La vida es cruel… eso es cierto… ¿Por qué habría de serlo la muerte también? … Nadie debería de poder controlar la muerte… mucho menos, querer evitarla… temerle… huir de ella… al final, siempre llega… de un modo, o de otro…
Por el fuego vivimos… por el fuego, morimos
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Hace Mucho Tiempo Atrás
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En una pacífica aldea… rodeada de crepúsculos arrebolados, y grandes y gruesas ramas de bambú… repleta de pandas, amistosos, adorables… tiernos… pero de bien, y buen corazón… vivían en armonía, junto a su ciudad vecina, Gongmen… dicha gobernada por una familia de pavorreales, pero el momento de dicha familia, ya vendrá después… hasta hace algunas semanas… la felicidad invadía hasta el último de los rincones de aquella tan pacifica aldea… una pareja joven, había concebido a un hermoso y bello cachorro panda… un bello bebe de ojos color verde… pero no era un verde común… no… era el más curioso y raro de los verdes… el más especial y único por decirlo así… eran verdes… jade… una cría tan llena de vida, de energía, y felicidad… que se le fue arrebatada… el pequeño cachorro… de un día para el otro, había caído enfermo… y no importaba cuantos remedios se le dieran… ni cuantos curanderos visitaran la aldea… al principio, se tenía la idea de que sería alguna clase de resfriado leve… pero era todo lo contrario… pues de un día… fueron dos… y pronto tres… cuatro… hasta ser casi ya una semana y media desde que empezó… y el estado de salud del pobre cachorro, no parecía mejorar, sino empeorar… el pésimo estado de salud del pequeño había traído las nubes grises, y el sentimiento de tristeza a toda la aldea… y por más que lo intentaran… Li Shan… y Mei Shan… no encontraban método alguno para su bebe
- "Remedios caseros… alimentos… bebidas… plantas… y nada… ¡NADA FUNCIONA!" – Exclamo un molesto panda adulto dentro de una cabaña de cierto aspecto, humilde, pero suficientemente espaciosa por dentro, ante su cólera, con el brazo diestro barrio fuera de una mesa todo lo que se encontraba encima a esta, ya fueran vasos, platos, comida, o cualquier cosa, dejándolo caer al suelo de manera violenta, antes de frustrado, hacer gestos con ambas manos, pronto, pasando a posar estas sobre el costado de la mesa, donde la sujeto, e hizo grandes esfuerzos por no voltearla… mas, su estado fue ligeramente interrumpido ante una furiosa panda hembra, que estaba saliendo de una habitación cercana
- "¡Baja un poco tu volumen! ¡Vas a despertar a Loto" – Apenas el panda noto la presencia de la hembra, la vio por encima de su hombro, antes de regresarla sobre la mesa, y respirar de manera entrecortada, y pesada – "Ya bastante tiene con que no pueda dormir en paz por su maldita fiebre… y no necesita que su padre este gritando a todas horas ¿Lo sabias?"
- "Si, si lo sabía Mei, ya lo sé" – Dijo este a medias, entre susurros dolidos, antes de aflojar el agarre de sus manos a la mesa – "Ya lo sé… dos semanas… dos semanas… y nuestro hijo no mejora" – Después de terminar sus palabras, tomo una silla cercana, la cual acomodo detrás suyo, antes de tomar asiento en la misma – "…Tengo miedo… amor mío… temo… por nuestro hijo"
- "…Yo sé que si amor… yo lo se…" – La panda, rodeo pronto al macho por la espalda, rodeando a este del cuello con ambos brazos, llevando su diestra hacia el antebrazo de este mismo para acariciarlo, y su zurda la llevo hasta la mano libre de Li, donde entrelazo los dedos de la mano propia… con los suyos – "¿Sabes cómo lo sé?" – Pregunto esta… en un tono de voz libre de toda molestia… o ira, cambiada prontamente por un suave y dulce tono de voz más cariñoso y afectuoso – "…Porque yo estoy igual que tu… mi corazón… duele, de solo pensar que podríamos… que nosotros… que nuestro pequeño Loto"
- "No pienses eso…" – Mando Li, antes de este tomar la mano que a sus dedos había entrelazado, para llevarla hasta sus labios y plantarle un sonoro beso sobre la mano de la hembra – "Mei… no digas, ni pienses eso… encontraremos una solución… lo juro, por todo lo sagrado… que nuestro hijo… saldrá de esta"
- "…Quiero creerlo Li… de verdad, quiero creer que nuestro hijo estará bien… que volverá a sonreír justo como lo hacía al principio… que volverá a ser ese chiquillo tan… alegre y feliz de siempre" – Apenas de la sonrisa forzada que había en su rostro, la panda no tardo en cerrar con fuerza sus ojos, dejando caer su cabeza hacia al frente sobre el hombro del macho… queriendo evitar que las pequeñas lagrimas que cayeron de sus ojos, fueran a dar sobre el mismo hombro… Li Shan, al notarlo giro inmediatamente el rostro, y se encontró pronto con el entristecido rostro de su esposa – "…Pero… es algo difícil… tan solo viéndolo como está ahora"
…Ver el rostro de su mujer… tan deprimido, dolido… fue un golpe duro a su corazón, por lo que de inmediato, este se levantó de la silla, dándole el frente a la panda, antes de rodear a esta por el cuello con los brazos, recostando el rostro de esta contra su pecho, mientras este hacia lo mismo con el suyo sobre la cabeza de esta… ambos padres, inevitablemente empezaron a sollozar a niveles bastante personales, las piernas les temblaban, las nucas estaban siendo recorridas por un escalofrió demasiado intenso, y el frio estaba apoderándose de sus cuerpos… pero la tristeza, se les fue interrumpida, cuando un joven, y voluminoso panda, siendo acompañado de otros dos niños más pequeños, llego corriendo hasta su puerta, la cual apenas abrió de forma repentina, se quedó este, y los más pequeños con su peso recargado sobre sus rodillas… jadeantes, y con respiraciones profundas y pesadas… "Asma de panda" le llamaban, ciertamente, algo cómico de presenciar, pero apenas pudo enderezarse el mayor, se llevó una mano sobre su espalda, para sobar está en la zona baja, antes de haber entonces recuperado el aliento
- "Li…Li…Li Shan… Mei… Fiuuu…. Espérenme… esa… fue una larga distancia… mucho… me duele todo… mi cuerpecito… esperen… ya casi… ya casi… ya" – Apenas recupero el aliento, el panda se dio palmaditas sobre la cara, antes de dirigir la mirada sobre la desconcertada… y tal vez algo, divertida pareja – "Tienen visitas…"
- "… ¿Visitas?" – Pregunto Mei, en un tono ahora, bastante confundido – "¿De quién?"
- "Es una… cabra vieja tía Mei" – Exclamo uno de los pequeños cachorros, quienes apenas recuperados, fueron a recargar su peso uno en la espalda del otro – "Dice… que viene a verlos a ustedes… y a Loto"
- "¿A loto?... ¿Que podría ella querer con nuestro hijo?" – Se preguntó Li Shan, así mismo, ciertamente… no recordaba haber llamado a algún curandero, o siquiera a alguna especie de persona que pudiera ayudarles… se habían dado por vencidos con esa clase de gente hace ya 3 días… pero era curioso, pues a esta persona no la habían llamado… de manera voluntaria… no era algo que pudiera explicar… pero sentía… una cierta… intriga… por conocerle – "...Bien… dile que puede venir"
- "Ya estoy aquí, en realidad" – Llamo una tercera voz desde la puerta de dicha casa
Cuando el sorprendido panda joven se apartó de la puerta, junto a los niños, estos se quedaron quietos y expectantes en su lugar… a la entrada de la casa, una cabra vieja… o que aparentaba ser vieja, de vestimentas peculiares… una cornamenta bastante pronunciada… con un bastón de aspecto, bastante chistoso, sobre su diestra… ante su abrupta llegada… fuera de molestarse, Mei y Li, pronto se soltaron de las manos, para entonces reverenciarse a la cabra, quien les regreso la reverencia, con el debido respeto
- "Bienvenida sea…a nuestra residencia… yo soy, Li Shan… y ella es Mei Shan… mi esposa…"
- "Es un placer conocerlos… pero por favor… no perdamos tiempo con formalidades… ¿Dónde está?" – Pregunto la cabra, causando así una ligera expresión de sorpresa – "… ¿Dónde está su hijo?"
¿Perspicaz?... ¿Atrevida?... ¿O simplemente directa?... era raro… muy raro… pero ciertamente, como ella podría haberlo dicho, no era momento para perder el tiempo en formalidades… tal era la desesperación en ambos padres, que sin rechistar, o replicar palabra alguna, se separaron entre sí, para entonces señalar Mei, con una de sus manos hacia una puerta semi abierta, de la cual un poco de vapor estaba saliendo, a pasos lentos, y cortos, la cabra se adentró lentamente a la casa, siendo seguida de la pareja… y si, de los otros dos cachorros, y el panda aquel que había llegado con ellos… claramente estaban curiosos ante lo que pudiera ocurrir, y como era de esperarse… tras llegar a la puerta, la zurda de la cabra, paro sobre esta, y la empujo con ligereza, el rechinido ya lo estaba esperando, y apenas la puerta estuvo por completo abierta… notaria en su interior, un montón de inciensos… las ventanas cubiertas por telas gruesas para evitar que entrara la luz… y si… como era de esperarse… una cuna… grande y espaciosa… repleta de sabanas gruesas pero cálidas y cómodas… peluches a montones, obsequios de los miembros de la aldea, y amigos cercanos a sus padres… pero el que parecía tener más importancia para el panda, era un pequeño peluche del mismo tipo… abrazado con firmeza entre sus patitas… y ahí estaba el cachorro en cuestión… el pequeño loto… abrazando con firmeza dicho peluche… y con un aspecto… terriblemente mal… su naricita no paraba de moquear, sus parpados temblaban, su temperatura era de infierno, y su cuerpecito no paraba de temblar de manera violenta… ante la escena, la cabra se mostró inexpresiva, e inerte en su lugar… pero pronto, paso a la habitación… tomando entre sus manos los inciensos que en la habitación estaban, para apagarlos, y dejarlos caer al suelo, en su espalda de hace rato cargaba una especie de maleta para viajes, la cual pronto llevo a su frente, y al abrirla, empezó a rebuscar en su interior, con un ligero sonido de crujido, o choque de cristales ante esta buscar, llamo la atención de los presentes en la habitación, más se apartaron de golpe cuando esta saco lo que parecía ser su propio incienso
No le costó encender el mismo con ayuda de una vela visualmente gastada, como si hubiera estado encendida por días, y este mismo incienso, apenas genero aroma, y humo, lo paso lentamente por el rostro del pequeño cachorro, el cual no tardó mucho en inhalar dicho humo, aun a pesar de que parecía tener su nariz tapada… dejo el incienso cerca a la cama, y pronto, busco nuevamente entre sus cosas, hasta dar con una botella de gran tamaño… posiblemente de un litro o tal vez más, a la cual le quito el corcho, antes de tomar entonces una taza pequeña, posiblemente de 100 o 50 miligramos, el punto era, que en esta, vertió hasta el tope de la misma taza, y con delicadeza, dejo la botella con su contenido en el suelo… antes de posar su ahora mano libre, sobre el hocico del pequeño, regalándole cortas y breves caricias encima, antes de hacerle abrir la boca, sin embargo, lo hizo de manera tierna… cuidadosa, y delicada, para no lastimar al cachorro, y apenas este abrió, le vertió el líquido en la boca
- "¿Qué le hace a mi loto?" – Intento exclamar molesta Mei, quien ya estaba por dar unos cuantos pasos hacia la cabra y su hijo, pero inmediatamente, fue detenida por Li Shan, quien le sostuvo de un brazo con firmeza, pero cuidado
- "Espera… amor… mira eso" – Dijo el panda, llamando la atención de la hembra, el cómo señalo hacia su hijo, a quien apenas volteo a ver… noto como esas ojeras en su carita estaban empezando a desaparecer rápidamente, el tembleque en el cachorro se esfumo, la fiebre cedió, y su nariz… se despejo
La cabra, pronto dejo la taza, junto a la botella, a la cual le volvió a colocar el corcho, tan solo para llevar un paño limpio a la nariz del pequeño, quien al ejercer pequeña presión, lo hizo soplar con fuerza, despejando por completo su nariz, apenas esto, envolvió el paño en una pequeña bolita, la cual termino por arrojar a un cesto de basura en la habitación, donde residían más paños del mismo estilo, una pequeña sonrisa curvo la labia de la cabra, quien dio nuevamente unos cuantos pasos hasta estar relativamente cerca al cachorro, a quien le regalo un par de caricias sobre su mejilla, antes de causar a este una corta, pero poderosa risa… esa dulce risa… esa inocente, pura, enérgica y divertida risa… resonar en los oídos de sus padres hicieron a estos empezar a derramar lágrimas sin control alguno… era un milagro… su hijo… con un poco de eso, estaba regresando en si… y lo comprobaron, apenas este abrió sus parpados, y dejo ver una vez más… esos bellos…cristalinos… y profundos orbes verde jade que poseía
- "…Lo curo" – Musito Li Shan, quien se acercó, al igual que Mei, y ambos, colocando sus manos en partes diferentes de la cabeza del pequeño, empezaron a acariciarle, maravillándose con ver a su hijo sonreír una vez más – "Lo ha curado"
- "No… no lo cure… tan solo… reprimo su naturaleza…" – Ante estas palabras, la alegría de los padres y los presentes en la habitación diezmo rápidamente, para dejar a su hijo un momento, y dirigirle la mirada sobre la cabra – "Tengan…" – Esta levanto la taza, y la botella entre sus manos, y la extendió hacia Mei, quien de inmediato la tomo entre sus manos – "Asegúrese aplicarle esto… cada 3 horas… y guárdelo, por lo que más quiera… traten de guardar tanto como puedan… lo van a necesitar para su viaje"
- "¿Viaje?... ¿Cuál viaje?" – Pregunto Li Shan, viendo aquella botella que ahora estaba en manos de su pareja, pronto, la cabra dio un pequeño golpe con su bastón en el suelo, llamando así la atención de regreso de cada uno, a excepción del pequeño loto que ahora jugaba en su cama
- "…Deseo hablar con los padres… a solas… si no les importa" – Exclamo la cabra, está pasando a mirar por encima de su hombro al joven panda acompañado de aquellos niños… estos inmediatamente llevaron la mirada sobre el rostro de Li, quien les hizo un pequeño ademan con la mano, y así, estos pasaran a retirarse… apenas se fueron, la cabra camino hasta las cortinas que habían en la ventana… tomo estas con firmeza, y de un tirón, las arranco de su base, y la luz del medio día entro sin más, a la habitación, esto de cierto modo, molesto a ambos padres… pero se quedaron callados, apenas vieron a la cabra, con su bastón abrir las ventanas, y señalar pronto, en dirección recta – "En esa dirección… más allá de los bosques… de las montañas… existe un ser, de luz… que tiene la capacidad necesaria, para poder ayudar a su amado hijo…" – Dijo la cabra, antes de regresar la vista hacia los padres… sosteniendo su bastón bajo ambas manos – "…Lo que le ocurre… no es algo… que se conozca actualmente… esta… es una naturaleza… muy, muy antigua"
- "Mi hijo… ¿Mi hijo esta maldito?" – Pregunto Mei, con una voz ligeramente temblorosa… temerosa ante la posible respuesta de la cabra, mas esta, negó lentamente con la cabeza
- "No es una maldición… más bien… podría considerarse una bendición… esta naturaleza… se encontraba extinta… perdida… no se asusten… no tienen por qué temer… su hijo… ha sido bendecido… con un don… un don de magnitudes… sin iguales… pero… lastimosamente… su cuerpo… está experimentando dicha naturaleza, de manera prematura… a muy mala hora… él no está listo… y esa misma naturaleza, en lugar de ayudarlo… está acabando con el…" – Aclaro la cabra, antes de pasar una de sus manos sobre la cabeza del cachorro – "Si no recibe… la debida ayuda necesaria… el… morirá"
- "…" Ante esta declaración, los padres, sintieron un revoltijo de emociones en su interior… por un lado tenían ganas de alejar a esa cabra de su hijo… y sacarla de su hogar… pero por el otro lado… tomando en cuenta, que le había ayudado mucho con la cosa que le dio… ciertos puntos de confianza se había ganado… mas no los suficientes – "…Y este… tipo… este ser de luz… ¿Puede ayudar a nuestro hijo?"
- "…Si… si puede" – Respondió la cabra, con simpleza, antes de enderezarse, y tomar camino hacia la puerta del hogar de ambos pandas – "Si consideran el partir… les recomiendo ir de inmediato… aprovechando que aún hay luz de sol claro esta… claro, que es un viaje largo… pero podrían cubrir bastante terreno si parten hoy" – Dijo esta, pronto empezando a abrir la puerta de delante para salir
- "Un momento…" – El llamado de Mei, hizo detener en su sitio a la cabra, quien ya estaba lista para abrir la puerta… más esta se giró hacia la panda, y le vio por encima del hombro – "… ¿Quién es usted?... ¿Por qué nos quiere ayudar?... ¿Por qué… hace esto?"
- ... – Ante sus preguntas, la cabra se giró de cuerpo completo… y le dedico una amigable y pacifica sonrisa de oreja a oreja a la panda – "…Tan solo soy una persona con un propósito que cumplir… con una visión… soy una adivina… después de todo… aquellos propósitos de suma importancia… son aquellos en los que me concentro en cumplir… o de cierto modo… intervenir, para que logren cumplirse… tengan buen día… Li Shan… y Mei Shan" – Se reverencio… se regresó al frente, y fue entonces cuando esta se retiró, cerrando la puerta a sus espaldas
Ahora, ambos pandas se habían quedado haciendo compañía a su hijo… Mei, que aun sostenía aquella botella en sus manos, pronto la deposito sobre una mesa cercana, para irse de inmediato a atender a su amado hijo… a quien repartía suaves, juguetonas y cariñosas caricias sobre todo su hermoso rostro… causando la risa del pequeño panda, a quien sostuvo contra su pecho, antes de dar un suave beso sobre su frente, causando una explosiva carcajada del bebe, quien pronto fue a recibir la mano de su padre sobre la cabeza, entre sus orejas y las caricias por su parte, empezaron a darse sobre su hijo… feliz, el pequeño estiro sus bracitos hacia ambos adultos, llevando estos sus manos libres hasta sus manitas, con las cuales apenas y podía sujetarles un dedo a cada uno… ver esos ojitos llenos de vida nuevamente… les llenaba de alegría y esperanza a sus corazones… mas… pronto esto les hizo pensar bastante… tanto, que pronto, la mirada del padre, se levantó de su hijo, y se fue directamente hacia su ventana… donde noto… como curiosamente, las nubes se habían despejado… muy lejos… bastante, escondiendo casi su rastro… el adulto pudo encontrar un par de gigantescas y gruesas montañas… dichas montañas, pudieran ser iguales al resto, no tenían nada en especial… sin embargo… había algo peculiar en estas… dos estaban bastante pegadas, una a la otra, y junto a estas… otras dos de tamaño promedio… era… casi como una mano que intentaba alcanzar el cielo… o rascarlo incluso… pero en la montaña más alta de todas… podía ver algo… un brillo… un destello titilante… que lo parecía estar llamando… Mei al notar su distracción, giro su cabeza… sin embargo ella no veía lo que este, y si bien, pudiera ser motivo de preocupación, la mujer, pronto llevo su mano, de la manito de su cachorro, hasta la de su marido… sujetando esta con firmeza hasta hacerlo reaccionar
- "…¿En qué piensas amor mío?" – Llamo Mei a Li… quien, de forma tardía… regreso la mirada a su esposa… y le hizo levantar la mano para besar sus nudillos
- "…Debemos hacer ese viaje…" – Declaro Li Shan, quien pronto soltó la mano de su esposa… y camino hacia la puerta, con la intención de preparar el equipaje de ambos… mas, antes de salir, este se detuvo en el marco de la puerta, donde se sujetó… y pronto, giro la cabeza para encontrarse de frente con su esposa – "Entiendo que… pienses que sea una locura… podría ser cierto… o podría ser mentira… que hay alguien ahí afuera, que puede ayudar de verdad a nuestro hijo… tengo miedo amor mío… pero ni ese miedo… me va a impedir… ir a buscar ayuda para nuestro hijo… no tienes por qué ir, si no quieres… pero vale la pena, intentarlo"
- "¿Quién dijo que no iba a ir?" – Pregunto esta, ciertamente juguetona, y divertida, antes de dejar al cachorro sobre su cuna, e ir a donde su marido, plantando un sonoro beso sobre sus labios – "Ninguno de ustedes dos se deshará tan fácil de mi… aunque sea un viaje largo… nos vendrá bien el ejercicio" – Ante esta última parte, dio unas cuantas palmadas a la barriga de su esposo, haciéndola rebotar como un molde de gelatina
- "…Abusiva…" – Dijo Li Shan, quien pronto soltó una ronca carcajada, junto a una risa traviesa de parte de su esposa, antes de pegar ambos sus labios de manera breve, y al final, fue que estos se dieron vuelta… tenían que prepararlo todo para su viaje
El cual dio inicio apenas unos cuantos minutos después… si bien se vieron ligeramente detenidos al principio por la ola de amistades que, al ver de pie de nuevo al juguetón Loto, no tuvieron mucho tiempo para dedicarles a sus amistades, pues pronto, partieron a la dirección que la adivina les había señalado, y que Li Shan había marcado en un mapa… era bastante grande, y el viaje largo… pero todo lo valía… por su preciado hijo, apenas salieron de la aldea, cubrieron tanto terreno como pudieron, ríos, bosques… lagos incluso, y eso que su viaje apenas había empezado… y por más que caminaban… el destino no parecía más cercano… sino lejano… pero no se dieron por vencidos, parando en la noche para descansar en una cómoda cueva, junto a una cálida fogata, reanudaron su travesía a la mañana siguiente, como era debido, y bajo instrucciones de la adivina… cada 3 horas le daban un pequeño trago de aquel brebaje a su querido hijo… el cual parecía estarse acabando más rápido de lo previsto, la mitad del segundo día fue relativamente normal… pero continuo a ella, los peligros empezaban a ser vistos, lagos de grandes profundidades… pasajes entre montañas y puentes con caídas de cientos de metros… y una muerte segura sin duda
Las paradas eran constantes, debido a la poca actividad física en los pandas… aunque más que eso, era su naturaleza después de todo, caminar distancias tan largas y tan continuas no era su deporte favorito… pero más que concentrarse en el dolor de sus pies, en la tensión de sus piernas, o en el cansancio de sus espaldas al cargar su equipo de viaje… estaban centrados en su objetivo principal… y ese era hacer que su cachorro mejorara, y recibiera la ayuda que tanto necesitaba, gradualmente, la distancia que parecía lejana, empezó a acortarse a cada instante más y más, llegando pronto, al sendero que llevaba a la cima de las montañas… su objetivo… no podría ser más cercano que ahora… pero en su trayecto a la cima… el peligro asechaba… puentes de madera ciertamente, poco confiables por lo rotas y gastadas que estaban… como si llevaran años ahí… y tristemente… había un puente bastante largo, que iba desde una parte… hasta la subida que daba a la montaña más alta… tenían que cruzarlo… no había manera de rodear, mucho menos de llegar a su objetivo por otro sitio… era ese tramo… o nada…
- "…¿Qué tan lejos estamos del otro extremo?" – Pregunto Mei, quien ahora entre sus brazos, estaba cargando a su pequeño loto el cual estaba enrollado en una cómoda y cálida sabana, mientras que Li Shan estaba inspeccionando el mismo puente, sujetando este con ambas manos de la sogas, las cuales movía con ligereza, y de vez en cuando, los soportes de dicho, no se movían, ni un centímetro, sin embargo, eso no quitaba que su aspecto fuera tan poco prometedor
- "Calculo… unos buenos 30 metros… de aquí hasta allá" – Respondió Li Shan, quien empezó a retroceder lentamente, tan solo para encarar nuevamente a su esposa y a su hijo, este parecía empezar nuevamente con los síntomas que antes tenía… pensó un poco, y recordó que faltaba muy poco antes de volverle a dar su medicamento… pero sería después, primero había que cruzar – "…Esto… puede que resulte interesante… bien… Tú y Loto enfrente… yo iré detrás de ustedes"
- "Pero"
- "Sin peros amor… ya estamos aquí, no podemos dar marcha atrás solo así…" – Dijo con un tono de severidad y determinación en su voz, aunque pronto, la expresión de su esposa, le hizo relajar su semblante, antes de llevar a la frente de esta su diestra y masajearle con la yema de sus dedos – "Tranquila… todo saldrá bien… lo prometo"
La nueva tranquilidad, y dulzura en la voz del panda, lograron calmar el ajetreado corazón de la mujer, quien en respuesta le dedico una pequeña sonrisa, antes de retroceder, y sujetar con firmeza su mochila, junto a su bebe, paso al frente de ambos… y encaro aquel dudoso puente… dando un paso pequeño, hasta dar con un peldaño que rechino con gran fuerza… eso no le dio seguridad, sin embargo, su convicción, fue más grande que su miedo, y fue entonces, que peldaño, tras peldaño, siguió caminando, entrando por aquel puente, que por más de 30 metros, parecía ser más largo… y la caída… era todavía peor, y aterradora, debido a la niebla tan densa que estaba bajo dicho puente de madera, y apenas un metro de distancia recorrió, Li Shan le siguió, no parecía del todo seguro que dos pandas adultos estuvieran andando por un puente de ese calibre que pareciera irse a caer en cualquier momento, pero el tiempo valía oro, así como cada segundo… paso, a paso, rechinido, tras rechinido tambaleo tras tambaleo, ambos pandas lograron llegar a la mitad del puente, y si bien la altura y la vista mareaba bastante, el cansancio, les pasaba factura cada ciertos metros, y apenas Mei dio un paso más terminado su descanso, el peldaño que todo, se quebró, soltándose de las sogas, y empezando su caída hacia el vacío, sin duda esto consiguió sacarle un pequeño chillido a la panda, que tenía el pie colgando de esa parte, mas, se resistió el gritar para no despertar a su hijo
- "¡Mei… ¡La botella!" – Llamo Li Shan, la panda inmediatamente de su grito, levanto la mirada, y la paso lentamente hasta su espalda… donde encontró la botella antes mencionada empezando a caerse de su mochila de viajes, esta empezó a resbalarse del sitio de donde se encontraba, bastante lento, alarmando tanto a la madre, como al padre, quien empezó a apresurar su paso para evitar la caída de la botella, sin embargo… esto se vio frustrado cuando Mei levanto la pierna fuera de aquel agujero, antes de llevar su mano a señalar a su marido
- "¡Alto!... ¡Alto… Escucha!" – Cuando esto, Li se detuvo en su sitio, y presto atención, justo como su esposa lo había pedido… le costó trabajo, pues el viento soplando, y silbando mucho que oír no dejaban, pero fue cuando escucho aquello a lo que Mei se refería… escucho la madera tras de él quebrándose lentamente, unos cuantos peldaños de donde estaba anteriormente, los cuales al haberse partido, lentamente se zafaron de las sogas, y empezaron a caer… pudiera esto no ser un grave problema para regresar… pero las sogas se estaban tensando, demasiado, y fue así que al girarse a ver hacia los soportes del puente, noto como las sogas, estaban empezando a tensarse más de la cuenta – "…¡Corre!"
Apenas Mei exclamo esto, acelero su paso, al igual que Li Shan, solo que ahora, siendo más constantes y rápidos los pasos, estos se rompían con mayor facilidad y las cuerdas de tensas, empezaron a romperse, sus corazones a mil, y el miedo a caer aumentando, apenas y pudo ser visible para ambos el otro lado del puente, y sin duda, esto les había dado algo de reconforte a su corazón… sin embargo, ese reconforte, duro muy poco para Li Shan… quien vio aquella botella, caer de la mochila de Mei… y por más que quiso intentarlo… no fue capaz de alcanzar dicha botella, no pudo detenerse, pues el puente estaba colapsando, y fue que después de 2 minutos corriendo, que pareció en realidad una eternidad, ambos pandas llegaron al otro lado, antes de que los soportes del mismo puente, se soltaran del suelo, y cayeran lentamente hacia el abismo
Sobre sus rodillas, los padres se dejaron caer, Mei estaba jadeante, recuperando el aliento, mientras sus brazos no paraban de acariciar a su preciado hijo, este estaba bien, vaya su suerte del pequeño… pero tan suertudo no fue en realidad, pues apenas lo noto, vio a Li Shan golpeando con furia el suelo a puño cerrado, antes de este ir de regreso al borde del abismo… donde se asomó… y tan solo pudo ver unos instantes más de aquella botella… antes de que esta cayera por completo y se perdiera entre la niebla… maldijo mentalmente, y maldijo en voz alta, antes de levantarse, y viendo de un lado a otro… encontró una piedra de buen tamaño, la cual sujeto entre sus manos y la arrojo hacia el abismo, tan solo dejando a Mei viéndolo con ese estado tan irracional y molesto… no recordaba haber visto alguna vez de ese modo… pero para peor… esta regreso la mirada hacia la montaña donde estaban… no había nada… nadie… ni siquiera una forma de subir… y el frio y el viento empezaban a pegar de manera erráticamente violenta
- "Aquí no hay nadie… no hay escaleras… no hay pasajes… aquí no hay nada" – Susurro Mei, pronto bajando la cabeza escuchando un pequeño quejido de loto, quien estaba empezando a recuperar aquellas espantosas ojeras… y su naricita… parecía estarse tapando
- "…Todo este viaje… no sirvió de nada… ¿¡DONDE ESTA TU SER DE LUZ!?" – Grito Li Shan hacia el abismo, esto hizo un eco que resonó por todos lados… hasta desaparecerse aquella su voz entre los alrededores… el frustrado y molesto panda, tan solo pudo dejarse caer de rodillas en su sitio, para observar con gran atención… el como la niebla empezaba a cubrirles… - "…Perdóname…" – Dijo… volteo su cabeza, su torso, para encarar de frente a su esposa, y a su hijo, antes de ponerse de pie, y a pasos lentos, ir con estos… posando una mano sobre la cabeza de cada uno – "…Esto es mi culpa… yo… yo solo quería… que nuestro hijo… que el"
- "Lo se… lo se~…" – Respondió entre susurros la panda, quien de un momento a otro, recostó la cabeza bajo la cabeza del contrario
Las esperanzas… estaban perdidas… ahora no solo su hijo moriría… sino que se habían quedado atrapados en ese lugar tan apartado e inhóspito… tan… tan… ¿Caliente?... Para el frio que estaba soplando, y la nieve que caía, era para estar simplemente muertos del frio… pero ni siquiera eso… había nieve, si… pero no había frio… algo que ciertamente desconcertó a ambos pandas, quienes reabriendo sus parpados, pasearon las miradas alrededor, buscando respuestas a estas incógnitas suyas… y solo se pudieron y supieron responder… cuando vieron una especie de… entrada el sitio donde se encontraban… una entrada… que daba hacia el interior de una cueva… que por su aspecto… era bastante profunda… ante esto, ambos padres, ante el estado en deterioro de su cachorro, caminaron hacia la dicha cueva… con una rama seca, y un poco de fosforo, logro crear una llama, que convirtió en antorcha… y así mismo… Li Shan, marco el camino, hacia el interior de la cueva
( /UReZ6Ky5ISc es recomendable utilizar esta pieza musical para esta parte de la historia)
A cada paso que se adentraban más en la cueva, mas era lo poco que la luz del exterior yacía en esta, mas como que importara mucho, no en realidad… pues la antorcha hacia su trabajo al alumbrar todo el interior de la cueva… la cual… era tenebrosa… y de un aspecto demasiado antiguo… las paredes estaban rodeadas de numerosas marcas… pinturas… y retratos bastante primitivos… estos junto a unas escrituras… parecían relatar una historia… sobre una cultura de guerreros fieros y nobles… que ante la adversidad, imponían sus armas, escudos y corazones, ante la osadía de su enemigo… uno en particular… más destacado que los demás… un hombre… que poseía la fuerza de miles… y la inteligencia de millones… conocimiento… sabiduría… sin embargo, un espíritu indómito… valeroso… arrogante quizás… confiado… pero fuerte al final… al inspeccionar las paredes un poco más… encontraron de frente, lo que dedujeron era una especie de tributo a aquel guerrero… pues en algunas pinturas, se le veía retratado, como una especie… de dios… alabado por muchos… amado por algunos, y odiado por otros… pero al final… solo lo veían a, el… hasta que… después de viajar un poco más en el interior de la cueva… se encontraron con numerosas paredes de hielo… estas, oscuras, unas más que otras… causando la desconfianza en la pareja… pero de una forma o de otra… tenían que seguir avanzando
- "Mei, no te detengas… este lugar me da mala espina" – Dijo Li Shan, pues al caminar, se dio cuenta del como su esposa se había retrasado bastante – "…¿Mei?"
- "Amor… ven… mira esto" – Señalo Mei hacia una de las paredes de hielo, al ver esto, Li Shan no tardo demasiado en acercarse – "Mira… aquí… ¿Qué es eso?"
Cuando el panda macho acerco la antorcha hacia la pared… pudo notar que ciertamente… había algo bastante raro en esa pared… parecía haber algo atrapado en su interior… o quizás… alguien… tenía un aspecto escamoso… demasiado, escamas de un verde bastante notable… Li Shan, dio unos pasos más, hasta quedar prácticamente pegado a la pared aquella… y fue entonces cuando un miedo gigantesco, recorrió el cuerpo de ambos, el frio se apodero de sus corazones, sus piernas temblaban como jalea, y sus narices y pieles palidecieron… sus pupilas se dilataron… pues ante ellos… un parpado gigante había decidido abrirse, revelando así el amarillento y ambarino ojo de una criatura gigante… así como una pupila afilada… de reptil obviamente… los estaba observando… fijamente…
- "…Vámonos… vámonos rápido" – Dijo Li Shan, apartándose de la pared de hielo, antes de querer salir corriendo por donde vinieron, tomando la mano de Mei con la libre suya, pero apenas intento correr, esa sección fue bloqueada por un derrumbe, a causa de un temblor poderoso que hizo acto de presencia en la cueva – "¡Por acá!" – Dio al otro lado… mismo resultado… ahora estaban atrapados… el hielo empezó a romperse… y gradualmente… el suelo a sus pies, pero por más que quisieran escapar… no hallaban por donde… tan solo, se quedaron de rodillas en un mismo sitio… esperando a su muerte como familia… pero eso nunca paso… el temblor ceso, y la luz ahora golpeaba a la familia con bastante libertad… abriendo temerosos sus ojos… ambos pandas vieron como ahora se encontraban en un plano totalmente distinto a donde se encontraban antes
Un lugar vacío… no había nada, ni nadie… todo estaba en blanco… mas, apenas levantaron la mirada… vieron algo que casi paro sus corazones de la impresión… pues por los cielos, si es que los había en ese sitio… un gigantesco dragón chino… un auténtico dragón gigante chino vivo… con un largo que era, sin duda alguna, excepcional, una cornamenta plateada, y grande según las proporciones de su cabeza, de grandes, y afiladas como gruesas garras doradas, rodeado de numerosas escamas verdes brillantes, como el metal, pero jade… y por último, su pelaje… una cierta cantidad generosa de pelaje que viajaba a lo largo de todo su cuerpo, su cabeza, su cola, y su lomo… tras algunas cuantas vueltas, y formas figuras extrañas en los cielos, este cayó en picada hacia la pareja, quien al ver como se acercaba, se quedaron quietos, en silencio, esperando su final… mas no ocurrió nada malo… al abrir de nueva cuenta los ojos… se encontraron con el antes mencionado dragón de frente… la diferencia de tamaños, era descomunal… y esos ojos… esos amenazantes y firmes ojos, no daban la mejor de las confianzas… no sabían que hacer ahora… mucho menos si es que aquella criatura se podía comunicar… tan solo sostenían las miradas… ellos al dragón… y el dragón a ellos… (Más fiero en apariencia de la serpiente del mundo, y por sobre todo, también mucho… mucho más grande que Ke-Pa)
- "… Amm… ¿Hola?... Señor… señor dragón…" – Llamo Li Shan… causando que la mirada del reptil, se posara sobre el… causando un cierto temor en el panda – "Perdone… que lo estemos… molestando… pero… vera, una adivina, llego a nuestra aldea… hace una semana… dijo… dijo que usted… podría ayudar a nuestro hijo… él está"
- "Guarda silencio… mortal" – Dijo una voz de imponente grosor… firmeza… y severidad, proveniente al dragón… más este no parecía haber movido demasiado el hocico… o los labios, si es que los tenía claro… pero fue una voz que Mei y Li pudieron notar y escuchar, con toda claridad… era la voz… digna de un dios – "… Se a que han venido… y se quien los ha mandado… pero yo no pienso… interferir… han perdido, su tiempo"
- "…Pero… Pero" – Intentando replicar Mei, esta fue prontamente callada por el dragón, hablando una vez más
- "A mi… no es algo que me incumba… mucho menos, que pueda afectarme… así que, den la media vuelta… regresen a su hogar… y olviden que siquiera me vieron" – Mando el dragón, pronto a espaldas de los pandas se abrió una especie de puerta que irradiaba un brillo dorado de sí misma, dispuesto a retirarse, el gran dragón empezó a dar la vuelta… Mei ante esto, no pudo quedarse quieta, y dio un fuerte golpe en el suelo con el pie
- "¡ERES UN MALDITO COBARDE!" – Exclamo la molesta panda, quien no paraba de sostener a su hijo en manos, antes de que el dragón, parar su retirada – "…Venimos aquí… desde tan lejos… por tanto tiempo… como para que quieras venir a decir "Yo no puedo hacer nada" … pues sabes que te digo, señor dragón… al demonio contigo… pero de aquí… no nos iremos… hasta que nuestro hijo, sea salvado"
- "…¿Hijo?" – Pregunto el dragón, dándose la vuelta nuevamente, encarando de frente a Mei… la furiosa panda, desenvolvió a Loto de su manta con sumo cuidado, y así, le dejo ver su rostro enfermo al dragón… el cual, bajo la cabeza un poco más, antes de exhalar un poderoso aire sobre la cría… al hacerlo… desde su pecho empezó a irradiar una luz titilante… de un brillo bajo… pero que gradualmente… aumento, casi hasta tomar el mismo nivel de intensidad en brillo, que el sol mismo… más pronto se bajó, y regreso la vista brevemente cegada hacia los presentes… incluso, al dragón – "…Creía… que… acaso él no era…" – Se cuestionó… y pregunto así mismo el dragón, antes de que este, pasara a levantar la mirada nuevamente a Mei… y hablara de nueva cuenta – "… ¿Hace cuánto tiempo esta así?"
- "…Un mes… si hacemos bien las cuentas… es un mes. que mi hijo el que lleva muriendo…" – Exclamo Mei, quien por más que intentaba ser detenida por Li Shan, no lograba absolutamente nada ante ello, la madre, estaba dispuesta a desafiar a quien fuera, con tal de que su hijo, viviera
- "…Es prematuro… aun no debería experimentar su verdadera naturaleza…" – Dijo el dragón… más para sí mismo, que para los padres delante de el – "…Bien… los ayudare…"
- "¿Enserio?... ¿Lo dice enserio? ¿De verdad nos va a ayudar?" – Pregunto Li Shan, quien si bien, no estaba sonriendo, reconocía como las fuerzas estaban regresándole al cuerpo, a lo que recibió una mirada fija del dragón
- "Enserio… sin embargo… no será bajo términos muy buenos…" – Decir esto, causo la desconfianza en los padres, pues la mirada paso de ellos, hasta su bebe – "Este niño… ha sido, bendecido… y sellado… a un destino… más grande e importante que el de cualquiera de nosotros… puedo sentirlo… puedo pensarlo… casi saberlo… es muy joven todavía… y si la naturaleza de su ser, no se es controlada… podrían haber serias complicaciones en el transcurso de su existencia…"
- "…¿Qué hay que hacer?" – Susurro Mei… suplicante, sin apartar la mirada de su hijo, más lo hizo para ver ahora al dragón
- "Para poder… mantener a control su naturaleza… su poder… debo fusionarme… con el cuerpo… y el alma de su hijo" – Declaro
- "¿Cómo dice?" – Pregunto Li Shan, un tanto a la defensiva ante esa declaración
- "Una vez me haya fusionado con el… podre reprimir su fuerza… y su esencia… hasta que su cuerpo, sea adecuadamente moldeado… y se convierta… en un recipiente perfecto para esta naturaleza que tanto lo daña… una vez eso haya ocurrido… pasara el resto de su existencia… como una criatura normal de la tierra… tranquilos… no estará solo… una vez fusionados… él y yo… compartiremos no solo cuerpo… no solo alma… no solo poder… sino también… compartiremos… la vida, juntos"
Ante esto, una cierta desconfianza se hizo formada… pero el toser del pequeño, hicieron alertar a sus padres, estaba mal… muy, muy mal, tenían que actuar rápido… y si bien pudiera ser algo prematuro… estos no tuvieron de otra… pasando ahora, sus miradas de entre sí, y a su cachorro, al gran dragón que imperturbable en su sitio permanecía… Mei volteo una última vez a su cachorro… a quien le planto un sonoro beso en la frente, lo mismo Li Shan… antes de que la madre, por voluntad propia, diera unos cuantos pasos hacia el frente, estirando entre sus brazos a su más preciado tesoro… ofreciéndoselo al dragón
- "…Haga… lo que tenga que hacer… pero salve, a mi hijo" – Suplico Mei… una voz rota, temblorosa… y desesperada, eso era lo que el dragón había escuchado… y aunque era inexpresivo… hasta cierto punto… entendía el sentimiento… por lo que este, llevo sus largos y delgados bigotes, a sujetar a la pequeña cría, a la cual levanto y aparto de las manos de su madre
- "…Una cosa más…" – Empezó a hablar el dragón, mientras en la barriga del pandita, una figura empezaba a formarse pero muy lentamente – "Para que su hijo… sea un recipiente adecuado para el poder que yace en su interior… deberá ser entrenado… por alguien que haya compartido… su misma… naturaleza… y si bien, la desgracia llevo a esa raza de guerreros… a la extinción… no lo está… del todo… conozco a alguien… que puede enseñarle… a controlar… y dominar su poder…. lo moldeara… lo entrenara… y cuidara… de eso, no me cabe la menor duda… el… se hará cargo de su hijo…"
- "¿De quién está hablando?"
- "Ya lo sabrán… en su debido momento… una última cosa… una vez nos hayamos fusionado… hasta que su hijo, no haya sido adecuadamente moldeado… permaneceré sellado en su interior… por lo que no tienen que preocuparse… por altercados en su desarrollo… o al menos… eso espero yo… Ya nos veremos… después… SARABA DA" – Exclamo el dragón, hasta que el símbolo en la barriga del cachorro se terminara de formar… fue así, cuando el inconfundible símbolo del ying y el yang, formado por su propio pelaje, prevaleció en su cuerpo por unos cuantos momentos, antes de este emanar un brillo cegador, que obligo a todos a apartar la mirada, pues tan poderoso fue el brillo… que parecía ser místico
…En un abrir y cerrar de ojos… Mei y Li Shan, se encontraban despertando en la cama de su hogar… con un ligero dolor de cabeza, puesto que aún tenían encima la sensación de aquel brillo sobre sus retinas… el brillo… el dragón… su hijo… "Loto" exclamaron ambos padres, antes de levantarse corriendo, y casi empujándose, salieron de su habitación, adentrándose en la de al lado, aunque al abrir la puerta, no vieron al cachorro en su interior… ni en el suelo, o la cuna, desesperados, entraron, y pusieron todo patas arriba… hasta que una infantil y poderosa risa vino desde la puerta de la entrada… más específicamente… de afuera de la casa, corriendo a todo lo que sus piernas daban… fue que se lo encontraron de frente… su hermoso y preciado hijo… estaba libre de cualquier mal que anteriormente pudiera estarlo atormentando… su carita estaba libre de arrugas, o incluso de ojeras… los corazones de ambos padres, no pudieron estar más agradecidos, y corriendo, lo levantaron del suelo, y lo estrujando entre sus brazos… pronto… la alegría de la aldea, regreso, así como los cielos azules, y despejados… el cachorro era ciertamente querido por todos… y no era de esperarse… era especial… muy, muy especial… y si bien paso desapercibida aquella marca de ying y yang sobre su barriga, no era algo que demostrara tener demasiada relevancia para su vida… todo, pintaba para bien… y seguramente, regresaría a la normalidad, en cuestión de días… pobres… si tan solo, se les hubiera sido avisados… de la locura de cierto pavorreal… esa fatídica noche… de celebración… hubiera sido diferente…
Aullidos… gritos… mordidas… ladridos… y el canto de un ave enfurecida… todo estaba envuelto en llamas, las cenizas caían incluso desde los árboles, y las multitudes no dejaban de correr por razón alguna… de entre tantos… un pobre cachorro de panda, de ojos jade, estaba abrazando asustado su preciado peluche… llorando, y buscando a sus padres con la mirada… pero no los encontraba… al único que tuvo de frente… fue a un pavorreal, de vestimentas blancas y plateadas… con una curvilínea espada, escoltado por dos lobos… al escuchar su llanto, el ave fijo la mirada sobre la pequeña cría… a quien le afilo la mirada y le señalo, con el ala libre
- "¡Mátenlos a todos!" – Mando el pavorreal, antes de que entre cortos ladridos, ambos lobos se lanzaran hacia el ataque del pequeño cachorro, asustado, quiso refugiarse tras su peluche… pero falta no hizo, pues Li Shan, sujetando un poderoso maso, alcanzo a los lobos en el aire… a uno lo acabo de un golpe… al otro le rasgo la cara, lanzándolos de regreso hacia donde el pavorreal, quien se mantuvo inerte en su sitio, pronto el cachorro fue tomado en brazos por parte de su madre… y Li Shan, tan solo se interpuso en el camino del pavorreal… y su familia
- ¡Llévate a nuestro hijo… váyanse lejos, ahora! – Mando este, antes de lanzarse al ataque con su maso en manos
Sin perder tiempo, mientras la lucha era librada, madre e hijo salieron corriendo lejos de la ahora destrozada aldea… en el proceso, el cachorro dejo caer su peluche y tan solo pudo ver, como lentamente este desaparecía a la distancia… al igual que su padre
-"Tranquilo… tranquilo mi pequeñín, o nos descubrirán" —le pedía amorosamente su madre… Oyó el crujir de las hojas en el suelo. Alguien se acercaba… Abrazó a su hijo, vigilando la zona por la que había oído el ruido, y retrocedió unos pasos hacia atrás… El movió hacia su derecha y ella pegó un respingo… El bebé lloró de nuevo — "Tranquilo, mi niño, tranquilo. No te pasará nada" -
Su cuerpo empezaba a temblar. No sabía quién iba tras sus pasos, pero si se escondía no podía ser nadie bueno.
No le importaba lo que le ocurriera a ella, pero es tigres no tenían piedad. No quería que le pasara nada a su hijo. Continuó retrocediendo. Había dejado de oír ruido y volvía el silencio. Se dio la vuelta rápidamente para seguir corriendo cuando una figura la detuvo.
A pesar de q en las sombras, pudo reconocer su esbelta figura, su larga cola y, sobre todo, sus rayas negras. Era un tigre. Intentó correr en dirección contraria, pero la voz madura y femenina de la felina la hicieron detenerse. Así que era una mujer...
- "¡No, espera! ¡Por favor, espera!" La tigresa salió a la luz de la luna, donde la panda pudo ver su rostro con mayor claridad.
Era una tigresa de rasgos hermosos y expresión desesperada... Parecía suplicante. ¿Acaso sería una trampa? Llevaba algo en las manos… Algo envuelto en una manta… ¿Y si escondía algún tipo de arma? Quiso volver a huir, pero el llanto de un bebé la detuvo… No era el suyo el que lloraba. Se giró hacia ella... La tigresa ya no le prestaba atención… Acercaba la manta a acariciaba con ella a la criatura que ahora solo sollozaba
- "Ya está, mi pequeña… todo saldrá bien" – Dijo la madre tigre
Cuando volvió a levantar la mirada, sus ojos estaban empañados en lágrimas. Dio un par de pasos adelante y mostró a una preciosa bebé idéntica a ella… La pequeña parecía quedarse dormida bajo las atenciones de su madre… Los ojos de las dos hembras se encontraron por primera vez… desde el nacimiento de la cachorra
- "Es mi hija…Por favor" —le rogó — "Me están siguiendo… Vienen a por mi niña y a por mí… Por favor, llévala contigo" -
La panda dudó por unos segundos y bajó la mirada. Unas lágrimas escaparon de los ojos de la madre
- "Si no lo haces, la matarán"— Se la tendió. Una vez más, la osa dudó — "…Por favor" - Finalmente, la panda cogió a su hijo con un solo brazo y tomó a la cachorrita con el que le quedaba libre, acunándola con cuidado para no despertarla. Una sonrisa de tristeza se formó en la cara de la tigresa madre – "…Gracias"
Apenas esto… una madre a la otra, se dedicaron una corta sonrisa… antes de tomar caminos separados, una corriendo en una dirección, y lo mismo con la restante…
Su madre ya había recorrido el estrecho de las montañas nevadas y andaba camino al mar, donde estaba segura de que encontraría algún barco con el que pudieran escapar… las imágenes se sucedían tan deprisa que no le había dado tiempo de parar a meditarlo, pero inconscientemente, sin necesidad de que alguien se lo explicara, que la que lo cargaba era su madre, y que esa pequeña tigresa parecía estar triste... lo sentía... todo parecía ir bien… parecía que iban a lograrlo… pero de un momento a otro, todo cambió.
No estaban solos… algunos lobos habían conseguido salir del pueblo para todo aquel panda que hubiera podido escapar... sabían que los que huyeran también serían los más débiles, y los más fáciles de asesinar... poco podrían hacer contra luchadores como eran ellos… la panda corrió todo lo que pudo… pero los caninos la acechaban y pronto la encontrarían… no solo acabarían con ella, también con los niños
En una de sus carreras encontró unas cajas llenas de verduras y frutas… seguramente se tratara de la mercancía con la que su pueblo comerciaba… esas cajas estaban destinadas a pueblos muy lejanos, donde los niños estarían seguros… sin pensarlo dos veces, metió a su hijo en una de las cajas y puso a la pequeña a su lado… inmediatamente después, loto empezó a gimotear... Su madre agarró sus manitos… y besó con cuidado su frente… mandó a callar al bebé suavemente e intentó que no viera las lágrimas que empezaban a brotar de sus ojos… y le brindó una última sonrisa tranquila a la cría de tigre que dormía al lado de su hijo...
- "Cuídala, hijo mío. Cuídala bien… cuídala… siempre…"- Dicho esto, la panda se alejó del lugar y volvió sobre sus pasos… si había algún lobo por allí, no llegaría más lejos... ella sería el cebo perfecto… pero a un terrible costo…
Entre llantos, suplicas y llamados… loto intento llamar a su madre… pero tristemente para el… jamás volvería a verla… nunca…jamás… sus movimientos, así como los de la pequeña felina, causaron el desequilibrio en la carreta, la cual no pudo soportarlo más… y más que ceder ante el peso… fue a rodar colina abajo, podría no ser algo tan grave… pero lo era… pues al final de la colina… había una caída libre hacia un rio que iba hacia abajo… inevitablemente, la carreta lo alcanzo… y empezó a caer… pero no fue una caída demasiado brusca… todo lo contrario, a eso, pues mientras las canastas empezaban a caerse… la de estos… permaneció en el aire… totalmente quieta, por unos cuantos segundos, hasta que inicio un descenso bastante lento… delicado, y suave, gentil, y cuidadoso, hasta que al final, dicha canasta termino por caer sobre el rio… y ser llevada, junto a ambas crías… a un páramo incierto… durante una hora estuvieron en ese rio… hasta que, por uno de los costados, una espada, gruesa y larga, de un brillo singular, y símbolos extraños se metió al agua… y paro el avance de dicha canasta… de entre las sombras de la oscuridad… un león blanco, de edad ciertamente avanzada, y marcas en el cuerpo teñidas de un rojo carmesí, una musculatura ciertamente notable, gruesa, y cuidada, semi desnudo de la cintura para arriba y una larga melena… salió a la luz de la luna que aún se encontraba en su punto más alto… imperturbable ante los llantos de ambas crías… dejo la espada en su sitio, hasta que entro de manera voluntaria al agua no tan profunda del rio… tomando la canasta en sus manos, para entonces salir de este con dicha… a pasos lentos… el león, que vestía con ropas bastante tribales… pero imponentes a la vista, camino, tomando de regreso su espada con la cola, para dejar esta colgando en su espalda, y emprender un pequeño viaje a través de los bosques de bambú que rodeaban el rio aquel… hasta llegar a lo que parecía ser una cabaña, de estilo rustico… pero cómoda por dentro… la chimenea estaba encendida… había una cama de gran tamaño, una mesa, calderas, y ollas… pero no se concentró tanto en su hogar… sino en las crías… pronto dejo a los niños sobre la mesa… antes de pasar directamente a sentarse en una silla cercana
- "…Cuando dijiste que tenías un encargo para mi… pensé que no te referías a cuidar de dos mocosos… Shen Long" – Dijo el león con simpleza, cruzándose de brazos frente a su musculado pecho… no parecía estar por recibir respuesta alguna… pero la obtuvo… en su mente
- "Las cosas no salieron como se tenían esperadas… mi querido Kela" – Era la voz del dragón, la que resonaba en la mente del león, quien cerro sus ojos con profundidad, y se concentró en aquella voz – "…Surgió un altercado… una madre… desesperada, perseguida… estaba huyendo… de alguien… o quizás de algo… no puedo decírtelo con toda seguridad… pero esta pequeña, no está incluida en tu misión"
- "Bien, entonces a ella la regresare al rio donde la encontré" – Dijo el león, dispuesto a ponerse de pie para tomar a la tigresita en sus manos… pero la voz del dragón se lo impidió
- "Momentito ahí… Kela… si bien, ella no estaba incluida en esto… ahora lo está… ¿No puedes sentirlo acaso?"
Ante estas palabras, el león nuevamente puso toda su concentración en lo que a energía y conexiones se trataba… a su mente, la silueta de la tigresita, y el panda, llegaron, y se vieron resaltadas, una por la ya conocía energía que emanaba de su interior… pero la otra… por una especie de hilo rojo… el cual estaba entrelazado… y anudado… con un segundo hilo del mismo color rojo… que venía de parte del panda… al verlo, pudo entender con claridad las palabras del dragón, por lo que abrió de nueva cuenta los ojos… y observo ahí, a ambas crías dormir… el rio los había adormilado con sus suaves y pacíficos movimientos
- "Ahora lo entiendes… viejo amigo" – Dijo Shen… causando ahora que el león, posara sus manos sobre el borde de la canasta…
- "…De igual forma… no se quedara aquí" – Respondió Kela, llevando pronto sus manos a una especie de tiza brillante que en su mesa residía, llevando dicha tiza hasta una de las paredes de su hogar, donde formo la silueta de una puerta… la cual al abrirla, dio vista hacia una especie de callejón… en un poblado no muy lejano a aquella cabaña… en tiempo real, se podía apreciar como el amanecer estaba dándose… pronto seria momento para que aquel pueblo despertara – "…Si sus destinos, están conectados… debe darse un encuentro natural… lejos del conocimiento… uno del otro…"
- "…Si es así ¿Con quién la mandaras?" – Pregunto el dragón… mientras que el león, de su cama saco una manta suficientemente cálida y cómoda… en la cual envolvió a la pequeña felina, acunándola pronto estuvo protegida contra su pecho, antes de ver lentamente, hasta la puerta mágica que había formado
- "… Confía en mi… conozco un lugar adecuado para esta pequeña… en el valle de la paz"
- "Lo hago… por eso mismo… y lo otro… que es a ti a quien he elegido para esta tarea"
- "…Sabes que no me queda mucho tiempo en esta tierra"
- "También lo sabía… por eso… deberás enfocar… cada minuto, cada segundo, cada hora, día, semana, mes, que te pueda quedar… para asegurarte de que este panda… reciba el entrenamiento y el moldeado adecuado… si es que claro… queremos que la profecía se cumpla"
- "…Detesto las profecías… solo traen problemas tras problemas" – Dijo el león, quien estaba más que listo para atravesar la puerta… sin embargo… se detuvo, y regreso a donde el cachorro de panda se encontraba, fue ahí entonces, cuando puso delante de si, los durmientes rostros de ambas criaturitas – "…No temas, niño… este, no es un adiós… sino más bien… un hasta luego… ustedes dos… por razones que aún no comprenden… están destinados, a la grandeza"
Apenas termino de hablar… el león se fue de nuevo hacia la puerta… y la cruzo… esto como bien se pudo haber dicho en algún momento… estaba lejos de terminar… no era nada más… que el mismo inicio
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Continuara…
