Los personajes de Inuyasha pertenecen a la gran Rumiko, yo solo los tomó prestados para poder dar forma a la trama la cual si me pertenece. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener.
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Mascotas.
Especial, Adiós año del perro.
V. Consuelo.
Aquella tarde de fin de semana, Kagome estaba sola en casa con Pocky, Inuyasha debió atender algo en el trabajo y llevaba toda la mañana fuera. Pero cerca de las dos de la tarde, Sesshoumaru, Rin y Yoko llegaron de vista, al parecer, tenían un favor que pedir.
—Inuyasha dice que llegará en dos horas— dijo luego de colgar y decirle a su prometido de las visitas.
—Podemos esperarlo, y me platicas cómo van con la boda— Rin estaba entusiasmada, al crecer sola, Kagome era lo más cercano a una hermana.
—¿Segura que quieren esperarlo? Puede que tengan otra cosa que hacer— tal vez a su cuñado no le gustase esperar por dos horas.
—No hay nada— negó Rin—. Además, Yoko esta entretenida con Pocky— su hija le lanzaba una pelota y Pocky se la daba—. ¿Necesitas ayuda con algo?
—Es que… No hemos visto nada.
—Pero ya pasó un año desde que te lo propuso— en verdad creía que la boda se celebraría pronto.
—Rin, déjalos ir a su ritmo— habló Sesshoumaru.
—Pero… ¿Todo está bien?— notaba a su amiga algo decaída, como cuando una cosa te preocupa y por más cosas que hagas no dejas de pensar en eso.
—Sí, Inu ha estado muy ocupado con una construcción y no hemos tenido tiempo para hablar del tema. ¿Quieren té, agua, café, jugo?
—Jugó está bien, para Sessho té de menta.
Kagome asintió y fue a la cocina. Rin se giró para ver a la cara a Sesshoumaru, quien observaba a su hija, que ahora se acostaba sobre Pocky y parecía querer dormir.
—¿En verdad crees todo este bien? ¿Y si se separan? No quiero eso, ellos son tan lindos juntos. No pueden romper, ellos no pueden hacer eso, Yoko se pondría muy triste.
—¿Ella? Es pequeña pronto lo olvidará.
—Sesshoumaru, no bromeó.
Rin y Kagome platicaron de series nuevas, anécdotas con Yoko y así las dos horas pasaron, fue que Kagome recordó que debía ir por aceite y arroz.
—Voy a la tienda, no tardo, ¿Quieren algo?
—No, ¿Quieres que te acompañe?
—No tardo, si llega Inuyasha le dicen.
—Rin, deja de pensar en eso— podía escuchar los pensamientos de su esposa.
—Pregúntale a Inu.
—No te metas, ellos sabrán arreglar las cosas.
—Mamá, mira— Yoko le mostró una diadema con orejas blancas de perro.
—¿Dónde lo encontraste?.
—El cayon de allá— señaló al escritorio.
—No debes hacer eso, ponlo en su lugar— dijo Sesshoumaru a su hija, un segundo que no la vio y ella hacía travesuras.
—Quiero pintar— ella buscaba algunos colores.
—Antes de dejarlo en su lugar— Sesshoumaru no tuvo tiempo de reaccionar, Rin ya le había puesto la diadema—. ¡Te ves adorable! ¿Te gusta, Yoko?
—¡Sí! Papá como un perito
—No le veo la gracia.
—No seas gruñón y tomate una foto con nosotras— le dio a Yoko y ella se acomodó para la foto, sería un lindo recuerdo.
—Es suficiente— se iba a quitar las orejas y su hija no le dejó.
—No papá, no toques— le miró con su mejor cara seria.
—Ella tiene tu misma expresión— dijo Rin con diversión.
—Si quieren vengo luego— Inuyasha había llegado y no esperaba encontrarse con eso, quería reír, pero se contuvo.
—¡Tío Inu! Papá con olelejas, es grasisoso— su risa fue entre tierna y traviesa.
—Hola pequeña— la cargó, pero de inmediato le llegó un aroma nada bonito—. ¡Oh vaya! Creo que alguien necesita un cambio.
—Ven aquí, ¿Por qué no avisaste?— con sus más de dos años, Yoko le decía cuando quería ir al baño.
—Estaba jugando.
—Bueno, tu tío también exagera, solo estás mojada.
—¡Oye! Tengo buen olfato— se defendió.
—¿Y Kagome?— no la veía en la casa.
—Fue a la tienda— respondió al quitarse la diadema—. ¿Se puede saber ahora qué hiciste?— preguntó Sesshoumaru al ver que Rin cerró la puerta del baño.
—¿De qué?
—Tu novia no se ve tan… animada como siempre. Si ya no está funcionando…
—No es eso— le interrumpió, ya había entendido—. Creyó, creímos que estaba embarazada pero no fue así.
—No sabía que querías eso— no recordaba haberle escuchado querer ser padre—. Siempre huías de los niños, les llamabas mocosos escandaloso y no soportas un pañal mojado.
—Puedo decir lo mismo de ti, y tienes a Yoko— le devolvió sus palabras—. Como sea, tal vez luego de la boda, pero pasó esto y… No sé si es por el momento o en verdad lo quiero ya— era tan extraño hablar con su hermano de eso, por lo general si quería consejo iba con Miroku.
—¿Ya se lo dijiste?— Inuyasha negó.
—¡Inu! Ya toy lista ¡Súbeme!— le jaló el pantalón para ser cargada.
—¿Quieres subir?— a su sobrina le gustaba que la cargase en los hombros.
—Esperen un tiempo y si sigue ese sentimiento, ya sabes qué hacer.
—Siento la demora, Inu, llegaste— Kagome dejó la bolsa de la tienda en la barra de la cocina.
—¿Ya les dijiste?— preguntó Rin.
—¿Qué cosa?— quiso saber Inuyasha.
—Saldremos de viaje y queremos pedirles si pueden cuidar de Ah-Un unos días.
—Sí, claro.
Inuyasha aún no podía creer que su hermano aceptase tener una mascota, bueno, que Rin se lo pidiese cuando no pudo cuidar de Pocky y que estuviese embarazada contó mucho. Contactaron a Kagome y ella les ayudó a encontrar un perro en el refugio, al final, se quedaron con un perro mestizo gris. Sesshoumaru lo mandó entrenar y desde entonces formaba parte de su familia.
…
Kagome se sentó en el sofá y cambiaba de canales, Pocky estaba en su sillón y parecía dormir, Inuyasha se terminaba de bañar. Subió sus piernas al sofá y se aferró a ellas, fue que vio el comercial de pañales para recién nacido y sintió un nudo en su garganta. Llevo una mano a su vientre, había tenido casi dos meses de atraso, por ello creyó que estaba embarazada, pero finalmente su periodo volvió, cinco días después de decidir decirle a Inuyasha, y no olvidar esa estúpida prueba que estaba defectuosa, ¡¿Por qué le dio positiva?! Hasta pensó que había tenido una pérdida pero luego de ir al médico, confirmaron que nunca estuvo embarazada. Sintió la pata de Pocky sobre su mano.
—¿Qué pasa chica? ¿Tienes hambre?— Pocky se pegó más a ella, la quería consolar—. Tranquila, estoy bien— se limpió las lágrimas—. Solo tuve un momento de debilidad, fuera tristeza, no preocupemos a Inu ¿Si?— Pocky no estaba muy convencida, pero optó por acostarse junto a su dueña.
—Es bueno que Pocky se lleve bien con Ah-Un— decía Inuyasha al secarse el cabello con una toalla.
—¿Crees que se adapte aquí? Esta acostumbrado a un gran patio.
—¿No lo quieres aquí?— él aceptó porque creyó que Kagome no se negaría.
—No es eso, solo me preocupa que se sienta encerrado.
—Estará bien, lo sacaremos a diario, solo serán tres días— le restó importancia.
—Tienes razón.
—¿Hay algo interesante para ver?
—No, busca tu algo— le ofreció el control remoto.
Inuyasha observó a la chica, sus ojos, ella había llorado, no mucho, pero lo había hecho. Se sentó en el otro espacio libre junto a ella.
—Voy a prepararme un emparedado ¿Quieres uno?
Él la vio levantarse, Pocky bajó del sofá y empujó a su dueño con el hocico, como dándole ánimos para que hablase con ella.
—Kagome— la detuvo—. No soy bueno con las palabra y lo sabes, pero… Lo que pasó no cambia nada, admitió que me emocioné y cuando resultó que… Que al final solo fue…
—Falsa alarma— completó.
—Eso, veo a Miroku y sus hijos, Sesshoumaru con Yoko y quiero un bebé tuyo, pero no sé si sea el momento indicado, viajo mucho y desearía pasar todo ese tiempo contigo, no perderme nada, además, aquí es chico, apenas tenemos espacio para nosotros tres.
—Entiendo— volvió a sentarse junto a él—. También me emocioné, creo que demasiado pronto— ya comenzaban las lágrimas a llenar sus ojos—. Después de todo, sería un bebé tuyo, más adelante podemos intentarlo y estar listos.
—Créeme que lo haremos— le limpió las lágrimas y la miró a los ojos—. Pero ahora, primero debemos preparar nuestra boda— Kagome le sonrió y le dio un fuerte abrazo.
Se sentía tan bien liberar ese peso.
18/01/2019
Primero, aunque la historia ya aparezca como "Concluida", todavía pondré algunos extras. Les avisaré cuando ya de por cerrado esta colección.
La idea de este capítulo, surgió por la idea de que una mascota no importa lo triste que estés, siempre te consuela, sienten que necesitas consuelo.
¡Y si! Pocky es un amor, sabe cuando sacarle canas a Inu y cuando necesita ayuda. Si pusiera lo que piensa en este capítulo, tal vez le diría algo como "¿Qué esperas? Habla con ella, no dejes que siga triste".
Solo espero les gustase y seguirnos leyendo.
