Capítulo 12

La prueba para poder llegar a ser un número

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"¿No puedo reemplazarla? Sé que no puedes olvidarle, pero aun así yo estoy aquí, no te abandonaré."

Leona la miró sorprendida.

"¿Cómo sabes que no desaparecerás o harás lo mismo que ella?"

"Yo no soy ella." respondió Evangeline con una mirada seria, pero con un tono tranquilo y firme. "Y aunque no estuve cuando te pasó todo aquello y desaparezca en tus sueños, ahora estoy aquí, en la realidad, en este presente, no voy a desaparecer, te lo prometo."

"No- No prometas algo que no sabes." la miró Leona con las lágrimas todavía en las mejillas.

"Entonces intentemos vivir día a día en este mundo, no estarás sola, me tienes a mí y a los demás."

Leona la miró durante unos segundos y luego la abrazó temblando levemente.

"No vuelvas a decir que no deberías existir en este tiempo, pensé que habías muerto, pero cuando te volví a ver, no pude evitar sentirme aliviada al saber que estabas bien." dijo Evangeline, intentando reconfortarla, envolviéndola en un abrazo mientras le acariciaba la espalda. "Está bien, no voy a dejarte."

Estuvieron unos minutos así hasta que Leona se calmó.

"¿Estás mejor?" le preguntó Evangeline soltándola, ella asintió quitándose las lágrimas del rostro. "Entonces, podemos regresar." dijo volteándose.

"E- Espera."

"¿Qué ocurre, Leona?"

"Yo… ¿Qué soy yo para ti?" preguntó Leona con una voz insegura.

Evangeline parpadeó y se quedaron unos segundos en silencio mientras se escuchaba el sonido de las olas de fondo.

"Podría decirse que eres alguien importante." sonrió Evangeline de forma afectuosa con una mirada enigmática. "Aunque ahora hayas estado llorando como un crio."

"Que- ¿Qué tendrá que ver? ¡En mi defensa puedo decir que me parece algo normal después de lo ocurrido!"

"Vamos." sonrió Evangeline, tendiéndole la mano.

"¿No vamos volando?" preguntó Leona, tomándola.

"Iremos más rápido tele transportándonos." respondió Evangeline. "No te sueltes, a no ser que quieras perderte en un espacio de tiempo del que no puedas salir."

Leona se puso pálida por el comentario mientras Evangeline hizo un hechizo y desaparecieron del lugar mediante las sombras, mientras las flores del lugar brillaban soltando unas pequeñas esporas azules brillantes que ascendían y desaparecían lentamente en el cielo oscuro de la noche.

Mientras, en un lugar desconocido, una persona acababa de llegar con una expresión bastante seria.

"Has vuelto." sonrió Albireo, mirando a Rachel. "Se te ve de mal humor."

"No es de tu incumbencia." suspiró Rachel. "¿Y vosotros no os aburrís de estar siempre aquí?"

"Bueno, estamos atados al él, al fin y al cabo." respondió Albireo, sin dejar de sonreír.

"¿Dónde está?"

"Al otro lado de este meteorito."

Rachel asintió y dejó a Albireo.

"¿Ya hiciste lo que se supone que tenías que hacer?" preguntó Negi de espaldas, con una voz calmada al notar a Rachel ir hacia él, de espaldas a ella.

"Sí, ¿qué se supone que haces?"

"Mirando el espacio."

"Tienes unos hobbies extraños." dijo Rachel cruzando los brazos bajo su pecho.

Negi dejó ir una risa leve y se dio la vuelta, mirándola.

"¿Hay algo que quieras decirme?"

"No realmente."

"¿Te encontraste con ella, no? ¿Cómo fue?"

"Complicado, pero no quiero hablar del tema."

"Ha, ha." se escuchó reírse a Rakan. "¿Tuviste problemas amorosos, tal vez?"

"¿No eres muy listo, no? ¿Quieres que te convierta en polvo estelar?" preguntó Rachel con una mirada fulminante.

"Hey, hey, calmate, no iba en serio." rio Rakan con las manos en la cintura.

"¿Crees que podrás contra ella?" preguntó Nodoka al lado de Yue.

"Hmph, a diferencia de ella yo puedo controlarlo."

"De momento." añadió Rakan.

Una vena de enfado apareció en la sien de Rachel.

"Es difícil acostumbrarse a él." dijo Yue intentando calmarla, poniéndole la mano en el hombro.

"De todas formas, ¿qué quieres decir con eso de que puedes controlarlo?" preguntó Rakan con un tono curioso.

"Me dices 'de momento' como si supieras de que hablo, pero en realidad no tienes ni idea, ¿es eso?" estrechó la mirada Rachel.

"Así es."

Rachel le dio una mirada inexpresiva y después suspiró.

"Resumiéndolo, la persona que fui a ver, sería la oscuridad, y yo soy la luz."

"Eso que es, ¿el resumen del resumen?" preguntó Rakan con una expresión de disgusto.

"Está bien… Lo explicaré, hace tiempo, en un lugar cuyo nombre no quiero acordarme, trabajaba para un idiota que lo único que quería era la inmortalidad, para ello, experimentaba con niños, uno de ellos era quien fui a ver, ella es como un semi vampiro, pero no es capaz de dominarlo, por eso dije antes que es la oscuridad porque está relacionado con ello-"

"Entonces, ¿por qué dijiste que tú eres la luz? ¿Te la has puesto porque sí?" interrumpió Rakan.

"No he terminado, impaciente, ¿qué eres, un crio?"

"¿Eh?" remarcó Rakan con una expresión molesta.

"Rakan, dejalo, por favor, continua." sonrió Albireo que había ido hacia ellos.

"Cuando trabajé para el idiota, estuve investigando con una compañera la posibilidad de hacer algo similar a lo que estaban haciendo con los niños, pero no estaba relacionada con convertirte en vampiro, o ser inmortal, después de conseguirlo, me lo inyecté y entonces obtuve un poder mayor del que tenía, aunque hubo un momento que pensé que moriría, pero al final pude manejarlo." terminó Rachel de explicar.

"¿Y cómo es ese 'poder' tuyo?" preguntó Rakan cruzando los brazos.

Rachel suspiró y cerró los ojos, entonces de repente, unas marcas blancas aparecieron en su brazo y su rostro derecho, y al abrir los ojos, su ojo derecho cambio de color y ahora el iris era amarillo, también le salieron dos alas blancas en la espalda.

"Con el tiempo he ido mejorándolo." dijo Rachel mirándose una de las manos.

"Que interesante, pero dudo que seas más fuerte que yo." sonrió Rakan ampliamente.

"¿Y quien dicho que quiera serlo? No te lo tengas tan creído." lo miró Rachel con una voz desinteresada. "No eres mi tipo."

"Ha, tú tampoco."

Rachel se dio cuenta de que Negi la estaba mirando fijamente.

"Si intentas poseerme te advierto de que soy del tipo dominante." leyó Nodoka en su libro.

"Nodoka… Si sigues leyendo mis pensamientos con ese libro tuyo, te lo voy a tirar por el espacio para que lo absorba un agujero negro y así dejes de hacerlo, empieza a ser como un grano en el culo." dijo Rachel con una expresión molesta.

"No puedo aburrime con ellos." pensó Negi mientras observaba como discutían.

A la mañana siguiente, el sol entraba por la ventana de una de las habitaciones de UQ Holder.

"Era eso lo que sentías realmente…" murmuró Evangeline mientras le acariciaba el pelo a Leona, a lo que ella despertó y se dio la vuelta en la cama, entonces vio a Evangeline mirándola sentada a su lado.

"Evangeline…" se incorporó Leona en la cama, mirando a su alrededor.

"¿Dormiste bien?"

"Sí…"

"Eso me pareció mientras te abrazabas a mí, tengo la impresión de que duermes mejor de esa manera."

Leona desvió la mirada con un leve sonrojo en sus mejillas.

"Gracias… Por lo de ayer."

Evangeline suspiró.

"Olvidalo, no iba a dejarte en ese estado después de lo de pasó."

"Rachel…"

"Perdona, no quería…"

Leona cerró los ojos y exhaló un suspiro profundo.

"No importa, es algo que cuanto antes lo supere antes podré seguir."

"Puedes tomarte el día libre."

Leona negó con la cabeza y miró a Evangeline.

"No, me vendrá bien hacer algo."

"Como quieras, si necesitas algo, dímelo."

"Eres bastante flexible antes no lo eras tanto."

Evangeline soltó una risa leve ante el comentario.

"¿Te gusta que sea estricta? Puedo serlo si quieres."

"No." respondió Leona rápidamente.

"Voy a ir a la oficina, cuando estés lista, ve con los demás, creo que están en la cocina."

Leona asintió y Evangeline dejó la habitación, minutos después, Leona se dirigió dónde estaban los demás.

"Leona, ya estás aquí." dijo Kuroumaru al verla entrar en la cocina.

"¿Qué estáis haciendo?"

"Tenemos un descanso antes de volver al trabajo." respondió Karin. "Así que han decidido ver quien cocina mejor." suspiró.

"Bien, cada uno hizo su plato, excepto Karin que no quiso saber nada, el que mejor sepa, ¡es quien habrá ganado!" exclamó Mizore sonriendo animada. "¡Y tú Touta-sama vas a ser quien los pruebe!" lo señaló con el dedo índice.

"¿Yo?" se señaló Touta a sí mismo, parpadeando.

"¡Exacto! Empieza por el mío Touta-sama."

"Hey, un momento, ¿por qué tiene que ser el tuyo el primero?" la miró Kirie cruzando los brazos bajo su pecho.

"Porque fui la primera en terminar."

"Vamos, Kirie-chan, no importa quién sea el primero." intentó calmarla Kuroumaru con los ojos cerrados.

"Bueno, está bien." suspiró Krire resignada.

Touta se sentó en la silla viendo el plato elegante que tenía en la mesa.

"Bien, entonces Touta-sama, di ahh~ " sonrió Mizore, mientras le ponía una cuchara delante.

"¡Quieta ahí! ¡Puede comer él solo!" intervino Kirie con una vena de enfado en la sien y el puño levantado.

"Tsk." gruñó Mizore, mirando hacia otro lado.

"Entonces lo probaré." sonrió Touta cogiendo la cuchara. "Está bueno Mizore." dijo después de probarlo.

"Je, je, lo sabía, es mi receta exclusiva, ¡la cocina sale del alma! ¡Sobre todo si es para quien amas!" rio Mizore orgullosa.

"Ahora es mi turno." interrumpió Kirie poniendo su plato en la mesa. "Adelante, incompetente." lo miró cruzando los brazos bajo su pecho.

"Bien…" asintió Touta cogiendo la cuchara, al probarla, movió la cabeza a un lado y una llamarada salió de su boca.

"¡Touta-sama!" exclamó Mizore abriendo los ojos ampliamente, poniéndose las manos en las mejillas. "¡Agua! ¡Traerle agua!"

Kuroumaru le dio un vaso de agua a Touta quien lo bebió rápidamente.

"Kirie, ¡qué se supone que le pusiste!" la miró Mizore con una expresión de enfado.

"¡Me pasé con el picante, simplemente!"

"No pasa nada, estoy bien…" los miró Touta. "Gracias, Kuroumaru."

"Ah… De nada, Touta-kun…" respondió Kuroumaru mientras Kirie lo miraba de reojo.

"Vamos Kuroumaru, te toca." sonrió Kirie dándole levemente con el codo en la costilla.

"¿Eh? Bueno, el mío es más tradicional, además era lo que me cocinaba cuando estaba solo." dijo Kuroumaru poniendo su plato en la mesa.

"Tiene buena pinta." sonrió Touta mientras lo probaba. "Está bastante bueno Kuroumaru."

"Me alegro, Touta-kun."

"Solo faltas tú, Shinobu." sonrió Mizore cruzando los brazos bajo su pecho.

"E- Espero que te guste, Touta-senpai…" dijo Shinobu con una voz tímida, poniendo el plato en la mesa, Touta cogió el tenedor y lo probó.

"¿Cómo está?"

"Te quedó bien, Shinobu." la miró Touta, sonriéndole.

"¿De verdad?" sonrió Shinobu aliviada.

"Entonces, ¿cuál es mejor?" preguntó Mizore con un tono impaciente. "¿El mío?"

"Ah…"

"¿Por qué crees que es el tuyo?" la miró Kirie con las manos en la cintura.

"Intuición, aunque el tuyo está claro que no puede competir con el mío." respondió Mizore, encogiéndose de hombros.

"¡¿Perdona?! ¡Y si a él le encanta la comida picante! Además, ¡solo me pasé un poco!"

Mientras discutían Karin suspiró y vio a Leona mirándolas con una expresión pensativa.

"Te ves algo apagada." la miró Karin cruzando los brazos bajo su pecho.

"¿Qué? No, no es nada..."

"¡Está bien, Touta! ¡¿Quién ha ganado?!" exigió Kirie, mirándolo seriamente.

"Bueno… Yo… Todos me gustan…"

"Pero debe haber alguno que te haya gustado más que el resto."

"Huh…"

De repente, uno persona de la organización entró en la cocina.

"Tenemos un problema, le ha surgido algo quien cocina normalmente y no tenemos quien lo haga para los clientes… ¿Alguno puede sustituirle?"

"¿Eh? Bueno… Tenemos trabajo que hacer ahora…" respondió Kuroumaru.

"¿Sabes cocinar, Leona?" preguntó Mizore de manera repentina, mirándola.

"Sí."

"¿Crees que podrías ocuparte?"

"¿Eh? Sí…"

"Bien, entonces decidido." asintió Mizore varias veces, con los brazos cruzados bajo su pecho.

"Un momento, primero deberíamos hacer una prueba, solo para saber si es pasable." interrumpió el hombre.

"Tienes razón, sino podría pasar lo mismo que pasó con Kirie." añadió Karin con la mano en la barbilla.

"¡Dejar de meteros con mi plato!" exclamó Kirie, levantando los brazos por encima de su cabeza, mirándolos indignada.

"Está bien, entonces, puedes empezar Leona." dijo Karin con un cronometro en la mano.

"Espera, ¿por qué llevas eso? …" la miró Touta con una gota en la nuca, señalando el cronometro con el dedo índice.

"Tenemos que tener en cuenta el tiempo."

"Que estricta eres Karin…" suspiró Kirie con una mirada estrecha.

"No podemos permitir que salga mal, sino no podré mirar a Yukihime-sama a la cara."

"…"

"Bueno, de esta manera no tendré que pensar en ello mientras hago esto." pensó Leona arremangándose las mangas, se puso una bandana en la cabeza para cocinar, después cogió unos cuantos ingredientes y comenzó a realizar la receta en total concentración, iba bastante rápido cortando los ingredientes con el cuchillo, poniéndolos en la sartén o la olla y batiendo, hasta que terminó de cocinar. "Listo." dijo poniendo el plato en la mesa, había hecho Kare Raisu y Tempura.

"No está mal, has durado incluso menos de lo que pensé." dijo Karin mirando el cronometro.

"Huele bien…" murmuró Kuroumaru, mirando los platos.

"Esa velocidad con el cuchillo no es normal…" añadió Kirie con una gota en la nuca.

"¿Eh? Supongo que es porque al usar la espada puedo manejarlo con más facilidad." dijo Leona rascándose la mejilla con el dedo índice.

"Bueno, ¡vamos a probarlo!" exclamó Mizore impaciente, probando la comida. "E-Esta…"

"¿Qué?" la miró Kirie, alzando una ceja, entonces hizo lo mismo que Mizore. "Esto está realmente bueno…" dijo mientras cogía más del plato.

Los demás hicieron lo mismo y su expresión cambió a una de satisfacción.

"Decidido, te encargarás de ello." la miró Karin con un brillo en su ojo derecho.

"¡Opino lo mismo!" añadió Kirie, mirándola seriamente.

"Está bien…"

"Gracias." agradeció el hombre. "Voy a avisar a los demás de que el problema está solucionado."

"Eres buena cocinando." le sonrió Touta, cosa que no pasó desapercibida por los demás.

"Yo también lo reconozco, ¡pero no me dejaré vencer! Solo espera, ¡haré que mi plato sea mejor y así Touta-sama vera que soy la indicada para ser su esposa!" la señaló Mizore con el dedo índice, sonriendo.

"¿Eh? …" parpadeó Leona, confundida.

"Tsk, Kuroumaru, no nos podemos quedar atrás." gruñó Kirie, mirándolas fijamente.

"¿Cómo?"

"Kirie… Ya sabemos que te gusta, no tienes que arrastrar a Kuroumaru." la miró de reojo Karin. "Aunque mejor para mí, de esta manera no tendré que preocuparme por Yukihime-sama si se queda con vosotros."

"¡Eh! ¡Lo hago por su bien! ¡Si no se quedará atrás! No podemos dejar que nos ganen los humanos." dijo Kirie seriamente con el puño levantado.

"Bueno, técnicamente Leona no es del todo humano, ¿no?" añadió Kuroumaru.

"Tienes razón… Pero como no es inmortal, está en su grupo."

"Ah…"

"¿De qué habláis?" preguntó Touta, mirando hacia ellas.

"Nada, volvamos al trabajo." suspiró Karin.

"Espera, ¿quién ha ganado entonces?" preguntó Mizore con las manos en la cintura.

"Creo que deberíamos dejarlo en un empate…" propuso Kuroumaru.

"Yo también lo pienso." añadió Shinobu, asintiendo.

"Me parece bien." se unió Kirie a la decisión.

"Está bien…" suspiró Mizore resignada. "Lo dejaremos en un empate."

"Nos vemos, Leona." se despidieron los demás retirándose.

"Bueno, empecemos." pensó Leona, yendo a la nevera.

El día fue transcurriendo mientras Leona iba preparando los platos que se iban a servir a los clientes, además de los postres, cuando todo terminó después de unas horas, Leona puso en una bandeja; un plato de comida, cubiertos, una copa de vino, pan, el postre y un té.

"Solo me queda llevárselo..." pensó Leona mientras cogía la bandeja y dejaba la cocina.

Minutos después entró a la oficina de Evangeline, quien estaba Jinbei sentado en uno de los sofás mientras Evangeline estaba en su silla de oficina mirando unos papeles.

"Ah, Leona." la miró Jinbei saludándola, Evangeline alzó la vista para verla. "¿Qué llevas ahí?"

"Le traigo la comida a Yukihime."

"Así que eres quien se encargó del asunto." sonrió Jinbei. "Estaba realmente buena, no recuerdo la última vez que comí algo así, el día que encuentres a alguien tendrá suerte." asintió con los ojos cerrados y los brazos cruzados mientras Evangeline le daba una mirada estrecha.

"Ah… Gracias, supongo…" dijo Leona mirándolo, después se dirigió a Evangeline y le puso las cosas en la mesa, retirándolas de la bandeja.

"Gracias, Leona." le sonrió Evangeline, lo que hizo que ella se sonrojara levemente. "Ven a verme después, tengo que hablarte de algo."

"Está bien." dijo Leona cogiendo la bandeja. "Me retiro entonces." Leona dejó la habitación mientras Jinbei miraba a Evangeline.

"¿Qué? ¿Cómo está? Por tu expresión diría que la comida es de tu agrado."

"Sabe bien."

"¿Quieres que me coma el postre? Quizás es demasiado para ti."

"Intentalo y lo verás." remarcó lo ultimó Evangeline con un tono de voz peligroso.

"Por cierto, ¿estás segura de esa prueba? ¿No es excesivo para ella?"

"Es la que he decidido."

"Que exigente." dijo Jinbei cerrando los ojos. "¿Quieres comprobar algo, no es así?" sonrió.

"Quiero ver hasta dónde puede llegar."

Después de unas horas, Leona se cambió la ropa de trabajo, poniéndose una camisa negra y un pantalón del mismo color y se fue a la oficina como se le había dicho, al entrar vio a un hombre al lado de Evangeline, el hombre, tenía el pelo corto por encima de los hombros de color gris blanquecino y los ojos eran grises, llevaba un traje blanco con una corbata negra y unos zapatos negros.

"Leona, él es Fate." lo presentó Evangeline haciendo un gesto con la mano. "Es quien se enfrentará a ti."

"¿Eh?" dijo Leona confundida. "¿Por qué?"

"Dado lo ocurrido en la misión, estuve hablando con algunos de los números de la organización y decidimos que se te haría una prueba para ser un número también, pero para serlo, sabes que tienes que pasar una prueba." explicó Evangeline, haciendo una pausa antes de continuar con sus palabras. "Así que he decidido que la prueba será enfrentarte a él."

Fate se dirigió hacia Leona y después de mirarla, dejó ir un suspiro de decepción.

"Iré a fuera, no tardéis demasiado, soy alguien demasiado ocupado como para estar perdiendo el tiempo."

"Entonces, no vengas." pensó Leona con una vena de enfado en la sien mientras Fate dejaba la habitación.

"Será mejor que vayamos también."

"¿Estás segura de que quieres que lo sea?" le preguntó Leona, mirándola no muy convencida mientras Evangeline se acercaba ella.

"Aunque no seas inmortal, demostraste que puedes ser de ayuda."

"Pero no fui yo quien lo hizo, quiero decir, no era consciente…"

"No tienes que ser tan exigente contigo misma, ahora vamos, nos están esperando." sonrió Evangeline.

"¿Están?" remarcó Leona. "¿Quién?"

Cuando salieron fuera, Touta y los demás estaban esperándoles, Fate estaba más retirado, mirándolos con las manos en los bolsillos del pantalón.

"Por qué." dijo Leona con una mirada inexpresiva.

"Animo, si lo consigues podrás ser un numero como nosotros." sonrió Touta, levantando el pulgar.

"Aunque es Fate…" lo miró Kuroumaru con una gota en la nuca.

"Enfrentarla a Fate… ¿En que está pensando?" Kirie cruzó los brazos bajo su pecho con una mirada seria.

"¿Sabes si tienes que vencerlo, Leona?" le preguntó Karin.

"Ah…"

"Así es." se escuchó a Evangeline detrás de ellos.

"Esa es mi Yukihime-sama, poniendo las pruebas más difíciles." Karin cerró los ojos, asintiendo.

"Esto es demasiado." dijo Kirie mirando a Karin de reojo.

"¿Tan fuerte es?" preguntó Leona, alzando una ceja.

"¿Sabes quién era Medusa?" le preguntó Kirie con las manos en la cintura.

"¿Qué? … ¿A qué te refieres?" parpadeó Leona.

"De la mitología griega."

"¿No era la que convertía a la gente en piedra?"

"Pos comparada con él, no es nada."

"…"

"La vais a asustar antes de empezar…" dijo Kuroumaru con una sonrisa nerviosa.

"Solo haz lo que siempre haces." la miró Evangeline con los brazos cruzados bajo su pecho. "Solo ten en cuenta de que Ialda es más fuerte que él."

"¿Qué?"

"Si lo vences, Eva te dará un besito." añadió Chamo en el hombro de Touta, haciendo el gesto del beso en su forma animal.

Karin rápidamente se puso detrás de Chamo con un aura siniestra, sacando la espada que tenía atada detrás de la cintura.

"¡Era una broma!" intentó rectificar Chamo.

"¿Vais a tardar mucho más?" se escuchó a Fate, empezando a estar impaciente.

"Vamos." dijo Evangeline elevándose en el aire, cogiendo a Touta.

"¿No es aquí?" preguntó Leona, confundida.

"Es mejor que sea en otro lugar, no vaya a ser que haya destrozos." dijo Kirie, subiéndose a su escoba con Kuroumaru y Karin.

"Por qué él tiene que ser llevado por Yukihime-sama…" miraba Karin a Touta con un tic en la ceja.

"A causa de su magia de cancelación, no puede subirse a la escoba, ello anula la magia y la hace una escoba corriente." explicó Kirie.

"Tsk." gruñó Karin.

Seguidamente, dejaron el lugar y fueron hacia una isla que había no muy lejos de UQ Holder.

"Este lugar es suficiente." los miró Fate.

"Está bien." asintió Evangeline. "Leona." la llamó, haciéndole un gesto con la cabeza para que fuera.

Leona asintió y se dirigió dónde estaba Fate.

"Antes de nada, que conste que no me responsabilizo si quedas herida, si tienes alguna queja dísela a ella, que parece no tener en cuenta que eres un humano." señaló Fate con el dedo índice a Evangeline. "Ahora, podemos empezar." varios círculos mágicos aparecieron a su alrededor.

"Ialda es superior a él… Entonces si consigo vencerle… Perder no es una opción." pensó Leona, mirándolo seriamente, cerrando las manos en puños.

Los ojos de Kirie se ampliaron y las pupilas se encogieron.

"Un momento, no va a…"

"One Thousand Obsidian Blade… Obsidian Spiral."

Al decir el hechizo, de los círculos mágicos salieron numerosas espadas que fueron disparadas hacia Leona.

"¡Se la va a cargar!"

Leona hizo aparecer una espada de hielo en cada mano y empezó a bloquear la mayoría de ellas, aunque algunas le hacían rasguños en diferentes partes del cuerpo, seguidamente empezó a concentrar magia en las espadas y después de unos segundos, se dirigió hacia él mientras seguía bloqueando su ataque, Fate se percató de ello y hizo un gesto con la mano levantando un muro de roca delante suyo, Leona cortó el muro con las espadas y entonces liberó una onda de energía oscura haciendo que las espadas de él se desintegraran en pequeñas partículas de cenizas, Fate rápidamente esquivó la onda.

"Stone Snake."

Varios pilares de forma cuadrada aparecieron alrededor de Fate después de pronunciar el hechizo y fueron hacia Leona como su fueran serpientes.

Leona lanzó las espadas hacia arriba a bastante altura, entonces saltó en uno de los pilares y fue corriendo por el mientras con las manos congelaba los demás pilares que iban hacia ella, iba saltando rápidamente cambiando de pilar para acercarse a Fate, cuando estuvo cerca, saltó cogiendo las espadas que había lanzado para atacarle, pero Fate detuvo las espadas con las manos mostrando una sonrisa, de repente, las espadas empezaron a petrificarse, al verlo, Leona dejó las espadas y saltó hacia atrás, alejándose, miró su brazo derecho que estaba petrificado y después miró a Fate, un aura oscura comenzó a aparecer en su brazo y la petrificación se destruyó dejando el brazo libre, a continuación desapareció y apareció delante de él golpeándole el rostro lanzándolo varios metros de distancia, seguidamente disparó una ráfaga oscura al mar haciendo que el agua saliera disparada por la explosión y la convirtió en carámbanos de hielo, que, a continuación los lanzó hacia Fate, al verlo, él hizo aparecer alrededor de ella varias espadas casi tocándole el cuerpo de lo cerca que estaban, haciendo que Leona detuviera su ataque.

"Parece ser que he ganado." la miró Fate fijamente. "Ya que al mínimo movimiento que hagas te apuñalaré sin compasión."

Leona permaneció quieta mirándolo seriamente, hasta que se volvió de hielo y se destrozó en pedazos.

"Que-"

Seguidamente Fate fue golpeado por Leona quien lo tiró al suelo y le puso dos Ensis Exsequens en el cuello haciendo una x, mirándolo seriamente.

"Hmph, está bien, me retiro." suspiró Fate.

Leona hizo desaparecer las Ensis Exsequens dejando a Fate levantarse.

"Eso… ¿Eso significa que pasó la prueba?" preguntó Kirie sorprendida, después de ver la pelea.

"Eso parece." respondió Kuroumaru sorprendido.

"¡Eso fue increíble!" exclamó Touta sonriendo.

"Si no tenéis nada más que decirme, me voy."

"¿No quieres quedarte?" preguntó Touta, mirándolo.

"Tengo cosas que hacer." respondió Fate, seguidamente se marchó del lugar volando.

"Siempre tan serio." sonrió Evangeline.

"La prueba era contra Fate y aun así la superó… No pensé que tuviera un nivel tan alto… Seguramente Yukihime-sama lo sabía y por eso decidió que fuera uno de los números." pensó Karin, mirando a Leona.

"Está bien, regresemos." los miró Evangeline. "Leona-"

De repente, Salgair y Vesprinaria aparecieron en el cielo y un círculo mágico apareció debajo de Leona.

"Pero que-"

"¡Leona!" exclamó Evangeline yendo hacia ella, pero antes de que la alcanzara, ella desapareció.

"¡Vosotros dos! ¡Que habéis hecho!" los miró Touta con una expresión de enfado.

"Digamos que ahora está en otro lugar." sonrió Salgair misteriosamente, seguidamente desapareció con Vesprinaria.

"¡¿Se puede saber que acaba de pasar?!" exclamó Kirie desconcertada por lo ocurrido.

"Leona." pensó Evangeline con una mirada seria y preocupada mientras miraba la mano con la que no pudo alcanzarla.

Lejos de allí, por encima del mar, aparecieron Salgair y Vesprinaria.

"¿Crees que servirá? Hay pocas posibilidades de que eso ocurra y lo sabes." miró Vesprinaria a Salgair seriamente.

"Hmph, es mejor que nada."

Vesprinaria dejó ir un suspiro pesado.

Mientras tanto, Leona había aparecido en un lugar que parecía ser un bosque.

"¿Dónde estoy?" se preguntó, levantándose. "Esos dos… Espera que los encuentre… Voy a golpearlos tantas veces como años tengan." pensó con una expresión de enfado.

Leona se puso a caminar por el bosque, después de estar unos minutos andando, vio a una persona que iba a caballo por un camino.

"Disculpe." dijo Leona acercándose, el hombre se detuvo mirándola. "¿Sabe dónde estoy?"

El hombre la miró extrañado y después de unos segundos le respondió.

"Estas cerca de Winghamon."

"¿Winghamon?"

"Es un pueblo que está cerca de aquí, si sigues este camino llegarás a ese pueblo… Por cierto, jovencita, ¿por qué llevas esa ropa tan extraña?"

"¿Eh?"

Leona se dio cuenta de que la ropa del hombre era distinta, como su fuera de hace siglos atrás.

"No puede ser…" pensó Leona.

"Estas modas… Bueno, no importa, tengo prisa, no puedo perder más tiempo contigo."

"Solo una pregunta… Hum… ¿En qué año estamos?"

"¿Perdón?"

"Sé que parece extraño, pero… ¿Puede decírmelo?"

"Estamos en el año 1487, ahora, si me disculpa, me tengo que ir, soy un comerciante con bastante prisa, adiós." se despidió el hombre marchándose.

"1487… ¡Pero que porras ha pasado!"


Fin del capítulo.

Leona pudo superar la prueba, pero ahora se encuentra en el pasado por culpa de los demonios, ¿qué ocurrirá?

Gracias por leer, espero que haya gustado, si es así, dejen review por favor, me gustaría saber su opinión, me anima a seguir escribiendo. Cualquier duda de la historia, pueden decirme.