No Juegues con Fuego
Summary: porque te puedes quemar. "Él" está aburrido... ¿escribir cartas de amor a una pelirroja por simple diversión¿y que sucede si te terminas enamorando? No juegues con fuego... porque te puedes quemar. Lily y ¿...?
Capítulo 02¿Qué sucedió?
No había prestado mucha atención a las clases. Por primera vez… Lily Evans se había dado el gusto de no prestar atención a lo que estaba diciendo la profesora McGonagall en los cuatro años que había cursado Hogwarts (este era su quinto año ahí). Pero sinceramente, y aunque pusiera toda su voluntad (aunque no mucha, ha decir verdad) no le disgustaba no prestar atención. Sino, seguía releyendo mentalmente cada una de las palabras que estaban impregnadas en le pergamino que había recibido el día anterior. Su caligrafía era perfecta, hasta se la había memorizado. Sus palabras, cuidadosamente seleccionadas, para causar algún efecto en ella. ¡Y vaya que lo había logrado! Lily estaba desconcertada con ese personaje, con esa persona que de un momento a otro le escribía diciendo que sentía algo por ella… ¿Acaso alguien le haría una broma? "No podría ser una broma. Alguien que escribe algo tan bonito, no sería capaz de jugar con los sentimientos de una persona…" Sacudió ligeramente su cabeza, sacando de sus pensamientos esa aberrante idea que se le había ocurrido. "Tiene que ser alguien distinto, alguien que se fija en la persona y no simplemente en el exterior… pero… ¿Quién puede ser? Yo no conozco muchas personas ha decir verdad. No pertenezco a ningún club, no juego Quidditch. Simplemente soy la estudiosa de quinto año, y… una de las alumnas predilectas del profesor de Pociones… Acaso… ¿Será alguien del Club de las Eminencias?" Lily trató de concentrarse aunque fuera un poco, aunque no pudo, dedicó toda la clase de Transformaciones a pensar en ese personaje, en esa persona que había firmado como C. Suspiró. Era inútil andar pensando quién sería, si tanto le interesaba, tendría que ir a ver. ¡Un momento¿Le interesaba? "Lily, tranquilízate y piensa las cosas. ¿Te interesa alguien porque te escribió una carta diciendo cosas bonitas? Claro que no. Pero… si te da curiosidad. Sí, bien, digamos que es solo curiosidad, pero… también te da interés saber quién es, quién escribió esas cosas salidas directamente del corazón." Volvió a suspirar. No podía negar que las palabras de esa persona le había llegado, nunca antes nadie le había dicho esas cosas, ha decir, ningún chico nunca le había dicho nada. Pero tampoco le molestaba, al contrario, a pesar de ser una adolescente de quince años, Lily Evans tenía otras prioridades.
Faltaba poco tiempo para las ocho de la noche y debía acudir a su cita. ¡Un momento! "¿Quién dijo que era una cita? NO es una cita, solo es… un encuentro. Sí solo un encuentro, así que no tienes que estar tan nerviosa, ni que te vayas a encontrar con… el chico más popular del colegio" Hasta sus pensamientos la traicionaron… pensó sin pensarlo, justo porque el chico más popular de colegio estaba en la misma Sala Común que ella y había pasado justamente frente a ella. Junto con su grupo de amigos. Con su sonrisa tan arrogante, su cabello desordenado a propósito, sus lentes y sus preciosos ojos celestes. ¡Un momento! "¿Desde cuando tiene preciosos ojos celestes?" Sacudió con violencia su cabeza, desde que había recibido esa carta de C. había comenzado a pensar cosas extrañas… hasta empezó a sospechar que ese pergamino tenía algo extraño. Pero no pudo apartar la vista del chico más popular del colegio. No le caía para nada, era tan arrogante, se creía el mejor en todo Hogwarts, solo porque era popular, volaba bien en una escoba persiguiendo una pelota diminuta como si fuera su único propósito en la vida, y levantando, año tras año, la copa de Quidditch. Como si el Quidditch tuviera algún sentido. Además, siempre tenía aires de grandeza, derrochando ego y superioridad, creyéndose mejor que todo el mundo, riendo a carcajadas, jugando bromas pesadas y hechizando a quién se le cruce por el camino. Bueno… tal vez exageraba un poco, pero no se alejaba mucho de realidad. Y justo en ese momento, James Potter dijo algo sobre vaya a saber quién y empezaron a reír a carcajadas como si fueran los únicos que se encontraban en la Sala Común, había otras personas que intentaban estudiar.
Resopló tres veces seguidas.
Definitivamente, persona más desagradable que James Potter, en el mundo, no existía.
El viento jugueteaba apenas violentamente con el pelirrojo pelo de una bonita joven portadora de unos impactantes y bonitos ojos verdes. Faltaba 1 minuto para las ocho de la noche. Siguió concentrada en su lectura, su varita estaba encendida, para que pudiera ver. A pesar de todo lo que había pensado, aún no sabía por qué estaba ahí, pero estaba. No se iba a retractar. Estaba sentada en las gradas del campo de Quidditch, porque C., no había especificado exactamente donde debía esperarlo. El campo de Quidditch particularmente no era muy chico que digamos. Pero tenía que encontrarla su buscaba, su varita estaba encendida.
Ocho y quince minutos.
No tenía que ser tan impaciente, un retrazo lo tiene cualquiera.
Ocho y treinta minutos.
Tal vez, un pequeño contratiempo.
Las nueve en punto.
Apartó su libro para tratar de ver si vendría. Ya había pasado una hora y C. no daba señales de vida. Ella solamente estaba sentada en las gradas. Pero particularmente, no estaba sola en el campo de Quidditch.
"Idiota Potter. ¿Justo hoy a esta hora se le ocurre estar volando¿Qué no tiene en algún momento que estudiar?" Lily resopló. "Mientras no me vea y no me moleste, todo estará bien"
Pero como siempre sucede, cuando uno pide más al cielo y todos sus angelitos que algo no suceda, es justo cuando más rápido eso pasa. Y esto no era la excepción. Delante de ella un pelinegro de ojos celestes montado en una escoba, con una Snitch en la mano, la miraba divertido.
- ¿Esperas a alguien Evans? – No esperó la respuesta, porque enseguida continuó – Porque yo creo que no vendrá – sonrió con una media sonrisa que hizo disgustar a Lily.
- Si yo espero a alguien o no, justamente es mi problema y no el tuyo. No veo en que te puede llegar a afectar a ti.
- Siempre tan simpática, Evans. Ya veo porque quién esperas aún no ha venido – siguió sonriéndole de esa manera. Lily se disgustaba más, sus palabras le habían dolido. – A mi no me afecta en nada, no me molesta tener público en lo que resta del tiempo en que seguiré volando. Te invitaría a que volaras conmigo, pero justamente… no quiero disgustar a la persona que vendrá en tu encuentro – sonrió maliciosamente y siguió volando, dejando en las gradas a una enfurecida Lily.
"Idiota" "No es más que un infeliz, idiota, egocéntrico, arrogante, se cree que es mejor persona que todos y no es más que un tonto e inmaduro"
Y Lily dedicó otra media hora más a despotricar mentalmente contra James Potter. Lo detestaba, y más que nunca. Por todas las veces que se había burlado de ella, y por haberse burlado de ella en ese momento. Le dolió un poco sus palabras, pero tal vez, Potter tenía razón, C. no vendría. Tal vez… su teoría había sido al principio acertada… le estaban jugando una broma. ¿Quién se fijaría en ella? Sus ojos verdes esmeralda se ensombrecieron un poco y agachó su mirada, resignada, una lágrima bajó por su rostro. Lentamente comenzó a bajar por las gradas mientras una inesperada lluvia comenzaba a caer, no se dio prisa, no quiso apurarse. Estaba derrumbada e ensimismada en sus pensamientos. Ni se percató que uno de sus libros favoritos se estaba mojando y arruinando, justamente eso no le importaba en ese momento. Estaba dolido, habían jugado con ella.
Pero tampoco se había percatado de otra cosa. De otra mirada, alguien la miraba fijamente, alguien que la había estado observando desde el momento en que había abandonado su Sala Común para asistir a ese encuentro. Alguien que la había estado observando por una semana para saber sobre ella, sobre sus gestos, sus movimientos, su rutina. Esa persona que había comenzado aquello simplemente para su diversión, para molestarla, para fastidiarla, para reírse de ella. Y era esa misma persona que no pudo hacer lo que quería hacer.
Esa persona a la cuál se había encogido un poco el estómago al ver que ella había derramado unas lágrimas. Había llorado por él. Había hecho llorar a una mujer.
¿Pero no era ese el propósito¿No era el propósito reírse y divertirse a costillas de ella?
Simplemente, no podía. No sabía que sucedía, pero sabía que tal vez, tendría que seguir un poco más, porque tal vez, la diversión, más adelante, sería más plena.
Ya en su habitación se dio una ducha caliente, tratando de no pensar más en ello, entró en su cama adoselada y la cerró, no quería preguntas por parte de nadie, solo quería descansar y dormir, olvidarse de todo, y mañana sería otro día.
Nuevamente estaba en el Gran Salón. Hoy estaba mejor, ya no pensaba en lo ocurrido la noche anterior, y esa era lo mejor, comenzó a comer con mucho apetito, ya que no había desayuno, ya que se había levantado con el tiempo justo.
Cuando estaba tomando jugo de naranja, una lechuza se dirigió hacia ella. Por un momento no quiso abrirla, era la misma lechuza que le había entregado la carta hace dos días, era le lechuza que había utilizado C. ¿Sería otra vez él? Lily no tuvo más remedio que abrirla.
"Estimada Lily Evans:
Sé que debes estar odiándome, por no haber podido ir a tu encuentro. Sé que haz estado ahí y me decepciona no haber podido estar ahí contigo. Pero una que otra cosa del destino no pude ir, como te habrás dado cuenta. ¡Tanto que había esperado el momento! Pero algo me lo impidió, no puedo explicarte bien que fue, lo siento, pero espero que puedas llegar a disculparme. Lily, yo quiero que sepas que siento algo por ti, y no quiero que por no haber ido, pienses que estoy jugando contigo… es lo menos que quiero. Yo quisiera verte, pero tal vez… aún no es tiempo. Pero si quiero que sepas, que estoy pensando en ti en cada momento. Y estoy seguro, que cuando estés leyendo esta carta, yo estaré observándote, esperando tu reacción, tus caras, tus gestos. Adoro cada uno de ellos. Como me gustaría que algún día me dediques a mí una risa con hoyuelos…algún día, yo sé que eso sucederá. Albergo mi esperanza.
Espero me perdones… Ansioso espero tu respuesta.
C."
Fin del capítulo.
Sé que está corto. Sé que tarde mucho. Sé que no tengo mucho tiempo y mucha inspiración. Es lo que me ha salido, y espero que aún estés ahí y me dejen sus opiniones. Estoy agobiada con el colegio, pero no podía, hace días me persigue mi conciencia diciéndome que debía escribir. Y lo hice. No les prometo una actualización rápida, pero prometo que será en Noviembre, les doy mi palabra. Es que no puedo descuidar el colegio, ni tampoco otra historia que he retomado. Todos me matarían.
Agradezco sus reviews a: Looony Moony, algida, Ely-Barchu, kristin, Isa, Syringen, Chinchina, Hermy, NatyBlack.
Naty, no te preocupes, que Sirius si saldrá.
Y gracias a todas por sus mensajes, y no dejen de dejar uno, aasi hacen que me sienta culpable y escriba los capítulos.
Lolit.
