummm, bueno trata de olvidar lo que hablamos con Thomas. Lo más seguro es que todo se solucione pronto.

- Eh sí, lo sé. Aunque eso no es en lo que pensaba.

Sara terminó lo que hacía para luego tomar su lugar en la cama. Levi apagó la luz y aún intrigado no pudo evitar la curiosidad.

- ¿Qué era lo que te tenía tan pensativa entonces?. - Preguntó ya sentado al lado de Sara haciendo que las mejillas de estas se sonrojaran.

- Ehh... Pensaba en lo de anoche... Aún no entiendo como fue que pasó. - Levi quedó sin palabras, debió imaginar que le diría algo así. - Digo, nunca pensé que me corresponderías.

- Yo tampoco lo sé. Todo fue tan... Inesperado. ¿Por qué lo hiciste?.

- Fue... Un impulso. Cuando te abracé me sentí tan bien. Esa calidez me impulsó. Y cuando tuve tu rostro en mis manos, frente a mí sentí... La necesidad de hacerlo. Sentí que era lo que debía pasar. Como si fuera lo más natural. - Sara suspiró más aliviada. No podía creer que decir algo así fuera tan liberador. - Ay no lo sé, no creo tener una mejor explicación.

Levi calló un momento pensativo. Si lo analizaba mejor las palabras de Sara describían casi lo mismo a lo que él sintió desde su abrazo. Parecía que el beso fuese algo destinado a ocurrir, y sorprendentemente para él la vulnerabilidad que experimentó en ese instante se sintió muy bien.
- ¿Acaso yo... Me enamoré de Sara? ¿Después de decirle tajantemente que no tendría nada romántico con ella?. - Trataba de encontrar alguna duda sobre lo que estaba sintiendo y no la hallaba. - No puede ser.

- Jajaja. Ahora eres tú el pensativo. - Dijo Sara mirándolo a los ojos. - Escucha, no te atormentes con eso. Yo estoy clara sobre nuestra situación y tu me advertiste desde un principio sobre lo que querías. Jamás te obligaría a sentir algo por mi. Y lo de anoche quizás fue por el ambiente de ese momento. Así que ya no pienses en eso.

- Tu no me has obligado a nada. - Comentó el. - No es algo que pueda olvidar tan fácil. - Levi quería comprobar que era lo que sentía en realidad, quería confirmar sus sospechas y no tenía idea cómo. Solo una cosa vino a su mente en ese momento. Reunió todo el valor que pudo y pasó, nuevamente sus labios se encontraron, solo que en este caso fue él quien lo inició.

Por un instante la sorprendida Sara no entendía nada hasta que finalmente cedió, cerró sus ojos y respondió a su acercamiento. Para ella era algo mágico, un entorno agradable, sin ruidos molestos, sin preocupaciones. Sólo ellos dos bajo la tenue luz proveniente del exterior. Algo que hace unas semanas hubiese rechazado e incluso parecido imposible, ahora se materializaba y no quería dejarlo ir.

Unos segundos después la misma situación de la noche anterior se daba entre ellos, solo que esta vez no estaban tan seguros de poder detenerlo. En contraste con la vez pasada todo parecía ser más dulce, romántico pero sin dejar de lado la pasión chispeante entre ambos.

En un momento Levi detuvo su avance estando sobre ella quien yacía ahora acostada completamente, pero esta vez sólo se dedico a mirarla. Admiraba la expresión de su rostro, de sus ojos como si buscara alguna pizca de miedo o duda ante su cercanía. Sara lo miraba igual, intuía lo que Levi quería preguntar, hasta ella misma se lo cuestionaba, pero confiaba mucho en él, no había nadie más a quien quisiera en su lugar. Suavemente acarició la mejilla de Levi y lo atrajo hacia ella buscando nuevamente su boca y dejarle saber con sus besos lo que ella también deseaba.

Entre la suavidad de las sábanas y de sus pieles al tacto, sus cuerpos entrelazados solo anhelaban más. Poco a poco fueron despojándose de la barrera creada por sus ropas pudiendo palpar con mayor alcance cada espacio de sus seres.

Ninguno había pronunciado palabra en ese momento, sólo sus miradas, sus bocas y sus manos hablaban, por no decir todo de ellos. Si de algo estaban seguros los dos es que Levi jamás presionaría a Sara a hacer algo que no quisiera o no pudiera. Una vez más dieron por sentada la respuesta a una pregunta que aunque ninguno pronunció ambos conocían y siguieron adelante.

La noche transcurría mientras la pareja daba rienda suelta a sus deseos, finalmente había pasado algo que se anticipaba, aunque no hubiera sido fácil de aceptar por parte de Levi. El romántico encuentro culminaba dejándolos uno al lado del otro asimilando lo que acababa de suceder. Si tenían que describirlo con palabras en ese momento no llegaban a su mente, sólo sus corazones se entendían.

Un evento algo simple para algunos, pero satisfactorio para ellos, quienes demostraron físicamente la dulzura, el amor, el cuidado y la pasión que sentían el uno por el otro. Allí abrazados finalmente cerraron sus ojos y durmieron inmersos en una felicidad y libertad como nunca antes habían sentido.

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