Este Fic esta dedicado a KeaLangrey, puke es una persona hermosa y este es su regalo de Cumpleaños ¡felicidades pkño!
Capitulo 3 Revelación
Todo el estadio se cimbró completamente con la última gran explosión que las dos enormes bestias bit desataron cuando sus mejores y más poderosas técnicas chocaron directamente a la orden de sus amos. Una espesa cortina de humo se levantó cubriendo la arena, unísonos alientos permanecieron contenidos en espera a que se diluyera, y dejara entre ver al ganador de tan reñida pelea.
Cual profecía siendo cumplida la beybatalla entre Bryan y Rei había sido muy cerrada, en momentos Falborg dominaba férreo al asiático, sólo para un momento después verse contenido y poderosamente contraatacado con mayor agresividad y potencia por el tigre del chino.
Ahora tras el último ataque, la expectativa, ansiedad y el desespero por conocer el resultado final embargaba a cada uno de los asistentes a aquella exhibición.
Sin embargo, de entre los cientos de espectadores, sólo uno se mantenía con el semblante imperturbable y los brazos cruzados al pecho en una postura erguida y de aparente calma; pero si alguien se fijara mejor, notaría como sus brazos estaban siendo estrangulados por sus propias manos y como su mirada escarlata brillaba tensa.
Lentamente, angustiosamente lento, la nubosidad comenzaba a disiparse y pronto una esbelta figura aun de pie comenzaba a distinguirse, levantado con aparente firmeza, la cabeza gacha ocultando la mitad de su rostro más mostrando una extraña curvatura en los labios. Justo frente a él, con una rodilla enterrada en el piso como soporte y con obvio esfuerzo por seguir respirando se apreciaba, en cansada postura al contrincante.
La contrastante imagen perpetuó el tenso silencio unos segundos más, hasta que la voz de Jazz luego de un tartamudeo nervioso, puso en palabras el destino final de aquella beybatalla.
-¡Amigos no puedo creerlo! COf COf... ¡Luego de este impresionante ataque sólo Driger sigue girando!… -
El asombro por tal declaración se escuchó en todo el estadio, cómo creer que Driger seguía en la batalla si su dueño permanecía con un laborioso respirar agachado en el piso; mas cuando en las pantallas se mostraba el aun giratorio blade, el sonoro alarido de alegría y emoción se dejó oír con fuerza en todo el estadio.
-…por lo tanto, ¡El ganador de esta beybatalla es Rei, de los Bladebreakers!-
-¡Rei! – gritaron al unísono tanto Tyson como Max, encaminándose junto con Kenny hasta donde se encontraba el pelinegro, quien lentamente comenzaba a ponerse en pie, sonriendo satisfecho. Llamó a su poderoso tigre y al tenerlo en la mano, levantó el brazo en señal de victoria. Una nueva ovación llegó a coro desde todo el coliseo y segundos después se encontró rodeado por sus amigos entre abrazos emocionados de felicitación.
Desde 'la banca' de los Bladebreakers, un par de pupilas carmesí también le miraban atentas; Kai se mantenía con los brazos cruzados al pecho y una casi inexistente sonrisa en los labios; cualquiera que tuviera las agallas para mirarle más de dos segundos, se daría cuenta del orgullo que sus ojos destilaban al observar a su compañero como el vencedor.
Cuando Rei se giró sobre sí para buscarlo con la mirada, el ruso asintió con la cabeza en señal de aprobación. Una enorme sonrisa en el chino fue su contestación a su gesto; segundos después el asiático observaba cómo Kai se daba la vuelta sobre sí mismo y se retiraba de la arena.
No importaba.
Rei sabía que la aparente indiferencia y lejanía del peliazul bicolor no era más que una fachada; él sabía que a Kai le interesaba, de no ser así, no habrían pasado los últimos tres días juntos entrenando al límite, aprendiendo nuevas técnicas y desarrollando una mejor resistencia, pues si había alguien que conocía la forma de pelear de Bryan era el capitán de los Bladebreakers.
Ya lo buscaría después para agradecerle.
-oo-
Deliciosamente relajante.
Así se sentía el agua de la regadera corriendo por su cuerpo, refrescando su acaramelada piel, destensando sus exhaustos músculos, diluyendo el cansancio de un día tan largo. Los demás chicos le habían propuesto salir a celebrar tan importante triunfo, pero le parecía innecesario y algo ególatra, además, estaba seguro que Kai no asistiría a nada que organizara Tyson y festejar sin el ruso le parecía incorrecto; había sido por la incondicional ayuda e inigualable apoyo del peliazul que había logrado ganar.
Luego de aquel momento en la arena, no había vuelto a ver a Kai en toda la tarde y en verdad quería hablar con él. Soltó una risilla baja, le parecía increíble esa… ansiedad por intercambiar palabras con el ruso; seguramente nadie le creería lo comunicativo y sabio que podía ser Kai cuando dejaba de lado su papel de 'frío capitán'; pues cuando el peliazul bajaba la guardia, podía llegar a ser incluso cariñoso y lo había comprobado ya en más de una ocasión.
Kai le había demostrado su preocupación por el enfrentamiento con Bryan, su interés creando una rutina especial de entrenamiento para fortalecerlo. Su amistad al escuchar siempre sus ideas y su compasión cada vez que agotado, terminaba llevándolo en brazos hasta la cama. Estaba consiente que como habían asegurado antes Tyson y Max; Kai no era así con todos los miembros de su equipo y sintió sus mejillas arder por saberse diferente ante los ojos del soviético.
Meneó la cabeza confundido, últimamente estaba pensando mucho en el ruso y no entendía muy bien por qué; pero estaba seguro que entre más conocía a Kai, más intrigante le parecía… y definitivamente su curiosidad quería ser saciada.
Pero… intentaría descifrar el misterio ruso después, por ahora lo único que realmente quería era simple y sencillamente dormir. Descansar y recuperarse de su extenuante pelea.
Salió del cuarto de baño envuelto en sólo una toalla alrededor de la cintura, mientras que con otra secaba su cabello. Alcanzó la cama y dejando de lado la tarea de peinar su larga melena, cambió la absorbente prenda de algodón por sus cómodos pants grises; esos que ahora le quedaban algo sueltos, pues había perdido algo de peso en estos días con el entrenamiento.
El entrenamiento…
Desde el entrenamiento que su cuerpo se sentía agotado, pero no se quejaba; a cambio había mejorado su técnica e intrínsecamente, conoció un poco más de lo que Kai vivió en la abadía; pues Kai le contó algunos detalles, sólo para explicar el porque sabía que Bryan respondería de una manera en específico.
Suspiró cansado, terminando de levantar su cabello en una coleta suelta, sin usar la banda en la que solía contenerlo. Un leve quejido salió de su boca con el movimiento, tanto su hombro como el costado derecho de su cuerpo estaban seriamente adoloridos y todo gracias a un certero golpe de Falborg, era en momentos así que dudaba del beneficio de estar tan conectado con su blade.
Se encaminó hacia el espejo sobre la cómoda y colocándose de costado examinó los moretes que se extendían por aquella afectaba parte de su anatomía, de los cuales también se destacaban algunos rasguños nada estéticos en su piel.
-Vaya, seguro sumarán puntos a tu atractivo…- se dijo a sí mismo en un tono entre sarcástico y resignado.
-Creo que a pesar de ellos, luces muy bien. –Llegó la inesperada contestación por detrás del pelinegro, quien ligeramente sorprendido se volvió hacia la puerta donde se encontraba, recargado sobre el marco, el desaparecido ruso.
-¿Por qué tienes que ser tan silencioso? Me asustaste – gruñó Rei con fingida ofensa, volviéndose de nuevo hacia el mueble, buscando entre los frascos sobre el, un ungüento en específico que sabía aliviaría la molesta.
-Hn –
Cuando Rei levantó la mirada pudo ver a través del espejo cómo Kai terminaba para plantarse justo detrás de él, mirando por sobre su hombro el reflejo del nekojin. El de ojos ámbar podía sentir el calor que emanaba el cuerpo de Kai, reconociendo que el ruso estaba parado dentro de su espacio personal… o él dentro del suyo… y eso era algo que pocas veces el peliazul permitía.
Un extraño cosquilleo comenzó a recorrer toda su piel y el interior de su estómago. Algo en aquella penetrante mirada carmesí le ponía confusamente nervioso. Un escalofrío recorrió toda su espina al sentir como la mano de Kai alcanzaba algunos de los cabellos sueltos que caían sobre su hombro lastimado y los movía a un lado, lejos de la mallugada piel.
Sorprendente fue el reconocer que el roce de Kai era sumamente gentil y Rei por un momento se preguntó si alguien alguna vez le había tocado con tal ternura antes. Cerró sus ojos tratando de recordar pero nadie, ni Mao ni ninguna otra chica pudo venir a su mente; y sorprendentemente se encontró a sí mismo arqueando ligeramente la espalda para continuar sintiéndolo.
'¿Qué demonios?' – abrió los ojos inmediatamente y fijándolos en Kai que continuaba observándolo desde el reflejo del espejo. Rápidamente desvió la mirada y pudo sentir que sus mejillas ardían.
Sintió al ruso moverse, para segundos después encontrar la mano que sostenía el relajante ungüento, completamente vacía. Parpadeó un par de veces confundido.
-Siéntate en la cama – ordenó indiferente Kai, caminando él mismo hacia el mullido mueble. Rei le siguió tontamente, sentándose en el borde de la misma, justo delante de Kai; mientras recogía su coleta y la pasaba por sobre su hombro derecho, peinándola lenta y convulsivamente. Definitivamente estaba nervioso.
Rei tembló casi imperceptiblemente cuando las manos de Kai se posaron sobre su piel y comenzaron a moverse suave pero firmemente sobre su lastimado hombro, presionando en los puntos exactos para destensar el músculo. Los ojos del nekojin volvieron a cerrarse, eso era lo que había necesitado todo el día, un efectivo y perfectamente bien ejecutado masaje de descanso.
Todo el dolor y la ansiedad desapareció en ese momento ¡Dios! Se sentía endemoniadamente bien. Las manos de Kai eran tan cálidas y suaves, tan gentiles… algo más que anotar a la lista de 'descubrimientos' en el soviético. El efectivo masaje estaba logrando relajarlo al grado de ya no sentir la molestia causada por las secuelas de su pelea con Bryan.
Rei tuvo que morder su labio inferior cuando aquellas hábiles manos bajaron un poco más por su espalda, tenía que contener el gemidito que pugnaba por salir de su boca gracias a la electrizante sensación que comenzaba a recorrer su cuerpo. Tuvo que contener igualmente el ansia de arquear la espalda y conseguir un roce más profundo. Lo que embarazosamente no pudo evitar, fue pronunciar inconscientemente el nombre del peliazul en un ahogado susurro.
Las manos en su espalda se detuvieron un segundo, un eterno y angustioso segundo antes de volver a posarse sobre su humectada piel. Esta vez sin embargo, los movimientos de aquellos dedos se volvieron más lentos, sensualmente cadenciosos en su recorrido cuesta arriba por la espina del pelinegro. Los parpados de Rei se abrieron lentamente, sintiendo las mejillas enrojecer y su respiración entrecortarse, un abrumado nekojin giró lentamente su rostro para mirar a Kai por sobre su hombro.
Estaban tan cerca… pudo ver el fuego de la pasión ardiendo en esos ojos carmesí y sentir el aliento de Kai rozarle los labios como única advertencia de lo que vendría a continuación y no le importó. Rei simplemente cerró sus parpados nuevamente y ladeo el rostro un segundo antes de sentir como sus labios eran acariciados tentativamente por otro par.
Por alguna extraña razón la acción no le pareció inesperada, pero su reacción a ella sí. Rei se encontró a sí mismo virando un poco el cuerpo y ladeando el rostro hacia la izquierda para tímidamente responder al beso. En el fondo de su mente una voz gritaba que estaba haciendo una locura, pero simplemente no podía resistirse, el beso era suave, tierno y tentativo; no resultaba ni agresivo ni demandante, como lo hubiera esperado del ruso.
No supo cuanto tiempo ese roce de labio con labio duró, cuando Kai se retiró todo en su cabeza estaba dando vueltas y su rostro seguramente tenía el mismo color que las pupilas del soviético. Sintió los dedos de Kai acariciar su mejilla mientras su otro brazo rodeaba su cintura y sutilmente le giraba para que sus cuerpos estuvieran casi enfrentados. Totalmente avergonzado pero necesitado de una confirmación de lo recién sucedido, Rei levantó su mirada hacia los intensos ojos de Kai.
Encontrando nula resistencia en el chino, Kai se inclinó nuevamente para sin ninguna advertencia volver a tomar los labios de Rei en los suyos. Le sintió estremecerse, pero luego de unos segundos su cuerpo se relajó entre su abrazo y responder más activamente en el nuevo beso que compartían.
'Maldición… besa bien' – pesó para sí mismo Rei, analizando el movimiento que los labios del soviético realizaban sobre los suyos; no se consideraba un chico con gran experiencia, pero sí el no contaba con mucha práctica, entonces las chicas a las que alguna vez había besado definitivamente no contaban con ninguna comparadas con Kai. El ruso tenía una técnica perfecta, sus labios eran suavemente cadenciosos, buscaban pero no demandaban eran ávidos sin ser abusivos y tenían un sabor completamente intoxicante. Sin pensarlo, dejó que sus brazos se enredaran en el cuello de Kai cuando sintió que sus posiciones cambiaban y ahora se encontraba sobre la cama con el peso del peliazul parcialmente sobre él. Tampoco puso resistencia cuando Kai profundizaba el beso al solicitar entrada a su boca al deslizar su lengua por sobre sus labios.
Cuando sus lenguas se rozaron, Rei se encontró ante una nueva oleada de deleitables sensaciones y halló completamente placentero el intercambiar besos con alguien tan fuerte y agresivo como Kai; alguien que le quitara el control de lo que sucedía sólo para compartirlo con él. Dejándose llevar por el beso, movió una de sus manos, pasándola por debajo del brazo del ruso, abrazando su espalda y atrayéndolo a descasar completamente sobre sí el peso de su cuerpo; gimiendo dentro de la boca de Kai al sentirse cómodamente atrapado debajo.
Fue entonces que el dolor en su baja espalda punzo con fuerza, obligándolo a quejarse y separarse de la boca del ruso, quien comprendiendo todo con asombrosa rapidez, se medio incorporó del nekojin.
Dos pares de pupilas se enfocaron en la otra, respiraciones agitadas, labios enrojecidos y mejillas sonrosadas podían encontrarse en sus rostros. Contrastantes eran las emociones que fluían en aquellas pozas de color fuego y ámbar; claramente Kai -cuya pasión se mantenía en sus ojos- podía ver la incredulidad, el desconcierto y creciente miedo que brillaba en la mirada del pelinegro y podía sentir perfectamente como sus brazos iban perdiendo fuerza y se deslizaban de su cuerpo, buscando alejarse de él lo más posible.
El ruso respiró profundamente y arrugando ligeramente las cejas Kai se incorporó completamente, para sentarse nuevamente sobre la cama, quedando parcialmente de costado al Rei.
-Lo lamento. –fue su escueta disculpa, antes de levantarse y con paso orgulloso y porte inquebrantable caminar hasta la puerta y salir de la habitación cerrando en silencio, dejando tras de si a un confundido y abrumado asiático.
Varios minutos pasaron antes de que Rei pudiera hacer algo más que permanecer tendido en la cama con la mente revuelta y la punzante sensación de ardor sobre los labios. Ese, por mucho, había sido el mejor beso de toda su vida y su insaciable boca le estaba recriminando por haber truncado lo que prometía ser una estupenda sesión de…
NO
¡Cómo podía estar pensando en eso! No solo había besado a otro chico –algo que nunca cruzó por su mente- sino que terminó besando nada mas ni nada menos que a Kai, ¡el estoico capitán de los Bladebreakers!.
Arrugó el ceño y se llevó ambas manos al rostro, ocultándolo tras de ellas mientras ahogaba un gruñido de frustración y desespero. Todo esto era culpa de los chicos… ni no le hubieran pedido acercarse más a Kai… ayudarle a dejar de ser tan cerrado, tan frío o cruel…
No. Kai era sensible y amable y acababa de comprobar lo apasionado que el ruso podía llegar a ser. Ese pensamiento le hizo arder el rostro nuevamente, pero su conciencia le repetía que no podía negarlo, Kai se había mostrado vehemente y entregado con él…
Se había mostrado vulnerable…
"…A pesar de su carácter fuerte, Kai necesita comprensión y cariño, la clase de afecto que no tuvo de niño porque su abuelo le negó una vida normal en la abadía." Las palabras de Kenny resonaron en su mente con fuerza y la imagen de dos pupilas carmesí heridas y tristes se clavó en su mente. Así se habían visto los ojos de Kai cuando se separaron, cuando el peso de lo ocurrido cayó sobre Rei… cuando se disculpó y se marchó de la habitación.
Otra nueva verdad cayó en los hombros del chino; Kai se había abierto a él y lo había rechazado.
-Maldición… ¿qué he hecho?
Continuará…
() Jazz nombre que doy al cronista de las batallas de beyblade XDD
Mil gracias a todos los reviews, los aprecio mucho! Sugerencias y comentarios, se agradecen.
