Capítulo dos: terremotos y visitas

¡Las doce¡Eran las doce y nadie le había hablado! Maldita sea¡Estaba de mal humor!

Ya había pedido un martini muggle, de los que sólo Tom hacía, para entrar en calor¡Y le habían dejado plantado! Pidió al viejo Tom si tenía algo para él. Nada. Pagó y salió con la cabeza a punto de estallar, ni los hermosos copos blancos de nieve pudieron bajarle el mal humor que llevaba encima. Sintió un tembleque bajo sus pies, un movimiento del suelo. Alzó la mirada, parado en la acera esperando que se calmaran sus pies... vio un joven correr en su dirección, lo reconoció, un simpático vecino.

.-¡Sr. Potter¡Catástrofe¡Horror! No se lo creerá.

.-Sr. Bowie, no se altere y cuénteme.

El joven respiró intranquilo, inhalando como si fuesen sus últimos instantes.

.-¡Un terremoto!...algo muy sencillo, de poca escala, muy poca, pero horrorosamente...¡Su casa¡Es la única!

.-¿qué pasa con mi piso?- Harry frunció el ceño, eso no era buen comienzo¿un ataque?

.-El edificio de su izquierda tubo graves daños de derrumbamiento, según vi...al otro lado de la calle el edificio en frente...no queda edificio...se derrumbó.

.-¡Y mi piso?- se alteró Harry... si algo le sucedía...

.-¡Nada¡Milagrosamente no le ocurrió nada! Es el único que no a sufrido ningún daño...¡La señora esta agradeciendo a Dios...

.-¿Heridos?

.-Bueno...esto ha sido un grave accidente...cinco heridos graves y tres muertos,

.-Señor...una catástrofe.

Harry se adelantó dirección hacia allí, dando las gracias.

.-Bien, Sr. Bowie, mejor vuelva usted a casa con su esposa, hay trabajo que hacer.

Claro, había protegido su vivienda para que nada le ocurriese, ni Mortífagos podría penetrar en ella sin tener que pasar obstáculos de todo tipo, desde gatos que noeran gatos, hechizos alucinógenos y una contraseña, simple, siempre la misma... los muggles no la necesitan, o tendría que barrer la puerta de cadáveres cada día.

Policías, bomberos... gente mirando, otros llorando...periodistas que pedían opiniones, Harry se los sacaba de encima en cuestión de segundos, había aprendido el tono autoritario que lo salvaba miles de veces de avalanchas humanas de periodistas.

Subió los cuarenta y tres escalones contados que había hasta llegar a su puerta, en una esquina antes presionó un ladrillo determinado, una medida más de seguridad. Llegó a su puerta sin problemas, no lo habían atacado en su ausencia, bien. Abriría la puerta, iría a la cocina comería algo y se estiraría al sofá con un buen libro.

Entró en la sala, el sofá frente a él, a espaldas, la cocina a su izquierda. No mucha cosa en el frigorífico, pero si algo para bajar la tensión. Algo se oía...aguzó el oído. Se oyó un bostezo, no proveniente de él. Sacó la varita y, con sigileza que había aprendido, llegó hasta el salón, ahora se fijaba, había alguien en SU sofá. Dejó la violencia para luego, a la gente NO invitada también la recibía de agrado, el primer momento, luego, de patitas a la calle.

.-¿Te gusta mi diván?- dijo en voz alta, con tal de intimidar al ocupa.

.-Uh, sí, muy cómodo, cierto.- Voz cruel imitada mal, áspera, con un tono de burla inconfundible para todo oído.- ¿Me harás el favor de bajar esa varita? Se ve amenazante.

Una melena rubia lo saludó por encima del mueble.

.-Malfoy...ya sabes dónde está la puerta. Gracias.

.-Oh, Harry, yo también me alegro de verte.

El rubio estaba perfectamente cómodo, cabeza a un costado y pierna al contrario, con una vestimenta muggle, gabardina negra, que hacía resaltar el rubio-plateado de su largo cabello, la gabardina abierta dejando ver un buen jersey verde y unos pantalones de pana azul oscuros. Harry alzó la ceja irónico, algo grave debía pasar, si iba así vestido.

.-¿esto?- comentó el rubio, adivinando los pensamientos de Harry- No deseo llamar la atención en el mundo muggle. Un gran esfuerzo el mío al ir vestido con estos arrapos. Pero por ti lo que sea, hermoso.

.-Fuera.

.-Bonita casa, tal como la dejaste hace dos años.

.-He dicho FUERA-Harry perdía los estribos. Un Mortífago ¡en su casa¡Y el que menos deseaba ver!

.-Repito que bajes la varita.

.-Dame un motivo sólido por el que debería obedecerte.

.-Juré no dañarte. Bien lo sabes.

.-Busca otra frase, esa no me afecta- su rostro señaló furia, recordaba como se habían jurado no dañarse, años atrás. Pero las cosas cambian.

.-Harry, haz el favor de no hacerte el duro y escúchame.

.-¿Desde cuando se supone que hago caso a tus estúpidos mandamientos inútiles?

.-Se supone que desde hace casi una década. Ahora déjame hablar.

Harry bajó un poco la varita, sin dejar de sentirse alerta. Malfoy se levantó, se sacó la gabardina y, como si estuviere en casa, la colgó en el cuelga-ropas que había en la entrada. Harry lo seguía con la mirada, lo vio acercarse de nuevo y acomodarse de nuevo en el sillón, dejando su varita en la mesita delante de él. Harry seguía en pie, al lado de la chimenea flameante.

.-Vamos, ponte cómodo, es tu casa- hizo unas palmada a su lado, con una pícara sonrisa esperando a que Harry se sentara.

.-¿Bromeas? Deseo tenerte de cara- hizo aparecer un sillón a conjunto del otro y sin apartar la vista del Mortífago, se sentó en él con la varita aun en la mano- ¿deseabas?

.-...si, perfecta tu casa...¿no te sientes incómodo¿no quieres un poco de compañía por las noches?

.-No, gracias, o toda o ninguna¿querías?- repitió molesto.

.-Bien pensado el hechizo invernadero, pero no te has parado a pensar que tus invitados puedan sufrir de claustrofobia...

.-Si esto es lo que querías...

Con un movimiento de mano levitó a Malfoy, alzándolo del sofá y enviándolo hacia la puerta.

.-¡Harry¡Suéltame!

.-¡Ah no! No me darás órdenes, esta es MI casa. Y para ti soy Potter, no Harry¡Recuérdalo!- lo dejó al suelo al lado de la puerta. Éste recogió su varita con un accio varita y se puso la gabardina.

.-Oh, Harry, a mi tampoco me dan órdenes- abrió la puerta.

.-Seguro, "Mortífago" estúpido. ¿qué querías decirme?

.-...se me olvidó- salió y cerró la puerta, dejando a Harry al límite. Caminó por el pasillo, giró una esquina y se paro a contar- uno, dos, tres,... ocho, nueve y...

el cuerpo de Harry chocó con él al girar la esquina.

.-...y diez. Bien, vayamos a un lugar más seguro.

.-Mi casa es segura, Malfoy- Harry caminó detrás de él.

.-Oh sí, he podido comprobarlo por mi mismo.

Harry se paró en seco, entrecerrando los ojos de furia.

.-Tranquilo, Harry, te aseguro que no he sido yo, esto ha sido un accidente.

Continuará...