El día ya había dado su inicio, era alrededor de casi el medio día, y a pesar de estar lejos de la hora de comida, en el restaurante ya había bastante gente, familias pequeñas o incluso familias glandes, y como era costumbre, Tigresa repartiendo, el señor Ping cocinando… apenas había pasado un día, pero la noticia sobre el fantasma de la paz, parecía ser cuento de esa misma mañana… para lo que se contaba, un grupo de cocodrilos bandidos trato de robar a la mitad de la madrugada a una familia granjera en los campos del norte… pero el robo fue frustrado gracias a la intervención del fantasma de la paz… más que un ángel guardián, muchos lo consideraban un justiciero… libre de las reglas de su misma sociedad… y si… hasta cierto punto, a las autoridades locales, les causaba un cierto enfado que ese sujeto, estuviera haciendo su gusto y voluntad respecto a esos temas… pero tanto no era como que pudieran hacer… ya fuera por miedo… o por no encontrarlo… pero aunque lo encontraran… ¿Qué harían? Tal vez no se tenía conocimiento total sobre lo que era, o quien era… pero muchos eran los nombres que le ponían, y muchas las historias que le inventaban… o leyendas que tan solo utilizaban para asustar los padres a sus pequeños en las noches de fogata… pero como se mencionó… nadie sabía la verdadera naturaleza, de este ser… Tigresa, discretamente, se había hecho un pequeño moño en la oreja con el pedazo de venda de ayer… era curioso… pues entendía que esa venda pertenecía al fantasma, pero por otra parte, era una venda roja, que no era roja como tal… su color, estaba dado… por la sangre del mismo ser que antes la portaba…

Mesa tras mesa, plato tras plato, fue que las ordenes volaron de la mesa a la cocina, casi terminado, sin embargo

- "Oye, meserita, por aquí" – Mando a llamar una voz cercana a una mesa junto a la entrada del restaurante, ahí se encontró con lo que parecía ser una leona de ojos azules y amarillos, ósea, pupilas azules, orbes amarillos… junto a ella, una leopardo de las nieves, ambas vestidas como damas "de clase" a quienes Tigresa no se tardó en acercárseles – "Yo voy a querer un tazón de fideos picantes… Y mi amiga"

- "A mi sírvame un tazón de dumplings con salsa agridulce, por favor" – Respondió la leopardo, Tigresa al término de su anotación, dio una reverencia, y se retiró a dar la orden a su padre – "… ¿Y…ya me contaras sobre lo que te paso?"

- "No vas a dejar de insistir con eso verdad" – Respondió la leona un tanto fastidiada, mientras que se cruzaba de brazos, y se acomodaba en su asiento – "¿Cuál es el interés en saber a todo esto?"

- "Por favor, solo quiero saber que te ocurrió… eres mi mejor amiga, te conozco de años atrás… y tan solo dos semanas lejos de casa… y llegas toda… toda diferente…"

- "Pffff… por favor, no he cambiado en nada, soy la misma de siempre…" – Respondió la leona con simpleza, cruzándose de brazos frente al pecho

- "…Akemi… no digas mentiras…" – Al decir esto, la leona se giró a la leopardo, y le gruño un instante, mas esta ni se inmuto – "Mírate… tu ropa simplemente… antes no vestías así, como si fueras a una gala cada día… perfume… brillo labial… y… por dios ¿Esas son tus mejores joyas?"

- "…Pffff… no…" – Ante esto, rápidamente la leona tomo el collar de esmeralda que estaba sujeto a su cuello, para entonces guardarlo en dentro de su chaleco, y enderezarse en su silla – "En cuanto a lo otro, no tiene nada de malo que una señorita, como yo, quiera verse hermosa"

- "Pero si es malo… cuando lo haces… por un hombre" – Al decir estas palabras, la leona abrió los ojos como plato, y quedo petrificada en su silla – "Oh si nena… yo sé que algo paso, e involucra a un hombre… digo… mírate… te lo repito, tu no eras así, y de la noche a la mañana, te arreglas, te peinas, te vistes con tu mejor repertorio… como si quisieras impresionar a alguien"

- "Bueno bueno ya… ya… te cuento un poco si quieres, pero solo deja de actuar a la detective conmigo… es molesto, Ying" – Al decir esto, Akemi tan solo vio a la leopardo cerrarse la boca como si tuviese un cierre en esta – "… -Sigh- Esta bien… te cuento entonces… fue hace… casi 3 semanas ya… en un pueblo bastante lejano de aquí… cerca del paso elevado, en esta época del año, se lleva a cabo una especie de celebración, por un viejo líder caído que tuvieron ahí… no fue la gran cosa si te soy sincera, tan solo algo de música, ruido, comida… y todo lo demás… esa misma noche, me la pase… relativamente bien al principio… muchos hombres desesperados me ofrecían dinero por un poco de compañía… claro que no les di nada… más bien… les quite… reuní bastante plata ese día"

- "Esa parte ya me la habías contado" – Dijo la leopardo con simpleza

- "Si… te lo conté… pero lo que no te conté en si… lo que me paso esa noche…" – La leopardo como la leona se mordió el labio inferior, más a eso cerro los ojos con suavidad, y se concentró bastante en sus pensamientos, mas reacciono cuando Tigresa dejo la comida de ambas en la mesa

- "Fideos picantes, y panes de frijol, buen provecho" – Dijo a medias, para entonces apartarse un poco, cuando ambas hembras agradecieron, estas empezaron su merienda, sin embargo, mientras comían, la leona se dispuso a continuar su relato

- "Como te decía… esa misma noche, la parte más movida del festejo se había llevado a cabo… y si… en la plaza del pueblo se acostumbraba que, en ese momento, se diera un baile enorme… un momento que aproveche a lo grande, pues hombres desesperados… ancianos en su mayoría… me pagaron para que bailara con ellos, jovencitos también hubieron, pero, en fin, era algo normal, casi rutinario para mí, claro que intentaron propasarse conmigo… y si, no dudo que alguno que otro llego a meter mano donde no debía, pero no decía nada por razones obvias… sin embargo… cuando mis pies empezaron a doler… y no podía seguir más, fue que me dio por retirarme a descansar a la posada donde me estaba quedando… casualmente en esa misma posada, había servicio de aguas termales, y casualmente, esa misma noche hacia bastante frio… estaba cansada, agotada, todo mi cuerpo dolía… y ciertamente tenia partes de mi pelaje algo pegajosas por las manos de esos idiotas recorriéndome… en fin, tomé mi toalla, un cambio de ropa, y me fui directo a las termas fue un viaje corto, no están demasiado lejos de las habitaciones… y era bajo techo, así que el vapor ahí era bastante denso"

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En Ese Momento

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Estaba justo llegando al pasillo de las aguas termales, aun el vapor escapaba por debajo de las puertas de estas, pero apenas llegue, abrir la puerta me transmitió una calidez tan abrigadora, que no tarde más de lo necesario en entrar, todo estaba denso, todo el interior y alrededor del estanque de aguas termales, pero no fue como que me importara, recuerdo que me retire las sandalias… sentir el cálido suelo sobre mis pies, fuera de ayudarme a relajarme, me puso un poco más alterada, seguían doliendo por tanto haber estado bailando, junte las sandalias, y las puse a un lado, junto a mi toalla… como eran aguas termales, no tenía la necesidad de ropa a cuanto para entrar a las aguas se refería, junto a mi toalla, deje el cambio justo en una banca no muy lejana a la entrada de las termas, cerré, y regrese al borde del estanque… primero el pie derecho, era tan relajante la sensación del agua caliente sobre mis dedos y la planta… pronto metí esa misma pierna, y después fue la pierna izquierda, y al final, tan solo me senté en el fondo de las aguas, ya sabes cómo son esos sitios, no son aguas profundas… pero digamos que con las piernas dobladas, mis rodillas salían del agua, y esta me llegaba hasta los hombros, un poco más debajo de las clavículas… era el paraíso, agua caliente sobre todo mi agotado cuerpo… e incluso tomaba un poco del agua en mis manos y la usaba para lavarme la cara… pero fue entonces… cuando EL… hablo

- "…Te equivocaste de aguas"

Era una voz ligeramente ronca… gruesa… grave… imponente, autoritaria pudiera decirse… pero poderosa… e intimidante, no pude evitar el sorprenderme ante la idea de estar con alguien más en las termas… pero fue entonces cuando lo encontré… en uno de los extremos del estanque… había una figura masculina, con parte de su cuerpo cubierto por la sombra y el vapor del lugar… como reflejo me cubrí de inmediato y empecé a gruñirle… no podía verlo con claridad… pero sabía que se trataba de un hombre

- "¿¡Tú que estás haciendo aquí!?

- "¿No es obvio?... Estoy relajándome en estas aguas termales… tu por otro lado… no sé qué haces… no es como que hubiera espacio para ti"

- "…¿Pero y tu quien te has creído para hablarme de esa manera eh? Sucio pervertido… sería mejor que te empezaras a largar de aquí"

- "…Lastima… yo llegue primero aquí… si alguien debería irse… deberías de ser tu" – Sentencio la dura voz de aquel hombre, y si, ciertamente su altanería y arrogancia me estaban molestando bastante

- "Ah no, eso sí que no… a la de ya, te me sales de aquí de inmediato, que me quiero relajar, tuve un día demasiado pesado como para soportar a alguien como tú" – Mando la leona, quien trono sus dedos con bastante fuerza en dirección a aquel hombre

- "…Voy a fingir, que no hiciste, ni dijiste… lo que creo que hiciste… sal de aquí… ahora mismo… o te vas a arrepentir… es una advertencia, más que un consejo… no, me molestes…" -

¿Pero que se estaba creyendo no?... Ósea, poniéndose al tú por tú con una mujer, y más aún, estando molesta, no estaba dispuesta a seguir soportando esa gran falta de respeto de parte del hombre, por lo que sin más, empezó a gruñir, haciendo gala de una dentadura y colmillos blanquecinos grandes, afilados, y peligrosos por igual…

- "O puedo tomar la segunda opción… gritar, que alguien venga, te vea aquí conmigo… y decir que intentaste violarme… ¿Te gustaría eso?" – Pregunto la leona, sonriendo de una cierta forma bastante maliciosa, y casi triunfal… pero su sonrisa… no duro tanto, pues si bien se hizo grande cuando noto el cuerpo del hombre sobresalir del agua… no fue para irse… sino todo lo contrario… para acercarse…

La sonrisa en la leona gradualmente empezó a desaparecer, y tan solo podía ver con grandes ojos de estupefacción, el acercamiento del dueño de aquella voz, aunque estaba mirando directamente hacia donde el ruido estaba proviniendo… más cuando este salió del vapor de las aguas… un sonrojo enorme recorrió pronto las mejillas de la felina, pues su mirada se fijó sobre un abdomen y una pelvis bastante atractivas, o al menos, para ella lucían atractivas… firmes… fuertes… un conjunto de 6 abdominales, perfectamente delineados con una alba notoria… y unos oblicuos que simplemente la hacían babear… aunque no era algo que estuviera haciendo en ese momento… al principio, su dentadura se escondió, de arriba, sus orejas pasaron a estar abajo, y de un instinto superior y creído… paso a estar sumisa… y dosel… cuando este estaba a cortos pasos de encararla, esta intento retroceder, pero ya estaba pegada al borde del estanque, y tan solo bastaron cortos segundos, antes de que los poderosos y fuertes brazos del hombre en cuestión, fueran a sujetarse a cada uno de sus costados, evitando su escape o cualquier intento de este… fue ahí cuando noto un par de brazos de pelaje oscuro azabache… su pectoral del mismo color, mas sus abdominales y oblicuos eran cubiertos por una capa de pelaje blanco nieve brillante, esto debido al agua que previamente estaba cubriendo estas zonas… de su abdomen, por sus pectorales, la mirada de la felina de pelaje dorado paso lentamente por las clavículas de hombre… gruesas, y notorias junto a un cuello del mismo estilo… y cuando llego a la parte del rostro… se encontró con un par de molestos orbes verdes jade, que parecían estar echando fuego de sus pupilas… no recordaba, alguna vez, en toda su vida, haberse sentido tan… pequeña, tan insignificante… tan vulnerable… tan sumisa… de tantos hombres que habían ido y venido en su vida… ninguno… jamás, supo transmitirle una sensación de temor y vulnerabilidad como lo estaba haciendo aquel hombre, al cual logro identificar como un panda… ¿No se suponía que los pandas tenían que ser gordos, y apapachables? ¿Tiernos?... ¿Por qué este no lo era?... pero poco importo, pues escucho un crujir a sus costados, y para cuando giro la cabeza para ver que había sido… se encontró con una posiblemente desagradable sorpresa

Las manos del panda habían enterrado los dedos de dichas en el concreto y roca del borde del estanque… y los había quebrado… literalmente, destrozo la piedra en este mismo sitio con las manos y parecía no importarle… tan solo regreso la mirada al frente, y temerosa, se encontró con esos ojos que no paraban de observarla fijamente al rostro… tanta era su desesperación por querer irse, que empezó a balbucear

- "Yo… yo, mira, yo, lo siento muchachote, yo no quería… molestarte… sabes, es que, he tenido un día muy pesado… y… y no sabes por todo lo que he… he pasado, yo solo… quería relajarme~" – Susurro esta lo último en una especie de chillido suplicante, sin poder soportar más la opresora y dura mirada del panda… sentía el peso de tal forma, que casi quería meterse por completo en las aguas… aunque… un ruido extraño proveniente del panda, la hizo levantar una de sus orejas… creía haber escuchado… ¿Un jadeo?

- "Te dije… que… no… me… grrrr…" – Cuando la leona regreso la mirada hacia su rostro… noto como uno de los parpados del panda estaba teniendo un tic nervioso bastante violento, no solo eso, sino que su abdomen no paraba de subir y bajar con algo de aceleración… parecía estar agitado… ¿Pero porque podría estarlo? – "Te dije que no me… molestaras…"

- "Lo hiciste, lo hiciste, tienes toda la razón, yo solo fui una tonta, quería… quería intimidarte, ya sabes, pensé que si te hacía sentir en peligro te irías… y yo no pensé bien en… Agh!" – Fue todo lo que pudo exclamar… un pequeño quejido, puesto que el panda no tardo en llevar su boca hasta el hombro de esta misma leona, como un reflejo en defensa propia, está llevando la zarpa derecha, y clavo la dicha en el pecho del panda, a quien le metió un rasguño bastante profundo

Esto arranco un rugido bastante breve por parte del panda gigante, a quien apenas le escucho, la felina abrió los ojos de plato, apartando la mano de inmediato, petrificándose en su sitio ante la mirada de aquel liquido rojizo bajando desde su herida, lentamente hasta llegar a su abdomen, donde su pelaje blanco pronto fue a ser cubierto por la sangre del mismo… y por más que intento encontrar palabra alguna para decir, la leona no encontró nada… no podía excusarse, tampoco pedir perdón, y ciertamente, no sabría la reacción del panda delante suyo, a quien tan solo observo, bajando la mirada lentamente, para notar como la sangre de este, empezó a mezclarse pronto con el agua de las termas… un gruñido que iba en aumento gradual se hizo presente, y así fue que este, levanto el rostro… cuando la leona levanto el rostro… se encontró con lo que ella creía, era el rostro de un demonio delante de ella, esos blanquecinos y afilados colmillos, junto a una dentadura blanca e implacable… pero lo que más le pego, fue el gruñido del panda… ese gruñido que superaba con creces al de un felino grande… intimidante… fuerte, y superior, hicieron a la leona encogerse en su lugar, temiendo lo peor

- "…Lo siento~…"

Te juro… te juro que en ese momento, me sentí tan… tan vulnerable y tan indefensa, que ni siquiera pude evitar lo que paso después de eso

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De Regreso A La Actualidad

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- "…¿Qué estas queriendo decir, Akemi?" – Pregunto la leopardo de las nieves, que ya estaba terminando su comida, así como la leona sus fideos – "Acaso… ¿Ustedes dos tuvieron?"

- "No… bueno… no fue como… podrías estar pensando, digo, pudo haber ocurrido, pero no ocurrió… lo que si paso fue que… " – La leona por todas las de querer evitar el sonrojo en su rostro, fue que no lo consiguió, el rojo teñía sus mejillas, y su sonrisa pícara estaba presente mientras se mordía con ligereza el labio inferior

- "Ya deja de tentarme, de hablar con rodeos… y habla directamente" – Demando Ying, quien no paraba de serpentear la cola con suspicacia, realmente, estaba bastante interesada en saber los detalles de aquel tan agresivo encuentro

- "No hubo… acto como tal… si lo vi… era todo un semental, de eso no hay duda… pero no fue como me hubiera gustado… pero… decepcionada no quede…" – Cuando esto, levanto la mirada, y salió una pequeña risa de sus fauces al notar la mirada de la leopardo, por lo que esta se enderezo en su asiento, y acerco a la misma, indicándole que se acercara, y ahí fue entonces cuando aprovecho la cercanía, y le susurró al oído – "Se pasó más de media hora… "devorándome" ahí abajo"

- "…¿Cómo que devoran… Oh…. OOooooh…" – Tras entender con claridad las palabras de la leona, las mejillas de la leopardo se tiñeron de rojo, y ni siquiera su grisáceo pelaje y manchas pudieron ocultarlo

- "Como no tienes idea… su boca hacia poesía conmigo… arriba… abajo… adentro, afuera~… te lo juro, nunca… en toda mi vida… alguien me había adorado tanto y tan intenso como ese hombretón lo había hecho" – Declaro Akemi, quien a ese momento, no llego anotar como la leopardo de las nieves ya tenía las piernas firmemente cruzadas, esto para evitar emocionarse demasiado, aunque su expresión ligeramente severa, así como sonrojada, sobresalió mas que su vergüenza

- "Si bien es un bonito relato, debo decirte, querida amiga, que yo que tu no me haría tantas ilusiones con volvérmelo a encontrar… digo, si no hubo una conexión de por medio, dudo que siquiera le hubiera gustado, o que haya sentido lo que es verdaderamente bueno"

- "Ay por favor, aunque no haya habido acción de la buena, decepcionada, o insatisfecha no quede… literalmente, me dejo seca, algo raro si te soy sincera… y apenas me termino, se fue… no dijo nada, ni siquiera me dedico una última mirada, tan solo salió de mi habitación, y cerró la puerta detrás de el… al día siguiente madrugue un poco con la ilusión de encontrarlo… pero algo bastante raro ocurrió" – Dijo Akemi, quien estaba empezando a frotarse y peinarse el pelaje de uno de sus brazos, ciertamente era esa parte del recuerdo la que más la hacía pensar – "Cuando quise preguntar por el… los encargados de la posada me dijeron que no tenían registro alguno de haber… alojado a un panda con ellos… y que nadie de los que actualmente se encontraban ahí, eran pandas… es me dio miedo… pero de cierto modo me causa un cosquilleo en el vientre… creer que pude haber sido… sido acosada por un fantasma…"

- "Un fantasma muy sexy por lo que estás diciendo… y por esa sonrisa de idiota que estas poniendo" – Dijo Ying, eso ocasionando una corta y picara risa de la misma leona, pero esta pronto fue secundada por una igual en tono y volumen por la leopardo – "Traviesa… bueno… un fantasma o no, al menos te lo pasaste bien, pero es lo que te decía… ojala no esperes encontrártelo nuevamente"

- "Oooojojojo… si, lo estoy planeando… si era un fantasma… quien sabe… tal vez con un paseíto nocturno me sea suficiente para "invocarlo" jmjm" – Terminadas estas palabras, vio sus platos vacíos, y de su monedero, saco algunas cuantas monedas doradas, las cuales dejo sobre la mesa, antes de levantarse, y junto a la leopardo, empezar su retirada – "Gracias por la comida"

Justo en ese momento, Tigresa se estaba acercando, dicha tan solo tomo el dinero, y limpio la mesa por completo, y las otras dos hembras se retiraron, dando por el lado derecho del restaurando, en camino a la plaza del pueblo… un día más tranquilo como ese posiblemente no podía haber… sin embargo, del lado izquierdo del restaurante… por la avenida principal, otro cuento muy distinto era el que se contaba… familias enteras se detenían, o salían rápidamente del camino, algunos amigos que conversaban entre ellos… murmuraban en voz extremadamente baja, y niños eran escondidos detrás de sus madres, aun a pesar de estos asomarse a ver… el eco de un par de pasos bastante pesados, y cortos se eran escuchados fácilmente debido al silencio excesivo que había en esa parte del camino… intentaba evitarle la mirada… ese tamaño… esa expresión facial… esos ojos… al poco tiempo, los pasos llegaron hasta la entrada del restaurante, donde pararon por completo, algunos cuantos no lo notaron... los que sí, tan solo se quedaron petrificados en su lugar… al presenciar la silueta de un ser misterioso posado en la entrada del restaurante, y tan grande era este mismo, que apenas y parecía ser la entrada estaba a la altura de su cuello… tan solo le costó un instante agachado el poder entrar al comedor del restaurante…

Por donde pasara, poco le importaba si empujaba a alguien, o si apartaba bruscamente a quien estuviera en su camino, y más que replicarle… tan solo lo vieron a pasar, hasta que se puso de frente al mostrador… era bastante alto… un poco más que la misma cocina, pero pronto, este bajo la mano hasta una pequeña campanita que estaba en el mismo mostrador, esto haciendo llamar la atención de cierta felina rayada que estaba terminando de lavar los trastes del fregadero

- "Bienvenido a la casa de fideos del señor ping e… hija… señor…" – En primeras, la mirada de Tigresa se quedó fija sobre un abdomen cubierto por una especie de chaleco negro, de tela ligeramente brillante, sin bordados, tan solo era la tela negra, parecía fina al menos por el aspecto… y aun subiendo la mirada, no encontró el rostro dueño de aquel torso… así de grande era el tipo, un poco más que Tigresa, por bastante… pero aun así, esta vio como de su bolsillo derecho del pantalón, este saco un papel enrollado, que abrió, y dejo sobre la mesa

- "'¿Estos siguen siendo sus mismos precios?" – Pregunto, Tigresa se apresuró a acercarse, intentando ignorar el escalofrió que la voz de ese ser le provoco, pronto Tigresa tomo entre sus manos el papel aquel… y se dio cuenta de cómo eran aparentemente, los mismos papeles que hace ya dos años "repartió"

- "…Ammm… no, no… vera, algunos cuantos de estos precios siguen iguales, pero los demás tan solo aumentaron tal vez… un poco más de" No pudo seguir su explicación, pues el dueño de aquella voz, volvió a emitir palabra

- "Quiero un poco de todo… para llevar" – Declaro este, llamando la atención de cierto ganso que termino por cortar con gran fuerza un rábano que tenía entre sus alas

- "¿De todo un poco?... ¡PERO CON TODO GUSTO!" – Dijo este, alejándose de la tabla de picar para entonces salir corriendo a preparar canastas varias para la orden – "Tigresa, lleva al señor a una mesa vacía ¡En un momento tenemos lista su orden!"

Exclamo el atareado ganso, antes de seguir con sus preparativos, Tigresa ante esto tan solo le respondió un simple "Si papa" antes de irse a la puerta de la cocina, y salir de esta misma… más cuando estaba dispuesta a mostrarle su mesa al sujeto… fue que se quedó petrificada en su sitio… al igual que este… un poderoso viento soplo a los alrededores, y un silencio ensordecedor llego a oídos de ambos… Tigresa fijando sus orbes ambarinos… sobre un par de orbes verde jade… no entendía porque… y a que se debía… que su corazón empezara a latir como loco… mucho menos… el panda que yacía delante al mostrador se sabía explicar… porque un sentimiento desconocido para el… crecía en su interior… fue un silencio prolongado, el exterior a ambos, parecía estarse pasando en cámara lenta… la tierra parecía haberse detenido apenas ambos conectaron sus miradas… jade y ámbar… verdes y rubíes… uno con el otro… de una manera inexplicable, un brillo violeta rodeo con un pequeño destello los ojos de Tigresa, y lo mismo ocurrió con el panda… ella casi que tenía la boca abierta… pero él una expresión más serena y firme en su lugar… inexpresivo si se podía decir así, mas este término por agitar la cabeza, saliendo inmediatamente de aquella impresionante hipnosis que le pego en un momento, Tigresa lo mismo, saliendo de su trance, fue que empezó a caminar

- "Por aquí señor" – Dijo esta, en el tono más tranquilo y sereno posible… aunque por dentro estaba muerda de los nervios "Esa madresota es más grande que yo" pensó para sí misma, antes de parar en una mesa ubicada en el mismo centro del restaurante – "Aquí puede esperar mientras esta lista su orden"

Po no midió palabra alguna ante las palabras de Tigresa, y tan solo tomo asiento en aquella mesa… como era de esperarse, era muy pequeña para el panda… aunque si bien esto ocasiono una corta y casi silenciosa carcajada de Tigresa, este no tardo en dirigirle una fría mirada a la felina rayada, quien paro su risa inmediatamente, y se aclaró la garganta con firmeza

- "En un momento, le traemos su pedido" – Dijo, sonriente y un tanto nerviosa, apresurándose a retirarse para entonces meterse de nueva cuenta a la cocina

Aunque bien soltó un poderoso suspiro de alivio al encontrarse lejos de la vista de aquel panda… esta no paraba de sentirse de cierta forma… oprimida… como si tuviera algo encima de ella… rodeándola… casi asfixiándola… con levedad, se asomó por uno de los costados de la ventanilla del mostrador… y ahí se fijó nuevamente en el panda… curiosamente cuando volvió a fijar la mirada sobre él, la presión que sentía en su cuerpo desapareció, y fue inmediatamente reemplazado con un sentimiento de calidez extremas, que ciertamente eran agradables a su corazón… con Po era diferente… había un algo en su interior, que lo empezó a perturbar… algo que desconocía, que no entendía, y por ende, lo molestaba, llego a arrugar el entrecejo ante esa sensación tan cálida e invasora que a su cuerpo había llegado, y por más que lo intentara, no lograba descifrar a que se debía tal sentimiento… quiso restarle importancia, distrayéndose con otra cosa, de su cintura saco una especie de jarrón por fuera parecía estar vacío, puesto que el panda lo movía con una velocidad impresionante, sin embargo, era todo lo contrario a eso, estaba repleto de un algo curioso, el cual el panda no tardo ni dudo en empezar a beber a tragos largos, y profundos… pero un solo sorbo fue suficiente, para acabarse este mismo, todo el jarrón… un fuerte suspiro… poderoso en sonido hizo asustar bastante a los presentes, más pronto esto paso cuando el panda regreso el jarrón a su cintura y lo amarro con un pequeño listón de cuero

…Una de las orejas del panda se levantó de manera abrupta, y así fue entonces cuando este giro su cabeza hacia la cocina, y solo por cortos segundos, pudo ver a Tigresa escondiéndose detrás de la puerta que daba a la misma cocina… esto ciertamente hizo sonreír al ganso que vio el actuar de su amada hija, esto ocasiono así que el mismo ganso, terminando por cerrar la bolsa donde estaba el pedido para el panda, llevara este a las manos de su hija, quien por la sorpresa termino por sujetar firmemente

- "Listo, ahora… ve… y dáselo" – Dijo el ganso con una cierta sonrisa un tanto maliciosa en el rostro… esto desconcertó a Tigresa, y un tanto confusa, fue que esta salió lentamente de la cocina, y se fue hacia donde el panda, quien apenas la escucho nuevamente, se levantó de la silla

Una vez más se hizo notar la enorme diferencia de tamaños que había entre ambos mamíferos, fue ahí entonces cuando Tigresa, extendió la comida envuelta hacia el panda, con una sonrisa orgullosa… y por ínfimamente que pareciera, nerviosa, notoriamente nerviosa

- "Aquí tiene señor, un poco de todo"

- "…Gracias…" – Apenas respondió, Po se dispuso a sujetar la comida, pero en el proceso, sus manos terminaron por posarse justo sobre las manos de Tigresa

El contacto directo de las manos de este, con las de ella, los hizo paralizarse una segunda vez… Tigresa con los ojos abiertos como plato, y Po, con los ojos a la mitad de eso, una vez más la atmosfera se vio concentrada únicamente en ellos dos… solo que había enormes diferencias que a la primera vez que estos se habían visto… podían oír claramente los latidos del corazón del otro… era un ritmo sincronizado en todos los sentidos, velocidad de latido, numero de latidos, e intensidad en los mismos… ambos corazones, iban al compás… la calidez en las manos de la felina rayada, terminaron por invadir de manera masiva todo el cuerpo del panda, esto lo hizo erizar gran parte de su pelaje de la espalda, y a Tigresa, la hizo enloquecer su cola… era un sentimiento, nuevo para el panda… y eso posiblemente podría suponer alguna especie de peligro… incluso su mente empezó a jugarle malas pasadas… imágenes de una cachorra… llegaron a su mente… así como llantos de la misma… pero así mismo… llegaban a su memoria imágenes de, el… de bebe… abrazando a una cachorrita de tigre… dentro de una especie de canasta… Tigresa por otra parte, estaba inspeccionando con detalle el cuerpo y el rostro del panda… de pies, a cabeza… hasta detenerse en esos orbes de jade… no estaba segura… pero casi era como si hubiera visto esos ojos en otro sitio antes… pero no se sabía responder esa parte ella misma… no fue hasta que una especie de temblor gigantesco azoto todo el valle, e hizo a estos dos separarse, a la gente afuera tambalearse y algunas otras caerse… los edificios y casas se agitaron como gelatina, pero el movimiento paro bastante rápido, y ahora, Po tan solo estaba terminando por sostener con firmeza la comida entre sus manos, apenas este se aseguró de que todo estuviera bien, fue que dejo la comida en la mesa… breves segundos, antes de tomar de su cintura, una bolsa de tela repleta de monedas, las cuales dejo sobre la mano derecha de Tigresa

- "Gracias por la comida…"

Fue todo lo que dijo… Tigresa al abrir lentamente la bolsita, sus ojos se ensancharon todavía más que antes… monedas de plata, brillantes y pulidas monedas de plata era lo que residía dentro de aquella bolsa, era justo y todavía más de lo que por la comida había sido, tenía que darle su cambio, pero cuando levanto la cabeza… el panda ya se había ido de ahí… con la comida en sus manos…

- "…¿A dónde se fue?" – Se preguntó… así misma

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De Regreso A La Cabaña

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- "Haaaa… ya me hacía falta una buena comida" – Exclamo Kela, quien estaba terminando de darle un profundo sorbo al caldo de la sopa de fideos que Po había traído, en ese momento, el mismo panda estaba sentado en su cama, con su padre en la suya, sentado en el borde, parecía ya estar recuperando la fuerza… al menos su expresión de antes, ya se había esfumado, y ahora tan solo estaba el rostro arrugado y canoso de ese enorme león – "No cabe duda… en ese sitio sirven muy buena comida"

- "…Menos mal lo ha disfrutado, padre" – Dijo el panda, quien empezó a comer un par de panes de frijol… en la mesa estaba lo demás, ciertamente el ganso se tomó muy a literal la parte "De todo un poco" pero no parecía importarle a ninguno de los dos machos – "…Padre"

- "¿Si, chico?" – Llamo el león, quien estaba terminando el plato de fideos, el cual puso a un lado, antes de tomar de nueva cuenta los palillos y un tazón con dumplings dentro

- "…Hoy… me ha pasado, algo muy extraño…"

- "¿Qué cosa te paso?" – Pregunto este con simpleza… antes de que el panda dejara su plato y palillos a un lado

- "... Hoy me encontré… con una mujer" – Decir esto, hizo que el león parara con su comida un momento, mas tenía un dumpling en la boca, mastico, y al final trago

- "…¿Ya es ese tiempo del mes, chico?" – Cuando Kela pregunto esto, las orejas del panda se levantaron de inmediato, pues entendió a la primera, y a la perfección a que se refería con eso

- "No… no, padre, no es… eso, aún faltan… 3 noches para que eso ocurre… no, yo me… me refiero a una mujer… diferente…"

- "…¿Es bonita?" – Pregunto Kela

- "…Es… no está… es decir…" – Sus balbuceos hicieron levantar la severa mirada del león, y aunque Po había heredado la misma expresión en su rostro, la de, el león lo hacía relajarla un poco – "…Si… si, es hermosa… pero"

- "¿Pero?... ¿Cuál es el, pero, chico?"

- "…Padre… cuando vi a esta mujer… sentí algo muy… raro en mi… algo que me… llamaba a su lado… vi… cosas en mi mente… como si ya la hubiera visto antes a esa mujer… pero era bastante extraño… mi corazón latía con gran fuerza… y un enorme sentimiento de protección hacia ella, me hicieron… perder significativamente los sentires de mi cuerpo"

- "…Ya veo… Felicidades chico… experimentaste algo conocido como atracción"

- "Pero… padre, no es la primera vez que siento atracción… la leona aquella… la loba… la leopardo, la guepardo, la chita… esa otra leona… y luego…"

- "Chico… esta clase de atracción es mucho… muy diferente a la que tu acostumbras por las hembras… créeme… muy… muy diferente… te preguntare esto ¿Te sentiste embobado?"

- "¿Cómo dice?"

- "¿Atontado?... ¿Hipnotizado?... ¿Cautivado?... ¿Cómo si estuvieras, hechizado?" – A te cada pregunta, el panda se impresiono más y más… y este asintió, pues había descrito bien todo lo que había sentido en ese momento – "Ya veo… bueno, chico… tan solo puedo decirte, que más te vale volver a ver a esta mujer"

- "…¿Porque padre?"

- "…Cuando una mujer, te hace sentir de esa manera… es mejor hacer hasta lo imposible, por hacer que se quede a tu lado… no me preguntes porque, porque la respuesta a esas preguntas… las encontraras… volviendo a verla"

- "…Entiendo padre… lo entiendo…"

El panda soltó un pesado suspiro… fue entonces cuando el león, al notar esto, se peinó la melena, antes de soltar un fuerte carraspeo, y habiendo dejado su plato a medio terminar, lo puso a un lado de este en la cama, para entonces sostenerse de sus rodillas, y encarar de frente al panda, quien al notar esto, se enderezo, e igualo su estatura y firmeza en la espalda y el torso

- "Chico... se está acercando... mi momento... el momento en el que deje este plano... y me una... al inframundo de nuestro pueblo" – Dijo Kela, en un tono de voz, que si bien algunos podrían considerar lúgubre, para él era diferente… pues ya estaba hecho a la idea, de que cuando llegara el momento… abandonaría esta vida

- "...Ya lo sé, padre... pero... aún tengo... tantas preguntas... y hay tanto...que no conozco" – Dijo Po, bajando los hombros un tanto… pero Kela se apresuró a hablar

- "...Estas de suerte chico... hoy te responderé... todo lo que quieras"

¿Todo?...¿De verdad dijo que todo?... Esto, podría suponer problemas después… pero si de verdad su padre estaba dispuesto a hablar, no dejaría pasar la oportunidad

- "... ¿De dónde provengo padre?... ¿Porque soy un panda... y no un león como tú?... ¿Porque soy tan, distinto?... ¿Tan diferente a los demás?"

- "...Escúchame... y escucha bien... yo provengo de una tierra lejana... llamada Sabada... tu y yo... provenimos de la raza guerrera de esas tierras... los Sabadanos"

- "...¿Buenos guerreros?"

- "En Sabada, siempre y solo hay buenos guerreros... desde el nacimiento, la vida es disciplina, deber... lucha y muerte, una vida austera... que se abraza austeramente"

- "...Entiendo..."

- "...Pero el detalle aquí... es que entre nuestra gente... había un poder... una cierta tradición... una divinidad... que destacaba de entre las demás... el poder... de los reyes antiguos"

- "...¿Los reyes antiguos?"

- "Así es... la historia relata, que durante generaciones y cientos de años... la familia real de Sabada, fue la única portadora de este mismo poder... hasta que un día... cambio... el poder abandono el linaje real, y paso al cuerpo de 3 soldados... a uno, yo lo conocía... Atelusi..."

- "… ¿Quién era Atelusi?"

- "Un fiero soldado sabadano… no era como los demás… él sonreía hasta en el peor momento… él era feliz… nos hacía creer, que a pesar de ser máquinas de guerra… teníamos algo de civilización… de bondad… cuando le llego el día de entregar la vida en el combate… su sacrificio salvo incontables vidas… y volvió las tornas a nuestro favor… yo lo lleve a casa, sobre su escudo y lo enterré con todos los honores de la tradición Sabadana… su memoria… me reconforta en momentos de tremenda oscuridad…"

- "Entiendo padre... es una, historia bastante… genial, pero... ¿Esto que tiene que ver conmigo?"

- "...Eres descendiente... de uno de ellos... es un antepasado tuyo... en otras palabras... tu sangre... tiene parentesco... con Lieaonidasi"

- "¿Y quién era el?"

- "El nació como un rey… pero murió siendo un guerrero… Lieaonidasi, proveniente del linaje real, el espíritu de Lie, estaba dividido, por el corazón de un guerrero, y deber de un rey… cayo con sus hombres a su lado… y hasta el último aliento, defendió su reino, y a su gente… tú tienes su linaje en tu sangre chico…"

- "… ¿Y eso… en que me convierte? ¿…Que soy exactamente padre?"

- "…Esto puede ser algo demasiado duro para ti chico… pero por los reyes antiguos… ya tienes edad para saberlo…"

- "…Tu, eres portador, del poder de los reyes antiguos… el poder que Atelusi, y Lie llevaron consigo… eres no solo un gran guerrero… eres un dios…"

- "…Un… un dios…"

- "Si… un dios… en todo el sentido de la palabra…" – Kela se levantó de la cama, aparentemente ya había recuperado las fuerzas para moverse, y así fue entonces cuando el enorme león blanco, fue hasta uno de los estantes en donde la chimenea se encontraba, y movió algunas cosas, hasta encontrar una especie de caja de madera de un tamaño mediano – "…Chico… ven aquí…"

Cuando Po recibió aquel llamado, aún estaba asimilando la revelación de apenas… para entonces levantarse, e ir a donde su padre le pidió, quedando cada uno, hombro con hombro frente a la chimenea, a la cual ambos vieron a su flama cortos instantes, antes de que Kela girara hacia el panda gigante, y le extendiera la caja

- "…¿Qué es esto?"

- "…Cuando haya llegado el momento… cuando tu instinto… te haga y diga que hacer… quiero que le des esto, a la mujer… que llegue a ser tu compañera de vida" – Dijo Kela, extendiendo la caja al panda, quien no tardo y no dudo en sostenerla – "No te atrevas… a abrirla antes… de que llegue ese momento… ¿Te quedo claro?" – Amenazo Kela…

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"Totalmente, padre…"

"Bien… ahora… háblame de esta mujer a la que conociste…"

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Continuara…