La semana había transcurrido, la capacitación de Carolina iba avanzando,aprendía muy rápido. Era ya 23 de diciembre. Muchos de los empleados no llegarían a laborar, así que Arnold les dio el día a todos para que pudieran visitar a sus familiares y regresaran el día 26 a sus horas normales.
- qué la pases buen mañana Helga
- igual tú Jenny
- y ese pequeño bebé cuídalo bien.
- lo haré
- me llamas si decides llegar.
- no creo. Pero te llamaré por cualquier cosa.
- bien.
Ambas se despidieron, Jenny se retiró dejando sola a la rubia.
- Gracias señor shortman, lo veo en dos dias .- dijo Carolina
- de nada. Cuídese.
La rubia trataba de disimular su pequeño celos hacia el rubio.
- Helga puedes pasar?
- claro.- dijo con seriedad
Cuando ya estaban adentro.
- acaso vi celos ahí?
- estás loco. Yo celosa por favor.
- lo que tú digas Helga. - dijo el.- y entonces que decidiste? Vienes conmigo?
- estaba viendo que ... para que me quedaré sola. No estaría nada mal... en ir a hillwood.
- encerio irás conmigo?
- si Arnold iré contigo. Pero hay un detalle.
- cual?
La rubia señalaba su vientre.
- estás preocupada por eso?
- un poco, no sé qué dirán tus papás.
- mis papás no dirían nada a menos que a ellos les moleste. Además te conocen.
- lo se. Me conocen saben que fuimos algo.
- y aún somos
- estamos intentando, te di la oportunidad
- ya se
- pero a lo que me refiero que... fuimos muy descuidados.
- no pienses en eso. Mis papás te van adorar
La rubia sonrió a tal comentario del rubio. Salieron del trabajo, la rubia se dirigió al departamento para acomodar sus maletas, unas cuantas ropas. Ya que saldrían ese mismo día. El vuelo era a alas 10:00 de la noche.
- decidiste ir .- dijo la oriental
- si.
- qué bien. No pasarás la navidad sola.
- no. No tú tampoco ... estarás con Gerald
- si.
- no hagas tantas travesuras en la casa
- claro que no.
Habían pasado las horas hasta que dieron las 10:00, ambos rubios estaban en el aéreo puerto. Agradecían que no estuviera nevando si no se cancelarían los vuelos.
Se tomó las horas para llegar.
BIENVENIDOS A HILLWOOD
Hasta que llegaron a su destino. Tomaron un Taxy para ir a la casa de huéspedes.
En cuanto llegaron...
- lista?
- no lo se.
- no tienes por qué preocuparte
- y si siguen durmiendo ? Mira la hora.
- tranquila.
Arnold tocó la puerta. Una señora cabello castaño abrió, se sorprendió al ver a su hijo.
- oh mi Arnold! Hijo mío
- hola mamá
- qué bueno que llegas.
- Mamá alguien más nos acompañará esta navidad.
- ah si? Quien?
La señora Shortman ve a la rubia que esperaba bajo las escaleras.
- Helga?
- hola señora
- Vol... volvieron? Es maravilloso.- decía con emoción.-Sabía que ustedes eran del uno para el otro. .- se acercó a ella.- como haz cambiado. Eres muy hermosa. - dijo y la abrazó, sintió un bulto entre ella .- pero... tú... estás ???
- si mamá .- dijo el rubio
- no puede ser ... estás embarazada ... pero como... helga...
- su hijo le explicara todo. - decía la rubia
- me pone más feliz. Seré abuela.
- si entráramos ... estuviéramos más calientes ya que hace mucho frío aquí.
- oh oh si es cierto. Pasen pasen.
Una vez dentro
- adivinen aquí está Arnold!
- Arnold!.- dijeron los inquilinos al mismo tiempo
- oh Arnold hijo .- dijo miles
- hola papá
- me alegra que estés aquí hijo.
- si. Solo si mis abuelos aun vivieran.
- ellos están en nuestro corazón hijo. - dijo su padre. - pero a quien tenemos aquí? Helga ?
- buenas noches señor. Y disculpen la demora
- no te preocupes, pero veo que llevas contigo una gran sorpresa.
- bueno esté...
- miles... Helga está esperando un hijo de Arnold
Miles veía a su hijo.
- y como es qué pasó? Acaso ya viven juntos ?
- miles eso nos explicará tu hijo a solas.
- si papá.
- bien, Hemos estado esperando por su llegada. Tienen hambre?
- no papá, solo queremos descansar, a menos que helga tenga apetito
- oh bueno, pues ahora no tengo hambre.
- hija debes comer algo por lo menos, ademas ese bebé debe crecer muy grandote. Ven acompáñame a la cocina te prepararé algo de comer.
- qué pena.
- no debes tener pena. - dijo tomando de la mano a la rubia y llevarla a la cocina
- bien Arnold acompáñame.- dijo miles.- tu habitación imagino que lo compartirás con Helga
- pienso que si
- y dime, ¿cómo pasó?
- te refieres a lo de helga ?
- asi es
- bueno fue algo ... en .. un viaje que tomamos por trabajo. Y ...
- imagino que ella aún no se decidía.. verdad ?
- si.- dijo cabizbajo
- y como fue que llegaron a estar nuevamente juntos
- de hecho padre ella tenía novio, cuando estábamos en el viaje laboral y pues, pasó lo qué pasó. Hasta que hubo un detalle y nuevamente se alejó de mi. No sabía nada de su embarazo. Todo fue rápido que ... su novio falleció y ...
- ya sabía que estaba?
- si... pero no sabía si era de él o mío.
- pero tú le acertaste hijo.- dijo riéndose
- papá
- disculpa... y qué más pasó
- hasta qué hicieron prueba de sangre fue que salió positivo. Que realmente el bebé que espera es mío.
- es todo un drama.
- si. Pero sabes papá. Me alegra estar nuevamente alado de ella.
- se como la extrañabas. No entendia del por qué la cambiaste por esa chica pelirroja
- era un adolescente que no se que quería mis hormonas, Lila era la chica de mis sueños, cuando era yo pequeño. Pero ahora es toda una loca.
- me imagino. Me da gusto que hayas regresado con Helga.
- me siento arrepentido por hacerle daño, perdí toda su confianza.
- trata de hacer las cosas bien. Ya que ella espera un hijo tuyo. Las mujeres son algo sensibles en esa etapa. Lo pase por tu madre cuando estaba embarazada de ti.
- no quiero imaginarme.
- bien hijo, me aclaraste la duda. Iré ayudar a tu mamá.
En ese momento tocaron la puerta y era la rubia y Stela.
- hijo escolte a Helga hasta la habitación. Descansen mañana será un buen día.
- gracias mamá
Los padres del rubio salieron de la habitación, dejandolos solos.
- duerme en la cama y yo en el sofá.- dijo el
- no es necesario.
- qué?
- ya dormimos juntos una vez... quiero estar caliente esta noche
- entonces ...
- no pienses mal cabezon, necesitaré de tus brazos.
- ya se a lo que te referías Helga.
- más te vale cabezon.
Ambos rubios se acostaron a dormir, mientras dos padres seguían despiertos.
- me siento feliz por ellos.- dijo la castaña
- yo tambien.
- sabes. Cuando Helga nos ayudo. Sentí ese conexión entre Arnold y ella. Pensé que en un momento ellos... durarían
- no todo suele funcionar hasta que después se de uno cuenta.
- lo se. Ahora que están aquí. Me pone muy feliz.
- seremos abuelos.
- Arnold ya te explico lo qué pasó?
- si. Me dijo. Y por una parte estoy muy decepcionado de él... debió hacerlo como es.
- Ahora con estos jóvenes ya no le toman mucha importancia.
- vamos a dormir querida. Mañana será un día pesado.
En la habitación de Arnold, helga aún estaba despierta, el rubio ya permanecía dormido, recordaba ese dormitorio en la que estaba. Parecía estar todo en su lugar. Salió de la cama sin hacer mucho movimiento. Y veía a cada detalle del dormitorio.
Una pequeña foto le llamo la atención. Observando el pedazo cuadrado de papel donde estaban ellos un 14 de febrero donde rentaron una cabaña para pasar su día para ellos solos. Una sonrisa salió de los labios de la rubia.
- Helga ?
- perdón si te desperté
- no lo hiciste. Qué haces aun despierta
- oh bueno yo... estaba viendo esta foto.
- aún tengo todas las fotografías que tomabas
- enserio?
- si. Pero ahora no las sacaré hasta que amanezca. Hay que descansar .- dijo tomando de la mano a la rubia.
- bien está bien.- dijo ella
Ambos se acostaron, se acomodaron.
- en verdad tienes las fotos?
- si. Descansa helga.
- bien.
CONTINUARÁ...
