N/A: Les traje un capítulo cortito — susurra y luego se va porque debería estar terminando su trabajo y no aquí—

Los dioses se quedaron mirando a los tres nuevos semidioses, aún no le daban la noticia a los campistas, sabían que debían hacerlo en cuanto volvieran al Coliseo de juicios pero por ahora tenían que ver que hacían con ellos, aunque la idea de tenerlos encadenados no parecía mala.

—Por más que me encante tenerlos atados y amordazados, no es lo correcto —comenzó a decir Poseidón y con un movimiento de mano liberó las ataduras de dos de ellos -Sin embargo, creo que para uno de ustedes las dejaré un poco más -miro a Hera que no se veía nada feliz con el hecho de que sus ataduras solo cambiaron a unas más cómodas por así decirlo.

—Si no cambias de actitud, esas permanecerán —dijo Hestia, a ella le dolía tener que ser algo mala con su pequeña hermana pero estaba visto que con ella no se podía ser del todo buena y menos dejarla en total libertad en el Olimpo.

—A ustedes dos —Poseidón señaló a Zeus y a Atenea que solo sobaban su cuerpo adolorido por la posición que tuvieron un largo rato —Se les permitirá estar con sus hijos pero ya escucharon a las moiras, si quieren su inmortalidad una vez más tendrán que mejorar y demostrar que lo merecen —

—Si —musitaron los dos viéndose entre sí y luego suspiraron.

—Y tendrán una difícil misión —añadió Demeter mirando a Poseidón como pidiendo algo y viendo si lo aprobaba, él pareció entender lo que ella pretendía y asintió disimuladamente —Tendrán que cuidar de ella —señaló a Hera, Zeus y Atenea se vieron entre sí y asintieron.

Mientras tanto Apolo habilitaba la habitación en la que había atendido antes a Percy para poder recibir a su versión bebé. Si, así lo iba a llamar a este. Porque el otro se había convertido en su pequeño paciente y este era aún más pequeño.

—Ya está —se había puesto una bata cual doctor que era y le sonrió al pequeño que aún estaba de la mano de Jason. —Ahora te atendere, sube a la camilla por favor —

El pequeño escaneo con sus ojitos todo dentro del consultorio, el dios se había esmerado en que pareciera algo acogedor. Después de todo Percy era un niño y no iba a recibirlo con una habitación normal, había aparecido algunos murales de caricaturas de la época en las paredes, trajo algunas cosas para jugar además de lo necesario para un consultorio pediátrico.

—¡Mira! —tiro de la mano del rubio para que vea que en la esquina del lugar habían peluches y algunos juguetes.

—Podrás jugar una vez termine de revisarte —sonrío Apolo viendo cuán encantado estaba su paciente bebé, este asintió —Deja que lo pesé y lo mida —

Apolo trató de hacer la consulta lo más normal que se pudiera para que Percy no se sintiera muy fuera de lugar, además que le transmitía confianza y calor. Él bien pudo terminar la revisión en un dos por tres con un chasquido pero no podía hacer eso con el pequeño, además estaba amando sus gestos por todo lo que él hacía.

Jason solo estaba cerca de Percy viendo todo lo que hacia Apolo, sabía que no podía dejarlo solo pues este lo veía de vez en cuando buscando su aprobación para dejarse revisar. Veía al rubio con confianza, lo que hacía que Jason se sintiera bien, no era la misma confianza que tenían los de la legión. Esta iba más allá, era una confianza de se que me cuidarás y por eso te aprecio ¿Así sentía tener hermanos cerca o una familia? ¿Thalia sentiría lo mismo que estaba sintiendo él? Debía hablar con ella más a fondo.

—Eso es —Apolo estaba terminando de revisarle y curar sus heridas internas. No había querido demostrarlo demasiado pero estaba furioso con el ser que le hiciera esto. El pequeño tenía varias heridas internas mal curadas, algunos huesos estaban por romperse debido a forcejeo, otros parecían haberse dislocado, sus costillas habían estado muy mal.—Ya esta, eres un niño muy valiente —despeino su cabello con una mano.

—¿Él ya está bien? —quiso saber Jason mientras Percy se ponía la camisa que Apolo le había hecho sacar para curar sus heridas, el dios solo asintió mientras guardaba sus cosas de doctor.

—Todo lo he curado querido medio hermano —asintió el dios —Y ahora para mi mejor paciente —Saco una galleta de color azul de la nada y se la mostro a Percy.

—¡Azul! —el la tomo más que feliz, su mamá solía hacer comida azul para él a veces, se estaba convirtiendo en algo especial entre ellos después de esa discusión con Gabe.

—Apolo —la voz de Artemisa atrajo la atención de todos y Percy corrió a abrazarla.

—Su hermano dijo que soy valiente y me dio una galleta —el pequeño la veía más que feliz por esto y ella acarició su rostro.

—Si, mi hermano es muy gentil y bueno en su trabajo, lo sé. No por nada es el más genial —le guiño un ojo y él rió, luego corrió hasta donde Apolo y lo abrazó.

Este estaba estupefacto, su hermana había dicho que él era genial ¡Su hermana! ¡La misma con la que se la vive peleando! Ella había admitido que era genial, debío grabarlo.

—Gracias por todo —murmuró el pequeño mirándole con sus grandes ojos verdemar, Apolo salió de estupefacción y lo miró sonriente, acarició su cabello.

—Gracias a ti, por ser tan buen paciente —se agacho y beso su frente haciéndole reír, después lo soltó y corrió por su tiburón que lo había dejado en la camilla.—Bien, de que deseabas hablar Arty —ella rodó los ojos por el mote que usó pero no dijo nada sobre eso.

—Deseaba ver como se encontraba Percy —murmuró acercándose a él, los dos dirigieron su vista al pequeño que ahora había arrastrado a Jason a la pequeña zona de juegos que había.

—Ahora se encuentra en perfecto estado, pero quiero pasar mi carro del sol por encima de quien lo dejo tan lastimado —confesó y Artemisa solo asintió, ella quería tener a ese ser cerca y poder darle lo que se merecía junto con sus cazadoras, más de una estaba indignada por la forma en que había llegado el niño. Se enfrascaron en la pequeña conversación de Percy y todo el daño que había tenido, dejando de ver al niño.

En un momento él estaba jugando divertido con todos los juguetes que había en el pequeño espacio, el rubio manejaba un auto jugando con él, entonces pareció recordar algo mientras veía a su tiburón y a un pulpo de peluche sentado cerca de este. Ladeo la cabeza mirándole ¿Qué dijeron las voces del viento? Alguien tan revoltoso como un pulpo que dormía.

—Debe despertar —murmuró recordando lo último mientras se ponía de pie y el rubio lo quedaba mirando.

—¿Estás bien Percy? —preguntaba mientras también se ponía de pie. Percy busco su mochila con la mirada y corrió a ella.

Rebusco entre sus bolsillos hasta que al parecer halló lo que deseaba, sacó un pequeño frasco con un líquido color turquesa y lo apretó en su mano.

—¿Qué es eso Percy? —pregunto el rubio con el ceño fruncido, el pequeño no respondió, camino hasta la puerta y salió del consultorio haciendo que los dioses gemelos volteen.

—¿A dónde vas? —pregunto Apolo junto con Artemisa, Jason solo siguió a Percy.

Afuera del consultorio se encontraban los hermanos de Percy que se encontraban hablando sobre la situación no sólo del pequeño sino también de Teseo. Tritón solo los escuchaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados, pero su mirada estaba entre la puerta del consultorio de Percy y la habitación de Teseo.

La conversación que mantuvieran se vio interrumpida cuando escucharon la puerta abrirse y vieron a la pequeña mata de cabellos negros que era su hermano salir de ahí y correr a la habitación de Teseo, antes de que alguien pudiera hacer algo él ya estaba dentro de esta.

—Hola —saludo el pequeño cuando vio que el que dormía en la cama no estaba solo.

Perseo le había estado contando a un durmiente Teseo todo lo de la sala cuando de sobresalto escuchó la puerta abrirse y cerrarse por las mismas, se quedó mirando por un segundo al pequeño intruso que ahora había en la habitación.

—Hola —le sonrió y soltó un instante la mano de Teseo girando su cuerpo para estar de frente al pequeño —¿No deberías estar con Apolo? —

—Ya terminó, dijo que era valiente y ahora sano —aseguro caminando hasta estar cerca de Perseo —¿Quién es el que duerme? —pregunto viendo al chico de la camilla, Perseo le sonrió y lo levantó de la cintura hasta ponerlo sobre sus piernas.

—Es Teseo, él es tu hermano —respondió el antiguo héroe sintiendo como la puerta se abría apenas unos centímetros, tenían curiosos espías.

—¿Hermano? —parecía que la idea le sorprendía mientras se acercaba a Teseo, bueno que el rubio le dijo que aquí los tenía. Vaya que el sueño estaba cada vez más extraño —¿Tengo más de estos? —miro a Perseo y este río, si supiera.

—Bueno, aquí tienes cuatro hermanos, si es que contamos que uno de ellos es un dios también —comento acomodando a Percy bien sobre sus piernas.

—Uau —una sonrisa creció en su rostro, el tenía la ilusión de tener hermanos para tener con quien jugar y no estar tan solo en las tardes, aunque la idea de que fueran hijos del Apestoso se las quitaba.

—Si y ellos te quieren mucho te lo aseguro —peino sus cabellos con delicadeza, Percy le recordaba a sus propios hijos, tan inocentes y tiernos para ese terrible mundo.

—Tal vez después los conozca —murmuró y luego vio de nuevo a Teseo, después su mano —Me han dado algo para él —le mostro el frasco con líquido turquesa a Perseo y este lo vio detenidamente —Hará que despierte más rápido —mencionó poniendolo en la mano de él.

Perseo evaluó el frasco y el líquido, que ahora estaba en su mano, podía notar que tenía bastante energía, no era una medicina cualquiera ¿Una poción? ¿De dónde la había sacado el pequeño? ¿Quién se la dio?

—Bueno, si es así, se la daré ahora ¿esta bien? —el pequeño asintió a su pregunta. Perseo se levantó con cuidado junto con Percy, lo sentó en el borde de la cama mientras el avanzaba con el pequeño frasco hasta la boca de Teseo y vertía su contenido con mucho cuidado en su boca, apartando los cables y demás que tenía conectado a él.

Teseo lo bebió y pareció suspirar aún dormido, aunque parecía tener más energía que antes, su pulso estaba estable como siempre pero Perseo vio que movía las manos y se acomodaba en la cama, reaccionaba más que antes. Eso lo alegraba, esperaba que de verdad despertara pronto.

Percy se acercó y besó la mejilla de Teseo, luego dejó que Perseo, quien estaba gratamente sorprendido, lo bajara de la cama poniéndolo nuevamente en el suelo.

—¿De dónde sacaste eso? —pregunto mirándole, Apolo si había dicho que existían medicamentos que podían hacer que él reaccione más rápido y llenen su energía vital pero que esos eran especiales. Y aunque el fuera el Dios de la medicina, aquello era algo más especializado y le tomaría tiempo hacerlo.

—Es un secreto —hizo una señal de silencio y abrió la puerta dejando caer al suelo a sus espías que eran bastantes.—Es malo escuchar tras las puertas —sonrió divertido viendo como se trataban de levantar del suelo y se quejaban por el golpe.

—Es malo que escapes de la gente también —decía Jason sobando su brazo, se había golpeado el hombro en la caída, Percy río y se abrazó a él quien tenía su tiburón en sus manos, Jason lo levantó sacándole de la habitación mientras el resto se ponía de pie.

—¿Me presentas a mis hermanos? —pregunto algo inseguro, no sabia que sentir con respecto a sus hermanos tampoco, tal vez sentía algo de celos de que ellos si conozcan a su padre y él no, de que su papá los vea con orgullo y a él no lo vaya ver igual. Pero a pesar de todo, seguía teniendo la ilusión de tener hermanos.

—Claro que si —el rubio le sonrió y espero que todos se pongan de pie mientras se acercaba a Tritón, el único que no fue de espia. —Él es tu hermano inmortal, Tritón — hizo que Percy lo vea.

—¿El Dios? —pregunto por lo bajo mirando al señor que tenía en frente, no pasaba de los veinticinco ¿Todos los dioses se veían jóvenes? ¡Pero si tenían muchos años! —No estas viejo —fue lo primero que soltó en voz alta y Tritón se lo quedo mirando.

—¿Gracias? —arqueó una ceja mirándole y luego vio al rubio que lo bajo y dejó en suelo para que se pudiera acercar cuanto quisiera. Percy se paró frente a él y lo vio hacia arriba.

—Mmmm ¿Somos hermanos? —Tritón asintió viendo esos ojos iguales a los suyos pero muy inocentes —¿También te pareces a papá? Mamá dice que me parezco a él —el inmortal sonrió, los otros se fueron acercando a ellos.

—Si, te pareces mucho a él —contesto el inmortal descruzando los brazos, de verdad Percy comenzaba a remover muchas cosas dentro de él entre más lo veía.

—¿Vives con papá? —quiso saber mientras ladeaba la cabeza aún con los ojos fijos en Tritón.

—Si, soy el único de sus hijos que vive con él —pudo ver un poco de desilusión en sus ojos —Pero no por eso creas que me quiere más, él nos quiere igual a todos. Aunque puede que a ti un poco más —hizo cosquillas en el estómago de Percy te este río.

—No te creo —decía entre risitas.

—Pues deberías —hablo Orión a sus espaldas haciendo que voltee, Percy estiró mucho su cuello hacia arriba y después a Jason, le hizo el ademán de que lo cargue.

—Eres muy alto —se medio quejo el pequeño haciendo reír al semigigante.

—¿gracias? —vio divertido a su pequeño hermano —¿puedo? —pregunto al rubio para que le dejara cargar a Percy, este se lo paso.

—Uau, eres muy muy alto —sonreía feliz —¿También eres mi hermano? —Orión asintió, Percy se veía tan pequeño, inocente y frágil ¿Cómo alguien podía haberle hecho daño?.

—Mi nombre es Orión

—¿Cómo las estrellas?

—Si, como la constelación -le sonrió al pequeño que parecía muy feliz —El inmortal es Tritón, el bello durmiente es Teseo y este castaño de aquí -se volteó a ver a Belerofonte —Es Belerofonte —

—Te ves más tranquilo —se movió en los brazos de Orión para que lo baje hasta que esté lo hizo y corrió al castaño —¿Seguro eres mi hermano? —lo vio con los ojos entrecerrados haciendo reír a este que lo levantó y lo acomodó en sus brazos.

—Totalmente seguro señor —asintió el castaño y Percy río de las cosquillas que le estaba haciendo. Era cada vez más genial este sueño pero pronto su estómago gruño.

—Creo que es hora de comer algo —sugirió Jason mientras Belerofonte bajaba a Percy y este iba con él.

—Si, hay que buscar comer, debe comer al menos cada tres o cuatro horas —dijo Tritón y más de uno se le quedo mirando, no esperaban que el supiera de cuidado de niños pequeños.

—Vamos todos —Percy jalo la mano de Jason y también tomo la de Artemisa haciendo alusión de que también quería que fuera con ellos. Nadie podía negarse a esta petición aunque quisieran hacerlo.

En otra parte en cambio estaban Thalia y Annabeth conversando, a la rubia le costaba bastante creer que este conociendo a Hal. Y que ese pequeño de no más de diez años fuera el que regalo la daga a Luke que luego fuera suya.

—Y por eso quiero que defienda a alguien más —decía el chico terminado con la historia sobre la daga y mirando a las dos chicas —Pero ya no la tengo yo, quien te la dio la primera vez, es quien tiene que dartela de nuevo —

—Te entendemos no te preocupes —Thalia revolvió su cabello y este le sonrió, ese gesto le recordó mucho al Hal de su tiempo. Esperaba de todo corazón que tuviera un mejor futuro que el que tuvo.

—Igual gracias por contarme todo —Annabeth lo abrazo con fuerza y este se sonrojó, la chica era bonita, las dos lo eran.

—Si, eh bueno, yo me voy —salió corriendo de ahí lo más rápido que pudo y la rubia suspiro.

—Si te la llega a dar ¿La aceptarías de nuevo? —pregunto Thalia viendo a Annabeth su pequeña hermana o al menos así la sentiría siempre.

—No lo sé —murmuró, últimamente sentía que su vida era un libro lleno de huecos, con muchos sentimientos mezclados y demasiadas partes desconocidas. A ella nunca le gustó no saber algo y menos sobre su propia vida, pero algo le decía que por un lado era mejor no saber ciertas cosas aún.

—Vamos a comer —sugirió Thalia viendo como Jason ya venía con mucha compañía hacia el comedor y como los dioses parecían terminar también con su reunión.

—Si, vamos —asintió ella caminando con la azabache.

—Yo ahora vengo —decía Apolo dejando en la mesa a Percy con todos sus hermanos, con Jason, con Perseo (a quién sacaron arrastras a comer) y a su hermana Artemisa que quedó sentada en una esquina y los otros lejos de ella excepto por Percy. Se dirigió hacia donde estaba sentado Poseidón viendo a sus hijos comer —Tío Possy —

—Sobrino —saludo el dios sin mirarlo, sus ojos seguían en sus pececitos como les llamaba él.

—Te encanta verlos ¿verdad? —sonrió el Dios del sol sentándose a lado de él.

—Me agrada ver que ya este sano más bien —miro al dios del sol que sonreía pero se seguía notando que no estaba del todo feliz —¿Qué te preocupa sobrino? —

Si solo supieras tío pensaba el Dios —No mucho, solo que... —suspiró y miro a su paciente bebé —No estaba en buenas condiciones cuando lo revisé, además que esta algo bajo de peso y de estatura —Poseidón asintió cerrando los ojos —Creo que tal vez ese ser no lo deja comer cuando su madre no está, a esta edad es crucial su alimentación —

—Esta bien, no digas más sobrino —alzo una mano el Dios de los mares, no sabia si iba a resistir más aquella noticia. Se estaba culpando por dejarlo expuesto a él y a su madre, a tales alimañas como lo era ese ser, también estaba seguro que su yo del futuro se culpaba por lo mismo. —Solo me alegro que ya esté bien —

—De lo mejor y hay algo más —murmuró el Dios del sol fijando sus ojos en los de su tío que le vio con el ceño fruncido —Cuando termino la revisión, salió corriendo a la habitación de Teseo y le dio el contenido de un frasco que había traído en su pequeña mochila —Poseidón le vio desconcertado —Según le dijo a Perseo es para que despierte más rápido —

—Pero dijiste que eso tomaría días en hacerse y era algo especializado —recordó el nuevo rey del Olimpo. Apolo asintió y suspiró fijando su vista de nuevo en el pequeño Percy que estaba riendo con Artemisa y comiendo alegremente.

—Así es —afirmó —Eso es lo extraño —susurro haciendo una mueca, Poseidón golpeo ligeramente su hombro.

—Debe ser algo de las Moiras, no te preocupes —el dios se levantó de su lugar y comenzó a caminar hacia donde estaban su esposa y la esposa del Dios del inframundo.

—¿No iras a ver a Percy? —curioseo Apolo antes de que se alejara más.

—Lo haré cuando el quiera hacerlo —le dio una sonrisa triste, no le iba a imponer a su hijo su presencia si aún no quería tenerle cerca. El Dios del sol lo vio marchar y suspiró.

—¿Cuándo vas a venir Percy? —pregunto suavemente al viento, antes de levantarse y caminar hacia dónde estaban comiendo los demás.

—Solace —gruñia Nico viendo al rubio a su lado que solo sonreía demasiado para su gusto.

—Pero es que tienes que comer más frutas y menos carne, sombritas —argumentaba mientras alejaba la hamburguesa que había sacado de quien sabe donde Nico. El azabache rodó los ojos, delante de él había una copa llena de fruta picada.

Era preferible pensar en esto de la comida que en todo lo demás: Primero; sus sentimientos por Percy y por Will, Segundo; que su hermana estaba ahí y Tercero; que este libro no iba a terminar nada bien.

—No, no es posible —negaba con la cabeza Belerofonte mientras escondía un pedazo de pastel de Aquiles.

—Pero sólo es un pedazo —trataba de alcanzar el pedazo que el otro escondía.

—Ya comiste dos, es suficiente —comenzó a comerse el pedazo de pastel.

—Tu llevas tres Bele —acuso el rubio robándole por fin el pedazo y el otro se lo quedo mirando.

—No, porque el primero se lo comió Percy al final y el anterior se lo comió Jason porque se le cayó —miraba fijamente al rubio y este rodó los ojos, le devolvió el pastel.

Aquiles no lo iba a admitir pero le gustaba que pusiera esos ojos enormes como de niño pequeño cuando pedía las cosas, si Aquiles estuvo enamorado perdidamente de Patroclo. El había sido su adoración incluso en los Elíseos pero este había decidido renacer e intentarlo una vez más en el mundo mortal, el hijo de Metis lo dejó libre, porque así debía ser el amor. Pero ahora estaba solo y tenía un nuevo interés, ese hijo de Poseidón algo torpe y descuidado, pero que daría lo que fuera por que los demás sean felices.

—¿Quieres la fresa? —pregunto Belerofonte sacándole de pensamientos y asintió, la tomo entre sus dedos y la mordió mientras lo veía comer la mitad del pastel y le tendía la otra mitad —Toma, tal vez es mucho pastel para mi —

—Gracias —le sonrió, él sabía que no era así, que apenas y este era el primer pedazo que en verdad comía pero así era Belerofonte, daba todo por los demás sin pensar en él. Tal vez es por eso que el rey de Licia no pudo matarlo como pidió su hija.

N/A: \/ Viva yo y mi yaoi de héroes.

XD, espero les guste.

No se como le voy a hacer para el siguiente capítulo pero ya veremos /._./

Alguien en reviews me dijo algo de hacer un leyendo o viendo de Percy Jackson y Saint Seiya Lost Canvas. Sepan que ya tengo otros dos pedidos que cumplir .

y apenas puedo con los dos leyendo que tengo.

Así que por ahora no creo hacer más leyendo aparte de este y el de Leyendo en el pasado el hijo de Neptuno, que tengo que actualizar y ponerlo al día.

Cualquier duda, teoría, sugerencias, quejas, preguntas y más, déjalas en reviews.

Pd: Respeto las parejas Canon así que por más que Percy este pegado a Jason, seguirá habiendo Percabeth y Jasiper.

Pd2: Solo en el otro leyendo del hijo de Neptuno hago desmadre y medio XD