Capitulo uno
"Tomoeda"
Quiero ya no amarte y enterrar este dolor
Quiero que mi corazón te olvide
Sakura Kinomoto
Quiero escuchar esos sonidos que haces cada vez que me adentro en ti, Sakura.-le decía mientras la besaba en el cuello- No debería si quiera estar haciendo esto, pero te he deseado por tanto tiempo.
-Te amo Syaoran- gimió ella en respuesta, mientras él la tomaba de las caderas para sumergirse más profundamente y así ambos llegarán al orgasmo.
Un placer explosivo sintió dentro de ella, era la segunda vez en esa noche que la tomaba con tanta desesperación como si no tuviera suficiente. Hace casi un día que había perdido la virginidad con él, su mejor amigo.
No se arrepentía pero ahora yacían exhaustos después de esa demostración de amor, pero mirarlo ahí tendido, si ni siquiera intentar abrazarla le hacía preguntarse: ¿Sería acaso que él pudiera albergar amor hacía ella? ¿Debería tener esperanza? ¿Podía darle una oportunidad? El miedo que siempre estaba tras ella le hizo tener dudas de si misma, no podía haber ni una tregua. Syaoran había sido muy claro respecto a ese tema y aun durante este encuentro fortuito le había hecho sentir su error. Su amigo la quería, pero no la amaba. Sintió vergüenza, entre suspiros y jadeos le había confesado su amor.
"Todo estará bien, Sakura" se repitió mentalmente. No valía la pena preocuparse por ello en ese momento, todo lo que había entregado esta y la pasada noche había sido por el amor profundo que le brindaba sin tapujos, las consecuencias las enfrentaría en la mañana, por el momento disfrutaría hasta el último segundo de estar a su lado. Con esté pensamiento se durmió acurrucándose lo más cerca de él.
Despertó sobresaltada por el continuo traqueteo del autobús y la pesadilla o mejor dicho los recuerdos de su amor fallido. Saco su celular y se dio cuenta que apenas eran las seis de la mañana, faltaba una hora para llegar a su destino. Aún sería temprano cuando llegará a aquella ciudad que en algún momento fue su hogar y que en estos momentos le parecía el refugio más apacible para resguardarse del dolor.
Entonces suspiro mientras los recuerdos se agolpaban en su mente uno tras otro. Un juego en el que él la había sometido sin consideración, al final sus palabras había sido certero.
Eres muy ingenua, Sakura. Algún día alguien te destrozará el corazón por ser tan confiada.
¿Quién diría que sería Syaoran, el causante de su desgracia?
Las lágrimas brotaban sin piedad, pero se las limpio con brusquedad, ya no lloraría por él.
Miró por la ventana mientras el autobús avanzaba por la carretera desierta, los árboles se agolpaban como protegiendo ese estrecho camino, sabía que la ruta para llegar al Puerto de Tomoeda era sinuosa y escarpada, nada que ver con la autopista que habían remodelado hace unos años desde la ciudad del Tokio hasta Oklahoma, sólo esa línea había considerado el gobierno en invertir puesto que en unos meses se celebraría el tan esperado y resurgido "Festival de la máscara".
¿Cuántas veces le había insistido a Syaoran en los últimos meses que la acompañará a ese evento? Bastantes, hasta el punto de enfadarlo y que se negará, pero él no conocía el motivo de su insistencia, era por la leyenda que había detrás de esa festividad que muy pocos conocían y que con el pasar de los años se había casi extinguido. Y que ahora volvían a retomar para tratar de rescatar los usos y costumbres de la región y por ello iban a llamar la atención de la población local como turística con una vieja historia de misterio y amor.
Se cuenta que si tu enamorado consigue encontrarte entre tantas personas enmascaradas, eso significa que es amor verdadero. Y es lo que ella más hubiera deseado de Syaoran, pero ahora ya no lo sabría.
Estiró los brazos, por fin había llegado al puerto. Creía que no podría recordar las calles, ya que hace bastantísimo tiempo que no venía, pero aun podía reconocer el camino hacia su antiguo hogar, esa casa amarilla en donde vivió los mejores años de su niñez. Lamentablemente lo que un día fue, ya no podría ser. Debía alejar esos pensamientos deprimentes por muy difícil que fuera, ella se caracterizaba por ser una persona alegre, aunque en esos instantes se sentía fatal. Además el calor no ayudaba y debía caminar un par de cuadras más para llegar al santuario.
El templo de Tsukimine era conocido por su famosa torre con campanario, su estructura colonial y sobre todo su vasto y extenso jardín, que había sido diseñado desde hace una década por la famosa diseñadora de jardines Misuki y que aun estaba a su cuidado. Sería una sorpresa tanto para su hermano como para su cuñada en verla allí, por que en aquella ocasión las cosas entre ellos no quedaron nada bien.
Tres largos meses en los que no recibió ni una llamada, visita o e-mail de ninguno de los dos. Aunque ahora ella los necesitaba.
Había llegado, a lo lejos pudo divisar a una mujer vestida con un vestido de manta que regaba tranquilamente las plantas, su cabello castaño estaba debajo de un sombrero mientras su rostro trasmitía paz y solemnidad, de complexión delgada y estatura normal, era la cuidadora y conservadora del jardín del templo. Además de ser la coordinadora del nuevo Jardín botánico de la ciudad y también la esposa de su hermano:
Kaho Misuki.
Adelante, Sakura, ella no es como los demás. Se repetía eso una y otra vez para darse ánimos. La diseñadora era comprensiva y sabía de antemano que intercedería por ella ante su hermano.
Camino lentamente, las manos le temblaban y el sudor escurría por su rostro, estaba a solo dos metros, Kaho volteo y ella se dio cuenta del cambio que se efectuó en ese tiempo sin verse.
-¡Sakura, que alegría de verte!- su sonrisa era genuina.
Ella dejo a un lado los nervios y se acerco a su cuñada corriendo, la diseñadora la cogió entre sus brazos, mientras Sakura no dejaba de llorar.
-Es...tas em..bara...za..da.- Le dijo entre hipidos-. ¿Cuán..tos mes...es tie...nes?¿Y don...de est...a Tou...ya?
Kaho la abrazó más fuerte.
Su cuñada le acaricio la espalda en un intento de apaciguarla, después de unos minutos la joven se calmó, un prolongado silencio se extendió entre ellas, Sakura se sentía avergonzada por su reacción. ¿Y ahora qué? Pensó.
La diseñadora resolvió el problema, la aparto de ella y sonrió, luego en un tono tranquilo le dijo que pasara a su casa a tomar una taza de té.
Anduvieron por un camino de piedra hasta la parte trasera del templo, ahí a unas tres cuadras se encontraba el hogar de su hermano, una pequeña vivienda, le habían hecho unas modificaciones desde la última vez que estuvo allí, como el haberla ampliado y el color de la fachada.
Ya llevaba como tres tazas de té y hace varios minutos que se había calmado, miro a su alrededor, todo le parecía rústico, nada que ver con los lujos a los que ella estaba acostumbrada. Qué ironía, pensó. Eso de lo que ella disfruto, nunca fue suyo.
Kaho le tomo las manos, estaba sentada frente a ella.
-¿Qué ha pasado Sakura?- Le pregunto con voz queda.
Comenzó a llorar nuevamente, sus nervios estaban descontrolados, le conto su trágica historia, sin omitir detalle.
-¿Le entregaste los documentos a Syaoran Li?
Sakura sintió un escalofrió ante la mención de ese nombre, no podía articular palabra por lo que sólo asintió.
-¿Lo amas? -Ella no contesto.- Ya veo que sí. ¿Qué piensas hacer?
Se tomo su tiempo para responderle.
-Me gustaría quedarme con ustedes hasta que decida que voy hacer, quisiera hablar con mi hermano sobre...
-Eso no podrá ser, Touya no está aquí.
-¿Cuánto tardara en volver? Es urgente que hable con él.
La diseñadora negó con la cabeza.
-Él me abandono hace como tres meses, se ha ido con Yuki a Tokio.
La chica de ojos verdes pudo percibir que su cuñada temblaba y respiraba agitadamente en un vano intento de controlarse.
-¿Por qué?
-Tuvimos una pelea. -Fue su escueta respuesta.
Decidió insistir.
- ¿Sabe lo del bebé?
- Si, tengo cuatro meses y medio.
Sus ojos se agrandaron. Su hermano era un idiota y un cobarde, lo había hecho de nuevo, como hace diez años. Huir de los problemas siempre fue su solución, ni el matrimonio había logrado cambiarlo.
No se dio cuenta que ese pensamiento lo dijo en voz alta.
-Te equivocas-la diseñadora había recobrado su serenidad.- Touya cambio mucho, él nunca te quiso lastimar, lo que ha pasado entre nosotros es algo totalmente diferente. Tengo la esperanza de que él regrese.
-Lo siento Kaho, pero mi hermano sigue siendo un cobarde.
-No lo juzgues tan duramente, él solo quería protegerte.- Sakura rio ante ese último comentario.
¿Cómo podía creer eso su cuñada, después de todo el sufrimiento que le causo con su abandono?
-Ya no quiero hablar de eso. Espero no importunarte y...
-Tú siempre serás bienvenida y te puedas quedar el tiempo que quieras.- Sakura le sonrió, mientras no dejaba de darle las gracias.
-Por cierto…
A ella le gustaba su cuñada, la esposa de su hermano era una mujer cariñosa y agradable, aunque solo la trato unas cuantas veces siempre se mostraba atenta. Touya tenía suerte, lástima que él fuera una persona ruin.
-¿Sakura?
-¿Qué paso?- Pregunto ella soñolienta, estaba demasiado cansada por el largo viaje, además hace días que no podía dormir por la traición de su amigo.
-Te estaba preguntando si esa mochila es todo tu equipaje. -Sakura se sobresalto, había olvidado su maleta en la entrada.
-Algunas cosas nunca cambian. -grito Kaho mientras la veía salir corriendo
Hola, aquí dejándoles un capítulo nuevo, espero que le vayan entendiendo a la trama y puedan dejar sus comentarios. Esta historia la puse en contenido para adultos porque conforme vaya avanzando se verá lo que pasa, pasó y pasará entre Syaoran y Sakura. Estará un poco confusa pero se irá desentrañando el asunto entre ellos. Por cierto si quieren leer más sobre esta historia, visiten el link : myworks/144580642-fraccionado-por-tu-amor.
Donde está más completa y aunque se cambiaron los nombres van más avanzados los capítulos. Mientras tanto les dejo un adelanto:
Syaoran
Ella se había ido, lo supo en el momento en que vio aquella carpeta roja debajo de la puerta.
Entonces, ¿Por qué no se sentía satisfecho?
Su venganza fue un completo éxito, los papeles ya estaban en su poder, pero nada de eso lo hacía sentirse feliz, más bien era lo contrario solo un vacío y una terrible confusión. Probablemente arruino su única oportunidad de ser feliz, le hizo daño a la persona que lo aceptaba tal y como era.
Ambos habían disfrutando de una insaciable y apasionada noche, él era una persona cínica, no le gustaban los compromisos de ningún tipo, le encantaba tener una fémina diferente cada día.
No era la primera vez que decepcionaba a una chica, para él lo de anoche solo había significado sexo, pero Mei Ling Dao era un asunto diferente porque lo amaba.
Amor, esa palabra ella no la conocía, tal vez le atraía y sentía algún tipo de cariño, no se puede amar a quien no conoces.
¿Cómo puede decir que le ama cuando ha traicionado a su mejor amiga?
Si, utilizar a aquella estúpida fue una excelente idea para destruir a Sakura Kinomoto.
