Yikumon se había salido de la casa de nuevo para reunirse con Kannonmon a media noche, en la misma parte del edificio de la vez anterior.
–¿Por qué vienes aquí todas las noches?
–Porque me agrada el lugar, Yikumon.
Hubo un momento de silencio, y entonces Kannonmon le dijo a Yikumon:
–Sigues guardando el secreto¿verdad?
–¿Cuál secreto?
–El de tu poder... ¿Me lo puedes contar bien? En los rumores no se debe confiar uno...
–Está bien... Verás, mi poder reconstruye o destruye, dependiendo de donde esté.
–Si estás en el Digimundo¿qué sucede?
–El Digimundo se destruye, mientras que el mundo real se conserva intacto.
–¿Y si estás en el mundo real?
–Todo lo relacionado con el Digimundo se reconstruye mientras yo recojo energía o información de algo; mientras no lo haga, el Digimundo estará igual.
–¿Por qué lo sueltas todo nada más así?
–No soy capaz de esconderte a ti nada.
Ciertamente, le había soltado casi todo su secreto, y la razón era porque ella no podía esconderle nada a él, a quien quería mucho y hasta de más.
–¿Desde cuando existes tú?
–Desde que los dioses del Digimundo andan sueltos por ahí. –dijo Yikumon, en tono de burla.
–Eso significa que... ¿Lili no te creó?
–¡Claro que no! Ella jamás hubiera podido hacerlo sin que yo fuera un Digimon tan débil como ella... claro que ella es humana.
Kannonmon se sorprendió al oír hablar a Yikumon así de Lili.
Ciertamente, la antigua Yikumon, de la que todo el Digimundo tenía conciencia de su existencia, estaba volviendo a surgir al haber tomado confianza en el mundo real.
–No deberías confiarte tanto, puedes acabar mal si vuelves a ser la que todos los Digimon conocen. –dijo Kannonmon.
–¿Quién puede detenerme¿Lili¿Yoshi¿Renamon¿Algún otro ser¿Tú?
–Estás cambiando muy rápido.
–¡Eres un idiota, no te das cuenta de nada!
–Ya cambiaste totalmente, ya no eres la misma... No queda nada en ti de la linda Yikumon ahora¿verdad?
–No... O tal vez sí, porque no te he eliminado aún y porque aún no destruyo este lindo mundo que se mueve por debajo de mí. –dijo Yikumon, viendo a la ciudad desde el borde del edificio.
Cuando Kannonmon ya se iba a ir, escuchó decir a Yikumon:
–¿Por qué siempre que actúo como soy en realidad nadie me acepta?
Kannonmon decidió no marcharse y quedarse con Yikumon.
Se acercó a ella y le dijo:
–¿Lili sabe algo?
–No.
–Entonces será mejor que no lo sepa e intentes actuar, por favor.
–¿Por qué siempre me sucede esto a mí¿Por qué siempre tengo que cambiar tan de repente? Cambié cuando vine a este mundo y ahora estoy cambiando otra vez... ¿Por qué?
–¿Quieres quedarte así, como la tú antigua?
–No lo sé...
–¿Vas a hacer todo lo posible porque nadie se dé cuenta de que cambiaste?
–No me aceptan como soy... Supongo que no me queda de otra...
–Está bien, te ayudaré en todo lo que pueda.
–Supongo y eso significa que estoy sola. –dijo Yikumon, a forma de burla.
–Ey¿con cual de las dos Yikumon estoy hablando? –dijo Kannonmon, también jugando.
–Con ambas¿con cual querías hablar?
Se la pasaron bromeando y jugando el resto de la noche, hasta que Kannonmon encontró en la antigua Yikumon la misma forma de tratar que la otra...
Así que ambas eran en realidad la misma en un punto determinado.
Reviews
