N/A: Llevo siglos sin publicar lo sé, no, no voy a dejar la historia.
Sólo que me surgieron muchos problemas:
-Mi salud horrible.
-Mi celular estaba muriendo.
-Me hicieron plagio.
En eso se resume el porque no han tenido capítulo, en especial el último me hizo plantearme si seguir o no, pero aquí estamos.
Ya solucioné, casi todo lo de la lista, aún me estoy terminando de recuperar, así que espero terminar el capítulo largo pronto.
Att: La administración Kleopever.
Pd: ¡Jueves de Leyendo!
Y el almuerzo estaba yendo bien para algunos de los campistas y algunos dioses, para otros no tanto, como a la teniente de la cazadoras Thalia y a su acompañante Bianca. Ninguna de las dos había dicho nada en un buen rato, pero sabía que tendrían que comenzar a hablar.
—¿Quieres que empiece yo? —Rompió el silencio Thalia, Bianca sólo miro sus manos con fijeza —No pretendo decir que entiendo el porqué dejaste a Nico, nunca lo comprendere, el era tu familia de sangre, tu hermano. Pero entiendo todo lo que la caza te ofrecía, tentador, en especial para alguien que siente que no encaja en ningún lugar. Sólo te pediría que no lastimes más a Nico estando aquí —
—Yo no pretendía —Bianca hablaba con torpeza.
—No, se que no, pero a veces tus acciones tienen consecuencias y no son exactamente para uno mismo —Ella miro con tristeza a su hermano —Conozco a gente que esta pagando por el pecado de otros, no serás ni la primera, ni la última en cometer errores. Sólo pido que te esfuerces por tratar de no dañar a Nico en el proceso, de que cuando hables con él, sea para en serio llegar a algo, no sólo promesas vacías —Bianca se quedo callada tratando de procesar todo.
—Es que no entiendes lo que era mi vida antes de la caza, todo era
—¿Cuidar de tu hermano? ¿Mirar por tu hermano? ¿Qué tu hermano tuviera que ser tú centro de atención? Oh ya sé, que tenías que mirarlo a cada segundo, porque te toco crecer de golpe, te toco ser la madre que no tenía, mientras que tu no tenías vida ¿Es eso? —Bianca sólo la miraba —Créeme que se lo que se siente, que quieres huir dejando todo atrás, para tener que dejar de ser la presa y la niñera, pero al menos debiste esperar a que el supiera como cuidarse —Thalia se levanto y se fue.
Bianca sólo se quedó en blanco mirándola como se acercaba hacia Jason y lo abrazaba con fuerza. Algo dentro de ella se movió, se sentía mal por la decisión apresurada que tomo, debió esperar a asegurarse que Nico estaría bien, dejar su egoísmo de lado, pero no había vuelta atrás Como dijo Thalia, al menos debía hablar con Nico, arreglar las cosas y sanar algunas heridas en vez de abrir más.
Porque ella quería hablar con Nico desde el principio, pero quizá sólo para seguir argumentando cosas a favor de la caza y no del bienestar de Nico, solo hablar de lo que ella sentía, pero debía cambiar eso. Interesarse de nuevo por el bienestar de el antes que el suyo propio. No era una niña y ella debía entender eso, era la hermana mayor, la única que fue responsable de lo mal que le pasara a Nico de ahí en adelante, debía ser sincera: Sentía Rencor por Nico, por su padre, por encerrarlos ahí. Por eso se unió a la caza, para dejar a todos de lado y hacer su vida, sin embargo esa no había sido la mejor decisión.
Adentro de la sala el hijo de Hades seguía aferrado al pequeño cuerpo de Percy que sólo acariciaba con torpeza sus brazos, nadie había intentando separarlo de ahí.
—Hey, todo estará bien Nico —Trataba de asegurarle Will pasando una mano por su espalda —Sácalo todo —
—Yo... yo sólo era una carga Will, además hice que el prometiera algo imposible —Nico apenas se dejaba oír a través de la tela de la ropa de Percy, que como buen niño sólo seguía ahí balanceando los pies sobre las piernas de Nico sin decir nada.
—Hey, no, está bien, tu sólo querías que alguien la proteja, eres un buen hermano —Aseguro Hazel a su otro lado, Nico no contestó sólo siguió abrazando al pequeño Percy.
—No esta bien seguir molesto, es tu hermana —Susurro Percy —Si yo tuviera hermanos, creo que no podría estar molesto con ellos —Nico sólo lo oía sintiendo en sus brazos las torpes caricias del niño.
El tenía razón, no podía seguir molesto con Bianca y su idiota decisión de elegir cualquier camino que le alejara de él, eran cosas de ella. Porque incluso ahora seguía enojado, porque había decidido dejarlo de lado, cuando la busco ella decidió renacer ¿Por qué lo quería lejos? ¿Tan mal hermano había sido? Quizá le había cansado para todas sus siguientes vidas.
—Hey, traje comida —Frank había regresado con bandejas llenas de comida y bebidas.
—Vamos tienes que comer algo Nico —Will estaba ayudando a Frank con las bandejas igual que Hazel.
Nico respiró hondo limpio su rostro con sus mangas detrás de Percy y contemplo por un momento la espalda del pequeño, el conocía esa espalda pero mucho más ancha y grande ¿Cómo es que este niño escuálido se convertiría algún día en una de las personas que más admiraban todos? No lo sabía.
El niño giró levemente su cuerpo junto con su rostro, estaba sonriendo como si nada, como si Nico no hubiese estado presionando sus costillas causándole algo de daño, como si Nico no hubiese dicho algo incorrecto cuando estaban en medio de la lectura, el solo seguía ahí sonriendo tan bobamente como solía hacer siempre su versión mayor.
—¿Te encuentras mejor? —Pregunto el pequeño y Nico sólo podía seguir ahí mirándole estúpidamente.
—Vamos coman —Hazel comenzó a meter trozos de carne a la boca de Percy y Will estaba esperando del otro lado para dar de comer a Nico.
—Puedo hacerlo solo Solace —Gruño el hijo de Hades acomodando a Percy contra su cuerpo, este solo seguía comiendo lo que le dio Hazel.
—Tienes a un niño en brazos, así que no. Sólo di ahhhh —Will sostenía la cuchara cerca de su boca mientras sonreía de la cara amarga que el otro hacía —Vamos di ahhh —Insistió. Nico murmuró un insulto en italiano entre dientes antes de abrir la boca. —Eso es buen niño —
—Hazel, sostén a Percy ahora si te mato Solace —Nico le paso al pequeño a su hermana que sólo quedo impactada y luego vio como Nico salía corriendo detrás de un sonriente y asustado Will.
—¿Se siente mejor? —Pregunto Percy mirando a los dos correr.
—Si, el esta mucho mejor —Frank rascaba su cabeza con nerviosismo viendo como Nico atacaba con su espada a Will y este apenas lograba esquivar.
—Ahora tu, solo preocúpate por terminar de comer —Hazel hizo que dejara de ver a Nico y Will, lo sentó a su lado a que se dedicara a comer.
—¡Lo digo en serio! —Leo farfullaba por quinta vez aún comiendo de un tazón de guacamole —¡Tenemos que verificar su contenido! —
—Son cosas de Percy, sigo diciendo que no deberían meterse con eso —Thalia engullo con sus dedos un poco de pasta con salsa.
—Yo apoyo a Thalia, se lo dieron a él. Trata de calmarte con eso Leo —El latino estaba dando vueltas en su asiento mientras Jason hablaba.
—Es que en serio, si no se que hay dentro tendré pesadillas con eso. Esta consumiendo mi cerebro —Sonaba desesperado. La verdad, había intentando de todo por dejar de pensar en la mochila de Percy, pero simplemente no podía hacerlo, en cuanto sus ojos la vislumbraban la idea volvía a su cabeza, o con solo pensarla bastaba.
—Creo que te comiste demasiadas galletas, ya se te subió el azúcar —Recomendó Piper alejando el frasco de estas que se encontraba en la mesa.
—No se me ha subido nada —Leo exhalo —Sólo que es muy misterioso, eso suele atraer mi atención —
—Si y puede ser peligroso
—Por esa misma razón, un niño no debería tener esa mochila, Jason —Resaltó de nuevo ese punto el latino.
—Traten de convencerlo ustedes, yo me rindo —Jason dejo su servilleta sobre la mesa —Iré a ver a los otros y a Percy —Salió de ahí.
—Leo, sólo céntrate en algo más —Recomendó Annabeth que había estado callada mientras ellos se debatían en ese duelo mortal por la mochila —Tienes inventos que ni has terminado por eso mismo, además pensé que seguirías preocupado por lo que se te había perdido —
Leo se la quedo viendo quizá demasiado pensativo ¿Qué era lo que había perdido? Era algo importante, bueno no mucho si es que ya no lo recordaba, pero que era. Annabeth tenía razón necesitaba centrarse en otra cosa que no fuera la mochila. Sus dedos se movieron inquietos entre las piezas que sostenía entre sus manos, las tuercas se retorcían, los cables cortaron un poco sus dedos de lo rápido que los paso entre ellos, pronto estaba haciendo algo nuevo.
Teseo por otra parte estaba teniendo de los almuerzos más incómodos que había tenido en su no vida y porque no, su vida anterior, porque Perseo estaba prácticamente asesinando el bistec que estaba en su plato y él e Hylla, sólo podían observar. Se sentía peor que cuando se reunió con Hipolita y las demás Amazonas para ver lo del cinturón con Hércules, y eso que el castaño se la había pasado osco con todos, porque ninguna de las presentes tenía intensión de prestarle atención en aquella ocasión.
—Perseo, el filete ya está muerto —Hylla hablo de forma amable, el dejo de cortar y miro con fijeza su plato, aquello era peor que verlo cortar la carne.
—Esta algo duro, es todo —Se excusó levantando la vista, sus ojos azules estaban prácticamente oscurecidos, sus labios sonreían, pero Teseo no encontraba ni rastros de felicidad en su rostro.
—Pruébalo esta muy bueno —Ánimo Teseo extendiendo su mano con un trozo de su propio filete. Perseo miro el pedazo aún sin emociones antes de abrir la boca, fue entonces que pareció relajarse.
—Tienes razón, lo esta —Se comió todo lo que el ofrecía con buena cara y hasta sonreía. Hylla sólo los miro con una ceja alzada un buen rato.
—¿Y desde cuando son amigos? —Trato de indagar un poco en sus vidas.
—Muchos siglos ya, supongo —Perseo se limpió un poco la boca con la servilleta y miro a Teseo que estaba comiendo —Recuerdo que este zoquete estaba dormido junto a un árbol —
—Me gusta tomar una siesta después de entrenar —Teseo se encogió de hombros.
—Si justo el árbol en el que me gustaba últimamente recostarme también y nos pusimos a pelear por eso —Se encogió de hombros Perseo.
—Yo llevaba más tiempo, así que el árbol era mío.
—Estaba en los terrenos del castillo para los hijos de Zeus, era mío
—De hecho es mío —Termino de decir Teseo —Porque sigo echando la siesta ahí.
—¿Cómo puedes reconocer ese árbol de los demás? ¿No son todos iguales? —Se metió Hylla.
—Instinto —Contestaron los dos para luego reír.
—Ah, creo que alguien te espera allá Teseo —Hylla señaló hacia lugar incierto mientras miraba de reojo a Perseo que apretaba los cubiertos en sus manos mientras el buen humor lo abandonaba.
—¿Dónde? —Teseo volteo buscando a dónde ella señalaba.
—Quien sea tendrá que esperar hasta después —Perseo jalo a Teseo que pretendía ponerse de pie —¿Verdad? —
—Eh, si —Se saco la mano de Perseo de la cintura. Hylla sólo sonrió enigmática.
—Igual debí confundirme y no era nadie —Ella bebió de su jugo mirando a Teseo que sólo miro a la mesa.
—Si me van a secuestrar al menos denme de comer —Se quejo Luke que estaba atado a una silla.
—El trato es simple Luke, te daremos de comer cuando hallamos obtenido lo que queremos —Comenzó a decir Connor que estaba sentado abrazando el respaldar del asiento.
—Y lo que queremos, es que nos digas...
—¿Cómo se conquista a una hija de Demeter? —Hablaron al mismo tiempo.
Luke se los quedo mirando en silencio, ellos hicieron lo mismo, el único sonido que se escuchaba y rompía el mágico silencio de la habitación era el rugido del estomago del rubio.
—¡Y yo como voy a saber! —Luke se movía tratando de soltarse de la silla, maldecia la hora en la que les había enseñado tan bien a hacer nudos.
—¡Saliste con muchas hijas de Demeter! —Brinco Travis caminando de un lado a otro.
—Tanto que te llamaron jardinero ese año —Connor exhalo y se dejo hacer hacia delante en la silla.
—¡Y también saliste con las de Afrodita!
—¡Y una de Ares!
—Y ni que decir con la resulto de Némesis y se fue con las cazadoras.
—Bien, he salido con muchas si, pero no pretendan que me acuerde que les gusta —Luke dejo de forcejear y dejo caer los hombros —¿Ya intentaron decírselos? —
—Si, planeamos una cita y todo —Travis paso sus manos por su rostro con desesperación.
—Pero cuando estábamos por decírselos, atacaron los insectos —Connor levantó la cabeza, se veía abatido.
—Ya lo intentamos todo, bromas para que nos miren.
—Chistes para hacerlas reír
—Molestar a sus hermanos
—Celos con las hijas del amor
—Chismes sobre que tenemos pretendientes
—Ah si, todo —Luke los miro como si estuvieran locos —Quizá sólo deban ser ustedes y denme de comer —Se movio en la silla una vez más.
—No, eso no funcionará —Connor se levanto y camino con su hermano.
—Ser uno mismo nunca funciona —Negó con la cabeza Travis.
—Entonces fijan ser alguien más, pero ya sueltenme —Luke junto con la silla dieron contra el suelo.
—No, eso tampoco funcionaría, sería muy agotador —Travis seguía caminando con expresión pensativa.
—Si, eso de tener que fingir todo el tiempo no es útil ¿tienes algo más? —Connor se agachó a ver a Luke.
—Hambre —Gruño molesto —Si no van a aceptar consejos, hagan lo que quieran, pintense el cabello y griten su nombre a todas voces cantando su amor, o corran desnudos, pero sueltenme y déjenme ir a comer —Los ojos de los hermanos se iluminaron.
—¡Eso es! —Los dos sonreían mucho —¡Gracias Luke! —Salieron de ahí corriendo.
—¡Ey! ¡Ey! ¡Eeeeeey! ¡No me dejen aquí! —Luke trataba de sacarse las cuerdas —Hermanos idiotas —Pego su rostro al suelo.
—Hey ¿Quieres ayuda? —Hablo una voz infantil a un lado de él.
—Hal, si por favor —Aceptó de inmediato, el niño lo ayudó a sacarse las cuerdas de encima y pronto se pudo mover libremente.
—¿Quieres algo de comer? Aún tengo sándwiches —Le mostro la bandeja.
—Gracias, no muchos me habrían ayudado
—No hay problema, pero ¿Por qué tus hermanos tenían cara de locos?
—Esperemos nunca saberlo
—Ok —Se quedaron en un silencio un tanto incómodo hasta que Luke terminó de comer el sándwich —¿Vamos a la lectura? —El rubio asintió.
Percy estaba corriendo por la sala acelerado una vez que había terminado de comer y Nico se encontraba bien, así que ahora tenía tiempo para explorar. O al menos eso creyó hasta que un par de brazos bronceados lo atraparon antes de que se acercara demasiado al trono de Hefestos que siendo el dios de las fraguas no es que su trono estuviera muy frío qué digamos.
—Vamos, la lectura seguirá pronto —Tritón lo levantó del suelo y lo cargó en brazos. No lo iba a admitir, pero había estado vigilando al niño una vez que los otros jóvenes le habían dejado en libertad y viendo que el rubio que siempre lo cuidaba tampoco estaba, así que el lo estaba mirando.
—¡Triii! —El dios mensajero casi gruñe por ese sobrenombre, pues era la forma en el que el tarado de su otro medio hermano le solía llamar y de verdad le molestaba porque el tenía un oído finísimo, por lo que ese sonido le irritaba —¡Vamos a jugar! —
—Si, si, pero en el trono con tus juguetes —Le hizo cosquillas, no podía molestarse con el niño y menos gruñir, eso sólo lo espantaria haciendo que llorara. A nadie le gustaba verlo llorar, bueno, no al menos a los que el chico le importaba.
—¡Siiii! —Percy se dejó llevar más que feliz hacia el trono de Tritón que era el que prácticamente habían estado usando todos desde que llegaron ahí para sentarse.
Tritón lo sentó ahí con muchos juguetes, Percy se veía tan feliz con ellos saltando en el lugar y haciendo que todo flotará o volara, como si no hubiera nada más importante que sus juegos y monerías en ese momento. Le recordó tristemente a Palas cuando era pequeña, saltando y brincando entre los pastizales, recogiendo flores para llevárselas a él.
—Son preciosos a esa edad ¿Verdad? —Su madre casi hace que grite, paso sus manos por sus hombros y recostó su cabeza a uno de sus lados.
—Lo son —Admitió sin mirarla —Pero es molesto que mi padre te engañara de nuevo —Ella sólo sonrió.
—Es algo que ya he aceptado con los siglos, no puedo enojarme con ellos Tritón —Miraba al niño que jugaba con algunas piezas de madera y las figuras de agua que creará Tritón para él —No tienen la culpa de lo que haga tu padre, además tienen suficiente con el destino que les tocó —Soltó a su hijo.
Tritón sólo podía quedarse ahí mirando a su madre que ahora estaba haciendo burbujas de agua para Percy, de verdad que tenía que ser la diosa de las aguas tranquilas para no enloquecer cada vez que su padre salía con un nuevo noviazgo. Pero al menos ella sabía que su padre siempre volvería con ella, no importaba lo que pasara siempre la haría feliz, siempre la amaría a ella también, tal como amo a la mayoría de las madres de sus hijos.
—¡Mi paciente bebé! —Apolo interrumpió la bella escena que se estuviera dando, haciendo que Tritón gruñera. El Dios del sol sólo lo quedo mirando.
—¡Señor Apolo! —La respuesta de Percy los hizo distraer, tenía los brazos abiertos como esperando un abrazo de parte de Apolo, mismo que no rechazo la oferta.
—Hueles divino —Alabó el dios, de verdad que necesitaba abrazarlo y engañar a su mente diciéndole que ese pequeño ser estaba bien, que su yo mayor estaba a salvo. Lo necesitaba para su cordura y poder seguir fingiendo delante de todos.
—No huelas a mi hermano —Gruño Tritón por lo bajo, lo que sólo hizo que una sonrisa divertida aparezca en los labios del otro dios. Como le gustaba la manera en el que el pequeño se estaba robando los corazones, en especial del gruñón de su hermano, era encantador.
—Si, si, no olerlo —Lo estrecho más contra su pecho, no le importaba si apenas cabia e sus brazos, igual el niño se aferraba a su camisa más que feliz por el afecto.
—Como que ese abrazo ya duró demasiado —Orión llego a lado de Apolo y retiro a Percy de sus brazos, el dios se lo quedo mirando indescifrable ¿Cómo osaba robarse a su paciente bebé? ¿Es que acaso no le bastaba con acaparar la atención de Artemisa? Parecía que no, que descarado se estaba volviendo Orión.
—Ya ve a tu lugar Apolo —Artemisa hablo detrás suyo, el volteo a verla y sonrío, ella rodó los ojos adivinando lo que su hermano quería. El dios la abrazó con fuerza, ella sólo miro hacia arriba dejándolo ser.
—Bien ya váyanse los dos —Gruño Tritón quitándole al niño a Orión y dejándolo con Anfitrite quien lo recibió gustosa.
