Holas a todos, antes que todo... siento muxo mi restras, es que estaba muy ocupada con mis tareas y trabajos, y hasta mi papa c apodero de mi computadora:S... pro eso no dic nada... de oi en adelante tratare de bajar los fics lo mas rapido posible

Espero que este cap les guste... lo hic con mucho amor...XD si les gusta dejen reviews x favor


TRAFICANDO SENTIMIENTOS

3-.Sorpresa!

Kagome había regresado al apartamento, sintiendo el nerviosismo aún recorrer sus venas. Su aliento era seco, su mirada perdida entre sus pensamientos… Que había tratado de decir ese tipo, no tenía la menor idea, ni tampoco porque le había llamado asesina sabiendo absolutamente nada de lo que en realidad pasaba por su cabeza.

Miró su mano por un momento tratando de diferenciarla con la de antes, no sabía en que había cambiado seguía siendo la misma… pero por qué dijo aquella cosa.

Así que Himura vio tu mano- susurró alguien por detrás, Kagome dio un respingo- No te quedes así Kagome, es un simple humano que no te hará daño como muchos otros, solo trata de intimidar.

No creo que sea eso- dijo volteándose para encontrarse con Miroku detrás de ella.

Se dirigía al departamento y termino encontrándolo en la entrada.

Creo que necesitas recomponerte de semejante susto- le dijo pasando su mano por la espalda pero no con esas intenciones malogradas en mente.

No estoy asustada, es solo…que me impresionó – dijo Kagome tratando de no hacer notar su miedo

Vamos- le jaló Miroku, Kagome le miró extrañada

¿A dónde?- dijo Kagome tratando de parar pero la fuerza de su amigo era mucho más de la que ella poseía

A comprar algo que comer… ¿Te gusta la comida china?- dijo ya caminando con normalidad.

O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-O

No creí que terminaría así- se disculpó Hoyo- Creí que solo sería un juego y ya…

No es excusa- renegó- Hemos tenido que pelearnos con los de Akina siendo ellos los que nos proporcionaban la carretera mas corta para llegar al valle.

Lo siento… hablaré con ellos, trataré de hacer un trato- pronunció desesperadamente

No permitiré que salgas de la mansión hasta que haya elegido lo que haré contigo – dijo terminando su decisión

Pero Inuya…- gritó pero Inuyasha ya se había ido del despacho

Era ya tarde, las estrellas comenzaban a adornar el cielo oscuro y la gente ya regresaba del trabajo.

Inuyasha se preguntaba por qué el no podía descansar de aquella manera, es que tenía que hacer algunas rutinas en la noche como organizar los escuadrones, ver bien cuales son sus enemigos, etc.

No era nada llamativo aquel trabajo, pero había aprendido a quererlo de una manera obsesiva.

Aló- contesto el celular- Habla Inuyasha

¿Dónde estas Inuyasha?- le preguntó una voz conocida

En el trabajo como siempre- le dijo cambiando de tono de voz al saber quien era en realidad- Tú sabes bien que trabajo día y noche.

Aún no lo creía… Oye, tomate la noche libre, quisiera verte hoy - dijo la voz femenina al otro lado del teléfono

No creo posible- respondió

Harás lo posible- replicó- he llamado a Miroku y le he invitado a ver unas películas en mi casa, como en los viejos tiempos- dijo alegre- te estaré esperando a las 9:00 no tardes

Feh- renegó- Allí estaré.

Esa chica aún no crecía, le encantaba ver películas en especial con ellos ya que sabía como terminaban después de ver una película de terror. Era imposible decir que no, ya que Sango de resentía y era mejor no buscar problemas cuando uno estaba estresado.

Pero un pensamiento le rondó la cabeza, acaso se habría enterado que aquel día era su cumpleaños planeaba hacer algo, de eso no había duda, ya vería como sería.

O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-O

¡Ufh¡- dijo – Miroku, me has hecho comer demasiado, que tal si engordo, se supone que seguía una dieta- se quejo Kagome al llegar a su apartamento después de quitarse los zapatos

Pero si estas hecha un palo, ya era hora que alguien te alimentara un poco- se rió Miroku

Insensible, no sabes lo que tenemos que hacer las mujeres- gritó de manera graciosa

¿Y qué sería eso?- pregunto con sarcasmo

Un esfuerzo enorme para bajar de peso- dijo tirándole un cojín del sillón

Ring Ring- sonó un celular.

Los dos jóvenes hurgaron entre sus bolsillos buscando el dichoso celular que no aparecía en ninguna parte.

¿Alo?- respondieron ambos al mismo tiempo su respectivo teléfono

Hola, sango ¿Qué tal? A los años- Saludó Kagome desapareciendo de la vista de Miroku que se sentía avergonzado, Kagome rió en son de burla…Al estar sola – A los años

Si, amiga, a los años – dijo alegremente- sabes ya que no nos vemos hace bastante tiempo quisiera invitarte a un cumpleaños que estoy organizando

Oh! Lo siento mucho, no sabía que era tu cumpleaños- dijo Kagome despistada

No es el mío tonta, es de un amigo, quiero hacerle una sorpresa- dijo apresuradamente

¿En dónde es exactamente?- preguntó

En mi nueva casa en la avenida Da vinci 320 ¿conoces?- le dijo- A por cierto me olvide de preguntarte si estabas en la ciudad, tu que siempre viajas

Jajaja – de rió – sí, si estoy en la ciudad y ahí estaré- dijo Kagome olvidando por completo que la mafia la buscaba, esa sería una buena manera de distraerse un poco.

Oh! Que bien, te estaré esperando- se emocionó- A por cierto, es con ropa elegante, mi amigo siempre viste con esas ropas, es un viejo gruñón, jajaja

Esta bien, ahí estaré como a las 10 ¿Te parece?- dijo Kagome mientras rebuscaba algo en su armario nuevo

Perfecto, hasta luego cuídate chica- dijo colgando

Kagome había estudiado en la secundaria con Sango, esa época en la que aún dormía tranquila y no era acechada por ningún desconocido.

Ni siquiera había conocido a Kouga, y hubiera deseado que eso no hubiese cambiado.

La vida era mucho más fácil en esa época, no se tenía que preocupar más que en los estudios, y de vez en cuando unos cuantos novios.

Sango siempre había sido su apoyo, aún en los tiempos más difíciles, siempre se preocupaba por ella, y por su bienestar. Aún recordaba aquella vez que recogió sus cosas de su casa, cuando encontró a sango parada en la puerta.

FLASH BACK

Lo entendería si me lo explicaras- susurró sin inmutarse en lo mas mínimo pero Kagome veía el miedo en sus ojos, aquel miedo de dejar a sus amigos

No es nada, no te preocupes, solo cosas- dijo sollozando, perdiendo por completo el control de sus manos, perdiendo por completo el sentido de su vida de ese momento hacia delante.

Claro que me preocupo, Kagome- le dijo avanzando hacia ella

No avances más Sango, que no soportare abandonarte si es que te acercas- le dijo Kagome recogiendo sus últimas cosas

No quiero que te vayas, se suponía que iríamos a la universidad juntas, que nos casaríamos y aún nos seguiríamos viendo- grito la lastimada chica

Lo siento, volveré , te lo prometo- diciendo esto Kagome le abrazó y salió corriendo de aquel lugar

Esto nunca se lo perdonaría sango. O eso creía ella.

FIN DEL FLASH BACK

Poco tiempo después de lo ocurrido aquella vez en el cuarto de Kagome, había recibido una llamada de su amiga, diciéndole que la extrañaba y que quisiera encontrarse con ella en algún lugar de la ciudad

Y así fue, acordaron encontrarse en un restaurante en la noche, ya que kagome seguía teniendo miedo de la mafia, y es en ese mismo restaurante donde ellos frecuentaban, o más bien donde Kouga le llevaba… malos recuerdos

Sango y Kagome hablaron sobre cosas triviales hasta que llego el momento de aclarar todo, kagome no le dijo mucho, le mintió en la mayoría,

Le dijo que había recibido una llamada de alguien que amenazaba con matarla si es que le decía algo que ella vio (supuestamente un crimen), desde aquel momento no puede quedarse en un mismo lugar porque le encontrarían tan fácilmente.

Su amiga le creyó, y prometió ayudarla en lo podía, Kagome le dio un numero al cual podía llamar, pero le advirtió que lo cambiaría a cada momento así que era mejor que esperara hasta que ella le llamase; y así fue, no obstante algunas veces Sango le llamaba y ya que era pocas veces Kagome se emocionaba.

Aún faltaba dos horas para que comenzara la fiesta, Kagome tenía mucho que hacer en ese poco tiempo. Primero, antes que todo, encontrar uno de sus vestidos en medio de las maletas que le había traído Miroku del departamento en el cual estuvo un breve pero placentero momento.

Se arrodilló junto a sus maletines, fue abriendo uno por uno, encontrándose con aquellas ropas que no eran más que un recuerdo, hallaría la manera por la cual podría librarse de sus infinitos problemas; los gangster le estaba sacando de quicio, mil veces quiso ir donde la policía pero se acobardo al ultimo momento ya que sabía muy bien que la matarían. Tenía miedo a la muerte eso no podía dudarlo, tenía miedo de morir por sus pecados, quería vivir su vida al máximo, todavía era muy joven para sufrir algo que no era su problema, aquel peso no lo soportarían sus hombros, aquel peso le haría caer de rodillas para pedir perdón, y misericordia.

Trato de dejar esos pensamientos de lado, juraría que andaba ahí sentada en el piso por más de quince minutos. Pensar en ese momento no era lo adecuado.

Sacó un vestido que nunca antes se había puesto, era simplemente hermoso, no obstante no se lo había podido probar a causa de que en aquel entonces tuvo que guardarlo nuevamente ya que se entero de que a una cuadra de su entonces casa habían asesinado a una chica que se parecía a ella.

Talvez la mafia se había equivocado…

Sacó el vestido y lo puso encima de la cama, viéndolo con cierto resentimiento. Era de un color negro oscuro, no obstante tenía perlas y diamantinas en toda la parte de arriba, no tenía mangas y se amarraba del cuello, la espalda descubierta.

Me bañaré, y luego me cambiaré- susurró examinando sus planes

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Miroku se encontraba manejando hacia alguna parte de la ciudad, estaba concentrado en la carretera y en el estereo.

De repente sintió un movimiento en su bolsillo derecho, su celular vibraba.

¿Alo?- contesto aún viendo la autopista

Miroku!- contestó alguien

Sanguito! A qué se debe tu llamada hermosa chica- dijo Miroku sonriendo

Hoy necesito que vengas a mi casa a las 9:00- dijo Sango moviéndose de un lado a otro en el supermercado

Por fin te dignaste a invitarme a pasar la noche contigo- dijo

No seas mal pensado – gritó sango, cogiendo una zanahoria para comprar- Hoy es el cumpleaños de Inu te quiero a las 9:00 porque organizare una fiesta, vente bien vestido

Yo quería verte a ti solita- dijo suspirando de una manera ofendida

No seas estupido miroku- le dijo riendo

Estupido por amor, Sango – susurró él

…- se quedó callada- hablaré contigo en la fiesta

Llegaré tarde- aclaró Miroku

¿Por qué?- se sorprendió ella

Es que estoy al otro lado de la ciudad, será difícil con este trafico – le hizo entender

Trata!

Cualquier cosa por verte

Sango suspiro, eso había sido un final muy tranquilo, Miroku estaba cambiando, o era acaso de que estaba actuando con ella.

Esa pregunta la respondería esa noche… Solo quería que todo saliera perfecto para Inu, ya que él había hecho tanto por ella que se merecía lo mismo.

Esta torta esta perfecta- señalo al mostrador

Por otro lado se encontraba un hombre alto…

Las gotas de agua recorrían su cabello con sigilo, de una manera minuciosa; su rostro era bañado de una manera tan seductora.

Cerró la llave, y respiro profundo, estaría listo dentro de un momento.

Cogió una toalla blanca y se la enrollo en la cintura, dejando al descubierto unos prominentes músculos, el pecho bien formado, y los hombros anchos.

Sus ojos de color miel, tenían un aire seductor y extraño, y el cabello claro y su piel bronceada lo hacía ver sexy. Si fuera modelo, sería el mejor y el más reconocido, de todos modos el no se sentía así.

Peino su cabello hacia atrás mientras caminaba descalzo por la alfombra. Se miro por un instante en el espejo… estaba envejeciendo, y justo hoy iba a cumplir un año más.

Se quedó por un instante ahí, viéndose reflejado por la tenue luz.

Sería mejor cambiarse de una vez si no quería resfriarse.

Vago por un momento su mirada por el escritorio, los archivos de cantidades de dinero ganado o robado, el día siguiente pasaría un día muy ocupado.

Cogió unos pantalones claros, se los puso rápidamente para luego servirse una copa de vino…

-O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-O-o-o-o-o-o-o-o-O-o-o-o-o-o-o-O-o-o-o-o-o-O-o-o-o-o-o-O-o-o-

Esa noche sin duda quería impresionar a su amiga, quería mostrarle el cambio… y que ella notase que fue para bien, no solo un intento de ser feliz, sino la prueba de que intentaba serlo a pesar de todo.

Se ajusto bien el vestido, se arreglo el cabello de una manera en que entrase en un moño, poniéndose extensiones hasta los hombros.

Se dio un vistazo en el espejo del baño; la imagen de su apariencia era inédita, ya ni se acordaba como era antes, no se acordaba de la kagome de antes, que tenía el cabello azabache largo y ondulado en las puntas, ya no recordaba su uniforme de secundaria ni sus amigos.

Sonrió con tristeza, ahora era esta Kagome y no podía hacer nada para recordar a la otra, sería así de hoy en adelante.

Suspiro y dio media vuelta, rociándose en perfume, para que desapareciera la fragancia de tristeza y decepción.

Se puso los zapatos, y bajo las escaleras para coger un taxi que la llevase hasta el lugar indicado.

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Se escuchaba la bulla desde afuera, la música que acompañaba el baile de los jóvenes que con alegría bailaban.

Kagome le había dicho al chofer que le dejara a una cuadra de la casa, para que pudiera tranquilizarse por un momento antes de entrar, miró su reloj, sabiendo que se había retrasado unos diez minutos; las cuadras eran grandes, pero llegaría rápido porque la casa era del tamaño de un castillo.

Miró con asombro, era predecible que sango viviera en una casa como esa, sabiendo bien que ella siempre se esforzaba por lograr lo que quería sin importar su propia vida.

La admiraba por ello, pero se limitaba a verla tal cual era, así no tendría celos.

Tocó el timbre con sigilo sin saber que era mucho más alto de lo que creía, dio un salto hacia atrás, se había asustado porque un mayordomo segundos después de tocar ya estaba saliendo a atender a los invitados.

Su nombre por favor señorita – le pregunto el mayordomo viendo la lista de invitados

Takahashi Kagome- se cambió de apellido, ya le había avisado a sango de eso

Pase, solo siga por este camino y llegará mas rápido- le indico con la mano

Esta bien, gracias- dijo ella caminando lentamente tratando de no arrastras su hermoso vestido negro.

El trecho no era tan largo como pensaba mas bien era muy difícil de caminar con semejantes tacos.

Las losas eran de piedra, por ende se atascaban en ellas de modo que tenía que tener un poco de cuidado.

No puedo creer que halla podido cruzar todo esto- pronunció Kagome en voz baja, al llegar al salón repleto de personas tomando un trago, aunque la mayoría yacía bailando.

Un deseo vehemente invadió su mente, hacía ya bastante tiempo que no tenía la oportunidad de bailar, y ahora, justo en aquel momento la ocasión le sonreía de una manera más guardada pero descifrable.

Embozó una gran sonrisa viendo a más de cien parejas bailando, pero le desanimó la idea de no tener una. Muchas veces había asistido a fiestas como esa, sin embargo siempre tenía acompañante, esta vez trataría de divertirse sola, mientras llegaba más gente como ella.

Añoraba encontrar a su amiga, sabía bien que no la vería hasta el final, aún así conservaba las esperanzas de verla dentro de poco.

Momento después alguien a su costado le llamó…

Señorita le gustaría bailar conmigo- preguntó este dándole la mano en forma de petición

Me encantaría- dijo ella sonriendo- hace bastante tiempo que no te veía

¿Te conozco? – preguntó el joven apuesto a Kagome

Veo que no me reconociste Kohaku, soy Kagome – le sonrió ella bailando

¿Kagome?- se sorprendió abriendo los ojos enormemente

Así es- dijo dejándose coger de la cintura por el hermano de su mejor amiga

No te había reconocido- le dijo- te ves tan hermosa, veo que has bajado algunos kilos, es decir muchos, eres toda una modelo¿para eso estas trabajando?

No, jajaja para nada, solo traté de cambiar un poco; yo a ti tampoco te reconocí- intervino ella- ya eres todo un hombre, alto y lindo como siempre- sonrió

Muy graciosa, sabes que Kagome, mi hermana estaba súper emocionada, es mejor que vaya a llamarla, estará tan feliz de verte, espérame por unos minutos, luego te regalaré un baile conmigo

Muy bien, mientras estaré en el bar.

Por otro lado se encontraba ya listo Inuyasha, con un terno color beige bien puesto, el color perfecto que contrastaba con sus hermosos ojos. Prendió su convertible rojo, haciéndolo sonar de una manera estridente.

Piso el acelerador y salió disparado a la casa de Sango, ya se había retrasado bastante.

No puedo creerlo Kohaku- dijo Sango Bajando las escaleras rápidamente

Es verdad, Sango, Kagome esta aquí, y más espectacular que nunca- dijo sonriendo

¿Qué estas hablando?- le miró extrañada

Opina cuando la veas- dijo Kohaku, dirigiéndose al salón – Iré a buscar a Rin y se la presentaré a Kagome

Te espero allá¿Dónde esta Kagome?- preguntó

En el bar., ella me dijo que allá estaría – le especificó Kohaku mientras chequeaba su aspecto en la ventana- No puede ser- exclamó

¿Qué pasa?- paró en seco

Inu… Inuyasha- susurró

Sangó salió corriendo al salón, agarró el micrófono y gritó

Todos a sus puestos, Inuyasha ya llegó- dijo desesperada

Kagome, que se encontraba tomando una bebida en el bar, vio que todas las personas corrían a un sitio determinado, solo las veía porque ni sabía lo que estaban haciendo, tomó de un porrazo el vino seco que yacía en su copa, y se paró precipitadamente, cuando de repente alguien tocó la puerta.

Kagome no sabía que hacer, veía de un lado a otro, pero parecía que todos habían desaparecido de la nada.

¿Hay alguien ahí?- preguntó Kagome deseando que alguien le contestase

No obstante nadie le contesto, y parecía que ella sería la encargada de abrir la puerta, en eso se acordó lo que le había dicho Sango

… Le haré una sorpresa a un amigo que cumple años…

Así que de eso se trataba- pensó Kagome dirigiéndose a la puerta

Giró la manija, esperando que todo estuviera calmado, giró hasta que sintió un clic.

Abrió la puerta y…

Hola…

Continuará…


Weno weno weno... jajja. espero que les haya gustado... tuve q vr mucho con este cap... creia que ya era ora que c vieran un pokito...

REVIEWS pls... sino creere q no les gusto... y no tndre ganas d bajar otro cap... jijiji

los kiere

frikis-san