Llego el día siguiente después de aquel encuentro… y las cosas no podrían estar más tensas en el interior de la ajetreada felina rayada del restaurante, quien a pasos un poco torpes, estaba entregando los pedidos del día, pues ciertamente estaba bastante distraída con sus pensamientos… específicamente… en los ojos de aquel panda… esos verdes jade juraba haberlos visto en otro lado… pero donde… de donde recordaba ese par de enormes… profundos, brillantes… hermosos y cautivadores ojos de jade… sus pensamientos se detuvieron de manera abrupta, pues estaba a nada de tocar el suelo con la cara, se había tropezado, pero por lo menos aun sostenía con firmeza las ordenes faltantes, y ya su brazo libre la había servido para sostenerse firmemente al suelo… costo lo suyo, pero cuando estuvo de pie, fue que termino de entregar hasta el último tazón de fideos, tan solo para regresarse a la cocina corriendo, y subir a cuatro patas hasta su habitación… cierto ganso se desconcertó, y puso un pequeño letrero "Vuelvo en 10 minutos" en el mostrador del restaurante, para entonces ir detrás de su hija felina, escalón tras escalón, el ganso se tomaba su tiempo para llegar donde su querida hija… y cuando llego a su cuarto, encontró la ventana semi cerrada, y un enorme bulto bajo las sabanas de su cama… esto ciertamente saco una carcajada corta del ganso, quien a pasos lentos, fue hasta la misma, y se sentó en el borde… muy cerca de lo que el dedujo, era la cabeza de Tigresa
- "Sabes una cosa… la última vez que te vi así… fue hace casi ya 3 semanas, con esa espantosa tormenta que hubo…" – Dijo este, y llevo pronto una de sus alas a aquella cabeza, donde empezó a acariciar suavemente – "…Estas temblando…"- Dijo notando una cierta vibración proveniente de la felina – "… Mi vida… mi dulce y hermosa hija… ¿Qué tienes?... ¿Es por lo de ayer?" – Ante su pregunta, este solo vio como un dedito se asomó por debajo de las sabanas, y se agito lentamente – "… ¿Es por ese panda de ayer?" – Volvió a mover el dedito – "¿Te molesto?" – El dedito negó – "… ¿Te incomodo?" – Volvió a negar – "… ¿Te gusto el panda?" – La pregunta, hizo que el dedo inmediatamente se escondiera, esto tan solo hizo reír enternecido al ganso, y tan solo continuo con sus caricias – "Cosita... Tigresa, es normal sentir eso… es bueno incluso…"
Ante estas nuevas palabras, Tigresa volvió a asomarse… pero esta vez asomo el hocico, y solo el hocico, junto a sus bigotes
- "Me siento como una tonta"
- "¿Pero porque como una tonta?" – Pregunto Ping, llevando una de sus plumas a frotar y acariciar el puente de ese hocico, su naricita y a peinar sus bigotes
- "Porque… tan solo nos tocamos las manos, por unos momentos… paso eso del temblor, y se fue…" – Dijo en un tono ciertamente triste… aunque, esta se apresuró a preguntar – "Papa…"
- "¿Si mi niña?"
- "… ¿Soy fea?" – Esta pregunta hizo abrir los ojos como plato al ganso, quien pronto tomo los bordes de la sabana, y los retiro de su rostro, dejando este al descubierto… para encontrarse con pequeñas manchas y líneas recientes que dejaban en claro, que había estado llorando
- "…No mi vida… no eres fea…" – Se apresuró a cubrir su ala con su manga, y le empezó a limpiar con delicadeza
- "Pero… y entonces porque fue que"
- "Mi vida, no te tortures con eso… no creo que haya sido por tu apariencia… sino más bien, piensa que tenía otro sitio en el cual estar… otros asuntos que atender…" – Dijo este, antes de tomar entre sus alas, la mandíbula de la felina, a quien le hizo levantar el rostro, para entonces sonreírle – "Mírate… eres un retoño todavía… estas cerrado… pero cuando florezcas… serás la mas, hermosa, de todas"
Tigresa no supo cómo… pero pronto a su oreja una flor de loto fue a parar, al notarla, esta levanto una pequeña sonrisa en su rostro, para entonces esta levantarse de la cama, y abrazar firmemente a su padre el ganso, quien le regreso el abrazo, y froto su espalda con el ala, en muy poco tiempo, la felina estuvo bien nuevamente
- "…Gracias papa…"
- "No me lo agradezcas mi vida… sabes… ¿Qué te parece si la próxima vez que ese panda venga al restaurante, te doy tu descanso para que convivas con él?"
- "¡Papaaaaa!" – Tigresa inmediatamente se separó del abrazo cuando dijo aquello, tan solo para voltear la mirada a otro sitio, y empezar a sonrojarse como tomate, si es que el ganso no tardo en romper a carcajadas ante la nueva expresión facial en su hija felina
- "Ojojojojo… mírenla, mi muchachita toda enamorada"- Canturreo el ganso, quien bajo de la cama y fue hacia las escaleras – "Si es que ya estoy oyendo las campanas de boda"
- "Papa, me estas avergonzando" – Dijo Tigresa, quien de un brinco salió de la cama, y persiguió al ganso, quien no paraba de reír ante la apenada reacción de su hija
Esto tan solo llevo unos cuantos escalones, pero cuando regresaron a la cocina, todo el restaurante estaba vacío, y por fuera de este mismo, vio a un montón de gente yendo hacia uno de los costados de la misma avenida… era raro, bastante, todos parecían ir camino hacia el palacio de jade… aún más confuso fue, cuando al salir de la cocina, padre e hija caminaron hasta una de las paredes del restaurante, donde una pancarta fue colgada, pequeña, pero en esta se podían distinguir la figura de un primate, una serpiente, una mantis, una grulla… y lo otro parecía ser un leopardo, cada uno con una pose característica propia, y tras acercarse lo suficiente, Tigresa lo quito de la pared, y lo empezó a leer… si es que los primeros párrafos la hicieron serpentear la cola a una impresionante velocidad, y fue entonces cuando se lo entrego a su padre, antes de pegar grandes brincos de emoción
- "Es el maestro Oogway, por fin va a seleccionar al guerrero dragón" – Apenas esto, salió hacia la calle, y vio como efectivamente, todo el pueblo estaba subiendo hacia el palacio de jade, donde en la arena fuegos artificiales estaban explotando – "Y parece que todo el pueblo va para allá"
- "Pues vaya, hasta que esos holgazanes deciden hacer algo de provecho" – Ante estas palabras Tigresa se giró hacia su padre un tanto sorprendida… no ofendida sino… impactada, pero eso no fue todo, pues pronto su padre fue hasta un carrito de fideos, donde una olla y unos cuantos platos así como cubiertos y otros tantos utensilios de comida estaban preparados – "Y justo a buena hora, hoy es día de carrito"
- "…Owwwww… pero papa, es un evento muy importante en la historia del kung fu… No podemos dejarlo para otro día" – Pregunto Tigresa, con sus orejas gachas, y sus dedos picando entre sí, antes de que su padre se acercara, le pusiera su gorrito, y también su mandil
- "Nope, tiene que ser hoy… anímate un poco, hoy tienes suerte, pues todo el pueblo va a estar ahí… y tú le venderás fideos a todo el mundo"
- "…Bueno… supongo que eso ya es ganar"
- "Jmjm, así se habla hija, ahora anda cada segundo que pasa es posiblemente un segundo en el que un cliente se queda comiendo comida de alguien más, anda anda, ya luego te alcanzo yo" – Mando este, empujando suavemente a Tigresa fuera del restaurante
- "Esta bien papa, ya voy, ya voy" – Decía esta un tanto divertida, pronto cuando su padre saco el carrito, lo sujeto, y antes de empezar a empujarlo, fue que escucho unas últimas palabras de su padre
- "Y cuando vuelvas, te enseñare a conquistar para que te ganes a ese panda" – Grito este, al menos tanta no había como para escucharlo o tomarle importancia… pero Tigresa sí que tenía todo el rostro colorado
- "¡PAPAAAAAAAA!"
Quiso girarse y reprender a su padre con la mirada, pero este ya se había regresado al restaurante, Tigresa solamente pudo bufar, y aun con su pelaje naranjo teñido de rojo, camino hacia el inicio de las escaleras del palacio de jade, aunque en ese pequeño trayecto, numerosos pensamientos invadieron la cabeza… aunque el que más destacaba de entre todos, era el pensamiento respecto al… amor… ahora que lo pensaba, nunca le presto mucha atención a ese factor en su vida… principalmente porque… bueno, no es que… no tuviera pretendientes, solo que, ninguno lo sentía, a su altura… fuera del tema de la estatura, claro que todos en el valle le perdían mucho a Tigresa, pero además de eso… no es que fuera exigente… pero si tenía unos ciertos, estándares que buscaba sobre una pareja… estándares que vio de inmediato en aquel panda de ayer… esos ojos… ese rostro… las clavículas a la vista, y aunque estuviera vistiendo un chaleco, hacía gala de un físico ciertamente espectacular, trabajado, fuerte, tonificado… pero su rostro… ese rostro era lo que más le había parecido, atractivo… ese semblante… esa expresión… esas cualidades, y la postura del panda, dejaban a entender, que el… era un hombre estoico… además de eso, era un panda, y tenía conocimiento de que los pandas, por naturaleza propia tenían un pelaje suave… sedoso, esponjoso y muy muy cómodo… y el, además de todo eso… se veía muy agradable… pero también se preguntaba… porque había notado algo tan extraño en sus ojos… como si ya antes los hubiera visto… o como si… como si algo la tuviera unida al portador de dichos, fueron pensamientos que se detuvieron, pues el choque del carrito con los primeros escalones la hicieron caer en cuenta de que ya había llegado al inicio de los 1000 escalones… subió la mirada, lentamente… hasta llegar a donde el evento se estaba dando… su quijada cayo, y sus orejas se agacharon, junto a una cola que se desplomo al suelo…
Pero ya estaba ahí, y no podía darse por vencida, se levantó la quijada, elevo las orejas, y serpenteo la cola con ánimo, para entonces darle la vuelta al carrito, y empezar a subir con este mismo los escalones… uno a uno… tirones tras tirones… bajo un sol abrazador, la felina paso un buen rato en estos escalones de piedra, estaba sudando demasiado, y su cansancio era cada vez más y más notorio, y no fue hasta entonces que cedió por el mismo, y se dejó caer de espaldas sobre los mismos, jadeante, y con una mano cubriendo su rostro para evitar sufrir un golpe de calor
- "Ya… ya casi… animo Tigresa, un poco más y estamos…" – Dándose animo ella misma, esta se sentó en el escalón donde se encontraba, y pronto vio hacia abajo… no paso de los 20 escalones… y esto tan solo la hizo decaer su expresión facial nuevamente – "…No…NOOOOO ¡NOOOOOJOJOJOJOOOO!"
Ahora tan solo se había girado, y usando la sombra del carrito como cobertura, fue que empezó a hacer berrinche… esto no era ni medio normal, posiblemente ilógico… pero cómico también, que una Tigresa esbelta y joven no pudiera subir un simple carrito de fideos era humillante… al menos para ella, y por más que se maldecía así misma, y maldecía al aire, tan solo le tocaba saber que se perdería el evento más importante en la historia del valle, del kung fu, y posiblemente de toda china, y lo peor para ella en ese momento era escuchar como los fuegos artificiales al explotar, llamaban con gran jubilo los gritos de la multitud conformada por todo el pueblo "Seguro y se la van a pasar bien" pensó, para sí misma… pero sin lugar a dudas… las tornas se giraron a su favor… pues un par de pasos se detuvieron junto a ella, aunque está más concentrada estaba en hacer su berrinche que no lo noto… hasta que una voz bastante gruesa y severa hablo
- "Déjame ayudarte con eso"
Fue todo lo que pudo escuchar la felina rayada, quien tenía la cabeza recargada contra el mismo carrito de fideos… más este se elevó de la nada, y la hizo caer de cara contra los escalones delante de dicho, causando así que la felina se quejara, y levantara pronto, llevándose una mano a la nariz para sobarse lentamente
- "Au… au au au… ¡Oye! Ese es mi" – Esta se había girado para ver al causante de su dolor nasal… pero se quedó callada, petrificada, cuando vio de primeras un chaleco negro de tela brillante… más cuando subió un poco más la mirada, se topó con un par de orbes jade, que básicamente, la hicieron temblar desde los pies hasta la cabeza – "Es… es, es, es, es, … mi… mi carrito…" – Balbuceaba, y tartamudeaba, en respuesta, el panda tan solo soltó un pequeño bufido
- "Como sea… apúrate, posiblemente aun falte tiempo para que empiecen" – Dijo Po con simpleza, antes de darse vuelta y empezar a escalar hacia la cima, Tigresa aún seguía embobada en su lugar, pero pronto, se dio una bofetada así misma de manera inconsciente, antes de salir corriendo detrás del panda, a quien apenas alcanzo, igualo su paso
- "…Gracias, por la ayuda" – Dijo esta, en un tono de voz bastante bajo, pero audible para el panda
- "No agradezcas, nada" – Respondió, haciendo parar pronto el agradecimiento de Tigresa, quien se llevó las manos a sujetarse entre sí, y mientras subían… esta divago con la mirada hacia otro lado… una de sus orejas se levantó de golpe, y fue así que esta se giró con la intención de hablar, pero el panda le gano la palabra – "Po… ese es mi nombre…"
Básicamente Tigresa se quedó con los labios estirados al momento de este haber hablado, sin embargo, levanto rápido el ánimo, para entonces regresarle las palabras – "Es un, buen nombre… es un gusto, Po… yo me llamo Tigresa" – Este no respondió, tan solo siguió subiendo los peldaños, uno a uno… esto ocasionando una risa nerviosa de parte de Tigresa, quien se rasco la nuca, y siguió la subida… "Piensa, piensa, piensa…" se decía mentalmente, queriendo encontrar un tema de conversación adecuado para tratar con el panda… hasta que le llego uno mínimamente bueno – "Y… ¿Llevas mucho tiempo viviendo en el valle?... O ¿Dónde vives?"
- "…Llevo 20 años viviendo aquí… en el valle… pero no en el pueblo" – Respondió este, y continuo caminando, Tigresa aun con la respuesta, no parece haber conseguido la que quería… y más que eso, estaba concentrada en ver como el panda estaba cargando su carrito como si se tratara de lo más ligero del mundo – "…Vivo… con mi padre"
- "…¿Y tu padre, como se llama? Tal vez lo conozco… sabes en el restaurante, a un miembro de familia de cada habitante aquí se ha ido a dar una vuelta por el restaurante de mi papa, eso ayuda a conocer a mucha gente" – Decía Tigresa bastante animada, con una sonrisa de oreja a oreja, a la que Po respondió con su mismo semblante de hace un rato
- "…Kela…" – Respondió Po, parecía ser que ya casi llegaban a la cima, por una de dos razones, o Po era demasiado rápido, o simplemente su ayuda fue buena para acelerar las cosas un poco
- "Kela… Kela… mmmmm No… no conozco a un panda que se llame Kela"
- "Él no es un panda… es un león" – Respondió, haciendo que Tigresa levantara las orejas, y pusiera una expresión de genuina sorpresa ante ese dato – "Pero no te esfuerces… que yo sepa, no hemos pasado para nada al valle, no anteriormente"
- "Entiendo… entiendo" – Dijo Tigresa ahora, rascándose nuevamente la nuca con una de sus manos, por fuera parecía estar toda normalita… por dentro estaba muriendo debido a los nervios que estaba sintiendo "Piensa, piensa… vamos babosa, piensa en algo que decir, algo bueno, algo que sea… original" Se dijo así misma, antes de hablar nuevamente – "¿Cómo te llamas?" - …"No yo si estoy mal"
- "Ya te lo dije… Po…" – Volvió a responder con simpleza, y mientras Tigresa no paraba de maldecirse así misma de manera interna, fue que ambos llegaron pronto a la entrada del palacio de jade… más bien, a su arena, a buena hora por lo que podía verse
- "Fiuuu… si llegamos… fabuloso… gracias por haberme ayudado con el carrito" – Dijo Tigresa, esta pronto se giró con una sonrisa de oreja a oreja hacia el panda, el cual estaba bajando de su hombro el carrito de fideos, colocando este en el suelo
Para ese momento, el panda paseo la mirada alrededor del exterior de la arena… antes de girarla hacia donde la puerta hacia las gradas estaba, los gritos no paraban de salir de la arena, y eso ciertamente era algo intrigante
- "¿Por qué hacen tanto escándalo?"
- "¿Qué porque hacen tanto escándalo?" – Pregunto Tigresa, cruzándose de brazos pronto pasando de un tono burlón a uno más emocionado – "Hoy es el día en el que el guerrero dragón será elegido… ¿¡No es genial!?"
- "…Guerrero dragón… ¿Y eso que es?" – Pregunto ahora Po… la emoción de Tigresa decayó y se formó una gotita de nervio sobre su frente, que empezó a bajar lentamente hasta que esta agito la cabeza, y se relajó para responderle
- "Es un título, pero también es un gran honor, aquel que sea seleccionado como guerrero dragón, será reconocido por toda la nación, y si también se dice, que será acreedor a un poder ilimitado… ósea… quien sea el guerrero dragón, será no solo el protector del valle, sino de China entera" – Explico Tigresa, volviendo a recuperar su emoción… dicha que casi se desvaneció cuando escucho lo siguiente… y se trataba del rechinido de las puertas frontales
- "¡QUE DE COMIENZO… EL TORNEO!" – Grito una voz desde adentro, causando el alboroto entre los habitantes, Tigresa rápidamente se giró, y vio como ya estaban empezando a cerrar las puertas
Esto ciertamente la paralizo, y ya estaba por salir corriendo hacia las puertas para evitar que las cerraran, aun si dejaba su carrito de fideos ahí mismo… pero Po se le adelanto, y fue así cuando el panda con todas las de ganar, al estar en las puertas a la arena, sostuvo estas e impidió que fueran cerradas, claro que quienes las estaban cerrando estaban haciendo grandes esfuerzos para cerrarlas… pero simplemente, la fuerza de Po los superaba por demasiado, más bien, no parecía que siquiera estuviera haciendo esfuerzo, más pronto este giro la cabeza hacia Tigresa, y con un movimiento de cabeza, le indico a esta acercarse, y vaya que lo hizo, y su emoción se vio recuperada, pues dejo el carrito de fideos afuera, y apenas ella entro, el panda empujo ambas puertas con fuerza, haciendo caer a los que estaban ahí, así como a la gente como si fueran piezas de domino, y entro detrás de Tigresa, solo para cerrar el mismo detrás de él, poco le importo el que se estuvieran levantando difícilmente aquellos a los que había tirado, este tan solo fijo su mirada en Tigresa, quien parecía estar buscando un sitio adecuado para mirar, pero ciertamente había gente y tanta amontonada que no se lo permitían…
- "Hmmmmmm… No hay sitio, apenas y puedo ver… ¿Ese es Oogway?... ¡Wojojojo!"
Tigresa no pudo darse cuenta, de cómo Po sin medir palabra alguna, cargo a Tigresa sobre uno de sus hombros, y ahí le dejo sentada, ahora sí que le alcanzaba y sobraba la vista a la felina rayada, quien apenas pudo, en lo primero que se fijo fue en ambos grandes maestros de aquel templo… uno un panda rojo, de edad avanzada sin duda… pero el que más intriga le causaba, era la tortuga… de edad bastante avanzada… pero sabía por su aspecto, así como alegre por su expresión, fue así entonces, cuando Tigresa, sosteniéndose de la cabeza de Po con una de sus manos, y a su cuello con la cola, se dispuso a disfrutar del evento aquel… y el primero de los grandes maestros en hablar… fue Shifu
- "Ciudadanos del valle de la paz… ¡Es un gran honor para mí, presentarles… a Mantis, a Grulla, a Víbora… y a Mono! ¡Los cuatro furiosos!" – Apenas dijo esto, el júbilo lleno por completo la arena, y del cielo, emergieron los antes mencionados…
- "¡SIIIIIIIIII! ¡WOOOOOOOOOOOOO!" – Grito Tigresa desde los hombros del panda, al levantar la mirada, fue que la emoción en su rostro, y en su corazón, dominaron por completo cada uno de sus sentidos, pues restándole importancia si hacía o no tambalear a Po, esta agitaba sus brazos y las piernas de alegría
Del suelo, entre los tejados, y dando piruetas y vueltas en el aire, los mismos antes mencionados hicieron acto de presencia, dando una corta y breve demostración tanto de su agilidad como de su fuerza, terminaron estos por posar con ligereza ante la multitud, mas sin embargo, esto se volvió denso, cuando los tambores de la banda musical bajo los grandes maestros, comenzaron a golpear con gran fuerza, y un estruendo, proveniente del palacio de jade, se hizo presente, las miradas subieron pronto el resto de las escaleras, y fue ahí cuando notaron una figura robusta y algo alta, salir disparado hacia los cielos… fue entonces cuando Shifu, nuevamente, tomo la palabra
- "Y por último… pero no menos importante… con ustedes… el quinto… y nuevo integrante… conformando ahora a los 5 Furiosos… ¡TAI LUNG!" – Exclamo el panda rojo con furica alegría y orgullo (Ósea que básicamente lo grito como si estuviera furioso, pero alegre, más alegre que furioso)
Al suelo, en el medio del resto de furiosos, fue a aterrizar un leopardo de las nieves, esto ocasiono una segunda oleada de gritos y ciertamente alabanzas hacia el leopardo de las nieves, quien al levantarse, dejo mostrar un par de ojos amarillentos, con pupilas rojas, su cuerpo estaba completamente rodeado de músculos trabajados y tonificados, Tigresa, ciertamente se quedó paralizada, Tai Lung no era uno de sus guerreros favoritos, aunque había hecho un montón de cosas impresionantes a lo largo de su vida, no… no le terminaba de agradar exactamente, pero eso poco tuvo importancia, pues cada uno, abandonando su postura, se empezaron a mover hacia a un lado de la arena, esto para permitir el inicio, a la exhibición
- "Guerreros… prepárense, para la batalla" – Una gigantesca maquina fue acomodada pronto en la arena, y frente a esta, Grulla fue a acomodarse, Tigresa estaba anonadada, y tanto estaba de cómoda sobre Po, que esta paso la pierna sobre la cabeza de este, y termino por estar cómodamente sentada sobre ambos hombros, sujetándose a las orejas de este, arrancando breves quejidos al panda, pero este restándole importancia, la sujeto de los tobillos para evitar que cayera… bueno, más que sujetarlos con las manos, los sujeto con los antebrazos, pues se había cruzado de brazos e inexpresivo en su lugar, observo
- "¡Las mil lenguas de fuego!" – Exclamo Tigresa, llamando pronto la atención del panda, antes de que de dicha máquina, una compuerta fuera abierta, y lo que parecían ser misiles, fueran encendidos…
El maestro grulla, con gracia al aletear, se elevó por los aires, y fue ahí entonces cuando los misiles mismos fueron lanzados, y fueron detrás del maestro emplumado… este los evitaba, o desviaba su trayectoria, más los mismos estaban dispuestos a seguirlo hacia donde fuera, la gracia y la agilidad de la Grulla para evitar dichos misiles eran impresionante, digna de ser admirada, y no fue hasta que estuvo a una altura prominente, que los misiles fueron hacia la misma dirección, y como era de esperarse, fueron evitados, pero en su mayoría, se hicieron chocar uno con el otro, explotando en numerosos pedazos de confeti y fuegos artificiales causando el revuelo entre la multitud una vez más, ciertamente, el inicio había sido bastante bueno… y todavía faltaba más, de maestro en maestro, cada uno dio un desempeño del más alto nivel en cuanto a sus habilidades se referían, Tigresa en ocasiones se cubría el rostro por miedo a ver, pero terminaba siempre viendo por entre sus ojos, o simplemente descubriéndose el rostro para lanzarse de lleno hacia el frente, aunque en más de una ocasión esta hizo tambalear al panda, cosa que antes no le había pasado por más sorprendente que pudiera sonar, tan solo estaba feliz de presenciar de cerca, aquello que tanto le gustaba… Po por su lado, estaba inexpresivo, sin entender exactamente porque tanta emoción… ¿Les gustaba esta clase de cosas a la gente normal acaso? ¿O era simplemente una de esas celebraciones que tenían como la del pueblo aquel?... Era raro, sin duda, al menos para el… y, en primer lugar, no entendía exactamente donde estaba la necesidad de cargar a Tigresa y dejarla sobre sus hombros… era muy raro… bastante… ni siquiera le importo que esta se sujetara de él, que lo empujara o que incluso que lo molestara al jalarle las orejas… por alguna extraña razón… lo que Tigresa hiciera… estaba muy, pero que muy lejos de hacer enojar a Po… ¿Por qué estar cerca de ella… le hacía sentir en paz?... ¿Por qué oírla reír… era como una dulce melodía a su oído?... ¿Por qué ver su sonrisa… hacia latir su corazón con tanta rapidez y fuerza… como si fuera a darle un ataque?... ¿Por qué, porque precisamente… con Tigresa sentía cosas que, con ninguna otra mujer, sintió antes?... eran tantas sus preguntas, y aun a pesar de haber conversado un poco con su padre, este no le dijo nada, y tampoco le explico nada… ciertamente era un problema, y si bien no le molestaba… el no saber del tema, lo incomodaba
El evento estaba tomándose su tiempo, era necesario que cada integrante del palacio de jade, por supuesto, sus guerreros, dieran a conocer al pueblo las capacidades que tendrían cada uno para defenderlos de llegar a ser elegidos, pero la decisión final, no era del pueblo, sino del maestro Oogway, el cabecilla de todo el palacio de jade, quien veía todo desde su balcón con gran atención, este acompañado de Shifu, y algunos cuantos de los sirvientes del mismo palacio… no parecía estar, incomodo, o siquiera impresionado con todo aquello… pero su mirada, divagando entre la multitud… se posó sobre aquella peculiar pareja, más precisamente… sobre Po… como si su mirada hubiera captado algo que nadie más era capaz de captar… sus parpados se abrieron en par… y su sonrisa aumento exponencialmente… mas no pudo hablar, Shifu le gano la palabra
- "Y por último… el maestro Tai Lung… y créanme ciudadanos… todavía no han visto nada" – Exclamo el panda rojo, de la arena salió el primate, y entro el leopardo de las nieves, quien rápidamente fue ovacionado por todo el valle
Como un campeón, como un ídolo, o un héroe, el leopardo de las nieves, con los puños cerrados, lanzando besos a todos lados, o reverenciándose hacia sus tantos admiradores, antes de este intentar calmar los humos un poco
- "Damas… caballeros… niños… gracias por su presencia aquí el día de hoy… y gracias a usted… padre" – Esto último, diciéndolo al mirar por encima de su hombro hacia Shifu, quien le regalo una pequeña sonrisa, y un asentir de cabeza – "Esa presentación fue demasiado… yo soy bueno… y todos mis compañeros en el palacio de jade lo son… todos tienen su algo especial sin duda… verán… es mi turno de demostrar… lo que yo puedo hacer por ustedes" – Siendo que esto no parecía tan interesante para Tigresa, esta se bajó como pudo de los hombros de Po, y se quedó de pie junto a este – "…Verán… el día de hoy… invito a cualquiera, a pelear conmigo… o si es el caso… practicar, o incluso, recibir lecciones rápidas de Kung fu… porque a mí me gusta, interactuar con mi amado pueblo… mi amado valle de la paz…"
- "Pffff… si… pelear con él, todos en el valle saben que él es el más fuerte de los cuatro… bueno… ahora 5… quizás incluso sea más fuerte que el maestro Shifu" – Decía Tigresa, para sí misma… pero que pronto fue escuchada por Po, quien con la mirada entrecerrada, miro de esta, hacia el leopardo aquel… mientras las personas detrás del panda, empezaron a verse, entre molestas, y resentidas, terminando estas por asentirse una a la otra
- "Vamos… adelante… quien sea… es bienvenido a pasar a la arena… y enfrentarse a mí en una pelea limpia" – Tai Lung no paraba de caminar alrededor de toda la arena, viendo de entre todos a cualquiera que pareciera o quisiera acercarse
Po por su parte, no se dio cuenta del cómo la gente frente a él se hizo a un lado formando un pequeño camino, y entre varios cerdos y patos, estos tomaron vuelo por detrás de él, y así fue que en una carrera, se fueron sobre la espalda del panda, quien al ser tomado desprevenido, se tambaleo, y para evitar la caída, dio unos cuantos pasos al frente, y justo cuando estaba por gruñir molesto ante las acciones de estos, la multitud nuevamente enloqueció, para cuando el panda se dio cuenta de que ahora estaba en la arena… fue que bajo lentamente la mirada, y lentamente, giro hacia el leopardo que estaba en esta… inerte en su sitio, e inexpresivo
- "Vaya, de verdad alguien se animó… y tiene buena estatura, te ves fuerte muchacho ¿Cómo te llamas?" – Aun con la multitud aclamando a Tai Lung, este solo pudo ver como el panda se cruzó de brazos frente a su pecho, y permaneció inerte en su lugar… no le respondió – "Vamos… no seas tímido, dime ¿Con quién tengo el gusto de enfrentarme?"
- "…Con Po…" - Respondió este a medias, antes de liberar el candado de sus brazos – "Y mejor hagamos esto rápido… tengo cosas que hacer…"
- "Vaya, alguien sí que de verdad está entusiasmado por empezar… mira amigo, primero que nada, necesito medir bien tu fuerza, ya sabes, para pelear con igualdad… así que" – El leopardo se detuvo en el centro de la arena, donde llamo al panda con una de sus manos – "Ven aquí, y golpéame"
- "…No hablaras enserio"
- "Totalmente enserio… venga, no tengas miedo si esos músculos son solo adorno… sea cual sea tu fuerza, la igualare para darles un buen espectáculo a nuestra afición… ahora ven aquí, y dame un golpe, con toda la fuerza que tengas" – Mando el leopardo, quien sacaba el pecho con orgullo, y se mantenía recto y firme en su lugar
A su alrededor, las numerosas oraciones o murmuros de entre los ciudadanos no pasaron desapercibidas ante sus hipersensibles y desarrollados oídos… "Ese tipo está muerto" "Eso le enseñara a no empujar de nuevo" "Míralo, no tiene oportunidad contra Tai Lung" … pero los que más llamaron su atención… fueron los de una cierta felina rayada detrás suyo, con la multitud "Corre, corre, corre, corre, retírate, no te quedes, por favor, no te quedes" … ¿Estaba temiendo por él? … ¿Por su seguridad?... ¿Enserio?... por encima de su hombro volteo a ver a Tigresa, encontrándose así con está cubriéndose los labios con las manos, parecía estar implorando, casi suplicando… ¿Por qué eso le desagrada?... ¿Por qué verla tan preocupada lo hacía sentirse mal?... Consigo mismo… esto tan solo logro sacar un potente gruñido de la garganta del panda… y fue entonces cuando empezó a caminar hacia el leopardo, llamando una segunda oleada de gritos de emoción ante lo que se estaba por venir, y Tai Lung, estaba esperando, inmutable en su sitio, hasta quedar uno frente al otro… el panda viendo a los orbes rubí del leopardo, y este viendo a los jades del panda…
- "…Bien… pero que quede claro… que tu insististe…"
- "Seguro amigo, claro que si… ahora anda, dame un golpe con toda tu fuerza, no te preocupes por mi"
- "No lo hago…"
El panda retrocedió una de sus piernas, y pronto calculo un instante el golpe de su puño sobre el pecho del leopardo… su idea era no usar demasiada fuerza, o al menos así lo veía, puesto que apenas retrocedió el puño, este lo hizo regresar e impactar contra el pecho del leopardo, y los resultados, fueron distintitos a los esperados, pues pronto Tai Lung salió volando de espaldas hacia el balcón donde los grandes maestros y la banda se encontraba, no solo impacto contra la piedra de este mismo, sino que fue a ser enterrado unos cuantos metros dentro del mismo sitio, esto hizo callar las ovaciones… y las quijadas cayeron al suelo, pero de entre todos, era Tigresa la notablemente más impresionada de todos, pues sus ojos estaban abiertos como platos y su boca aún estaba cubierta por sus manos… esto sin duda no era algo que todos se estuvieran esperando, incluso la quijada de los cuatro guerreros, y los grandes maestros se vieron caer al momento de Tai Lung desaparecer dentro de la piedra misma… y aunque el panda seguía inerte en su lugar, este casi estuvo por retirarse… pero de la silueta que quedo en ese sitio, emergió el leopardo, quien algo tambaleante, y desorientado, se limpió los escombros y el polvo de su cuerpo, antes de este pasar lentamente a mirar al panda, tronando sus nudillos, y el cuello por igual
- "Bien… bien, eso no me lo esperaba… pero entonces… esto será entretenido" – Ante estas palabras finalizar, el leopardo se lanzó en una carga contra el panda, mas este tan solo adopto una postura firme en su lugar, y apenas estuvieron a centímetros uno del otro, estiraron sus puños hacia el otro
Estos al impactar, ciertamente crearon una onda expansiva que termino por levantar el polvo del suelo, y los edificios, algunos de los espectadores tuvieron que cubrirse el rostro para evitar el polvo, pero esto no había hecho más que empezar para ambos combatientes, pues el choque se dio, y Tai Lung se apresuró a arremeter, Po bloqueando los golpes y las patadas que este soltaba, sin problema alguno, y los pocos golpes que lograban conectar, no es como que surtieran efecto sobre él, pero era más que obvio que este no solo se iba a quedar bloqueando y desviando los ataques, pues apenas tuvo la oportunidad, empezó a arremeter contra el leopardo, golpe tras golpe, en el abdomen, en el rostro, o incluso en la espalda, ninguno iba a ceder, o eso parecía ser, Tai Lung por dentro no se explicaba cómo era que alguien que no significaba o era alguien importante o que siquiera conociera, estuviera dándole una batalla, y para colmo que se la estuviera ganando, azotes contra el suelo, golpes certeros al vientre, o incluso rodillazos que impactaban sobre su rostro, era lo que recibía de parte del panda, y si bien había gran parte de la multitud animando al leopardo, otra parte más pequeña se había ido con el panda… y entre ellos, estaba Tigresa, ciertamente impresionada por la fuerza y destreza del panda para pelear, así como su agilidad, e incluso velocidad, no daba muchas oportunidades a Tai Lung para atacarlo, y la verdad no esperaba que lo hiciera, por lo que podía apreciar, Po no estaba dispuesto a permitir que el leopardo le pusiera un dedo más encima, y con la intención de terminar el encuentro, sujeto una de las piernas del leopardo, y comenzó a azotarlo en el suelo, de un lado al otro, izquierda, a derecha, enfrente y atrás, dejando enormes agujeros en el suelo debido a esto, y con un último azote a su derecha, el panda soltó al leopardo, y ahí lo dejo tendido en el suelo…
- "…Tu, querías esto… pues aquí, lo tienes" – Dijo Po, en un tono de voz tan severo, tan firme y frio, que hizo temblar a los pocos que alcanzaron a escucharlo, para así este darse la vuelta, con la intención de retirarse
Mas el suelo a sus pies, indico otra cosa, y el chocar de las rocas con el suelo, lo hizo girarse lentamente, pero para cuando alcanzo a ver, este recibió un fiero zarpazo de parte de Tai Lung… justo, en el rostro, lo cual no solo le dejo las marcas de 3 garras en su cara, sino que también hizo salpicar bastante sangre perteneciente al panda sobre el suelo, y algunas personas que estaban en esa dirección, para cuando se tumbó este sobre sus rodillas, y manos en el suelo, escucho un potente rugido de parte de este mismo leopardo… la gente estaba mirando ahora con horror, lo que el leopardo ocasiono, su maestro, y padre tenía la quijada literalmente tocando el suelo… y peor aún, sus compañeros estaban viendo con sorpresa aquello… Tai Lung, ante esto… quiso reaccionar, bajando la mirada lentamente hacia sus garras, notando estas con pedazos de carne y algo de sangre encima… retrayendo de inmediato las garras, y retrocediendo unos cuantos pasos hacia atrás
- "Yo… yo, lo siento, no… no quería, no sé qué me paso" – Intento justificarse, mientras avanzaba pasos cortos hacia atrás
Mas sin embargo, una mano del panda, paso por encima de su rostro, limpiándose los restos de sangre del rostro, para entonces pasar a sacudir la misma mano, y dejar caer los restos al suelo… el panda se apoyó sobre una de sus rodillas, y pronto se puso de pie… recto, y firme en su sitio, la gente que lo tenía de frente llenaron sus rostros de impresión pura, y lentamente, el panda se giró… revelando así como en su rostro… no había rastros de un rasguño… mucho menos había cicatrices… pero lo que más dejo distraído a Tai Lung… fue la expresión en el rostro del panda… iracunda… fastidiada… y molesta… escucho el tronar de sus nudillos en cada mano… pero lejos de lanzarse sobre el leopardo… este, tan solo lo señalo
- "…Si te vuelves a cruzar por mi camino… te juro… que tomare tu vida, en mis manos" – Fue todo lo que dijo Po, antes de bajar el dedo, y caminar hacia la entrada de la arena, donde la gente por miedo a su expresión facial, se apartaron de inmediato, y sin necesidad de abrir la puerta, pateo la misma, arrancándolas de su marco, y haciéndolas caer escaleras abajo, o por el vacío a un lado de estas mismas, y así, se retiró del lugar
Tigresa, ante esto, fue detrás del panda, un tanto preocupada debía decir, pues apenas salió, noto a este ya a casi la mitad del camino de bajada, y un tanto apresurada, y teniendo cuidado de no resbalar, fue que esta empezó a alcanzarlo, hasta igualar su paso, y quedar a un lado suyo
- "¿Qué fue lo que paso ahí?"
- "¿A qué te refieres?" – Pregunto el panda, sin voltear a verla, y sin siquiera detener su paso, pero pronto lo hizo, cuando Tigresa se le puso por delante, y le tomo del rostro con ambas manos… y empezó a examinarlo
- "No tienes… marcas, no tienes heridas… pero, yo vi como la sangre voló, el cómo es que" – Esta intentaba encontrar palabras adecuadas para decir, pero la mano del panda la sostuvo pronto de una de las suyas, e hizo que la apartara
- "No es nada… tranquila…" – Dijo este tratando de apartarla, pero Tigresa no se lo permitió
- "¡Pudieron sacarte un ojo! ¡En que estabas pensando!" – Exclamo Tigresa un tanto molesta ante la actitud tan despreocupada del panda
- "Pudieron… pero no ocurrió… ese tipo, solo es un debilucho fanfarrón… ni siquiera sentí sus golpes"
- "¿¡Pero y eso que tiene que ver!?" – Volvió a exclamar Tigresa
- "Tigresa… vengo de una raza de guerreros… esto, no es nada para mí, así que ya deja de preocuparte…" – Dijo este, pasando por el lado de Tigresa y continuar su descenso
Esto ciertamente aun tenia a Tigresa hasta cierto grado, molesta, y bastante, irritada… ver cómo iba como si nada, como si nada hubiera pasado, le molestaba bastante, y quería gritarle todavía más, pero tan solo se quedó de brazos cruzados, viendo como el panda, no la espero, y al terminar de bajar las escaleras… este se retiró… y ella… tan solo con la mirada… lo siguió
.
.
.
Continuara…
