Capítulo 9

Estalla el duelo, alma quebrantada por la oscuridad y final de la misión

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En el lugar donde estaban peleando Salgair y Leona, una figura estaba observándolos desde la parte superior de una de las casas.

Salgair se lanzó contra Leona a gran velocidad, atacándola con una patada, Leona detuvo el ataque con su brazo y lanzó un puñetazo contra Salgair, quien lo detuvo con su mano e intentó devolvérselo con la otra, pero Leona saltó rápidamente, y sorpresivamente, golpeó en la barbilla de Salgair y le dio una patada en el estómago, enviándolo unos metros atrás hasta estamparse contra el suelo mientras Leona respiraba pesadamente, segundos después, Salgair se levantó dejando ir una risa sarcástica.

"Te ves algo cansada." Salgair disparó un rayo que Leona esquivó, pero Salgair comenzó a dispararle en todas direcciones, mientras Leona se acercaba hacia él y comenzó a golpearle cada golpe más fuerte que el anterior y con más velocidad, en uno de ellos, Leona le dio un rodillazo en el estómago alejándolo unos metros.

"Tengo que terminar esto." pensó Leona mientras comenzó a concentrar dos esferas de energía oscura alrededor de sus manos y un aura oscura la rodeaba.

"¿Quieres darle fin? Como quieras." dijo Salgair al notar que el siguiente ataque seria mayor que los anteriores.

"¡Ultimate Darkness!" exclamo Leona, fusionando las esferas en una sola, tomando la forma de un vórtice esférico, una potente onda oscura destructora salió disparada a una gran velocidad dirigiéndose hacia él.

Salgair empezó a cargar magia oscura en forma de una esfera roja que fue creciendo cada vez más, y entonces, lo lanzó hacia Leona.

Las dos energías chocaron, sin ceder ninguna de las dos, pero la de Leona, lentamente iba ganando terreno hasta que se abrió paso superando la de Salgair golpeándole y causando una gran explosión, cuando el humo se disipó, Leona miró a su alrededor, pero no se veía ningún rastro de Salgair.

"Tengo que regresar con los demás…" suspiró Leona cansada, regresando como antes, el aura oscura desapareció, al igual que las marcas y su ojo de nuevo cambió a ser como era.

"Detrás de ti." se escuchó a Salgair de repente, Leona se dio la vuelta sorprendida y antes de que reaccionara, Salgair la golpeó en el estómago causando que el suelo donde estaba se destruyera formando un cráter, Leona salió disparada varios metros hasta estamparse contra el suelo.

"Tú…" dijo Leona tosiendo por el golpe mientras intentaba levantarse, sin éxito, pues el golpe había sido bastante fuerte.

"¿Realmente creíste que se había terminado? Pero he sentido algo de daño, bien hecho." rio Salgair, aplaudiendo. "Lástima que tu cuerpo no pueda soportar más que eso, es lo que tiene usar algo que es demasiado para un humano, de hecho, es por eso por lo que cada vez estabas más agotada… ¿Me equivoco? Bueno, puedes tomártelo como un consejo lo que te voy a decir, cuanto más uses algo que no puedes soportar más insoportable será a la larga." la miró mientras se acercaba. "Aunque debo admitir que me divertí bastante, podría matarte ahora, pero, ¿qué te parece si vienes conmigo?" preguntó deteniéndose delante de ella.

"¿Qué? ..."

"¿Te gustaría unirte a nosotros?"

"Primero me golpeas… Y ahora me pides que me una… ¿Así es como pides las cosas a la gente?" preguntó Leona, intentando recuperarse.

"Piensa lo que quieras, ¿qué me dices?"

"No."

"Entonces, muere." dijo Salgair concentrando una esfera roja de energía en su mano. "¿Tus últimas palabras?"

"¿Puedes irte de aquí sin matarme?"

"Buen intento, adiós."

Varios proyectiles de hielo alcanzaron a Salgair enviándolo contra una casa.

"¿Eh?"

"Que problemática eres." se escuchó una voz.

"¿Evangeline?" la miró Leona mientras ella descendía al suelo con los brazos cruzados bajo su pecho.

"¿Cómo es que estás aquí? ..."

"Kuroumaru nos informó de la situación, mírate, parece que has tenido problemas." sonrió Evangeline acercándose a ella.

"Sí, bueno… Yo… Gracias…" murmuró Leona, moviendo la cabeza hacia otro lado.

"Espera, me ha parecido escuchar gracias…" se agachó Evangeline a su altura. "¿No es esta una de esas situaciones en las que te alegras de verme con lágrimas?" sonrió burlonamente con su rostro cerca al de Leona.

"¡No!" la miró Leona sonrojada.

"Siento interrumpir vuestro encuentro, pero estábamos en algo." dijo Salgair saliendo de entre los escombros.

"Oh, entonces creo que voy a unirme." se levantó Evangeline, mirándolo.

"Esto no es algo de tu incumbencia, Dark Evangel."

"¿Sabes quién soy? No sabía que se me conocía entre demonios como vosotros, no sé si debería sentirme elogiada." sonrió Evangeline haciendo una mueca. "Pero si es algo de mi incumbencia porque resulta que quien has estado apalizando, es mi discípula, y es algo normal para el maestro interponerse si el discípulo está siendo golpeado como un saco de boxeo."

"Esto confirma los rumores, te has encariñado con los humanos, en fin, si eso es lo que quieres, te enfrentaré con gusto." respondió Salgair levantando los brazos como si la estuviera invitando a atacarle.

"Espera, no tienes por qué hacerlo."

"No estás en condiciones de seguir y lo sabes." la miró Evangeline seriamente.

"Aun así-"

Evangeline suspiró de manera audible y se puso a su altura de nuevo, poniendo su mano en la mejilla de ella.

"No dudo de que seas capaz, sé que podrías hacer frente a la mayoría, pero no contra alguien que es inmortal, eso es algo con lo que no puedes enfrentarte, eres un humano, al fin y al cabo, no eres como nosotros, no puedes regenerarte, si te mata se acabó, prefiero que te quedes y dejes que lo solucionemos nosotros."

Al no tener respuesta, Evangeline abrazó a Leona quien se sorprendió, Evangeline murmuró algo e inmediatamente Leona se quedó dormida, entonces la puso en el suelo y se levantó mirando a Salgair.

"Preferiría ir a otro lugar."

"No tengo ninguna objeción." encogió los hombros Salgair. "Te sigo."

Evangeline asintió y seguidamente se fue volando mientras Salgair la siguió.

Segundos después, ella se detuvo y se dio la vuelta hacia él.

"¿Es aquí donde prefieres?" preguntó Salgair mirando alrededor del lugar de la isla donde se habían detenido. "Aunque te hubiera parecido igual cualquier otro siempre que estuviéramos alejados de tu discípula, ¿no es así?"

"Entonces lo sabias, eres bastante considerado para ser un demonio." respondió Evangeline, cruzando los brazos bajo su pecho.

Salgair dejó ir una risa malévola.

"No me importa, tampoco creo que huya de aquí o se aleje en su estado."

"¿Por qué estáis aquí?"

"Hmph, seguro que sabes la respuesta, pero prefieres preguntármelo, no voy a decírtelo todo, pero tengo cierto interés por tu discípula."

"Leona…"

"Tiene potencial, de hecho, usa hechizos de magia oscura al igual que nosotros, aparte de que usa esa forma que acabará costándole la vida si sigue igual."

"¿Qué pretendes?"

"Me gustaría que se uniera a nosotros."

"¿Realmente crees que lo haría?"

"Ofreceles algo que deseen con todas sus fuerzas y entonces no dudaran en unirse a ti."

"Tú…"

"Si pudiera ser salvada de aquello que no puede librarse, ¿qué crees que pasaría?"

Evangeline no respondió y seguía mirándole fijamente.

"Yo puedo hacerla inmortal, al serlo no necesitaría preocuparse de esas cosas, ¿qué es estar atada a mí por la eternidad, si a cambio puedes ser libre y no terminar devorada por la oscuridad que los mismos humanos te condenaron?"

"Como sabes eso y, aun así, ¿crees que sería tan fácil?"

"Eso entra en la parte que no te voy a decir, ahora, ¿empezamos?"

Sin previo aviso, se lanzaron a toda velocidad el uno contra el otro, Salgair le intentó dar una patada, pero ella la bloqueó con sus brazos, luego ella intentó golpearle con su puño, pero él lo bloqueó formando una x con sus brazos.

Un cráter se formó debajo de ellos y se fue extendiendo poco a poco mientras intercambiaban golpes a la vez que se elevaban por los aires frente a frente.

Salgair se tele transportó detrás de Evangeline para darle un golpe, pero ella se tele transportó detrás de él al mismo tiempo y trató de golpearle, se lanzaron nuevamente al ataque intercambiando golpes y patadas, Salgair golpeó a Evangeline en la mejilla, pero ella rápidamente lo golpeó en el estómago con fuerza.

Inmediatamente, golpeó en la barbilla de Salgair, él rápidamente se recuperó y empezó a atacar, trató de golpear a Evangeline con su puño, pero ella se apartó y le dio una patada, Salgair la esquivó y volvieron a empezar.

Salgair se alejó y lanzó varias esferas de color rojo hacia Evangeline haciendo una explosión y creando una cortina de humo, Evangeline salió de ella yendo hacia Salgair y comenzó a golpearle constantemente cada vez con más fuerza y velocidad, en uno de los golpes, él intentó darle una patada, pero ella detuvo su ataque con el antebrazo, tiró de su pierna y le dio un puñetazo enviándolo al cielo, se tele transportó sobre el dándole una patada en la espalda y lo estrelló contra el suelo, pero de repente, Salgair apareció delante de ella y le dio un puñetazo en la mejilla, seguidamente la sujetó del brazo y la lanzó con fuerza contra el suelo, mirándola desde el aire.

"¡Nivis Tempestas Obscurans!" exclamó Evangeline lanzándole un torbellino de hielo y oscuridad en vertical.

"¡Infinity Gear!" exclamó Salgir lanzándole el mismo ataque que había usado contra Leona.

Los dos distintos ataques chocaron y se mantuvieron sin retroceder hasta que se destruyeron entre sí y se formó una gran nube de humo, cuando se disipó, ambos desaparecieron y volvieron a aparecer el uno delante del otro intercambiando golpes rápidamente en distintos lugares, alrededor de ese sitio.

Mientras con Touta y Santa.

Vesprinaria arrojó su puño arremetiendo contra Santa, pero este detuvo su ataque, Touta aprovechó ese momento para patear a Vesprinaria en el costado, pero le sujetó la pierna y lo lanzó contra Santa golpeándolos entre ellos, entonces comenzó a arrojarles esferas de energía de color purpura, ellos empezaron a esquivarlas mientras iban acercándose cada vez más a ella y cuando la alcanzaron, Santa desapareció dejando solo a Touta quien la golpeó en la mejilla haciendo que impactara contra una de las casas.

Ella salió rápidamente de los escombros y fue hacia ellos mientras les lanzaba esferas de energía, los dos las esquivaron saltando hacia los lados.

Touta y Santa se tele transportaron delante de ella y le lanzaron una patada a cada lado, pero ella los detuvo sujetando las piernas de ambos, golpeándolos contra el suelo, cuando se recuperaron, Touta intentó golpearla, pero detuvo su puño con la mano y lo golpeó en el estómago, para después darle una patada en la cara.

Santa aprovechó la distracción para intentar golpearla, pero Vesprinaria rápidamente se movió para aparecer detrás de él, le golpeó en la espalda y lo envió hacia el cielo, entonces se tele transportó detrás de él y con los dos puños lo estrelló contra el suelo.

Touta fue hacia ella e intentó golpearla, pero detuvo su ataque con el antebrazo y levanto otra mano que tenía libre para lanzarle una esfera tras otra de energía, cuando terminó, lanzó a Touta varios metros de allí.

Aprovechando la distracción, Santa apareció al lado de Vesprinaria y la golpeó varias veces en el estómago, para así darle un puñetazo en la mejilla, pero Vesprinaria lo detuvo sujetándole el brazo con ambas manos y lo arrojó hacia el cielo y cuando iba a lanzar una de sus esferas, Touta la golpeó con un fuerte puñetazo en el rostro enviándola contra una casa.

Los dos se quedaron mirando donde se había estrellado Vesprinaria, jadeando por el cansancio.

"¿Crees que le habremos hecho algo?" preguntó Santa no muy convencido.

"Eso espero, es más fuerte de lo que pensaba."

De repente, una pequeña explosión de energía oscura hizo que los escombros salieran volando para todos lados, entonces se vio a Vesprinaria de pie, sonriendo.

"¿Ya estáis agotados? Sé que podéis hacerlo mejor, ¿queréis que nos tomemos un descanso?"

"Se está burlando de nosotros claramente." sonrió Santa nerviosamente.

"Eso me pareció." lo miró de reojo Touta con una sonrisa leve. "Si pudiera usar la magia erebea sería distinto."

"¿No puedes usarla?" lo miró Santa sorprendido.

Touta negó con la cabeza.

"Me anularon la magia con un hechizo."

"Entonces esto es más serio de lo que creía, espero que los demás estén bien."

"¿Seguimos? Estoy empezando a aburrirme." sonrió Vesprinaria con malicia mientras se acercaba a ellos.

Después de salir del lugar donde se ocultaba el hombre, Karin y Kuroumaru estaban inquietos por lo que estaba ocurriendo a su alrededor, el suelo temblaba cada vez más, los arboles de la zona se habían secado y alrededor de la casa había un aura oscura que iba aumentando por momentos.

"Debemos encontrar a los demás y a Kirie, la cosa esta empeorando por momentos." propuso Karin preocupada.

"Estoy de acuerdo, pero él dijo que no sabía nada de Kirie-chan…"

"Lo he estado pensando y creo que dijo la verdad, tal vez no este solo."

"¿Quieres decir que hay alguien más?" la miró Kuroumaru seriamente.

Karin asintió.

"Vayamos a buscarles-"

Antes de que decidieran irse, varios tentáculos salieron de la casa perforándola y una criatura empezó a salir de la tierra devorando la vivienda por completo, seguía creciendo cada vez más y más hasta llegar casi a los trecientos metros.

"?!"

"¡Qué es esa cosa!" exclamó Kuroumaru viéndola, aparte de su altura, su piel era de color rojizo, no tenía ojos, solo una máscara amarilla con un orbe azul en medio de ella y dos aletas sobre la cabeza con líneas finas de color amarillo, en el cuerpo se le podían ver las venas además de varios tentáculos que salían de ella.

"Es aquel hombre." respondió Karin intentando no perder la calma mientras miraba la criatura.

"¡¿Eh?!"

"Debió referirse a esto entonces, solo es una suposición, pero creo que debe estar dentro de eso."

De repente, un gas morado empezó a salir por debajo de la criatura expandiéndose por toda la zona y seguía sin detenerse.

"¡Zankūsen!" exclamó Kuroumaru, lanzando una ráfaga de Ki desde su espada, el ataque hizo que cortara algunos tentáculos, pero enseguida se regeneraron.

"Tsk." gruñó Kuroumaru, la criatura los miró y empezó a atacarles con los tentáculos.

"¡Vigila Kuroumaru!" avisó Karin, los dos saltaron alejándose como pudieron mientras el golpe había levantado bastante polvo.

Mientras tanto Salgair y Evangeline seguían peleando, sin darse tregua, hasta que Salgair se detuvo en el aire, mirando a Evangeline.

"Tengo la impresión de que no estas peleando en serio."

"Lo mismo pienso de ti." sonrió Evangeline, mostrando los colmillos, en ese momento, Salgair miró hacia otro lado como si se hubiera dado cuenta de algo.

"¿Ocurre algo?" preguntó Evangeline con un tono de curiosidad, Salgair la miró de nuevo.

"Lamento terminar aquí nuestra pelea, pero es hora de retirarme."

"¿Qué?" parpadeó Evangeline sin entenderlo.

"Tal vez nos volvamos a encontrar…" rio Salgair de forma enigmática. "Adiós."

"¡Espera!"

Evangeline fue a detenerle, pero Salgair desapareció antes de que lo alcanzara.

"¿Por qué iba a marcharse de repente?" pensó Evangeline, entonces miró hacia donde había mirado antes Salgair y vio algo a lo lejos. "Será mejor que vaya a comprobarlo." dijo dejando el lugar.

"¡Nimbus Holy Light!" exclamó Karin, un aura de luz rodeó su cuerpo y saltó yendo hacia la criatura. "¡Holy Fist!" exclamó, golpeándola con el puño, ello causó una explosión, pero la criatura seguía sin un rasguño, entonces los tentáculos fueron a atacarla.

"¡Cuidado Karin-senpai!" la avisó Kuroumaru preocupado, cuando iban a cogerla, los tentáculos fueron cortados por Touta que había aparecido junto a Santa, y este había cogido a Karin, aterrizando en el suelo, al lado de Kuroumaru.

"¿Estas bien?" preguntó Santa, dejándola en el suelo.

"Sí."

"Touta-kun… ¿Dónde estabas? ¿Dónde está Leona?" preguntó Kuroumaru seriamente.

"Es largo de explicar… Unos demonios nos atacaron, pero por alguna razón desaparecieron… ¿Qué es eso? ..." parpadeó Touta desconcertado, mirando a la criatura.

"Es el hombre que estábamos buscando."

"¡¿Eh?!" se sorprendió Touta, ampliando la mirada.

La criatura volvió a atacarles con los tentáculos.

"¡True Thunderlight Sword!" exclamó Kuroumaru, lanzando desde su espada una enorme cantidad de relámpagos hacia los tentáculos, causando una gran explosión, pero enseguida se regeneraron y se formaron más, antes de que los alcanzaran, el área se congeló y la criatura quedó encerrada e inmóvil en pilares y picos de hielo.

"Ese hechizo de tal magnitud… ¡Yukihime-sama!" exclamó Karin aliviada al verla.

"Al parecer llegue a tiempo." dijo Evangeline descendiendo al suelo.

"La misión se nos escapó de las manos, lo sentimos." se disculpó Karin yendo hacia ella.

"No te preocupes Karin, ¿dónde está Kirie?"

"Uno de los demonios la atrapó en un bloque de hielo… Y después de estar peleando con nosotros desapareció, pero por alguna razón nos dijo que Kirie está en alguna parte de esta isla, ya que no tiene ningún interés en ella…" respondió Kuroumaru.

"Debió ser quien lo acompañó…" pensó Evangeline recordando a Salgair.

"¿Qué hacemos?" preguntó Touta mirándolos.

"Lo mejor será terminar esto y encontrar a Kirie." respondió Evangeline.

"¿Os pensáis que podéis hacerme algo con eso?" se escuchó una voz, de repente la criatura se liberó del hielo, destrozándolo.

"¡Pero si habla!" lo miró Touta sorprendido.

"Touta-kun…" sonrió Kuroumaru nerviosamente.

"¿Se puede saber que quieres conseguir con todo esto?" lo miró Karin con una expresión de enfado.

"Creo que ya lo mencioné… Acabaré con todos los estúpidos humanos, ¡así que dejaros de poneros en mi camino!"

"Como si fuéramos a dejarte." contestó Santa.

"¿Y cómo lo haréis? No podéis hacerme nada, vuestros ataques no me hacen ni cosquillas, además, ¿no os habéis preguntado que puede ser ese gas que he expandido por toda la isla?"

"¡Qué quieres decir!"

"Idiotas, no es algo simple, ahora mismo los humanos que hay en esta isla son zombis… ¡Primero empezaré por este lugar y después lo haré lo mismo por el resto del mundo! ¡Es demasiado tarde!"

"Tsk." gruñó Touta. "Debe haber alguna manera…"

"Terminaré con vosotros." rio el hombre a carcajadas. "Podéis ser inmortales, pero acabareis cansándoos porque vuestros ataques no funcionan contra mí."

Del cuerpo de la criatura donde se ocultaba el hombre, salieron varias criaturas idénticas, aunque del mismo tamaño que ellos.

"Vais a lamentar haber venido."

Mientras tanto, Leona seguía inconsciente en el lugar donde había estado con Salgair antes de que se marchara con Evangeline.

"Sigue viéndome como alguien débil…" pensó Leona, estaba en un lugar oscuro donde no había nada.

"¿Te vas a rendir?" se escuchó una voz.

"¿Quién eres?" preguntó Leona saliendo de sus pensamientos, mirando a su alrededor. "¿Dónde estoy?"

"Hum… Estás inconsciente porque cierta persona te ha dormido con un conjuro, así que, ¿supongo que podríamos decir que estamos en tu subconsciente?"

"…"

"No te recuerdo así."

"¿Qué?"

"Es doloroso, ¿no? No puedes hacer nada por más que lo intentes."

"¿Qué?… ¿Qué quieres decir… ¡Muéstrate!"

"No es el momento, aunque puedo decirte como van las cosas por ahí fuera, los que iban contigo lo están pasando bastante mal, al parecer el tipo que perseguíais ha expandido por toda la isla un gas que te transforma en zombi, de hecho, tu cuerpo ya lo ha absorbido."

"¿Qué? Entonces yo-"

"Tú no te vas a convertir… Porque ya estás maldita desde el momento en que Airon cambió tu vida."

"¿Cómo sabes eso?"

"¿Necesitas poder? Eso es algo que todos quieren… Porque de esa manera podrías haber salvado a quien te importaba… Pero ya no importa, no tienes a nadie, siempre fue así."

"Cállate."

"Seguro que piensas que no es cierto, pero lo será porque ella va a morir, mientras estas aquí, está peleando… Justo como entonces, no pudiste hacer nada y ahora tampoco podrás, porque eres débil, por esa razón siempre terminan salvándote."

"Cállate…"

"Vas a perder de nuevo a quien te importa, todos van a desaparecer."

"¡Basta!"

"Voy a mostrártelo."

De repente, un holograma apareció mostrando a los demás peleando contra la criatura.

"Esto no tiene fin." murmuró Santa con une expresión seria, por más que atacaran, las criaturas se regeneraban como la original.

"Empiezo a entender cómo se siente la gente cuando nosotros nos regeneramos." dijo Touta atacando a varias criaturas con la espada, cortándolas.

"Estoy cansándome de esto." dijo el hombre atacando a Touta por la espalda con uno de los tentáculos, aprovechando que él estaba distraído.

"¡Touta!" exclamó Evangeline apartándolo, al hacerlo, los tentáculos la atravesaron elevándola.

"¡Yukihime!" exclamó Touta con preocupación.

"Me he estado preguntando… ¿Qué pasaría si absorbiera la sangre de un vampiro? ¿Tendría las mismas habilidades? Lo descubriré ahora." rio el hombre cruelmente, absorbiendo la sangre de Evangeline por los tentáculos.

"Miserable…" dijo Evangeline intentando librarse. "Nivis cas-"

Uno de los tentáculos la atravesó haciendo que tosiera sangre.

"¡Yukihime! ¡Yukihime-sama!" exclamaron Touta y Karin a la vez yendo hacia ella, pero las criaturas los sujetaron de las piernas y los lanzaron contra el suelo.

El holograma desapareció mientras Leona tenía una sombra cubriendo su mirada.

"Se quedará sin sangre y morirá, que final más triste, no te preocupes va a acabar pronto."

"¡Dejame salir de aquí!"

"Creo que te dije que estás dormida, yo no tengo la culpa… Aceptalo, no puedes hacer nada."

"Evangeline."

"¿Te importa lo que le pase? De todas formas, no podrías hacer nada por nadie porque eres demasiado débil, todos serán aplastados por esa cosa."

Un aura oscura empezó a rodear a Leona mientras tenía una mirada de furia.

"Vamos, deja que la desesperación y el miedo se apoderé de tu alma, la impotencia de no poder proteger lo único que te sostiene en esta vida… Deshazte de lo que te impide ser lo que puedes ser en realidad."

De repente, Leona despertó y sus ojos ahora se habían vuelto rojos, se levantó mientras un aura oscura la envolvió y el cielo se había enrojecido, dos alas aparecieron en su espalda y dejó el lugar.

"¿Qué pasa ahora? ¡Esto también es cosa tuya!" lo miró Kuroumaru con enojo.

"Estúpido inmortal, ¿crees que no tengo ahora mismo cosas más importantes que hacer que dedicarme a colorear el cielo?" rio el hombre. "Podría soltarla, con la sangre que he absorbido debo de ser ya como uno de ellos, pero prefiero terminar con su vida."

De repente, algo lo atravesó, creando un agujero de gran tamaño en él y cortó los tentáculos liberando a Evangeline, sacándola de allí.

"¡¿Qué carajos es esto?!" gritó el hombre furioso mientras se regeneraba el agujero.

"¿Leona?" la miró Evangeline sorprendida mientras la dejaba en el suelo.

Tenía una mirada fría y profunda, su cabello ahora era alborotado, en los brazos tenia marcas de oscuridad, igual que en uno de sus ojos que ahora eran de color rojo, dos alas salían de su espalda y un aura oscura y gris la rodeaba.

"¿Seguro que es ella?" preguntó Santa, mirándolos indeciso.

"No importa cuántos seáis, ¡no cambiara nada!" exclamó el hombre ya recuperado.

Seguidamente, las criaturas fueron hacia Leona quien no parecía importarle, entonces movió el brazo en diagonal y las criaturas fueron despedazadas en un instante, antes de que se regeneraran, Leona fue hacia la criatura donde el hombre estaba oculto y empezó a atravesarlo rápidamente por varias partes del cuerpo, hasta que se detuvo, mirándolo desde el aire.

"¡Te crees que eres alguien, no!" exclamó el hombre con una voz furiosa. "¡Te mostraré lo que ocurre cuando me enfurecen!" el orbe de la máscara empezó a brillar mientras las criaturas fueron hacia Leona de nuevo.

Leona sacó la carta pactio de su bolsillo.

"Adeat." dijo Leona con una voz sombría, la carta se convirtió en una espada, entonces se hizo un corte en uno de los brazos y la espada absorbió su sangre rodeándose de un aura rojiza y oscura, seguidamente corto a las criaturas convirtiéndolas en polvo, desvaneciéndose en el aire.

Sin previo aviso el hombre le lanzó una ráfaga enorme de energía de color morado, Leona levanto el brazo señalándolo con la mano abierta. "Dark Endless."

Un torbellino oscuro salió de su mano hacia la ráfaga del hombre, se abrió paso superándolo y entonces lo golpeó traspasándolo y enviándolo lejos de allí, entonces Leona se tele transportó donde se había detenido el hombre.

"Tú…" la miró el hombre, intentando recuperarse lo más rápido que podía. "¿Qué eres? ¡No creas que solo con eso vas a poder hacerme algo! ¡Seguiré recuperándome tantas veces como me hieras!" exclamó el hombre mientras se regeneraba. "Gracias a la sangre de ese vampiro puedo hacerlo incluso más rápido que antes." rio de forma histérica.

Una sombra cubrió la mirada de Leona mientras el hombre reía, Leona desde el aire, levantó el brazo que tenía la espada sobre su cabeza, y el cielo empezó a oscurecerse.

"Regna Soul."

La espada se rodeó de oscuridad convirtiéndose en energía oscura mientras varios murciélagos creados por esa oscuridad rodeaban la espada.

"Voy a acabar contigo de una vez." dijo el hombre con veneno en su voz, varios tentáculos fueron hacia Leona. "No antes de tener también tu sangre."

Leona miró al hombre con una mirada fría, esperó a que los tentáculos la alcanzaran y los cortó haciendo lo mismo que había hecho con las criaturas, entonces rápidamente fue hacia el hombre cortándole desde la máscara hasta el final del cuerpo y seguidamente lo atravesó con la espada.

El hombre dio un grito de dolor mientras el cuerpo de la criatura iba desvaneciéndose convirtiéndose en partículas hasta desaparecer por completo, dejando al hombre en el suelo inconsciente, a continuación, Leona clavó la espada en el suelo y un circulo mágico de color azul apareció en toda la isla, saliendo de ello una luz que lo envolvió todo, después desapareció y el cielo regresó a la normalidad, mostrando el atardecer.

Después de ello, la espada volvió de nuevo a su forma de carta de pactio, Leona regresó como era antes y cayó al suelo inconsciente.

Mientras tanto, donde estaban los demás.

"¿Qué ha sido todo eso?" preguntó Santa perplejo por lo ocurrido.

"No lo sé, pero creo que ya se ha terminado." respondió Karin mirando el cielo, inquieta.

De repente, se escuchó un ruido de una rama romperse y todos se pusieron en guardia.

"¿Qué hacéis aquí?" preguntó un anciano saliendo del bosque.

"¡Dejó de ser un zombi!" se sorprendió Touta, señalándolo con el dedo índice, seguidamente Karin lo golpeó en la cabeza.

"Oye muchacho, ¿a quién llamas zombi?" parpadeó el anciano. "¿Tan mal me ves? Ho, ho, ho." rio.

"Perdónele." se disculpó Karin.

"¿Sabe algo de la gente de esta isla?" preguntó Evangeline queriéndose asegurar si todos habían vuelto a la normalidad.

"¿Eh? Bueno, estamos todos algo confundidos, no recordamos que estábamos haciendo y por alguna razón las casas están algo destrozadas…"

"Les pagaremos por ello." contestó Yukihime, mirándolo. "Todo ha vuelto a la normalidad…" pensó.

"¿Eh? No es necesario."

"Déjenos ayudarlos, por favor." insistió Kuroumaru.

"Bueno… Esto es una suerte, no todos los días te encuentras a gente tan agradable y sin pedir nada a cambio, ho, ho, ho, si queréis podéis pasaros por el pueblo cuando queráis, seréis bienvenidos."

"Gracias." sonrió Touta, el anciano asintió y se marchó dejándolos.

"Tenemos que encontrar a Kirie y a Leona." los miró Evangeline seriamente. "Nos dividiremos, Touta, tú irás con Kuroumaru y Santa a buscar a Kirie, Karin, tú vendrás conmigo."

"Entendido Yukhime-sama."

Todos asintieron y se fueron por caminos distintos.

"Yukihime-sama…" dijo Karin mientras iban rápidamente hacia donde podía estar Leona.

"¿Qué es, Karin?"

"¿Sabe que es lo que la ha podido pasar a Leona? Un humano normal no tendría que haberse convertido en algo así…"

Evangeline no respondió hasta después de unos segundos.

"Leona tiene parte de vampiro en ella."

"¿Qué?" se sorprendió Karin.

"Fue debido a un experimento que hicieron con ella hace bastante tiempo, aunque no fue completo por lo que ello la va consumiendo por dentro, no es un vampiro del todo porque la sangre no se expandió por completo y no es la de un vampiro de sangre pura sino una 'copia'… Esa venda que tiene en el brazo es un sello que impide que se expanda y se convierta en una criatura sin voluntad… Pero nunca antes se había convertido en lo que vimos…"

"No sabía nada…"

"No es algo de lo que quiera hablar, no te culpes." dijo Evangeline sin detenerse mientras Karin la seguía. "Espero que este bien." pensó.

Minutos después, llegaron al lugar, el terreno estaba cubierto de arena y no había ningún tipo de vegetación, estuvieron buscando a Leona, pero no la encontraron.

"Huh…" se escuchó de repente al hombre jadear por el dolor, saliendo de la arena polvorienta provocada por la pelea. "Esa cria… No se cómo pudo..."

"Tú." lo miró Karin con una mirada fulminante. "Dónde está la chica que estaba contigo."

"Vosotros…" se levantó el hombre. "Como si me importara… Por su culpa no he podido vengarme, pero volveré a-"

De repente, el hombre empezó a convertirse en partículas lentamente.

"Que… ¿Qué está pasando?" exclamó el hombre viendo que iba desapareciendo, dejó ir un grito de pánico y dejó de existir por completo.

"¿Qué le ha pasado? ..." preguntó Karin atónita.

"Se convirtió en simple polvo, supongo que hizo algún contrato y al incumplirse terminó de esa manera." respondió Evangeline mientras el viento se llevaba lo que quedaba de él.

"¡Kirie!" exclamó Touta intentando que se despertara, después de estar buscándola, la encontraron en una casa abandonada, liberada del bloque de hielo.

"¿Incompetente? ¿Qué pasa?" preguntó Kirie adormilada.

"Menos mal, está bien." suspiró Kuroumaru aliviado.

"¡Kirie!" la abrazó con más fuerza Touta.

"Pe- ¡Pero qué haces!" exclamó Kirie sonrojándose. "¡Suéltame en este mismo instante!"

"Eso solo quiere decir que está bien." sonrió Santa.

Mientras, dos siluetas estaban observando desde un edificio.

"Todo salió como acordamos, ese hombre nunca adivinó que solo lo utilizamos." dijo Salgair con desinterés.

"Solo era un señuelo." añadió Vesprinaria.

De repente, alguien apareció detrás de ellos, llevaba una capa con capucha, ocultando su mirada con un antifaz.

"¿Hay algo interesante por ahí?" dijo quien apareció, burlonamente.

Salgair y Vesprinaria se giraron, mirando la persona.

"Tú."

"¿Y bien? ¿Qué opináis?"

"Todavía es demasiado pronto, pero parece ser que estabas en lo cierto." respondió Salgair.

"¿Por qué iba a mentiros?"

"¿Por qué ibas a decírnoslo?" preguntó Vesprinaria, mirando a la persona con desconfianza.

La persona dejó ir una risa ante el comentario.

"¿Qué te hace gracia?"

"Nada, solo me es gracioso, quiero decir, debería ser al revés y no un demonio desconfiando de un humano."

Vesprinaria estrechó la mirada.

"Vesprinaria, calmate." interrumpió Salgair. "No se tus intenciones, pero por el momento lo dejaremos así."

"Entonces, creo que voy a ir a hacerle una visita."

"¿Por qué motivo?"

"Eso es personal." sonrió la persona. "Adiós." dijo despidiéndose con la mano, después desapareció por una luz que la había rodeado.

"Desconfío de ella."

"Eso no es algo que hayas estado ocultando." añadió Salgair. "Por el momento, nos retiramos."

Vesprinaria le dio una mirada molesta pero no contestó, después se tele transportaron, dejando la isla.

"Huh…" jadeó Leona mientras despertaba. "¿Dónde estoy?" se preguntó mirando a su alrededor, entonces se dio cuenta de que estaba en un bosque. "No entiendo nada, ¿Qué ha pasado? Me duele todo…" dijo intentando levantarse con dificultad.

"No te acuerdas de lo ocurrido, ¿verdad?" se escuchó una voz.

Leona miró hacia su alrededor y vio a una persona, sonriéndole, llevaba una capa con capucha, ocultando su mirada con un antifaz.

"No…"

"Sí… Tenía razón, no se te puede subestimar."

"Su voz me resulta familiar…" pensó Leona. "¿Quién eres?"

"Eso es algo que, por el momento, no voy a decirte, pero, si sobrevives a esto… Puedo garantizarte que sabrás quien soy."

"Que-"

Inmediatamente, la persona atravesó a Leona con la mano en el costado, entre las costillas, Leona tosió sangre.

"No me lo tengas en cuenta, Leona…"

La persona la dejó ir y Leona cayó al suelo inconsciente mientras la sangre se esparcía por los lados tiñendo de rojo el suelo, después la persona desapareció del lugar y segundos después Evangeline y Karin llegaron.


Fin del capítulo.

Al final consiguieron resolver las cosas, pero Leona terminó herida por alguien misterioso, ¿Quién será? ¿Por qué parece conocer a Leona? ¿Qué pasará en el siguiente capítulo?

Nota: Deje en mi perfil el dibujo de la transformación de Leona.

Gracias por leer, espero que haya gustado, si es así, dejen review por favor, me gustaría saber su opinión, me anima a seguir escribiendo. Cualquier duda de la historia, pueden decirme.