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Unos Años Mas Tarde

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El frio de la mañana… intenso, y duradero, no hizo más que acto de presencia a lo largo de todo el lugar… mejor conocido como el valle de la paz… desde la primera, hasta la última casa, las puertas eran abiertas, y los padres de familia, se disponían a trabajar, a esforzarse… para poder llevar la cena a casa, justo como dictaba la naturaleza… y la rutina cotidiana… hubiesen puestos de todo… ropa… joyería… calzado… o comida… sin embargo… este sitio, debería esperar un poco… no muy lejos del valle, y el poblado… entre los bosques de bambú… algo estaba ocurriendo… algo muy severo… aun para ser de mañana, el ajetreo no estaba de lado… pues podía distinguirse lo que parecía ser una mancha de blanco y negro, que estaba… huyendo… ¿De algo?... ¿O alguien?... no se podía decir fácilmente, al menos no por la forma en la que este estaba corriendo, subiendo árboles, yendo entre las ramas, o incluso moviéndose ágilmente bajo troncos derribados, pero sin duda alguna, con una muy buena velocidad y habilidad para evitar obstáculos… al poder distinguirse mejor aquella figura, podría notarse el cuerpo de lo que era un bastante joven oso panda… este… vestido de una forma peculiar, su torso estaba cubierto por un chaleco emplumado de los hombros, sin mangas, color azul marino, bajo dicho chaleco una especie de camiseta blanca sin mangas por igual, un tanto vieja por su aspecto, en su cintura, había una cinta de tela roja y dorada, con runas antiguas que sostenían tanto su chaleco, como su pantalón, holgado y negro, pero bastante flexible, en su espalda traía cargando una carcaj, vacía, sin flecha alguna y más bien, no traía arco ni mucho menos alguna especie de arma a excepción de un pequeño cuchillo sujetado a su muslo derecho en el pantalón, con la vista pegada al frente, el panda que aparentemente rondaba por los 12 años de edad, levanto sus orejas, pues el crujir de unas hojas detrás de, el, lo distrajeron un tanto bastante, y aunque no tuvo oportunidad a ver por encima de su hombro… sabía que tenía que acelerar su paso

A su ubicación, una segunda figura estaba haciendo acto de presencia, de un blanco nieve bastante intenso y brillante… y vaya que esta tenía la misma convicción al correr que el joven panda, su distracción de este para intentar ver al intruso, fue muy corta, pues de frente se encontró con un muro de algunos cuantos metros, el cual al ser un obstáculo importante, tomo su cuchillo en manos, subiéndose de brinco en brinco entre los troncos de los árboles, hasta quedar a una buena altura, y sin más, se arrojó hacia el muro, en el cual, no solo se sujetó con la mano, sino también con el cuchillo, esto freno la caída que había empezado, pero no por mucho tiempo, pues aunque intentaba escalar, el terreno no daba de si para esto y por más que lo intento… no pudo mantenerse, y termino cediendo, soltando su cuchillo, y empezando una caída libre, en la cual se encontró con unas cuantas ramas que lo detuvieron… algunas, las otras se rompieron, y al final, este cayo de forma estruendosa contra el suelo, y su cuchillo, algo cercano a él, clavado en el suelo, el dolor en el costado del panda no se hizo esperar demasiado, aun cuando este intento levantarse con su brazo aun bueno, fue que un par de pisadas se posaron frente a, el… para cuando levanto la mirada… la severa… fría, y molesta mirada de un león blanco, le hicieron bajar las orejas de inmediato, así como entristecer su expresión facial

- "…Patético, chico" – Dijo el león, antes de acercarse al mismo panda, sujetándolo de su brazo bueno, y haciendo que se levantara rápidamente – "10 minutos… eso fue lo que me tomo alcanzarte… solo… 10, minutos"

- "…Lo siento… padre" – Respondió el joven panda, quien por más que lo intentaba, no podía liberarse del dolor en su brazo… sin embargo, para esto, el león le ayudo, tomando el antebrazo del lado dañado, y con un pequeño empujón, el tronar de sus articulaciones volviendo a acomodarse, hicieron al jovencito soltar un grito bastante reprimido… lagrimeo, y gimoteo, pero al menos, el dolor estaba empezando a pasar - "Perdón…"

- "No te disculpes… tan solo, esfuérzate como es debido en tu entrenamiento" – Mando el león, quien se levantó, y camino lentamente hasta el cuchillo clavado en el suelo, lo sujeto con la cola, y lo lanzo hacia el panda, quien lo sujeto del mango, y lo regreso a su funda – "Jamás llegaras lejos, si no te propones llegar lejos… y olvídate… de tu miedo"

- "…Si padre…" – Respondió el panda nuevamente, con las orejas bajas, así como su mirada

- "Ahora… volvamos a casa..." – Mando, y pronto este empezó a caminar, seguido del jovencito, que no paraba de sacudirse el fango y la tierra de encima, y ahora, a un paso más calmo, estos se dispusieron a regresar hacia su hogar… su pequeña cabaña

El viaje a esta fue bastante breve… el león había estado en lo cierto, ni siquiera se había alejado de la cabaña, y eso podría suponer problemas, una casa de diseño y aspecto bastante… desgastado… se veía la necesidad del mantenimiento a la casa, pero poco o nada le importaba a sus habitantes, y así, abriendo la pesada y gruesa puerta, ambos mamíferos se dispusieron a entrar en la cálida cabaña, la chimenea estaba encendida, como casi siempre, la mesa libre, y un par de camas ordenadas siendo estas acompañadas pronto por numerosas sabanas, cada una pesada, gruesa, firme, y hasta cierto grado… incomodas pero al jovencito, ni al adulto le importaban… el león aparentaba una edad bastante avanzada, y a pesar de que su pelaje blanco no dejaba ver sus prominentes canas, su rostro, reflejaba otra cosa… parecía y se veía joven, aun a pesar de su edad verdadera… aun cuando el joven se vio acomodándose

- "Chico… tengo un encargo para ti" – Dijo el lobo, causando que el panda, que ya se había sentado, se levantara y fuera a donde el león, cabía mencionar que aun a pesar de ser joven… y de ser un panda… su complexión física no era perteneciente a uno… el entrenamiento, y la vida que el león le había hecho llevar, lo estaban manteniendo en forma… para felinos y mamíferos un poco más pequeños a los pandas – "…Toma esta bolsa… y ve a recolectar cerezos dorados" – Dijo el león, quien de la mesa tomo una bolsita de tela gruesa, la cual extendió al panda, que la tomo entre sus manos

- "…¿Cerezos dorados?... pero… esos solo crecen cerca del campamento de los Lin Kuei…" – Respondió el panda, mientras veía la bolsa vacía entre sus manos

- "Lo se… ahora, ve" – Mando este, antes de tomar unos cuantos recipientes, unas frotas, y a machacar despacio… aunque vio a su costado, al panda que aún no se había marcado… por lo que regreso a lo que hacía… y bufo con pesadez – "…Dije… AH-O-RA chico…" – Ahora con un tono un poco más severo y frio que antes, esto fue suficiente para bajar las orejas del panda, quien termino amarrando la bolsa a su cintura… y se dispuso a retirarse de la cabaña… sin embargo, este se detuvo cuando el león lo volvió a llamar – "Puedes llevarte tu arco… y tus flechas… si así lo deseas"

Ante estas palabras, el panda quiso confirmar lo que el mayor había dicho preguntándole… pero sabía que eso posiblemente solo lo haría molestar, y lo haría cambiar de opinión, por lo que solo, guardo silencio, tomo un arco de tamaño estándar de la pared junto a la puerta, así como unas cuantas flechas del mismo sitio de un carcaj más pequeño que el suyo… acomodo estos en su debido lugar en su cuerpo, y pronto, abrió la puerta, saliendo y cerrando detrás de si… iniciando un viaje ligeramente corto… y relativamente apartado a la cabaña

El mundo… era curioso en muchos aspectos… libre de toda malicia… o eso aparentaba… no era secreto para el joven panda lo que era la maldad… o la perversión… siquiera, se le era oculto… la crueldad a la que un hombre podía llegar a ejercer… si es que esos pensamientos… le revolvían el estómago… pero no podía concentrarse demasiado en eso… si había una cosa que había aprendido, era a ver el lado bueno de todas las cosas, malas o peores… en algo siempre había una parte buena… o eso creía el, y se trataba de convencer así mismo, de que así era, fue entonces cuando lentamente, tras haber llegado a una zona de arbustos y árboles, este busco entre los mismos… hasta encontrar lo que tanto estaba buscando… un arbusto de cerezos dorados… dichos eran como las cerezas normales… sin embargo… el tallo de dichas cerezas, era dorado… en color y aspecto… una fruta, muy rara, que nadie conocía… se decía … o bueno, su "padre" le decía que esas cerezas, eran mágicas… ayudaban a re habilitalizar el espíritu y recobraban la fuerza física de uno casi en su totalidad, no curaba enfermedades… pero tenían un sabor delicioso… al haberlas encontrado, el pequeño panda abrió su bolsa, y sin quitarla de su cintura, fue que empezó a tomarlos y guardarlos… uno a uno, tranquilo, relajado por los rayos del sol a su alrededor

- "Listo… con esas bastaran" – Dijo apenas termino de recolectar las cerezas, cerrando la bolsa con un nudo bastante fuerte… antes de empezar a retirarse, aunque… tomo unas cuantas más, y las metió a su vestimenta… viendo de reojo sus pasos de antes sobre el césped en el suelo… respiro con profundidad, el aire fresco era una de las mejores cosas que podía inhalar… eso… y desde luego, una comida decente… no que la comida de su padre fuera… asquerosa… pero el olor, no lo soportaba – "…Aunque… se porte tan… distante conmigo… es… mi padre, y yo debo quererle… le debo, ese respeto" – Dijo un tanto triste para sí mismo

Aun para su joven mente… era una especie de enigma el cómo era tratado por su padre león… cuando salía herido por cosas pequeñas… como caídas o demás… no era algo a lo que le tomara importancia, y le decía lo mismo "Lucha contra el dolor"… pero cuando se trataban de cosas un poco más serias… como los huesos fuera de lugar… torceduras muy graves… o sangrados… siempre estaba con el… a su lado… y no se alejaba hasta que no parara… aunque… era algo bastante gracioso… jamás entendió porque, al cortarse con un cuchillo, o siquiera arrancarse un pequeño pedazo de dedo por esto mismo… este se regeneraba… o las heridas se cerraban sin dejar cicatrices… o porque algunas cuantas cosas no le pesaban tanto como se imaginaba… y gran parte de su vida, se la había llevado encerrado dentro de esa cabaña… alejado de otras personas… u otros niños de su edad… según su padre, la convivencia con otra gente, y los tal mencionados… "modales" no eran algo que se requirieran de manera obligatoria para sobrevivir en la vida… tal vez por eso mismo, es que nunca tuvo amigos… y tampoco es que tenía la esperanza de tenerlos… pero así como su padre le quito muchas cosas… le dio otras tantas… recuerda… cuando apenas pudo tener control sobre sus bracitos y sus piernas… este le dio su arco y sus flechas… y le enseño a usarlos sabiamente… cuando tuvo la fuerza para sostener una espada, sin tambalearse… le enseño a defenderse con esta… le enseño a nadar… de manera muy poco ortodoxa debía admitirlo… pero ahora estaba seguro de que nadie podía vencerlo en natación… le enseño a sobrevivir… ante cualquier situación… bajo toda circunstancia…

Sus pensamientos, se vieron distraídos cuando escucho un agudo grito en las cercanías

- "¡AYUDA! ¡POR FAVOR! ¡ALGUIEN AYUDEME!" – Era el grito de una inconfundible mujer… tanto por la finura de su voz… como por su desesperación y llanto… al haber corrido unos cuantos metros, paso los arbustos y árboles… encontrándose sobre un risco, en el cual, debajo de este, había un campamento de buen tamaño, perteneciente a los Lin Kuei

Lobos… espantosos y malditos lobos… nacidos y criados para únicamente… matar… robar… y violar… tras haber buscado con la mirada por todo el campamento, en las yurta, en las fogatas y demás… no encontró nada… pero fue entonces cuando dio con la entrada… media docena de lobos, estaban arrastrando un pequeño grupo de cuatro hembras al interior del campamento… mamíferos… una leona joven, dos leopardos de las nieves… y una loba… parecía tibetana… de un pelaje castaño bastante sucio… y lleno de moretones por golpes recibidos con anterioridad… tenía una cabellera del mismo color… curiosamente, de buenas proporciones, una figura de musculo, pero esbelta… a cada una, se les fue arrastradas hasta la parte más apartada del campamento… y a su paso, los lobos del clan no tardaron en manosearles… o en arrancarles lo muy poco de ropaje que les quedaba encima de manera brusca… hasta llegar a lo que parecían ser corrales… las separaron… y a cada una la arrojaron al interior de los corrales… a las entradas a estos varios miembros ya habían llegado… y tan solo… presencio como los mismos lobos se retiraron los cinturones de los pantalones… y entraron ahí mismo… aparto la mirada, apenas escucho un chillido/grito desgarrador de parte de cada una de las hembras… cerrando los ojos con firmeza, intentando no escuchar, ni ver lo que estaba ocurriendo… pero eran tan fuertes sus suplicas… sus gritos… su desesperación… que podía sentirlo en su corazón… no tuvo de otra… se levantó, y aparto del borde, para entonces darse la media vuelta… aun antes de desaparecer entre los arbustos… este miro por encima de su hombro hacia atrás… escuchando una última vez… los llamados de auxilio y las suplicas de las hembras… antes de regresar la vista al frente… y desaparecer entre el follaje…

Tras unos minutos de caminata, el joven panda había regresado a la cabaña, de la cual abrió la puerta lentamente, y así, este se dispuso a entrar… en el interior, encontró al león, aun haciendo aquello con un tazón y un machacador… parecía estar haciendo pintura… cuando escucho la puerta cerrarse, este levanto la cabeza, mas no giro a verlo – "Tardaste" – Dijo este a medias, continuando con su labor, antes de que el panda dejara la bolsa de tela junto al tazón, al abrirla, el león tomo algunas cuantas cerezas, y las metió junto a lo demás, y empezó a moler nuevamente

- "Si… lo siento, padre, me distraje un poco" – Respondió el joven con simpleza, yéndose a sentar en el borde de su cama, con la mirada clavada en el suelo

- "¿Con que?"

- "…Con… los Lin Kuei…" – Al decir esto, el león paro lo que estaba haciendo, y pronto el joven recibió una mirada de reproche del león, la cual pudo notar, aun cuando ni siquiera giro la cabeza para verlo al rostro – "No pelee con ellos… ni siquiera me les acerque… es solo que… estando ahí… pude… presenciar cómo estaban arrastrando prisioneras a su campamento… y… vi… cuando las… eso" – Esto último, en un cierto tono de decepción… ¿Pero era decepción?... o ¿Era impotencia por no haber hecho algo al respecto?... era difícil de decir… pero el joven si estaba apretando con fuerza sus manos

- "…Chico… lo que les ocurra… no es nuestro problema… punto y final…"

- "Pero…"

- "Sin peros… chico… escúchame…" – Termino lo que estaba haciendo en ese plato, antes de irse a sentarse sobre una de sus rodillas frente al joven, a quien miro con esa inexpresiva cara suya… si bien su entrecejo estaba fruncido… no parecía ni alegre, ni molesto… sino severo – "…Lo que le ocurra a la demás gente… no es algo que deba importarte… ni mucho menos, interesarte… tu solo, preocúpate primero por ti… y solo por ti… punto… ¿Entendido?"

- "…Pero… padre"

- "¿Entendido?" – Esta vez, lo volvió a preguntar, con un nivel en su voz mucho más alto… y firme, ante el que el panda, no pudo hacer más que suspirar, y asentir con la cabeza

- "…Si, padre…"

- "Bien…" – Ante esto, Kela se enderezo en su lugar, y regreso a la mesa, donde vio el tazón aquel repleto de la pintura que había preparado… más la cubrió con una pequeña tapa a su medida …

El resto del día transcurrió como era comúnmente en esa cabaña… con esa… "familia"… entrenamientos… ejercicios arduos… caminatas, o incluso escaladas, corridas, o natación larga y prolongada a contra corriente, el joven panda no la tenía fácil… para nada… pero como su padre le decía… todo era por algo… y si su entrenamiento, tenía que ser parte de algo aún más grande simplemente estar preparado para la vida… entonces tenía que hacerlo… llegada la noche de ese mismo día, podía sentir cada uno de sus huesos doliendo como el mismo infierno… quemaba más grasa de la que consumía… pero gracias a su padre, había conseguido soportar el hambre… y de a poco, cantidades pequeñas, eran suficientes para su día a día, y cuando comía demasiado, era lo que quemaba al día siguiente… llego la noche… y como se era rutina, padre e hijo se dieron las buenas noches, y se fueron directamente a descansar… paso un rato… y apenas el panda estuvo seguro de que el león estaba profundamente dormido… salto fuera de la cama… vestido por completo, fue hasta la puerta, y tomo su carcaj, sus flechas, y su arco… de la mesa tomo su cuchillo, y se fue lentamente hacia la ventana de la casa por la parte de atrás… era algo serio lo que haría… y se metería en muchos problemas… pero tenía que hacerlo… no sentía correcto dejar a esas pobres mujeres en un destino tan cruel como ese… antes de saltar por la ventana, miro hacia adentro unos cuantos instantes… vio al león, y suspiro, antes de salir, y en silencio, alejarse de la casa… apenas se aseguró de estar bien lejos de esta, salió corriendo con toda su energía restante hacia el campamento de los Lin Kuei

Al llegar, escucho las risas, y los brindis de muchos… las flamas de las fogatas alrededor de todo el campamento ahora iluminaban todo el interior de dicho… ahí se encontró nuevamente el panda, desde aquel risco… mirando con atención a su entorno… todos estaban en la fogata central… celebraban por algo… y no estaban solos… pues pudo notar un grupo de bailarinas, exóticas alrededor de la fogata, lejos de la misma, por protección así mismas obviamente… difícil para él era saber, si eran esclavas… o si eran pagadas… pero eso no era de su incumbencia… tenía que ver primero por las de hace algún rato, luego se preguntaría qué onda con aquellas otras... con sumo cuidado, y a deslices cortos, y silenciosos, bajo el risco por una de sus paredes, lento y cuidadoso, las pocas piedras que caían, eran pequeñas, y por el ruido seguro que ni se percataban de su presencia, se tardó lo propio, pero llego a estar en el suelo, dentro del perímetro del campamento, y corriendo rápido, fue a cubrirse detrás de una yurta… asomo la cabeza por uno de los costados de esta, prestando atención al cómo era que los lobos ahí estaban admirando a las bailarinas, usando las yurta y la sombra como una capa de protección, este empezó a moverse, lento, en silencio… la luz dentro de algunas yurtas, dejaba ver a múltiples lobos… acompañados… o abusando de pobre se inocentes mujeres… sus gritos… sus suplicas… cada ruido, cada golpe… era un tormento para su mente, pero no podía hacer demasiado por ahora… esto se lo había impuesto como una prueba personal… de tener éxito… al menos tendría algo que poder presumirle a su padre… tal vez… eso y lo haría sentirse orgulloso… tal vez…

Tardo lo suyo, pero pudo llegar finalmente a los corrales a donde había visto, metieron a las hembras esa misma tarde… cubriéndose tras una de las paredes de esta, espero a asegurarse de que no hubiera nadie cercano, y así, este salió para abrir las puertas… pero volvió a esconderse rápido… pues un lobo estaba saliendo de uno de esos mencionados corrales… subiéndose el pantalón, y acomodándose el cinturón que sujetaba su mismo a la cintura

- "… Joder… ya me hacía falta una buena como esa… no te vayas a enfriar aun nena… ya volveré por más" – Dijo a la mujer dentro del corral, y se fue, sin haber cerrado la puerta de dicho… debido a lo que cometió, posiblemente creyó que a la hembra no le quedarían fuerzas siquiera para intentar escapar… pero también fue un grave error… pues eso dio al jovencito más tiempo del necesario

Con sumo cuidado, apenas vio al lobo desaparecer de su vista, corrió hasta el corral que este había dejado abierto, y entro… pero inmediatamente, quiso salir por el asqueroso hedor que había en este… el suelo estaba cubierto de paja… y a su mismo tiempo, esta estaba cubierta de una sustancia de dudosa procedencia… pero tanta atención, prefirió no prestarle… tras llevar la vista hasta la parte más profunda del corral, y de verdad que estaba haciendo gigantescos esfuerzos por no vomitar… delante de el… pegado a ese muro… vio a la loba de pelo y pelaje castaños que anteriormente había visto esa misma tarde… pero… no era la misma… o eso parecía… le habían cortado una parte de su cabello… su espalda estaba repleta de golpes de látigo… casi sangrantes… sino es que aquello era sangre seca, era reciente posiblemente… sus brazos… piernas… muslos… todo su cuerpo había sido profanado con todo tipo de golpes… arañazos… y líquidos… estaba dándole la espalda… esposada a las esquinas superiores del corral de las manos, y al suelo de los tobillos… y su cola… estaba sujetada por una soga que la obligaba a mantenerla en alto… las arcadas a cada instante eran más fuertes… y su corazón latía con fuerza… pero tenía que guardárselo para después… agitándose y recuperando la cordura bastante rápido, fue que este término por acercarse, y los grilletes que le tenían sujetada, los abrió con ayuda de su cuchillo, primero las piernas, y luego corto la soga que sujetaba su cola, dejando a esta caer por completo… por inercia, y reflejo, su cola se metió entre sus piernas… queriendo ocultar su vergüenza… pronto, paso a sus muñecas… las cuales soltó, primero la derecha, dejando caer su brazo como peso muerto hacia el suelo… tenia duda de si liberarla al final… pero si lo iba a hacer, tenía que ser rápido… le soltó el brazo faltante, y esta se desplomo al suelo, le costó un poco, pero logro sostenerla… le dio vuelta a su cuerpo… y ahí fue cuando le vio el rostro… su boca estaba entreabierta… y sus ojos… habían perdido mucho brillo… pero… era curioso… uno de sus ojos era café… y el otro era gris… la pupila, no era ceguera… al menos no lo parecía… al menos su rostro lo dejaron en paz… no tenía marcas… o cortadas… pobre criatura… ahora entendía porque su padre solía decirle casi a diario… que la vida era cruel… y que la muerte… lo era también… pero jamás se planteó así mismo… ver un nivel de crueldad como ese

No podía malgastar el tiempo con esa clase de pensamientos… vino a algo, y tenía que hacerlo, deprisa

- "Señorita… señorita… ¿Me escucha?" – Trato de llamarla, pero no importa lo que hiciera, esta no parecía tener intención alguna de reaccionar, o despertar… esto lo preocupo bastante, pero insistió… - "Vamos… señorita… despierte… reaccione por favor…" – No reaccionaba… sentía el cuerpo de la loba como peso muerto… pero muerta no estaba… su estómago subía y bajaba… respiraba… pero no reaccionaba… tras buscar solución… cayo en cuenta de algo… las cerezas… busco en su ropa rápidamente con una de sus manos, hasta dar con un par de cerezas que ahora recordaba, había guardado el mismo para sí… pero no iba a poder masticarlas… tragarlas tal vez… pero no masticar… no tuvo de otra, se metió una cereza a la boca… y la mastico lo suficiente, antes de enderezar la cabeza de la loba, y pasarlo de su boca, a la suya, en un contacto labial bastante breve, aunque si tuvo que empujar la cereza con su lengua, apenas se liberó de esta, se apartó, y limpio los labios… y espero…

Espero muy poco en realidad, pues la cereza, hizo su trabajo, y la loba empezó a toser con gran fuerza, todo su cuerpo paso de frio, a cálido, y pequeñas estelas de vapor salían desprendidas de su cuerpo… jadeante, se aferró al muchacho con fuerza, queriendo recuperar el aliento tan pronto pudiera… la vista aún seguía borrosa para ella… pero el panda noto como el brillo de sus ojos estaba regresando gradualmente… fue así, cuando al entrar en conciencia de nuevo, la loba quiso ponerse a la defensiva, y gritar, pero inmediatamente fue mandada a callar por la mano del muchacho, quien le hizo guardar silencio, para así al final, este indicarle con uno de sus dedos, sobre su propio labio, que se mantuviera callada, pero su desconfianza, y el miedo de la loba era mayor a las buenas intenciones del jovencito, del cual se quería apartar como pudiera… pero este no la dejo

- "Tranquila… tranquila, no tengas miedo… no voy a hacerte daño… vengo a ayudarte, pero no poder hacerlo si no te estas callada… y haces exactamente lo que digo… ¿Entendido?" – Pregunto este… y aunque la duda estaba sobre los ojos de la loba… recordar donde estaba, y la apariencia del panda… le indicaban que este no formaba parte del grupo… y viéndose libre de sus atadoras, le quedaba todavía aún más claro… por lo que asintió, y este le soltó el hocico – "Bien… mi nombre… es Po… ¿Y el tuyo?" – Pregunto este, ladeando su rostro ligeramente hacia el costado

- "…Natani… mi nombre es Natani…" – Respondió débilmente la loba… no que le faltara fuerzas para hablar… pero simplemente no terminaba de confiar en Po… más bien, ni empezó a confiar en el

- "Bien, Natani… ahora préstame atención… te sacare de aquí a ti… y a las demás en los corrales… pero tenemos que movernos rápido… y pronto… de lo contrario, nos meteremos todos en muchos problemas…" – Dijo este, antes de apartarse, y salir a un paso acelerado del corral… pasando pronto a los siguientes…

Algunas de las hembras aún tenían fuerzas, y al ver las puertas abrirse, se cubrieron con las manos queriendo protegerse… pero al ver al panda… ese sentimiento de miedo, cambio inmediatamente… Po no se supo responder así mismo, como fue que a estas las habían dejado prácticamente en libertad… y con la loba… habían tomado tantas medidas para evitar que se moviera… pero como antes, no era momento para gastar el tiempo en preguntas bobas… a quienes les hacía falta algo de fuerza, les dio una cereza… y les ayudo a salir de ahí.. guiándolas, volvió a donde Natani… y a esta le indico que le siguiera… aún bajo duda, la loba obedeció… y oficialmente… la fuga se había iniciado

Dando pasos lentos por donde había llegado, el joven panda guiaba a las féminas hacia donde anteriormente aterrizo… no iban a poder salir por ahí, no había escaleras, y escalarlo solo así podría tirar demasiadas piedras que causarían ruido, aun con la fiesta aquella en el centro del campamento… pasando por detrás de las yurtas, con la cabeza baja… tuvieron que ir todo el camino, desde las yurtas, hasta la salida del mismo campamento… sería un gran problema, pues el sitio estaba bajo vigilancia con una torre… lo estuvo pensando… y planeando… regresando la mirada por donde vinieron, y luego hacia el resto del campamento… no había demasiados lobos cerca, fuera del que estaba en aquella torre, bajo la oscuridad de la yurta, este se dio la vuelta y miro de frente a las hembras

- "Escúchenme… la salida está justo ahí… noqueare al guardia, y abriré las puertas… apenas tengan la oportunidad… salgan corriendo… corran, y no se detengan por nada" – Mando este, y con un pequeño asentir de cabeza, cada hembra se quedó bajo el resguardo de la oscuridad, el panda, acomodo su arco en su cuerpo, y salió agazapado hacia la misma torre… subir por sus escaleras podría ser problemático… así que opto por subirse con ayuda de su estructura misma, en saltos pequeños, y silenciosos, evitando las luces y todo lo que pudiera delatar su presencia, salto tras salto, brinco a brinco… termino por llegar hasta donde el lobo se encontraba… en silencio, se le único a su plataforma… y aunque el canino de pelaje oscuro olfateaba el aire, notando los cambios en el aroma… no pudo reaccionar, antes de que el joven pando, lo sujetara del cuello con su arco, y lo asfixiara… no lo mato, sino mas bien tan solo lo dejo noqueado en el suelo… justo en esa misma torre… estaban unas palancas, suponiendo que fueran de la entrada, tan solo tenía que tirar de ellas… pero se quedó quieto, al escuchar un grito bastante agudo… al asomarse por el costado de la torre

Vio el cómo las hembras que estaba intentando salvar, fueron encontradas por 3 lobos, quienes sujetaron a tres, y Natani, la loba salió corriendo hacia la salida, a estas las retuvieron, y fue que de su cintura saco un cuerno, que pronto soplo… era una alarma… el panda no tuvo demasiado tiempo, tan solo jalo una palanca, y apenas esto, empezó a bajar de la torre por uno de sus costados, con ayuda de su cuchillo, enterrando este sobre uno de sus soportes de madera, hasta caer del todo al suelo, así, regreso dicho a su muslo, y corrió hacia donde Natani, esta estaba desesperada, queriendo que la puerta se abriera de una vez, pues no muy lejos, el resto del campamento estaba acercándose… y la puerta, se estaba abriendo muy lento… cuando esto, volvió a acomodar su arco en su espalda y corrió a la misma puerta, sujetando a esta por debajo con la intensión de hacer que se levantara más rápido… pero fue muy tarde, al ver detrás suyo, ya los lobos estaban bastante cerca, por lo que tuvo que soltar la puerta, tomando una de las manos de Natani, para así entonces salir corriendo a otra dirección, siendo perseguidos por los lobos, por un lado, y por el otro, buscando desesperados una salida de ahí… pero no la encontraron, terminando así en el mero centro del campamento… rodeados por los lobos… ante esto, Po sujeto nuevamente su arco, y una flecha preparada para cuando alguno saltara… espalda con espalda, la joven y asustada, como desesperada loba no se le despegaba… al ver el cuchillo del joven, lo sujeto, quitándoselo del muslo para esta empuñarlo, viendo tan solo como la horda los rodeaba… y se burlaban de ellos… de entre tantos, un lobo, con armadura y ropajes más oscuros a los demás… salió, y se posó delante a ambos

- "Bravo… bravo mocoso… una maniobra de rescate… algo… admirable… eres el primer idiota que se mete en mi campamento… y logra "liberar" a nuestras prisioneras… te aplaudo por ello" – Dijo el lobo… con sorna… en uno de sus hombros yacía el símbolo de los Lin Kuei, sin embargo, este no se esperó mucho, para tensar la cuerda con la flecha

- "…Gracias… aunque tus felicitaciones carecen de un sentimiento real… te las acepto…" – Respondió Po, antes de apuntarle… el lobo estaba riendo de manera ronca… y empezó a caminar hacia ambos

- "Es curioso… un simple mocoso… se metió aquí… creyendo que podría sacarlas… ¿No es adorable?... el niño quiere ser un héroe" – Al terminar sus palabras, el lobo empezó a reír de manera escandalosa, junto a los demás miembros del clan… ya estaba a escasos centímetros, y Po no parecía ir a disparar pronto – "Adelante… suelta esa flecha… a ver si el cachorrito tiene suficientes huevos" – Mando el lobo, ya estando a muy escasos centímetros del panda y la loba… quien por más que quisiera actuar… no podía dejar su espalda desprotegida… - "Pero no los tienes… no tienes lo que se requiere… esos ojos… no son los de un asesino… sino los de un mocoso estúpido y crédulo" – Dijo el lobo, quien se apartó unos centímetros… antes de sujetar los hombros de Po, y propinarle a este un fuerte rodillazo en el estómago, este le saco todo el aire, e inmediatamente, destenso la flecha y dejo caer esta, junto a su arco al suelo, con una mano sujetándose el vientre por la excesiva cantidad de aire que le faltaba

Ante esto, la loba, temerosa se dio la vuelta, y trato de apuñalar al lobo delante de ambos, mas esta todo lo que recibió, fue un apretón de mano de parte de este, y pronto, un golpe del mismo modo con el puño cerrado, que pronto la hizo perder el equilibrio, y dio pie a que el lobo la sometiera boca abajo en el suelo.. "Sujétenlo" dijo este, y pronto unos cuantos lobos corrieron a sostener a Po contra el suelo… apenas pudo estar recuperado, este empezó a forcejear… pero su fuerza, se había desvanecido, y no entendía por qué… tan solo ahí estaba… con media cara metida en el fango… con la loba frente a, el… ambos mirándose, uno al otro… a este le sujetaron contra el suelo entre todos, mientras que a ella, el lobo la sujeto y amarro de las manos detrás de su espalda… y apenas se aseguró de que no se podía mover… llevo la diestra hacia el rostro de esta… retirándole la cabellera que cubría gran parte de su rostro… dejando ahora ambos orbes, gris y café al descubierto… antes de acariciar y rascar su mejilla, causando repulsión en la loba…

- "Mira a tu héroe muchachita… No creíste que de verdad podría sacarte de aquí ¿O sí?" – La sujeto de la mandíbula, y le hizo fijar su mirada sobre del panda… pero esta, pronto fue obligara a observar a medias al lobo detrás suyo - "Tu no iras a ningún lado… zorra estúpida" – Empujo su cara de regreso contra el fango, y la mantuvo ahí, unos cuantos instantes, antes de que sus manos, fueran desde su espalda, hasta su espalda baja, acariciando con sus dedos y garras, hasta el último centímetro de esta misma – "Además… como piensas que te voy a dejar ir… cuando tu culito fue el mejor que pude haber encontrado… a no… tú te quedas conmigo… encanto" – Esas palabras, fueron las finales… al menos por un corto tiempo, pues las garras del lobo, se enterraron con firmeza en los glúteos de la loba, manteniendo a esta firme y quieta en su sitio

Esto hizo dilatar los ojos de la loba, y fue peor aun cuando escucho el sonido de un seguro siendo retirado… y lo poco que pudo ver, fue al lobo bajándose los pantalones… esto la hizo llenarse el corazón de miedo, y angustia, y por más que intentaba ocultarse con su cola, esta fue bruscamente sujetada, y apartada del camino… sintiendo una vez más… una asquerosa calidez, y viscosidad posarse detrás suyo… entendió con mayor claridad… lo que estaba a punto de sufrir nuevamente… y lo peor… es que estaba consiente… "Toma…¡Esto!"… exclamo el lobo… antes de hacer, lo que se había propuesto

- "¡No…NOoo….NOOOOOOOOOOOOO! ¡Aaaaagh! ¡Igh!… ¡Ngggh!...¡Gaah!… ¡Gaagh!..."

Po… no podía ver muy claramente lo que estaba ocurriendo, aún estaba ligeramente aturdido por la falta de aire en sus pulmones… más apenas pudo reaccionar… y su vista regreso… pudo ver de frente así mismo…al lobo que previamente lo había golpeado… aun siendo sujetado por los lobos, estos no paraban de reírse… y mascullar entre ellos "Yo sigo, después del jefe" o "No la vaya a romper… aun no tuve la oportunidad de probarla" … esto no lo entendía bien… pero fue entonces… cuando bajo la mirada lentamente… noto la figura de pelaje castaño de cierta loba… retrocediendo lentamente, pero regresando al frente con fuerza… cayo en cuenta de las cosas, y fue entonces cuando regreso la mirada hacia el rostro de Natani… estaba llorando… desconsolada, soltando grandes cantidades de lágrimas, mientras todo su cuerpo era jalado, y empujado contra el fango del suelo a medida que el lobo hacia su movida con ella… ver el dolor en los ojos de Natani… ver ese sufrimiento… esa tristeza… esa crueldad… lo hicieron ceder…

- "…Suéltala…" – Mando el panda, con un volumen vocal suficientemente alto para ser escuchado por este mismo lobo, quien al voltear a verlo, propino un fuerte azote con la mano abierta sobre los glúteos de aquella loba

- "..Ah… así que… ngggh… el héroe aún está consciente… grábate esta imagen bien muchachito… tal vez si te portas bien… te deje tener tu primer, y ultimo placer en la vida, antes de asesinarte" – Le dijo el lobo, antes de sonreír, mostrando hasta el último de sus colmillos blanquecinos y afilados, y seguir con sus vaivenes pélvicos… pero el panda volvió a llamar…

- "Dije… que la… soltaras…" – Volvió a mascullar el oso… esta vez, apoyando sus manos contra el suelo, aun teniendo a 7 lobos encima de él, reteniéndolo, a este no parecía costarle levantarse, aun con ellos encima, y por más que ejercían presión para detenerlo… este no parecía ceder… más a su cuerpo… unas flamas de procedencia desconocida fueron a aparecer… llamas rojas… que cubrieron lentamente sus piernas primero… pasando lentamente por sus muslos, hasta su cintura… pronto al pecho… y se extendió hasta los brazos… y al final… a su cabeza… donde sus propios ojos… se vieron envueltos en llamas

- "…¿Pero que mierd-" – Intento exclamar el lobo, deteniendo sus movimientos, antes de este ser empujado lejos, al igual que los demás lobos, excepto Natani…

Cuando esta se vio libre del agarre del lobo, y de su presencia… dentro de sí misma… levanto la cabeza… y se encontró con el demonio mismo frente a ella… ese pequeño panda… estaba envuelto en llamas, pero eran llamas pequeñas, a comparación de las llamas de sus ojos… esta salió corriendo hacia los lobos, con un poderoso grito de guerra, que seguramente aturdiría incluso a la bestia más grande, y de un poderoso brinco, acorto más pronto la distancia entre el, y los lobos, a quienes empezó a masacrar sin piedad alguna… guiado por una ira irracional… por una fuerza descomunal… y una sed… de sangre… tan grande… que no parecía tener control propio… dientes volaron… cabezas fueron destrozadas… colmillos fueron arrancados… y los cuerpos… partidos a la mitad fueron… uno a uno, el campamento entero empezó a caer, la velocidad y precisión de los golpes del mismo panda, tan poderosos eran, que no se podían responder, como era que semejante niño pudiera poseer tales fuerzas, y por más que lo atacaran, a este le daba igual, le cortaban la espalda… esta se regeneraba al instante, lo golpeaban, este regresaba el golpe con el doble de fuerza, quizás más… lo hacían caer… y este se levantaba todavía más, la sangre volaba, y pintaba las yurtas más cercanas, así como también una tanta de esta, extinguió la llama de la fogata central… una montaña de cadáveres se formó bajo los pies del jovencito aquel, que de a poco, diezmo las fuerzas de los lobos… asesinándolos a todos… y a cada uno de ellos… el lobo que anteriormente lo golpeo… y abuso de aquella loba, intento escapar del montón de lobos en la pila… pero apenas se movió, fue sujetado por la espalda por los brazos del niño, a quien por más que arañaba, por más que mordiera, o por más que golpeara, no lo soltaba… y las llamas de su cuerpo, lo estaban quemando… molesto… asustado… aturdido, y desorientado… el lobo apenas pudo fijar por un breve momento, la mirada de aquel panda sobre la suya

- "…¿Quién demonios… eres tú?" -

- "…¿Yo?...Solo soy un mocoso…" – Fue lo último que respondió, antes de este sujetar la cabeza del lobo, por detrás, y de enfrente del mentón, una mano para cada sitio, antes de jalar de estas con fuerza, y tronar el cuello del lobo… a quien sus ojos, empezaron a enrojecerse por su propia sangre… cayo, sobre la pila, pero no se mantuvo en un solo sitio… pues empezó a ir cuesta abajo… hasta llegar al pie del montón… el panda… libre ahora de aquel fuego que anteriormente lo había cubierto, se vio las manos… se vio así mismo… antes de empezar a exhalar con gran fuerza… y fue entonces… cuando en un impulso de ira personal, saco las pocas garras que tenía en sus manos, y se quedó de rodillas, en la cima de aquella montaña de cadáveres

- "¡Grrrrr!… ¡Nnngggh!… ¡Gaaaaaaaaah!... ¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!" – Un poderoso grito, que pronto termino en un rugido, fue lo que lanzo a los aires, envuelto en la sangre de los lobos que había masacrado… en su ropa, en su cara, y en sus manos… un gigantesco rayo cayo de los cielos, y azoto con furia a la tierra

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De Regreso A La Cabaña

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Un segundo rayo hizo despertar de sus sueños a Kela… el adormilado león, no tardo demasiado en reaccionar, y en levantarse de la cama… afuera una poderosa tormenta se había desatado… y ahora debía bajar hacia el sótano en caso de ponerse peor

- "Chico, despierta… nos vamos al sótano…- Mando el lobo, el cual pronto salió de su cama y se estiro con fuerza… mas no recibió respuesta como lo esperaba… en tormentas pasadas, Po era el primero en despertarse, asustado por los relámpagos, exigiéndole que lo llevara a un sitio más seguro… pero ahora, no recibió ni eso… ni una respuesta… - "Po… ¿No me oyes? Te digo que…" – Se había dado la vuelta… no continuo con sus palabras… - "…¿Po?... ¿Chico?" – No estaba en su cama… y tampoco parecía estar dentro de la casa… la ventana estaba abierta… y con la tormenta afuera… - "…Uugggh…no ¡No ahora!" – Molesto, y hasta cierto grado… posiblemente… preocupado, corrió hasta la mesa, y se dispuso a tomar su hacha… pero no tuvo necesidad de sujetarla, pues la puerta se abrió en par…

Po estaba volviendo… estaba empapado… la tormenta afuera seguía igual… pero a este parecía darle igual, Kela se estaba disponiendo a reprenderlo por esa falta tan grande… pero fue entonces… cuando al entrar, Po arrojo el cadáver del anterior líder del campamento a los pies de su padre… desconcertando significativamente al león… quien al ver los ojos carentes de vida del lobo… dedujo lo que había ocurrido… tan solo vio unos segundos más al panda… y luego al lobo… antes de que esto… quedara de lado bastante pronto… luego de algunos minutos, la tormenta afuera se había calmado… la chimenea fue encendida… y pronto el calor de esta, junto a unas sábanas gruesas cubriendo a Po, fue lo que se encontraba sobre la mesa… Kela estaba ayudándolo a secarse un poco… pero al hacerlo… embarraba algo de la sangre sobre el panda, sobre las mismas sabanas… se le quedo viendo… fijamente… unos segundos… el panda desde hace un rato que tenía la mirada fija en una cierta parte… y era en sus manos… al notarlo, bajo la mirada también… y noto las sangrantes manos del panda… pero no era su sangre lo que había entre sus dedos y garras… no… sino la sangre producto de la masacre provocada anteriormente…

- "...¿Qué fue lo que paso?" – Pregunto Kela, levantándose para ir a buscar un poco de agua, y vendajes… los nudillos del pequeño estaban gastados… y llenos de sangre… por un motivo… no se estaba regenerando… pero pudiera más que ser algo malo… una señal…

- "…Lo siento… padre… pero te… desobedecí…" – Respondió el panda… agachando sus pequeñas y redondas orejas repentinamente – "…Fui tras las prisioneras de los Lin Kuei… entre… pero al salir… las cosas se complicaron demasiado… nos atraparon… y yo… yo… no pude hacer nada para evitar que… no pude frenarlo antes de que… ese… ese maldito…" – Cerro sus ojos… y puños con gran fuerza… las llamas estaban regresando – "Abuso de ella, delante de mis ojos… ese… ese maldito… pero yo… yo hice algo peor… yo… yo los mate… los mate a todos padre… no quedo nadie… con vida…" – Esto último lo susurro con un tono de voz bastante roto… quebrado… y dolido… tan solo 12 años… y había visto tanto y hecho tanto en tan poco tiempo… pero a sus manos… llegaron las de Kela… quien le dio suaves palmadas encima… queriendo relajarlo… lo cual consiguió, y las llamas, cedieron, y las heridas de sus puños, se regeneraron… pero aun así… el león empezó a vendarlo

- "…No te tortures, por lo que has hecho chico… hiciste lo que tenías que hacer… para sobrevivir…"

- "Padre… pero es que… yo los asesine…"

- "Chico… no dejes que te afecte… a lo largo de tu vida… te encontraras con todo tipo de personas… pero debes cerrar el corazón a su desesperación y a su sufrimiento…" – Dijo este… antes de terminar de vendar las manos del panda, antes de subir las manos a sus hombros, y sostenerlo con firmeza… pero hasta cierto grado… delicadeza – "Es mejor que no tengas sentimientos hacia ellas… ellas… no van a tenerlos por ti"

Palabras duras… si… carentes de sentido… No… crueles… tal vez… pero ciertas al final… hasta cierto punto, podía entender, que se encontraría con personas que genuinamente no se interesarían, o preocuparían por tenerle misericordia a el mismo… esto fuera de ser una decepción… era una lección que Po, nunca olvidaría… pero pronto, eso quedo de lado… puesto que sintió algo húmedo recorrer su barriga… este se había quitado parte de la ropa para evitar resfriarse… pero ahora al bajar la mirada, noto como el león, estaba pasando una especie de pincel sobre su barriga… formando lo que parecía ser una flecha… pero solo la punta de esta, desde su lado izquierdo, y con la punta de esta, señalando hacia la derecha de su torso… apenas esto termino, el león puso de lado el tazon con la pintura… y el pincel a un lado sobre la mesa… y se enderezo…

- "…Estas listo…" – Dijo el león

- "…¿Listo?... Listo para que"

- "Para empezar con la segunda fase de tu entrenamiento chico…"

- "…¿Lo… Lo dices enserio padre?"

- "Totalmente… pero debo advertirte… que una vez hayamos empezado, no hay marcha atrás… y todo lo que hemos hecho hasta ahora… será nada… comparado con lo que se viene… ¿Estas a la altura de este reto?" – Pregunto el león, colocando una de sus manos sobre el hombro del panda… quien bajo la mirada unos momentos… sus manos ahora estaban limpias… y entendía, que podría sufrir mucho… pero debía hacerlo… no sabía porque… no a ciencia cierta… pero tenía la necesidad… de ser aún más fuerte

- "…Lo estoy, padre…"

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8 Años Después

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…Cuenta la leyenda de una legendaria guerrera… cuya técnica del kung fu, era material… de leyenda… viajaba en busca… de contrincantes dignos… era tan letal, que sus enemigos quedaban ciegos por la sobre exposición a tanta barbarosidad… ¡Sin importar a cuantos adversarios enfrentara, ninguno estaba a la altura de su poderbilidad!... ¡Nunca antes una guerra había sido tan temida! … y tan amada… hasta los héroes más heroicos de toda china… ¡LOS 4 FURIOSOS, SE INCLINABAN CON RESPETO, ANTE ESTA GRAN MAESTRA!...Suplicaban que se juntara a ellos… pero tendrían que esperar para juntarse… pues cuando te enfrentas a los diez mil demonios de la montaña demoniaca… solo hay una cosa que importa… ¡Y ESA ES!

- "Tigresa…¡Tigresa Despierta! ¡Vas a llegar tarde al trabajo!"

- "…¿Qué?"

- ¡CRASH! -

El dolor… ese ligero pero molesto dolorcito en su espalda era presente… un par de orejitas felinas, de rayas negro azabache, y pelaje naranja se levantaron prontamente… y del suelo, emergió una somnolienta… adolorida… y un tanto adorable tigresa… usando un pantalón ligeramente remachado y parchado de algunas cuantas partes, ajustado a su delgada y esbelta figura, así como una camiseta blanca sin mangas, tallándose los parpados con firmeza, fue que se sentó en el suelo, con su sabana sobre su cuerpo, cubriéndola de la cintura para abajo… fue ahí cuando recorrió su habitación, repleta de platos… pancartas de kung fu… figuras de acción… armas de juguete otras "reales" y también, su cama con la mirada… un pesado suspiro salió de sus fauces…

- "Tigresa Vamos, despierta" – Llamo una escalera de otra parte de su casa, más específicamente, que iba escaleras abajo

Ante los llamados, la felina intento levantarse del suelo, con un movimiento que tan solo supo fallar horriblemente, y aunque lo intentaba, solo causaba un poco de estruendo y platos caer o chocar entre si

- "Oye Tigresa ¿Qué estás haciendo ahí arriba?"

- "…Ammmm…este… nada papa, no te preocupes" – Respondió calmadamente, antes de levantarse del suelo, y sacudirse la ropa… pero sin embargo, una juguetona sonrisa cruzo sus labios, y fue entonces cuando dio un brinco hasta quedar frente a sus figuras de acción, dichas eran de … - "¡Mono! ¡Mantis! ¡Grulla! ¡Víbora! ¡Graaaaah!... Ammm…" – Al final del nombramiento de cada figura, ejerció un gesto "terrorífico" donde parte de su lengua y colmillos quedaron visibles… el problema fue que fuera de la ventana, del otro lado del callejón… la vecina estaba regando sus plantas… y vio lo que estaba haciendo… a lo que el sonrojo en su cara fue presente, y corrió a esconderse rápidamente

- "Tigresa Apúrate, ya se te hizo tarde" – Al escuchar esto, la felina se propuso a bajar las escaleras, pero antes de hacerlo, tomo una estrella ninja que había en el suelo, y la arrojo sobre la cara de un bandido que tenía en su pared junto a la ventana

- "¡Hiya! Ya voy papa…" – Vio como la estrella no se quedó clavada en el suelo, por lo que tuvo que tomarla de nuevo y lanzarla – "¡Ya!" – Mismo resultado, bufo un tanto molesta, pero termino por tomar la estrella, y salir corriendo escaleras abajo… mala decisión… pues pronto esta tropezó, y empezó a caer de aproximadamente… 2.. 3 pisos ¿Quizás? Hasta deslizarse los últimos escalones de dicha escalera, y quedar boca abajo al pie de estas, donde en el suelo, vio una gigantesca sombra a pocos centímetros de su rostro… y con las orejas agachadas, levanto la mirada ante el dueño de aquella voz que no había parado de llamarla – "Lo siento pa'"

- "Pedir perdón, no cocina los fideos hija mía" – Reprocho… ¿Un ganso? De edad avanzada… no tanto posiblemente, pero las canas y el plumaje gris eran bastante notables, vistiendo con un mandil de cocina, y un gorrito que parecía ser un tazón, repleto de fideos y un par de palillos chinos, cargando un gran costal de papas y otros vegetales en sus alas, antes de bajar dicho al suelo – "¿Qué estabas haciendo? ¿Qué era todo ese ruido?"

- "¿Eh?...Ah, eso… nada, no era nada, solo… tuve un sueño… medio loco" – Respondió la felina, levantándose a prisa del suelo, para entonces pasar a un lado del ganso, y empezar a repartir ordenes… pues estaba en una cocina… y dicha cocina, servía para el restaurante de afuera… "Los Fideos del Señor Ping… E Hija"

- "¿Sobre qué?"

- "¿Perdón?" – Pregunto Tigresa de vuelta, mientras estaba empezando a repartir las ordenes pendientes por la ventanilla

- "¿Sobre qué estabas soñando?" – Cuando la felina rayada giro la cabeza para ver al ganso, encontró a este con un gran cuchillo en sus manos, y empezó a picar de manera ágil un montón de vegetales

- "Ammmm… bueno… no es… importante sabes pa' pero… estaba soñando con…" – A mitad de su oración, noto una pequeña sonrisa en el pico del ave, que aun a pesar de estarla viendo, no paraba de picar sin fallar aquellos vegetales – "Con…con…" – Entre sus manos, levanto un tazón de fideos recién hechos… lo cual ciertamente le había dado una idea… y dudosa, le respondió – "¿Fideos?"

- ¡CLANG! -

- "¿Fideos?... ¿De verdad estabas soñando con fideos?" – Pregunto el ganso, mientras su mirada se afilo, y se quedó pensativo… bastante pensativo, cosa que preocupo a la felina, pero esta decidió seguir con la repartición

- "Pues… si papa, claro que si… digo, con qué otra cosa podría yo soñar" – Dijo está entregando otro plato de fideos… pero a mala hora se fue a dar cuenta de que en este, se fue su estrella ninja – "Oiga, señora, tenga cuidado la … sopa está un poquito picosa…" – Dijo esta, agachando las orejas nuevamente, antes de quedarse quieta en su lugar… pero entonces… solo entonces, el ganso empezó a saltar y a reír por todos lados, con una enorme sonrisa en su rostro

- "¡Oh, pero que felicidad!" – Exclamo el ganso, mientras corría hacia una puerta que se encontraba cerca de la cocina, de esta, saco un mandil, y se puso a buscar un gorrito similar al suyo – "Mi hija, por fin tuvo el sueño de los fideos" – Su voz demostraba una enorme alegría ante esta noticia, y fue que incluso, intentando pararlo, Tigresa recibió entre sus manos el gorrito, antes de que el ganso tomara el delantal, y se lo pusiera de una, ajustándolo de acorde a la figura de su hija – "No sabes cuánto tiempo he esperado este momento… ¡Es una señal, Tigresa!"

- "…Ammm… ¿Una señal de que, papa?" – Pregunto esta, antes de que uno de los dedos del ganso le señalaran a la nariz -

- "Ya casi estas lista para saber el ingrediente secreto de mi sopa de ingrediente secreto" – Pico su adorable nariz un instante, antes de continuar explicándole – "Y entonces, podrás cumplir con tu destino, y vas a heredar el restaurante" – Exclamo nuevamente el ganso emocionado, saltando sobre el mostrado, tomando una cuchara de madera para así señalar hacia las pinturas que tenía colgadas en la cocina misma – "Como yo lo herede de mi padre, que lo heredo de su padre, que se lo gano a un amigo en un juego de Mahjong"

- "Papa… tranquilo, tan solo fue un sueño" – Intento justificar la felina, sonriendo un tanto avergonzada, antes de que su padre dejara la cuchara, y tomara un plato de fideos en sus manos para sazonarlo

- "No hija mía, fue EL sueño… somos gente de fideos, nos corre caldo por las venas" – Dijo este, pasando pronto a llevar el plato a las manos de un cerdo que llevaba bastante tiempo esperando a por su comida

- "Pero… ¿Nunca quisiste hacer alguna otra cosa? Además de los fideos me refiero" – Pregunto Tigresa, mientras aun sostenía entre sus manos el gorrito aquel… tenía que agacharse un poco, la cocina no era exactamente a su medida, pero no parecía incomodarle

- "De hecho hija mía, que curioso que lo preguntes, porque una vez, cuando era muy joven y alocado todavía, pensaba en huir del valle, y aprender a preparar Tofu" – Dijo este, y mientras contaba dicha idea, empezó a cortar un poco más de vegetales, y dichos pedazos los añadía a sopas que ya estaban listas para salir

- "¿Y porque no lo hiciste?" – Al preguntar, en respuesta la felina recibió una pequeña carcajada corta de su padre

- "Porque era un sueño tonto hija mía" – Dijo este, antes de añadir un poco más de vegetales a las sopas, aunque no noto la expresión medio decaída y seria que su hija había adoptado – "¿Me podrías imaginar a mi preparando tofu? ….Pfffff jajajaja… Tofu… Ay… tofu… jojojo… ¡No!" – Él no lo exclamo con algo de fuerza, y clavo de golpe el cuchillo sobre la tabla de picar, antes de tomar entre sus alas un tazón de fideos, bajándose así de la barra – "Todos tenemos nuestro lugar en el mundo cariño… el mío, está aquí… y el tuyo"

- "Ya se… ya se, está aquí papa" – Respondió Tigresa con pesadez… pero al final, una sonrisa pequeña se mostró en sus labios, de cierta forma, triste, o infeliz con su vida, no podía estar… tenía un amoroso padre… un lindo cuarto… y además… tenia tantos buenos y preciados momentos en ese lugar… que ciertamente, no cambiaría por nada

- "Nope…" – Al ver la negativa del ganso, la expresión de la felina se volvió curiosa… pero esta tuvo que reaccionar rápido al momento de su padre lanzarle tazones de fideos a las manos, los cuales ágilmente atrapo, sin derramar ni un poco de caldo – "En la mesa dos, cinco, siete y tres" – Algo alarmada, la felina se quedó tensa en su sitio, antes de que a su cabeza el ganso le colocara el gorrito, y con las plumas, le formara una sonrisa en el rostro – "Y siempre sonriendo… haaaa… mi querida y amada hija… anda, que el día apenas empieza"

Dicho esto, el ganso se dio la media vuelta, y se retiró a seguir cocinando, la sonrisa forzada por el ganso, pronto fue cambiada por una autentica… si… ciertamente… lo tenía todo… pero… sentía que algo le hacía falta… algo… casi importante… o tal vez no… pero todo eso, lo dejo para después… y dirigiendo una rápida mirada, hacia un templo que yacía en la cima de una montaña… suspiro ligeramente, antes de salir de la cocina a repartir…

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Continuara…