Se acercaron a la ventana y vieron la escena del Delipa creciendo rápidamente, pero extendiéndose más hacia donde estaban ellos.
–Esa cosa empieza a pensar: sabe dónde estamos. –dijo Yikumon.
–Es cuestión de olfato: te está rastreando. –dijo Kannonmon.
–¿De qué hablan? –dijeron Lili y Yoshi confundidos.
Hubo un pequeño rato de silencio, y por fin Yikumon le dijo a alguien que no era su confiable Kannonmon su pequeño secreto.
–Soy una parte del Delipa, el cerebro. El Delipa intenta capturarme por eso. –dijo Yikumon.
–Pero, Yikumon... –dijo Lili.
–¿Y para qué capturarte? –dijo Yoshi.
–Para poder destruir todo lo existente en este mundo.
–¿Cómo podríamos evitarlo? –dijo Lili.
–Podemos intentar destruirlo... aunque tendrían que destruirme a mí también.
–¡No, no, no...¡No a ti, Yikumon¡No a ti! –dijo Lili casi llorando, abrazando de nuevo a su Digimon.
–Tenemos que encontrar otra manera, entonces. –dijo Yoshi.
–Y nos queda poco tiempo para salir de aquí. –dijo Kannonmon.
–Salgamos, entonces¡y rápido! –dijo Yikumon.
Los cuatro salieron de la casa y se alejaron de ella dirigiéndose al Delipa.
Yikumon activó de nuevo su escudo de defensa en contra de aquella cosa de forma indefinida, que había empezado a absorber lo que había a su alrededor nuevamente.
–¿Estaremos listos para enfrentarlo? –dijo Lili, temblando un poco.
–Si nuestros padres pudieron, no encuentro una razón por la que nosotros no. –dijo Yoshi, abrazando los hombros de la chica.
–Cierto. –dijo Lili.
Kannonmon iba cerca de Yikumon, pero procurando no adelantarse, puesto que podía ser arrastrado por el Delipa.
No dejaba de pensar en otra manera de controlar al Delipa, y tampoco dejaba de frustrarse al no encontrar qué hacer para detenerlo.
–No te mortifiques por esas cosas, Kannonmon. –dijo Yikumon.
–Pero no podría destruirte... No a ti, Yikumon... –dijo Kannonmon.
–Yo ya te lo había dicho¿por qué no habías pensado en ello desde antes?
–No sabía que sería tan pronto todo esto...
Y entonces Yikumon se detuvo a una corta distancia del Delipa, procurando mantener su escudo para proteger a sus acompañantes.
–Sé una manera de evitar que el Delipa me reconozca. –dijo Yikumon a Kannonmon.
–¿Cuál? –dijo Kannonmon.
–Digievolución. –dijo Yikumon.
–¿Y por qué no lo intentas?
–Sería incapaz de bloquear como ahora al Delipa.
Lili y Yoshi se iban acercando más a sus Digimon, ya que la fuerza del Delipa parecía haber aumentado con Yikumon cerca.
Pero algo resultó mal y el Delipa logró jalar a Lili, siendo sujetada a penas por Yoshi.
–¡Lili! –dijeron Yoshi y Yikumon a la vez.
Kannonmon corrió en ayuda de Yoshi y Lili, mientras Yikumon empezaba a debilitarse nuevamente...
–¡No te sueltes, Lili! –dijo Yoshi, mientras Kannonmon lo sujetaba a él para evitar que saliera volando junto con ella.
–¡No lo haré! –dijo Lili.
Entonces, la fuerza de Yikumon disminuyó hasta hacer desaparecer gran parte del escudo y dificultarle la tarea a Kannonmon de sujetar a los chicos.
–¡Yoshi, suéltame, no quiero arrastrarte conmigo! –dijo Lili.
–¿Pero qué dices¡No puedo hacer eso, Lili! –dijo Yoshi.
–¡Tienes qué, o tú y Kannonmon también serán absorbidos!
Lili dejó de sujetar a Yoshi, pero él seguía sujetándola a ella.
El Delipa cobraba más fuerza, logrando así levantar un centímetro del suelo a Kannonmon.
–¡Voy a estar bien, te lo prometo, Yoshi¡Ahora, suéltame antes de que sea tarde! –dijo Lili.
–No te vayas a preocupar... Iré por ti... –dijo Yoshi algo triste, soltando a Lili.
Ella fue rápidamente absorbida por el Delipa, y todo se calmó un poco repentinamente, más debido a que Yikumon había recobrado sus fuerzas después de ese hecho.
Volteó a ver a los protegidos de su escudo, y se alteró bastante al ver que su Tamer era quien faltaba ahí...
Reviews
