–Kannonmon, evoluciona a tu forma eléctrica. –ordenó Yikumon una vez que tocaron suelo– Y tú, Ambarimon, evoluciona a la forma de hielo. Hien, Yoshi, no se separen.
Todos obedecieron a Yikumon mientras ella los guiaba entre la materia que constituía al Delipa.
Un grupo de Digimon derivados del Delipa se atravesó en su camino, y Yikumon empezó la estrategia de ataque:
–¡Ambarimon, congélalos! –ordenó ella, tras lo cual derritió el hielo con su fuego, dejándolos empapados– Ahora, Kannonmon¡trueno!
El trueno de Kannonmon electrocutó a los Digimon empapados, destruyéndolos.
Hien y Yoshi se habían quedado sin habla, al igual que sus Digimon.
Yikumon definitivamente era el cerebro perdido del Delipa.
–Continuemos. –dijo Yikumon.
El grupo continuó, siguiendo a la líder, más confiados ahora que habían triunfado sobre un grupo de enemigos tan fácilmente.
Siguieron derrotando más grupos de Digimon del Delipa, que iban incrementando en número y en fuerza.
–Estamos llegando al centro. –dijo Yikumon.
–¿Cómo lo sabes? –preguntaron los hombres.
–Allá está la casa de Lili, de donde el Delipa surgió. De seguro, ahí también puso el centro de su fuerza y el escaso cerebro que tiene. –dijo Yikumon, saltando sobre un árbol caído– Y también ha de tener ahí a sus rehenes.
Y cuando todos dieron la vuelta en la última esquina, se encontraron ante un grupo de Digimon dormidos en el suelo.
El grupo se quedó congelado en su sitio, y Yikumon se volteó a ver a sus compañeros, diciéndoles con una risita nerviosa:
–Creo que… deberíamos rodear. ¿No lo creen?
–¡Sí! –dijeron los otros cuatro.
Dieron media vuelta y comenzaron a caminar.
Pero se paralizaron en su sitio cuando oyeron un ruido detrás.
Todos voltearon sus cabezas, muertos de miedo y sabiendo de sobra qué era ese ruido.
Los Digimon se habían despertado por orden del Delipa, y estaban listos para atacarlos.
–Su evolución es mayor que la de nosotros. –susurró Kannonmon.
–¿Eso es bueno o es malo? –preguntó Hien estúpidamente.
–¡Es malo! –susurró Yikumon, mientras el grupo retrocedía lentamente.
–Yikumon, estábamos peleando muy bien antes. ¿Por qué ya no? –dijo Yoshi.
–Jamás pensé que nos enfrentaríamos a tantos y con tal evolución.
–Entonces¡evolucionen! –dijeron Yoshi y Hien, y Kannonmon y Ambarimon evolucionaron a la siguiente etapa, conservando sus tipos eléctrico y hielo.
–Kannonmon ahora es eléctrico-metal, y Ambarimon es hielo-viento… Puede sernos útil a final de cuentas. –concluyó Yikumon antes de evolucionar, siendo ahora fuego-tierra– Perfecto.
Los Digimon enemigos se hartaron de oír tanta conversación y se les echaron encima.
Atacaron en la vieja secuencia de elementos, pero agregaron los nuevos para paralizar a los enemigos, evitar su huida o alejarlos.
Terminaron por ganarles a todos los enemigos.
–¡Eso fue genial! –dijo Hien, yendo a con Ambarimon.
–Gracias por la idea de la evolución, chicos. –agradeció Yikumon.
–De nada. –dijo Yoshi, al lado de Kannonmon.
–Bueno¡continuemos! –dijo Yikumon, saltando a una barda para llamar la atención de sus cuatro acompañantes.
Los cinco continuaron caminando por aquella calle ahora vacía, hasta que llegaron a la casa de Lili.
Dudaron en entrar, pero Yikumon se lanzó corriendo al interior de la casa, seguida por Kannonmon y los chicos.
Ambarimon se tuvo que quedar fuera por su tamaño…
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Notas de la autora: Ya estamos cerca del final... sólo faltan los capítulos 36 a 41, que serán publicados en Octubre de este año, y el fanfic acaba. Dependiendo de la cantidad de reviews, haré la secuela.
Lean, disfruten y dejen reviews, please!
