Holas! Bueno, esta es una nueva idea. Se supone que serán una serie de viñetas o minifics, todas tratadas sobre la pareja Remus & Tonks, of course. Supongo que la mayoria serán como una perspectiva más alegre de ellos y no tanto drama, a ver qué tal con la primera. Se me olvidaba, nada es mío.


Contrastes

I

Nieve

-¡Sujétate Remus!- gritó Tonks colocando sus manos firmemente sobre su cintura. Él enterró el rostro en su cabeza poblada de cabellos rosas por la brusquedad del movimiento. Pronto le llegó su característico aromaa fresa y trató de cambiar de posición a una menos incómoda.

Formó una pregunta elemental en su cabeza y se la señaló rogando mentalmente porque no le respondiera lo que estaba especulando.

-Yo...no sé patinar muy bien- comunicó con una sonrisa nerviosa. –Pero eso es lo que le da la entretención ¿no?- comentó riendo al ver de reojo la mueca de horror que ponía Remus.

Desgraciadamente, él pronto comprendió que sus habilidades de torpeza se incrementaban enormemente en el hielo y puso en duda su capacidad para deslizarse sobre los patines. Y en cuanto a él mismo, apenas podía despegar sus manos de su cintura y se reprendió por aceptar su invitación de ir a dar un inocente paseo navideño.

La escuchó farfullar y debatirse con los patines para cambiar de rumbo enredando sus piernas con las suyas haciendo casi imposible el intento de no acabar en el piso. Eso, se dijo Remus, definitivamente no sonaba bien.

-Qué… ¿qué pasa?- preguntó tratando de mirar hacia delante pero los pelos rosas eran como una tupida selva obstaculizándole la visión -¿Nymphadora?-

-¡Hay un condenado árbol en el camino¡Y no sé frenar!-

-¡Pero Nymphadora, dijiste que si sabías patinar!- reclamó Remus percibiendo que los intentos de ella por cambiar de trayectoria solo habían aumentado la velocidad.

-¡Nunca dije eso!- se contradijo haciendo enormes esfuerzos por no reírse. – ¡Cuántas veces tengo que decirte que no me llames así Lupin!– Advirtió ceñudamente -Y siendo estos nuestros últimos segundos, deberíamos decir todo lo que sentimos por el otro ¿no crees?- bromeó ella, actuando con aparente amargura, muy poco convincente con la expresión risueña que arqueaba sus labios.

Lupin se puso ligeramente nervioso. Debía habérselo imaginado. ¿Cómo es posible que Nymphadora Tonks pudiese patinar sobre hielo cuando apenas si podía no tropezar con sus propios pies en tierra firme? Lo había llevado hasta allí sólo para que él bajara sus defensas, y casi lo había logrado.

-¿Remus?- se dio la vuelta logrando ampliar su campo de visión, e intentó cambiar el rumbo que llevaban. Parecía que quisiese volar con ambos brazos extendidos paralelos al piso y agitándolos como si no pudiese despegar. Logró torcer un poco hacia la derecha, pero acabaron destrozando un perfecto mono de nieve y ambos quedaron enterrados de cabeza en él.

Emergiendo apenas, Tonks miró a Remus con los labios apretados controlándose por no reír, enfocando su atención en sus patines torcidos. Él comenzó a sacudir su cabello cubierto de escarcha ejerciendo todo su autocontrol por no mirarla. Finalmente, ambos cedieron y de sus gargantas afloraron sonoras carcajadas.