Capítulo 6

Familia

No, no pasa nada si el amor no es perfecto
Siempre y cuando sea honesto.

Sakura

Seguí corriendo, sabía que él ya no iba tras de mí, pero aun así quería poner la mayor distancia entre los dos. Me recriminé un montón de veces por el hecho de haber accedido a hablar con ese sujeto, cuando ya no merecía nada de mi parte. Me detuve unos segundos para descansar, ya sólo faltaban tres cuadras y llegaría al parque Pingüino.

Miré la hora del celular y me di cuenta que llevaba diez minutos de retraso, caminé más rápido. Mi cuñada era una persona muy puntual y en estos momentos se estaría preguntando el motivo de mi tardanza. Mi mente era un caos, todo por culpa de Syaoran Li o Chen, quién se había convertido en el enemigo de mi familia y por ende en el mío. De nada servía este amor que sentía hacia él, porque hoy al verlo comprobé que sólo me traería un inmenso dolor. Todos los bonitos recuerdos que teníamos juntos eran parte del pasado.

Vislumbre la delgada figura de la diseñadora que miraba distraída hacia la fuente del Gran Pingüino, la cual se encontraba en el lado oriente del parque. Era una mujer excepcional que había sufrido mucho a causa de mi nefasto hermano, quién la abandono para irse con otra.

- ¡Kaho! -grité desde el lado opuesto de la fuente, ella volteo y me sonrió. Por alguna razón me sentí preocupada al ver su sonrisa- ¿Cómo has estado?

Ella no respondió, sólo abrió más sus ojos y de pronto dejo de sonreír. Las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas, hipo tres veces, yo me quedé estática viendo como la mujer que admiraba, se desmoronaba. ¿Qué es lo que estaba pasando en este día? Si el mundo estaba loco, yo quería bajar en este preciso momento.

Después de unos segundos, corrí para abrazarla, Kaho siguió llorando durante unos minutos más mientras yo trataba de tranquilizarla con palabras ininteligibles. Ya cuando la observe tranquila, la guíe hasta unos bancos y espere hasta que ella decidiera hablar.

-Ayer Touya me envió un mensaje diciéndome que va a regresar a casa dentro de tres días.

Un silencio se extendió entre ambas.

- ¡El idiota de mi hermano por fin regresa! -me reí sarcásticamente, Kaho me miró extrañada-Lo siento, pero no puedo perdonarlo tan fácilmente como tú.

Ella suspiró.

-Sakura, esto es difícil para las dos, no creas que esta noticia me hace sentir feliz.

Me sentí terrible, sabía que no había actuado de manera prudente y aparte mis comentarios no ayudaban a la situación. Esto era más complicado para Kaho, lo comprendí, dado que mi hermano la había abandonado dejándola embarazada para ir a perseguir a otra mujer. ¡Si era un canalla, ese Touya!

-Lo siento. -le dije, ella se levantó y caminó unos pasos, a mí se me estrujo el pecho, pensando que estaba molesta. Sin embargo, al poco tiempo se giró y me tendió la mano. Corrí a su encuentro. - ¿A dónde vamos?

Kaho siguió caminando sin soltarme, parecía que no había escuchado mi pregunta por lo que decidí detenerme, quería saber porque estábamos saliendo del parque.

- ¿A dónde vamos? -le volví a preguntar mientras me detenía, a ella no le quedó más remedio que parar. La escuché resoplar, pero no volteó. Soltó mi mano y siguió andando con rumbo a la salida.

Me quedé unos segundos viendo cómo se alejaba y de ahí reaccioné.

- ¿Por qué estas yendo a la salida? - le grité

Ella no se detuvo, por lo que tuve que correr para alcanzarla. Fue hasta ese momento que me di cuenta por qué no me había contestado, frente a mí se encontraban las personas que menos esperaba ver.

- ¡Sakura! - exclamó una mujer de cabello corto. Era mi tía Sonomi.

Cuatro pares de ojos voltearon a verme. Yo me quede estática, tenía miedo de hablar con ellos. Entonces una chica de mi estatura, complexión delgada y con abundante cabellera negra se acercó a mí y me tomó la mano. Por unos segundos no la reconocí, pensé que era alguna amiga de mi cuñada, pero al verla de frente me di cuenta que era Tomoyo, mi prima.

Ella y yo habíamos estudiado juntas la preparatoria en Hong Kong, pero tuvimos una disputa. Todavía podía recordar cómo me traicionó, el dolor de aquel momento, la humillación de mis compañeros y sobre todo de saber que a la que consideraba mi mejor amiga y una hermana había revelado mis secretos. En aquel momento lo único que me ayudó a salir del colegio en el que yo misma me había enclaustrado, fue la llamada de mi padre Hien, quién había solicitado mi presencia en Tokio, dado que habían encontrado a Touya.

-Hola- me dijo mi prima sonriendo. Yo sólo le hice un gesto de reconocimiento.

- ¿Cómo has estado, pequeña Sakura? -me preguntó un hombre alto, de cabello platinado y ojos café claro. No lo reconocí por un momento hasta que me sonrió. Era el abogado que llevaba el caso de la familia Li y un amigo de mi hermano Touya.

- ¡Yukito! -exclamé sorprendida, él se acercó a mí y me dio un abrazo.

Quedé atónita, tenía tantos años sin verlo. Creo que la última vez que nos reunimos fue hace tres años en casa de mi hermano, ya que eran amigos desde la preparatoria. Recuerdo que cuando lo conocí fue cuando tenía diecisiete años y recién venía llegando de Hong Kong, fue también cuando me reuní con Touya después de más de diez años. Un encuentro difícil y lleno de sentimientos encontrados, en esa ocasión Yukito también estuvo presente, él era un apoyo para mi hermano. Tal vez sin su presencia, el encuentro entre Touya y yo hubiera sido más flemático. Debo confesar que desde aquella vez yo quede prendada del chico de cabello platinado, él fue mi primer amor.

-Hola Kinomoto, ¿Cómo has estado? - escuche que le preguntaba Tía Sonomi a mi cuñada.

Yo aún seguía aferrada al saco de Yukito, su cercanía me causaba una paz que ni si quiera Kaho lograba.

-Estoy bien, el embarazo va de maravilla- contesto la diseñadora.

- ¡Oh! ¿Cuántos meses tienes? - preguntó Tomoyo.

-Apenas cumplí cinco meses, el médico me dijo que nacerá para finales de octubre. - le respondió Kaho, ella me sonrió y yo sentí que me sonrojaba- ¿Acaso no piensas soltar a Tsukishiro, Sakura?

¡Malvada Kaho!, si por mi fuera estaría unos minutos más pegadas a Yuki, pero no, mi entrometida cuñada tenía que arruinarlo. La verdad no quería enfrentarme a las otras dos personas que se encontraban en ese lugar.

-Lo siento- le dije al amigo de mi hermano. Él me sonrió y yo sentí que me volvía a sonrojar.

-No hay problema, pequeña Sakura. - me dijo mientras me acariciaba la cabeza- Creo que ya es hora de la comida, ¿Por qué no vamos a mi departamento y ahí platicamos con calma?

Todas las presentes estuvieron de acuerdo, yo sólo me quede parada sin decir nada. Dentro de mí bullían unos sentimientos de felicidad por al fin poder conocer la casa de uno de los hombres que admiraba y respetaba, aunque también sentía mucho temor por el tema que teníamos que tratar y el encuentro con la familia Daidouji.

Se decidió que Kaho y yo iríamos en el carro de Yukito, y Tomoyo viajaría con su mamá. Me fui callada todo el trayecto a pesar del intento de conversación de mi cuñada, la verdad todo lo que estaba ocurriendo en este día era demasiado para mí.

-Ya llegamos- anunció el abogado.

Miré a mi alrededor, había un edificio alto de fachada gris, con enormes ventanales y cerca de ahí había un parque, una explanada y varias tiendas. Era un lugar lujoso, y sabía que el amigo de mi hermano lo podía pagar, ya que trabajaba para un importante despacho y tenía la fama de ser un excelente abogado. Amable pero perspicaz. Hace tiempo había leído una nota sobre un caso muy conocido de su trabajo, en donde el periodista admitía que muchas personas lo juzgaban por su apariencia frágil, sin embargo, desconocían la determinación e inteligencia tras esa máscara de afabilidad.

Yo lo sabía muy bien, porque desde hace dos meses trabajaba para mi padre Hien, y de alguna forma logró parar las demandas de los inversionistas y todo el conflicto en el que se encontraban las empresas Li. Aunque ahora ya conocía quien estaba detrás de todo eso. Su imagen vino a mi mente y yo empecé a negar con la cabeza tratando de borrarla.

- ¿Te pasa algo, pequeña? - me preguntó el abogado de ojos café claros.

Yo sólo negué con la cabeza, entonces comprendí que tanto Kaho como Yukito me estaban esperando. Suspiré, realmente ser distraída causaba problemas. Me disculpe con ellos y baje del coche.

-Tengo que ir a dejar unos documentos al despacho, por lo que me ausentaré unos minutos- nos dijo Yuki mientras le entregaba unas llaves a mi cuñada. – Mi departamento está en el quinto piso es el 503. Ya le avisé a Daidouji de la dirección y el número de departamento, también le pedí el favor de comprar comida.

-Disculpa las molestias- le dije, me sentía realmente apenada con él por involucrarlo en esto. El amigo de mi hermano ya había hecho mucho por mi familia.

-Es un placer ayudarte, pequeña Sakura- me dijo sonriendo- Me hubiera encantado cocinar para ustedes, pero el trabajo me lo impide. Ya tendremos otra ocasión.

Kaho y yo sólo asentimos.

-Tsukishiro-lo llamó Kaho, él la miró y sólo asintió mientras ella le entregaba un sobre. - Gracias.

-Está bien- contestó Yuki- Las veo en una media hora y siéntase como en su casa. Daidouji y su mamá llegarán en unos minutos. - nos hizo un gesto de despedida y se marchó en su auto.

Tanto mi cuñada como yo nos quedamos observando cómo se alejaba, cada una inmersa en sus pensamientos. Tenía dudas sobre lo que Kaho le había entregado a Yukito, tendría algo que ver con mi hermano o con mi familia, me debatía en preguntarle o no hasta que sentí un ligero golpe en mi mano.

- ¿Qué pasa? - la cuestioné

-Sakura, llevó como tres minutos hablándote y tú ni respondes.

-Lo siento. -le dije

Ella sólo asintió y caminó en dirección al complejo departamental. Yo la seguí en silencio, no entendía la actitud de la diseñadora, desde que la encontré llorando en el parque, la notaba distante y enojada. Tal vez no tuviera nada que ver conmigo y más con Touya, puede que también fuera que estuviera muy sensible por el embarazo y todavía yo agobiándola con mi actitud por no querer enfrentar a la prima de mi mamá.

Sonomi Daidouji o como era conocida antes por el apellido Amamiya, era la prima de Nadeshiko, mi mamá. Ambas habían crecido juntas a cargo del abuelo Masaki, quién era su tío, pero las crio como un padre debido a que las dos perdieron a sus padres en un accidente automovilístico. Se consideraban primas, amigas, pero sobre todo hermanas hasta que la relación empezó a decaer cuando mi mamá Nadeshiko conoció a mi papá Fujitaka. Cuando mis padres se casaron fue que mi tía no soporto la decisión de su prima y le dejó de hablar. Entonces nació mi hermano Touya y se volvieron a frecuentar, aunque ya no existía la misma confianza como cuando eran jóvenes. La relación mejoró cuando nací yo y de ahí Tomoyo.

Con el paso del tiempo lograron arreglar sus asuntos, pero cuando tenía seis años algo ocurrió para que volvieran a distanciarse. Recuerdo que mi tía discutió con mi mamá y se marchó muy enojada de ahí, nunca supe que fue lo que paso, porque después de eso mis padres fallecieron. Una lágrima rodo por mi mejilla y recordé que cuando tenía quince años volví a ver a mi tía Sonomi y a Tomoyo, pero ya era muy tarde para mí, puesto que la familia a la que un día pertenecí ya no estaba.

-Hemos llegado- anunció Kaho. Yo sólo asentí y esperé a que abriera la puerta.

Ambas quedamos anonadadas con el departamento, se veía el lujo por todas partes desde los sillones de cuero hasta la moderna cocina, además que el lugar ofrecía una gran vista del parque y la ciudad. Nos acomodamos en la sala, estuvimos unos minutos en silencio y de repente me levante.

-Voy a la cocina a buscar agua ¿Quieres algo? - le pregunté, ella sólo asintió. La verdad no soportaba ese silencio entre las dos, pero entendía que no era el mejor momento para indagar.

Abrí el refrigerador buscando agua o alguna bebida que estuviera fría, aunque no hacía calor, sentía la garganta seca y quería algo que me refrescara. Encontré jugos de varios sabores, tomé dos y me dirigí hacia la sala, quedé impactada de nuevo por la vista. Los ventanales eran amplios y las cortinas estaban recogidas, la luz del sol entraba a raudales e iluminaba toda la estancia.

-Toma, te traje un jugo de fresa- le dije a una pensativa Kaho, ella sólo lo tomo y me dio las gracias. - ¿Qué te pasa?

Ella sólo me miró desconcertada, suspiró y puso una de sus manos en su vientre.

-Le pedí a Tsukishiro que iniciará con los trámites para el divorcio.

- ¿Qué? -fue lo único que pude emitir.

-Me voy a separar de tu hermano, Sakura.

¿Por qué? Era la pregunta que rondaba por mi mente, pero no la pude formular. Kaho pareció leer mis pensamientos por lo que me respondió:

-Hace tres meses tuvimos una pelea porque me dijo que se sentía confundido-Suspiró-Unos días antes de eso se encontró en el hospital con su ex novia Nakuru o como mejor la conocen en el medio artístico Yukimura. Le tocó a él atenderla en urgencias por un esguince.

- Pero ¿cómo?

-Déjame continuar- yo sólo asentí-Me dijo que ella lo reconoció y le pidió que a la hora de la salida fueran a la cafetería para recordar los viejos tiempos, él accedió y me dijo que pasaron más de cuatro horas platicando. Cuando me lo estaba contando lo vi tan emocionado, que me dolió ver esa expresión en su rostro, porque no era por mi causa.

-Pero…

-Sé que piensas que eso no es suficiente para divorciarnos-una lágrima rodó por su mejilla- Sin embargo, en estos casi cuatro meses desde que se fue a perseguir a esa mujer, sabes ¿Cuántas veces me ha marcado o ha preguntado por su hijo?

Negué con la cabeza. No lo sabía, en las tres semanas que llevaba viviendo junto a Kaho no la había escuchado hablar de Touya hasta el día de hoy.

-Han sido dos mensajes de texto, el primero para decirme que andaba por Osaka con Yukimura y que se encontraba bien. El segundo me lo envió porque yo le dije que estabas aquí y por ese motivo va a regresar- hizo una pausa para limpiarse las lágrimas- ¿Crees que aún se encuentra confundido? Yo creo que no, su indiferencia y sus ansías de acompañar a Nakuru por todo Japón me ha dado la repuesta.

- ¿Cómo sabes que anda con Nakuru todavía?

- He visto las noticias y revistas, en algunas fotos que le han tomado a Yukimura sale tu hermano en el fondo. Además, que los medios dicen que la famosa actriz ha revelado que está en una relación.

-Lo siento Kaho. - Me acerqué a ella y la abracé. Ella comenzó a llorar desconsolada, sentí mucha rabia e impotencia por lo que el inútil de mi hermano estaba haciendo.

Después de unos minutos, logró tranquilizarse.

-A pesar de todo, yo lo sigo queriendo.

-Lo sé. - le dije. Podía entenderla mejor que nadie, porque yo estaba pasando por lo mismo.

Estuvimos calladas unos segundos más hasta que de repente escuchamos que tocaban a la puerta.

-Yo voy-le dije a Kaho. Sabía quiénes eran, y me daba miedo lo que vendría a continuación, en el parque logré evadir este momento por la impresión de ver a Yukito otra vez.

Abrí la puerta, frente a mí se encontraban las dos personas que no creí volver a ver: Tomoyo, mi prima y mi mejor amiga en la preparatoria, también la persona que me traicionó. La tía Sonomi, quién nos dejó a la deriva a Touya y a mi cuando nuestros padres murieron y que luego de unos años logró compensarlo al reunirnos de nuevo.

-Hola-me dijo Tomoyo-¿Podemos pasar?

Sólo me hice a un lado, dado que mi garganta se había cerrado y no pude emitir ninguna palabra.

-¡Sakura!-exclamó mi tía y me abrazó. Me quedé quieta ante su gesto.

-Hola Tomoyo, Sonomi.-les dijo Kaho-Pasen y siéntense por acá.

Ambas la siguieron y se sentaron en la sala. Me quedé en la puerta, aún indecisa por cómo reaccionar ante sus presencias, aunque mi cuñada resolvió todo.

- ¿Qué pasa, Sakura?- la diseñadora me hizo un gesto con su mano- Ven, siéntate con tu familia. Haré un poco de té.

Mi cuerpo reaccionó automático, me senté frente a mis parientas mientras Kaho se alejaba rumbo a la cocina.

Las observe disimuladamente, Tomoyo iba vestida de forma casual pero elegante, con un sencillo pantalón de mezclilla y una blusa de manga larga acompañado de un blaizer color mostaza. Su cabello negro, corto y ondulado caía con soltura sobre sus hombros, noté que ya no lo llevaba tan largo como antaño, ahora lo traía un poco abajo del hombro. Recordaba que, siendo niña y adolescente, para mi prima su cabello era uno de sus rasgos más distintivos y por ello lo cuidaba mucho.

Éramos tan dispares, yo solía siempre mantenerlo corto porque no me gustaba mucho peinarlo, pero de un año y medio para acá me lo había dejado crecer. Actualmente lo tenía a media espalda y lo cuidaba mucho. Todo porque había escuchado que al chico de mirada ámbar le gustaban las mujeres de cabello largo. Llegaste hasta este punto sólo para gustarle y no tuviste consideración contigo misma, me regañé mentalmente.

Volví a prestar atención a las personas que estaban conmigo, mi tía Sonomi la noté más delgada desde la última vez que nos vimos, hace unos cuatro años. Seguía vistiendo con elegancia, algo que siempre la caracterizó, ya que era la dueña de una gran empresa que fabricaba, distribuía y vendía juguetes. Supe por parte de Tomoyo que su padre había fallecido de un infarto cuando ella tenía diez años y que su mamá había cambiado mucho desde que eso sucedió.

- ¿Cómo has estado, Sakura? - me preguntó Tomoyo

La pregunta me descoloco un momento, pero trate de disimularlo.

-Bien- contesté. Un incómodo silencio se extendió entre las tres, sabía que debía hacer un esfuerzo por tratar de olvidar el pasado, pero aún dolía saber que mi mejor amiga y casi hermana me había traicionado.

-Sakura- me llamó mi tía, yo sólo asentí y mire un punto indeterminado de la pared-entiendo que te sientas incomoda en nuestra presencia, pero estamos aquí porque Kaho nos explicó la situación que estas pasando junto con la familia Li.

-Lo sé, tía.

-Hay situaciones que debemos aclarar, pero hoy no es el momento. Sabes ¿Por qué estamos aquí?

-Si

-Entonces deja que te ayudemos…

-Pero, es que se me hace difícil. -le respondí, me sentía cansada emocionalmente. Era demasiado para un día.

-Sakura-me dijo Tomoyo en un tono serio-sé que has pasado por momentos difíciles, pero la intención de mi mamá y mía no es incomodarte, sino ayudar. Sin embargo, si esto resulta demasiado para ti, nos iremos.

Vi la determinación en su mirada, sabía que hablaba en serio y que mi rechazo las estaba hiriendo. Así que tenía que tomar una decisión. ¿Podía dejar el rencor atrás y centrarme en el presente? Si lo analizaba, ellas realmente habían venido hasta acá sólo para ayudarme y eso mostraba su sinceridad. Ya tenía mi respuesta.

-Lo siento tía y Tomoyo. Mi comportamiento no ha sido el apropiado desde que nos encontramos y nada de lo que diga lo justifica, por lo tanto, les pido disculpas.

-Aceptamos tus disculpas- me dijo mi tía Sonomi, su hija sólo me hizo un gesto de asentimiento. - Por lo que es necesario pasar a asuntos más delicados.

-Mi mamá tiene razón, así que, aunque te resulte incomodo tendrás que contarnos que paso entre tu y Syaoran Chen o Li.

Cuando escuché su nombre sentí una puñalada en el estómago, sabía que en cualquier momento alguien me pediría explicaciones de lo que había sucedido entre los dos. Sin embargo, hasta ahora ni si quiera a Kaho le había relatado todo, era demasiado difícil aceptar que mis acciones contribuyeron a hundir a mi propia familia. Que mi estúpida ingenuidad logro que los Chen por fin se vengaran. Intuía que el autor intelectual de ese plan maquiavélico que Syaoran había llevado a cabo no había sido ideado por él, sino por su ruin y despiadado tío Wen.

-¿Sakura?- me preguntó mi tía.

-¿Qué?-le contesté distraída.

-Tomoyo te ha hecho una pregunta, querida y tú sólo has estado balbuceando desde hace unos minutos.

- Lo siento Tomoyo y tía, la verdad me cuesta mucho hablar de este tema…

Un ruido proveniente de la puerta fue mi salvación, la verdad no deseaba abordar el tema de los Chen por el momento, era demasiado para mí. La culpa aún me carcomía.

-Ha de ser la comida-murmuró Tomoyo.

Me disponía a ir a abrir, pero mi cuñada se me adelantó.

-Ya los atiendo- dijo una resuelta Kaho.

-Te ayudo- le dijo Tomoyo, aunque la sacerdotisa le hizo un gesto negativo. Mi prima la ignoró y se dirigió a la puerta. Entre las dos llevaron los paquetes a la cocina.

-Sera mejor que pasemos al comedor y les ayudemos a poner la mesa- me comentó mi tía, ya me disponía a levantarme cuando sentí sus brazos alrededor de mí- Siento por lo que has pasado, pero es necesario que nos cuentes todo para poder ayudarte. Lo entiendes ¿Verdad?

Sólo asentí mientras luchaba contra el llanto. Mi tía me soltó y se dirigió a la cocina sin mirar atrás. Una lágrima cayó en mi mano, era inevitable.

Comimos en un tenso silencio hasta que llegó Yukito e hizo que el ambiente se destensara con su charla amena. Hablamos de todo un poco, desde el trabajo de abogado del hombre de cabello platinado hasta de la empresa de juguetes de tía Sonomi. Me estaba enterando lo que había ocurrido en estos cuatro años con mis parientas, resulta que Tomoyo ya trabajaba como diseñadora de modas aquí en Tokio y que estaba por finalizar su carrera como fotógrafa. Además, que mi tía había recién comprado la casa de mis padres, la que se encontraba en Tomoeda, con ayuda de Yukito lograron rescatarla de la hipoteca.

Sabía por Touya que cuando mis padres fallecieron, la propiedad quedó embargada porque mi papá había recién adquirido un préstamo bancario y la casa quedó como garantía. Supe después por mi cuñada que mi hermano trató de recuperarla, pero no pudo debido a que no tenía el capital para liquidar la deuda. Fue en ese tiempo que Touya se hizo amigo de Yukito, ya que entre ambos intentaron recuperar la vivienda que tanto significaba para mi familia.

-Las escrituras quedarán a tu nombre- me dijo mi tía.

-¡En serio!- exclame sorprendida.

-Si- confirmó Yukito- está en trámite, pero dentro de unas semanas serás la dueña del lugar.

-Gracias- exprese mientras me levantaba de mi silla y me dirigía donde mi tía para abrazarla. Ella se quedó estática unos segundos y después correspondió a mi abrazo.

Una excelente noticia para un día tan difícil. La casa amarilla como le llamaba, significaba mucho para mí, pues ahí pase lo primeros mejores años de mi niñez.

-Bueno, cambiando de tema-habló Kaho- Es necesario que nos cuentes que paso entre tu y Chen.

Me quedé estática ante sus palabras, moví la cabeza varias veces. No quería hablar, aún no.

-Siéntate primero, Sakura-ordenó mi tía.

Intente moverme, pero mi cuerpo no respondía. Fue cuando sentí los brazos de Yukito en mi espalda, que empecé a llorar y a contarles toda la verdad.

Después de varios hipidos y sollozos, logré tranquilizarme. Suspiré, me sentía liberada. Al fin pude decir lo que estaba conteniendo desde hace más de un mes. Miré a cada uno de los que se encontraba en esa habitación, podía ver la sorpresa en las facciones de Kaho, la ira en la cara de mi tía, la indignación en los ojos de Tomoyo y la tensión en los hombros de Yukito.

-¡Ese maldito canalla de Chen!-exclamó mi tía enojada.

-Esto es más grave de lo que pensé-murmuró el abogado-Los documentos que le entregó Sakura a Chen podrían servir como prueba para hundir a las empresas Li

A pesar de que ya lo presentía, el escucharlo de otra persona me hacía sentir la peor hija del mundo. Había ayudado a Syaoran y a su tío a lograr su cometido.

-¿Cómo es posible?-preguntó Tomoyo

-Wen Chen es un primo lejano de Hien Li, pero hace más de 20 años que tuvieron una disputa muy fuerte que se convirtieron en enemigos, sobre todo de parte del señor Chen- explicó Yukito.

-¿Cómo sabes eso?-le pregunte.

-Sé que piensas que hace dos meses apenas empecé a ayudar a la familia Li, pero realmente he estado llevando su caso desde hace un año- suspiró el peli plateado- Tu padre Hien, me hizo prometer que lo mantendría en secreto a su familia y más que nada a ti.

-¿Por qué?-murmuré

-Porque todos nos dimos cuenta de tu interés por Syaoran Chen y el señor Hien al igual que todos buscábamos protegerte-me contestó Kaho.

Nos dimos cuenta de tu interés por él y sólo intentamos protegerte. Esas palabras daban vuelta en mi cabeza, entendía por qué lo habían hecho, pero también me habían quitado la oportunidad de saberlo y de tomar decisiones.

-¡Por qué?-volví a cuestionarles.

-Lo siento, pequeña-escuche que me susurraba Yukito, mientras las lágrimas caían de nuevo- Tu padre no quería involucrarte en esta guerra absurda que traía con Chen, pensó que sólo lo atacaría en cuestión de negocios, pues conocía a su primo y su ambición por ser dueño de las empresas Li.

-Además, el señor Hien desconocía que Syaoran era familiar de Chen- prosiguió Kaho- Por lo que cuando les contaste acerca de tu nuevo amigo, tanto tus hermanas, Ieran y el señor Li vieron lo emocionada que estabas y creyeron que ya habías pasado por mucho para que te angustiaran con problemas de la empresa.

Ahora lo entendía, por eso Faren, Feimei y Shiefa siempre que les llamaba me decían que andaban ocupadas en Hong Kong, que por el momento lo mejor para mí era concentrarme en mis estudios y no ir a casa. Mi madre Ieran me repetía que mi lugar era Tokio, ya después que acabará la escuela podría estar con la familia. Al principio pensé que estaban enojados conmigo o que algo malo había hecho para que no quisieran que los visitará ni si quiera en vacaciones, por lo que les hablaba más seguido y pedía perdón por cualquier tontería.

Hasta que un día mi hermana Shiefa, quién es la mayor, vino a visitarme y me dijo que mi papá tenía algunos problemas con la empresa, pero nada de lo que alarmarse. Me explicó que ese era el motivo por el que me habían mantenido alejada de casa cerca de seis meses, porque tanto mis hermanas como mi mamá tuvieron que apoyarlo para sacar a flote los asuntos del consorcio.

Debo reconocer que me siento orgullosa de pertenecer a una familia tan unida y exitosa. Ya que todas ellas tienen una preparación excelente. Shiefa (la mayor) tiene una maestría en gestión empresarial y está casada con uno de los inversionistas de empresas Li. De ahí esta Faren, quien vive en Corea, está casada con un actor y tiene estudios de ingeniería civil, derecho y comercio internacional. Para finalizar con Feimei, la más delgada y tierna de todas, estudio gestión empresarial, mercadotecnia y habla tres idiomas, además tiene una cadena de restaurantes.

-Lo sé-les dije, ellos me miraron sorprendidos-Shiefa me dijo hace unos meses que la compañía estaba pasando por un mal momento y que ese era el motivo por el que no querían que los visitará en Hong Kong, ni si quiera Feimei me dejo ir a verla y eso que vive aquí cerca.

Dolió mucho cuando a la que consideraba la hermana más dulce y tierna se negará a verme. Recuerdo que ese día era su cumpleaños y quería visitarla, puesto que vive a las afueras de la ciudad y tenía muchos meses sin ver a nadie de mi familia. Le llamé en la llamada para felicitarla y no respondió, pensé en sorprenderla y por eso le compré un pastel y unos pequeños regalos. Sin embargo, ella pareció leer mis pensamientos y justo cuando iba rumbo a su casa llegó un mensaje de texto diciéndome que estaba saliendo rumbo al aeropuerto y se iba a ir a China. Lloré mucho todo ese día, me sentía sola y abandonada y el único que estuvo para consolarme fue Syaoran.

-Bueno, hable con Hien e Ieran hace una semana-dijo mi tía Sonomi-ellos están muy preocupados por ti y están conscientes que el hecho de que te ocultarán todo este embrollo con ese de Chen fue un grave error. Sin embargo…

Mi tía se quedó callada, parecía que lo que fuera a decirme me afectaría. Quería reír ¿Acaso podría haber algo peor de lo que ya me habían dicho o de lo que yo había hecho?

-¿Sin embargo qué?-preguntó Tomoyo

Todos la miramos expectantes, ella se movió incomoda en la silla y suspiró.

-Diles tú Kaho, por favor.

-Sakura-dijo mi cuñada mientras miraba hacia el ventanal-Tus padres piensan que lo mejor para afrontar esto es que te vayas de Japón un tiempo y que...

-¿Cuánto tiempo?

-Déjala terminar-me regaño mi tía.

Observe que mi cuñada empezó a mover sus manos con nerviosismo, estaba segura que lo que me iba a decir causaría un gran impacto en mi vida.

-Ellos encuentran que la mejor solución a esto es que te vayas a un país de Europa o América por algunos años y que cortes tu relación con los Li. Esta es una de las opciones. -hizo una pausa-También existe la posibilidad de restaurar el prestigio de la compañía si alguna de las hijas de la familia se casa con el multimillonario Yue Tsujitana.

-¡Qué!- gritó Tomoyo.

Quería hacer lo mismo, pero mi garganta se sentía seca.

-Tu hermana Feimei aceptó casarse con Tsujitana-aclaró mi tía.

Mi hermana se estaba sacrificando, lo suponía, ya que ella era muy renuente a casarse. Le gustaba ser libre, andar de aquí para allá y en sus planes a futuro no estaba ni si quiera juntarse con alguien. Era algo que nuestros padres respetaban y ahora por mi causa tenía que hacer lo contrario. Ella merecía decidir y que nadie la obligará a aceptar algo como esto, por eso yo tenía que ocupar ese lugar.

-Hablaré con mis padres, no dejaré que Feimei se sacrifiqué por la familia. Si alguien tiene que arreglar todo este asunto debo ser yo-di unos pasos hacia atrás hasta alejarme de ellos-Me casaré con Yue Tsujitana.

Kaho y tía Sonomi movieron sus cabezas ante mi declaración, Yukito se puso tenso y Tomoyo ahogo un grito.

-Esto no es tan fácil Sakura. Tu hermana y Tsujitana ya hablaron sobre un acuerdo prenupcial.

Quedé pasmada ante las palabras de Yukito.

-Si, tus padres y el empresario vienen hablando de este pacto matrimonial desde hace dos meses.

-¿Y por qué no me lo dijeron?

- Ellos no querían preocuparte, ya tenías suficiente con vivir con Chen, trabajar para mantenerte y la escuela- me respondió Kaho.

-Además, tus padres y hermanas estaban muy mortificados por como tomarías la noticia-agregó tía Sonomi-Ahora que conocemos todo lo que ocurrió entre tu y ese chico, creo que ha sido la mejor decisión.

-¿Cuál tía?-le espeté, sabía a lo que se refería, pero necesitaba escucharlo.

-Ellos al igual que nosotros sólo buscamos protegerte.

Algo hizo clic en mi cabeza, los recuerdos de la pelea con Meiling llegaron a mi mente. Las palabras de mi ex amiga calaron muy dentro y me hacían sentir terrible. Ella tenía razón al decirme que vivía en mi burbuja y no me daba cuenta de lo que pasaba con los demás. Mi ingenuidad e inocencia me hacía ver ante mi familia y amigos como una persona frágil.

Comencé a reír muy fuerte. Si las personas que decían quererme sentían que ante cualquier adversidad me podía romper ¿Qué habrá pensado Chen cuando me conoció? Lo más probable es que me tomará por una mujer sumisa y estúpida, que no sabía tomar decisiones.

Mi risa se fue apagando hasta convertirse en un grito lleno de dolor. Miré a cada uno de ellos y les dije:

-Su falta de confianza en mi capacidad para afrontar lo que ocurre y en tomar decisiones me ha hecho más daño que aquello por lo que intentaban protegerme.

Después de eso, tomé mi bolso y salí corriendo del departamento. Las palabras de Shaoran se repetían en mi mente:

Eres muy ingenua, Sakura. Algún día alguien te destrozará el corazón por ser tan confiada.

Cuanta razón tenía, hoy era el día en que todos a mi alrededor me mostraban que no confiaban en mis decisiones o mi capacidad para afrontar los problemas. Quería reír y llorar al mismo tiempo, el dolor en mi pecho me indicó que había corrido demasiado rápido, por lo que me detuve un momento. En mi prisa ni me di cuenta que logré llegar al parque que se encontraba frente al departamento de Yukito.

Deseaba escapar de todo esto y olvidar lo que estaba ocurriendo en mi vida, pero eso era demasiado cobarde e inmaduro. Necesitaba demostrarme que podía lidiar con esto, así que mirando hacia el horizonte me prometí que me volvería fuerte e independiente. Ya no dejaría que nadie tomará decisiones por mí, mucho menos me hiciera daño.

Con esa determinación limpié mis lágrimas y sonreí al cielo. Una pareja de viejitos que se ubicaban a unos metros de donde estaba, sé me quedó viendo raro, pero los ignoré. Por primera vez me sentí renovada y tranquila. Iba dar media vuelta para tomar un taxi cuando escuché una voz agitada, cerré los ojos unos segundos, sabía quién me había seguido y no quería voltear.

- ¡Sakura ¡- exclamó mi prima.

-¿Qué?-le dije sin voltear.

-Quisiera hablar contigo.

-No estoy de humor, Tomoyo.

-Lo sé, pero es importante. -suspiró- Te traigo un mensaje de Eriol.

Fue entonces que voltee a verla. No podía estar hablando de Hiragizawa, aquel chico que fue mi amigo en la preparatoria de Hong Kong y que por culpa de mi prima dejamos de frecuentarnos.

-¿Hablas de Hiragizawa?- ella asintió-¿De aquel chico británico, que usa lentes y tiene un aura misteriosa?

-Si, de él mismo.

-¿Cómo? ¿Cuándo lo viste? ¿Está aquí en Japón?

-Espera Sakura, son demasiadas preguntas y este no es el lugar para hablar de eso.

-Pero…

-Quería hablarte de esto desde que nos vimos en el parque Pingüino. Sin embargo, no encontraba el momento y ahora que nos relataste todo lo que ha ocurrido. Es indispensable hablar con Eriol, pero primero debo aclararte algunas situaciones, pero no aquí. -Miró a su alrededor y se movió inquieta.

Noté que habíamos atraído la atención de la gente, seguramente por mis gritos. Tenía razón ese no era el lugar para las noticias que me iba a dar.

-¿Qué sugieres?-le pregunté.

-Estaba pensando en buscar una cafetería cerca.

-Sé de un sitio, aunque está lejos de aquí.

-Me parece mejor, así nadie nos interrumpirá- dio media vuelta en dirección al edificio donde vivía Yukito.

-¿A dónde vas?

-Iremos en mi coche-fue su escueta respuesta.

Yo me quedé pensando que tanto Tomoyo había cambiado.

-¿Qué haces ahí?-me pregunto sin voltear a verme.

-¿Desde cuándo manejas?-le pregunte.

Ella soltó una carcajada y entonces me miró. Se veía relajada e infantil, me recordó a la antigua Tomoyo, la niña.

-Hay muchas cosas que desconoces de mí- fue lo último que dijo antes de alejarse.

Tenía razón, ambas habíamos cambiado mucho y tomado caminos distintos que por azahares del destino se volvían a juntar.


Hola, he regresado con un capítulo nuevo. Espero que haya despejado sus dudas un poco, sé que hay mucho misterio e intriga, pero si lo han leído con calma probablemente entiendan el porque Sakura es una Li y una Kinomoto.

Sé que tarde un montón para actualizar, pero espero antes de que termine este año finalizar esta historia. Estoy tratando de adelantar los capítulos, sin embargo, la vida de adulto es muy demandante.

Puede que encuentren faltas de ortografía o sintaxis, ya que no lo revise.

Por cierto, muchos de los lectores sentirán que Sakura está sufriendo mucho y todas las desgracias se ciernen sobre ella. Lo único que puedo aclarar es que esta historia esta basada en mi creencia de que los cambios más significativos los hacemos después de una tragedia. Como dicen "tienes que caer, para poder levantarte." Con esto no quiero decir que lo que Sakura seguirá sufriendo indefinido, sino que ella tenía que pasar por todo esto para darse cuenta de sus errores y ser mejor.

Nos vemos en quince días. Todos sus comentarios son buenos y bienvenidos. Se aceptan teorías sobre la procedencia de Sakura ¿Es una Li o una Kinomoto?