Ambos rubios estaban en la sala de espera del hotel, haciendo un proyecto, ya que estaban fuera de la ciudad no dejaban de trabajar.
Arnold escribía en su lap top y Helga en la suya, en un momento arnold recogió sus mangas para ponerlas por los codos. En eso Helga vio en su muñeca izquierda la pulsera que ellos tenían como unión de su amor.
Flashback
Ambos rubios estaban sentados en el muelle. Helga tomó una caja roja y se la dio a su amado.
- ábrelo — dijo la rubia —
- que es??
— si no lo abres nunca sabrás.
El rubio abrió la caja y vio dos pulseras con un dije de infinito.
- una es tuya... y la otra es mía. — dijo la ojiazul—
- Gracias Helga. — es bonito de tu parte —
- Gracias a ti.
- a mi?
- si... por qué ... tu eres mi luz, mi camino, olvido todo lo qué pasa a mi alrededor.
- prometo no fallarte. — dijo arnold tomándola de la mejilla.
- te amo
End flashback
Y fue lo primero que hiciste, lo primero que me dijiste "no fallarme" y me fallaste me rompiste el corazón.
-helga ... helga ... — hablaba el rubio—
- si .. dime — dijo reaccionando —
- vamos a comer algo?
- si... bueno no... si
- si o no
- si tengo hambre, pero prefiero ir sola
- anda vamos. Prometo no morder
- eres un tonto.
- es broma, pero vamos a comer algo. Hemos terminado con el trabajo
- bien solo hay que dejar esto en la habitación.
Después de un rato, ambos rubios estaban en un Restaurant que no conocían, hicieron sus órdenes. Al momento que les pasaron sus platillos. La rubia tomó los cubiertos para empezar a comer.
- si vino señor.— dijo el mesero —
- pediste vino?
- si... no quieres ?
- a mi me da agua
- es encerio? Agua ?
- si, algún problema con ello?
- por única vez haz esto. Además no estás sola.
- no confió mucho en ti
- pues trata de hacerlo. Anda ... solo una.
La rubia dudaba mucho en aceptar. Pero qué podía pasar. Solamente estaría tomaría una copa.
- esta bien ... pero solo una.
- esta bien. Haré lo posible por acabarme una botella
- una botella?! Estás loco?
- que tiene. Hay que divertirse un poco.
- bien — dijo la rubia—
Comieron a gusto, y Helga había tomado más de la cuenta. Se sentía un poco mareada, pero sabía controlarse. Aún era algo temprano, arnold pago la cuenta y salieron del Restaurant.
- te gustaría explorar ?
- explorar?
- si, conocer la ciudad. Viajamos aquí por trabajo. No nos quita nada explorar un poco. Imagino que eso hacía tu exjefa.
- mi exjefa nunca me llevaba a estos tipos de eventos laborales.
- ósea que es la primera vez que viajas por trabajo?
- si — dijo la rubia mirando al suelo —
- bueno... entonces hay que disfrutar tenemos la mitad de la semana para conocer los rincones de la ciudad.
- bien
Arnold sonrió. Ambos rubios dieron su pequeño paseo por la ciudad. Visitaron las tantas tiendas, vieron las artesanías.
Helga se sorprendía al ver tanta maravilla que había.
Ella no podía viajar tanto por su jefa. Si trayecto diario era del trabajo a su casa. El rubio la obsebaba daba pequeños suspiros al notar la felicidad de la chica.
- cómpre esto para mi mejor amiga Phoebe.
- es bonito.
- Gracias. Y tu no vas a comprar algo?
- no
- porque?
- no tengo alguien a quien regalarle.
- como que no? Tienes a lila. — dijo sería—
- piensas que ando con ella?
- no pienso. Se ve
- estás loca. Tiene tiempo que mi relación con lila termino.
- te..terminaron??? — dijo ella —
- si, ahora solo somos amigos.
- aja — dijo rodando los ojos —
- mira un minibar. Entremos— dijo el rubio—
- ya son las 6:00 no crees que es tarde ? Mañana hay reunión con los...
- una vez que te diviertas no hace daño— dijo el rubio interrumpiéndola — vamos hay que divertirnos un poco.
- bien — decía —
Ambos entraron al pequeño bar. Tomaron asiento para poder tomar algo de bebida, la rubia miraba alrededor del lugar.
- que vas a tomar?
- ah? Bueno esta vez sería agua
- señorita aquí solo es bebidas con alcohol — dijo el muchacho que servía —
- bueno entonces sería ... — decía la rubia pensando—
- dos martinis — terminó el rubio—
- esta bien — dijo el muchacho
- Martini? Yo no sé tomar eso..
- tranquila no es cosa del otro mundo.
- llegaré algo mal
- descuida no te caerás
- sus dos martinis — dijo—
- Gracias
Helga empezó con un sorbo e hizo un gesto de desagrado.
- rayos, con esto solo tomare.
- lo dudo. — dijo dando un sorbo—
Había pasado un buen rato. El ambiente se había puesto alegre. Eran las 9:00 de la noche. La rubia bebía wisky. Se sentía relajada, hablando con el rubio. Ya que por lo contrario arnold estaba cuidándola a Que nadie se le acercara.
- mi padre siempre me decía "hey Olga vete a tu cuarto ya! " claro no era Olga, siempre me confundía por mi hermana mayor.
- y no te enojabas?
- no... de hecho ya no me importaba. — decía la rubia—
- eso es bueno. Oye ya es tarde tenemos que irnos.
- oh pero apena estaba poniéndose bueno
- Helga ... estás algo tomada.
- no es cierto.
- si es cierto
- veras que no. — decía poniéndose de pie—
La rubia trataba de no ladearse, pero su equilibrio le fallaba.
- bien toma mi brazo
- no creas que..
- trató de ayudarte
- bien Cabezon
Al momento que ellos salieron tomaron un taxy para irse al hotel. Al momento que llegaron, subieron al elevador. La rubia iba tan callada. El ojiverde se dio cuenta. Podría decirse que es el efecto del alcohol. Al momento que llegaron al piso de la rubia. Este lo acompaño hasta la puerta de la habitación.
- bien, entra — dijo el —
- Gracias arnold .. fue divertido.
- si. Te veo mañana medio día para el desfile que se hará.
- si
La rubia abría la puerta de la habitación. Está entró y se quedó parada viendo al rubio alejándose poco a poco.
- arnold! — dijo la rubia —
Volteo el ojiverde
- dime
- me preguntaba ... si... — decía la rubia con nerviosismo— con que vestuario iría mañana — dijo
- como sea, no es tan formal.
- oh bien. Gracias
- hasta mañana — dijo el—
- si hasta ... mañana — decía ella —
La rubia cerró la puerta de la habitación. Mientras que del otro lado un rubio se quedó parado en unos de los pasillos.
Helga detrás de la puerta, se maldecía mil veces.
Pero qué rayos estaba pensando .. casi estaba a punto de decir algo peor. Qué rayos hacía Helga G. Pátaki, las copas se subieron , tengo calor, iré a ducharme.
Mientras tanto alguien tocaba la puerta.
- no eh ordenado nada. — ella abrió la puerta.
Su mirada se posó a unos ojos verdes, sus labios estaban haciendo atacados, besos apasionados, Helga trataba de zafarse de aquel beso. Pero su interior le impedía hacer eso. Deseaba tanto besarlo desde aquel último momento que lo pasaron juntos. Sus manos de ella se posaron a los cabellos del rubio. Hubo un momento de tomar aire.
- Helga...- decía el posando su frente contra la de ella—
La rubia se separó un poco. Para luego mirarlo a los ojos. Y en ese entonces su mano agarró posición de darle un bofetada. El unísono se escuchó en la habitación.
- eres un tonto! — decía la rubia— tengo novio imbecil! Como te atreves a venir aquí a robarme un beso.
- acepta que te gusto. — dijo con picardía—
- eres un...
- idiota ya se... no tienes que decírmelo. Yo solo.. trato de estar bien contigo.
- bien? Ósea bien? Tu bien es tocarme la puerta y besarme de la nada?
- lo lamento, pero no me aguantaba esas ganas Tiene tiempo que no eh sentido tus labios
- lo siento arnold, pero yo...- decía mientras unas manos la tomaron—
- Helga ... aún te amo. Te amo con toda mi alma, se que hice mal en ... en cambiarte por traicionarte.
- me dolió arnold ... como no tienes idea. Sufrí dia y noche.
- discúlpame
- crees que disculparte soluciona todo?
- Helga, tan solo debes escucharme
- que quieres que escuche? De cómo te enganchaste a lila? Eso fue tu error. Ahora no tienes que decirme de lo que hiciste mal, tu decidiste y a mi me dejaste...
Arnold tomó a la rubia para besarla para callarla y disfrutar de sus labios. Por lo contrario Helga trataba de separarse de él, pero le era imposible ya que el ojiverde la tenía agarrada de la cintura. Ella batalló, hasta dejarse caer en aquel beso apasionado que le daba.
El beso que tanto tiempo no se daban se lo desquitaban en ese momento. Ella enredaba sus dedos cabellos dorados del ojiverde.
Oh Arnold tus labios son tan dulces, no sé si esto lo hago por el efecto del alcohol o es por mi intuición, pero es verdaderamente... verdaderamente se siente bien, bésame más mi amor.
Arnold tomó de la rubia de las piernas, para enredarse en las caderas de él, la llevó hasta la cama. Estando el sobre ella, seguía besándola, la tomó para quitarle la ropa, sentía que le estorbaba, el se quitó la camisa y el pantalón se quedó solo en bóxer. La rubia miraba el abdomen del ojiverde, realmente estaba tan trabando que ella se quedó sorprendida. Los besos de arnold pasaron por el abdomen de ella hasta subir a los pechos... hizo a un lado el sostén, succionaba un pezon de ella. Helga su cuerpo sentía toques eléctricos al sentir eso, el le besaba el cuello, sentía los roces del miembro del ojiverde. El ya quería estar dentro de ella.
- arnold ... espera
- qué pasa?
- esta mal— decía ella sin dejar de darle besos—
- déjate llevar, ya lo estamos haciendo
Arnold le quitó la ultima prenda que le quedaba a ella. El hizo lo mismo.
Helga notó el miembro de aquel rubio que hacía que su cuerpo se le pusiera piel de gallina. El se acomodó entre las piernas de la rubia, tomó su miembro para poder entrar en ella. Helga sintió como lentamente la penetraba, soltó un pequeño gemido, él la besaba, las penetraciones estaban siendo lentos y suaves. Quería hacerlo con amor, el amor que sentía por ella. Olvidar la traicion que le hizo a su rubia.
Helga besaba al rubio apasionadamente, ella movía las caderas en vaivén.
- arnold... te... amo
- también yo... te amo mas
Ahora era turno de la rubia estar arriba de él.
El ojiverde miraba los redondos senos de la chica, eso le excitaba más. Ella estaba a punto de venirse, se movía más rápido y arnold no aguantaba más, la atrajo hacia él para besarla.
Ambos estaban por llegar al climax. Hasta que llegó ese momento que arnold terminaría en ella.
Helga sintió ese cálido líquido dentro de ella.
Arnold salió de ella, se acomodaron mirándose ambos.
- tanto tiempo
- hice mal...
- en que ?
- en esto... yo...
- shh — el le puso el dedo en el labio para callarla— esto se queda aquí y de aquí jamás saldrá.
Helga ala vez se sentía contenta. Y a la vez no. Aún sentía algo por arnold, lo amaba con todo el alma. Pero también estaba ahí Aaron en su corazón. Apenas estaban iniciando su relación.
Mientras tanto una oriental pedía su orden para llevar a comer con Gerald, en ese instante se topó con el novio de pataki.
- hola Aaron, que te trae por aquí.
- pues voy a comer apenas.
- si gustas puedes venir con nosotros .. bueno mi novio me espera en mi departamento.
- no, sería una molestia
- hay no te preocupes, ademas eres novio de mi mejor amiga. Anda vamos.
En cuanto llegaron Gerald estaba poniendo los platos, se dispusieron a comer.
- y dinos cómo conociste a pataki ?—dijo el moreno
- pues fue en una parada
- si, ella tenía prisa y chocamos
- vaya, casualidad o destino
- disculpa ?
- a veces Gerald bromea , verdad?
- si, bromeó a veces
- ah si.
- eres el segundo novio entonces
Phoebe miró a Gerald que parara su indirecta.
- si me lo dijo.
- ah si? Entonces no tienes problemas
- por que dices eso?
- Jajajajaja Gerald que cosas dices
- sabias que trabaja con su ex?
- su ex?
- si.
- Que rico está la comida no creen?
Pasó la tarde, Aaron se despedía de ambos chicos.
Phoebe salió por un momento para hablar con Aaron y disculparse por el temperamento de Gerald.
- Aaron, disculpa a Gerald ... el a veces es..
- no te preocupes. Pero no sabía que su jefe era su ex
- ella no te comento?
- no de hecho solo dijo que tuvo un novio pero no me mencionó más, no quería hablar sobre eso.
- ya veo.
- paSo algo?
- bueno realmente ella lo amaba mucho.
- terminaron mal ?
- si. No pienses mal de ella, que vaya a volver estar con el... y ..
- confió en ella. Yo en verdad la amo mucho. Y si ella quisiera estar con él por alguna razón, yo entendería. Pero me daría coraje.
- lo se. Yo eh hablado con ella.
- bien, tengo que irme, gracias por invitarme
- no hay problema.
- adiós.
- si adiós
El sol se asomaba tras la ventana, la ojiazul se despertaba al recibir de un pequeño orificio de la cortina los rayos del sol.
Esta se levantó se estiraba ... luego vio atrás de ella y se sorprendió al ver a un rubio a un costado.
- pero que... qué rayos...
La rubia solo sonrió, a la vez se sentía culpable.
- buenos días — dijo el rubio —
- buenos días
- no recuerdas nada lo de anoche ?
- ah ... si si lo recuerdo
- recuerdas todo?
- bueno ... todo todo... no pero ..
El rubio le tomó de la mano y la acostó en la cama, se puso arriba de ella y la miro a los ojos
- te dije que te amo y extrañe mucho tus besos, caricias. Todo. — decía —
La rubia se sonrojó a tal confirmación que le había dicho el rubio. Esta solo se quedó callada.
Continuará ...
