Todos los personajes pertenecen a Rick Riordan igual que el texto en negrita yo solo los usaré para este fic sin fines de lucro.

N/A: He terminado de escribirlo, no se imaginan lo que costó. Espero les guste.

Comenzaron a salir del coliseo de los juicios y se distribuyeron por el comedor, algunos más felices que otro de hacerlo. Luke ahora no estaba solo, estaba sentado con sus hermanos, no cerca de su padre a pesar de que este estaba en la misma mesa que los demás. Poseidón solo podía ver como sus hijos trataban de comer y hacer que su amigo Perseo no salga corriendo para donde su otro hermano sin terminar de comer.

—Solo quiero ir con Teseo—rodaba los ojos Perseo mientras Orión lo sostenía en su lugar, ¿Tan difícil era entender que quería ir a ver a su amigo antes que dedicarse a comer?

—Primero comerás antes de salir corriendo, no antes—repetía el regaño de antes el rubio y Perseo se comportaba como niño pequeño enfurrruñandose en su lugar, sus otros amigos solo se rieron—Solo termina lo que esta servido en tu plato y te dejaremos ir—

—Los hijos de Poseidón son imposibles cuando quieren—comenzó a comer de mala gana, no iba a negar que estaba de mejor humor desde que el pequeño Percy había dicho que Teseo estaba por despertar, pero eso no quitaba el hecho de que aún lo tenía preocupado y de que lo golpearía en cuanto lo viera recuperado. Porquesi, no podía golpearlo antes, pero igual se lo merecía por preocuparlo tanto.

—Pareces un bebé Bele —decía Aquiles mientras le quitaba un poco de salsa de barbacoa de la barbilla al castaño y después se chupo el dedo. Belerofonte solo se lo quedo mirando extrañado.

—No es cierto —frunció el ceño ¿Por qué los hijos de Poseidón se ven tan adorables así? Es lo único que podía pensar el rubio mientras veía que el otro volvía a comer.

—Y entonces por eso debes comer todo lo de tu plato —decía Thalia mientras ponía más vegetales en el plato de Percy, este hizo una mueca mirándolos pero empezó a comerlos —Y tu también —miro a Jason que solo le dio una mirada de ¿Y yo que hice? —Come más ensalada y menos carne —

—Si, si, ya va —rodó los ojos el rubio, luego fijo su mirada en lo que estaba comiendo Nico. No fue el único que notó el plato de él. Pronto tres pares de manos cambiaron la comida de Nico que solo eran unas cuantas uvas, hamburguesa, papas fritas y coca cola, por carne asada, ensalada, fruta y jugo natural.

Nico miró con odio absoluto a los dos rubios, solo porque no podía ver con odio a Hazel. Era su pequeña hermana, no podía odiarla, además que ponía esa mirada adorable que era imposible que pudiera hacer eso.

—Quiero... —murmuró Percy viendo la comida, ya había comido bastantes vegetales así que ahora podía pedir algo que no fuera eso ¿verdad? Se había comido toda la ensalada, era lo justo ¿no? Pero se detuvo de hacerlo, recordaba los gritos que pegaba Gabe cuando estaba por pedirle algo a su madre. Bajo la mirada y apartó el plato vacío.

—Te has comido todo, eres un buen niño —Annabeth se acercó a él y limpio su mejilla con una servilleta, ella era la única que tenía más conocimiento acerca de Percy y de lo que vivió a esa edad —¿Quieres un moffin? Te lo mereces por comerte todo —estiro su mano alcanzando uno. Percy solo se la quedo mirando.

—No lo consientas tanto —se quejo Jason y Percy detuvo su mano de tomar el moffin. Thalia rodó los ojos y terminó de pasarle el moffin al niño y le dio otro a Jason.

—Come y calla, el niño se portó bien, además estos no tienen mucha azúcar, los hizo Lady Hestia así que saben ricos y naturales —acaricio la mejilla de Percy que solo comenzó a comer el moffin. Ya que lo tenía en su mano no podía no comerlo. Jason también comió el suyo, tal vez exageraba un poco con eso de los cuidados pero es que el no sabia mucho de cuidar a un niño.

—Tienes migajas en la mejilla —Piper paso su mano por el rostro de su novio quitando un poco de ellas, él solo le sonrió antes de besarla en la boca.

—Iugh —dijo Percy haciendo que los dos se separen y recuerden que ahora había un niño presente.

—Por favor, no hagan esas cosas delante el niño —Thalia fingió estar ofendida pero en realidad solo quería fastidiar a su hermano y lo consiguió porque Jason se sonrojó hasta las orejas y los demás rieron.

—¿Y Percy seguirá durmiendo en la cabaña de los hombres? —pregunto Annabeth cuando habían terminado de comer y veía a Percy que estaba sentado jugando con Rachel.

—Supongo que si —Jason tenía el ceño fruncido, en realidad ese asunto le preocupaba. Porque en la mañana el niño había dicho que soño con el espantapájaros pero ¿Y si no fue un sueño? ¿Y si él estuvo cerca del pequeño para hacerle daño? No podían estar seguros de eso. Percy no estaba seguro en la cabaña de hombres.

—Tal vez deberíamos hablar con su padre para que se queden con él —propuso Annabeth mirando como Rachel al parecer le hacia un absurdo juego de magia a Percy pero este reía encantado por eso.

—¿Queden? —el rubio le vio extrañado.

—Él apenas está conociendo a su padre y a sus hermanos, al que más confianza le tiene es a ti, así que si lo llegan a llevar al templo lo más seguro es que tengas que ir con él. O tal vez no podrá dormir. —Ella miró al rubio que solo fruncio el ceño, no podía ir contra esa lógica aunque quisiera.

—¡Princesa! ¡Princesa! —Percy llegó corriendo hasta Annabeth seguido por una extrañada pelirroja.

—Dime Percy —ella le sonrió dulcemente aunque algo avergonzada por como le llamaba.

—Encontré esto —le mostró que en su mano tenía una pequeña flor de color rosado —Era la más bonita que había, la tomé de las que cayeron del árbol porque mamá dice que no debo arrancarlas de este —extendió sus manos hacia ella. Annabeth casi moría de ternura mientras la tomaba.

—Gracias pequeño —la tomo con cuidado, se acerco a él y depósito un suave beso sobre su frente. Sentía que lloraria, extrañaba a su novio y que saliera con tonterías como esta que hacían que su corazón diera mil giros dentro de ella.

—Bien creo que se hace tarde —dijo Jason viendo que a Annabeth casi comenzaban a escaparsele unas cuantas lágrimas, no quería que el pequeño Percy comenzara a hacer preguntas o pensara que él tenía la culpa de su llanto.

—Pero, pero... —Percy miro al rubio con un puchero y Jason suspiro.

—¿Pero? —Percy sonrió y corrió por su mochila qu estaba en las manos de Rachel igual que su tiburón, se los quitó de la mano y regresó con Jason. Le dio el peluche a Jason mientras buscaba algo en su mochila.

Más de uno quería saber que buscaba, los demás mestizos que estuvieran repartidos por todos lados comenzaron a acercarse a donde estaban los siete de la misión, más Nico, Will y Rachel. Percy por fin pareció encontrar lo que quería.

—Lo encontré —sonrió triunfante alzando el libro por sobre su cabeza. Leo estaba mirando curioso la mochila del pequeño, esta tenía un brillo muy raro desde su interior —¿Me lo lees? —pidió a Jason.

—¿Quieres que te lea un cuento? —el pequeño asintió, el rubio tomo el libro en sus manos, leyó el título y frunció el ceño —¿Por qué no mejor, lo lees tu mismo? —el entusiasmo que tuviera el niño se esfumó.

—Yo, yo no se leer —casi susurro pero la mayoría oyó lo que dijo.

—Puede que este libro si puedas leerlo —Jason sonrió, cargo a Percy y lo acomodó en su regazo —Anda inténtalo —Percy estaba incrédulo a esto, en la escuela se burlaban de él porque no sabia leer, confundía las letras con otras o cambiaba las palabras en su totalidad, pero al mirar el libro se dio cuenta que era más fácil de leer que los de su escuela.

Percy Jackson y la carroza robada —se sintió muy feliz de haberlo podido leer el solo.

—Ves que has podido solo —felicito el rubio pero el título se les hizo verdaderamente extraño a todos, Clarisse frunció el ceño ante tal título.

—Déjame ver eso —gruño la hija de Ares, Jason iba a darle el libro pero Percy se abrazó a él.

—Tiene mi nombre en el título, es mío —se aferro a él ante la mirada de ira de Clarisse ¿Qué si Percy tenía miedo? Si, ella se veía grande y mala, más aterradora que su padrastro cuando estaba completamente borracho, pero él libro decía su nombre ¡Era suyo! No quería dárselo.

—Clarisse, es solo un libro —Chris puso sus manos sobre los hombros de su novia tratando de calmarla.

—Pues si es lo que creo es más que un simple libro —masculló ella mirando con los ojos entrecerrados a Percy que aún abrazaba el libro entre sus pequeños brazos.

—¿Qué van a leer? —pregunto Poseidón llegando ahí por casualidad (en realidad quería ver a su hijo pero no quería imponer su presencia)

—Un cuento de Percy al parecer —Belerofonte se sentó al otro lado de Jason y Percy le dejó ver la tapa del libro.

—Yo quiero oírlo —Aquiles se acomodó en el suelo como empezaron a hacer algunos otros. El cielo estaba empezando a oscurecer pero querían oír lo que decía el libro.

—Yo también quiero oír —se metió entre los semidioses Apolo, hizo aparecer unos almohadones para que todos se sienten.

—Yo traje las palomitas de maíz —se sumo Hermes sentadose junto a Apolo, los demás comenzaron a sentarse también.

—Bien pero después del cuento te bañas y a la cama —dijo Jason y Percy asintió viendo como Clarisse era sentada por Chris en uno de los almohadones.

Estaba en el quinto periodo de ciencias cuando escuche ese ruido afuera.

—Ciencias buen momento de bromas —dijeron los Stoll divertidos.

—Unas explosiones por aquí y por allá, la maestra distraída. —comenzó a murmurar Leo con una sonrisa traviesa y haciendo anotaciones.

—No harás travesuras Leo —advirtió Piper viendo con advertencia al latino que solo sonrió inocente. Percy los muro feo porque él quería seguir leyendo. Todos se callaron al ver la mirada del pequeño.

Sonaba como si alguien estuviese siendo atacado por aves poseídas, y créanme, esa es una situación en la que he estado antes.

Todos hicieron una mueca recordando el porque había estado antes en esa situación. Clarisse por su parte solo frunció más el ceño y apretó los puños, ahora estaba completamente segura de que ese libro traía esa historia.

—Aves poseídas —Ares llegó de la nada y se sentó en un almohadón a escuchar la historia lo que solo logró molestar más a Clarisse.

—Estúpido Prissy —masculló la chica mirando al suelo con ira. Chris solo se la quedo mirando sin entender porque decía esto.

Nadie más en la clase parecía darse cuenta de la conmoción.

—La niebla seguramente hacia que sonara como algo más común y por eso no se alertaban —comento Rachel, ella también solía oír ruidos horribles pero los demás decían que era otras cosas, suspiro. Eso de tener la vista clara entre los mortales no había sido fácil. No era fácil.

Estábamos trabajando en el laboratorio y todo el mundo estaba hablando, y no fui difícil para mi mirar por la ventana, mientras fingía vaciar mi vaso precipitado.

—Parece que no dejaras la curiosidad ni por más que crezcas —Orión sacudió el cabello de Percy llegando a uno de sus lados, este río. Seguramente el semigigante se había dado cuenta que veía todo y a todos queriendo saber de ellos.

—Imposible que deje de ser quien es, lo curioso lo llevará siempre —Jason sonrió con nostalgia, igual la mayoría de los que conocía al Percy de dieciséis. Percy frunció el ceño mirandoles no entendía que les pasaba así que siguió leyendo.

Efectivamente: había una chica en el callejón con una espada desenvainada.

Clarisse se movió incómoda ante esto, estaba a punto de hacer su aparición en la historia y Chris la seguía mirando interrogante sobre su actitud. Ares también le dio un vistazo a su hija ¿Qué le pasaba?

Era alta y musculosa como un jugador de baloncesto, su cabello marrón y muy descuidado.

Muchos comenzaron a pensar sobre quién sería la chica, más de uno ya había caído en la cuenta que era la líder de la cabaña cinco, en especial el dueño de la cabaña. Chris veía a su novia con una ceja arqueada ¿Qué hacía ella cerca de la escuela de Percy? Y más ¿Por qué era atacada por pájaros? Clarisse ignoraba las miradas lo mejor que podía.

Con Jeans, botas de combate y una chaqueta de mezclilla.

Ares miró fijamente al libro y al niño que lo sostenía, no le había gustado que el describiera a su hija. Afrodita apareció a su lado y evitó que hiciera cualquier movimiento, Ares podía llegar a ponerse celoso por nimiedades como esa, pero el pequeño no tenía la culpa el solo estaba leyendo lo que describía su yo mayor.

Estaba cortando una bandada de pájaros negros del tamaño de cuervos. Las plumas sobresalían de su ropa, por varios lugares.

—Ornithes Areioi de mi templo —Miro a su hija interrogante de porque estos le estarían persiguiendo.—¿Cuántos años tenías ahí? —Clarisse gruño.

—Quince recién cumplidos —contesto y Chris se la quedo mirando mientras Ares asentía, ya sabía lo que pasaba.

Afrodita estaba interrogante sobre esto igual que algunos más, Percy solo hizo un puchero porque no le dejaban leer en paz. El quería ver hasta donde podía leer ahora que había encontrado un libro mucho más fácil que el de su escuela.

Un corte estaba sangrando por encima de su ojo izquierdo. Mientras observaba, una de las plumas de las aves cazadas que

era como una flecha, estaba en su hombro.

Chris se quedó mirando a su novia como si las heridas se fueran a abrir en ese momento, vio la pequeña cicatriz que tenía ella sobre el ojo izquierdo y la besó. Ella se sonrojó por esto pero miro con ganas asesinas a cualquiera que se atreviera a decir algo.

Maldijo y partió al pájaro en rodajas, pero después voló.

Por desgracia, me di cuenta de quién era la chica. Clarisse, mi vieja enemiga del Campamento mestizo.

Clarisse asintió así debía ser. Percy le dio una leve mirada por encima del libro ahora sabiendo quien era la chica, volvió a levantar despacio el libro.

—Cuando pienso en ella como enemiga. No es porque me quiera matar ¿no? —le susurro a Jason, este hizo una mueca. Él no sabia mucho de la relación de Percy con Clarisse, pero sabia que a pesar de todo ella también extraño a Percy cuando desapareció.

De hecho se había llevado un par de golpes de parte de la chica cuando anunció que probablemente esté estaba en su campamento, ella dijo que era por el entrenamiento pero el sintió que era para descargar la furia de que se llevaron a Percy y lo dejaron a él en su lugar. Bueno el rubio no podía culparlos, habían perdido a su casi hermano.

—No, ustedes tienen una amistad extraña pero te gusta verla como eso cuando practican con la espada o se hacen bromas. Pero no, ella no quiere matarte te lo aseguro —susurro el rubio acomodandole bien sobre sus piernas y Percy asintió levemente.

Todos le había asegurado que eran sus amigos y ahora enterarse que la chica era su enemiga no le había agradado, él ya tenía suficientes de esos en su tiempo como para lidiar con uno más en este bonito sueño. Aunque el espantapájaros viéndole la noche anterior desde su cama le había aterrado. Ese chico era extraño.

Clarisse generalmente vivía en el campamento mestizo todo el Año.

—¿Se puede vivir en el campamento todo un año? —pregunto Percy interrumpiendose y mirando a los demás.

—En nuestros campamentos si, porque no son como los demás —contesto Reyna tranquilamente mientras se sentaba con Hylla en un almohadón.

Percy la miró, luego a todos y luego al libro. Él no entendía como podían vivir en un campamento todos, él no sabría vivir en este sin su mami ¿Le dejarían que su mami se quede? El amaba mucho a su mamá como para dejarla sola con el apestoso Gabe. Siguió leyendo.

No tenía ni idea de lo que estaba haciendo en el este de Upper State, y en medio de un día de escuela, pero era evidente que estaba en problemas.

—Upper State —volvió a leer Percy, él no recordaba vivir por esa zona.

—Si, es que para ese entonces te has cambiado de casa y de escuela —indicó Annabeth viendo su cara de confusión, el vio a la rubia con los ojos entrecerrados y después asintió.

Este sueño si que es extraño era lo único que podía pensar el pequeño Percy pero bueno que si le decían que se iba a cambiar de casa les creía ¿Por fin tendría una habitación sin el olor de Gabe? Esperaba que si, no le gustaba el olor de él, era nauseabundo y cuando le decía eso, mejor no lo recordaba.

Y no iba a durar mucho tiempo.

Hice lo único que pude.

—Menos mal —murmuró Chris quien se había empezado a preocupar por su novia y de si Percy la iba a ayudar o no. Aunque no tenía porque dudarlo, sabía que pasara lo que pasara Percy siempre ayudaría a los semidioses, a pesar de que no todos fueran muy agradecidos con esto.

"Señora White" dije, "¿puedo ir al baño? siento que voy a vomitar" Tú sabes tienes que decirles la palabra mágica a los profesores, "por favor". Pues no es cierto. La palabra mágica es vomitar.

—Le enseñamos bien —Los Stoll se limpiaron lágrimas falsas de orgullo y los demás solo rodaron los ojos.

—Esta parte si quisiera recordarla —murmuró el pequeño Percy, le convendría mucho esto pues se libraría de leer frente a sus compañeros y maestros.

—Este muchacho me llena de orgullo —mencionó por lo bajo Hermes ganándose una mala mirada de Poseidón que no aprobaba que su hijo hiciera esas cosas y una divertida de Apolo que robaba palomitas de maíz de su tazón.

Esa te sacará de la clase más rápido que cualquier otra cosa.

"Ve", dijo la señora White.

Los mestizos más traviesos comenzaron a anotar mentalmente esto, Leo lo anotó en su libreta mientras Piper rodaba los ojos, esto iba perfecto ahora él había encontrado otra forma de salir de clases.

Corrí hacia la puerta, despojándome de mis gafas de seguridad, guantes y bata de laboratorio.

—Un Percy desvistiendose —comento Drew con una sonrisa pícara en los labios, ganándose una mirada de enojo por parte de Annabeth.

—Tranquila, esta prohibido matar a cualquiera aquí presente, aunque se lo merezca —tranquilizaba Thalia aunque ganas no le faltaban de unirse a su amiga y hacer correr por su vida a Drew, sabia que ella solo comentaba cosas así para fastidiar. No entendía el porqué pero sabía que era por eso.

Saqué mi mejor arma -un bolígrafo llamado Contracorriente-. Nadie me detuvo en los pasillos.

—Menos mal —susurraron sus hermanos presentes. Perseo que ya venía de donde Teseo llegó y vio a todos sentados se preguntaba que pasaba ahí.

—Percy está leyendo un "cuento" sobre él mismo —explico Belerofonte cuando Perseo se sentó a su lado. El azabache asintió y presto atención tal vez le podría contar algo a Teseo mañana por la mañana.

Salí por el gimnasio. Llegue a la avenida justo a tiempo para ver a Clarisse que deshizo a un pájaro con la palma de su espada, tal como si fuera un jarrón. El pájaro graznó en espiral a la distancia, golpeteando contra la pared de ladrillo y cayó en un cubo de basura.

Ares arqueo una ceja viendo a su hija, vaya que era fuerte pero después frunció el ceño, entendía que los pájaros la siguieron por sus hijos inmortales. Ellos siempre se ponían a jugar con sus hermanos semidioses cuando les mandaba ha hacer esta prueba, la pregunta es ¿Dónde estaban hasta ese momento?

Afrodita solo se quedó mirando a Ares y sus gestos, intuía que había algo en todo ese cuento que le convenía oír porque su amante estaba detrás de todo. Además que ella sabía que algo pasaba con sus hijos cuando llegaban a los quince, una especie de iniciación a guerreros o algo así.

Eso sólo dejó un puño más alrededor de Clarisse.

"Clarisse" grité.

—¡No! —Ares grito asustando a más de uno incluyendo al pequeño niño que estaba leyendo.

—Ares —gruño el nuevo rey viéndole con advertencia de que o apagaba las llamas de sus ojos o iba a recibir una bonita tortura o conversión a roedor nuevamente. Porque Afrodita también se lo quedo mirando, no le había gustado que asuste al pequeño.

—Es que la distrae —murmuró apagando la llama de sus ojos.

—Puedes seguir leyendo Percy —susurro Jason al oído del niño este había temblado un poco ante el grito del dios, le dio el libro al rubio.

—Ya no quiero —se acurruco contra el rubio, no le había gustado el grito del dios y menos la mirada enfurecida que le mandó. Casi pudo sentir como quería quemarlo vivo.

—¿Quieres que lo lea yo? —Percy asintió ante lo dicho por Jason. Ares no se libraba de las malas miradas ante la decisión del pequeño. —Bien aquí vamos —

Ella me miró con incredulidad, "¿Percy?" "¿qué estás haciendo...?"

Ella se vio interrumpida por una lluvia de flechas que sisearon por su cabeza y se clavaron en la pared.

—No son flechas —murmuró Ares jugando con un cuchillo sin mirar a nadie porque no quería toparse con la mirada de ninguno de los dioses que estaban furiosos por asustar al niño.

—Es raro ver a tu padre con miedo —susurro Chris a su novia esta hizo una mueca.

—Quién no lo tendría si buena parte del consejo Olímpico se va contra ti —se encogió de hombros como si nada y se recostó contra el hombro de su novio. Ante la atenta mirada de Ares que la veía de reojo.

"Ésta es mi escuela", le dije.

"Suerte la mía", se quejó Clarisse, pero estaba demasiado ocupada luchando como para quejarse demasiado.

—A mi si me parece una suerte —señaló Chris a su novia, esta solo rodo los ojos poniéndolos en blanco y golpeo su estómago.

—Ahora lo sé, idiota —gruño ella, ahora agradecía haberse topado con Percy, aunque no le agrado que descubra su peor miedo. Pero el hecho de encontrarlo y también saber el de él y saber que también tenía miedo de perderla, le había hecho tener estima por Percy. Porque no muchos se preocuparian tanto por un grupo de desconocidos como lo hacía él.

Yo nivelé mi pluma y se volvió una espada de bronce de tres pies de largo, y me uní a la batalla, los pájaros se desviaban cuando se les acercaba la hoja de la espada.

—Saben que esta hecha de bronce celestial, no son tan idiotas como el dueño de ellos —mencionó Hefestos sentado en un almohadón mientras parecía construir un lanza misiles pero bastante pequeño. Ares le dio una mirada envenenada pero se calló porque su tío Poseidón aún lo miraba.

¿En qué momento habían logrado captar la atención de todos los dioses y que estos se sentaran en los almohadones? No lo sabían, pero ahora todos, incluso los convertidos en semidioses, estaban sentados entre los mestizos. Algunos obligados por otros pero ahí estaban.

Yo y Clarisse juntos rebanamos y cortamos hasta que las aves se fueron reduciendo a montones de plumas en el piso.

Los hijos de Ares/Marte celebraban por lo bajo la acción del libro, después de todo, aquí tenían más emociones que en la historia que leían en el Coliseo de juicios. No es que ese no fuera emocionante pero tardaban ratos en entrar en lucha.

Los dos estábamos respirando con dificultad. Tuve algunos rasguños, pero nada importante. Saqué una flecha de pluma de mi brazo.

Escuchar que su hijo estaba lastimado en este cuento también, no era agradable para Poseidón pero levantó la vista y vio al pequeño Percy que estaba contra el pecho del rubio escuchando la historia lo tranquilizaba.

No se había enterrado muy profundo. Como siempre, y como no era venenosa, estaría bien.

—¿Mi hijo quiere que muera de un infarto? —pregunto Poseidón mirando el cielo.

—Tal vez —se encogió de hombros Tritón, que seguía sin querer admitir que le preocupaban las historias de su hermano... ejem del hijo de su padre, eso.

—No ayudas Tritón —medio regaño su madre, tal vez su hijo estaba empezando a aceptar a los hijos de su esposo, bueno no tal vez. Ella lo sabía. Su hijo estaba aprendiendo a quererlos aunque quisiera negarlo, pero debía ser más sutil con sus comentarios deliberadamente mal intencionados para demostrar su descontento por ellos.

Tritón vio la cara compungida de su padre y prefirió callarse, no quería que se pusiera peor. Aunque eso no quitaba que tal vez tenía algo de razón al pensar que Perseus estaba buscando dar un infarto a su padre, no de forma intencional pero lo hacía.

Tomé una bolsa de ambrosía de mi chaqueta, donde siempre está en caso de emergencia, tomé la mitad y le ofrecí a Clarisse la otra mitad.

"Yo no necesito tu ayuda", murmuro ella, pero ella tomó ambrosía.

Muchos arquearon una ceja mirando a la hija de Ares que solo esquivó sus miradas, la mayoría estaba pensando en que si que necesitaba ayuda.

—No es de débiles admitir que necesitas ayuda cariño —dijo Demeter mirando a la chica mientras comía cereales sentada junto con Perséfone que miraba a Hazel que estaba cerca de ella.

—La hija de mi señor es muy bonita —murmuró la diosa de la primavera, movio su mano sutilmente y una corona de flores apareció en su cabeza.

—¿Y eso? —pregunto Frank mirando a Hazel, ella toco su cabeza y se encogió de hombros no entendiendo nada.

Nico que vio el movimiento de su madrastra, no se confiaba en que ella fuera buena pero al ver que Hazel no sufrió nada se quedó en su lugar. Su mirada viajo brevemente a Bianca que tenía su mirada en él. Dolía verla, así que apartó la mirada y se topó con la de Will que le sonreía.

—Creo que Bianca y tu, se deben una conversación —susurro el rubio.

—Si, pero no ahora —contesto Nico por lo bajo, el hijo de Apolo asintió. Era mejor seguirle dando su tiempo para que arregle sus asuntos.

Tomamos un poco, no demasiado, ya que el alimento de los dioses puede causarte quemaduras serias si te dejas llevar.

—¿Comida de dioses? —murmuró Percy mirando a su padre y a la que llamaba hermana, así que eso era lo que comían pero también los vio comiendo comida normal, frunció el ceño. Los dioses eran extraños.

Supongo que por eso no ves a muchos dioses obesos.

—Si no los ves obesos es porque pueden tomar la apariencia que deseen —dijo Poseidón miro a su sobrino Dionisio, si no fuera porque de verdad los dioses podían tornarse atléticos o como quisieran estaba seguro que él se mostraría obeso con todo lo que comía y bebía. Y no era el único, miró a otros dos que se dedicaban a esa vida de buenos gustos comida y bebida.

—He, ni me mires tío Possy que yo si hago ejercicio —el dios de los mares arqueo una ceja, estaba muy escéptico de eso —Suelo correr de un lado a otro con los paquetes —levanto la barbilla orgulloso.

—¿Correr? Apenas y lo haces —refutó Demeter —Solo enciendes las alas de tus zapatos, ese es el máximo trabajo que haces —rodó los ojos ante la mirada indignada de su trabajo.

Zeus por su parte se miró el cuerpo adolescente que ahora tenía ¿Ahora iba a engordar? Esperaba que no. Se tocó el rostro y comenzó a encontrar imperfecciones, puso rostro de horror ¡Tenía acné!

Atenea se quedó mirando a su padre y rodo los ojos, vaya las cosas por las que se comenzaba a preocupar. Como si la apariencia importara. Vio a Apolo, ya veía de donde lo había sacado este. Hera solo se limitaba a tener una mirada muerta sobre todo el asunto.

De todos modos, en unos pocos segundos, nuestros cortes y moretones habían desaparecido.

—Menos mal —murmuraron los hermanos de Percy aliviados de que este mejor.

Clarisse enfundó su espada y se sacudió la chaqueta de mezclilla. "Es bueno...verte"

"espera...-le dije- "no puedes salir corriendo".

"Claro que puedo."

"¿Qué está pasando? ¿Qué haces fuera del campamento? ¿Y que hay de los pájaros?" Clarisse me empujó, o lo había intentado. Yo estaba demasiado acostumbrado a sus trucos.

Percy hizo una imperceptible mueca ante esto, vaya que no se iba a librar de que quisieran golpearlo. En la escuela ya algunos niños intentaban hacerlo y también estaba Gabe. Suspiro, su vida si que se iba a complicar.

Otros mestizos también hicieron muecas, que él y ellos estén acostumbrados a estos trucos porque Clarisse no era la única en usarlos, no era bueno. Porque eso significaba que su vida estaba llena de personas como ella que intentaban pasar por encima de ellos a más de los monstruos. Los dioses vieron preocupados estas muecas.

Pensé que había eludido, y tropezó más adelante de mí. "vamos", le dije. "si alguien casi muere en mi escuela. Eso lo hace mi problema"

"¡Es que no!"

"Déjame ayudarte."

Ares estaba indeciso, su instinto decía que nadie debía ayudar a su hija porque tenía que hacerse fuerte pero el de padre que se estaba haciendo más fuerte con cada cosa que pasaba en los libros, le decía que si no recibía ayuda no crecería como persona y guerrera, que ella tenía que aprender otra lección que los guerreros debían saber. Debía aprender cuando ceder y aceptar la ayuda de otro.

La cabeza del Dios comenzaba a hacer un total lío.

Afrodita solo le miraba en silencio, pudiera ser que estos libros si que estén ayudando a los dioses, no solo a conocer el futuro si no algo más allá de eso.

Dio un suspiro tembloroso. Tengo la sensación de que ella realmente quería darme un golpe,

—Que bien me lee Prissy —sonrío Clarisse al pequeño Percy que le saco la lengua —Ven acá —

—Es un niño Clarisse —la sujeto Chris mientras Percy se escudaba en Jason que miraba mal a la hija de Ares igual que los otros del Argo II y los hermanos de este.

—Me las va a pagar —se dejo abrazar por su novio y que la lectura siga.

pero al mismo tiempo, había una mirada desesperada en sus ojos, como si estuviera en serios problemas.

—Es que estaba en problemas —resopló Clarisse recordando a sus queridos hermanos inmortales, su novio le vio interrogante, sus hermanos en cambio hicieron una mueca sabiendo por donde iba el asunto.

"Son mis hermanos", dijo. "me están jugando una broma."

Muchos vieron con una ceja a los hermanos de ella pero estos negaron con la cabeza, ella solo apretó los puños y frunció el ceño.

—Uhm ellos —susurro Afrodita y suspiró hace mucho que no veía a sus niños, miro mal a Zeus —Estúpida ley —mascullo y se arrimó a Ares aunque luego vio a Poseidón y sonrió levemente, seguro algo iban a hacer.

"Oh", dije. No estaba realmente sorprendido. Clarisse tenía un montón de hermanos en el campamento media sangre.

—Y como no, si la guerra es muy sexy —Afrodita le guiñó un ojo a su amante y este sonrió de lado acercándose más a ella —Cualquiera caería perdida a sus pies —ronroneo jugando con la ropa de Ares.

Los hijos de ambos les observaban con una clara muestra de asco. Los demás preferían no verlos, que los dioses liguen ahí en frente de ti era un asco.

—Hay un niño presente —regaño Hestia porque las caricias ya estaban pasando a otro tono. Percy tenía los ojos cubiertos por Jason, igual que Nico y Hazel, esta última se abanicaba el rostro con una mano.

—Lo siento, pueden seguir —Afrodita se acomodó bien en su almohadón. Hefestos solo suspiro, ya les tendería otra trampa solo para que aprendan a no hacer cosas indebidas delante de sus hijos. El pobre Harley estaba aún cegado por la mano de Nissa.

Todos ellos se mofaban el uno del otro. Supongo que eso fue una gran sorpresa ya que eran hijos de ares. "¿Cuál de tus hermanos ¿Sherman? ¿Mark?"

—No creo que este hablando de los hermanos del campamento —murmuró Hylla mientras dejaba que Reyna trence su cabello. Este tiempo sin guerra ni nada, les estaba haciendo mucho bien.

"no", dijo ella. Sonaba con miedo, yo jamás la había escuchado así. "mis hermanos Inmortales. Fobos y Deimos."

—Mis niños —suspiro Afrodita —Hace tanto que no los veo —se lamento y los hijos de ella hicieron una mueca, casi habían olvidado que esos también eran hermanos suyos.

—Vaya familia que le toca a una —murmuró Piper y un escalofrío recorrió su espalda, nunca quería conocer a esos en su vida.

Nos sentamos en un banco del parque mientras Clarisse me contaba la historia. Yo no estaba demasiado preocupado por volver a la escuela. La Sra. White asumiría que estaba en la enfermería y me habrían enviado a casa, y en el sexto periodo me

tocaba clase de carpintería. Y el Sr. Bell jamás tomaba asistencia.

—Es la mejor clase de la vida —Los hijos de Hefestos se llevaron una mano al pecho fingiendo estar dolidos de que no la tomara.

—Creo que Leo le pego mucho de él a sus hermanos —susurro Piper a Annabeth que estaba a su lado y esta río porque era verdad.

—Escucha Percy, no puedes saltarte la clase de carpintería, jamás —Leo le dio una reprimenda pero Percy estaba muy concentrado en no dormirse como para tomarlo enserio.

—Ya Leo, deja al niño —medio gruño Jason y Leo le vio ofendido de que defienda a Percy.

—Me dueles chispitas —rezongó y fingió irse dolido con él. El rubio suspiro, su amigo era difícil, ya después hablaría con él por lo pronto siguió con la lectura.

" Así que vamos a ver si lo entiendo", dije. "te llevaste el auto de tu padre para dar una vuelta y ahora es que no está"

—¡Es una carroza de guerra! —se quejó Ares haciendo que los que se estaban quedando dormidos pegaran un respingo incluido Percy.

—¿Ah, si? Pues aquí tienes agua para que la limpies —Poseidón le mando una bonita ola que lo mojo entero. Los demás solo le miraron somnolientos y mal, Percy se volvió a acomodar contra el rubio intentando no cerrar los ojos.

"no es un auto", gruño Clarisse. "¡es un carro de guerra!" y él me dijo que me lo llevará. Es como...una prueba. Se supone que debo traerlo de vuelta al atardecer. Sin embargo..."

Ares asintió aprobando lo dicho por su hija, aún estaba mojado y tal vez no se sectaria hasta que Poseidón así lo deseara. Afrodita se había alejado de él no quería arruinar su cabello por su culpa, además estaba interesada en sus hijos, hace poco había sabido de ellos pero solo lo que Ares le contó cuando los vio en batalla, el único momento en que podía verlos. Pero ella no podía verlos ni ahí porque sus luchas no estaban en medio de los enfrentamientos si no en otros lados.

"Tus hermanos lo robaron."

"Así que me robaron el carro y me persiguieron hacia afuera con los pájaros que tiraban flechas."

"¿Las mascotas de tu papá?"

Ella asintió con la cabeza tristemente. "Guardan su templo. De todos modos, si no encuentro el carro. . . "

—Simplemente no habrías pasado la prueba, tus hermanos habrían traído el carro de vuelta —Ares desestimó el tema como si eso ya hubiese pasado antes —Ellos son la prueba en si, pruebo que tan fuertes son, como hacen sus estrategias, con que fortalezas cuentan y si superarían sus miedos. Puede que nunca haga estrategias como otras —miro a Atenea que solo alzo la mirada hacia él —Pero debo conocer a mis guerreros —

—Si, pero seguro le diste una terrible advertencia de lo que le pasaría si perdía tu preciado carro —rodó los ojos Afrodita —Por eso nacieron Fobos y Deimos, porque eso es lo que infundes a veces a tus propios hijos —regaño ella mirando a Ares que solo se encogió de hombros.

—Tienen que aprender que nada es fácil y que todo tendrá sus consecuencias, no puedo ser suave con ellos —se excuso el Dios y aunque los demás no lo quisieran admitir, debían darle la razón en eso. Ellos debían mostrarle a sus hijos a que no todo era fácil y que ellos debían luchar sus propias batallas solos, pero tal vez estar un poco más presentes tampoco los mataría.

Luke recordó las palabras de su padre la única vez que lo vio Debes recorrer tu propio camino aunque a mi se me parta el corazón recordó la mirada preocupada que tenía con cada cosa mala que leían que según haría. Su padre si lo quería ahora entendía que si no dijo nada sobre su destino quizá era porque era algo que se salía de sus manos, que era un terrible destino que se estaba labrando el mismo y que aunque Hermes se lo dijera, no lo podían cambiar. Por eso a su padre del futuro le dolía todo.

Parecía que estaba a punto de perderla, yo no la culpo. Yo había visto a su padre Ares enojado antes, y no fue un espectáculo agradable. Si Clarisse le

fallara, la reprimiría de una forma muy dura.

—Idiota —farfullaron las diosas que no creían que esa fuera forma de educar a su hija Ares solo miro al frente, cada uno los educaba en la medida que podía y los ayudaba a que fueran fuertes para el terrible destino que tenían. Él no se iba a retractar de eso Jamás.

Realmente dura.

"Yo te ayudaré", le dije.

Ella frunció el ceño. "¿Por qué? Yo no soy tu amigo".

—Puede que no, pero estas en una mala situación y no puedo dejarte así —dijo el pequeño Percy viendo a Clarisse. Él sabía de feos castigos, su padrastro se los daba y no quería imaginarse que podía hacer el dios contra ella si se veía que era peor que su padrastro.

Clarisse solo lo vio y asintió, si habían más persona en la que ahora confiara a parte de su novio. Esos eran Percy y Annabeth, porque a pesar de todo lo que pasaron y como les trato, ellos no se fueron de su lado. Claro esto a parte de sus hermanos.

Yo no podía discutir eso. Clarisse había sido mala conmigo un millón de veces, pero aún así, no me gustaba la idea de ella o cualquier otra persona recibiendo una paliza por Ares.

—Que se atreva a tocar un solo cabello de uno de sus hijos y vera —Afrodita sonrió dulcemente, lo que ella menos toleraba era que él impusiera castigos físicos a sus hijos y menos a una chica.

—Mis cazadoras bien podrían aceptar otro blanco móvil —Artemisa sonrió igual de dulce, Lina Adara que estaba ahí obligada por las otras cazadoras y Ares, contuvieron un escalofrío. Ser blanco móvil de las cazadoras no era para nada divertido.

Estaba tratando de encontrar la manera de explicarle a ella, cuando la voz de un chico dijo: "ah, mira. ¡Creo que ya está llorando!" Un sujeto como un adolescente estaba apoyado en un poste de teléfono.

—Mi niño —chillo Afrodita olvidando completamente lo de antes, escuchar que su hijo salía en la historia le emocionaba. Ares solo rodó los ojos, tenían cientos de años pero para ella seguían siendo sus niños.

Estaba vestido con unos jeans raídos, una camiseta y una chaqueta negra de cuero y un pañuelo sobre su cabello. Y tenía un cuchillo en su cinturón. Y el color de sus ojos eran como llamas.

—Debo hablar con ellos seriamente sobre esa vestimenta, aunque seguramente la pinta de chico malo le queda perfecta —Afrodita suspiro encantada mientras sus hijos parecían estar de acuerdo con ella, excepto Piper que solo frunció el ceño, no importaba la ropa que cargaran que molestaran a Clarisse le hacían feas personas o dioses a su percepción.

"Fobos." Clarisse apretó los puños. "¿dónde está el carro, perezoso?"

"¿Lo perdiste?" bromeó. "no me digas."

—Tengo que hablar con ellos sobre no molestar a sus hermanos —Afrodita suspiro como si fuera a regañar solamente a un par de niños de cinco años por una travesura.

—Son un verdadero fastidio cuando quieren —murmuró uno de los hermanos de Clarisse recordando que también se había topado con ellos cuando estaba fuera del campamento.

"Tú pequeño..." Clarisse sacó su espada apuntándolo, pero desapareció cuando ella se volvió y estrelló la cuchilla contra el poste de teléfono.

—Demasiado veloces —murmuró Ana viendo el libro con interés igual que Chris hijo de Marte, los romanos también hacían lo mismo. Ellos casi no trataban con dioses menores pero estaba visto que los Griegos sí que tenían contacto con ellos.

Fobos apareció en un banco junto a mí. Él se reía, pero se detuvo cuando le puse a Contracorriente en su garganta.

"Será mejor que nos regreses el carro", le dije. ""Antes de que me enoje."

Ares evitó darle una mala mirada al chico porque sabía que todos saltarian y que probablemente volvería a servir de blanco a las cazadoras de su medio hermana, algo que no quería repetir.

Afrodita solo hizo una mueca, no le gustaba escuchar que atacaban a uno de sus niños pero también le agradaba el hijo de Poseidón, además que sabía que este lo hacía por salvar a la hija de Ares. Lo que se le hacia muy noble , así que tenía sentimientos encontrados.

Él se burló y trató de parecer rudo, o tan rudo como puede estar un sujeto que tiene una espada bajo su barbilla.

"¿Ése es tu novio, Clarisse?" "¿tiene que luchar tus batallas?"

—¡No es su novio! —salto Chris bastante exaltado por lo que decían en el libro, se ganó una mirada irritada de Ares, una divertida de Afrodita y una de orgullo de Hermes.

—Aquí tampoco era tu novia aún así que shhhh —lo madaron a callar sus hermanos los Stoll, ganándose una mirada divertida del chico y una sonrisa maliciosa —Pero igual Percy no es el novio de Clarisse —terminaron de decir rápidamente. Su hermano sabía muchos secretos de ellos que podía divulgar si lo molestaban lo suficiente y no querían eso.

"¡No es mi novio!" Clarisse tiró su espada contra el poste telefónico. "Ni siquiera es mi amigo. Éste es Percy Jackson."

Algo cambió en la expresión de Fobos. Me miró sorprendido, tal vez nervioso. "¿el hijo de Poseidón?

—Si —contestaron tranquilamente todos menos Ares y su prole tanto griega como romana.

¿El que hizo enojar a papá?

—El que derrotó a su padre más bien —Poseidón sonrió orgulloso ante esto mientras Ares mascullaba por lo bajo algo de Pringaos hijos de papi que se las pagarían algún día.

OH, esto es demasiado bueno,

Clarisse. ¿Estás saliendo con un enemigo declarado?"

—No, ella no está saliendo con él pero él si está saliendo en la actualidad con otra que considera a papá como enemigo declarado —comento como si nada Tritón ganándose una mirada irritada de Atenea y un fuerte sonrojo de Annabeth. Él tenía sus rencillas con la diosa, ella en este momento no recordaba porque pero tenia el sentimiento de que era por algo que hizo, por eso perdió la amistad que tuvo alguna vez con el hijo inmortal de Poseidón.

¿Otro de sus malos planes tal vez? No lo sabia con exactitud pero algo dentro dolía, y mucho, su corazón se estrujaba ¿Por qué dolía? ¿Por qué Tritón estaba más enojado con ella que el padre de este? Las emociones humanas no la dejaban pensar con claridad.

"¡No estoy saliendo con él!"

Los ojos de Fobos brillaban de un color rojo brillante. Clarisse gritó. Ella dio un manotazo en el aire como si estuviera siendo atacada por insectos invisibles.

—Deberías decirle a tus niños que no sean tan crueles Afrodita —recomendó Perséfone pero después suspiro viendo que su esposo sonreía y que su hijo igual.

—Pero si son de mis sobrinos en segundo grado favoritos —sonrío de lado el dios del inframundo y Nico asintió, los demás sabiendo por donde iba la cosa solo rodaron los ojos. Claro que aquellos que sembraban terror y miedo serían sus favoritos.

Jason solo siguió leyendo mientras acomodaba a Percy que cada vez estaba más dormido que despierto.

"¡por favor, no!"

"¿qué estás haciendo con ella?" le exigí Clarisse regresó a la calle, blandiendo su espada salvajemente.

—Eso pudo ser peligroso —murmuró Jason interrumpiendose mientras Percy frotaba uno de sus ojos con su pequeño puño.

"¡Ya basta!" Le dije a Fobos. Saqué mi espada un poco más profundo en contra de su garganta, pero él desapareció simplemente, reapareciendo de nuevo en el poste de teléfono.

—Es el miedo mismo, no será tan fácil lastimarlo, además que heredaron la inteligencia de su madre —se burló Hefestos ganándose una mirada irritada de su hermano. Afrodita solo río por lo bajo. Aunque muchos que subestimaban a la Diosa no entendieron la gracia en esto.

—Afrodita es mucho más que una cara bonita —fue todo lo que les dijo Orión con los brazos cruzados, él mejor que nadie conocía a la diosa. Después de todo, había hecho que se enamore de una diosa que tal vez nunca tendría y lo había hecho con astucia.

—Gracias —sonrío ella y lo hizo más aún al ver como la diosa de la caza apretaba su arco Esos celos pensaba con diversión, aún podía hacer algo con esos dos. Ella aún tenía corazón, la diosa del amor lo sabía.

"No te pongas tan emocionado, Jackson ", dijo Fobos. "Sólo estoy mostrando lo que ella teme."

—Ese es su poder, puede que sean dioses menores pero nunca hay que subestimarlos —recomendó Frank, muchos de ellos siempre los subestimaban y ni templo les tenían, pero debían recordar que seguían siendo dioses (aunque menores) y que eran poderosos. Podían ayudar o destruir, si no se les trataba con el respeto debido. Muchos asintieron e hicieron nota mental de ello.

El brillo de sus ojos se desvaneció.

Clarisse se derrumbó, respirando con dificulta. "Tú", dijo sin aliento, "lo voy a conseguir."

—Debéis hacerlo, demostrarle que no puede contigo y superar ese miedo —hablo Zoé mirando a Clarisse esta la vio con los ojos entrecerrados pero asintió. Las cazadoras no eran de su agrado.

Fobos me miró. "Y tú Percy Jackson ¿a qué le temes? voy a averiguarlo, ya sabes. Siempre lo hago."

—Lo averiguó eso es seguro —susurro Annabeth mirando al pequeño Percy que se estaba rindiendo ante el sueño —Pero estoy segura que encontró la manera de sobre ponerse a eso —acaricio la mejilla de Percy, él siempre encontraba la manera de salir. Una nostalgia terrible le atacó mirando la dulce sonrisa que le dio el pequeño ¿Dónde estaba su novio?

"Regrésanos el carro. Traté de mantener mi voz. "Me enfrenté a tu padre una vez. No me asustas."

Fobos se echó a reír. "Nada que temer, más que al propio miedo, ¿no es lo que dicen?, bueno, déjame decirte un pequeño secreto, mestizo. Soy el miedo.

A más de uno le hizo recorrer un escalofrío por la espalda tal afirmación, sabían que él era el miedo y todos tenían al menos un miedo, pero enfrentarte al mismísimo Dios de ellos debía ser aterrador.

Si quieres encontrar el carro, ven y tómalo. Está al otro lado del agua. Lo encontrarás en donde están los animales salvajes, justo el tipo de lugar donde perteneces."

—Al menos es un avance ¿no? —trato de animar Hazel pero se veía tan nerviosa con los demás. Ella no sabía como actuaría si tenía que enfrentarse a ese dios ¿Cuál sería su peor miedo? No lo sabia, habían demasiados. Miro a Nico, tal vez perderlo a él y a los amigos que ahora había hecho. O quizá volver a morir sin haber hecho nada útil con su vida.

No fue la única que pensó en eso, Bianca miró al suelo con atención. Ahora tenía la inmortalidad pero ¿Qué pasaba si caía en batalla? Moriría ¿No? Y si así era ¿A dónde iría? ¿Su hermano sabría de su muerte? Bueno al parecer cayó más pronto de lo que deseaba porque no había ninguna ella del futuro ahí, entonces ¿Quién le dio la noticia a su hermano? ¿Qué habrá sentido cuando se lo dijeron? Un sentimiento de pesar se instaló en su pecho, más la culpa que empezaba a crecer.

Chasqueó sus dedos y desapareció en una cortina de vapor amarillo. Ahora tengo que decirte, he conocido a un montón de dioses menores y monstruos que no me gustan, pero Fobos se llevaba el premio. No me gustan los matones.

—No me gustan —murmuró el pequeño Percy aún luchando por no dormir y oír la historia.

Yo nunca había estado en la multitud "A" de la escuela, por lo que había pasado casi toda mi vida de pie frente a matones que trataban de asustarme a mí y mis amigos.

—Tampoco tengo muchos de esos —susurro Percy, en la nueva escuela nadie le quería y le había quedado claro desde el primer día cuando todos habían hecho grupos y el quedo excluido como si tuviera algo malo. Lo que si estaba llegando a pensar.

—Ahora tienes un montón —le susurro Belerofonte que era quien estaba más cerca de Jason y Percy, el pequeño solo asintió. Todos eran muy grandes en este momento para considerarlos amigos, pero si decían que lo eran les creía. Ojalá los tuviera cuando despertara.

La forma en que Fobos se reía de mí y en la que hizo que Clarisse se colapsara sólo con la mirada... quería enseñarle una buena lección.

—Debe aprender a no ser un matón como su padre —murmuraron algunos ganándose una mirada del dios pero nadie le hizo mucho caso, no querían su furia pero no podían evitar querer que esos aprendan a no meterse con ellos.

Yo te ayudaré Clarisse. Tenía la cara cubierta llena de sudor. "¿ahora estás lista, para ser ayudada?" le pregunté.

—Creo que ya lo estabas —dijo Katie quien estaba abrazada a su hermana Miranda y la líder de la cabaña cinco solo asintió.

Tomamos el metro, vigilando en caso de que hubiera otros ataques, pero no había nada que nos molestara. En nuestro camino, Clarisse me contó sobre Fobos y Deimos.

"Son dioses menores", me dijo. "Fobos es el dios del miedo. Deimos es el del terror."

"¿Cuál es la diferencia?"

Ella frunció el ceño. "Deimos es más grande y más feo, supongo.

—Eh, mis hijos no son feos —Afrodita se ofendió de que le digan así a sus hijos —Qué tengan pinta de rebeldes no los hace feos — Jason solo siguió leyendo para evitar alguna cuestión de opiniones entre la diosa y los semidioses.

Él es bueno en enloquecer multitudes enteras. Fobos es más, como personal. Él puede conseguir entrar en tu mente."

"¿De ahí es de donde proviene la palabra fobia?"

"Si" gruñó ella. "está tan orgulloso de ello. Todas esas fobias que llevan su nombre. Es un imbécil."

—Eso si no te lo puedo refutar, salió a su padre —comento como si nada la diosa del amor arreglando sus uñas. Ares sólo rodó los ojos y luego le lanzó una miradita, como de, seré un imbécil pero el imbécil que amas, ella río.

"¿Y por qué no quieren que conduzcas el carro?"

"Por lo general es un ritual sólo para los hijos de Ares al cumplir los quince años. Soy la primera hija en conseguirlo en mucho tiempo."

—Los demás la tuvimos menos difíciles porque no éramos los lideres de la cabaña, solo nos persiguieron los pájaros y uno de los gemelos —acotó Sherman y los demás que superaron esa prueba asintieron. Ellos solo habían enfrentado a Fobos o Deimos, no a ambos.

"Me alegro por ti."

"Díselo a Fobos y Deimos. Me odian. Tengo que regresar el carro al templo."

—No te odian, solo se divierten —se encogió de hombros Afrodita junto con Ares. Los demás comenzaron a cuestionarse si debían revisarle las cabezas a los dioses, tenían muy mal esos conceptos de diversión.

Hasta Zeus tuvo que hacer una mueca ante eso de que perseguirle hasta lastimarla o matarla fuera divertido. Tal vez era porque ya no era un dios y ahora si podía morir. Atenea y Hera solo miraban al frente sin decir o expresar nada.

"¿Dónde está el templo?"

"En el muelle 86. En el museo La Intrépida".

—Vaya ese museo es espectacular —murmuraron los hijos del Dios de la guerra al menos los que habían ido al menos una vez, ya fuera antes de comenzar su vida como semidios o después de esta.

"Oh", eso tenía sentido ahora, sabía lo que pasaba. Yo nunca había estado realmente en un museo que fuese una nave de guerra.

—Es fantástico verlo por dentro aprendes bastante sobre las naves que se utilizaron en las guerras, además de no solo de la guerra, también esta la parte marítima. Creo que deberías visitarlo —decía Annabeth mirando a Percy y los dioses se los quedaron mirando.

Ares tenía el ceño fruncido, por ahora su templo solo estaba en un museo de la ciudad de Nueva York y no era el que mencionaban ahí. Los dioses ladearon la cabeza sin reconocer el lugar del que hablaban.

—Mi templo no queda ahí —dijo Ares —Queda en El Metropolitan Museum of Art y eso es porque tiene una exhibición de arquitectura romana —frunció el ceño ¿Iba a conseguir un mejor lugar para su templo en el futuro?

—Pues ahora queda en el intrépida —señaló Clarisse. Al Dios le comenzaba a dar curiosidad por conocer el dichoso museo que decían ellos, sonaba bastante interesante en especial porque decían que solo era de guerra.

(N/A: Se pone lentes sin graduación y saca un papel del bolsillo —San Google reza así, el museo de la intrépida sirvió solo como un porta aviones hasta 1982 que se lo remodeló y se lo inauguró como museo, un museo flotante que nos muestra una innovación en conjunto de lo que son naves, áreas, marítimas, terrestres y del espacio. En cambio El Metropolitan Museum of Art fue fundado en 1870 y consta con al menos unas veinte exhibiciones de diferentes épocas y culturas, por eso me pareció el más propicio a mencionar, además que mostraban arte romano. Así que por eso tomé ese. Ambos son de Nueva York —se guarda el papel y se saca los lentes —Ya pueden seguir )

Probablemente había un montón de armas y bombas y otros juguetes peligrosos. Justo el tipo de lugar en que un dios de la guerra quiere pasar el rato.

El Dios de la guerra no podía esperar demasiado para ver ese lugar, ya ansiaba poder estar ahí. Lo malo es que seguro faltaba bastante para eso pero no interesaba, igual lo vería.

"Tenemos unas cuatro horas antes de la puesta del sol," adiviné. "Esto debería ser tiempo suficiente para poder encontrar el carro."

—Como siempre, todo es contra el reloj —comento por lo bajo Perseo para después bostezar. Artemisa ya había puesto su carro en automático así que la luna ya estaba en su lugar y por tanto era algo tarde. El sueño comenzaba a ganar terreno en todos.

Pero, ¿que habrá querido decir Fobos con "sobre el agua"?, recordé.

¡Estamos en una isla, por Zeus sagrado! ¡Podría estar en cualquier lugar!"

—Si pero eso no fue lo único que menciono —Shopia hermana de Annabeth se acomodó contra Malcom estaba durmiendose ya.

—Seguro ya se dará cuenta, no es tan despistado —El acaricio el cabello de su hermana y la cubrió con sus brazos para que no sienta tanto frio. Dos chicas más allá deseaban ser Sophia en ese instante.

"Dijo algo sobre animales salvajes –recordé- Pequeños animales salvajes."

"¿Un zoológico?" Asentí con la cabeza.

—Ya lo tienen —ánimo un legado de Juventus alzando su mano, el cuento estaba resultando bastante entretenido para todos pero era muy noche.

Un zoológico en el agua podría ser el de Brooklyn,

Los dioses se miraron entre sí, sabían perfectamente que no podía ser en Brooklyn los dioses menores no serían capaces de guiar a los semidioses a esa zona. Más les valía que no lo hicieran o podían desatar algo grande.

o tal vez algún otro...aún más difícil de llegar, con pocos animales salvajes. Un lugar donde

nadie pensase que podría estar un carro de guerra.

"La isla Staten" le dije. "tiene un pequeño zoológico."

—Y por fin su cerebro hace algo bien —se medio burlo Octavian la verdad su mente había estado dispersa aún recordando a esos tipos del libro y cuestionandose su propia persona y decisiones. Nadie le prestó atención a sus palabras por suerte para él.

"Tal vez", dijo Clarisse. "eso suena como el tipo de lugar donde Fobos y Deimos esconderían algo. Pero si nos equivocamos-"

—Esperemos que no sea así, porque no tendrán tiempo para ir a otro lado —hizo una mueca Aquiles aunque no estaba muy interesado en la lectura sino en Belerofonte que también restregaba uno de sus ojos igual que el pequeño Percy mismo que estaba cabeceando hasta hace un momento.

"No tenemos tiempo para estar equivocados".

—No, no lo tenían —dijo Thalia viendo al pequeño Percy que estaba ya dormido en las piernas de su hermano, mismo que ahora ladeaba la cabeza.

—¿Y que pasa después? —pregunto Leo interesado en lo que estuviera por venir pero Jason no seguía.

—No lo sé —frunció el ceño —El libro esta en blanco —Les mostro las páginas vacías con una mano mientras que con la otra sostenía a un Percy dormido.

—Pero hace un rato estaban las letras —Annabeth estaba tan confundida como Jason mirando el libro.

—Igual creo que ya es bastante tarde para seguir leyendo y que el cuento ya cumplió su cometido —indicó Lady Hestia mirando a Percy que ya estaba dormido igual que los más pequeños de las demás cabañas —Es hora de dormir —hizo un movimiento y los más pequeños desaparecieron excepto Percy.

—Jason —dijo suavemente Poseidón mirando al chico, se acercó a él despacio. Zeus solo miraba de lejos ¿Qué quería él con su hijo? —Me preocupa la estadía de Percy en la cabaña de hombres —

—A todos —añadió Anfitrite estando cerca de su marido, mientras los que estaban despiertos comenzaban a irse a sus lugares.

—Bueno si, a nosotros también —acomodo a Percy en sus brazos —Anoche tuvo una pesadilla con uno de nosotros —no quiso mencionar que fue con Octavian, el rubio le caía mal pero no al punto de querer ver como lo convertían en barbacoa.

—Si, me he enterado —miro discretamente a Apolo que se había enterado de esto por Will pero que ahora se hizo el desentendido del tema —Por eso quería preguntarte si deseabas ir a dormir a mi templo junto con él —

—Percy te tiene más confianza que nadie y tenemos que si no te tiene ahí pueda ponerse mal —señaló Orión antes de que el hijo de Júpiter replicará.

—Debes aceptar Jason, no todos los días un dios te invita a su templo —dijo Thalia —Además es de mala educación rechazar ofertas de los dioses —susurro a su oído, a lo que su hermano hizo una mueca. Él sabía que no podía rechazar lo que le proponían o el Dios se lo podía tomar a mal.

Zeus no intervino para nada, Poseidón nunca haría algo contra uno de sus hijos a menos que este le ofendiera, así que no debía preocuparse por ello. Pero igual algo dentro se sentía incómodo, tal vez porque sus hijos estaban acercándose mucho al Dios de los mares, tal vez el sentimiento de ser padre estaba creciendo y dolía que tus hijos no te quisieran. Y más, saber que era tu culpa.

—Esta bien, creo que es lo mejor —El rubio acepto y se puso de pie junto con Percy en sus brazos que seguía durmiendo apaciblemente.

—Gracias —sonrío el dios de los mares para después hacerlos desaparecer y llevarlos al templo.

Apolo por su parte vio a Perseo y le hizo el ademán de que ellos también debían ir para su templo. El chico no lo espero más y siguió al Dios.

Zeus vio a sus hijos alejarse y un sentimiento de soledad creció, nunca dejó que sus hijos se acercaran a él y ahora le estaba doliendo.

—Vamos, Hestia nos espera —murmuró Hera sacando a Zeus de sus pensamientos, este solo asintió. Atenea los siguió después de un momento, se había quedado en su lugar viendo como su hija se iba sin siquiera dirigirle la mirada. Ella había hecho lo mismo que Zeus con todos sus hijos, la alejo.

—Nico —Bianca trato de llamar a su hermano, este le dio una mirada indescifrable.

—Ahora no, Bianca —murmuró para después caminar hasta llegar a Will. Aún no estaba listo para afrontarla.

—Debes darle tiempo —comento Thalia viendo a Bianca, no toleraba lo que hizo con Nico pero ella no era quien para opinar sobre la vida de los demás —Ahora vamos a dormir —le hizo con la cabeza para que la siga, la chica miro por última vez hacia su hermano y luego la siguió.

—Esta será tu habitación —decía Anfitrite mostrándole una bonita habitación con dos camas a Jason, era como si estuviera dentro de un parque acuático con el techo de cristal y los peces paseando libres, solo que se veía que no había cristal, una fuerza mágica parecía retener a los peces lejos de la habitación.

—Es preciosa —acomodo a Percy en una de las camas junto con su peluche, noto que habían traído las cosas de él y estaban junto a la cama.

—Oh, hay que cambiarlo antes de que se duerma así —la diosa con un movimiento hizo que un grupo de peces desciendan de la parte del techo y se arremolinen alrededor de Percy, lo asearon y cambiaron de ropa por un pijama azul —Así esta mejor —

—¿Ya están listos para dormir? —pregunto Poseidón entrando a la recámara.

—Si —Anfitrite le sonrió —Es un pez angel —murmuró ella viendo a Percy dormir. Jason vio que sus cosas también estaban ahí y se dispuso a cambiarse.

Vio a Poseidón acercarse a Percy y besar su frente antes de meterse al baño ¿Eso es lo que hacían los padres con sus hijos? Se metió a bañarse con ese pensamiento, él nunca había sobrepensando eso de padres, el concepto le era extraño. Él no recordaba mucho de su madre y menos de su padre, a la que si recordaba con más claridad era a Thalia. Salió del baño ya cambiado, ya solo estaba Percy abrazado a su tiburón.

—Espero que no tengas pesadillas —murmuró e hizo lo mismo que Poseidón, beso su frente. Tal vez eso era lo que le pareció que Percy espero la noche pasada, tal vez su mamá le leía un cuento y besaba su frente antes de que duerma. El deseaba que su madre hubiese sido así.

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