Capítulo 18: Un nuevo Tamer

A la mañana siguiente, mientras se preparaba para ir a la escuela, Lili le contó lo que había sucedido con Yoshi a Yikumon.

–Y, total¿dónde andabas ayer, Yikumon? –dijo Lili.

–Estaba con Kannonmon. –dijo Yikumon, que parecía deprimida y molesta.

–En serio¿dónde¿Qué hacían juntos?

–Andábamos por ahí y no hicimos nada.

En la escuela, Lili entró al salón de clases, donde solo estaba Yoshi.

–Ah. Hola, Yoshi. –dijo Lili.

–Hola, Lili. –dijo Yoshi.

Hubo un momento de silencio, en el cual Yoshi miraba al techo y Lili al suelo, ambos sonrojados (un poco).

No sabían ni por qué, pero esa era la situación.

–Lili¿puedo preguntarte algo? –dijo Yoshi, volteando a verla.

–Sí. –dijo Lili, también volteando a verlo.

–Es que, Lili... quería preguntarte si tú... si tú quisieras...

Y de repente, la puerta del salón se abrió y entraron varios compañeros suyos.

Yoshi se detuvo de inmediato antes de decir la pregunta, y Lili dijo entonces:

–¿Me lo vas a decir ya?

–Ah... este... ¿No puedes esperar hasta el receso?

–Ok.

En el receso, Yoshi casi se lleva cargando a Lili hasta un lugar aparte del patio de la escuela.

Una vez ahí, reinició su intento de pregunta:

–Lili¿quisieras ser...?

Pero de nuevo hubo una interrupción, por parte de uno de los compañeros que había interrumpido el otro intento de pregunta.

–Ustedes son Tamers¿no es así? –dijo el chico.

–¿Qué? –dijo Yoshi, pero Lili controló la situación diciendo:

–¿Apoco crees que los Digimon en realidad existen? No seas bebé como para creerlo.

–Y hasta crees que puedes negarlo con tus pésimas actuaciones. –dijo el chico.

–Si lo que quieres es que la gente confiese, hazlo bien. –dijo Yoshi.

El chico sacó algo de su bolsillo y se los enseñó.

Lili y Yoshi se quedaron sorprendidos al ver el D-Power que sostenía su compañero.

–¿Tú eres un Tamer? –dijo Lili.

–Dijiste que no me creyera eso de que los Digimon existen, pero los tres lo sabemos muy bien... Entreguen a sus Digimon, ahora. –dijo el chico.

–¿Qué! –dijeron Yoshi y Lili.

–Ya me oyeron; ¡entréguenme a sus Digimon!

–No lo haremos. –dijo Yoshi.

–Está bien... Ambarimon, atácalos. –dijo el chico.

Un Digimon con forma de dragón surgió de la nada detrás de su Tamer, y atacó a Lili y a Yoshi, que por suerte lograron esquivar el ataque y correr a esconderse.

–Es un Digimon creado. –dijo Lili.

–¿Qué es eso? –dijo Yoshi.

–Obvio, que él creó a su propio Digimon, como tú y yo...

–¡Aquí están; Ambarimon, ataca! –dijo el chico en cuanto los descubrió.

Por suerte, Kannonmon apareció de la nada también y recibió el ataque, para después atacar a Ambarimon.

Yikumon también apareció de la nada y se puso como defensa para Lili y Yoshi.

–¿Cómo es que se enteraron? –preguntó Yoshi a Yikumon.

–Yo le avisé a Kannonmon... Pero vamos moviéndonos lejos antes de que nos maten a los tres. –dijo Yikumon.

Entonces, Ambarimon lanzó a Kannonmon hasta donde estaba Yikumon, que ordenó a Lili y a Yoshi que se apartaran.

–Ambarimon, acábala a ella también y vamonos. –dijo el otro Tamer.

–Hasta crees que me derrotaras. –dijo Yikumon.

Ambarimon lanzó su más fuerte ataque en contra de Yikumon, que aunque se aferraba al suelo, iba retrocediendo cada vez más y a mayor velocidad.

Si se desvanecía, Lili y Yoshi podrían ser alcanzados por aquel rayo...

–No podrá contener ese rayo para siempre, algún día tendrá que ceder... –dijo el chico.

–¿Qué sucederá si Yikumon pierde? –dijo Lili, apareciéndose detrás del chico.

–Sus Digimon serán míos.

–¿Y para qué los quieres? –dijo Yoshi, apareciendo al lado de Lili.

Mientras Lili y Yoshi ocupaban al Tamer de Ambarimon, Yikumon logró frenar el ataque y enviarlo de vuelta hacia Ambarimon.

Cuando el rayo se le devolvió a su Digimon, el otro Tamer se quedó realmente sorprendido con el poder y la fuerza que Yikumon había demostrado (a diferencia de Kannonmon).

–¡Yikumon, lo lograste! –dijo Lili, abrazando a su Digimon.

–Ey, tú; tu Digimon es realmente admirable... y tú también. –dijo el chico a Lili, y ella se sonrojó, pero Yoshi se puso en medio.

–¡Oye, aprovechado, déjanos en paz! –dijo Yoshi, algo molesto.

–Ey, tú¿cómo te llamas? –dijo Lili al otro Tamer, haciendo que Yoshi ahora sí se enojara.

–Hien Matsuda. –le dijo sonriéndole.

–Ay, es que, en serio¡eres invisible en el salón de clases! –dijo Lili sonriendo también, y Yoshi se rió mientras que Hien se empezaba a molestar.

Y ese día fue el inicio de una posiblemente interminable pelea entre Hien y Yoshi por Lili (a ambos les gusta, pero de diferente manera).

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