N/A: Saludos a aquellos que llegue a leer esto, si pareciera que la broma de la cancelación del capitulo anterior se hubiese vuelto real pero no lo fue, sólo era una broma.
No fue el mejor año para mi, creo que para muchos el año pasado no fue el mejor año.
Volvieron a borrar el libro en wattpad, no creo volverlo a intentar ya tres veces ya debo aprender ¿no?
No sé si continúe el leyendo raro de la casa de Hades porque perdí como cuatro capítulos debido a la cuenta cerrada.
Apenas estoy comenzando a escribir de nuevo.

Entiendo si me odian por la demora de casi un año, espero volver con un capítulo más largo que esto pronto si Hades y Thanatos me lo permiten.

Una disculpa enorme para todos.

Además Fanfiction también me está odiando.

Me iré a una esquina a llorar. :c

Perseo se sentía inquieto ahora que no se encontraban en la sala, Teseo de doce estaba mortalmente callado lo cual preocupaba a su amigo. No habia dicho una sola palabra desde hace rato, lo que preocupaba puesto que no se había callado ni por un segundo antes.

—¿Pasa algo? —Inquirió viendo que el pequeño Teseo ni siquiera estaba comiendo dulces a montones como suponía que haría puesto que amaba las cosas dulces.

—Nada —Teseo miro de nuevo al resto de chicos en el campamento, luego miro a Perseo que no perdía ningún movimiento suyo —Nunca he estado con tanta gente —

—¿Te preocupa eso?

—No, sólo no estoy acostumbrado aún así me parece lo mejor que me ha pasado.

Perseo se lo quedo mirando aun más, Teseo estaba sonriendo viendo toda la gente a su alrededor, ahora es cuando recordaba que el vivió entre mucha gente pero todos eran sus sirvientes más que nada. Había sido una vida tan solitaria que por eso mismo Teseo no pudo esperar mucho para salir al mundo y conocer a más y más gente.

Quizá lo que hacía Teseo era tratar de llenar el vacío que tuvo en su niñez, esa falta de afecto que decidió llenar creándose grandes historias siendo el héroe de todos para que lo miraran, para que al menos le prestaran atención por un instante.

—Algún día todos sabrán mi nombre y no estaré solo —Murmuró Teseo comenzando a comer.

—¿Y cómo lo harás? —Perseo quiso saber ahora un poco más sobre esa vida de la que su amigo ya grande no hablaba casi nunca.

—¡Pues cazare muchos monstruos! ¡Seré un gran héroe! —Sus ojos brillaban —Y entonces, entonces papá me reconocerá y mamá me verá —Cada vez fue bajando más la voz y el brillo desapareció de sus ojos.

—¿Quieres que tu padre te vea?

—El real... se que el que tengo ahora me quiere pero sigue sin ser mi papá —Murmuró bajito como si no quisiera ser oído.

—Te aseguro que los dos te aman.

—¿Entonces porque sólo ahora me ha traído con él? Esta avergonzado de mi por no ser alguien respetable, porque mi nombre no es reconocido, no soy nadie ahora —Seguía murmurando mientras se seguía encogiendo en su asiento.

—Bueno, el te estaba protegiendo seguramente, eso es lo que hacen los padres se aseguran que sus hijos estén a salvo —Perseo trataba de animarlo pero el mismo sabía que algunos dioses no hacía eso, para ejemplo estaba Zeus que sin importar nada iba por ahí diciendo quienes eran sus hijos aunque eso sólo acarreaba enemigos para ellos.

—¿Protegerme de que? —Teseo lo miro con cierto enojo y resentimiento, Perseo se recordó que a esta edad Teseo aún no quería a Poseidón, quizá aún ni se había presentado ante él pero seguro Teseo ya sabía quien era su padre divino.

—De peligros más allá de los que puedas imaginar —Acaricio con delicadeza su mejilla, Teseo lo vio más molesto porque eso no contestaba su pregunta.

—Este es un sueño terrible —Perseo se quedó en silencio tratando de comprender que quería decir Teseo porque esto claramente no era un sueño. El chico se levantó de su asiento, era molesto que sus demás preguntas fueran contestadas mientras que las que más le interesaban quedarán sin contestación.

Más allá Aquiles parecía tener las cosas un poco más fáciles, Belerofonte ya no hacía preguntas sobre todo sólo se había quedado admirando todo el lugar como si nunca hubiese visto algo tan hermoso como aquello, Aquiles se comenzó a preguntar que clase de vida tuvo Belerofonte antes de ser Belerofonte en sí, ahora se llamaba así mismo Hiponoó.

—¿Nunca habías visto un lugar como este?

—Claro que si, pero sólo por la ventana del palacio —Explicó comenzando a perseguir a algunas mariposas antes de caer al suelo y golpearse.

—¿Estás bien?

—Si, lo estoy sólo he tropezado con una roca —Se sentó en el pasto y miró sus rodillas raspadas, Aquiles se lo quedo mirando igual que antes en el salón de los tronos también se había caído y levantado sin hacer mayor escándalo como si fuera habitual para él.

—¿Quieres que ponga otra bandita? —El chico lo miro y negó con la cabeza.

—¿Sabes? Es vergonzoso que un príncipe no pueda valerse por sí mismo —Aquiles se quedó con las manos en los bolsillos donde buscaba las banditas —Soy la vergüenza de mi reino —Admitió y Aquiles no supo que decir —Por eso no puedo salir más allá de las puertas del castillo, la desgracia me persigue sin remedio —

Aquiles quería decir que no, pero desgraciadamente el pequeño Hiponoó no estaba muy lejos de la verdad recordaba por historias antiguas que debido a una desgracia misma fue que Belerofonte llevaba su nombre y no con el que nació.

—Señor ¿Le pasa algo? —El rubio salió de su desconcierto el daría lo que fuera porque Belerofonte no pasará por lo que iba a pasar en un futuro no muy lejano para el chico que estaba delante suyo.

—Nada, nada, sólo querría decirte que a pesar de todo te aseguro que tendrás una buena vida en algún momento —El habría añadido una larga y buena vida, solo que sería mentir pues Belerofonte no había disfrutado mucho de esa buena por lo que sabía y más que demoro bastante para tenerla.

—¿Usted cree que me pueda convertir en un héroe como el chico del libro? —Sus ojos se iluminaron por un momento y Aquiles sólo pudo asentir no podía decirle que de hecho se metería en tantos líos como el chico del libro, tanto que por eso su vida acabaría con prontitud —¡Espero que tenga razón señor! ¡Quiero ser un gran héroe! —Se levantó del suelo limpiando su ropa.

—Y lo serás —Acaricio su cabello castaño haciendo que sus rizos brincaran un poco, cuanto quería proteger ese brillo en sus ojos, que nunca se apagara pero para su amigo Belerofonte ya era tarde su destino ya estaba escrito en piedra al menos en los recuerdos de este pequeño chico.

—Un nuevo futuro —Susurró Aquiles esperando que su amigo cambiará de decisión, si el lo hacía prometía que mientras estuvieran juntos vería que Bel tuviera un destino feliz y una larga vida.

Thalia estaba enfrascada en sus propios problemas en este momento como para notar que Jason se habia sentado a su lado y observando las fotos que ella le había intercambiado a Leo por otras de él mismo.

—¿Soy yo? —La voz de su hermano la sacó de sus pensamientos y le dio un susto.

—Skata Jason —Se quejo arrugando un poco las fotos en sus manos, miro hacia él notando que su mirada aún estaba en las fotos ella se sonrojo y las metió en su chaqueta.

—¿Por qué tienes fotos mías?

—Eso es un secreto de estado.

—Son mis fotos.

—Eres mi hermano ¿No tengo derecho a tener tus fotos? —Lo vio con una ceja alzada el estaba más sonrojado que ella.

—En esa foto tenia la cara sucia de tierra, no tienes derecho a tener esa foto de mi.

—¿Qué? ¿El pequeño Jason tiene miedo de que publique la foto en alguna parte? —Quiso molestarlo un poco y olvidar el huracán de emociones encontradas que comenzaba a sentir en su interior.

—No, por supuesto que no —Se sonrojo más —Sólo es vergonzoso que la tengas —

—¿Y? Tu tienes aun una foto en la que estoy riendo con la boca abierta —Lo miro y el sonrió metiendo la mano en su pantalón, saco la foto que tenia de ella.

—Por cómo iban las cosas, comencé a creer que esto sería lo único que siempre tendría de ti antes de morir espantosamente —Miro la foto de ella riendo a carcajadas con Luke y Annabeth.

—Recuerdo la foto, fue poco antes de la catástrofe, era uno de esos pocos días buenos en donde pensamos que podíamos contra todo —Miro la foto con añoranza, ahí de verdad creían que podían ser felices con su pequeña familia, una que al final no sobrevivió por más que ella lo quiso.

—Hey, esta bien Percy y las moiras dijeron que tendríamos un mejor futuro —El trataba de sonar optimista pero estaba perdiendo un poco las esperanzas con eso de que no habían vuelto a ver a Percy después de ese mensaje Iris y de sólo pensar en como estaría en aquel lugar lo hacía estremecerse del enojo de no poder haber hecho más.

—Si, uno donde te veré crecer como quería —Trato de hacer a un lado todas sus emociones y concentrarse en que Jason estuviera bien —Y tendré más fotos vergonzosas para mi colección —Se levantó de ahí, Jason algo aturdido fue detrás de ella.

—Espera, que colección ¿Tienes más de esas? Thalia contéstame, Thalia —Comenzó a seguirla ella sólo sonrió mientras fingía no oírlo.

Nico los miro al pasar antes de seguir molestando a Hazel que tampoco quería admitir que es lo que había estado hablando con Thalia y Leo al momento de salir, peor que es lo que le había pasado a Will con tanto misterio.

—¿Qué tanto te secreteaste con Will? —Miraba a su hermana que estaba ruborizada levemente, ella meneó la cabeza sacudiendo su cabello.

—Nada, nada, debo irme ahora —Ella sonrió misteriosa antes de irse con una pequeña caja entre sus manos poniendo a salvo su pequeño secreto, Nico la siguió con la mirada ella actuaba extraño y no era la única.

—Déjalos no te dirán —Nico miro a Frank que comía tranquilamente, este le miro de vuelta —¿Qué pasa? —

—¿Tu sabes lo que hay en la caja? —Frank se encogió de hombros dejando de lado su plato de almuerzo.

—Puede que si puede que no —Bebió de su jugo mirando a Nico, esta mañana estaba un poco diferente al resto de días quizá un poco más animado o quizá estaba volviéndose mejor en guardar sus emociones para el mismo no lo sabía, pero estaba distinto.

Nico se levantó de golpe viendo que tampoco tendría información de parte de Frank, extrañamente le agradaba el grandote aunque podía sentir que el aún tenía un camino que recorrer igual que el mismo. Miro a los demás podía sentir ligeros cambios en el ambiente desde ayer con todo eso de ser niños, no le dijo a nadie y es posible que todos lo notarán de igual forma.

Nico tenía un vivido recuerdo de su madre, podía ver su rostro sonriente hacia él igual que el de su padre y su hermana Bianca, era un recuerdo real, un momento que ahora estaba instalado en su mente y corazón, algo que no quería que se borrara por nada del mundo. Un recuerdo como los que casi nunca tenía, uno feliz, de una época mejor que la que llegó después.

Si la vida de niño para muchos fue más sencilla que las que tenían ahora, para otros sólo traía recuerdos amargos llegando ahora el presente como para Polux que sólo podía extrañar aún más a su gemelo Castor, él era muy consciente de que debía seguir adelante que no tenía que aferrarse a ese dolor sólo que era muy difícil sacar ese sentimiento de soledad cuando lo habían recalcado tanto.

—Hey ¿Estás bien? —Dakota se sentó a su lado palmeando su hombro Polux sólo fingió una sonrisa el no quería amargar la vida de los demás así que hizo lo que la mayoría de los presentes sabía hacer demasiado bien fingir.

Fingían que todo estaba bien, fingian que eran felices, fingian que podían llegar a creer en vidas felices, fingian que un mundo de emociones no estaba por devorarlos en cualquier instante, fingian que la falta de algunos de ellos no los afectaba porque era más fácil fingir delante de todos que expulsar aquello.

Siempre era más fácil fingir y echar la culpa a los demás que en uno mismo, eso era lo que pensaba Luke. El podía verlo en las caras de todos, el siendo hijo del dios de las mentiras se daba cuenta que la calma que sentían no podría permanecer para siempre porque al final por más que fingieran estar tranquilos como semidioses nunca lo estarían.

—¿En que piensas? —A Luke le sorprendió un poco la voz de Chris a uno de sus lados pero se calmo rápido.

—En todo lo que pasó ayer, no puedo olvidarlo —Se lamio los labios, sentía un gran vacío en su interior en este momento.

—Fueron momentos felices, lo malo es que no duran —Admitió Chris, Luke asintió.

—¿También lo has sentido?

—Por más que queramos una vida tranquila y feliz, no podemos fingir toda la vida lo que pasa en el interior.

Se quedaron en silencio contemplando como la mayoría de ellos reían comiendo con los demás, como otros sólo fingian felicidad para no preocupar a los demás.

—Y dime ¿Cuándo dejaras de fingir ser el malo? —Chris lo miro directamente y Luke apretó los labios.

—Nunca quise tener ese papel, se que mi yo del libro tiene ideas equivocadas, yo nunca haría lo que el hizo sin tener razones.

—¿Y cuáles serían esas razones?

—Creo que... —Suspiro —Creo que estoy convencido que los titanes nos tratarían mucho mejor de lo que lo han hecho los dioses, sabes como han sido con ellos —Habló aun con resentimiento hacia los dioses, no importaba como se comportaran aquí aún recordaba muy bien como lo había abandonado a él y a sus amigos, como tuvo que luchar para sobrevivir sólo para que Zeus dejará morir a Thalia.

—Si, lo sé y por mucho tiempo entendí lo que tenías en mente, nunca nos ayudaron, dejaron que nos abarrotaramos en una cabaña todos sin derecho a elección. O nos mandaban a luchar en su nombre según ellos ¿Para qué?

—Eso mismo ¿Para qué? Ni siquiera nos veían cuando hacíamos eso Chris.

—Si y te creí por mucho tiempo, pero ya entendí para que luchamos.

—¿Para qué?

—No luchamos por los dioses, no luchamos para los titanes, Percy aunque no quiera nos enseñó que luchamos para nosotros mismo —Señaló a todos los demás —Para estar tranquilos, para que los demás no tengan que tener tantas luchas y para que todos tengamos un lugar, para eso luchamos contra Cronos y los peligros venideros —

—Pero son ellos los culpables.

—Y nadie les está quitando eso, sólo buscamos que el campamento sea un mejor lugar para nosotros mismo y un mundo mejor para los demás semidioses que aun van a llegar —Miro a Luke y termino de comer —Piensa en eso —Se fue.

—Un mejor lugar es lo que también deseo —Murmuró Luke para si mismo —Sólo que esa voz no será quien no los de eso es seguro —Frotó sus sienes tenia que alejar a esa voz en su cabeza que lo volvía al punto del principio ¿Cómo matabas a esa voz que te decía que los dioses eran el mal del mundo? ¿Cómo le decías a los demás que ese murmullo se volvía más fuerte? No podía lo creerían loco.

Aunque claro Luke no era el único que estaba creyendo volverse loco, ni al único que todo lo de ayer le comenzó a revolver las ideas a Octavian sus recuerdos vagos del día de ayer lo estaban enloqueciendo. Cada que el cerraba los ojos podía ver una mano pidiendo su ayuda mientras decía que era su amigo, sólo podía ser del día de ayer puesto que el no tenía amigos cuando era niño ¿Quién quería juntarse con él rarito que hablaba de dioses romanos y al que su abuela cuidaba? Nadie, porque los niños normales tenían padres preocupados por él no como él.

Él sólo tenía a su abuela para enseñarle del mundo y todos los peligros por los que correría, a su abuela y a Apolo, no había nadie más para ayudarlos a llegar a la cima una vez que estuviera ahí los demás verían su error al subestimarlo.

—Pagaran —Dijo así mismo olvidando a Reyna y sus consejos, porque el no necesitaba consejos de nadie pues el seria quien mandara ¡Él sería el pontífice máximo! Alguien a quien debían respetar aunque no quisieran, sería el héroe en esta historia no Reyna, o Jason, él sólo él.

Reyna sólo podía observar como la actitud de la mañana de Octavian desaparecía, aún así ella no se rendiría así como veía que Thalia y Annabeth no se rendían con Luke en el libro aunque fracasaron varias veces en el intento. Porque ella sabía que si había alguien con quien pudiera comparar a Luke era Octavian, los dos se parecían mucho ambos querían poder lo malo es que ambos estaban usando el mismo camino uno en donde no acabarían bien.

Puede que Reyna no se llevara tanto con Octavian como hacían Thalia y Annabeth con Luke, pero aún así seguía siendo de los que estaba bajo su mando ella no iba a dejar ir a uno de los suyos tan fácil no ahora que sabía que alguien estaba luchando una batalla más grande.