Capítulo 25

Un día de descanso a la vez que ajetreado

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En el amanecer siguiente, el sol comenzó a salir sobre Senkyokan, el lugar de UQ Holder, anunciando el comienzo de otro día.

Leona empezó a despertar notando que alguien la abrazaba y parecía estar en algo bastante cómodo, al abrir los ojos, vio que tenía su cabeza apoyada sobre el pecho de Evangeline, la cual la tenía abrazada solo con un brazo alrededor de su cintura.

Leona se sonrojó e intentó separarse de ella, pero al hacerlo Evangeline se percató.

"¿Ya te despertaste?" la miró Evangeline por encima de su cabeza. "Puedes dormir más si quieres, por lo sucedido está claro que hoy no va a haber trabajo."

"Yo… Prefiero levantarme ahora… No tengo sueño…" respondió Leona casi en un susurro. "Prefiero dar una vuelta por la orilla."

"Mm… Está bien, como quieras, de todos modos, te acompañará Chachazero."

"¿Chachazero? …"

"¿Algún problema, niña?" preguntó Chachazero de repente, detrás de ellas.

Leona se sobresaltó al escucharla.

"Que- No, solo que, pensaba que estabas durmiendo."

"Una marioneta como yo no necesita dormir tanto como los humanos."

"E-Evangeline…"

"¿Hm?"

"¿Podrías soltarme…?" dijo Leona, aún sonrojada.

Evangeline le retiró el brazo de su cintura y Leona se levantó para irse por la orilla con Chachazero.

"Podrías haberte quedado más tiempo." dijo Chachazero sobre el hombro de Leona. "De hecho, diría que después de la fiesta de ayer todavía están todos durmiendo."

"No podía dormir."

"Ya, seguro, ¿no será por el ama? Parecías dormir cómoda entre sus pechos, ke, ke, ke."

Leona se sonrojó por el comentario.

"Lo que me pregunto ahora es porque te pidió que me acompañaras." dijo Leona en un tono molesto.

"¿No está claro? Por la salidilla."

"Irise… ¿Por qué crees que nos ayudó?"

"Quien sabe."

Leona estuvo yendo por la orilla hasta que se detuvo donde el lugar estaba reconstruyéndose por sí solo.

"Y eso aún sigue construyéndose por su cuenta…" murmuró Leona.

"Impresionante, ¿no?" se escuchó una voz detrás de ella.

"Dana, quiero decir, maestra…" rectificó Leona, al darse la vuelta, viéndola. "Pensé que ya te habías ido."

"Estaré un poco más." sonrió Dana con las manos en la cintura.

"Huh… Me gustaría preguntarte algo…"

"¿Qué es?"

"Se trata de aquel libro, sobre el hechizo, Soulbreaker Dark Sword."

"Oh, ¿ya lo estás usando?"

Leona asintió.

"¿Cuántas veces podría ser capaz de usarlo?"

"Mm… Eso depende de tu condición, si fueras solo un simple humano ya ni estarías aquí, pero como también tienes esa parte de vampiro, no sabría decirte cuantas veces."

"Si lo dominara al completo, ¿sobreviviría?"

"Eso depende de ti, aparte ya lo sabes, ese hechizo lo combinas con la espada de tu pactio, cuanto más uses ese hechizo más se deteriorará tu alma, pero piensa que cada hechizo debería usarse en su debido momento, ¿no crees? De hecho, te lo menciono, porque tal como dijo Irise, ibas a probarlo con Ba'al, hubiera sido estúpido hacerlo si aún no lo dominas al igual que peligroso."

"…"

"Tomate tu tiempo, eres joven después de todo."

"Pero no soy inmortal, no puedo esperar por años, sobre todo si tenemos que enfrentarnos a Ialda."

"Mm… En eso tienes razón." dijo Dana, poniéndose una mano en la barbilla.

Leona la miró con una mirada inexpresiva, y después de unos segundos habló de nuevo.

"Por cierto, sabes que puede significar, 'escucha el latido del alma, un corazón puro, una voluntad inquebrantable mientras permanezca en tu interior todo aquello, nadie podrá quebrantarte', es otro de los hechizos, pero no sé exactamente qué es lo que quiere decir."

"Bueno, ese libro es el que Drácula fue escribiendo desde hace siglos durante sus viajes, las habilidades y hechizos más poderosos que se le fueron ocurriendo e investigó." hizo una pausa Dana para después sonreír. "Aunque tiene gracia que lo escriba alguien quien no tiene alma al ser un vampiro como él. "Yo diría que se trata de algún hechizo para impedir la posesión de espíritu."

"Posesión de espíritu…" murmuró Leona, pensativa.

"Pero para ello tienes que tener todo eso, tal como dice."

"Ya veo."

"Por cierto, Leona." interrumpió Dana sus pensamientos. "Está bien que tengas a alguien a quien amar, de hecho, yo siempre apuesto por ello, pero si algún día sucediera algo, ten en cuenta que debes mantener la calma."

"¿Por qué dices eso de repente?"

"Tengo la impresión de que eres del tipo que perdería la calma si sucediera."

"Yo también creo lo mismo." añadió Chachazero.

"¿Puedo preguntar por qué?"

"Es obvio."

"Solo tienes que pensar en la pelea con Ba'al." suspiró Dana.

"¿Qué hacéis ahí?" se escuchó detrás de ellas.

"Irise." la nombró Dana, viendo a Wilson junto a ella.

"La salidilla." añadió Chachazero.

"Es secreto." sonrió Dana con los ojos cerrados, cruzando los brazos bajo su pecho.

"Oh~" sonrió Irise. "Si es por temas amorosos, yo puedo ayudar."

Leona entrecerró los ojos, sin apartar su mirada de los ojos verdes de Irise que la miraba divertida.

"¿Se puede saber por qué tendría que ser por algo como eso?"

"¿No? Bueno, ¿cómo has pasado la noche, Leona?" le sonrió Irise.

"¿Eh? ¿Por qué preguntas eso?" parpadeó Leona.

"A sido una noche fría."

"Supongo que bien, no he tenido frio, más bien he sentido calor."

"¿No? Entonces debe ser eso." dijo Irise, poniéndose una mano en la barbilla.

"¿El qué?"

"Como has estado con Evangeline."

"¿Desde cuándo un vampiro da calor?" añadió Chachazero.

"El amor." asintió Dana varias veces con los ojos cerrados, sonriendo levemente.

"¡Queréis dejarme en paz!" exclamó Leona de repente. "¡No tenéis otro punto del día más interesante del que hablar!"

"Buenos días." saludó Touta, aún adormilado, yendo hacia ellos con algunos más que se acercaban detrás de él.

"… Buenos días." dijo Leona, mirándolos.

"Mira que os gusta levantaros temprano, y eso que no hay trabajo." bostezó Kirie, tapándose la boca con la mano.

"¡Lo que significa que tenemos todo el día para divertirnos!" alzó Mizore los brazos, animada.

"Tienes razón." admitió Shinobu.

"¿Y que tenéis pensado hacer? Todavía no se han arreglado las cosas." las miró Karin, cruzando los brazos bajo su pecho.

"Je, je." sonrió Mizore. "Para nosotros, los humanos, no es difícil imaginarse cosas por hacer."

"¿Eso ha sonado como creo que sonó?" alzó Kirie una ceja.

"¿El qué?"

"Sonó como si fuéramos unos viejos."

"Vamos Kirie-chan." sonrió Kuroumaru nerviosamente. "No hay que tomarse las cosas tan en serio."

"Entonces, que es lo que quieres hacer, Mizore." la miró Touta con curiosidad.

"Hm, aunque el otro resort con piscina este también arreglándose, ¡hace un día perfecto para pasarlo en le playa! ¡Puede que lo demás este destrozado pero la orilla y el mar no lo están!"

"¿Qué resort con piscina?" preguntó Leona con curiosidad.

"¿No te habías dado cuenta? Bueno, tampoco es que te lo hayamos mencionado alguna vez… Como nos iba tan bien, se construyó otro resort como este, pero con piscina, pasando el puente de aquí, es bastante amplio con varios toboganes, sauna y demás…" explicó Kirie.

"¿En serio?"

"Hay que fijarse en los detalles…"

Leona recordó por un momento la vez que estuvo en un resort con piscina con las compañeras de clase y lo que sucedió con Evangeline más tarde en aquel tobogán.

"¿Leona? ¿Estás bien? De repente pareces estar muy sonrojada." la miró Kuroumaru, percatándose de ello.

"¿Eh?" Leona salió de sus pensamientos. "No, estoy bien, debe ser el calor…"

"Bueno, dejando ese tema de lado, ¿qué me decís?" les preguntó Mizore con las manos en la cintura.

"Supongo que no es mala idea, ya que tenemos el día libre." dijo Kuroumaru.

"¡Yo me apunto!" sonrió Touta.

"Deberíamos pedirle permiso a Yukihime-sama."

"Karin… No creo que sea necesario pedirle permiso por cualquier cosa…" la miró Kirie.

"Aun así, prefiero comentárselo."

"Está bien." suspiró Kirie, resignada.

"Mm… Así que día de playa, no es mala idea." sonrió Dana.

"¿Tú también?" la miró Kirie, sorprendida.

"¿Algún problema?"

"N- No, ninguno."

"Una cosa…" interrumpió Shinobu, levantando la mano.

"¿Si Shinobu? ¿Qué ocurre?" le sonrió Touta.

"¿De donde sacamos los trajes de baño?"

"Con magia, no hay problema en sacarlos." respondió Dana.

"Ah, cierto."

"Pon magia en tu vida." pensó Kuroumaru con una gota en la nuca.

"¿Quieres decir algo, Kuroumaru?" lo miró Dana.

"¡Ah! No, no es nada…"

"¡Entonces decidido!" alzó Mizore el puño en alto. "¡Hoy día de relax!"

"¿Qué dices Wilson, nos unimos?" lo miró Irise, sonriéndole.

"Como prefiera, ama."

"Oh, cierto, ¿cómo es que estáis aquí? Pensé que al estar como esta todo vendríais otro día para quedaros." los miró Kirie con curiosidad.

"Nah, nos adaptamos, ¿verdad, Wilson?"

Wilson asintió.

"Gracias por ayudarnos." los miró Shinobu, inclinándose un poco.

"Ah, no fue nada, pero puedes compensármelo dándome algo de tu sangre." se lamió los labios Irise.

Shinobu se puso pálida al oírlo.

"?!"

"¡Es broma!" rio Irise, viendo a los demás inquietos. "Me gusta ver vuestras expresiones cuando digo que quiero vuestra sangre."

"¡No hace gracia!" exclamó Kirie con el puño alzado.

"¡Dejaros de hablar de otros temas y vayamos a pasar el día o se nos hará de noche a este paso!" interrumpió Mizore.

"Tranquila Mizore-chan…" la miró Kuroumaru.

Minutos más tarde, algunos estaban tomando el sol con las toallas que habían puesto en la arena, y otros acostados en tumbonas con una sombrilla al lado.

Karin llevaba un bikini cruzado blanco con tirantes finos atado al cuello y a la espalda mientras que en la parte de abajo tenía unos lazos laterales.

Kirie llevaba un bikini granate sin tirantes atado por la espalda mientras que en la parte de abajo tenía unos lazos laterales, pero más gruesos que los de Karin, también tenía su pelo atado en dos trenzas que reposaban en sus hombros.

Leona llevaba un bikini negro con tirantes finos atado al cuello y a la espalda mientras que la parte de abajo era simple, también, llevaba encima una chaqueta con capucha de manga larga, la chaqueta era de color azul claro, y la capucha de color blanco.

Kuroumaru llevaba unos pantalones cortos negros igual que Touta.

Mizore llevaba un bikini verde sin tirantes atado por la espalda mientras que en la parte de abajo era más provocativa.

Y Shinobu llevaba un bañador de color azul oscuro.

Touta estaba hablando con Kuroumaru cerca de la orilla hasta que se escuchó la voz de Mizore.

"¡Touta-sama!" lo llamó acercándose a él. ¿Me pones crema protectora?" sonrió.

"¿Eh? Claro."

"¡Un momento!" interrumpió Kirie. "Por qué no le pides a Shinobu que lo haga o a otra persona, tienes a elegir."

"Porque quiero que sea él." le sonrió.

"Tsk." gruñó Kirie.

"Kirie, si quieres que te haga lo mismo, solo tienes que decírselo." la miró Karin.

"¡Qué!"

"¿Pero los inmortales necesitáis que se os ponga?" parpadeó Mizore.

"Perdona, hay varios tipos de inmortalidad, ¡yo necesito ponerme crema solar, es obvio!" la señaló Kirie con el dedo índice.

"Oh." dijo Mizore con simpleza. "Bueno, Touta-sama, ayudame con ello."

"Sí, si quieres puedo ponerte a ti también, Kirie."

"¡Eh!" se sonrojó Kirie. "No gracias, puede ponerme Kuroumaru, ¿verdad?" lo miró fijamente.

"Uh… Sí…" respondió Kuroumaru con una gota en la nuca.

Mizore se llevó a Touta a su toalla.

"¿Por qué no le dijiste que también querías?" la miró Karin, suspirando.

"No lo necesito, sin embargo, podría habérselo pedido Kuroumaru." lo miró Kirie de reojo.

"¡Eh! Bueno…Yo…"

Karin negó con la cabeza.

"Así se nos van a adelantar, mirar."

Kuroumaru y Kirie miraron hacia Touta que estaba poniéndole crema a Mizore en la espalda y a Shinobu que estaba esperando su turno.

"?!"

"¡No importa aún hay día!" exclamó Kirie, mirándolos fijamente con un fuego intenso en sus ojos.

"Kirie-chan…" sonrió Kuroumaru nerviosamente.

"¿Y qué piensas hacer?" la miró Karin con los brazos cruzados bajo su pecho.

"Hm, ya veré."

"Podéis dejármelo a mí." se escuchó la voz de Ikkuu.

"¿Ikkuu-senpai?" lo miró Kuroumaru.

"Hay una leyenda que dice que si ganas un partido de voleibol te unirás a esa persona para siempre." les sonrió Ikkuu.

"Ya claro, como lo de la otra vez con lo de frotar la espalda." lo miró Kirie de reojo. "Pero, aunque no sea cierto… Me ha dado una idea." sonrió.

Mientras tanto, Santa miraba a Dana, Irise y Evangeline acostadas con gafas de sol en diferentes tumbonas.

Evangeline llevaba un bikini negro con tirantes finos atado al cuello y a la espalda mientras que en la parte de abajo llevaba un tanga con unos lazos laterales, también ello dejaba a la vista una parte de sus nalgas.

Irise llevaba un bikini rojo de estilo microkini.

Y Dana llevaba un bikini lila ajustado sin tirantes mientras en la parte inferior era un tanga que se sostenía por unos ligeros cordones.

"Tres vampiros tomando el sol." susurró Santa. "¿Esto es normal? ..."

"Neh, cosas más raras se han visto." dijo Chamo sobre su hombro, con su forma animal.

"Sí, eso es cierto."

"¿No vas a ir con los demás?" preguntó Chachazero, al lado de Leona.

"Estoy bien aquí." respondió Leona acostada en una tumbona.

"¿Ya te pusiste crema para el sol?"

"Sí."

"Pudiste habérselo pedido al ama, lo hubiera hecho sin problemas."

"¿Cómo lo sabes?"

"Porque lo sé."

"Olvidalo, estoy bien así."

"Leona." la llamó Kirie. "¿Puedes venir un momento?"

Leona la miró y se levantó yendo hacia donde Kirie.

"¿Qué ocurre?"

"Verás, se me ocurrió jugar un partido de voleibol esta tarde, ¿quieres participar?"

"¿Voleibol? Está bien."

"Bien, será humanos contra inmortales."

"Hey." la interrumpió Mizore. "Por si no te has dado cuenta, solo somos TRES humanos aquí." remarcó. "Leona, Shinobu y yo."

"Hum, es cierto."

"¡No hagas como si no lo supieras desde el principio!" exclamó Mizore, levantando los brazos.

"Es cierto Kirie-chan, no sería justo." añadió Kuroumaru.

"Bien, entonces, que tal así, Chamo pintará de dos colores unas tiras de papel, pero solo la parte inferior para que no se note, entonces cada uno elegirá una tira, el color que le toque será con el equipo que estará."

"Eso me parece mejor." sonrió Mizore.

"Dejármelo a mí." asintió Chamo.

"Se lo diremos a los demás, y esta tarde jugaremos, y el equipo que gane… ¡Podrá pasar todo lo que quede de día con Touta!"

"¡Eso suena mejor aún!" alzó el puño Mizore, emocionada.

"Huh… No sé por qué no me acaba de convencer." suspiró Santa.

"De hecho, somos bastantes, seriamos como siete en cada equipo." añadió Karin con las manos en la cintura.

"Pero seguramente, dependiendo del equipo, les dará igual pasar el día con Touta, como, por ejemplo, Nikitis." respondió Kirie, levantando el dedo índice.

"Ya veo." asintió Karin. "De hecho, a mí me da igual."

"Entonces, ¡decidido!"

Las horas pasaron mientras UQ Holder se divertía en el mar y en la arena.

"El castillo de arena que estás haciendo Shinobu, te está quedando genial." le sonrió Touta.

Shinobu se sonrojó por el comentario.

"Gracias, Touta-senpai…"

"Tiene razón." asintió Leona.

"Lo mejor de hacer castillos es luego destruirlos." añadió Chachazero, en el hombro de Leona.

"Chachazero… A ti te encanta destruir cosas, si participaras en un concurso sobre algo relacionado con ello, te echarían por abusona." dijo Leona con los ojos cerrados.

"Me alegra ese cumplido, ke, ke, ke."

"…"

"¡La comida esta lista!" avisó Sept, sonriendo.

Al poco tiempo, todos los miembros de UQ Holder fueron hacia él, había usado el mismo mantel llamado del viento del norte de la otra vez, por lo que todo estaba lleno de comida y bebida.

"No puedo negar que está bueno, pero me gusta más la comida casera." dijo Jinbei comiendo de su plato. "Aunque debido a la situación que estamos, lo entiendo."

"Tienes razón." asintió Santa.

"La comida que hace Leona, a mí me encanta." añadió Touta.

De repente, Leona sintió un escalofrío.

"No sé por qué, pero siento como si ese comentario hubiera molestado a varios." pensó Leona.

"Bien, la próxima vez, ¡te haré algo que te encantará Touta-sama!" sonrió Mizore.

"Siempre que no pase lo mismo que el día de San Valentín." suspiró Karin al recordarlo.

"Ejem… Si, bueno…"

"Todavía no la he probado, pero ¿hay algo que utilices para cocinar como dicen de bien, Leona?" le preguntó Sept, sonriendo.

"Amor." añadió Chachazero.

"¡¿Amor?!" exclamaron varios.

Leona empezó a toser debido a que se atoró mientras bebía.

"¡Leona!" exclamó Kuroumaru dándole leves golpes en la espalda, preocupado.

"Estoy… bien…" dijo Leona, dejando de toser.

"Bueno, ya que estamos todos aquí, aprovecho para pediros si queréis uniros a nosotros para jugar un partido de voleibol." comentó Kirie, mirándolos a todos.

"¿Voleibol?" Jinbei alzó una ceja. "Mm… Ya ni me acuerdo de la última vez que jugué, suena divertido." dijo con una mano en la barbilla.

"Si tú participas maestro, entonces yo también." añadió Makabe.

"Yo paso." contestó Nikitis, haciendo un gesto de negación con su mano. "No le encuentro sentido."

"Como era de esperar." sonrió Juuzou con los ojos cerrados. "Te da miedo perder ante unos humanos."

"¿Cómo dices?" lo miró Nikitis molesto.

"Lo que has oído, ¿o tal vez no sabes jugar?" le preguntó Juuzou, mirándolo divertido.

"Muy bien… Te demostraré de lo que soy capaz ser humano inferior…" gruñó Nikitis, mirándolo enfurecido.

"Yo también participaré." interrumpió Ikkuu, sonriendo, poniéndose en medio de los dos para calmarlos.

"Lo mismo digo." sonrió Sept. "Hace mucho que no juego a ello, si se me permite."

"Claro, cuantos más mejor." respondió Mizore.

"Yukihime, ¿participarás?" la miró Touta.

"¿Eh?" parpadeó Evangeline. "Está bien, no veo porque no." respondió segundos después de pensarlo.

"¡Bien!" sonrió Touta. "¿Y vosotras?"

"Nos dedicaremos a veros." sonrió Dana.

"En este momento no me apetece." alzó Irise los brazos para estirarse.

"Oh… Está bien."

"¿Y tú Wilson?"

"Yo me estaré al lado del ama."

"Ah… Bueno."

"Entonces yo haré de árbitro." sonrió Vasago.

~·~

Pasaron las horas hasta que decidieron comenzar el partido, Chamo puso en un vaso oscuro diferentes tiras de hojas para que los que participaran sacaran una y así ver el equipo con quien les tocaría dependiendo del color.

"Bien, entonces los equipos quedan de la siguiente manera." sonrió Vasago levemente. "Equipo A: Yukihime-sama, Kirie-sama, Touta-sama, Karin-sama, Nikitis-sama, Jinbei-sama y Ikkuu-sama." los presentó. "Y el equipo B: Kuroumaru-sama, Leona-san, Mizore-chan, Shinobu-chan, Santa-san, Makabe-sama, Juuzou-sama, y Sept-sama."

"Hm, hm… Vamos a ganar." sonrió Kirie con las manos en la cintura.

"Sin ninguna duda." sonrió Nikitis con los ojos cerrados mientras le daba vueltas al balón con el dedo índice.

"¡Vosotros dos! ¡El partido no se decide hasta que se acaba! ¡Además nosotros tenemos a Sept y a Juuzou que son más rápidos que un rayo!" exclamó Mizore indignada, señalándolos con el dedo índice.

"Mizore-chan, tampoco hay que ponerse así." sonrió Kuroumaru nerviosamente, intentando calmarla.

"Kuroumaru, hagamos lo mejor que sepamos." le sonrió Touta, animado.

"¡Claro, Touta-kun!"

"Estoy en el mismo equipo que Yukihime-sama…" pensó Karin.

"Karin-chan… Está brillando…" la miró Kuroumaru con una gota en la nuca.

"Yo creo que más bien está ardiendo con un fuego intenso." corrigió Kirie, mirándola fijamente con los ojos entrecerrados.

"Está bien, poneros en vuestras posiciones." pidió Vasago.

"¿No elegimos un nombre para el equipo?" preguntó Mizore antes de empezar.

"¿Para qué quieres ponerle nombre?" alzó la ceja Jinbei.

"Siempre queda bien."

"Ah… Ahora no se me ocurre alguno." dijo Kuroumaru, pensativo.

"Nosotros podríamos decirnos, los invencibles." sonrió Nikitis con soberbia.

"¡Entonces nosotros seremos, los destroza presuntuosos!" lo miró Mizore, molesta.

"¡Yo no soy presuntuosa!" exclamó Kirie.

"Y yo que pensé que pondría algo como, el grupo de por siempre con Touta-sama…" pensó Shinobu en voz alta.

"Eso hubiera sido un nombre estúpido." la miró Kirie.

"¡Ah! ¡Lo dije en alto!" se sonrojó Shinobu, al darse cuenta.

"¡Pues no lo hubiera sido!" contestó Mizore.

"Yo hubiera puesto, sin nombre." añadió Juuzou.

"Que frio eres, Juuzou-sama." le sonrió Sept.

"Empezamos bien…" suspiró Santa con los ojos cerrados.

"Solo dejadles, y empecemos de una vez." suspiró Makabe.

Segundos después, los dos equipos se pusieron en sus posiciones, en la delantera del equipo A, estaban Evangeline, Jinbei y Nikitis, mientras que en el zaguero estaban Touta, Karin y Kirie, en el banquillo estaba Ikkuu.

En el equipo B, estaban Kuroumaru, Mizore y Makabe en la delantera mientras que en el zaguero estaban Shinobu, Santa y Juuzou, en el banquillo estaban Leona y Sept.

"Leona, ¿quieres tomar algo mientras esperamos?" le sonrió Sept.

"Ah-"

"¡Leona! ¡Concentrate en el juego del adversario!" la señaló Mizore con el dedo índice. "¡Y lo mismo va por ti Sept!"

"Por qué se lo tomará tan en serio…" la miró Leona, suspirando.

"Tiene un espíritu competitivo." sonrió Sept divertido.

"Bien, el equipo B saca primero." dijo Vasago, dándoles el balón.

"Bien." asintió Santa cogiéndola. "Allí voy."

Santa sacó y empezaron a jugar, mientras tanto, Dana e Irise miraban como jugaban.

"Parecen divertirse."

"Oh, ¿Acaso quieres unirte, Dana?"

"Hmph, de momento estoy bien así."

~·~

"Bueno, de momento va ganando el equipo A, los invencibles, 12-8." anunció Vasago, al cabo de unos minutos. "El equipo B, los destroza presuntuosos, sacan."

"No me acostumbro a esos nombres…" pensó Kuroumaru.

Santa sacó de nuevo.

"¡Bien! ¡Tomad esta! ¡Técnica secreta al estilo Mizore!" exclamó Mizore golpeando el balón con todas sus fuerzas.

"¡Mia!" exclamó Kirie, dándole al balón.

"No dejaré que puntúes Kirie."

Mizore le volvió a dar al balón y fue hacia el otro lado.

"Bien." dijo Jinbei, dándole con todas sus fuerzas y el balón fue al otro lado muy rápido y con fuerza, entonces Mizore miró a Makabe.

"¡Makabe!"

"Lo sé."

Makabe bloqueó el balón y la envió con fuerza hacia el otro lado.

"Ha, os demostraré…" sonrió Nikitis. "¡Observar mi técnica! ¡Esto es el poder de un pura sangre!" exclamó uniendo sus manos detrás de su espalda, concentrando energía. "¡Ha!"

Nikitis lanzó una onda de energía enviando el balón hacia el otro lado con tanta potencia que hizo que se levantara arena e hizo un punto.

"¡¿Pero eso está permitido?!" miró Mizore a Vasago.

"Bueno… No se dice nada de técnicas de ese estilo…"

"Oh… Ya veo." entrecerró los ojos Mizore. "¡Sept! ¡Leona!" los miró. "¡Cambió!"

"¿Eh?"

"¡Salimos Shinobu y yo! ¡Ya habéis oído, a por todas!"

"Bueno, al parecer nos toca salir." sonrió Sept.

"Sí…" dijo Leona, dejando la chaqueta en el banquillo.

"Entonces nosotros también hacemos cambio, ¡Ikkuu sal por mí!" exclamó Kirie. "¡Hay que ganar!"

"Bien, bien." sonrió Ikkuu con los ojos cerrados.

"Entonces, que empiece el partido de nuevo." dijo Vasago reanudándolo. "El resultado es 13-8, saca el equipo B."

Santa sacó de nuevo.

"¡Santa! ¡Si ellos sacan técnicas de esas de gran potencia, tú deberías hacer lo mismo!" lo miró Mizore desde el banquillo.

"…"

"Je, que fácil." sonrió Nikitis. "Ikkuu."

"Objetivo localizado."

Ikkuu golpeó el balón con fuerza hacia el otro lado, pero Sept se movió velozmente y lo hizo regresar hacia el otro lado tan rápidamente que hizo un punto.

"¡Bien!" sonrió Mizore. "13-9, nos vamos acercando ~"

"Tsk, solo fue suerte." dijo Nikitis.

Los minutos pasaron hasta que la puntuación llegó a 15-13.

"Hay que acercarnos más, ¡Leona! ¡Tomátelo más en serio!" la señaló Mizore con el dedo índice.

Leona suspiró con una mano en la nuca.

"Bien."

Ikkuu sacó con fuerza, pero Kuroumaru lo bloqueó y envió el balón hacia el otro lado, Nikitis volvió a hacer su ataque de antes, pero esta vez, Leona devolvió el balón golpeándolo con fuerza, haciendo un punto.

"¡¿Cómo?!"

"¡Bien! ¡Eso es!" sonrió Mizore.

"Tsk, ¡vamos hay que hacerlo mejor!" exclamó Kirie desde el banquillo.

"No hace falta que lo digas." respondió Nikitis. "¿Cómo pudo detenerlo?" pensó.

Touta sacó con fuerza añadiendo su magia erebea.

"¡Eh!"

Sept se movió velozmente y la devolvió, pero Karin bloqueó el golpe y pasó el balón a Nikitis con una técnica de las suyas y Nikitis golpeó el balón con fuerza de nuevo.

Leona saltó y uso su aura oscura en uno sus brazos para devolverlo, pero en ese momento Evangeline sonrió y saltó también, llegando antes de que Leona lo alcanzara, entonces golpeó el balón con fuerza con una técnica de las suyas, tirando Leona en la arena y haciendo un punto.

"¡Falta! ¡Falta ¡Faltaaa!" repitió Mizore varias veces, moviendo la cabeza de un lado a otro.

Vasago movió sus brazos en equis, negándolo.

"¡¿Cómo?!"

"16-14." avisó Vasago mientras Leona tosía por la arena.

"Ahg." dijo Leona poniendo cara de disgusto.

"Leona… ¿Estás bien?" la miró Kuroumaru.

"Sí… ¿A que ha venido eso?" miró Leona a Evangeline.

"Hmph, deberías estar más atenta a los movimientos de tu adversario." respondió Evangeline con los brazos cruzados bajo su pecho, mirándola.

"Pero esto no es una pelea." se levantó Leona, sacudiéndose.

"No importa, sigue siendo una competición."

"En el amor y en la guerra todo vale." añadió Chachazero, al lado de Kirie.

"Muy bien, ¡entonces usar todo lo que tengáis!" ordenó Mizore.

"Pero Mizore-chan…"

"Vaya, vaya." se escuchó a Dana dirigiéndose a ellos junto a Irise y Wilson. "Os veo pasándolo tan bien que quiero participar."

"¡Eh!"

"Yo también." sonrió Irise. "Me iré al equipo B."

"Entonces, yo voy al equipo A." añadió Dana.

"No sé por qué, pero tengo la impresión de que esto no acabará bien…" pensó Santa.

"Tenemos a Dana de nuestro lado, ahora sí que ganaremos." sonrió Kirie con satisfacción, convencida con las manos en la cintura.

"¡Eso no quiere decir nada!" contestó Mizore.

"Bueno, ¿empezamos?" sonrió Dana divertida.

"Pero no pueden haber más de seis jugadores…"

"¿Hm?" miró Dana fijamente a Vasago.

"Nada… No dije nada…" rectificó Vasago con una gota en la nuca. "El equipo B saca."

"Vamos." sonrió Irise, mostrando los colmillos.

Santa sacó con una de sus técnicas esta vez para enviar el balón con fuerza hacia el otro lado.

"¡Bien Santa!" lo miró Mizore.

"Hmph." sonrió Dana levemente, saltó y golpeó el balón que fue hacia el otro lado aún más potente y con más velocidad.

"¡Bien maestra!" la animó Touta.

"¿En serio? ¿Eso es todo?" rio Irise divertida.

Irise devolvió el balón de un golpe con más fuerza que Dana.

"Eh… Esperar-" intentó avisar Kuroumaru.

"Esto se nos está hiendo de las manos…" pensó Santa.

Irise y Dana empezaron a devolverse el balón tantas veces que ya casi ni se podía ver de lo rápido que iba y parecía que echaba fuego de lo fuerte que le estaban dando.

"Esto… Huh… Dana-senpai… Irise-san…" intentó llamarles la atención Santa.

"Al parecer esto se complica cada vez más porque ninguna de las dos quiere perder." comentó Vasago.

"Muy bien Irise, esto termina aquí." avisó Dana con una sonrisa, mostrando los colmillos.

Seguidamente Dana hizo aparecer uno de sus ataques más poderosos, haciendo aparecer una esfera oscura que envió junto con el balón hacia Irise.

"¡Un momento!"

"Eso es lo que tú te crees, Dana." rio Irise, a continuación, hizo aparecer una esfera de viento del mismo tamaño que la de ella.

"¡Todo el mundo a cubierto!" exclamó Karin.

Los dos ataques chocaron entre si y ello causó una gran explosión en el campo dejando un agujero inmenso en la tierra donde estaban jugando, haciendo que todos estuvieran en el suelo tirados.

"Me ha encantado este partido, ke, ke, ke, ¿habrán sobrevivido?"

"¡¿Estáis bien?!" exclamó Kirie mirándolos desde arriba, ya que, por suerte, los que estaban en el banquillo no les había alcanzado.

"Eso creo…" murmuró Kuroumaru, saliendo de la tierra, tosiendo.

"El partido… Queda suspendido… Por destrucción masiva…" indicó Vasago, finalizando el partido.

"Vaya, vaya." dijo Dana, sacudiéndose.

"¡Todo esto ha pasado por vuestra culpa!" exclamó Kirie, señalándola con el dedo índice.

"Mm… Tienes razón, debimos haber medido nuestra fuerza."

"La emoción del momento." Irise encogió los hombros.

"¿Cómo que la emoción del momento? ¡Os deberían de poner a rellenar con una pala el agujero hasta que quedara tapado por completo!" las miró Kirie, molesta desde arriba.

"Ha, ha, ha." rio Irise con fuerza. "Qué graciosa eres, chiquilla."

"¡Eh!"

"¿Chiquilla? Ahora me acordé de la canción aquella." pensó Mizore.

"Kirie-sama… No debería enfadarlas… Ya sabe… Son vampiros pura sangre…" le murmuró Vasago al oído.

"¿Esta bien, ama?" le preguntó Wilson, bajando al agujero.

"Sí."

"¿Dónde está Leona?" preguntó Kuroumaru, preocupado.

Seguidamente, un trozo de roca de debajo la tierra salió volando al darle una patada Leona.

"¡¿Es inmortal?!" la miró Kirie.

"Eres resistente." sonrió Touta, dándole una palmada en la espalda.

"?!"

"¿Pasa algo, Leona?" la miró Touta, extrañado.

"No…" dijo Leona casi en un susurro.

"Leona, dejame ver." se acercó Evangeline hacia ella, a continuación, le tocó la espalda y las costillas, lo que hizo que Leona se quejara en silencio.

"Estás herida." la miró Evangeline fijamente, al observar su reacción.

"No es nada…"

"Ven conmigo."

"¿A dónde?"

"Solo ven." le ordenó Evangeline.

"Estoy bien."

Evangeline suspiró con pesadez, seguidamente la levantó cogiéndola como una novia.

"¡Eh!"

"Vamos." dijo Evangeline, saliendo del agujero, volando.

"Iré con el ama, ke, ke, ke." las siguió Chachazero, volando.

"¿Dónde van?" preguntó Touta.

"Irá a curarle las heridas, sigue siendo humana, al fin y al cabo." respondió Kuroumaru.

"¿Qué hacemos?" preguntó Santa.

"Yo iré a descansar un rato, esto ha sido demasiado." respondió Karin, masajeándose uno de los hombros.

"¿Quiere que le dé un masaje, Karin-sama?" preguntó Sept.

"No, gracias."

"¿Al final que pasa con lo de pasar lo que queda de día con Touta-sama?"

"Dejalo Mizore, además el partido se anuló." respondió Karin.

"¡Eh!"

Mientras, Evangeline había llevado a Leona a una enfermería.

"Yukihime-sama." la miró uno de los miembros de UQ Holder al verla entrar. "¿Ha ocurrido algo?"

"Esta chica se ha lastimado jugando en un partido de voleibol."

"Esta chica tiene nombre." pensó Leona, entrecerrando los ojos.

"Entiendo, tal vez prefieras mejor mirarla en mi lugar, Yukihime-sama."

"Sí, creo que será mejor."

El hombre se levantó de la silla y dejó la enfermería mientras Evangeline dejó a Leona encima de la camilla.

"¿Por qué hay una enfermería aquí?" preguntó Leona con curiosidad.

"No todos los de este lugar tiene la misma capacidad de regeneración, hay algunos que no pueden hacerlo y sus heridas tardan más en curarse." respondió Evangeline mientras se ponía una de las batas blancas que había colgadas.

"Claro, claro." asintió Chachazero varias veces con los brazos cruzados, en el suelo.

"¿Cuánto hace que estás aquí?" la miró Leona.

"No hace demasiado, esto te vendrá bien." dijo Chachazero, mostrándole alcohol para desinfectar y varias inyecciones."

"¿Qué eres, medico ahora?" la miró Leona, molesta y preocupada a la vez.

"Chachazero." la nombró Evangeline. "Dejala." suspiró. "Y deja esas cosas donde estaban."

"Esta bieen."

"Y tú." dijo Evangeline mientras tiraba de la cortina de la enfermería.

"¿Yo qué?" la miró Leona con una mirada dudosa.

"Quiero que me digas donde te duele exactamente, a menos que quieras que lo averigüe yo."

"Huh… No será necesario…"

Leona empezó a explicarle en que zonas le dolía.

"Túmbate."

"¿Eh?"

"Túmbate en la camilla, Leona."

Leona dudó unos segundos, pero hizo lo que le pidió.

"Voy a tocarte donde me señalaste."

"Está bien…"

Evangeline estuvo unos segundos examinando las zonas donde le había mencionado, mientras Leona hacia muecas de dolor de vez en cuando, intentando que no se le escapara ningún quejido por el dolor.

"Bien, no es nada serio, pero-"

"Hay que operar." añadió Chachazero.

Leona se puso pálida de repente e intentó rápidamente bajarse de la camilla, pero Evangeline se percató y la sostuvo.

"No." mencionó Evangeline. "Chachazero, ¿quieres hacer el favor de dejar de decir esas cosas?" le ordenó con voz autoritaria, mirándola seriamente.

"Lo intentaré, pero no prometo nada ama, ke, ke, ke."

Evangeline suspiró y miró a Leona de nuevo.

"Voy a ponerte una pomada especial para este tipo de heridas, de hecho, es la misma que le di a bouya hace tiempo, enseguida te recuperarás."

Leona asintió mientras veía como Evangeline abría un armario y cogía un frasco.

"Necesito que te quites la parte de arriba del bikini."

"¿Eh?" parpadeó Leona.

"No puedo ponértelo si no lo haces."

"Yo… Yo puedo ponérmela sola, no puede ser complicado…" se sonrojó Leona.

"Prefiero hacerlo, me siento algo responsable por lo sucedido."

"El ama se siente responsable es el fin del mundo."

Evangeline le dio una mirada fría.

"Chachazero, cállate."

"Pero…"

"No te preocupes." la miró Evangeline de nuevo. "No entrará nadie, Chachazero se encargará de vigilar."

"Sí, déjamelo a mi ama, como venga alguno a molestar, le daré una paliza y después lo enviaré al mar para que los peces no dejen pruebas."

"Simplemente, vigila." remarcó Evangeline, ordenándoselo con un tono autoritario y frio sin mirarla.

"Sííí." respondió Chachazero, yendo a la puerta. "Lo que pasa en la enfermería se queda en la enfermería, ke, ke, ke." rio.

"¿Qué ha querido decir con eso?" preguntó Leona.

"Nada en particular, ahora, ¿vas a hacerlo?"

"Huh… Sí…" asintió Leona, quitándose la parte de arriba mientras se sonrojaba.

"Túmbate, te lo pondré primero en la espalda."

Leona se tumbó y Evangeline empezó a ponerle la pomada.

"No tienes por qué estar tan tensa, relájate." intentó Evangeline calmarla, notándolo. "No es como si fuese a ponerte alguna inyección." añadió con un tono divertido.

"No me lo recuerdes."

Pasados unos minutos, Evangeline dejó de masajear la espalda de Leona que ya hacia un rato que estaba más relajada.

"Date la vuelta."

"¿Qué?"

"Tengo que hacerte lo mismo."

Segundos después, Leona se dio la vuelta.

"Esto es vergonzoso y no me acostumbro." pensó Leona, evitando mirarla directamente a los ojos mientras Evangeline empezó a masajearle el abdomen.

"Otra vez estás tensa, ¿te duele?"

"Algo."

"Solo aguanta un poco más."

"Aunque le diga eso, siento más vergüenza que dolor ahora mismo…" pensó Leona, entonces, notó que las manos de Evangeline cada vez subían más casi tocando los costados de sus pechos. "No irá a…"

Al notar el tacto de su mano en uno de sus pechos, Leona la detuvo con la mano.

"E-espera."

"¿Qué ocurre, Leona?"

"No creo que ahí sea necesario…"

"Si no lo hago, te seguirá doliendo y puede que vaya a más, intentaré no hacerte daño."

Leona le soltó la mano y miró hacia otro lado mientras Evangeline empezó a ponerle la pomada de nuevo.

"No pienses en nada, no pienses en nada…" pensó Leona con una mirada seria.

Evangeline masajeaba sus pechos, despacio y suavemente con firmeza, ejerciendo un poco de presión, pero sin hacerle daño.

"¡¿Cómo termine así?!" pensó Leona preguntándoselo mientras intentaba que no se le notara el sonrojo, aunque sabía que se le iba a notar. "¿Cuándo va a terminar?"

"Ella pone cara de circunstancia, pero en verdad le gusta." pensó Chachazero, mirando de reojo a Leona.

Después de un rato, Evangeline terminó.

"Bien, puedes ponerte el bikini de nuevo."

Leona asintió con una sombra cubriendo su mirada, pero aun sonrojada.

"¿Y ahí abajo no es necesario?" preguntó Chachazero, apuntando a Leona con su dedo índice la parte intima de abajo.

"¿Te duele?" le preguntó Evangeline.

"¡NO!" gritó Leona. "¡No necesito nada ahí!"

Evangeline se lavó las manos con agua del grifo de la enfermería mientras Leona se ponía de nuevo el bikini.

"¿Pronto iremos al mundo mágico, no?" preguntó Leona.

"Leona, hay algo que quería comentarte." dijo Evangeline acercándose a ella.

"¿Qué es?"

"Vas a estar en esos días, ¿no?" le preguntó Evangeline, deteniéndose delante de ella.

"¿Eh?"

"Lo noto por tu cambio hormonal."

"¿Qué quieres decir?" la miró Leona sin entenderlo.

"Qué sabe que te va a venir la regla." respondió Chachazero, directamente sin rodeos.

"¡Qué!" exclamó Leona, sonrojándose.

"Los vampiros tienen esa capacidad." añadió Chachazero.

"No tienes por qué avergonzarte, de hecho, es lo que te quería mencionar, ya sabes que cada vez que la tienes, pierdes tu poder mágico."

"Sí, lo sé…" respondió Leona, molesta.

"Es por eso que no sé si es buena idea de que vengas con nosotros, vamos a atacar a algunos secuaces de Ba'al y no quiero que te lastimes."

"Aunque no pueda usar magia, sé defenderme."

"Lo entiendo, pero no será suficiente con ello."

"Aún así con todos los que seremos no creo que resulte un problema, no quiero quedarme aquí."

"Piénselo ama, si la deja aquí, la salidilla querrá quedarse también, y entonces cuando regresemos, nos llevaremos un disgusto."

Evangeline entrecerró los ojos al escuchar el comentario de Chachazero.

"Está bien, puedes venir, pero no harás nada hasta que lo hayamos solucionado, te quedarás en la nave."

"¿Nave?"

"¿Cómo piensas que iremos, andando? Ke, ke, ke."

"Bien, me quedaré en la nave…" suspiró Leona.

Evangeline asintió.

"Entonces, iré un momento a hablar de un asunto con Mana, nos acompañará."

"¿Mana?"

"Claro, creo que no lo sabias, ella es medio demonio, por lo que envejece distinto a los humanos."

Leona la miró sorprendida.

"Te quedás con Chachazero."

Al darse la vuelta, Leona sintió de repente como una opresión en su interior, como si algo le dijera que no la volvería a ver y en ese instante, por un segundo vio como si desapareciera delante de ella, rápidamente, Leona le cogió del brazo con fuerza.

"¿Leona?" dijo Evangeline, dándose la vuelta, al hacerlo vio que tenía una mirada atemorizada y el brazo le temblaba. "Leona, ¿estás bien?" la miró preocupada.

"¿Eh? Sí… No es nada… Solo tuve una extraña sensación por un momento, como si fuera a perderte." respondió Leona casi en un susurro, soltándola.

"¿Por qué crees eso?"

"No lo sé…" respondió Leona. "Por qué me sentí así…" pensó.

Evangeline sonrió con afecto.

"Solo voy a ver a Mana, no es como si me fuera a la otra punta del mundo, pero si te sientes así ahora, puedo quedarme más tiempo aquí."

"No, no es necesario."

"¿No? Pues hace un momento me dio la impresión de que no querías de que me fuera, ¿tan triste te pone de que me vaya?" sonrió Evangeline divertida, acercando su rostro al de Leona con una ceja alzada.

"¡No es eso! ¡Y no estaba triste!"

"Ama, compréndalo, una está en bikini y la otro igual con una bata de enfermera, a solas en una enfermería, esto llega a ser un instituto y aquí ya hubiera habido pasión desenfrenada."

Evangeline miró a Chachazero de reojo.

"¿El qué…?" preguntó Leona, confundida, dudando si debía preguntar.

"Que hace rato que estaríais teniendo sexo."

"¡Chachazero!" exclamó Leona sonrojada furiosamente. "¡Deja de insinuar cosas como esa!"

"El día que tenga que hacerlo con alguien va a ser todo un reto." movió Chachazero la cabeza de un lado a otro.

Leona la miró con los ojos entrecerrados.

"¿Perdón?"

"De todas formas." interrumpió Evangeline, sonrojada levemente por el comentario de Chachazero. "Estaré un rato más, así que puedes tumbarte y dormir si quieres." la miró Evangeline, sentándose en una silla.

"No vas a estar incomoda ahí."

"¿Quieres que me tumbe a tu lado, Leona? Está bien."

"¡Yo no he dicho eso!" se sonrojó Leona viendo cómo se tumbaba a su lado.

"No vas a perderme, así que no tienes que preocuparte." le susurró Evangeline al oído, detrás de ella.

Leona sintió un escalofrío a la vez que se sonrojó levemente, después asintió.


Fin del capítulo.

Y así fue como pasaron un día tranquilo.

PD: El siguiente es una ficha que viene con el capítulo.

Gracias por leer, espero que haya gustado, si es así, dejen review por favor, me gustaría saber su opinión, me anima a seguir escribiendo. Cualquier duda de la historia, pueden decirme.