Capítulo 18
Un inesperado despertar
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Un círculo mágico apareció en el suelo del patio de Senkyokan, del cual salió Leona.
"Supongo que me llevó más tiempo del que pensé…" pensó Leona, rascándose la mejilla con el dedo índice, después suspiró y entró dentro del resort.
"Oh, Leona, has vuelto." la miró Chamo, al verla entrar por la puerta principal. "¿Cómo fue? Supongo que pudiste decirle lo que quieras."
"Sí, aunque tardé más de lo previsto."
"No te preocupes, ya les comenté a los demás que fuiste a ver a Dana-sama, aunque…"
"¿Ocurre algo, Chamo?"
"Deberías de ir a ver a Eva, me dijo que cuando volvieras, fueras a verla." respondió Chamo con una gota en la sien, desviando la mirada hacia otro lado y rascándose la mejilla con el dedo índice.
Leona parpadeó, confundida.
"Está bien, entonces iré ahora."
Leona subió las escaleras y fue por los pasillos hasta llegar a la habitación que trabajaba Evangeline, una vez allí, llamó a la puerta un par de veces y entró cuando escuchó la voz de Evangeline permitiéndole pasar.
"Evangeline."
"Ya has vuelto, por lo que veo." la miró Evangeline, levantándose de su asiento y dirigiéndose hacia ella. "Leona." la llamó, elevando un poco la voz con un tono firme y serio, además de una mirada severa.
Leona sintió un escalofrío al escucharla y al sentir esa mirada penetrante sobre ella.
"¿Sí?"
"El término de la expresión 'volveré más tarde', ¿qué significa para ti exactamente?" Evangeline cruzó los brazos bajo su pecho.
"Huh… Lo siento, me quedé más tiempo del que creí…"
"Puedo pasar por alto los días que no estuviste por lo ocurrido con esos demonios, ya que te enviaron al pasado, pero lo de irte a ver a Dana sin siquiera comentármelo… ¿Qué querías hacer allí de todos modos?"
Leona desvió la mirada hacia otro lado.
"Quería que me entrenase…"
"¿Eh?" parpadeó Evangeline, sorprendiéndose un poco. "¿Entrenarte? ¿Por qué?"
"No quiero ser siempre un estorbo, aunque me digas que no es cierto, no puedo negar el hecho de que siempre estoy en problemas cuando se trata de algún ser que no es humano."
Leona alzó la mirada, mirándola fijamente a los ojos con una mirada que expresaba seriedad y decisión.
"Al menos quisiera poder ser lo suficientemente fuerte como para ayudaros cuando estéis en problemas también, no quiero ser siempre quien tenga que ser salvado, por eso fui a verla."
Evangeline descruzó los brazos.
"¿Por qué no me lo pediste?"
"Últimamente siempre estás ocupada, y tuve la impresión de que, si te lo decía, te negarías… Aun así, asumo la responsabilidad por haberme ausentado durante semanas y haber faltado al trabajo."
"Está bien…" suspiró Evangeline, cerrando los ojos.
"¿Entonces?"
Evangeline la miró con una mirada resplandeciente y con una sonrisa que se notaba que era fingida.
"Ya que lo asumes, no voy a ser flexible, trabajarás hasta que recuperes todo el tiempo que has estado ausente, vas a estar limpiando hasta que quede tan brillante que la gente se pueda reflejar en el lugar."
"…"
Horas después, Leona estaba fregando uno de los pisos, después de haber estado barriendo el patio, podando y regando los setos, quitando el polvo de los muebles, ordenado y preparando las habitaciones, y revisando las aguas termales.
"Cuanto trabajo tengo…" suspiró Leona.
"No deberías de haber faltado tanto tiempo." se escuchó a Kirie, detrás de ella.
Leona se dio la vuelta y vio a Kirie junto a los demás.
"Kirie."
"¿Dónde fuiste, a las maldivas o qué?"
"Fui a ver a Dana para que me entrenara."
Al decirlo, los demás se sorprendieron.
"¡Eh! ¡Y sigues con vida! ¿No te comió?"
"Kirie-chan… No creo que haga ese tipo de cosas." sonrió Kuroumaru nerviosamente.
"¿Pudiste saber dónde se encontraba?" preguntó Karin con curiosidad.
"Chamo me ayudó."
"Hay que tener valor para ir a pedírselo y aguantar su entrenamiento." cruzó los brazos Kirie bajo su pecho.
"Supongo que, al ser humano, se contuvo bastante." añadió Karin.
"A nosotros nos despedazaba en los entrenamientos." sonrió Touta poniéndose la mano en la nuca.
"Tienes razón." suspiró Kuroumaru.
"¿Podríamos hablar de otro tema, por favor? No quiero recordarlo." pidió Kirie.
"Pronto será Navidad, ¿no?"
"Ah, es cierto, Kuroumaru." lo miró Kirie.
"¡Tengo ganas de que lo sea!" sonrió Touta, animado.
"Mm… Siento decirte que, nunca lo celebramos."
"¿Ehhhhh?" miró Touta a Kirie con una cara de decepción.
"No me mires de esa manera, Touta, simplemente es así."
"¿Por qué?"
"No lo sé." encogió los hombros Kirie. "Supongo que, como nadie lo propone, no se hace."
"¡Entonces lo propondré este año!" exclamó Touta, levantando el puño a media altura.
"Antes deberías pedírselo a Yukihime-sama." lo miró Karin seriamente.
"¡Esta bien! Leona, ¡ven conmigo!"
"¿Eh?"
"¿Por qué se lo dices?" lo miró Kirie de reojo.
"Si se lo pedimos dos, será más fácil que acepte."
"Si tú lo dices…"
"¡Vamos, Leona!"
"Está bien…"
Mientras tanto, Evangeline estaba sentada en su asiento con las piernas cruzadas una sobre la otra, y con el codo apoyado en el reposabrazos, sujetándose la cabeza con la mano cerrada en forma de puño mientras revisaba con atención una de las hojas que tenía en su otro mano, al lado de ella, se encontraba Vasago sujetando un puñado de hojas en sus manos.
"Entonces lo dejamos así." asintió Vasago, poniendo la primera hoja detrás de la última. "Pasando al siguiente tema-"
De repente, la puerta doble se abrió bruscamente, chocando contra la pared de aquella habitación.
"¡Yukihime!" exclamó Touta mientras entraba a la habitación con Leona.
"Touta." Evangeline levantó la mirada. "Leona."
"Quiero hablar contigo de-"
"Vosotros dos." interrumpió Vasago, dándoles una mirada severa. "¿No os han enseñado a llamar antes de entrar? Como os atrevéis a interrumpir de esta manera."
"Ah… Perdón." se disculpó Touta, acariciándose la nuca mientras Leona desvió la mirada hacia otro lado con una gota en la sien.
"Escuchadme los dos, por muy cercanos que seáis a Ms. Yukihime, no os da derecho a entrar de esa forma por la puerta, y Touta, no te dirijas a ella con tanta confianza, es Ms. Yukihime o Yukihime-sama, además, ahora está muy ocupada y no tiene tiempo para estar con vosotros." los miró Vasago fijamente mientras daba unos leves golpes al puñado de hojas con la mano. "No podéis venir cuando os apetezca, ya no sois unos críos."
"Vasago, no es necesario ser tan estricto." lo miró Evangeline, dejando la hoja encima de la mesa. "¿Qué querías decirme, Touta?"
"Ah… Se trata de que ya queda menos para que sea Navidad, y pensamos que estaría bien celebrarlo."
"Navidad." dijo Evangeline, poniéndose una mano en la barbilla, pensativa. "Es cierto, quedan solo unas semanas."
"Imposible." interrumpió Vasago. "Ese día estamos muy ocupados, ya que no cerramos, viene mucha gente a pasar el día y la noche, además de otros temas que deben hacerse."
"¿Es que aquí nunca hay vacaciones?" estrechó la mirada Leona.
"Somos inmortales, no nos hace falta un descanso."
"Pero, aun así, no creo que pase nada por hacerlo." añadió Touta. "Yukihime y yo lo celebrábamos en el pueblo."
"Pero ahora no estás en el pueblo, no podéis entender la cantidad de trabajo que tenemos esos días, solo porque tengáis ganas de celebrar la navidad." los miró Vasago seriamente.
"Pero-"
"Esta conversación termina aquí, si no tenéis otro tema más importante que discutir, podéis iros, tenemos que terminar el trabajo."
Touta apretó los puños con una expresión molesta.
"¿Y qué opina la jefa?" Leona ladeó la cabeza, mirando a Evangeline.
Evangeline suspiró y cerró los ojos.
"Vasago." lo llamó Evangeline con una voz calmada.
"Dígame, Ms. Yukihime."
"Es cierto que tenemos bastante trabajo, pero a pesar de ello, no veo ningún problema en hacerlo." sonrió Evangeline, mirándolos.
"Pero Ms. Yukihime-"
"No pasa nada por posponer el trabajo y no abrir todo el día, así descansaremos." lo miró Evangeline, cruzando los brazos bajo su pecho.
"Si usted lo dice…"
"¿Eso quiere decir que podemos celebrar la navidad?" preguntó Touta con una expresión alegre.
"Sí." asintió Evangeline.
"¡Bien! ¡Se lo diré a los demás!" exclamó Touta, cogiéndole la mano a Leona e inmediatamente salieron de la habitación corriendo mientras se escuchaba a Leona decir que no hacía falta correr tanto.
Vasago suspiró.
"¿Está segura de esto?"
"Te preocupas demasiado, Vasago." sonrió Evangeline. "Un poco de diversión no viene mal, verás como no será tan malo poder tomarte un descanso." dijo mirando las hojas que había sobre la mesa. "Ahora sigamos."
"¿En serio? ¿Celebraremos la Navidad?" parpadeó Kirie. Después de que Touta les explicara lo que se había decidido al final.
"¡Sí!" asintió Touta. "Yukihime estuvo de acuerdo."
"Que bien, Touta-kun." sonrió Kuroumaru.
"Como se esperaba de Yukihime-sama." asintió Karin varias veces, cruzando los brazos bajo su pecho.
"¿Lo he entendido bien? ¿Vamos a celebrar la Navidad?" se escuchó a Jinbei detrás de ellos, seguido por Makabe.
"Así es." respondió Kirie.
"¡Genial! ¡Así me libraré del trabajo!" sonrió Jinbei. "¡Voy a beber hasta hartarme!" levantó los brazos animado.
"¿Lo dice en serio, maestro?" lo miró Makabe, seriamente. "Pienso que no debería."
"Anda que no." lo miró Jinbei.
"Sea como sea, deberíamos volver al trabajo, ya hemos tomado un descanso." los miró Makabe.
"Sí." asintieron los demás, excepto Jinbei.
El día fue transcurriendo hasta que terminaron de trabajar, siendo ya el atardecer.
"Ahora podré hacerlo, pero tengo que preguntar dónde está." pensó Leona yendo por uno de los pasillos. "He estado tan ocupada que todavía no he podido."
Leona iba a abrir la puerta donde Evangeline estaba trabajando, pero se lo impidieron al llamarla.
"Vasago." lo miró Leona.
"¿Vas a ver a Yukihime-sama de nuevo?"
"Sí, pero no tomará demasiado tiempo."
Vasago suspiró.
"No entiendo la relación que tienes con ella, pero a diferencia de ti, tiene asuntos que atender, así que te agradecería que no estuvieras interrumpiendo constantemente, Yukihime-sama no puede estar pendiente de ti solo porque la conoces de hace tiempo."
"Está bien, regresaré más tarde."
"Hoy no podrá ser, gracias a unos que interrumpieron hace un rato, se nos ha acumulado la faena." la miró Vasago, fijamente.
"Por lo menos dile que quiero verla, ¿o es que tampoco se puede?"
"Sí, pero no la esperes despierta, ahora, si me disculpas."
Vasago abrió la puerta y la cerró detrás de él.
"¿Cuál es su problema?" pensó Leona con una vena de enfado en la sien.
"Leona." se escuchó a Chamo mientras se dirigía hacia ella, en su forma humana. "¿Quieres ver a Eva?"
"Sí, pero está demasiado ocupada… Quizás tú puedas ayudarme, ¿sabes dónde está Chachazero?"
"¿Chachazero? Sí, claro."
"¿Podrías llevarme?"
"¿Quieres verla?" parpadeó Chamo. "Está bien, sígueme."
Leona lo siguió hasta llegar a una de las habitaciones.
"Es aquí." Chamo abrió la puerta. "Es mi habitación." entraron y vieron a Chachazero encima de uno de los muebles. "Le pedí a Eva que estuviera aquí."
Leona se puso delante de ella y la miró fijamente.
"Como sabrás, está sin vida por lo ocurrido…"
"… Creo que podría solucionarlo…"
Hubo un silencio de unos segundos hasta que Chamo habló.
"¿Eh? ¿Qué acabas de decir? …"
Leona lo miró.
"Que creo que puedo hacer que regrese."
"¿Lo dices en serio?" se sorprendió Chamo, mirándola con los ojos muy abiertos. "Pero eso es… ¿Cómo podrías hacerlo? Ni siquiera Eva fue capaz." comentó, impaciente por saber cómo lo haría.
"En el tiempo que estuve con Dana, aprendí un hechizo que podría resultar."
"¿Estás segura?"
"Lo sabremos ahora."
Leona miró a Chachazero e hizo aparecer la espada del pactio, a continuación, cerró los ojos y un círculo mágico apareció en el suelo iluminando la habitación mientras un aura oscura la rodeaba.
"Su núcleo está envuelto por una gran cantidad de poder mágico contaminado, ello impide que pueda despertar." pensó Leona, viendo su interior. "Si es así… Esto podría servir."
Leona miró a Chachazero y colocó la espada detrás de su espalda, manteniéndola paralela al suelo y empezó a concentrar un aura oscura alrededor de la espada.
"Teraskaider."
Leona alzó la espada en el aire y lanzó una onda de energía oscura hacia Chachazero haciendo que pasara a través de ella.
Leona hizo desaparecer el círculo mágico y regresó la espada a la forma de tarjeta de pactio.
"¿Funcionó?" preguntó Chamo, mirando a Chachazero, inquieto.
Segundos después, Chachazero abrió los ojos.
"Hey." Chachazero levantó el brazo. "Vaya, vaya." miró a Leona. "Si estás viva, ¿qué haces aquí humano revoltoso, ¿es que no tienes adónde ir?"
"Yo también te quiero, Chachazero." suspiró Leona.
"¿Cómo es que no has envejecido? ¿Ya te hincó el diente el ama? ke, ke, ke."
"No… ¿Qué quieres decir con eso?"
"¡Chachazero!" exclamó Chamo con lágrimas en los ojos, apartando a Leona y poniéndose delante de Chachazero.
"¡Hey!" exclamó Leona por el empujón.
"¿Y este quién es?"
"Soy yo, ¡Chamo!" dijo Chamo regresando a su forma de armiño y se subió al mueble donde estaba sentada. "¡Me alegra tanto que hayas vuelto!" la abrazó.
"No necesitas ser tan empalagoso, ¿qué haces en esa forma? Si querías convertirte en algo, haber elegido otra cosa."
"¡Desde lo que pasó, creí que no te volvería a ver!"
"Se nota que la echaba de menos." pensó Leona.
De repente, la puerta de la habitación se abrió.
"Aquí estás, te estaba buscando Leona." entró Evangeline en la habitación. "Vasago me contó que querías verme."
"Sí, pero pensé que estabas ocupada…"
"No realmente, ¿qué querías decirme?"
"Hey, ama." saludó Chachazero. "He vuelto, ke, ke, ke."
"Chacha… ¿Zero?" la miró Evangeline, sorprendida.
"La mocosa sirve para algo, tiene el uno por ciento de mi respeto."
"¿Y el resto?"
"No te emociones, niña."
"Algo es algo..." pensó Leona.
"Vamos." dijo Chamo, poniéndose sobre el hombro de Leona. "Necesitan estar a solas un rato."
Leona asintió y dejaron la habitación.
"No se cómo agradecértelo, Leona." dijo Chamo en su hombro mientras iban por el pasillo.
"No tienes que hacerlo."
"¿Lo aprendiste de Dana-sama?"
"Me enseñó a usarlo."
"Ya entiendo." dijo Chamo, poniéndose una pata en la barbilla.
Más tarde, en la noche, Leona se dirigió a la habitación que compartía con Evangeline, al entrar, encontró a Chachazero sentada en la mesa del escritorio y a Evangeline de pie, delante de ella.
"Leona." se acercó Evangeline a ella. "Chachazero me contó lo que hiciste, ¿cómo pudiste conseguirlo?"
"Su núcleo estaba envuelto por una gran cantidad de poder mágico contaminado, por eso la liberé con un hechizo… Era extrañó que estuviera de esa manera, así que pensé que podría ser algo que estuviera impidiéndolo, aunque también estaba la opción de que su alma se hubiera ido cuando fue atacada."
"Ya veo, supongo que el entrenamiento de Dana tiene algo que ver."
"Sí."
"Te lo agradezco, me gustaría darte las gracias de alguna manera."
"¿Eh? No… No es necesario." Leona negó con la cabeza. "De hecho, pedirle que no me dé tanto trabajo no sería justo…" pensó.
"La joven quiso pedirle a su maestro que la abrazara y volviera a tomar su sangre, ya que, por alguna razón, nunca más lo hizo y aquello hacia que se preguntara si era porque ya la había aborrecido." añadió Chachazero.
"¡No!"
"¿Cuándo he mencionado que fueras tú? Yo solo dije 'la joven'."
"¡Es demasiado obvio que te refieres a mí! ¿Y cómo puedes saber lo de la sangre?"
"Yo lo sé todo, jovencita, ke, ke, ke."
Leona la miró con una mirada estrecha.
"¿Quieres eso?" preguntó Evangeline.
"¿Eh? …" la miró Leona.
"Lo quiere, ama."
"¡Silencio!" exclamó Leona. "Sé que pregunté porque no lo hacías, pero no es necesario…"
"No me importa, de hecho, hace tiempo que tampoco lo hago."
"Pero ama, eso no es bueno, me voy unos cuantos años y se descuida, ¿acaso es una clase de dieta?"
"¿Entonces?" Evangeline ladeó la cabeza.
"Yo… De alguna manera siento que te estoy obligando."
Evangeline sonrió levemente por el comentario.
"¿Por qué lo crees? No lo estás haciendo."
"…"
"Si puede ser antes del amanecer, porque a este paso." comentó Chachazero.
"Está bien…" se sonrojó Leona.
Evangeline la tomó de la muñeca y la llevó hasta la cama.
"Aunque es una petición extraña." la miró Evangeline, alzando una ceja, dándole una sonrisa torcida.
"Que conste que lo mencionó Chachazero, yo iba a descansar, he estado todo el día ocupada."
"Y los que te quedan, ke, ke, ke."
"Túmbate."
"¿Eh?"
"Será más cómodo para ti de esta manera."
Leona la miró unos segundos, pero hizo lo que le pidió, al hacerlo, Evangeline se puso encima de ella apoyándose en la cama con las piernas y con sus manos a cada costado de su cabeza para mirarla, Leona flexionó el brazo y lo puso delante de ella.
Evangeline parpadeó.
"¿Vas a tomarla del brazo, no?"
"¿Por qué? ¿Tienes miedo de que lo haga del cuello?"
"No… Solo que… Me siento rara cuando lo haces." respondió Leona, sonrojándose levemente, girando la cabeza a un lado.
"Yo tengo una respuesta para eso." añadió Chachazero.
"No te preocupes, es normal sentirse de esa manera." dijo Evangeline, apartando el brazo, acercó su rostro al cuello y empezó a besarlo mientras Leona se estremecía, segundos después, hundió sus colmillos.
"E-Eva…" gimió Leona con los ojos cerrados, aferrándose a ella.
"Bueno, yo me quedo por la puerta, no vaya ser que venga alguien con el don de irrumpir." se levantó Chachazero. "No me sorprendería que pasara."
Segundos más tarde, Evangeline apartó su rostro y miró a Leona que estaba respirando pesadamente por la exaltación.
"¿Estás bien?" preguntó Evangeline, lamiéndose los labios.
Leona asintió.
"Tu sangre siempre me es deliciosa."
"¿En serio? …"
"De hecho, siento que mi poder se incrementa cuando lo hago."
"¿Por qué … Me besaste? ..."
"Aparte de tener un efecto curativo, la saliva de un vampiro hace que no sea tan doloroso al hundir los colmillos, supongo que no se sintió tan mal porque todavía me estas sujetando."
Leona la soltó rápidamente.
"No- ¿Qué hace Chachazero allí?" miró la puerta Leona, cambiado de tema.
"Vigilando."
Leona puso una mirada inexpresiva.
"¿Eh?"
"Podría haber un malentendido si nos vieran, ¿no crees?"
"…"
"Vamos a descansar." se quitó Evangeline de Leona. "Es tarde, sobre todo para ti."
"Puedo estar más tiempo despierta."
"Y entonces mañana no te levantas."
"…"
Seguidamente Leona se puso el pijama mientras que Evangeline solo se dejó la camisa y la ropa interior de abajo.
"Como soy una marioneta comprensiva, no me voy a poner en medio de las dos."
"¿Eh?" dijo Leona sin entenderlo.
"Chachazero, apaga la luz y duerme." ordenó Evangeline.
"Haiii."
Chachazero apagó la luz y se acostaron.
Fin del capítulo.
Y así Chachazero regresó gracias a Leona.
Gracias por leer, espero que haya gustado, si es así, dejen review por favor, me gustaría saber su opinión, me anima a seguir escribiendo. Cualquier duda de la historia, pueden decirme.
