Summary: Tras una fuerte pelea con su esposa, Draco deseo que Hermione se convirtiera en la esposa perfecta, que no le molestara nada de lo que hiciera y que solo se encargue d sus necesidades, lo que nunca pensó, es que ese deseo pudiera convertirse en una pesadilla…
Capitulo Siete
Como un ángel caído del cielo…
Apareció en el único lugar al cuál podía ir y sentirse tranquilo en ese momento…
En la banca que estaba cerca de su casa…
Se dejó caer mientras tapaba su rostro con sus manos y lloraba amargamente. Lloraba de dolor y de impotencia…
Hubiera dado su propia vida por la vida de ese pequeño… de su hijo. Hubiera dado su vida para que Hermione no sufriera con lo que estaba pasando…
- Hubiera dado…- dijo en voz alta, sin atreverse a abrir los ojos.
- ¿Qué hubieras dado? - una voz conocida para él llegó hasta sus oídos…
Abrió rápidamente los ojos, encontrándose de frente a ese mismo chico que había visto antes… el chico por el cual todos sus problemas empezaron…
No lo pensó dos veces antes de abalanzarse hacia él y tomarlo por el cuello, mientras lo levantaba varios centímetros de suelo y sus ojos rojos por tanto llorar lo miraban de la manera más fría y cruel que podía…
Pero el chico no se inmutó ni un poco, al contrario, sonrió de una manera que a cualquiera le hubiera parecido angelical, pero que para Draco era una mueca de burla…
- Por tu culpa…- siseó, mientras lo levantaba más del suelo - ¡¡¡por tu culpa mi vida en un infierno!
- ¿En serio? - preguntó él con burla en la voz - ¿que no esto era lo que querías¿No querías que tu esposa fuera perfecta¿qué se dedicara solo a tus necesidades? - preguntó, sin borrar esa sonrisa burlona de su perfecto rostro, mientras miraba con sus ojos azules a Draco, el cual lo miraba con odio - ¿no es esto lo que me pediste?
Draco lo soltó como si quemara, y el chico sonrió con arrogancia desde el suelo, se acomodó el cuello de la camisa, la que estaba arrugada por las manos de Draco, y luego lo miró a los ojos, con una sonrisa que hubiera derretido a cualquiera… menos a Draco.
- Deshace lo que has hecho - exigió Draco - quiero que todo vuelva a ser como estaba - demandó acercándose al chico, queriendo intimidarlo, pero éste parecía no acobardarse ante la cercanía amenazante de Draco
- No puedo - contestó él, con una tenue sonrisa en sus labios - ¿No lo recuerdas, Draco? – preguntó irónico, mientras colocaba sus manos tras la espalda, y caminaba alrededor de Draco - ¿No recuerdas que me tomaste por tonto la vez anterior que nos vimos¿Recuerdas que te advertí que tuvieras cuidado con lo que pedías¿O cuando te dije que cuando cumpliera tu deseo, no habría marcha atrás?… No puedo Draco, no puedo regresar las cosas a como estaban… No puedo.
Draco se tapaba las orejas con las manos, cerrando fuertemente los ojos. No quería escuchar todas esas cosas que aquel chico decía. No, no quería…
El chico se paró frente a Draco y lo miró seriamente, como si tramara algo, pero Draco no ponía atención en el chico, él estaba en otro mundo, al lado de Hermione, riendo despreocupados, planeando su vida, juntos, los hijos que tendrían…
Lágrimas le quemaban los ojos, lágrimas que querían salir, pero Draco no las dejó, no podía llorar de nuevo, aunque su vida se le fuera en ello. No podía llorar más, no podía compadecerse otra vez, tenía que afrontar las consecuencias de sus actos y volver las cosas como estaban. No importaba lo que costara…
Levantó el rostro con un brillo en los ojos, mientras se acercaba al chico y una idea rondaba en su cabeza. Tal vez había una forma de arreglar todo, de que todo volviera a la normalidad…
- Cuando apareciste esta vez, me preguntaste que hubiera dado…
El chico sonrió, sus ojos brillaron con malicia, y no pudo reprimir una sonrisa de satisfacción mientras asentía con la cabeza
- ¿Qué darías a cambio para que todo volviera a la normalidad?
- Pero tú dijiste que no podías…- susurró más para él mismo que para el chico.
- No, no puedo hacerlo…- dijo, pero luego agregó maliciosamente - sin nada a cambio, por eso te pregunto¿qué darías para que las cosas volvieran a la normalidad… para que tu esposa no hubiera perdido a su bebé? Para que ella no sufriera…
Eso es todo lo que Draco tuvo que saber para convencerse de que estaba haciendo lo correcto. La respuesta llegó como una bala a su cabeza, mientras se aseguraba a él mismo de que eso era lo mejor…
- Te doy mi vida…- respondió seguro, mientras sus ojos perdían el brillo de la vida…
No…
- ¿Estás seguro? - pregunto acercándose a él - después de que lo haga ya no abra vuelta atrás…
- Quiero… - ignoró al chico, y siguió hablando - que Hermione y todos los que me conocieron alguna vez, olviden que existí, quiero que Hermione encuentre a alguien que realmente la sepa valorar y que se enamore de él… quiero que no sufra por mí… quiero que todo en su vida vuelva a la normalidad… aunque yo no este con ella…
No lo hagas…
- ¿Entiendes lo que me estás pidiendo? - volvió a decir, mientras caminaba a su alrededor, como evaluando la situación - Desaparecerías de la mente de todos aquellos que te conocieron alguna vez. Nadie lloraría por tu ausencia ni lamentaría tu partida…
- Eso es lo que quiero - lo interrumpió - que nadie más sufra por mi culpa…
No puedes hacerlo…
- Bien, si eso es lo que quieres, eso es lo que haré…
- ¿Pero cómo se que vas a cumplir lo que te estoy pidiendo? - pidió saber, volviendo a nfrentar a aquel extraño chico.
No permitiré que lo hagas…
El chico sonrió como si se esperara esa pregunta, y respondió gustoso
- Tú lo sabrás. Serás condenado a pagar una eternidad viendo a tu esposa en brazos de otro – respondió. En su rostro perfecto, se torcía en una mueca de satisfacción a cada palabra - Todo por tu egoísmo. Verás como tú esposa no llora ni una sola lágrima por ti, y como se enamora de otra persona, como es que hacen el amor en la noche, y tú sufrirás en la agonía de no poder tocarla, no sentirla entre tus brazos otra vez…
Los ojos de Draco se dilataron, y por un momento vaciló, pero luego recordó el rostro de Hermione cuando le había dicho que perdieron a su bebé. Y se dijo que eso era lo mejor, y aunque él sufriera, por lo menos tendría el consuelo de que Hermione sería feliz… aunque no fuera en sus brazos.
- Está bien – dijo, poniéndose delante del chico - Eso es lo que quiero…
- Sólo tienes que decirlo - dijo el chico con una gran sonrisa en su rostro.
- Yo…- decía mientras cerraba los ojos, dándose el valor que necesitaba, y apartar esa vocecita en su cabeza que le decía que no lo hiciera - Yo daría mi vida por que las cosas…
- No permitiré que lo hagas…
Draco abrió los ojos al escuchar esa voz, por que ya no venia de su interior, ésta vez estaba seguro de que la había escuchado…
Cuando por fin sus ojos estuvieron abiertos, tuvo que cerrarlos nuevamente para cerciorarse de lo que estaba viendo no era una simple ilusión…
Delante de él estaba la mujer (aparte de Hermione, claro) más hermosa que hubiera visto en toda su vida…
De cabello dorado como el sol, su rostro pálido y frágil como el de una muñeca de porcelana, ojos azules como el mismísimo cielo y un cuerpo lleno de curvas perfectas que estaban escondidas bajo sus ropas de seda blanca, que se parecían a esas togas que usaban los antiguos griegos…
- No permitiré que lo hagas… - su voz era suave y calmada, mientras su rostro era adornado por una hermosa y tranquila sonrisa bondadosa.
- ¿Qué haces aquí? – preguntó, con cierto resentimiento, el chico a la mujer, mientras se cruzaba de brazos y la miraba fastidiado.
- No permitiré que le hagas esto a este hombre - respondió la mujer, tranquila, mientras se acercaba a Draco y rozaba su mano de porcelana contra sus mejillas sonrojadas por las lágrimas, para luego sonreírle tranquilamente.
- ¿De qué estás hablando? - preguntó el chico, ignorando completamente lo que la mujer hacia con Draco - ¡Él acepto todo desde un comienzo, él leyó todo el contrato y accedió! - se acerco bruscamente a Draco y le arrebató con frialdad la delicada mano de encima – ¡Así que desaparécete!
Pero en vez de que la mujer se enojara, solo sonrió de una manera comprensiva, mientras meneaba la cabeza negativamente.
- Ésta vez no, Baltasar - le dijo, mirándolo serenamente - puede ser que tengas razón, que él haya actuado en forma egoísta, pero también a mostrado un amor incondicional hacia la mujer que ama, y es capaz de dar su propia vida por aquella persona… Y eso es todo lo que necesito para actuar…
- ¡Rayos! - maldijo el chico, mirando a Draco con furia y rabia, para después hablar de una manera lenta y cruel - Puede que te hayas salvado de ésta, Draco… pero la próxima vez que nos veamos, no será igual… - y se desvaneció en el aire, de una forma en la que el mismo Draco, que se había mantenido atónito durante todo el tiempo, dudó que alguna vez aquel chico estuviera en ese lugar…
La mujer sonrió suavemente, mientras que se sentaba al lado de Draco, y lo miró fijamente, esperando a que hablara…
- ¿Quién era él? - fue lo primero que se le vino a la mente.
- Escucha, Draco. Creo que es mejor que te explique todo desde el principio… - dijo con una cálida sonrisa, mientras que se preparaba para hablar. Cuando supo que tenía toda la atención de Draco, habló - Antes de que este mundo fuera creado, solo existían seres extraordinarios, perfectos a toda vista, y que no tenían ni una pizca de malicia o de odio en su interior, y todos ellos gobernaban con armonía y amor. Esas criaturas son llamadas en estos tiempos ángeles…
Draco asintió, teniendo una leve idea de donde iba a seguir la historia de aquella mujer.
- Hasta que cierto ángel se reveló, y fue revelando lentamente a otros ángeles, y fueron expulsados de nuestro mundo, un mundo perfecto. Desde ese entonces, se han dedicado a crear maldad, odio, avaricia, resentimiento, venganza y codicia en este mundo, y poco a poco, todas aquellas almas buenas se iban consumiendo por aquellos sentimientos malignos…
Fue entonces cuando Draco entendió quién era aquel chico…
- Baltasar es un ángel caído, tan hermoso como son los demás ángeles, pero por dentro es muy diferente, ya que él tiene codicia, odio, resentimiento, venganza y todos aquellos sentimientos que son contradictorios a la pureza de los ángeles… Cuando un ángel caído tienta a una persona, y ésta cae, nosotros, los ángeles, no podemos hacer nada, ya que es decisión de cada persona lo que hace y a donde lleva su vida, pero en el momento que todos aquellos sentimientos se desvaneces de la persona, nosotros podemos intervenir…
- Entonces… tú eres…- dijo, mirando a la mujer sonreír suavemente mientras asentía.
- Soy un ángel, Draco, y al ver que todo tu egoísmo desaparecía, y sólo quedaba el amor que sientes por esa mujer que amas, se me fue permitida ayudarte…
- Entonces… ¿podrías hacer que todo regrese a la normalidad¿Que nada de lo que pasó durante todo este tiempo haya pasado¿Y que no recuerde nada de esto?
- Si…- hizo una mueca- y no… Escucha, Draco. Puedo hacer que todo regrese a como era antes, sólo si lo deseas con todo el corazón, pero no puedo borrarte éste recuerdo de tu cabeza, eso es parte de cometer errores, tienes que aprender a vivir con el recuerdo. Además, tienes que acordarte de tu error, para estar seguro de que no lo volverás a cometer…
Draco se sintió el hombre más dichoso del mundo, y sonrió con alegría al pensar que todo volvería a ser como era antes. Pero su sonrisa se borró un segundo después, y vio temeroso a aquella mujer que tenía enfrente
- Pero…- preguntó con voz nerviosa - ¿qué me pedirás a cambio? - y al ver que ella no decía nada, y que sólo lo miraba fijamente, trató de explicarse - Quiero decir… Baltasar me pidió algo a cambio¿y tú¿qué me pedirás?
La mujer sólo sonrió suavemente, mientras que suavemente tomó el rostro de Draco entre sus hermosas y perfectas manos de porcelana. Habló con voz sedosa.
- Sólo te pido a cambio que seas feliz, y que no vuelvas a despreciar lo que tienes… ya que no sabes lo que tienes hasta que lo pierde.
Draco asintió. Por primera vez hace dos semanas, se permitió sonreír de verdad, con real alegría y tranquilidad.
- Ahora, para que deshagas todo este embrollo - le dijo, sin despegar las manos de su rostro y hablándole firme pero suavemente - Tienes que cerrar los ojos y desearlo con todo el corazón. Sólo de esa forma podré hacerlo.
Draco cerró los ojos al instante, y se concentró en pensar en Hermione, en lo felices que eran, y en cuánto la amaba…
Los hermosos ojos azules de la mujer miraron el cielo rojizo del atardecer, antes de sonreírle a él y mirar otra vez a Draco, quien seguía con los ojos cerrados, concentrado.
Suavemente acercó su cara a la de Draco, y sólo cuando estuvo a unos milímetros de su rostro, se detuvo y cerró también los ojos y le sopló suavemente sobre el rostro…
Draco no sabía lo que pasaba, sintió únicamente una tibia sensación que golpeaba su rostro, para luego descender por todo su cuerpo, hasta envolverlo completamente, y luego sentir una tranquilidad absoluta envolver su cuerpo…
- Se feliz… Draco…
Cuando volvió a abrir los ojos, ya era de noche, y estaba sentado en la banca, como si nada hubiera sucedido. Miró hacia los dos lados. A lo lejos, personas trotaban y un muchacho paseaba a su perro.
No sabía que era lo que había pasado. Buscó alrededor, tratando de encontrar a aquella mujer, pero no, no estaba por ningún lado.
Fue entonces cuando escucho la voz más melodiosa que hubiera oído en su vida decir su nombre…
- Draco…
Draco volteó al reconocer esa voz, y sintió que se iba a morir en ese instante de tanta alegría. Frente a él, a sólo unos pasos, estaba Hermione, tan hermosa como siempre. De hecho, Draco pudo notar cierta energía dorada rodeadora, pero no le tomo demasiada importancia. Él estaba que se desbordaba de la alegría…
Se levantó de un salto, y sin esperar ni un instante más, corrió hacia ella y la cargó en brazos.
Hermione dejo escapar un chillido de la sorpresa, mientras se aferraba a Draco por el cuello para no caer y le reclamaba, quien parecía no escucharla, ya que le daba vueltas y reía como si estuviera loco.
Cuando por fin Draco pareció escuchar y la bajó al suelo, sólo le tomó un segundo para capturar sus labios con los suyos, y besarla con pasión y amor.
Y Hermione, todavía confundida, le respondió el beso, haciendo que a Draco se le erizara cada bello de su cuerpo, ya que ese beso era real, tenía amor, pasión y algo especial que solo su Hermione tenia, nadie más. Ni siquiera a la que llamó Hermione por dos semanas tenia tanta pasión como su Hermione…
Draco la tomó posesivamente de la cintura, mientras sus manos recorrían la espalda de su esposa con desesperación y locura.
- Te amo - le dijo cuando se separaron para poder tomar un poco de aire - Hermione, tú eres mi aire y sin ti no puedo vivir - le decía mientras la pegaba más a él, y metía sus manos debajo del suéter que traía puesto, sintiendo sus manos arder ante el contacto con su piel tan suave y sensual.
- Draco…- Hermione suspiró cerrando los ojos, sintiendo el contacto de las manos de Draco tocando su piel.
- Perdón por la escena de celos tan tontos – se disculpó, recordando porque toda esa pasadilla había comenzado. Y en verdad se sintió muy tonto por desconfiar en ella - Yo sé que no eres capaz de ninguna de aquellas cosas de las que te acuse, pero estaba muy celoso, y no podía soportar la idea de que pudieras mirar o tocar a otra persona que no fuera yo. Dije muchas cosas que realmente no sentía. Perdóname Hermione, yo te amo, y no quiero estar lejos de ti ni un momento - y antes de que Hermione pudiera comprenderlo todo, atacó su cuello, besándolo y lamiéndolo como si de un caramelo se tratase, excitándola a cada movimiento.
- Salía del hospital cuando me encontré a Víktor en ginecologia, estaba platicando con Ginny…- le dijo, tratando de mantenerse cuerda, pero Draco parecía hacérselo muy difícil - Platicamos un poco, y luego me enteré de que él también era medimago, pero que se especializó en ginecología. Estábamos platicando cuando me desmaye…
Draco paró sus caricias, mientras la miraba serio y preocupado.
- Él y Ginny me trajeron a casa - siguió explicando. Ambos se sentaban en la banca, con las manos entrelazadas - Yo les dije que estaba bien, pero ellos no me creyeron, y me hicieron varias pruebas… luego me dejaron sola mientras ellos regresaban para chequear las muestras. Ginny me dijo que tenia una cena con Harry, a si que ella no podía entregarme los resultados, y Víktor se ofreció a traérmelos… yo fui al estudio, para hacer mis propias investigaciones…- luego su mirada se volvió algo sombría - fue entonces cuando tú llegaste, sabia que Víktor llegaría en cualquier momento, y sabía que te ibas a enfurecer al verlo, por eso es que me puse muy nerviosa… y como lo pensé, te pusiste furioso. Cuando te fuiste, fui a ver cuales eran los resultados de los análisis…
Un silencio se formó entre ellos. Draco comenzaba a desesperarse, no sabía que era lo que tenía Hermione, pero esperaba que no fuera nada grave, tal vez una gripe o algo mínimo… pero ella no decía nada. Se impacientó mucho más.
- Draco - por fin Hermione habló, pero sólo para callar una vez mas, mientras bajaba la cabeza y tomaba las manos de Draco entre las suyas - estoy embarazada…
Draco parecía no reaccionar, sólo miraba a Hermione cabizbaja, y de repente sintió un miedo enorme de que Hermione no quisiera al bebé que estaban esperando, todo lo contrario a él, que ya quería al pequeño que en ese momento Hermione tenía en sus entrañas.
Hermione al no ver reacción de Draco, levantó su rostro, el cual estaba lleno de lágrimas, sonriendo contenta.
Draco suspiró contento antes de abrazarla con fuerza, mientras escuchaba como Hermione se reía a carcajadas.
- ¡Un bebé! - dijo al verlo a los ojos- ¡¡¡Un bebé tuyo y mío!
Draco rió a carcajadas, mientras se levantaba y la cargaba en brazos, sin dejar de carcajearse. Contento, feliz, dichoso…
- Te amo, Hermione. ¡¡¡TE AMO! - grito, llamando la atención de varias personas que pasaban por el lugar, pero al ver como ambos reían, no les prestaron mas atención y volvieron a sus asuntos.
Hermione también reía, pero por la reacción de Draco. Nunca se imaginó que reaccionaría de esa manera, pero estaba contenta de que lo hiciera, ya que eso eliminaba las sospechas de que Draco no quería un bebé en ese momento. Por que Dios¡¡Ella si que lo quería!
Draco no dejó que pensara un poco más, y la besó apasionadamente, despertando el deseo en Hermione y en él mismo.
- ¿Qué tal… - preguntó Draco, con voz grave por el deseo - …si nos vamos a casa y celebramos?
Hermione asintió mientras sus mejillas se sonrojaban por la vergüenza y el deseo.
Draco miró maravillado a Hermione, y no podía esperar ni un segundo más para hacerle el amor a su esposa.
- Bien - respondió luego de un rato Hermione - Nos aparecemos directamente en nuestra habitación, y luego conjuro un…
- ¿Qué? - preguntó Draco un tanto preocupado - ¿aparecernos¡Nada de eso¿Qué no sabes que le puede hacer daño al bebe? – preguntó. Una mirada sobreprotectora se apoderaba de él - ¡De ahora en adelante no más apariciones para ti! No quiero que pongas en peligro la vida de nuestro hijo o la tuya propia - dijo seriamente, recordando los horrores que había pasado desde que la encontró desmayada en la cocina.
Se obligó a no pensar más en eso, y recordó que la que tenía frente a él era su esposa, no la esposa perfecta…
- ¿Pero como voy a ir a trabajar? - preguntó divertida ante la sobreprotección de Draco.
- Creo que es hora de que compremos autos muggles – comentó, como si no fuera algo del otro mundo, ignorando la cara sorprendida de Hermione - De echo, el otro día vi uno deportivo que me gustó mucho…
Hermione no pudo evitar besar a su esposo, agradeciéndole por todo lo que hacia con ella, y fue hasta ese entonces que se acordó que todavía la tenia levantada en brazos
- Esto… Draco¿me podrías bajar?
- No - contestó como un niño chiquito.
- ¿Sabes que la presión en mi vientre podría causarle… - inventó, pero antes de que terminara de mentir, ya estaba parada en el suelo firme, mientras que Draco la miraba preocupado – ¿qué sucede?
- ¿No le haremos daño al bebé? - preguntó, realmente preocupado - quiero decir, cuando hagamos el amor, no quiero que…
Hermione lo cayó con un suave beso en los labios.
- No te preocupes, amor, el bebé no sufrirá de ninguna manera… pero si no me haces el amor ahora mismo - le dijo mientras se acercaba sensualmente a él - el que vas a sufrir eres tú…
No necesito una palabra más, Draco la tomó de la mano, y prácticamente corrió hacia su casa, pero cuando estaban a medio camino, Draco se paró de repente.
- ¡Mi varita! – recordó - ¡la dejé en la banca! - luego miró a Hermione - Espérame aquí, no tardo ni un minuto - y separándose un poco de ella, desapareció…
Apareció frente al banco, y afirmativamente, su varita estaba en el mismo lugar, con una sonrisa la tomó en sus manos y la metió en su bolsillo. Iba a desaparecer cuando una voz conocida lo distrajo.
Sentado en la banca, apareció Baltasar, con una sonrisa maliciosa en sus labios, y al contrario de él, Draco hizo una mueca al verlo.
- ¿Qué quieres tú ahora? - pregunto con odio.
- ¿Yo? - dijo el chico, haciéndose el inocente - ¡Nada!… sólo me preguntaba si…
- Olvídate de tus estupideces, no caeré dos veces en la misma trampa - escupió con odio, para luego sonreír - Soy completamente feliz con lo que tengo, y no lo cambiaría por nada… - y sin dejar que Baltasar hablara, desapareció, volviendo con Hermione.
Baltasar maldijo en voz alta antes de desaparecer…
Cerca del lugar, debajo de un gran árbol, una hermosa mujer vestida con túnicas miró con satisfacción cómo Baltasar desaparecía.
- Felicidades, Draco… - susurró al irse. Su voz pareció el canto de un ángel y el viento sopló, mientras desaparecía del lugar… como si nada fuera de lo normal hubiera podido suceder…
FIN
Finalizado el día 11 de agosto a las 2:21 a.m.
BUA!!!!! no puedo creer k ya c aya akabado!!! no m di cuenta asta ahora, y dejenme decirles k stoy muy triste! no staba preparada mentalmente para el final!
fue un places compartir mis ideas y pensamientos con todos ustedes, por estos siete capitulos!...
y para TODOS los k cguro m preguntaran, si, si abra un epilogo, pero tardara un poco mas de lo normal, ya k tengo la mitad scrita, pero despues de hay, me vienen ideas, pero ninguna demaciado buena como para ponerla! a si k... lo siento, pero van a tener k sperar un poco... eso creo, por k hay veces en k c m viene la inspiracion y... puf! lo termino en segundos!!!
wueno, ahora si, antes de k c m olvide, kiero agradecer a todas y cada una de ustedes, k han sido tan amables y pasientes como para leer las tonterias k pongo!!! y en especial a cierta personita k m revisa mi ff, preciosa, tu eres la mejor! me kitan un GRAN peso d ncima!
y bueno, nos vemos en el epilogo...
hugs and kisses to everyone
abrazos y besos para todos
