Capítulo 28: Después de una semana

Ryo había dejado a Lili con su abuela y su bisabuela, informándoles antes lo sucedido.

Lili se sentía culpable de la desaparición de su madre y Renamon, aparte de la casa y de unas cuantas casas más (casi todas las que estaban en la calle esa); aparte, ya sabía qué era eso que la había atacado...

En aquel momento, Yikumon daba vueltas de un lado a otro de la cima de su edificio favorito, hasta que se apareció Kannonmon y éste le empezó a preguntar cosas:

–Esa cosa llamada Delipa es tú famoso progenitor¿o me equivoco? –dijo Kannonmon.

–No lo niego. El Delipa sufrió una división desigual cuando los Tamer antes a los actuales lo enviaron de vuelta al mundo digital...; fue una suerte que yo me quedara con su cerebro y él con mi fuerza... –dijo Yikumon.

–Si él se llevó la fuerza... ¿qué tan fuerte no serías de tenerla...?

–Destruiría de solo ver, en serio.

Yikumon se asomó por el borde del edificio y volteó a ver hacia el lugar donde hacía una semana era una hermosa calle; y que ahora era el terreno que ocupaba el Delipa...

–¡Dios, esa cosa se ve a kilómetros! –dijo Kannonmon, al estar junto a Yikumon al borde del edificio.

–Sí, y es devastador... –dijo Yikumon.

–Oye, y dime¿cómo estuvo eso de que formó un agujero negro en medio de un pasillo de tu casa?

–A esa cosa le falta cerebro y no sabe la diferencia entre absorber y aplastar... Aparte, también le falta toda la información que le robé durante la separación.

Mientras, en la casa de Yoshi, sonó el teléfono hasta que el muchacho respondió, ya que estaba solo en la casa (enviaron a sus hermanos a con su tía Suzie) y estaba ocupado haciendo la tarea con la radio prendida a todo volumen.

–¿Hola? –dijo Yoshi.

–Ah... ¡Hola, Yoshi! Oye, quería preguntarte si... –era Lili.

Yoshi estaba queriendo reaccionar para poder colgarle a Lili sin responderle, pero como mínimo tenía que saber lo que ella quería decirle...

–... ¿me has perdonado ya? –terminó Lili, y esperó la respuesta.

Y ahora sí, Yoshi reaccionó y colgó el teléfono, dándole la respuesta a Lili sin siquiera decir una palabra más.

–Colgó... ¿Por qué me pasa esto a mí? –dijo Lili.

Como ya no tenía a Kannonmon adherido a ella, Yikumon pudo ir a darle la vuelta al Delipa por un rato.

Estaba a solo tres metros de distancia del Delipa y sabía que eso era riesgoso; ya que si la capturaba esa cosa, el mundo se podía ir despidiendo de su existencia...

–¿Necesitas el cerebro, verdad? Lo único que sabes es que necesitas capturarme para tener más cerebro que el actual, más cerebro que una lechuga, siquiera. –decía Yikumon, caminando y caminando alrededor del Delipa.

Entonces, el Delipa intentó una captura rápida nada efectiva, ya que Yikumon solo tuvo que moverse diez centímetros hacia atrás.

–Mírate, que no sabes la diferencia entre diez kilómetros y diez centímetros... ¡Vaya que das lástima! –se burló.

–No te burles, Yikumon, que algún día esa cosa te atrapará... –dijo una voz que venía de atrás, y la zorra se volteó rápidamente.

–¡Tú...!

Reviews