Faltaban unos minutos para que las clases comenzaran. Los estudiantes aprovechaban este momento para platicar con sus amigos que pertenecieran a su grupo o a cualquier otro grado. Serena, Lita, Mina y Amy estaban platicando con Michael sobre lo que había ocurrido el día en que se conocieron, explicando todo lo que había acontecido. De repente, Daniel llegó corriendo a toda velocidad.

-Hola a todos— saludó Daniel jadeando.

-Buenos días, Daniel— saludó Amy. -¿Acaso te quedaste dormido esta mañana?—

-Luces como si hubieras corrido un maratón— comentó Michael.

-No me quedé dormido— respondió Daniel. –Vine corriendo porque quería mostrarles esto antes de que empezaran las clases— Mientras decía esto, Daniel extendió el póster que llevaba en las manos y se lo mostró a sus amigos.

-¿Festival de la Edad Media? ¿Qué es eso?— preguntó Serena.

-¡Ah! ¡Yo sé lo que es!— exclamó Mina. –Es esa época en la que existían reinos gobernados por reyes que eran atormentados por malvados hechiceros que querían quedarse con sus hijas que eran hermosas princesas destinadas a casarse con guapos príncipes— Al decir esta última parte, Mina imaginó que era una princesa que era visitada por un apuesto príncipe que iba montado en un hermoso corcel blanco.

-Tal vez era así en Europa, pero en Japón esa época estuvo marcada por las guerras, los señores feudales y los samurái— respondió Amy rompiendo la ilusión de su amiga.

-No nos desanimes así, Amy— comentó Serena con pesadez.

-Bueno… A juzgar por las ilustraciones usadas en el póster, el festival estará inspirado en Europa, así que sí habrá hechiceros, reyes y princesas— dijo Daniel tras dar un vistazo al póster. -¿Qué les parece, chicas? ¿Les gustaría ir?—

-Yo no estoy muy segura de ir— respondió Lita.

-¡Cuenta conmigo, amigo!— respondió Michael mientras se levantaba de su pupitre a causa de la emoción. –Siempre tuve la ilusión de ser un caballero en armadura reluciente, y parece que esta es la oportunidad perfecta—

-¡Si Michael va, yo también iré!— respondió Mina mientras se ponía de pie junto a su amigo.

-Supongo que yo también iré. Podría ser una buena oportunidad para estudiar diferencias históricas y culturales entre Europa y Asia— comentó Amy.

-Yo también iré. Será increíble vestirme como una princesa y tener a mi querido Darien a mi lado como mi príncipe… Claro, siempre y cuando pueda venir. Je je— respondió Serena mientras imaginaba a Darien teniéndola en brazos como su amada doncella.

-Entonces, Lita, ¿segura que no quieres ir?— preguntó Daniel. –Si quieres, yo puedo ir de caballero y tú serías mi doncella—

Lita no pudo evitar sonrojarse al oír esa propuesta, así que bajó un poco la mirada para que no la vieran. Sin embargo, todos la observaban atentamente esperando una respuesta.

-Anda, Lita. Ven con nosotros. Será divertido— dijo Serena.

-Sí… Será interesante experimentar la vida de esa época— comentó Amy.

-Además, tendrás la oportunidad de ponerte un lindo vestido digno de una princesa— dijo Mina.

-Es cierto. Si Daniel va como caballero, tú podrías ser una doncella que use un lindo vestido para llamar su atención y así lograr que te rinda cortejo— observó Michael.

Lita se ruborizó aún más con los comentarios de Mina y Michael. La posibilidad de que un chico la cortejara era muy emocionante, pero no quería que las demás la vieran demasiado emocionada, así que antes de que alguna de ellas dijera otro comentario, respondió –De acuerdo. Iré con ustedes— Los chicos lanzaron un pequeño "Viva" tras este triunfo y empezaron a hacer los planes para ir al evento. En secreto, Lita empezó a imaginar cómo podría ser su tarde si Daniel llegaba a cortejarla, pero a su vez eso la ponía nerviosa porque no quería arruinar la amistad que tenía con él. No es que no le agradara, pero no estaba segura si un noviazgo con él podría funcionar.

La campana sonó y Michael se despidió de sus amigos para regresar a su salón. Las clases comenzaron y todos empezaron a enfocarse en lo que decía su profesor, pero sus mentes también estaban enfocadas en los planes para ir al festival.


En su rincón a varios metros debajo de la superficie terrestre, Lady Amethyst entraba a la habitación de su amo para darle una noticia. La nube de humo negro permanecía inmóvil en su lugar, dando la impresión de que estaba dormida. Cuando Lady Amethyst se arrodilló ante ella, los cortes que representaban sus ojos se abrieron y se enfocaron en ella.

-Lady Amethyst, confío en que tu presencia se debe a que ya tienes a tu siguiente víctima— dijo la nube de humo con su voz profunda.

-Me temo que no es así, amo— dijo Lady Amethyst sin levantar la mirada del suelo. –He venido porque encontré algo que creo tiene que ver—

Lady Amethyst se puso de pie e hizo aparecer un rollo de papel el cual extendió y mostró a su amo. La criatura observó el papel por unos instantes y después entornó los ojos. -¿Qué es ese festival que menciona ahí?— preguntó.

-Al parecer es un evento en el que los humanos actúan como si estuvieran en la Edad Media, fingiendo que era una época muy alegre— respondió Lady Amethyst tras observar el papel.

La criatura se quedó callada por unos instantes. Su sirvienta no sabía si era porque estaba pensando en lo que le dijo, o si estaba molesto con la información recibida. De repente, un resoplido sonó por la cueva e hizo retumbar todo el lugar. Lady Amethyst sintió un ligero terror ante esto, pensando que su amo destruiría todo, pero tras unos segundos el lugar volvió a estar en calma y sus temores se disiparon.

-Lady Amethyst, quiero que vayas a ese festival y encuentres a una víctima capaz de generar mucha oscuridad. Úsala para sembrar el caos en el evento y que los humanos sepan cómo era esa época en realidad— dijo la nube de humo entornando los ojos sobre su sirvienta.

-Así lo haré, amo— respondió Lady Amethyst con una reverencia para después desaparecer transformada en su fulgor rosado.


El día al fin llegó. Tras pasar la semana preparando sus atuendos y planeando las actividades por hacer, el grupo de amigos llegó al Festival de la Edad Media. A la entrada había un caballero con su brillante armadura dando la bienvenida a todos los asistentes, y tras pasar la entrada se podían ver diversos puestos a lo largo y ancho del área del festival, todos con algún producto o actividades basados en la Edad Media, como talleres de metalurgia y alfarería o talleres de confección de accesorios en madera, piel y vidrio.

Antes de entrar, los amigos se reunieron en el acceso del evento y se dieron cumplidos por los atuendos que llevaban.

-Sir Daniel, es un placer verlo en este páramo— dijo Michael a manera de saludo al ver a su amigo, imitando la forma de hablar de las películas basadas en la Edad Media. Daniel llevaba puesta una armadura de acero típica de los caballeros medievales, cargando su caso bajo el brazo y con su espada envainada amarrada a la cadera.

-Lo mismo digo, Lord Michael— respondió Daniel. Michael llevaba una especie de camisón rojo con bordados dorados y una túnica azul rey que estaba abierta.

-Sin duda este estilo les queda bien— comentó Mina mientras daba una vuelta para que todos pudieran apreciar su vestido gris con detalles dorados y capa a juego.

-Pareces una princesa, Mina— respondió Lita al verla.

-Tú tampoco estás nada mal, Lita— respondió la chica, haciendo que su amiga se sonrojara. El atuendo de Lita era quizás el más sencillo de todos entre las chicas, pues consistía en una larga falda verde oscuro, un camisón blanco y un pequeño corsé de piel color café que cubría su cintura como si se tratara de un cinturón muy grueso.

-No importa cómo estemos vestidas, todos lucimos bien— intervino Amy. Al ser la chica más reservada del grupo, ella solo llevaba una túnica color púrpura amarrada de la cintura con un listón negro, dándole la pinta de ser una hechicera.

-Tal vez, pero eso no significa que no podamos divertirnos un poco apreciando nuestra ropa— respondió Serena. Ella llevaba puesto un vestido ajustado de color rojo, un tocado del cuál colgaba una larga tira de tela blanca y una capa roja con la ilustración de un león en color dorado.

-Dices eso porque vienes disfrazada de reina— preguntó Daniel con ligero sarcasmo.

-Bueno, es que tengo a mi rey para acompañarme, y tengo que lucir como una hermosa reina para poder estar a su lado— respondió Serena con una sonrisa inocente.

-Y hablando de, ¿en dónde está Darien?— preguntó Mina al notar su ausencia.

-Darien llegará un poco más tarde. Tuvo que atender un par de pendientes en el hospital— respondió Serena. En ese momento, una voz femenina saludó a todos. –Hola, chicos—

-Hola, Rei— saludó Serena muy animada. Rei iba vestida con un conjunto muy similar al de Lita, excepto que su falda era de color vino y llevaba un pequeño balde de madera como accesorio.

-Rei, te ves increíble— dijo Amy boquiabierta.

-El estilo de chica de campo te sienta muy bien— señaló Lita.

-Pero hay algo que no entiendo— intervino Serena. –Con el carácter de gran reina que muestras en la escuela pensé que vendrías vestida como una. ¿Por qué decidiste venir como plebeya?— Rei tuvo que contener el ataque de ira que se formó en su interior al momento que Serena le dijo "Gran Reina", y con total naturalidad respondió –Es que los muchachos de esta época se sentían atraídos por muchachas hermosas e inocentes. ¿Y quién mejor que yo para mostrar esas virtudes?— Al momento de decir eso, Rei hizo un gesto con la mirada para denotar que era en verdad linda e inocente, tratando de generar una reacción por parte de los chicos, pero ellos no reaccionaron. –Lo siento, señorita, pero este caballero ya tiene a su doncella— respondió Daniel.

-Lo mismo dice este caballero— secundó Michael mientras se acercaba a Mina y la tomaba de la cintura.

-No se preocupen, jóvenes caballeros. Entiendo que busquen ser leales a sus doncellas. Tal vez hoy encuentre a un caballero que quiera tomarme como su doncella— dijo Rei sonriendo para disimular la frustración que sentía ante el hecho de que los muchachos no hayan sucumbido ante sus encantos.

-Bueno, ya fue suficiente charla. ¡Que empiece la diversión ahora!— exclamó Serena y tos se encaminaron hacia el interior del festival.

No había avanzado ni un par de metros pasada la entrada cuando el sonido de una discusión hizo que se detuvieran en seco. Voltearon en todas direcciones para ver quienes discutían y finalmente vieron a un hombre y una mujer junto a una carpa. Sabían que era de mala educación escuchar conversaciones ajena, pero el volumen de la discusión no les permitió ignorarlos.

-Me prometiste que ya no vendrías a eventos como este— dijo la mujer cruzada de brazos muy enojada.

-Me llamaron de último momento. Y el pago que ofrecían era muy bueno— contestó el hombre tratando de razonar con ella.

-¿Sabes lo vergonzoso que es decir que mi novio trabaja actuando como un caballero medieval?— replicó la mujer alzando la voz.

-Es un trabajo honesto. No entiendo qué tiene de malo— respondió el hombre con un tono de voz que denotaba hartazgo.

-Tiene de malo que vives en un mundo de fantasía en vez de enfrentar la realidad como un hombre— replicó ella logrando dejar sin palabras a su novio. Ella terminó la conversación diciendo –Búscame cuando hayas encontrado tus agallas para enfrentar la vida— y tras decir eso se dio la media vuelta y se fue, dejando al hombre anonadado.

-Pobre hombre— dijo Serena tras ver la discusión.

-¿Qué clase de chica rechaza a un chico por hacer lo que le gusta?— preguntó Mina de forma retórica.

-Ojalá nunca tengamos que averiguarlo— respondió Daniel.

-Mejor sigamos avanzando antes de que nos deprimamos por esto— replicó Michael mientras tomaba la mano de Mina y avanzaba lejos del lugar. Los demás empezaron a seguirlos sin mirar atrás, ignorando que justo a sus espaldas se encontraba el enemigo, quien también vió la discusión y empezó a formular su plan.

Aún con lo que habían visto, los muchachos pasaron un rato agradable en el festival: practicaron tiro con arco, bailaron al ritmo de la música medieval, probaron comida deliciosa, participaron en una simulación de la Espada en la Piedra y hasta se tomaron fotos en unos cepos falsos. Pero la mejor parte del festival estaba a punto de comenzar, pues por los altavoces del evento se daba el siguiente anuncio: "Doncellas y caballeros, nuestro torneo de justa está a punto de comenzar. Les pedimos que empiecen a tomar sus lugares".

-El torneo de justa es la mejor parte del festival— comentó Daniel tras el anuncio.

-¿De verdad?— preguntó Lita incrédula y sorprendida.

-Los duelos de justa eran el equivalente medieval de los duelos con pistola a 10 pasos. Era una forma que los caballeros tenían para resolver sus conflictos— explicó Amy.

-O sea que si dos caballeros estaban interesados por la misma doncella, ¿se enfrentaban en una justa para decidir quién se quedaba con ella?— preguntó Mina ilusionada.

-Bueno… No exactamente— respondió Amy, pero antes de que explicara más a detalle las justas, Mina ya había empezado a correr hacia la arena. Los demás adolescentes fueron detrás de ella para asegurarse de no perderla.

Al llegar al lugar, el grupo de amigos tomó asiento en las gradas y observó cómo se desarrollaba el torneo: desde el anuncio por parte de "El Rey" hasta el quinto combate del torneo. En medio de todo esto, Lita se acercó a Daniel y le dijo al oído –Estos enfrentamientos son un poco violentos, ¿no crees?—

Daniel le respondió –Si crees que esto es violento, imagínate un combate real. En ellos todo terminaba porque el caballero perdedor terminaba con la lanza insertada en el cuerpo. Aquí solo se derriban del caballo—

Lita se estremeció con esa explicación y se mantuvo en silencio durante los demás enfrentamientos. Ella no imaginaba que estaba a punto de ver lo que su amigo le había descrito.

Tras unos duelos más, se hizo el anuncio de que llegaba el duelo final de la primera ronda del torneo. Los últimos participantes se estaban acercando a la arena y uno de ellos de inmediato llamó la atención de todo el público: un caballero con una brillante armadura de color rojo escarlata con yelmo de forma cilíndrica montado en un hermoso corcel blanco se ponía en posición blandiendo una lanza que se veía muy afilada.

En las gradas, Rei se estremeció al ver al caballero y empezó a temblar como si tuviera frío. Serena se percató de esto y se acercó para ayudarla. -¿Te sientes bien, Rei?— preguntó la chica.

-Percibo un aura maligna provenir de ese caballero, y es muy poderosa— respondió Rei. Serena rápidamente dirigió la mirada a la arena, temiendo que la sensación de Rei fuera obra del enemigo.

En ese instante se dio la señal de inicio del duelo y comenzó el enfrentamiento. Ambos caballeros empezaron a dirigirse a toda velocidad hacia su oponente para conectar su mejor golpe. Serena trató de advertirles a las chicas sobre el presentimiento de Rei, pero el ruido que hacía la gente era tanto que no la escuchaban.

Y entonces ocurrió…

Al estar bastante cerca de su oponente, el caballero rojo realizó una estocada y lo venció, pero en lugar de que el caballero cayera de su corcel, la lanza se ensartó en su cuerpo y quedó colgando de ella por unos instantes. Todo el público se quedó impactado con esto, incapaces de entender lo que estaba pasando.

En la arena, el caballero rojo sacudió su lanza hasta que el otro caballero se desprendió de ella y cayó al piso; la herida que quedó en su pecho estaba sangrando profusamente. El personal de seguridad del evento de inmediato se acercó para ayudar al competidor caído.

-¡Oye, tú! ¿Por qué tienes una lanza real? ¿¡Cómo la metiste!?— gritó uno de los trabajadores al caballero rojo. Éste simplemente soltó su lanza, levantó el puño al aire y materializó una bola con púas, la cual blandió en un rápido movimiento con el que golpeó al empleado que le gritó, mandándolo por los aires hacia las gradas.

Justo al momento en que el empleado se estrelló contra los asientos, todos los asistentes se aterraron y empezaron a correr fuera de la arena. El grupo de adolescentes estaba en medio de todo el tumulto, así que terminaron saliendo rápido. Michael tomó a Daniel del hombro y empezó a hacerle gestos con la mano para indicarle que debían volver. Daniel lo entendió y volteó hacia las chicas para gritarles -¡Vayan a buscar ayuda! ¡Michael y yo intentaremos detener al caballero!— y tras eso, los dos varones volvieron corriendo a la arena.

Con todo el escándalo hecho por la gente, las chicas tuvieron que buscar un rincón apartado para poder hacer un plan, y tras encontrarlo detrás de una carpa, recuperaron un poco el aliento y empezaron a hablar.

-¿Quién demonios es ese caballero?— preguntó Lita aún agitada.

-Es el enemigo. Pude sentir su aura maligna en cuanto apareció en la arena, pero con todo el ruido de la gente no pude advertirles— explicó Rei.

-Y ahora Michael y Daniel están intentando detenerlo. Si no nos damos prisa podrían resultar heridos— dijo Amy preocupada.

-¡Hay que transformarnos, chicas!— exclamó Mina. Serena asintió y del bolsillo de su falda sacó su broche de transformación.


Una vez transformadas, las Sailor Scouts se dirigieron a toda velocidad a la arena de justas, pero justo antes de llegar al lugar, el caballero rojo salía de ella saltando por encima de las gradas montado en su corcel blanco. Al tocar el suelo, el caballero galopó a toda velocidad hacia las chicas, y Sailor Mars, al verlo, se preparó para atacarlo usando su Saeta Llameante de Marte; pero antes de que pudiera lanzar su ataque, el caballero saltó por encima de las chicas y siguió con su cabalgata como si nada.

-¿Pero qué acaba de pasar?— preguntó Sailor Mars totalmente confundida.

-Ese caballero nos ignoró por completo— replicó Sailor Moon enojada.

-¿Por qué no nos atacó si tenía la oportunidad?— preguntó Sailor Mercury.

En ese momento se oyeron unos quejidos. Las chicas voltearon hacia la arena y vieron a sus dos amigos salir de ella. Ambos jóvenes estaban heridos, haciendo un esfuerzo por mantenerse de pie. Las Sailor Scouts corrieron hacia ellos para ayudarlos, y Sailor Jupiter y Venus los tomaron en sus brazos para ayudarlos a mantenerse de pie.

-¿Están bien, muchachos?— preguntó Sailor Venus. Michael alzó un poco la mirada y, al percatarse de que lo rodeaban las chicas, sintió un gran alivio y dijo –Que alegría verlas, Sailor Scouts—

-¿Qué fue lo que pasó— preguntó Sailor Jupiter angustiada.

-Un extraño caballero apareció y empezó a atacar a todo el mundo. Mi amigo y yo intentamos enfrentarlo, pero es demasiado fuerte— explicó Daniel.

Venus y Jupiter cruzaron miradas con sus amigas y dijeron:

-Vayan y detengan a ese caballero—

-Nosotras ayudaremos aquí—

Moon, Mars y Mercury asintieron y empezaron a correr en la misma dirección por la que había huido el caballero.

-Debemos encontrarlo antes de que lastime a alguien más— dijo Sailor Moon.

-¿Pero en dónde podría estar?— preguntó Sailor Mars.

-Es un caballero en un festival de la Edad Media. Podría estar en cualquier parte— respondió Sailor Mercury.

En ese momento se escuchó el grito de una mujer. Las Sailor Scouts de inmediato cambiaron de dirección y se dirigieron hacia donde sonó el grito. Corrieron frente a varias carpas hasta que llegaron al escenario principal del festival, en donde encontraron al caballero rojo acechando a una mujer. Sailor Mars reconoció a la mujer tan pronto como la vio.

-Chicas, a esa mujer la vimos cuando llegamos a la feria— dijo Sailor Mars. Moon y Mercury la miraron confundidas.

-Recuerden el rompimiento que vimos hace unas horas— señaló Mars. Con esta mención, Moon y Mercury recordaron lo ocurrido, y de inmediato la segunda entendió lo que ocurría.

-Por supuesto. El caballero es el hombre que vimos que terminó su relación con su novia, y ahora que se ha vuelto poderoso, busca reclamar el corazón de su amada doncella porque ha demostrado su valor en el campo de batalla— explicó Sailor Mercury.

-Ow… Eso es muy romántico…— dijo Sailor Moon ilusionada.

-¡Concéntrate, Sailor Moon! Este no es el momento para pensar en esas cosas— exclamó Sailor Mars molesta.

La atención de las chicas fue atraída por la calurosa discusión que estaba tomando lugar en el escenario.

-¡Aléjate de mí! ¡No des otro paso!— gritó la mujer.

-No temáis, doncella. Finalmente soy digno de vos, por lo que ahora podemos contraer matrimonio— dijo el caballero con total naturalidad.

-Estás loco si crees que me voy a casar contigo— respondió la mujer viendo con desdén al caballero. Éste rápidamente se acercó a ella y la tomó en sus brazos. –No os preocupéis, mi amada doncella. Pronto veréis la magnífica opción que soy— dijo el caballero con total seguridad.

-¡Alto ahí!— exclamó Sailor Moon, logrando atraer la atención del caballero. –El corazón de una chica no es algo que puedas tomar a la fuerza. No permitiremos que sigas con tus fechorías— Tras decir esto, Serena hizo su característica rutina de entrada mientras recitaba su discurso "¡Soy Sailor Moon! Y te castigaremos en el nombre… de la Luna".

"¿Quiénes son estas doncellas? ¿Y por qué están actuando tan raro?", pensó el caballero tras ver la presentación de las chicas. En ese momento, una voz empezó a hablarle dentro de su cabeza; era Lady Amethyst. "Ellas no son doncellas. Son demonios, Y buscan separarte de tu amada".

Al oír esto, el caballero soltó a la mujer y la encerró en una caja de cristal. Después tomó su espada y la apuntó hacia las chicas, exclamando –Si creen que voy a permitir que me separen de mi amada doncella, están muy equivocadas— El caballero rápidamente se lanzó hacia las chicas e intentó un ataque en diagonal descendente con su espada. Las Sailor Scouts se separaron antes de que el golpe fuera conectado, y lograron rodear al caballero para lanzar un ataque. Pero antes de que pudieran hacer algo, el caballero se lanzó a atacar a cada una a gran velocidad, impidiendo que hicieran algo.

-¡Es demasiado veloz!— exclamó Sailor Mars justo cuando evitaba una estocada.

-Es demasiado peligroso. No debería ser capaz de moverse tan rápido con una armadura tan pesada— señaló Sailor Mercury.

-¡Pues ojalá fuera un poco más lento!— gritó Sailor Moon mientras evitaba un corte horizontal.

El caballero era implacable. La velocidad de sus ataques solo permitía que las chicas se movieran de un lado a otro para evitar que las cortaran. Era tan difícil evitar los ataques que, en un instante, Sailor Moon terminó resbalando tras dar un salto hacia atrás y terminó en el piso. Esto fue aprovechado por el caballero, quien de inmediato se abalanzó sobre ella para aplicar una estocada. Sailor Mars y Mercury se paralizaron ante lo que ocurría frente a ellas y Sailor Moon tan solo se limitó a cerrar los ojos para recibir el golpe final; pero antes de que el caballero conectara el golpe sintió una fuerte punzada en su mano que lo hizo soltar su espada.

El villano sujetó su mano y empezó a observarla para ver qué causó la punzada. Logró ver una rosa roja clavada en el suelo siguiendo una dirección similar a la de su mano cuando estaba dando la estocada. Las Sailor Scouts también vieron la rosa y dirigieron la mirada en dirección opuesta a ella. Vieron de pie en el techo de una de las carpas al hombre que habían estado esperando.

-El título de caballero se otorga a aquellos que poseen un corazón noble, honesto y valiente. Yo, Tuxedo Mask, no permitiré que deshonres ese título con tus fechorías—

Las chicas se alegraron al ver a Tuxedo Mask, mientras que el caballero lo veía con ira. -¿¡Cómo os atrevéis a atacar a un caballero por la espalda, bellaco?! ¡Preparaos para morir!— exclamó el villano.

Tuxedo Mask saltó de la carpa y desenfundó su bastón, empuñándolo como si fuera una espada. El caballero extendió su brazo y su espada volvió a su mano. Ambos hombres estrellaron sus armas con un fuerte golpe, causando un estruendo que indicaba el inicio de la batalla. Tuxedo Mask era muy hábil, así que podía hacerle frente al caballero, pero éste seguía siendo veloz y sus ataques no perdían fuerza.

-Es tu oportunidad, Sailor Moon. ¡Utiliza tu linterna para purificar al caballero!— exclamó Sailor Mars. Sailor Moon asintió y transformó su collar en su linterna purificadora; la apuntó hacia el caballero pero no lanzó el ataque.

-¡Rápido, Sailor Moon! Tuxedo Mask no resistirá por más tiempo— replicó Sailor Mercury.

-Pero Tuxedo Mask está cerca. Podría herirlo— dijo Sailor Moon preocupada.

-¡No te preocupes por mí, Sailor Moon! ¡Haz lo que tengas que hacer!— gritó Tuxedo Mask al percatarse de la inseguridad de Sailor Moon.

La Sailor Scout mantuvo su linterna en alto apuntando hacia el caballero, pero la posibilidad de herir a su aliado la abrumaba y le impedía lanzar su ataque.

-¡No puedo hacerlo!— gritó Sailor Moon desesperada.

-¡Entonces yo te ayudaré!— gritó una voz femenina.

De repente, un relámpago color verde cayó del cielo y golpeó al caballero, dejándolo aturdido. Tuxedo Mask logró ver el rayo antes de que hiciera contacto, así que logró evitarlo dando un salto hacia atrás. El caballero terminó de rodillas en el suelo tras el golpe.

-¡Hazlo ahora, Sailor Moon!— gritó Tuxedo Mask y ella lo obedeció, purificando al enemigo con la Sagrada Luz de Luna, haciendo que volviera a ser el animador de armadura gris que vieron al llegar a la feria.

-Excelente trabajo, Sailor Moon— dijo Tuxedo Mask mientras se acercaba a ella.

-Gracias por salvarnos, Tuxedo Mask— respondió la Sailor Scout. -¿Te quedarás para ver el resto de la feria?—

-Si no se presentan más problemas y los organizadores deciden continuar, sí— respondió Tuxedo Mask.

-A todo esto, ¿cómo está la gente de la arena de justas?— preguntó Sailor Mars.

-Todos están bien. Sailor Jupiter y yo pudimos atender a todos los heridos con ayuda del personal de emergencias— respondió Sailor Venus.

-Gracias al cielo— dijo Sailor Moon con un suspiro de alivio.

-¿Qué ocurrió?— dijo el animador aturdido mientras recuperaba la conciencia.

-Será mejor que no vayamos a cambiar— dijo Tuxedo Mask a las chicas, y todos empezaron a alejarse del lugar. Detrás de una carpa estaba escondida Lady Amethyst, viendo cómo se alejaban las chicas y Tuxedo Mask del lugar. Estaba tan furiosa con el resultado que obtuvo su plan que simplemente se convirtió en un fulgor y se fue de ahí.


Minutos más tarde, las chicas y sus amigos estaban caminando a la salida de la feria. A pesar del incidente, los organizadores decidieron continuar con el evento, pero el grupo de adolescentes estaba demasiado cansado a causa de los incidentes que ocurrieron, y Michael y Daniel no estaban en muy buena condición para seguir en la feria. En el camino de salida, las chicas contaron a los muchachos cómo las Sailor Scouts detuvieron al caballero y ayudaron a la gente herida de la arena.

-Es una lástima que todo haya acabado así— dijo Michael con pesadumbre.

-Al menos pudimos divertirnos un rato— dijo Serena mientras miraba de reojo a Darien, quien para el evento trajo un atuendo de príncipe que se parecía mucho al que usaban estos personajes en las películas animadas. Aun así, para ella lucía espectacular.

-Ya no quiero verte— dijo una voz femenina de repente.

El grupo de jóvenes se detuvo y vio cómo el animador de antes estaba volviendo a discutir con su novia tal y como hace una horas. Toda la situación de su rompimiento se estaba repitiendo.

-Por favor, entiende que no era yo mismo— replicó el animador.

-¡No me importa! Lastimaste a muchas personas y casi me lastimas a mí— respondió la mujer. -¡Y lo peor es que lo hiciste usando estas malditas cosas de fantasía tuyas! Olvídate de mí. No quiero verte de nuevo— La mujer se alejó molesta del animador, y él tan solo la veía alejarse mientras una profunda tristeza lo empezaba a recorrer.

-Pobre hombre. Él solo quería hacer algo que lo hacía feliz— dijo Mina tras ver la escena.

-Supongo que no todos tienen la suerte de encontrar a alguien que esté siempre a su lado— comentó Lita.

-¿Creen que ese hombre vaya a estar bien?— preguntó Amy.

-Sólo él puede decidir si es feliz o no. La felicidad solo puede depender de uno mismo— respondió Darien.

-Ese fue un pensamiento muy profundo, amigo— señaló Michael.

-Ya veo por qué a Serena le gustas— intervino Daniel.

Serena se sonrojó mientras Darien solo esbozaba una pequeña sonrisa y tomaba a su novia de la mano para seguir caminando hacia la salida. Todos los muchachos los empezaron a seguir.

A pesar de los crudos eventos que tomaron lugar aquel día, los jóvenes disfrutaron de los momentos agradables que vivieron en la feria, y serían esos momentos los que perdurarían en sus memorias y les permitirían fortalecer los lazos de amistad entre ellos.